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Se entiende por literatura victoriana aquella producida en el Reino Unido y en sus

colonias durante el reinado de Victoria (1837-1901). La denominada era victoriana


constituye en la historia de Inglaterra y en la de Europa una etapa cultural
importantísima. Es el gran momento de Inglaterra, y aunque no tiene el brillante
esplendor del período isabelino y jacobino ―la muerte de Lord Byron señala el ocaso
de una edad heroica―, presenta, en cambio, una trabada coherencia, una organizada
tenacidad en todos los campos de la actividad humana, y muestra una decidida
voluntad de transformar el mundo y las fuerzas de la naturaleza para el bienestar y
servicio del hombre.1

Las características esenciales de aquella época son: una indiscutible preocupación


por la decencia, con la consiguiente elevación del nivel moral; un creciente
interés por las mejoras sociales y el despertar de un fuerte espíritu humanitario;
cierta satisfacción derivada del incremento de riquezas, de la prosperidad nacional
y del inmenso desarrollo industrial y científico; conciencia de la rectitud, y un
sentido extraordinario del deber; indiscutible aceptación de la autoridad y de la
ortodoxia; notable carencia de humor. La era victoriana es época de
transformaciones políticas y sociales, inquietudes religiosas, firme trabazón
moral, expansión rapidísima del comercio inglés y culminación de la Revolución
Industrial.2

En líneas generales, la literatura británica, a diferencia de la francesa, consta,


ante todo, de individuos y no de escuelas.3

En literatura, el largo reinado de Victoria es uno de los más gloriosos de la


historia inglesa.4 La era victoriana cubre prácticamente desde el Romanticismo
hasta finales de siglo, y representa literariamente un cambio de estilo en un
sentido realista. La fecha fronteriza entre el Romanticismo y la era victoriana es
el año 1832. En realidad, Victoria no ascendió al trono hasta 1837,4 pero para
entonces la mayoría de los grandes escritores del primer tercio del siglo, a
quienes podríamos denominar «georgianos tardíos», habían enmudecido:5 en 1832 moría
Walter Scott; Keats, Shelley, Byron y Hazlitt ya no existían; Coleridge y Lamb
estaban llegando al fin de sus días, y Wordsworth, aunque viviría aún bastantes
años, había escrito ya lo mejor de su producción.4 Del mismo modo, Southey,
Campbell, Moore, Jeffrey, Sydney Smith,Nota 1 De Quincey, Miss Edgeworth, Miss
Mitford, Leigh Hunt, Brougham y Samuel Rogers aún vivían, pero la parte esencial de
sus obras ya estaba hecha. Los principales autores que pertenecen por igual a las
épocas georgiana y victoriana son Landor, Bulwer, Marryat, Hallam, MilmanNota 2 y
Disraeli; ninguno de los cuales, con la excepción de este último, se acerca al
máximo nivel en ninguna de las dos épocas.5 A la vez, aparecían los primeros
volúmenes de Tennyson, el futuro poeta laureado representante de la poesía
victoriana. Aunque de hecho perduraba el Romanticismo, su energía creadora estaba
agotada, y la literatura buscaba otras fuentes de inspiración. En las alternancias
rítmicas del fenómeno literario, la reacción psicológica contra los excesos del
Romanticismo inclinaba el gusto hacia la concreción y el orden. Después del reinado
de la emoción y de los sueños y las tempestades del alma romántica, empezaba a
manifestarse una época razonadora y realista, que emparentaba mejor con la actitud
mental del siglo XVIII4 (el siglo de las luces). La nota predominante era la
racionalización del impulso literario. Ante los postulados del Romanticismo, los
escritores victorianos consideraron la verdad concreta como uno de los motivos
esenciales de la creación literaria. En consecuencia, su tono de expresión general
fue el realismo; y, en conjunto, se preocuparon más que sus antecesores románticos
por la perfección estilística y la organización formal de la obra de arte.4

Brillante en poesía y rico en pensamiento, el victoriano es un período en que la


novela aparece en su máximo esplendor, floreciendo también en él un grupo de
eminentes mujeres novelistas.4 Además, hacia 1860, el teatro experimenta una
renovación saludable.4 Más adelante, a partir de 1875, las influencias francesas
fueron preponderantes, sobre todo en el decadentismo del poeta A. Ch. Swinburne, en
el esteticismo del ensayista Walter Pater y, sobre todo, en la obra poética,
narrativa y dramática de Oscar Wilde.6 Mientras que la poesía de los últimos años
de la era victoriana parecía sumirse en una fase de menor confianza, la explosión
de energía que impulsó la narrativa no se agotó después de los primeros años. Si
echamos una mirada retrospectiva, el último cuarto de siglo aparece dominado por
dos figuras, la de Thomas Hardy y la de Henry James, que van seguidos de una hueste
de escritores menores, aunque no faltos de interés.7 Por su parte, la poesía de
Hardy habría de esperar al siglo XX para ser valorada6 en su justa medida. En la
novelística, destacarían en ese último período victoriano los nombres de Samuel
Butler, George Meredith y, sobre todo, Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle6
y Bram Stoker, maestros respectivamente de los géneros de aventuras, policíaco y de
terror.

Índice
1 Contexto (histórico, social, económico, intelectual)
1.1 Victorianismo temprano y medio
1.2 Victorianismo tardío
2 Poesía
2.1 Panorama de la poesía inglesa hacia 1830
2.2 Poetas victorianos característicos
2.3 Otros poetas del victorianismo temprano y medio
2.4 Poetas irlandeses victorianos
2.5 Poetas escoceses victorianos
2.6 Poesía religiosa
2.7 Poetas espasmódicos
2.8 Poesía social y poesía política
2.9 Poesía cómica y humorística
2.10 El movimiento prerrafaelita
2.11 Últimos poetas victorianos
2.12 Poesía dialectal
2.13 Nueva literatura: la poesía
2.13.1 Poesía decadentista
3 Narrativa
3.1 Contexto
3.2 Panorama de la narrativa inglesa a lo largo del siglo XIX
3.3 Narrativa humorística y humanitaria
3.4 Novela de aventuras y novela militar
3.5 Novela histórica
3.6 Novela realista
3.7 Novela de tesis y novela filosófica
3.8 Narrativa de terror, suspense y temática sobrenatural
3.9 Novela social y novela política
3.10 Narrativa infantil y juvenil
3.11 Novela de formación o de aprendizaje (Bildungsroman)
3.12 Narrativa fantástica
3.13 Novela sensacionalista
3.14 Ficción detectivesca, policíaca y de misterio
3.15 Ficción especulativa
3.16 Novela naturalista
3.17 Otros novelistas victorianos
3.18 Nueva literatura: la narrativa
3.18.1 Narrativa de ciencia ficción
3.18.2 Literatura del esteticismo
3.18.3 Narrativa de aventuras
3.19 La narrativa breve victoriana
4 Teatro
5 Prosa
5.1 Religión, teología y oratoria
5.2 Ensayo
5.3 Historiografía
5.4 Memorias y literatura de viajes
5.5 Filología y traducción
5.6 Biografía
5.7 Ciencias sociales y ciencias naturales
5.8 Economía, lógica y utilitarismo
5.9 Crítica literaria y artística
6 Bibliografía
7 Notas
8 Véase también
9 Referencias
Contexto (histórico, social, económico, intelectual)
En el mundo las circunstancias pocas veces han sido más favorables a un gran
estallido de energía literaria. La nación era segura y próspera en un grado sin
precedentes, consciente de su voluntad y facultad de expandirse aún más.5 La época
victoriana fue de gran actividad comercial, financiera e industrial. Diversas
circunstancias fueron especialmente favorables a los esfuerzos ingleses. La
Revolución Industrial la había adelantado a sus rivales del continente europeo, ya
que contaba en su propio territorio con las materias más necesarias. La estabilidad
política confirmó esa supremacía. Al no impedirse que el esfuerzo tuviera éxito, el
proceso parecía ajustarse al derecho, y la ciencia (si lo es) de la economía
política hizo grandes progresos en esta su época clásica, desde los Principios de
Ricardo hasta los de J. S. Mill.8

Victorianismo temprano y medio


Los poetas victorianos, como los novelistas, se enfrentaban a una sociedad muy
cambiada frente a la que describían los románticos: casi podían palpar cómo
cambiaba la estructura de clases; la clase media iba tomando posiciones cada vez
más influyentes frente a la antigua aristocracia y comenzaba a introducir un nuevo
sistema de valores; ya nadie podía ignorar el proceso de industrialización ni sus
secuelas de contaminación y miseria; la fe religiosa se veía amenazada por los
descubrimientos geológicos y biológicos y por un espíritu de escepticismo que se
volvía contra la Biblia.9

Es demasiado simple decir que los primeros victorianos hicieron un mundo de su


crisis religiosa. El vacío espiritual hoy apenas significa nada (aunque algunos
lampan por extraños terrenos para llenarlo). Sin embargo, los primeros que vieron
cómo su fe iba desapareciendo vivían inmersos en una comunidad creyente, una
comunidad que profesaba abiertamente sus creencias y en la que representar una
vanguardia intelectual no resultaba nada cómodo. Mientras que el ateísmo de Shelley
asesta un duro golpe al cristianismo convencional, las dudas convierten al
victoriano en un reincidente sin ganas, en alguien que se debate entre problemas
espirituales, alguien melancólico y añorante de lo que ha perdido y que los demás
aún conservan. Más que como liberación, la falta de fe se vive como una pérdida.10

Parte de la vitalidad con que nos salpican las páginas de las novelas victorianas
se debe a la nueva concepción que ofrecen del mundo. Gran Bretaña dejaba de ser un
país rural y se transformaba rápidamente en una sociedad urbana, proceso terrible y
emocionante a la vez por las consecuencias y las potencialidades que implicaba.
Además, el tren iba descubriendo todos los rincones de la isla, que despertaban la
curiosidad y admiración de los ciudadanos. Si antes el ámbito en el que discurría
la vida de la gente era de unos quince o veinte kilómetros a la redonda, ahora este
ámbito se multiplicaba por diez. Grupos enteros de población se desplazaban,
geográfica y socialmente. En las nuevas ciudades industriales, que no solo eran
nuevas, sino que representaban un nuevo modelo de ciudad, la gente se enriquecía y
se arruinaba en cuestión de meses. Los milagros empresariales afectaban a todo el
mundo, no solo a los nuevos capitalistas o a la fuerza trabajadora, y todos se
bandeaban año tras año entre la confortable prosperidad y la inanición.11
La nueva religión de los nuevos capitalistas era el laissez-faire, normalmente
denominado economía política o benthanismo. Inicialmente para los victorianos las
nuevas doctrinas económicas, que abogaban por una economía de mercado sin
restricciones y la total libertad del empresario (pero no del sindicalista),
constituían dogmas de fe tan incuestionables como los que emanaban del púlpito; las
leyes siderúrgicas no admitían refutación posible. Y el nuevo empresario, que
divulgaba estas leyes y se aprovechaba de ellas, venía a ser el héroe nacional, el
equivalente moderno del filibustero isabelino.12

