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SITUACIÓN ECONÓMICA POLÍTICA RELIGIOSA Y CULTURAL DE INGLATERRA FRANCIA Y

PORTUGAL SIGLO XV Y XVI


INGLATERRA
ECONÓMICA
En el siglo XV, tuvo lugar el crecimiento de la industria textil inglesa y el establecimiento de una nueva clase
de comerciante inglés internacional, cada vez más con base en Londres y el suroeste de Inglaterra, prosperando
a costa de las antiguas economías reducidas de los asentamientos orientales.4 Estos nuevos sistemas de
comercio significaron el fin de muchas ferias internacionales y el surgimiento de compañías comerciales. Junto
con mejoras en la metalurgia y la construcción naval, representó el fin de la economía medieval y el inicio del
edad moderna temprana en la economía inglesa.
POLÍTICA
Inglaterra tuvo que atravesar una crisis que desembocó en una guerra civil, producida por facciones nobiliarias
pretendientes al trono: “la guerra de las Dos_Rosas" (1453- 1485), que originó la dinastía de los Tudor. Esta
guerra tuvo importantes consecuencias, pues la nobleza decayó fuertemente, muriendo muchos de sus miembros
en la guerra, lo cual favoreció a la reyecía que al adueñarse de las tierras de los nobles desaparecidos, aumentó
sensiblemente su riqueza y su poder. Hacia fines del siglo XV, los Túdor ricos y poderoso.
RELIGIOSA
La mayoría de la población es de religión Cristiana, alrededor del 60%, y está conformada mayoritariamente por
miembros de la Iglesia Anglicana. A su vez, la religión en el Reino Unido también contempla cultos como el
budismo, hinduismo, judaísmo, islam y sijismo. Inglaterra comenzó el siglo XVI como una nación católica
romana. El catolicismo romano enseñaba que las personas contritas podían cooperar con Dios para su salvación
realizando buenas obras (ver sinergismo). La gracia de Dios fue dada a través de los siete sacramentos:
Bautismo, Confirmación, Matrimonio, Orden Sagrada, Unción de los Enfermos, Penitencia y Eucaristía. La
Eucaristía se celebraba durante la Misa, el acto central del culto católico. En este servicio, un sacerdote
consagraba el pan y el vino para que se convirtieran en el cuerpo y la sangre de Cristo a través de la
transubstanciación. La iglesia enseñó que, en nombre de la congregación, el sacerdote ofreció a Dios el mismo
sacrificio de Cristo en la cruz que proveyó expiación por los pecados de la humanidad.3 La Misa era también
una ofrenda de oración por la que los vivos podían ayudar a las almas del purgatorio. Si bien la penitencia
eliminó la culpa asociada al pecado, el catolicismo enseñó que aún quedaba una pena. Se creía que la mayoría
de las personas terminarían sus vidas con estas penas insatisfechas y tendrían que pasar un tiempo en el
purgatorio. El tiempo en el purgatorio podía reducirse mediante indulgencias y oraciones por los muertos, que
eran posibles gracias a la comunión de los santos
CULTURAL
A nivel cultural el siglo XVI en Inglaterra fué una época de gran esplendor, donde el renacimiento trajo de
vuelta el mundo clásico. La cultura inglesa se caracteriza por las normas culturales de la de Inglaterra y del
pueblo inglés. Debido a la posición influyente de Inglaterra en el Reino Unido, a veces puede ser difícil
diferenciar la cultura inglesa de la del Reino Unido en su conjunto. Sin embargo, desde los tiempos de los
anglosajones, Inglaterra, a diferencia de la cultura galesa o escocesa, ha tenido su propia cultura distintiva.
FRANCIA
ECONÓMICA
La economía de Francia en el comienzo de la edad Moderna se caracterizó por un fuerte incremento de la
población y el desarrollo de la agricultura y la industria. Se expandió la producción de muchos productos
agrícolas, también se produjo la introducción de nuevos productos originarios de Europa meridional; y también
del Nuevo Mundo, . Sin embargo, la agricultura francesa permaneció estancada en las técnicas medievales,
produciendo rendimientos bajos y a pesar de que se aumentaran las tierras de cultivo, la máxima expansión
