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ADMINISTRACION DEL EFECTIVO

Ya sabemos que el valor de la empresa, el cual pretendemos maximizar, se basa en los flujos de
efectivo. Por tanto, su administración es una tarea extremadamente importante para todo
administrador financiero. Una parte de esta tarea consiste en determinar la cantidad de efectivo
que una empresa debe tener a su disposición en cualquier momento, para asegurar que las
operaciones normales del negocio continúen sin interrupción.

Nos referimos al efectivo como los fondos de la empresa que pueden desembolsarse
inmediatamente, es decir las cantidades que guarda en la cuenta bancaria más los billetes y
monedas. Los valores negociables también se consideran como efectivo porque son muy líquidos y
pueden transferir fondos de una forma a la otra de una manera rápida y económica. Por eso se
suele colocar solo el total de las dos en el balance general.

El efectivo es un “activo ocioso que no genera utilidades” pero es necesario para pagar las
cuentas. Siempre que sea posible se debe “poner a trabajar” mediante su inversión en activos que
generen rendimientos. De este modo, la meta del administrador es minimizar la cantidad de
efectivo que la empresa debe mantener para realizar sus actividades normales de negocios, sin
olvidar que debe tener suficientes para: 1) pagar a los proveedores, 2) mantener la reputación de
crédito de la empresa, y 3) satisfacer las necesidades de efectivo inesperadas.

Las principales demandas de efectivo son:

1. La demanda para transacciones: no es más que la necesidad de efectivo para efectuar los
pagos cotidianos de cosas tales como salarios, materias primas, impuestos e intereses. La
demanda de efectivo para transacciones existe a causa de desequilibrios en las entradas y
salidas de efectivo. Cuanto mejor coincidan éstas, menor efectivo se necesitará en la
compañía.
2. La demanda por precaución: es en esencia el margen de seguridad requerido para
satisfacer necesidades inesperadas. Cuanto más inciertas sean las entradas y salidas de
efectivo, mayor deberá ser el respaldo por precaución.
3. La demanda especulativa: se basa en el deseo de aprovechar oportunidades rentables
inesperadas que requieren efectivo. Este motivo representa un porcentaje más pequeño
de las reservas de efectivo que las otras. Si puede conseguir préstamos bancarios rápidos
para satisfacer esta demanda, no necesitará de estos saldos.
4. Saldo compensador: además de las tres demandas de efectivo básicas, algunas compañías
usan los saldos compensadores. Estos son saldos mínimos que la compañía se
compromete a mantener en una cuenta bancaria. A cambio de esto los bancos se
comprometen a dar préstamos con rapidez, con tasas preferenciales o a dar otros
servicios de manera gratuita.

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