Evidentemente para los intelectuales la época era muy distinta y mucho menos
atractiva. La crisis religiosa, que en 1867 se convirtió en objeto de debate
popular con El origen de las especies de Darwin, ya la habían librado en su
interior escritores como Tennyson o George Eliot años antes. Al asomarse a la
Inglaterra victoriana Matthew Arnold vio un horrible patio en el que jugaban
bárbaros y filisteos. John Stuart Mill vio la degradación de las clases
trabajadoras y el sometimiento de las mujeres.13

Victorianismo tardío
En la segunda mitad del mandato de la reina Victoria, la etapa de viudedad pública
más prolongada de la historia, empezaron a criticarse cada vez con mayor intensidad
la ética, los gustos y las costumbres eminentemente victorianos. Hoy vemos esta
situación con más claridad que la gente de la época. Los guardianes de la moral
pública que decidían, según Dickens, "qué es lo que debía sacarle los colores a los
jóvenes" seguían dominando el panorama, lo cual obligaba a muchos escritores a
expresarse de manera soterrada, sobre todo en materia sexual. Gran Bretaña volvía a
poner ahora un enorme empeño en "aparentar" ser la gran potencia mundial que había
sido a mediados de siglo, con la confianza de entonces: gobernaba, en medio de
serias amenazas, el más vasto imperio que ha habido en el mundo y mantenía un alto
poder de decisión en Europa.14

Sin embargo, el poder y los ideales victorianos estaban en decadencia. La depresión


agraria (debida en parte a la competencia que suponían América del Norte y del Sur)
empezaba a socavar los cimientos financieros de los nobles y los aristócratas
hacendados. La depresión industrial iba sumiendo en la pobreza a las ciudades
afectadas y se oían ya los primeros murmullos de un socialismo de masas. Con la
publicación de El origen de las especies de Darwin el debate sobre el verdadero
carácter literal de la Biblia saltó a la calle y dejó de estar confinado al
estudio.15 Al debilitarse los principios religiosos, empezaron a surgir todo tipo
de liberaciones, grandes y pequeñas, que se fueron expandiendo. La propia
honestidad comenzaba a ser objeto de burla (Wilde y Samuel Butler utilizaron el
nombre propio que la evocaba para ridiculizarla). A través de estas sátiras se puso
en evidencia que la religiosidad victoriana era un timo y su moralidad mera
hipocresía; que su afición por las artes resultaba vulgar, materialista y
mecánica.16

El cambio de talante puede verse reflejado en todos los aspectos de la vida, en la


aparición de periódicos populares, en el teatro, en la búsqueda de nuevas
religiones (el socialismo, la estética, el cultivo del espíritu), cualquier cosa
que pudiera llenar el vacío de la fe. Particularmente interesantes son los cambios
que tienen lugar en el terreno sexual.16

Poesía
Diez años separan la muerte de Shelley de los primeros versos de Tennyson, y otros
diez median entre la última novela de Scott y la consagración definitiva de
Tennyson como poeta. En esos estrechos límites temporales había dado comienzo una
época nueva, aunque sin señal ninguna de rebelión. Keats y Tennyson, Shelley y
Browning, Wordsworth y Matthew Arnold guardan entre sí relaciones de maestros a
discípulos respectivamente.17 Browning fue discípulo de Shelley, si Tennyson lo fue
de Keats. También lo fue Swinburne.18 Los poetas victorianos no reaccionan contra
los representantes de la poesía romántica. Más bien se puede decir que siguen en la
misma corriente. Pero, si aquellos experimentaron, éstos pulen y perfeccionan; si
aquellos se dejaron arrebatar por su inspirado impulso, a veces genial, éstos se
caracterizan por la armonía de su obra, por su mayor perfección estructural y
penetración psicológica.4

En la poesía de la época victoriana pueden distinguirse dos grandes tendencias. La


primera, más característicamente victoriana, está dominada por las figuras de
Tennyson, de gran virtuosismo formal, y Browning, de marcado carácter
psicologizante, y se interesa por la objetividad, el equilibrio y la precisión de
las ideas. La segunda tendencia, la del movimiento prerrafaelita, presidido por
Rossetti, tiende a una reacción idealista de ansiedades emotivas, busca el culto a
la belleza, siente inclinación al ensueño y a la visión, combina la imaginación con
la sensibilidad. A la entrada de la era victoriana se encuentran las
personalidades, hasta cierto punto complementarias, de Tennyson y Browning, ambos
interesados en mantener el nivel que la poesía había alcanzado con Byron y Walter
Scott, los autores más leídos hacia 1830.19 La inquietud de Arnold forma un punto
de transición a la abstracción estética de los prerrafaelistas y al radicalismo
revolucionario de Swinburne.20 Arnold fue una figura prominente en esa gran pléyade
de poetas victorianos que trabajaron simultáneamente ―Tennyson, Browning, Rossetti,
William Morris y Swinburne―, poetas entre los cuales existía al menos este nexo de
unión: que la búsqueda de todos ellos fue la desfasada búsqueda poética de lo
bello. La belleza era su consigna, como había sido la consigna de sus inmediatos
predecesores: Wordsworth, Coleridge, Keats, Shelley y Byron.21 A partir de 1850, el
grupo prerrafaelista infundiría un tono de melancolía gótica y de languidez a la
poesía y a la pintura de esa fase de la época victoriana.22 Por último, cabrá
destacar a una serie de poetas del tramo final del período victoriano (último
tercio del siglo XIX) que se caracterizaron por sus inquietudes religiosas y sus
anhelos de espiritualidad.

Panorama de la poesía inglesa hacia 1830


Con Tennyson y Browning haría su aparición una poesía nueva, aunque los lectores de
la época estuvieron muy poco dispuestos a reconocerlo así. Hacia 1830, Scott y
Byron eran todavía los poetas populares23 ―pese a que este último ya había muerto y
aquel ya había escrito toda su producción poética―, así como algunos otros que
participaban de una estética parecida: Samuel Rogers con Italy, Thomas Moore con su
lírica irlandesa y con el increíblemente popular romance oriental titulado Lalla
Rookh, y Thomas Campbell, quien por muchas razones fue un poeta más auténtico que
cualquiera de los otros.23

Poetas victorianos característicos


Los poetas que dominaron la primera mitad de la era victoriana nacieron a la sombra
del movimiento romántico y todos ellos tomaron a los grandes poetas como modelos y
mentores.9

En el primer término de esta época se destacan indudablemente las figuras


complementarias de Tennyson y Browning. Su semejanza general provoca una antítesis,
como la que uno de los editores de Browning intentó establecer entre forma y
materia, entre el mero artista y el pensador.20 Estos dos grandes poetas dominan la
era heterogénea y polémica que se ha dado en llamar victoriana y que hoy vemos como
uniforme:24 Tennyson y Browning serían los encargados de devolver a la poesía parte
de una función más elevada.23 Los dos consiguieron el éxito de conservar un público
amplio para su poesía en una época en la que la novela se había convertido en la
forma literaria más popular.25 Fue característico de ambos aceptar como
indiscutibles los supuestos básicos de la sociedad en que vivían y mostrar un
espíritu de continuidad en sus métodos artísticos.20
Retrato de Alfred Tennyson, obra de P. Krämer.
Debemos considerar en primer lugar a Alfred Tennyson (1809-1892), no solo por ser
el mayor, sino porque los propios victorianos lo consideraban el representante
poético de la fuerza y la gloria de una época.26 Alfred Tennyson se consagró a la
vocación poética con la misma convicción inalterable que había caracterizado a
Milton, Pope, Thomson, Wordsworth y Keats, y que aún no había distinguido a
Rossetti y Swinburne, y se convirtió con facilidad en el más grande virtuoso de su
tiempo en su arte.27 Tennyson fue un genuino representante de lo nacional inglés.
Distinto de los grandes románticos ―Byron, Shelley, Keats―, tan despegados de
Inglaterra y de los temas ingleses, Tennyson tiene un gran sentido nacionalista.22
Mostraba una pasión de artífice del verso aprendida de Keats, pero ejercida con más
minuciosidad.20 El autor seguía el camino abierto por la Laodamía de Wordsworth más
aún que el del Endymion de Keats, pero infundía en sus poemas una presión dramática
mueva.28

Recibió como una exhalación la sensación de desazón en cuanto a los problemas del
futuro que invadía a su generación, y en las elegías y poemas líricos de In
Memoriam, en The Princess y en Maud la devolvió a sus contemporáneos en un torrente
que aún destella e irradia en medio de la penumbra.27

Como en el caso de otros grandes poetas, lo esencial en su obra está en la música


del verso.24 El tono de bardo parecía fuera de lugar; y, sin embargo, cuando le
plugo abandonarlo pudo escribir baladas tan excelentes como La carga de la brigada
ligera y La venganza.28 A pesar de haber sufrido duros ataques por parte de sus
contemporáneos, nadie le podía negar el más perfecto dominio sobre la sonoridad del
inglés, un oído impecable y una consumada elección y gusto por las palabras.29 Su
poesía abunda en imágenes de increíble belleza.30 No obstante, Tennyson no poseía
la originalidad, el vigor y la hondura de los grandes románticos.31

Había publicado a comienzos de la década de 1830 un par de volúmenes de poesía:


Poemas principalmente líricos (1830) y Poemas (1832). De las composiciones
contenidas en el primero de ellos, cabe señalar que si existe huella alguna de
influencia inconsciente de algún maestro poético en dichos poemas, es la de Keats y
Coleridge.32 Sin embargo, los amantes de la poesía contemporánea no se sintieron
atraídos por el libro.32 En cuanto al segundo, comprende la obra poética de los
años 1830-33: poemas aún reconocidos entre los más nobles e imaginativos de su
obra.33 Poemas, el primer volumen de poesía que publicó Tennyson como poeta maduro
(1832), recibió muchas críticas; incluso se le ridiculizó acusándole de pertenecer
a la escuela "escuela cockney", es decir, que estaba influido por autores como
Leigh Hunt o Keats. Keats indudablemente fue para él modelo indiscutible, más que
por sus ideas por las imágenes, la dicción y los recursos métricos que utilizaba.26
En 1833 falleció su gran amigo Arthur Hallam, y Tennyson comenzó In Memoriam y
escribió Las dos voces34 (1834). Tennyson se mantuvo en silencio hasta 1842, cuando
reeditó Poemas en dos volúmenes, logrando al fin el reconocimiento completo como un
gran poeta.35 Esta edición (la tercera), contiene algunas de sus mejores
composiciones, como el monólogo dramático Ulises. En esta obra, Tennyson combinó
todo lo positivo de sus comienzos poéticos con un tema que simboliza la concepción
romántica del espíritu heroico.29 En Ulises, el guerrero ya entrado en años se ve
incapaz de acomodarse a la rutina de la vida cuando vuelve a Ítaca, con lo cual
decide volver al mar con sus guerreros.36 Los versos de este poema esconden un
desprecio poco paternal, el desprecio que siente el hombre de acción frente al
previsor y al conservador. A pesar de que los victorianos parecían estar
satisfechos de la civilización que estaban construyendo, también admiraban a
quienes desertaban de ella para llevar una vida de acción o de heroica sencillez
(como ocurre con el héroe de Maud).37 Y tampoco podemos olvidar que bajo el círculo
de seguridad que rodea al viejo guerrero se esconde, según algunos críticos, esa
fuerza subterránea que arrastra en dirección contraria.37 Es a partir de 1842 que
debe datarse la fama universal de Tennyson; desde el momento de la publicación de
esos dos volúmenes dejó de ser una curiosidad, o el favorito de una camarilla de
adelantados, y ocupó su lugar como el principal poeta de su época en Inglaterra.38