agrícola se alcanzó pronto. La situación se tornó difícil después de la repetida pérdida de cosechas desde 1550
hacia adelante por el rigor del clima.
POLÍTICA
En este periodo, Francia se organizó en torno a una monarquía absoluta. Tras la muerte de Carlos VII en 1461,
su hijo Luis XI prosiguió la política de su padre de limitar el poder de la nobleza, por ello se inició una revuelta
feudal contra la autoridad real, la Liga del Bien público en 1465. A pesar de no obtener un triunfo sobre los
rebeldes, emprendió acciones para recuperar su poder, lo que vino a chocar con las ambiciones expansionistas
del duque de Borgoña Carlos el Temerario. A la muerte de este último en la Batalla de Nancy de 1477, Luis se
apropió de gran parte de los territorios borgoñones ya que al agotarse la descendencia masculina revertía la
apanage al dominio real, la paz llegó con el Tratado de Arrás (1482), que permitió al rey francés permanecer en
las tierras borgoñonas ya ocupadas y dejar los señoríos de los Países Bajos al archiduque Felipe de Habsburgo.
La Corona llevó a cabo un esfuerzo para someter a la nobleza militar con cargos al servicio del rey, mejorar el
sistema de tributación, lo que permitió contar con unos ingresos para crear un ejército permanente con artillería,
lo que a su vez redundó en la reducción de la dependencia de las levas feudales, y además , la centralización
administrativa requería que los militares apoyaran la labor de los oficiales de la administración y de justicia
RELIGIOSA
El siglo XV, durante el cual Francia crecía en espíritu nacional, y mientras que las mentes de los hombres eran
aun conscientes de las demandas de la cristiandad en su país, fue también el siglo durante el cual, al día
siguiente del Gran Cisma y de los Concilios de Basilea y de Constancia, empezó un movimiento entre los
poderosos obispos feudales contra el papa y el rey, y que pretendía emancipar a la Iglesia galicana. Las
proposiciones sostenidas por Gerson, y aplicadas por él, como representante de la Universidad de Paris, en el
Concilio de Constancia, habrían instalado en la Iglesia un régimen aristocrático análogo al que los señores
feudales, aprovechándose de la debilidad de Carlos VI, habían soñado con establecer en el Estado. Éste fue el
origen de la práctica adoptada por los reyes franceses de organizar el gobierno de la Iglesia directamente con los
papas por encima de los obispos. Carlos VII, cuya disputa con Inglaterra había dejado a su autoridad todavía
muy incierta, fue obligado, en 1438 durante el Concilio de Basilea, para apaciguar a los poderosos prelados de
la Asamblea de Bourges, a promulgar la Sanción Pragmática, confirmando así, en Francia, aquellas máximas
del Concilio de Basilea que el Papa Eugenio había condenado. Pero, inmediatamente, él sopesó la idea de un
concordato, y se hicieron insinuaciones en ese sentido a Eugenio IV. Eugenio contestó que él bien sabía que la
Sanción Pragmática -- "esa odiosa ley" -- no era un acto libre del rey y discutieron un concordato entre ellos.
Luis XI (1461-83), cuya política interior buscaba terminar ó debilitar el nuevo feudalismo que se había
desarrollado durante dos siglos por la costumbre de presentar "appanages" a los hermanos del rey, extendió a
los obispos feudales la mala voluntad que profesaba a los señores feudales. Aborrecía la Sanción Pragmática
como una ley que fortalecía el feudalismo eclesiástico, y el 27 de noviembre de 1461, le anunció al papa su
supresión.
CULTURAL
La Edad moderna es la época del apogeo cultural barroco y rococó, el oro y la riquezas que la nobleza extraía
del campesinado, de los esclavos, de América, de Asía conformarán los palacios como el Versalles, los oropeles
de los Condes y los Duques, financiarán a los grandes pintores y músicos. Un apogeo cultural que proviene de
una situación social cada vez peor para la mayoría d ellos súbditos franceses. Una vez más de ese sufrimiento
surgirá la violencia de la Revolución y del cambio.

