Inflamación de las vías respiratorias con características que difieren al asma.
En la enfermedad obstructiva predominan: Neutrófilos Macrófagos Linfocitos T citotóxicos La inflamación afecta predominantemente las vías finas y como resultado hay un angostamiento progresivo de ellas y fibrosis, con destrucción del parénquima pulmonar que al final incluye las paredes alveolares (enfisema). Los cambios originan obstrucción de las vías respiratorias en la espiración, y el aire queda atrapado, y se produce hiperinflación, particularmente durante el ejercicio. El humo de cigarrillo y otros irritantes activan las células epiteliales y los macrófagos en el pulmón, para liberar mediadores que atraen células de inflamación circulantes, que incluyen monocitos (que se diferencian hasta llegar a macrófagos en el interior de los pulmones), neutrófilos y linfocitos T (células TH1 y TC1). Los factores fibrógenos liberados por células epiteliales y macrófagos ocasionan fibrosis de vías respiratorias finas. La liberación de proteasas termina por destruir la pared alveolar (enfisema) y ocasionar hipersecreción de moco (bronquitis crónica).
TRATAMIENTO: Los broncodilatadores reducen el atrapamiento del aire al dilatar
las vías respiratorias periféricas y son el elemento básico del tratamiento de la EPOC. La obstrucción del flujo de aire en la COPD tiende a ser progresiva. La inflamación en las zonas periféricas del pulmón en individuos con COPD es mediada por un perfil peculiar de mediadores de inflamación y citocinas. La inflamación en el caso de la COPD es resistente en gran medida a los corticoesteroides. Manifestaciones sistémicas: Consunción de músculos estriados, adelgazamiento, depresión, osteoporosis, anemia. La EPOC se caracteriza por cierto grado de daño estructural permanente de las vías y el parénquima respiratorios. La exacerbación de los síntomas (sibilancias, dificultad para respirar, tos) se desencadena por una infección de las vías respiratorias superiores (como el asma). La EPOC se presenta sobre todo en pacientes de edad avanzada (en especial en fumadores a largo plazo). Se relaciona con inflamación neutrofílica más que eosinofílica, es poco reversible con broncodilatadores y responde menos a los corticosteroides que el asma.
ANTAGONISTAS DE LOS LEUCOTRIENOS. Bloqueadores de los receptores
de leucotrienos: El montelukast y zafirlukast Mecanismo de acción Antagonistas del receptor de leucotrienos LTD4 y receptor LTE4 Uso clínico Eficaces para prevenir el broncoespasmo inducido por el ejercicio Efectos adversos Informes poco frecuentes de granulomatosis eosinofílica con poliangitis ANTAGONISTAS DE LOS LEUCOTRIENOS. Inhibidor de la lipooxigenasa: Zileutón Mecanismo de acción Inhibe de forma selectiva la 5-lipooxigenasa, una enzima clave en la conversión del ácido araquidónico en leucotrienos. Uso clínico Eficaz para prevenir el broncoespasmo inducido por el ejercicio, el ácido acetilsalicílico y los antígenos. Efectos adversos La toxicidad del zileutón incluye la elevación ocasional de las enzimas hepáticas.
La COPD responde a broncodilatadores, incluidos los agonistas β2 y los
antagonistas muscarínicos. Responde menos a los corticoesteroides. Para la profilaxis se prefiere una combinación de agonista β2 de acción prolongada con un bloqueador muscarínico de acción prolongada administrados por inhalación. Algunos pacientes con COPD toleran mejor los antagonistas muscarínicos que los β, tal vez porque, con frecuencia, la COPD se acompaña de enfermedad cardiaca y los β-agonistas podrían desencadenar arritmias. La teofilina o el roflumilast son útiles. Debido a que las infecciones respiratorias bacterianas a menudo precipitan exacerbaciones, el tratamiento con antibióticos es más importante en la COPD que en el asma.