En 1850 publicaría, al fin, su obra magna, In Memoriam,35 su poema más sincero e


intenso. Su autenticidad lo convirtió en el gran poema de su tiempo.39 Se trata de
una extensa elegía filosófica que refiere los diversos estados de ánimo de un
hombre desesperado por la muerte de alguien muy querido.30 El poema, escrito en
estanzas de cuatro versos, había ido creciendo hasta su versión definitiva durante
un período de diecisiete años tras la muerte de Arthur Hallam.40 A diferencia de
los Idilios del rey, In Memoriam sí resulta representativo de la época victoriana,
para el lector actual, del espíritu de su tiempo. In Memoriam está elaborado a
partir de una serie de poemas elegíacos motivados por la muerte de su amigo.41
Resulta sobrecogedor por lo que tiene de dolor insoportable, de aflicción y largos
meses de melancolía, de tormentos y dudas espirituales.41 Los poemas siguen el
devenir de su dolor en el tiempo y la consiguiente crisis religiosa en que se ve
sumido. Afronta la nueva visión del mundo natural que los descubrimientos
científicos iban imponiendo sobre las personas cultas.41 El público, a cuyas
creencias y pesares más profundos y por tanto más comunes apelaba el poema, lo
acogió de inmediato. Los críticos no fueron tan rápidos en su reconocimiento. A
algunos de ellos el poema les parecía desesperadamente oscuro.42

Maud apareció en el otoño de 1855.43 Es un poema muy extenso, absolutamente


impresionante, sobre el asesinato, la obsesión, la locura, el amor desesperado,
todo ello salpimentado con versos más accesibles de intensa belleza.41 Tras el
monodrama lírico de Maud, dedicaría su impecable técnica de diseño, armonía y ritmo
a obras ante todo decorativas y de diseño (los Idilios del rey), y a experimentos
de drama en verso para los que no había llegado el momento.27

El genio de Tennyson se adaptaba perfectamente al poema narrativo breve de carácter


lírico.31 Pero su ambición le indujo a dedicarse al poema épico, línea en la que
trabajó, a intervalos, durante toda su vida. Escribió composiciones muy notables,
algunas de gran extensión, como los Idilios del rey (1859; 1869; 1889).31 La
primera serie de esta tríada, gracias a la cual Tennyson alcanzó un éxito popular
superior al experimentado antes por cualquiera de los poetas ingleses, salvo quizás
Byron y Scott,44 puso el nombre de Tennyson en los labios de todos sus
contemporáneos. Es un extenso conjunto de poemas ―pintorescos, románticos,
alegóricos y didácticos― que utilizan como argumentos distintos momentos de la
tradición artúrica.45 Tennyson redujo el modelo de los relatos artúricos al marco
de las necesidades de la moralidad victoriana.46 Idilios del rey no logra
convertirse en la épica nacional que Tennyson habría deseado hacer, a pesar de que
tiene pasajes maravillosos. Sin embargo, In Memoriam sí resulta representativo,
para el lector actual, de la época victoriana, del espíritu de su tiempo.41 Así
como los Idilios son la poesía del poeta laureado, In Memoriam es la poesía del
propio poeta, y, desde el mismo momento en que es tan auténticamente suya, se
convierte al mismo tiempo en el gran poema de su época.46 Desde la publicación de
los primeros Idilios hasta el final de la vida del poeta su fama y su popularidad
siguieron imparables.47

"Enoch Arden" (1862) no aparecería hasta 1864, en un volumen que también contenía
"Sea Dreams", "Aylmer's Field" y, sobre todo, "El granjero del norte", la primera y
mejor de las notables composiciones de Tennyson44 en el dialecto de North
Lincolnshire.47 El volumen se convirtió, a juicio de su hijo, en la más popular de
todas las obras de Tennyson, con la única excepción de In Memoriam.47 Baladas y
otros poemas (1880) es una colección de poemas líricos que contenía el sombrío y
magnífico "Rizpah",48 mientras que Deméter y otros poemas (1889) apareció casi
simultáneamente a la muerte de Browning, un suceso que dejó de facto a Tennyson
como figura única en la literatura poética.48

Tennyson consiguió un público muy amplio y tuvo numerosos imitadores. Es por tanto
bastante natural que haya generado oposición a su poesía, oposición que llegaría a
ser muy fuerte.49 Con su lírica realizó una descripción de un mundo bello y
antiguo, como si cerrara los ojos deliberadamente a la sucia industrialización de
su propio siglo. La poesía concebida de esta manera no sería una interpretación de
la vida, sino una ilusión cautivadora y distante.49 Como poeta, es mucho más
complejo de lo que parece; tenemos que estar muy despiertos a las connotaciones de
las palabras, a los efectos métricos.37

Tennyson es un poeta de musicalidad excepcional que refinó sus dotes naturales a


base de trabajo y de la constante revisión de sus obras.26 Al contrario de los
grandes románticos, el ilustre laureado no tenía mensaje concreto que dar a sus
contemporáneos; su obra se cimenta especialmente en su dominio de la lengua y en la
musicalidad de la palabra.31 La poesía de Tennyson se caracteriza por una amplia
perspectiva; por su intensa solidaridad con los más hondos sentimientos y
aspiraciones de la humanidad; por su profunda comprensión de los problemas de la
vida y el pensamiento; por un noble patriotismo que encuentra su expresión en
poemas tales como La venganza, La carga de la brigada ligera y la Oda a la muerte
del duque de Wellington; por su exquisito sentido de la belleza; por su maravilloso
poder de descripción vívida y minuciosa, logrado en ocasiones por medio de una sola
y afortunada frase y a menudo reforzado por la perfecta correspondencia entre
sentido y sonido; y por una grandiosidad y una pureza de tono generales. Ningún
poeta lo ha superado en precisión y delicadeza del lenguaje y en integridad
expresiva. Como poeta lírico no tiene, tal vez, quien le aventaje, y únicamente dos
o tres le igualan en la poesía inglesa.35 Cuando se tienen en consideración el
volumen, la variedad, el acabado y la duración de su obra, así como la influencia
que ejerció en su época, se le debe asignar un lugar único entre los poetas de su
país.50

Los dos hermanos mayores de Alfred Tennyson, Frederick Tennyson (1807-1898) y


Charles Tennyson Turner (1808-1879), fueron poetas de primer orden.34 Ambos
contribuyeron al volumen Poemas de dos hermanos, que publicaron en su época
universitaria. Charles publicó en 1830 un pequeño volumen de unos cincuenta
sonetos, que atrajo la atención de unos pocos perspicaces, entre ellos Samuel
Taylor Coleridge.51 El poeta no volvería a atraer al público hasta 1864, cuando se
publicó una nueva colección con cerca de cien sonetos dedicados a su hermano
Alfred. Volúmenes subsiguientes aparecieron en 1868 y 1873. En 1880, después de su
muerte, toda su obra precedente fue reeditada, con adiciones, en un volumen bajo el
título de Collected Sonnets, Old and New (Viejos y nuevos sonetos recopilados).51
Este volumen contiene en total cerca de 350 sonetos y media docena de poemas
líricos breves en otros formatos.51 Algunos se refieren a temas que resultan
totalmente inapropiados para el tratamiento declamatorio en forma de soneto,
mientras que otros poseen un interés insuficiente o una ejecución inadecuada. Pero
una vez hechas todas las deducciones, queda un considerable conjunto de sonetos
excepcionalmente sobresalientes por su delicada y espiritual belleza, combinada con
una auténtica imaginativa. Alfred Tennyson consideraba algunos entre los mejores en
su lengua.51 Frederick, por su parte, produjo Días y horas (canciones, 1854), Las
islas de Grecia (1890), Daphne (1891) y Poemas del día y la noche (1895). Todas sus
obras ofrecen pasajes de genuina fuerza poética.50

Retrato de Robert Browning (1858), obra del pintor italiano Michele Gordigiani
(1835-1909).
Los problemas morales y religiosos de los que se ocupó Tennyson serían también el
tema principal de Robert Browning (1812-1889),52 la segunda gran figura de la
poesía victoriana,53 si bien desde fuera parece que no hay tanta lucha ni tanto
tormento espiritual en las obras54 de este último. No es que Browning se tape los
ojos ante la fealdad, sino que confía enérgicamente en las posibilidades humanas,54
lo cual resultaba reconfortante y fortalecedor para sus contemporáneos. La poesía
de Browning no tiene que ver esencialmente con los problemas sociales y
espirituales de su época.54 Quizá hayamos de entender que Browning se protegía de
su propia época volviendo sobre períodos pasados, el Renacimiento, el mundo
medieval, los tiempos bíblicos, períodos todos ellos sazonados con el peligro y con
el sabor de lo excepcional y de lo heroico. Mientras que Tennyson suele recurrir al
mito, Browning utiliza personajes históricos que le cautivan.54 Al igual que la de
aquel, la poesía de Browning se vería sometida a una crítica demoledora52 décadas
después de su muerte. Y a diferencia de Tennyson, Browning buscó, a la manera de
sus antepasados sajones, la música de la aspereza, no de la dulzura,30 y su
tendencia a dramatizar fue todavía más marcada55 que en el caso de aquel. Su
primera publicación fue Pauline,56 un pequeño volumen que apareció, de forma
anónima, en enero de 1833,57 pero suscitó escaso interés.56 La publicación de
Paracelsus en 1835, si bien el poema carece de popularidad en general, suscitó la
atención de Carlyle, Wordsworth y otros hombres de letras, y le otorgó una
reputación como poeta de prometedor futuro.56

La forma preferida por Browning es el monólogo dramático, género que consiguió


llevar a la perfección y legarlo a la posteridad convertido en forma poética
vigorosa.54 Browning no se interesaba tanto por los conflictos en un grupo de
personajes, cuanto por la suerte de un individuo único, y para conseguir este
objetivo desarrollaría el monólogo dramático; de esta manera compondría sus obras
más conocidas.58 La aparición de estos trabajos en una serie de volúmenes entre los
que se incluyen Dramatic Lyrics, Hombres y mujeres y Dramatis Personæ, le
proporcionaría en la segunda mitad del siglo una reputación solo aventajada por la
de Tennyson. Hoy día siguen siendo sus trabajos más notables.58

En su momento, sin embargo, para la gran mayoría de los lectores, probablemente,


Browning fue mejor conocido por algunos de sus poemas breves.56 Sus temas a menudo
resultaban recónditos y quedaban fuera de la comprensión y de la simpatía de la
gran mayoría de los lectores; y debido, en parte, a los sutiles vínculos de
conexión entre las ideas, y en parte a su expresión a menudo extremadamente
condensada y áspera, el tratamiento de los mismos rara vez dejaba de resultar
dificultoso y oscuro. En consecuencia, durante mucho tiempo el autor apeló a un muy
reducido círculo.56 Con el paso del tiempo, sin embargo, y obra tras obra, el
círculo fue ampliándose, y la maravillosa profundidad y variedad de ideas y la
intensidad de los sentimientos experimentaron una fuerza creciente. Comenzaron a
formarse sociedades para el estudio de la obra del poeta. Las críticas se tornaron
cada vez más elogiosas, y el autor al fin recogió la cosecha de admiración y honor
que merecía.56