PORTUGAL

ECONÓMICA
Portugal inició un período de gran desarrollo económico que tuvo su apogeo en los siglos XV y XVI, época de
las grandes expediciones marítimas y conquista de vastos territorios de América, África y Oriente.
El predominio marítimo en esta etapa le permitió desarrollar un comercio sumamente activo a escala mundial y
alcanzar una situación económica privilegiada dentro de Europa. Debió transcurrir mucho tiempo para que otros
países como Holanda e Inglaterra fueran capaces de disputarle a Portugal la supremacía alcanzada en los mares.
Como consecuencia de una serie de contiendas dinásticas, el país quedó sometido en 1581 a la autoridad de
Felipe II, rey de España. La unidad con España hizo declinar el poderío de Portugal y gran parte de su imperio
marítimo se desmoronó ante el asedio constante de ingleses y holandeses, que pasaron a controlar la mayor
parte de las rutas y regiones comerciales de la época.
POLÍTICA
Inmediatamente después de ocurrida la muerte del rey Sebastián, las Cortes portuguesas reconocieron como rey
a Enrique el Cardenal, quien había sido regente del rey entre 1557 y 1568. A la muerte de éste, acaecida en
1580, la regencia del reino fue asumida por el Consejo de gobernadores del Reino de Portugal, constituida por
cinco gobernadores.
A partir de aquel momento, la corona portuguesa fue disputada por varios descendientes de la Dinastía de Avis.
De esta forma, Portugal pasó a formar parte de la Monarquía Hispánica (1580-1640) en una unión dinástica
aeque principaliter.6 Esta unión no supuso ningún cambio significativo, pues los reinos de Felipe II, tenían el
mismo monarca, y seguían manteniendo sus ordenamientos jurídicos e instituciones propias. Con esta unión,
bajo la figura de Felipe II se mantendría el mayor imperio colonial de la historia, pues a las ya vastas posesiones
españolas habría que unir las importantes plazas portuguesas en Brasil, África y Asia..
RELIGIOSA
El milagro de Ourique fue surgiendo y construyéndose a lo largo de los siglos xiv, xv y xvi como el momento
legitimador de la fundación de Portugal como un reino independiente, ligado a la mitificación de Alfonso
Enríquez, su primer rey. En el siglo xvi se asiste a la afirmación y la consolidación de este proceso de
construcción de una identidad colectiva, en el cual reyes, clérigos, poetas y humanistas desempeñaron un
importante papel3. Una identidad que era, desde luego, católica. Ser portugués era ser católico, pertenecer a una
comunidad extraterritorial con sede en Roma y encabezada por el papa. La legitimidad del reino dependía de su
fidelidad a la Iglesia católica. Incluso porque se consideraba que, desde sus orígenes, había sido un reino
favorecido por la providencia divina y que a él le estaba reservada la misión de combatir a los infieles y de
extender la fe de Cristo4. Eso implicaba un rechazo de todos aquellos que no compartiesen esa pertenencia: los
infieles, los judíos y los herejes. Estos no solo «no formaban parte de la nación portuguesa [eran “hombres de
(otra) nación (judaica)”], sino que, al hallarse fuera del gremio de la fe, estaban también fuera del gremio civil y
político. En el siglo xvi, a la par que al proceso de control de la jerarquía eclesiástica, se asistió a una
reconfiguración del territorio de los obispados, paralela a la reforma administrativa del reino
CULTURAL
Entre las diferentes manifestaciones culturales que podemos encontrar en Portugal, una de las más famosas es
el Fado, todo un símbolo musical del país. Son canciones melancólicas que, según se cree, tienen su origen en
las penas de amor, la nostalgia por quien ha marchado y los suspiros de los marineros del siglo XVI, pero es una
corriente que se ha ido adaptando a los nuevos tiempos y sigue cantando a la melancolía, la nostalgia o las
pequeñas historias cotidianas con un toque de fatalismo o frustración.La producción artesanal más relevante en
Portugal es el azulejo, una de las contribuciones portuguesas más importantes al patrimonio artístico mundial.
Los artesanos aprendieron la técnica del azulejo de los árabes y la aprovecharon para divulgar la cultura
portuguesa. Producidos en Portugal desde finales del siglo XV, La arquitectura portuguesa tiene en el
estilo Manuelino su mayor y más original expresión. También se conoce como estilo Gótico Portugués antiguo.
Surgió en el siglo XVI, durante el reinado de Don Manuel I (1495-1521), y presenta un estilo de ornamentación
arquitectónica suntuosa, con elementos marítimos y representaciones de la Edad de los Descubrimientos, que
aportaron gran riqueza y saber a Portugal, con un encuentro entre distintos artistas y culturas que tuvo como
resultado el arte manuelino.Durante los siglos XVI y XVII, la corte portuguesa se convirtió en un espacio
bilingüe y algunos autores portugueses, como el propio Camões o Gil Vicente, alternaban la lengua castellana y
la portuguesa en sus creaciones literarias. Tras la restauración de la independencia de Portugal en 1640, sus
autores dejaron de usar el castellano, dando así más fuerza al portugués como lengua literaria.