Lo más selecto de la obra de Browning fue escrito entre 1840 y 1870, si bien ni
siquiera en la última etapa de su vida dejaría de ser un poeta espontáneo y
sutil.59 En 1840 apareció la más compleja y oscura de sus obras, Sordello; pero,
salvo para unos pocos, esta obra contribuyó poco a aumentar su reputación.56 Se
trata de un largo poema narrativo, histórico y filosófico, en el que refería la
vida entera de un juglar medieval.60 Browning mostraba en ella un conocimiento de
la Italia medieval en el que utilizaba alusiones que ningún lector podía tener la
esperanza de entender.58 En consecuencia, Sordello es el más herméticamente
oprimido y ocultamente sombrío de todos sus escritos.60

Cultivó los monólogos dramáticos; personajes imaginarios o reales, Napoleón III o


Calibán, se muestran y se justifican.30 Así, en el poema Browning habla por boca de
una personalidad que él elige y lo único que podemos hacer es intentar averiguar lo
que el poeta opina sobre dicha personalidad, ya que éste nunca prescinde de su
máscara. Los personajes suelen estar viviendo momentos cruciales de su vida: el
joven que acaba de asesinar a su amante; el prelado renacentista que está a punto
de morir; un falso vidente al que le acaban de descubrir sus mentiras. Todo ello da
vigor y entusiasmo a sus propias revelaciones y justificaciones personales.61 En
este género triunfó plenamente, como demuestra su obra Pippa Passes (1841),
incluida en la serie Campanas y granadas.Nota 3 Siguiendo la línea marcada por
Pippa Passes, aparece el volumen de Dramatic Lyrics (1842), en el que Browning se
revela ―en la misma fecha que Tennyson― como un poeta de primer orden. Esta
colección y la de Dramatic Romances (1845) contienen algunos monólogos, más o menos
extensos, y buen número de composiciones, de carácter lírico narrativo o
descriptivo, que, incluso las más sencillas, presentan un fondo dramático.62 En
1850 escribió Víspera de Navidad y día de Pascua, y en 1855 apareció Hombres y
mujeres,56 que comprende no pocos monólogos dramáticos.62 Los mejores poemas de
Browning se escribieron entre 1845, año en que conoció a Elizabeth Barrett, y la
muerte de esta en 1861, si bien la influencia de Elizabeth todavía se hace sentir
en sus Dramatis Personæ (1864).59 Con esta última termina esta serie de poemas y
monólogos, que son probablemente lo mejor del arte y del pensamiento de Browning.63

Pero donde el esfuerzo de Browning aparece con magnitudes casi titánicas es en El


anillo y el libro (1868-69),63 en el que se entrelazan toda una serie de monólogos
dramáticos hasta conseguir uno de los poemas más extensos de la literatura
inglesa.58 Diez personas distintas, entre las cuales están los protagonistas, el
asesino y la asesinada, el presunto amante, el fiscal, el abogado defensor y el
Papa, narran minuciosamente la historia de un crimen. Los hechos son idénticos,
pero cada protagonista cree que sus acciones han sido justas.64 En esta recreación
tan brillante, en la que el caso del sórdido asesino es observado desde diez
perspectivas distintas, podemos captar la energía de que Browning es capaz, su amor
por lo grotesco, su vasta erudición, su entusiasmo y su sentido de la musicalidad.
Por otra parte, hemos de decir que resulta largo; la vida moderna nos parece
demasiado breve como para abordar un poema de quinientas páginas.65 Con todo, hay
que reconocer que los senderos históricos y psicológicos que explora en sus
momentos álgidos son realmente estimulantes y fortalecedores por el arrojo y la
confianza que transmiten. Y aunque el principal atractivo de Browning lo
encontremos a nivel dramático y de caracterización de personajes, tampoco le falta
impulso poético.65 La acogida de El anillo y el libro supuso un triunfo para el
autor, quien ahora, cerca de los sesenta años, por primera vez ocupaba su lugar
correspondiente en la vanguardia de los hombres de letras vivos.66

El fuego poético no está apagado, sin embargo, y aún le quedan energías para
producir algo selecto, como lo demuestran sus Idilios dramáticos (1879-80).67
Asolando (1889) apareció el mismo día de su muerte.56 La facilidad con que discurre
su lírica nos demuestra que fue un maestro del verso, pero, en sus últimas obras,
los efectos especiales, aunque concedían realismo a los poemas, los ponían en
peligro de convertirlos en manieristas.58 Sus poemas serían recopilados en dos
volúmenes en el año 1896.68

Su filosofía de la vida se basaba en unas cuantas grandes verdades que repitió con
toda clase de variantes: Dios, inmortalidad, optimismo, amor al mundo y a la vida.
Se le ha llamado el poeta del hombre, y quizá sería más propio designarlo como el
poeta de los hombres, pues su interés por la humanidad era, en el fondo, interés
por la individualidad de la persona.67 Si Browning no hubiera elegido el verso,
sería un gran cuentista, no inferior a Conrad o a Henry James.64

Retrato de Elizabeth Barrett Browning (1858), obra del pintor italiano Michele
Gordigiani (1835-1909).
El matrimonio compuesto por Browning y Elizabeth Barrett (1806-1861) se profesaba
una profunda y recíproca admiración literaria. Durante los primeros años de
matrimonio, Barrett era mucho más popular como poeta que Browning.52 La obra de
Barrett es esencialmente amorosa. Tanto ella como su marido fueron, en el sentido
más elevado, poetas del amor.69

Los poemas de Elizabeth Barrett pueden dividirse en religiosos, sociales,


políticos, íntimos y narrativos.70 Había publicado una traducción del Prometeo
encadenado de Esquilo y otros poemas a los veintiséis años; tenía veintisiete
cuando apareció "Los serafines".71 En 1838 apareció Los serafines y otros poemas.72
El volumen tuvo buenas críticas, pero no fue popular, y no fue necesaria una
segunda edición; de los poemas posteriormente famosos contenía tres, "La tumba de
Cowper", "Mis palomas" y "La gaviota", el primero apasionado y los otros dos muy
tranquilos, que un gusto refinado debería clasificar en un lugar elevado entre
todas sus obras.73 El llanto de los niños apareció en agosto de 1843 en el
Blackwood's Magazine;74 la publicación de esta obra le dio un gran impulso75 a su
fama. Fue sugerida por el informe de los comisionados designados para investigar el
asunto de la explotación laboral de niños de corta edad.76 Sus dos volúmenes de
poemas (1844) aparecieron, seis años después de su anterior libro, bajo el título
de Poemas de Elizabeth Barrett Barrett;74 comprendían "El drama del exilio",
"Visión de los poetas" y "El cortejo de Lady Geraldine",75 una composición
violenta.74 Lo mejor de sus poesías íntimas está en los Sonetos de la portuguesa
(1850),70 el relato de su propia historia de amor, apenas disimulado por el
título.75 Los Sonetos de la portuguesa se encuentran entre los más bellos en lengua
inglesa, y fueron escritos en secreto por Mrs. Browning antes de su matrimonio, si
bien no serían mostrados a su esposo hasta mucho después.76 En Florencia escribió
Las ventanas de la Casa Guidi (1851) ―considerada por muchos como su obra más
sólida―, bajo la inspiración de la lucha por la libertad de la Toscana.75 La obra
más ambiciosa de Barrett, Aurora Leigh, el más extenso y, tal vez, el más popular
de sus poemas extensos, apareció en 1856.75 La propia autora la definió como "la
más madura de mis obras, la única en la que se han registrado mis mayores
convicciones sobre el trabajo y el arte".77 Se trata de una especie de "novela"
sociológica de asunto moderno, y se desarrolla a lo largo de nueve libros, en unos
11.000 versos blancos.70 El poema está repleto de belleza desde la primera página
hasta la última.77 En 1860 publicó una recopilación de poemas bajo el título Poems
before Congress.75

Mrs. Browning ha tenido lectores dignos de su genio. La princesa de los poetas,


dice George MacDonald, es noble en concepto, suntuosa en expresión.77 Barrett es
generalmente considerada como la más grande poetisa inglesa. Sus obras están llenas
de pensamientos tiernos y delicados, pero también fuertes y profundos. Sus propios
padecimientos, combinados con su fuerza moral e intelectual, la convirtieron en
adalid de sufridores y oprimidos allá donde los hallase. Su talento fue
esencialmente lírico, si bien gran parte de su trabajo no se encuadra en este
género. Sus puntos débiles son una difícil comprensión, un manierismo
ocasionalmente un tanto molesto, y errores frecuentes tanto en el metro como en la
rima. Si bien no es equiparable a su esposo en cuanto a la fuerza intelectual y a
las cualidades poéticas superiores, su obra tuvo, como era de esperar dada una
comparación de sus respectivos temas y estilos, una aceptación muy anterior y más
amplia entre el público en general.75

El lugar de Elizabeth Barrett Browning en la literatura inglesa es elevado, si no


está en la cima.78 Rara vez tiene calma o reposo, pero no es cierto que su poesía
sea puramente emocional. Esta está repleta de meditaciones en abundancia, e incluso
en sobreabundancia. Resulta intelectualmente inquieta. No es suya la apasionada paz
de la más grande poesía, tal como la de Wordsworth. Tampoco trata aparentemente de
alcanzar esas cotas.78

Notable poeta y crítico eminente, Matthew Arnold (1822-1888) ocupa un lugar


destacado entre los escritores victorianos.79 Era hijo del famoso doctor Arnold de
Rugby.80 Su poesía, menos importante que su prosa, ha sido juzgada con severidad
por Eliot. Arnold influyó positivamente en su generación; su distinción, su ironía
y su urbanidad son indiscutibles.81 Su obra poética es de menor volumen y amplitud
temática que la de sus dos grandes contemporáneos, pero refleja más claramente que
ellos la tragedia que el hundimiento de la fe representó para muchos hombres de
aquel período.79 Su poesía lleva un sello intelectualista, y ningún escritor
representa más típicamente que él el carácter de la época victoriana en su
contraste con el Romanticismo.82 Al igual que su prosa crítica, su verso tiene
también sus encantos y sus inhibiciones. Su pesimismo le impide embarcarse en
creaciones audaces, y hasta terminar las que ha empezado. Tiene una gracia clásica,
pero fría. "La gitana erudita" y "Thyrsis" (esta última una elegía en la muerte de
su amigo Arthur Hugh Clough) son composiciones que revelan casi toda su alma, y las
dos son eminentemente académicas. Por lo demás, se refugia en el recurso de
personalizar sus ideas en otros, y por lo general las lleva aún más lejos que
Tennyson y Browning: a las orillas del Mar Caspio en el sombrío "Sohrab y Rustum",
o entre los antiguos escandinavos en "Baldur muerto" y "El tritón abandonado".83

Su primera publicación fue un poema premiado en Rugby, Alarico en Roma, en 1840.80


Fue seguido, en 1843, por su poema Cromwell, que ganó el Premio Newdigate.80 En
1849 publicó su primer libro de poesías,84 The Strayed Reveller and other Poems (El
juerguista descarriado y otros poemas),85 un volumen que pronto fue retirado de
imprenta,84 pero que se ganó una considerable reputación esotérica.80 No obstante,
aunque incluía dos de sus mejores poemas, "El tritón abandonado" y "Micerino",
resultaba demasiado desigual así como demasiado insignificante para producir mucho
efecto.86 En 1852 publicó otro volumen, Empédocles en el Etna y otros poemas.80
Contenía, junto con algunos poemas líricos breves, dos poemas extensos, el
dramático "Empédocles en el Etna" y el narrativo "Tristán e Isolda", que eran mucho
más ambiciosos en su planificación y elaborados en su ejecución que cualquier cosa
anteriormente intentada por Arnold. Ambos poemas poseían grandes atractivos; las
canciones del arpista Calicles en "Empédocles…" son combinaciones extraordinarias
de belleza pictórica con pasión lírica, y el canto tercero de "Tristán…" es una
obra maestra de poesía descriptiva.86 Contienen suficiente belleza para justificar
por sí mismos una gran reputación poética, e iban acompañados por una serie de
exquisitos poemas líricos, entre los cuales bastará con nombrar "Una noche de
verano", "La juventud de la naturaleza", "La juventud del hombre", "Soledad" y
"Hojas marchitas". El espíritu de estas composiciones puede ser descrito como
intermedio entre Wordsworth y Goethe.86 El volumen no obstante no consiguió ganarse
la atención del público.86 Tal vez sea "Empédocles" el poema menos dramático que
jamás se haya escrito en forma dramática, pero está repleto de bellezas líricas de
primerísimo nivel.80 En 1853, Arnold publicó un volumen parcialmente consistente en
poemas seleccionados de los dos libros anteriores:80 Poems by Matthew Arnold, a new
edition (Poemas de Matthew Arnold: nueva edición), precedido del famoso prólogo
sobre la poesía. Esta vez Arnold firmaba la colección y se situaba entre los poetas
más representativos de su época.87 El nuevo volumen contenía los nuevos poemas "La
gitana erudita" y "Requiescat", así como "Sohrab y Rustum". La última composición
es un episodio del Shāhnāmé de Ferdousí, temáticamente noble y conmovedor, y tan
sencillo en su perfecta unidad de acción que no deja espacio para la digresión,
mientras que admite plenamente los adornos de la descripción y el símil
elaborado.86 En 1855 publicó Poemas: segunda serie,88 que contenía, sin embargo,
solo dos nuevos;80 pero el más importante, "Baldur muerto", una epopeya en
miniatura en verso blanco a la manera de "Sohrab y Rustum", era nuevo y casi tan
grande como aquel, una obra maestra de noble patetismo y solemne narrativa.88
Aunque lo intentase, Arnold no podría escribir poesía lírica sin un impulso lírico,
tal como le vino cuando en noviembre de 1857 escribió "Rugby Chapel (La capilla de
Rugby)" sobre la muerte de su padre, o cuando en 1859 celebró a sus fallecidos
hermano y cuñada en "A Southern Night (Una noche meridional)", uno de sus más
bellos poemas; o cuando escribió "Thyrsis" al morir su amigo Clough en 1861.88

"Thyrsis" y "A Southern Night" fueron publicados por vez primera en los Nuevos
poemas de Arnold de 1867. Muchas otras composiciones que figuran en dicho volumen
hacen evidente un declive de sus facultades no tanto por una elaboración inferior
como por la creciente tendencia a la mera reflexión; una de las composiciones,
"Saint Brandan", fue publicada por separado.88 La actividad poética de Arnold casi
cesó después de dejar la cátedra de Poesía en Oxford.80

La producción poética de Arnold alcanza notables cotas de belleza y una


formalización impresionante, aunque tuvo problemas para conseguir una voz propia,
quizá porque no le resultara fácil acomodarse al mundo victoriano.89 Al releer sus
obras encontramos numerosos pasajes memorables que creemos conocer desde siempre,
pero con mucha frecuencia nos sorprende comprobar que dichos pasajes nos remiten a
otros autores.89 En él también escuchamos con intensidad la voz de otros poetas,
sobre todo la de Keats. Y sin embargo, pocas veces nos viene a la cabeza una cita
de Arnold que nos sorprenda por ser típicamente suya. Cuando se acerca al mundo
moderno utiliza un tono de voz educado, nostálgico, arrepentido, no muy distinto al
de Tennyson, pero con menor implicación personal. Incluso en su mejor poema, Dover
Beach (La playa de Dover), que trata de la crisis religiosa, de cómo la fe va
retirándose en una marea lenta, no nos sentimos personalmente angustiados. El poema
no se centra en su propia experiencia, sino en lo que supone vivir en una época en
la que la fe va desapareciendo.89 Arnold no es el poeta de quienes luchan por
mantener la fe, sino de quienes se esfuerzan por aceptar la pérdida de esa fe.90

No obstante la exquisita obra que Arnold ha dejado tras de sí, algunos críticos han
llegado a la conclusión de que su impulso expresivo primario era el de un prosista
de mentalidad poética más que el de un poeta nato. Y esto ha sido dicho por algunos
que, no obstante, admiran profundamente poemas como "La gitana erudita", "Thyrsis",
"El tritón abandonado", "La playa de Dover", "La tumba de Heine", "La capilla de
Rugby", "La Grande Chartreuse", "Sohrab y Rustum", "El rey enfermo en Bujará",
"Tristán e Isolda", etc.21

Su obra poética se caracteriza por su lenguaje puro, su pictórica vivacidad y su


abrumador patetismo. La mayor parte de su poesía, que es también la más extensa, es
sin duda inmortal.91 Si hay un poema suyo en el que uno esperaría encontrar la
aceptación gozosa de la vida al margen de cuestionamientos acerca de la
civilización en la que el poeta se encuentra situado ―sus esperanzas, sus miedos,
sus aspiraciones y sus fracasos (en resumen, cuestionamientos tales como aquellos
que siempre afligieron el alma de Arnold)―, ese poema sería "La gitana erudita".21
Las obras de Arnold sirvieron de inspiración temática para algunos de los poetas
posteriores.[cita requerida] La primera edición completa de los poemas de Arnold
fue publicada en 1869 en dos volúmenes, el primero de ellos consistente en poemas
narrativos y elegíacos, y el segundo en poemas dramáticos y líricos.92

Otros poetas del victorianismo temprano y medio


Sir Francis Hastings Doyle (1810-1888) publicó en 1834 su primer volumen de poesía,
titulado Miscellaneous Verses, que sería reeditado en 1840 con una serie de poemas
adicionales. Estas primeras poesías eran un tanto inmaduras, apareciendo varios de
los mejores poemas, incluyendo "The Eagle's Nest", "Mehrab Khan", "The Crusader's
Return" y "The Catholic", por primera vez en la segunda edición. En 1844 publicó
The Two Destinies (Dos destinos), un poema que trata cuestiones sociales;93 y en
1852 The Duke's Funeral (El funeral del duque), en memoria del Duque de Wellington.
Durante los siguientes catorce años no publicaría nada;93 pero en 1866 publicó The
Return of the Guards and other Poems (El retorno de los guardias y otros poemas).93
Este volumen contiene casi todos sus mejores poemas, entre ellos uno o dos que
habían aparecido en su anterior colección.93

La obra poética de Doyle resulta memorable por ciertas composiciones aisladas y


enérgicas de alabanza a la fortaleza británica.94 Y resulta notable sobre todo por
su tratamiento de la balada, una forma de expresión utilizada por numerosos poetas
ingleses, y particularmente por su autor favorito, Sir Walter Scott. Sin embargo,
mientras que estos habían hecho la balada arcaica tanto en temas como en expresión,
Doyle la empleó para el tratamiento de acontecimientos contemporáneos.93 Su método
ha sido seguido con éxito por escritores posteriores.93 La mejor obra de Doyle son
sus baladas,95 y entre las más notables cabe mencionar "The Red Thread of Honor",
que fue traducida al pastún y se ganó el favor entre los habitantes de la región
fronteriza noroccidental de la India; "The Private of the Buffs"; "The Fusilier's
Dog"; "The Loss of the «Birkenhead»" y "Mehrab Khan". Si bien la fama poética de
Doyle descansa principalmente en sus baladas, mostró en poemas tales como "The
Platonist", "The Catholic" y "The Death of Hector", que sus facultades no se
limitaban a una única modalidad. Al mismo tiempo, sería una impresión errónea no
observar que la mayor parte de su obra resultaba vulgar y prosaica, y que aunque a
menudo mostraba un genuino sentimiento poético rara vez encontraba la adecuada
expresión para el mismo.96 En sus poemas extensos, su genuino sentimiento poético
no era igualado por su poder expresivo, y gran parte de su poesía resulta vulgar.95

Helen Selina Sheridan, condesa de Dufferin (1807-1867), era nieta del dramaturgo y
poeta Richard Brinsley Sheridan. Compartía el talento familiar, y escribió una gran
cantidad de poesía, siendo tal vez su composición más conocida The Lament of the
Irish Emigrant97 (1845). Sus canciones y poesías fueron publicadas de forma
anónima, datando las primeras de su infancia.98 Algunos de sus más dulces versos
estaban dirigidos a su hijo en sus cumpleaños; y fueron publicados en 1894, junto
con otras cosas escritas por ella.98

En mayo de 1837, el semanario Weekly Dispatch publicó con las iniciales de la


autora el poema The Old Armchair, de Eliza Cook (1818-1889). Este poema, con mucho
el más popular de Eliza Cook, estaba inspirado por el afecto hacia su difunta
madre.99 Su segundo volumen, titulado Melaia and other Poems (Melaia y otros
poemas), fue publicado en Londres en 1838 (reeditado en 1840 y 1845), y gozó de
gran éxito tanto en Inglaterra como en América, donde se publicó una edición en
Nueva York en 1844. El poema que daba título al volumen es un cuento oriental, cuyo
tema es la fidelidad de un perro hacia su amo.99

No sería hasta 1864 que escribió nuevas poesías en el volumen titulado New Echoes
and other Poems (Ecos nuevos y otros poemas). Mostraba un vigor debilitado, y no
tuvo tanto éxito como sus obras anteriores.99 A partir de entonces no publicaría
nada más que unos pocos poemas en el Weekly Dispatch.99 Su popularidad declinó,
aunque recibiría royalties de sus editores casi hasta el final de su vida.99 Como
autora del poema The Old Armchair, el nombre de Eliza Cook habría de resultar
familiar para una generación posterior a 1838 tanto en Inglaterra como en
América.100 Su poesía atraía muy fuertemente a las clases medias. Su fuerza radica
en la sinceridad de su sentimiento doméstico, que está absolutamente desprovisto de
afectación y, por otro lado, nunca degenera en lo empalagoso.101

Richard Monckton Milnes, Lord Houghton (1809-1885), fue político, poeta y un


influyente mecenas literario. Se dijo de él que "conocía a todo el mundo a quien
merecía la pena conocer en su país y en el extranjero".102 Publicó dos volúmenes de
poesía en 1838, y un tercero en 1840.Nota 4 Sus poemas suscitaron cierto interés
entre el público, y algunos de ellos se hicieron populares, especialmente cuando se
les puso música.104 En el invierno de 1842-43 visitó Egipto y Oriente Próximo,
donde comúnmente se supuso que había tenido numerosas aventuras, y en 1844 publicó
sus impresiones poéticas del viaje en un volumen titulado Palm Leaves (Hojas de
palma).104 También en 1844 publicaría otra obra poética: Poems, Legendary and
Historical (Poemas legendarios e históricos),103 que incluía composiciones ya
publicadas.103 Su poesía es de tipo meditativo, culta y elegante; pero le falta
viveza.103 Algunas de sus baladas se encuentran entre las más populares de su
tiempo, y toda su obra se caracterizaba por su refinamiento.105 A pesar de que no
poseía la profundidad mental o la intensidad emocional que hacen a un gran poeta,
sus versos son la obra de un hombre de vasta cultura, elegante y refinado, y
algunos de sus poemas más breves ―tales como "El latido de mi corazón" y "Extraños
a pesar de todo"― dieron con la tecla que les otorgó una amplia aceptación.102