MODELO DE IMPUESTO POR EL COLONIALISMO EN EL CONTINENTE AMERICANO

La colonización europea de América empezó a finales del siglo XV después de que Cristóbal Colón llegara al


continente el 12 de octubre de 1492 con el apoyo de la Corona de Castilla. A partir de ahí, los imperios
de España, Portugal, y desde comienzos del siglo XVII, Inglaterra (1608), Francia (1609), Países Bajos (1625)
o Rusia (1741), conquistaron y colonizaron una gran parte del territorio americano.
Los Imperios español y portugués fueron los primeros en realizar la conquista y se asentaron principalmente en
el sur de Norteamérica, Centroamérica y en el área andina de Sudamérica, donde respectivamente se asentaban
las culturas mexica, maya, muisca e inca. El Imperio español fue la potencia que mayor presencia colonial logró
en América. En el Caribe, dominó sobre todo Cuba, La Española, Puerto Rico, Jamaica, incluyendo la península
de Florida dentro de sus posesiones caribeñas. Desde los asentamientos antillanos, logró extenderse por todo el
continente americano: en América del Norte llegó a derrotar al Imperio azteca, ubicado en una pequeña parte
del actual México, donde fundó ciudades, además de formar una sociedad mestiza con tlaxcaltecas, tarascos,
mixtecas, zapotecas y cientos de otras1 tribus indígenas. A partir de ahí, se expandió por América Central,
incorporando a la tribu de habla maya, así como a los pipiles, a los niquiranos y a los pueblos de habla guaimí
de Veragua (Panamá). Desde Panamá, se emprendió la conquista de la zona andina de América del Sur hasta la
zona central del actual Chile. Al mismo tiempo, en busca de la Sierra de la Plata y las tierras del Rey Blanco se
fundaron ciudades en el estuario del Plata y sobre las márgenes de los ríos Paraná y Paraguay, siendo Asunción
la más importante de ellas.
Portugal se apropió de la mayor parte de la franja costera atlántica de la parte norte de América del Sur, que más
tarde originaría el Estado de Brasil. Inglaterra estableció trece colonias en la franja costera atlántica
norteamericana, además de en algunas islas caribeñas. Francia ocupó la actual Guayana Francesa en Sudamérica
(aún bajo su dominio), Luisiana en el Golfo de México, algunas islas del Caribe, y la región canadiense de
Quebec. Países Bajos estableció colonias en Norteamérica (Nueva Ámsterdam, que luego sería Nueva York),
norte de América del Sur (Guyana neerlandesa, hoy Surinam) y algunos asentamientos en islas caribeñas
(Antillas Neerlandesas y Aruba).

ESTRUCTURA SOCIAL DE LAS COLONIAL AMERICANA

La sociedad colonial se estructuró en diversos grupos o estamentos ordenados jerárquicamente.