En el historiador Thomas Macaulay (1800-1859) encontramos cierta incapacidad para


la poesía. Sus Lays of Ancient Rome (Lais de la antigua Roma) y su Armada los
conocen todos los niños de las escuelas por su vigorosa retórica y su habilidad
prosódica, pero no enriquecen en nada la imaginación.106 Las Lays of Ancient Rome
aparecieron en octubre de 1842107 con notable éxito. Los poemas "Ivry", publicado
originalmente en el Quarterly Magazine de Knight, y "The Armada", inicialmente
publicado en el Friendship's Offering en 1833, fueron añadidos en 1848.108
Ebenezer Jones (1820-1860) escribió una buena cantidad de poesía de mérito muy
desigual, pero en su mejor momento muestra una verdadera vena poética.109 Su obra
principal fue Studies of Sensation and Event (1843),109 cuya despiadada acogida
parecía ser la última gota de la amarga copa de su vida.110 Los defectos eran
evidentes para todos, y cegaron incluso a los pocos que de otro modo podrían haber
reconocido el ardor, la pasión y el pintoresquismo del autor.111 Frustrado y
desalentado, destruyó sus manuscritos.110 Tres poemas escritos cerca del final de
su vida (Himno invernal a la nieve, Cuando el mundo está ardiendo y A la muerte)
muestran el espacio que su mente había atravesado en el período de silencio.
Atrevidamente originales en su concepción, estas notables piezas resultan también
casi perfectas en su expresión; más sorprendentes que las cosas más llamativas de
Studies of Sensation and Event, y totalmente exentas de la cruda vehemencia de
aquel malogrado libro.112 La fama que estas y algunas de las composiciones de aquel
primer volumen aportaron a su autor llegó demasiado tarde.110

No puede ponerse en cuestión el genio de Jones; sus debilidades eran las de la


mayoría de los poetas jóvenes, especialmente los autodidactas; sus últimas
producciones muestran que sus defectos se habían remediado ellos mismos
gradualmente, y que no necesitaba sino fortaleza para haber ocupado un lugar
destacado entre los poetas ingleses.112

Jean Ingelow (1820-1897) publicó tres volúmenes de poemas.113 Los primeros años de
su vida transcurrieron en Lincolnshire, y el efecto de los paisajes pantanosos
resulta evidente en su poesía.114 Su primer volumen, A Rhyming Chronicle of
Incidents and Feelings (Crónica rimada de sucesos y sentimientos), publicado en
1850, suscitó escasa atención, aunque Tennyson encontró algunas cosas encantadoras
en él.114 No fue sino hasta la publicación de la primera serie de Poemas en 1863
cuando el público reconoció en Miss Ingelow a una poetisa de gran mérito. Contenía
el poema titulado "The High Tide on the Coast of Lincolnshire, 1571 (Pleamar en la
costa de Lincolnshire, 1571)", que por su seriedad y excelencia técnica constituye
una de las más hermosas baladas modernas.114 Una segunda serie de poemas apareció
en 1876, y ambas series fueron reeditadas en 1879. Una tercera serie fue añadida en
1885. Escribió gran parte bajo la influencia de Wordsworth y Tennyson. Su poesía se
caracteriza principalmente por su encanto lírico, su agraciada imaginación, su
patetismo, su cercana y precisa observación de la naturaleza, y su simpatía hacia
los intereses comunes de la vida. El lenguaje resulta invariablemente claro y
sencillo. Es particularmente afortunada en el manejo de metros anapésticos.114 En
1867, Ingelow publicó The Story of Doom and Other Poems, y entonces renunció por un
tiempo a la poesía y se convirtió en una afanosa novelista.115

Sus poemas poseen a menudo el tono genuino de balada, y como escritora de canciones
fue sumamente exitosa. "Sailing beyond Seas" y "When Sparrows build", de Supper at
the Mill, estaban merecidamente entre las canciones más populares del momento; pero
comparten con el resto de su obra los defectos de afectación y la pomposa
fraseología.115 Un falso arcaísmo y una asunción deliberada de sinónimos
desconocidos e innecesarios para cosas sencillas se contaban entre sus más viciosos
manierismos. En verso escribió, no obstante, con una dulzura que inspiraban su
sensibilidad y su corazón.115

Aunque más conocido como novelista, George Meredith (1828-1909) comenzó escribiendo
deliciosos poemas líricos fácilmente inteligibles, de entre los cuales el más
memorable es sin duda "Amor en el valle",116 incluido en su primer volumen. Sin
embargo, la poesía de Meredith no se difundió entre el público inglés de su tiempo,
y tampoco es muy conocida en nuestros días.117 Era algo mayor que cualquiera de los
prerrafaelistas, y aunque estuvo en contacto con ellos, su temperamento y su poesía
son muy diferentes. Meredith es un poeta realista, y los amaneramientos,
languideces y fogosidades de los prerrafaelistas no cabían en su arte.118 Para él,
la poesía debía expresar las realidades de la vida contemporánea, no mediante una
simple descripción de costumbres, sino interpretando los nuevos modos de pensar y
de sentir que, siendo auténticos, no hubieran encontrado aún expresión literaria.
En este aspecto, Meredith y Thomas Hardy son dos poetas absolutamente modernos.118
En el primer volumen de Meredith, Poemas (1851), quizá no haya nada completamente
de primer nivel, pues "Love in the Valley (Amor en el valle)", tal como lo
conocemos, fue reescrito en 1878. Pero el nivel general de resultado y belleza es
alto; hay atrevimiento en los experimentos rítmicos sin rima del joven poeta.119 El
poemario se hizo merecedor de numerosos elogios,119 entre ellos los de dos expertos
cuya opinión resultaba de la mayor importancia para un principiante. Tennyson quedó
impresionado de inmediato por el genuino sabor de sus versos,120 y escribió que
encontraba los de "Amor en el valle" muy dulces en sus labios. La quinina, tan
distintiva de la poesía posterior de Meredith, llegaría más tarde.119 Charles
Kingsley sometió al volumen a una esmerada consideración, alabándolo por una
riqueza y singularidad de tono que le recordaban a Herrick, por la integridad y
coherencia en cada poema independiente, y por la animada dulzura y el vigor de su
atmósfera general. Al mismo tiempo censuró la laxitud del ritmo, la ocasional
carencia de lustre, y la tendencia a sobrecargar las descripciones con detalles
objetivos en confusión con el efecto principal.121

El complejo análisis de los estados de ánimo, característico de sus novelas, posee


también su contrapartida poética en Modern Love (1862),122 generalmente considerada
como su mejor obra poética.123Nota 5 Algunos de los "sonetos" individuales (de
dieciséis versos) en los que se divide Modern Love son ciertamente dignos de ser
clasificados dentro de la más sutil y más intensa obra poética del siglo XIX.124 El
libro incluía "Juggling Jerry", "El viejo cartista" y otros poemas reimpresos del
Once A Week,Nota 6 además de doce nuevos poemas.125

En enero de 1871, Meredith, cuyas simpatías hacia Francia se intensificaban, si


bien en aquel momento admitía que la guerra era imputable a Francia y a su
emperador, escribió para la Fortnightly126 un poema defensivo más bien críptico:
Francia, 1870, que formaría el núcleo de sus Odes in Contribution to the Song of
French History (Odas como contribución al canto a la historia de Francia).126

La calidad literaria de Meredith debe ser considerada siempre a la luz del lado
céltico de su temperamento y de las peculiaridades de su bagaje intelectual.127 La
supresión de las asociaciones conectivas con frecuencia otorga a su lenguaje, como
ya sucediera con el de Browning, pero incluso en mayor medida, un aire de oscuridad
impenetrablemente nebulosa. Esta crítica es aplicable principalmente a su
poesía.127

Edwin Arnold (1832-1904), periodista y poeta, obtuvo en 1852 el premio Newdigate


con un vistoso poema sobre El festín de Baltasar. Éste fue publicado de forma
separada (1852) y al año siguiente también fue reeditado para formar la materia
prima de un elegante volumen, Poemas narrativos y líricos (Oxford, 1853).128

De Edward Fitzgerald (1809-1883) podría decirse que fue un gran poeta menor.64
Tiene un lugar entre los mayores poetas de aquel tiempo por virtud de una
traducción: el Rubáiyát de Omar Khayyam.129 Traductor e hispanista, desde 1850
dedicó su vida al estudio de las lenguas española y persa y de sus correspondientes
literaturas. A sus estudios de lengua y literatura españolas se debe la traducción
de ocho dramas de Calderón, versiones muy libres escritas en prosa o en verso
blanco.130 En 1853 lanzó al mercado el único libro al que vinculó su nombre: Seis
dramas de Calderón, traducidos libremente por Edward FitzGerald131 ―que contenía
seis dramas menores―, y en 1865 se publicaron las traducciones de El mágico
prodigioso y La vida es sueño.130 Estas traducciones nunca han pretendido ser
fieles reproducciones de los originales. Más bien tenían la intención de producir,
en alguien que no pudiera leer el lenguaje del que fueron traducidos, algo del
mismo efecto que el que transmiten los originales a los que están familiarizados
con aquel.131 Sus estudios persas lo llevaron primero a traducir en 1856 el Salámán
y Absál de Jami. Después de esto se sintió atraído por el Mantiq al Tayr de Attar,
y en 1859 había hecho del mismo una especie de traducción abreviada, a la que llamó
El Lenguaje de los pájaros.132

En 1859 publicó anónimamente la breve obra que le daría fama imperecedera,133


anteriormente referida. En el mundo en general, y en el círculo de los amigos
personales de Fitzgerald, el poemario no parece haber atraído la atención en un
principio.134 Pero Rossetti lo descubrió en 1860, e inmediatamente le siguieron
Swinburne y Lord Houghton. Los Rubáiyát se hicieron poco a poco famosos.134 Omar
Khayyam fue un distinguido astrónomo persa del siglo XI que, al margen de su obra
matemática, dejó un centenar de coplas sueltas. Fitzgerald hizo con ellas un poema,
traduciéndolas libremente y poniendo al principio las estrofas que se refieren a la
mañana, a la primavera y al vino y, al fin, las que hablan de la noche, de la
desesperación y la muerte.135 Pocas veces en la literatura inglesa una traducción
ha merecido, como en este caso, las consideraciones de una obra original.136 La
suave melancolía que se desprende de las estrofas y el estilo romántico fueron los
elementos que Fitzgerald añadiría al original.137 Trató con tanta libertad al poeta
persa medieval, y puso en los versos aquel sentimiento de tristeza que su siglo tan
bien conocía, que, aunque se trate de una traducción, el autor debe ser considerado
como un artista, y uno de los más estimables, entre las figuras de su siglo.137 De
momento, el tomito de los Rubáiyát of Omar Khayyám, de Fitzgerald,136 fue publicado
en su primera edición con 75 poemas. En sus traducciones, Fitzgerald no pretendía
tanto una mera reproducción literal del sentido del texto original como la
reproducción de su efecto en el lector, y en esto resultó extraordinariamente
exitoso.138 La melodía de la poesía de Fitzgerald es tan exquisita, las reflexiones
que reorganiza y ensarta son tan profundas, y la atmósfera poética general en la
que empapa su versión es tan pura, que no es de sorprender la universal aprobación
que el poema ha suscitado entre los lectores críticos.134

Robert Bulwer-Lytton (1831-1891), hijo de Edward Bulwer-Lytton (véase), fue, además


de estadista (ejerció el cargo de Virrey de la India durante cuatro años), un poeta
que escribió usualmente bajo el seudónimo de «Owen Meredith». Se consideraba a sí
mismo más poeta que hombre de negocios; pero, pese a que poseía en gran medida
algunas de las cualidades de un poeta, nunca obtuvo el reconocimiento del público o
de la crítica.139 La mayor parte de su primer volumen publicado fue compuesta antes
de 1849.140 En 1855 apareció su primer libro, Clitemnestra, El regreso del conde y
otros poemas,140 que fue seguido en 1857 por El vagabundo, un volumen de poemas
líricos. Ambos suscitaron una muy considerable atención por su extraordinaria
elocuencia y dominio del lenguaje poético, combinados con vívidas descripciones y
toques de genuina imaginación. La forma, sin embargo, era demasiado imitativa.140
No obstante, algunas composiciones de El vagabundo mostraban independencia de los
modelos. En particular, "El rey Salomón y el ratón" y "El retrato" son narraciones
admirables, sencillas, directas e impresionantes.140

En 1874 alcanzó una posición como poeta más singularizada que antes con sus Fables
in Song (Fábulas cantadas); menos sublime en su propósito que algunas de sus
anteriores obras, pero distintivamente suya, de un modo no prestado y enteramente
adecuado, límpido y luminoso, elegante y familiar, una deliciosa mezcla de lo
alegre y lo serio. Casi al mismo tiempo comenzó a escribir King Poppy,
merecidamente su favorita entre sus propias obras;141 aparecería finalmente después
de su muerte.141 Otras obras suyas son: Lucile (1860); Serbski Pesme, o canciones
nacionales de Serbia (1861); Tannhäuser (en colaboración con Mr. Julian Fane,Nota 7
1861); Chronicles and Characters (1867); Orval, or The Fool of Time (1868).142

Lucile demostraba que la lengua inglesa era igual a la reproducción sustancial, en


pareados anapésticos, de una novela francesa, y aunque algunos de los episodios y
parte del léxico están reconocidamente tomados de la Lavinia de George Sand, los
personajes son bastante diferentes, y la propia individualidad del poeta es más
claramente evidente que en cualquiera de sus obras anteriores o que en varias de
las posteriores.140 El título de Serbski Pesme, remedos de canciones nacionales
serbias, implica un solecismo, y por este y otros motivos las composiciones fueron
atacadas con vehemencia rayana en la virulencia por Lord Strangford en la Saturday
Review.141 Chronicles and Characters, una serie de interpretaciones poéticas de
hombres notables en coyunturas notables, desde la época de la mitología griega
hasta los días de Richelieu, reta inevitablemente a una comparación con La leyenda
de los siglos de Victor Hugo, comparación que inevitablemente no se sostiene.141
Orval, or the Fool of Time es una obra de gran importancia por ser la única en la
literatura inglesa representativa de la gran escuela polaca de poesía mística que
surgió después (y tal vez en parte como consecuencia) de la extinción de la
independencia polaca, si bien también abunda en bellezas poéticas.141

Frederick Locker-Lampson (1821-1895) publicó en 1857 su primera colección de


poesía, London Lyrics, un pequeño volumen de noventa páginas, y el germen de toda
su obra posterior. Ampliado o reestructurado en sucesivas ediciones, la última de
las cuales data de 1893, este constituye su legado poético. En 1867 publicó la
célebre antología titulada Lyra Elegantiarum, que contenía "algunos de los mejores
especímenes de «vers de société» y «vers d'occasion» en lengua inglesa".143 Como
poeta pertenecía al coro que en poesía se ocupa más de lo alegre que de lo serio
―más de lo esmerado y ocurrente que de lo sublime o emotivo―. Su buen gusto lo
mantuvo tan lejos de lo generalmente cómico por un lado como su bondadoso corazón
lo protegió de lo puramente cínico por el otro. A algo de Prior, de Praed y de
Hood, él añadió cualidades propias que dieron distinción a su obra.144 Admiraba
mucho la destreza métrica de Barham. Su principal empeño, decía, era evitar la
planitud y el tedio, cultivar la franqueza y la sencillez tanto en el lenguaje como
en la idea, y preservar la singularidad sin excentricidad ni afectación. En esto
alcanzó el éxito. Su obra resulta siempre pulcra y clara, moderada en su arte y
refinada en su tono;143 a un ingenio que rivaliza con el de Praed, y una ligereza
digna de Prior, con frecuencia une un toque de patetismo que recuerda la voz de
Hood. Su obra maduró a medida que él se hacía viejo, y se alejó más de sus primeras
muestras.143

London Lyrics, el único volumen de poesía original de Locker, ha aparecido en


numerosos formatos desde su primera publicación en 1857.145 Locker preparó en 1882
un volumen suplementario, impreso de forma privada, titulado London Rhymes.145

William Johnson Cory (1823-1892) ocupa un lugar permanente y excepcional entre los
letristas ingleses como cantor del afecto de un profesor por sus alumnos.146 Su
principal obra poética es Ionica, que contiene poemas en los que mostraba un
verdadero talento lírico.147 La primera edición de esta obra, publicada de forma
anónima en 1858, desapercibida en un principio, pronto llegaría a ser buscada y
atesorada, y en la actualidad se encuentra entre las más preciadas editio prínceps
modernas. Una nueva edición ampliada fue reeditada en 1891. En composiciones como
"Anteros" y "Mimnermo en el templo", el brillo emocional y la patética ternura se
mezclan con indescriptible encanto. En los poemas escritos posteriormente, y
publicados junto con el original de Ionica en 1891, Cory abandona el terreno en que
se mueve con ventaja y aparece meramente como versificador elegante y melodioso.
Practicó la composición poética en latín y griego con un gusto y una destreza
consumados; los versos originales que acompañan a su Lucretilis, una "introducción
técnica al arte de escribir versos líricos latinos" (1871), fueron declarados por
H. A. J. MunroNota 8 "los mejores y más horacianos, sáficos y alcaicos desde que
Horacio dejó de escribir".148

John Leicester Warren, barón de Tabley (1835-1895), fue poeta, dramaturgo,


ensayista, numismático y una autoridad en materia de ex libris. La poesía, sin
embargo, fue su primera y última pasión, y a la que dedicó mayor energía a lo largo
de su vida.149 Escribió poemas de muy alto rango, algunos de ellos publicados bajo
los seudónimos de «George F. Preston» y «William Lancaster».150 Publicó,
conjuntamente con su amigo George Fortescue, un pequeño volumen de Poemas bajo el
seudónimo de «George F. Preston». No contenía nada destacable, pero varios de los
poemas de Warren serían posteriormente refundidos por el autor y tratados con mayor
efecto. Siguieron, bajo el mismo seudónimo, Ballads and Metrical Sketches (Baladas
y esbozos métricos, 1860), The Threshold of Atrides (El umbral de Atrides, 1861) y
Glimpses of Antiquity (Destellos de la Antigüedad, 1862).151 Más poder evidenciaban
Præterita (1863), Eclogues and Monodramas (Églogas y monodramas, 1864) y Studies in
Verse (Estudios en verso, 1865), todos publicados bajo el seudónimo de «William
Lancaster». Los poemas en verso blanco de los que estaban principalmente compuestos
estos volúmenes son tennysonianos en estilo y esencia, pero la frescura de las
descripciones naturales revela a un hombre que había buscado en la naturaleza con
sus propios ojos.151 Todos estos volúmenes exhiben elegancia técnica y abundante
belleza natural.149

El volumen de poemas modestamente titulado Rehearsals (1870), y publicado también


bajo el seudónimo de «William Lancaster», indica que la influencia de Tennyson,
aunque todavía fuerte, estaba cediendo a la de Browning y Swinburne. Sin embargo,
"The Strange Parable" y "Nimrod", poemas en verso blanco muy exquisitamente
concebidos, expresan un tono original, y "Misrepresentation" resulta intensamente
personal. En otra colección miscelánea, titulada con igual modestia Searching the
Net (1873), el autor puso por primera vez su nombre en la portada. Aquí el poderío
del poeta, aparte sus esfuerzos dramáticos, culmina en el grandioso "Jael", el
singularmente intenso "Count of Senlis", y el patético "Ocean Grave"; y como el
volumen se centra principalmente en la descripción de la naturaleza y en la
expresión de sentimientos subjetivos ―especialidades en las que él se encontraba
enteramente como en casa―, el autor está menos en deuda que antes con sus
predecesores.151

Como poeta, Lord Tabley no puede ser mencionado entre aquellos que han sido
poseídos por una inspiración subyugante. Poseía escasas dotes líricas, sus poemas
por regla general transmiten la impresión de una esmerada composición, y sus
principales pretensiones como mero escritor son la "brocada" majestuosidad ―en
feliz expresión de Gosse― de su lenguaje, la vívida originalidad de sus
descripciones naturales, y una ocasional acritud expresiva. Pero si el poeta a
veces desaparece, el hombre está siempre visible. Sus emociones son siempre
genuinas, y cuando el sentimiento se intensifica el escritor es completamente él
mismo, descarta el manierismo imitativo, y se emancipa de la influencia de otros
poetas.152

Las características de la poesía de De Tabley son preeminentemente la magnificencia


del estilo, derivado de un estudio detallado de Milton, la sonoridad, la
solemnidad, la fuerza y el colorido. Su pasión por el detalle era a la vez una
fortaleza y una debilidad.149 Siempre fue un estudioso de los poetas clásicos, y
extrajo gran parte de su inspiración directamente de ellos.149

Roden Noel (1834-1894) publicó en 1863 su primer volumen de poesía, Behind the
Veil, and other Poems.153 Su siguiente libro, Beatrice, and other Poems (1868), con
una fuertemente marcada influencia de Shelley, generó mayores expectativas. Como
los que le seguirían, se caracterizaba por su elevado propósito y su refinada
emotividad.153 Sus obras incluyen, además de las mencionadas: The Red Flag and
other Poems (La bandera roja y otros poemas, 1872).153

Poetas irlandeses victorianos


James Clarence Mangan (1803-1849), humilde poeta irlandés criado en un ambiente de
pobreza, contribuyó con poesías de muy diverso mérito a una serie de periódicos
irlandeses, y con traducciones del alemán al Dublin University Magazine.154 La
tendencia mística de la poesía alemana poseía un atractivo especial para él.
Escogía poemas que estuvieran en sintonía con su propio temperamento melancólico, y
en este campo hizo muchas cosas que resultaron excelentes.155 Sus facultades
poéticas fueron consideradas por algunos críticos como suficientes para haberle
hecho conquistar el primer puesto entre los poetas irlandeses; pero sus hábitos
irregulares y destemplados le impidieron alcanzar una firme excelencia. Lo mejor de
su obra, generalmente inspirada en las miserias de su país, se eleva a menudo a un
alto nivel de poderío trágico, y de haber sido la pujanza de su carácter igual a su
talento poético es difícil decir hasta qué niveles podría haber llegado.156 En el
Dublin University Magazine publicó una gran cantidad de prosa y poesía, siendo la
mayoría artículos sobre poesía alemana con traducciones. Publicó también numerosas
composiciones que él pretendía eran traducciones del turco, persa, árabe y copto.
Ignoraba totalmente esos idiomas, pero sus muchas lecturas de libros sobre el
Oriente le permitían dar un colorido oriental a su poesía. Tampoco sus adaptaciones
de poesía irlandesa estaban elaboradas partiendo directamente de los originales,
pues ignoraba el irlandés, y dependían de traducciones en prosa hechas para él157
por terceros.