En el siglo XVI, los conquistadores a raíz de sus hazañas guerreras ocuparon el primer rango social. Sus
objetivos principales eran la riqueza, el poder y la honra. Les seguían los primeros pobladores que habían
fundado ciudades e iniciado la colonización. Luego se ubicaron los vecinos con casa y patrimonio en la ciudad
y los moradores que se ganaban la vida como mineros, pequeños comerciantes, artesanos o granjeros. Por
último, los tratantes, pulperos, buhoneros, vendedores ambulantes, etc. conformaron el pueblo urbano.
Esta primitiva sociedad hispana, de marcado carácter señorial, se constituyó en base al usufructo de la mano de
obra indígena por medio de las encomiendas. Gracias a la institución de los mayorazgos el grupo social
dominante conservó la mayor parte de su patrimonio por generaciones.
Más adelante el dinero se convirtió en el mejor y más eficaz vehículo de movilidad social. Con él se podían
comprar la nobleza y el favor del rey, especialmente a lo largo del siglo XVII. Los funcionarios más
importantes de la corona (virreyes, gobernadores, etc.), el alto clero, encomenderos y hacendados compartieron
desde entonces este privilegiado estamento social.
Los hijos de los españoles nacidos en América -criollos- aumentaron paulatinamente en número y engrosaron al
estamento social más alto. En el siglo XVIII comenzaron a autodenominarse americanos y disputaron
fervientemente los principales cargos públicos a los peninsulares. Esta pugna fisuró la unidad y los intereses que
habían cohesionado al grupo blanco en los siglos anteriores, sembrando la semilla de la emancipación de las
colonias americanas.
Criollos y peninsulares nunca fueron muy numerosos. A mediados del siglo XVI había unos 150 mil de ellos en
la América española, cifra que aumentó a los 660 mil promediando el siglo siguiente. Recién a comienzos del
siglo XVIII la población blanca sobrepasó el millón de habitantes.
Pero no sólo el dinero determinó la estratificación social durante la época colonial. Desde los primeros
momentos de la conquista el español se unió sexualmente a las mujeres aborígenes, surgiendo de esa manera el
mestizo.
Paulatinamente el número de los mestizos aumentó, cosa que se reflejó en la aparición de una legislación
discriminatoria contra ellos. Así por ejemplo, se les prohibió tener repartimientos y encomiendas o desempeñar
oficios públicos y reales. "Excluidos de toda función social y del reparto de bienes -señala Manuel Lucena
Salmoral- fueron prácticamente empujados a ser pequeños agricultores en un mundo donde la tierra estaba ya
repartida entre blancos e indios, lo que les convertiría en un detonador social".
En las ciudades iberoamericanas convivieron los mestizos, negros e indígenas. Del cruce entre todos estos
grupos nacieron las castas, uniones polirraciales de escasa incidencia blanca en las que el negro entraba como
alguno de sus componentes. Para distinguir a los innumerables tipos étnicos que surgieron de estas uniones, en
la época se empleó una nomenclatura muy pintoresca: mulato, zambo, morisco, albarazado, lobo, cambujo,
tente-en-el-aire o no-te-entiendo son sólo algunas de las denominaciones que proliferaron en toda la América
española.
Durante la colonia las castas se clasificaron teniendo en cuenta principalmente el color de la piel, en lo que
Alejandro Lipsch�tz denominó acertadamente pigmentocracia. Es decir, se relacionó la condición social del
individuo con el color de su piel; a mayor "blancura" se ostentaba una mejor ubicación en la sociedad indiana.
Era muy difícil acceder a los privilegios, derechos o bienes de quienes tenían la ventaja de contar con una piel
más clara, transformándose el prejuicio racial en prejuicio social.
Un antiguo dicho colonial sintetiza el desprecio que sufrieron las castas por parte de los grupos más pudientes y
"blancos": "Ya en época muy tardía que Dios hizo el café e hizo la leche, pero no el café con leche".
El nativo americano legalmente fue considerado superior a las castas. Podía disfrutar de sus propios bienes,
cultivar sus tierras, criar ganados y comerciar sin las restricciones impuestas a mestizos, mulatos o negros. En
efecto, la nobleza aborigen se relacionó con los grupos dirigentes hispanos y pudo conservar ciertos privilegios.
Así por ejemplo, estaban exentos del pago de tributos y sus hijos fueron educados en colegios especiales
vinculados a las órdenes religiosas.
La masa indígena constituyó la base de la pirámide social por ser la principal fuerza de trabajo en la minería,
agricultura, obras públicas y en las industrias rurales o urbanas. Las leyes -que consideraban a los indígenas
como menores de edad- regulaban sus actividades y los protegían. No obstante, en la vida real su subsistencia
fue muy precaria y su condición social estuvo muy cerca a la de los grupos que legalmente eran inferiores
El último lugar en la estratificación social americana lo ocuparon los esclavos provenientes de África. De
acuerdo con Philip Curtin, los negros que arribaron a la América española durante la colonia superaron el
millón de individuos.
Los africanos estuvieron sujetos a muchas limitaciones entre las cuales se cuentan la prohibición de portar
armas, andar de noche por ciudades y villas, montar a caballo o tener indígenas a su servicio. Sin embargo, la
situación laboral del negro no era tan mala como su condición jurídica. Debido a su mayor resistencia física y al
tipo de trabajos que desempeñaron los esclavos negros lograron muchas veces una posición social superior a la
del indígena
El esclavo, especialmente en el siglo XVIII, pudo acceder a la libertad mediante la manumisión. Esta o le era
concedida voluntariamente por sus dueños o la adquiría mediante la compra de su libertad a precio de mercado.
Un gran problema para las autoridades peninsulares fueron los negros cimarrones o esclavos fugitivos que huían
de sus amos y se agrupaban en bandas. Algunos formaban parcialidades o palenques con una organización
según formas políticas de origen africano y desde ahí se dedicaban a saquear haciendas, poblados indígenas y
caminos para sustentarse.

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