O'DonoghueNota 9 cree haber localizado todos los poemas de Mangan y le atribuye


entre 800 y 900.158 Su poesía se mueve desde el lamento apasionado del patriota
hasta la sátira caprichosa y la traducción apócrifa.158

Mangan fue probablemente el más grande de los poetas irlandeses de nacimiento, a


pesar de que sus méritos han sido exagerados por alguno de sus editores. Sus
traducciones y paráfrasis resultan notablemente enérgicas, y su dominio del
lenguaje no es menos notable que su desenvoltura con las rimas y su oído para la
melodía.159

Durante algún tiempo tras su muerte no hubo una edición adecuada de sus obras, pero
la German Anthology (1845) y The Poets and Poetry of Munster (Los poetas y la
poesía de Munster, 1849) habían aparecido en vida del autor.155 Treinta de las
baladas de Mangan fueron publicadas en Romances and Ballads of Ireland (Romances y
baladas de Irlanda), de Hercules Ellis (Dublín, 1850). Una edición incompleta de
sus poemas, editada por Mitchel,Nota 10 apareció en Nueva York en 1859.159 Otras
selecciones aparecieron posteriormente, notablemente una (1897) de Miss L. I.
Guiney.Nota 11155

Su poesía, imbuida de ternura, patetismo y fuerza metafórica, es muy poco


conocida.160 De sus composiciones distintivamente irlandesas, tal vez las más
conocidas sean su "Dark Rosaleen" y su "Lament for the Princes of Tyrone and
Tirconnell (Lamento por los príncipes de Tyrone y Tirconnell)".160 Mangan ocupa un
puesto cumbre entre los poetas irlandeses, pero su fama quedó postergada por la
desigualdad y el volumen de su obra, gran parte de la cual yace sepultada en
inaccesibles archivos de periódicos bajo sus numerosos seudónimos: «Vacuus», «Terræ
Filius», «Clarence», etc. De su genio, aunque a veces resulta morboso, como en su
trágica balada autobiográfica "The Nameless One", no puede haber ninguna duda.
Expresó con sinceridad nada frecuente la tragedia de las ilusiones y aspiraciones
irlandesas, y suministró abundantes pruebas de su versatilidad en sus excelentes
poemas disparatados, que están en extraño contraste con la tendencia general de su
obra.155

En julio de 1842 Thomas Osborne Davis (1814-1845), Duffy y DillonNota 12 fundaron


el periódico The Nation, cuyo primer número apareció el 15 de octubre.161 Gran
parte de su éxito se debió a los emocionantes poemas nacionalistas que aparecían de
vez en cuando en sus páginas. Un gran número de ellos fueron aportados por Davis,
quien, hasta el lanzamiento de The Nation, no había escrito un verso en su vida.161
El Lament of Owen Roe O'Néill (Elegía de Owen Roe O'Néill) fue publicado en el
sexto número, y fue seguido por una serie de poemas líricos ―The Battle of
Fontenoy, The Geraldines, Máire Bhán a Stoír y muchos otros― que ocupan un lugar
elevado en la poesía nacional irlandesa.162 Parece casi increíble que una balada
como The Sack of Baltimore (El saqueo de Baltimore) (el último poema que escribió
Davis) debiera haber sido la obra de una mano casi inexperta. Máire Bhán a Stoír,
The Flower of Finae y My Grave son excelentes ejemplos de su sensibilidad y
patetismo, mientras que The Geraldines y Fontenoy están llenos de genuino fervor y
sentimiento patrióticos.161 Los Poemas de Davis fueron recopilados y publicados
después de su muerte, y constituyeron uno de los volúmenes de la «Biblioteca
irlandesa» de Duffy en 1846.163

Aubrey Thomas De Vere (1814-1902) fue autor de numerosos libros de poesía;164


comenzó su carrera como poeta publicando en 1842 The Waldenses and other Poems (Los
valdenses y otros poemas), un volumen que contenía algunos sonetos y poemas líricos
que en la actualidad tienen su lugar en antologías modernas. The Search after
Proserpine and other Poems (La búsqueda de Proserpina y otros poemas) apareció en
1843, mereciendo el poema que da título al volumen los elogios de Landor.165 Esta
obra lo hizo amplia y favorablemente conocido como escritor de poesía, elegante,
refinado y fluido.166 A continuación expresó, en el poema A Year of Sorrow (Un año
de dolor), los horrores del invierno de 1846-47.165 A sugerencia de Pío IX escribió
May Carols (Villancicos de mayo), himnos a la Virgen y a los santos (1857), con una
introducción que explica su conversión.167 Siempre interesado en las leyendas y la
historia de Irlanda,167 en 1861 comenzó una serie de poemas sobre temas irlandeses:
Inis Fáil, The Infant Bridal, Irish Odes (Odas irlandesas), etc.164 Inis Fáil, a
Lyrical Chronicle of Ireland (Inis Fáil, una crónica lírica de Irlanda, 1862)
ilustra los anales irlandeses de seis siglos.167 Su poesía se caracteriza por un
sublime tono ético, su poder imaginativo y su imponente majestuosidad expresiva.164
Es intelectual, digna e imaginativa, pero algo demasiado alejada del pensamiento y
el sentimiento familiares como para lograr una amplia aceptación. Discípulo de
Wordsworth desde el principio, tenía predilección por los temas pintorescos y
románticos. Lo mejor de su obra está en sus poemas sobre viejos temas irlandeses, y
en sus sonetos, algunos de los cuales como "The Sun-God" y "Sorrow" alcanzan un
alto nivel de ejecución.167 Su obra poética gozó de buena aceptación en América.167

Además de los volúmenes de poesía citados, De Vere escribió: Poems, Miscellaneous


and Sacred (1853);166 Antar and Zara, an Eastern Romance (1877); The Foray of Queen
Meave (1882) y Mediæval Records and Sonnets (1893).167

Charles Gavan Duffy (1814-1903), periodista y político nacionalista, editó una


serie de volúmenes baratos de biografías, poesía y crítica, que incluían, entre
otras antologías, Ballad Poetry of Ireland168 (1845), que fue un gran éxito.97 En
el volumen antológico The Spirit of the Nation (1844) incluyó numerosos poemas bajo
el seudónimo de «The Black Northern».

Al igual que muchos de sus jóvenes contemporáneos, Denis Florence MacCarthy (1817-
1882) se adhirió al movimiento por la derogación,169 y en 1843 comenzó a contribuir
a The Nation con una serie de poesías políticas, con la firma de «Desmond».169 En
1850 apareció el primer volumen de sus propias poesías, Ballads, Poems, and Lyrics
(Baladas, poemas y canciones); y en 1857 se publicaron The Bell-founder169 y Under-
glimpses and other poems.170 Dos odas suyas han sido publicadas: An Ode on the
Death of the Earl of Belfast (Oda a la muerte del conde de Belfast, 1856) y The
Centenary of Moore (El centenario de Moore), editada de forma privada169 (1880). La
mayor parte de sus obras originales consistió en contribuciones a las publicaciones
periódicas de su tiempo, y algunos de sus poemas y la totalidad de sus textos
humorísticos en prosa aún no han sido recopilados.169

Como poeta, James Wills (1790-1868) es célebre por The Universe, cuya autoría fue
en su momento reclamada descaradamente por el Dr. Maturin.171 En 1845 Wills publicó
Dramatic Sketches and other Poems (Esbozos dramáticos y otros poemas).172 En 1868,
poco antes de su muerte, publicó The Idolatress, and other Poems (El idólatra y
otros poemas), que, al igual que los Dramatic Sketches de fecha anterior, consistía
en una recopilación de aportaciones dispersas a varias publicaciones periódicas. Su
poesía no carece de mérito; las composiciones más breves rezuman un fuerte espíritu
del mejor género de patriotismo irlandés.172 Sus poemas son enérgicos, y en ciertos
casos muestran considerables cualidades dramáticas.173 Algunos de los más
ambiciosos muestran gran parte del potencial dramático que heredaría su hijo,
William Gorman Wills.174

Sir Samuel Ferguson (1810-1886), poeta y anticuario irlandés, fue colaborador del
Blackwood's Magazine, en el que apareció su más célebre poema, The Forging of the
Anchor (La forja del ancla), y uno de los principales promotores del renacimiento
gaélico en la literatura irlandesa.175 Publicado en 1883, The Forging of the Anchor
es una de los mejores baladas modernas.176 La elegía Lament for the Death of Thomas
Davis (1847) apareció en Ballad Poetry of Ireland (Poesía irlandesa de baladas),
mientras que la ingeniosa canción "The Loyal Orangeman" nunca fue publicada, aunque
circuló de forma privada, y a menudo era recitada en Dublín.177 En 1865 publicó un
volumen de poemas reunidos, Lays of the Western Gael (Lais de la Gaélica
occidental); en 1872 Congal, an Epic Poem in Five Books (Congal, un poema épico en
cinco libros); y en 1880 un tercer volumen de Poemas, principalmente sobre temas
tomados de la literatura irlandesa.177 Congal, una narración en metros sobre la era
heroica de Irlanda, es con todo, aunque lejos de la perfección ideal, tal vez la
tentativa más exitosa hecha por un poeta irlandés moderno para revivificar el
espíritu del pasado en un poema de proporciones épicas.176

Como poeta, merecer ser recordado en Irlanda, para la cual se esforzó mucho por
crear una poesía moderna partiendo de los añejos cuentos de héroes y santos e
historias de lugares irlandeses.177 No estaba perfectamente familiarizado con la
lengua irlandesa, y tal vez esto explique el hecho de que, mientras que a veces
daba a las historias más belleza de la que les restaba, pierde algo de la realidad
de la vida antigua, y parece hablar de una escena sombría y no de los hechos reales
de hombres y mujeres. Varios de los poemas de sus propias experiencias resultan
admirables, y gozarán probablemente de una popularidad duradera en Irlanda. La
Elegía de Thomas Davis, Willy Gilliland y los versos On the Liffey in Mesgedra no
resultan impecables, pero son hermosos poemas con un genuino aire irlandés.177

Ilustración de Richard Doyle (1824-1883) para In Fairyland, de William Allingham


(1870).
El primer volumen de William Allingham (1824-1889), titulado simplemente Poems,
publicado en 1850 con una dedicatoria a Leigh Hunt, sería sin embargo retirado en
poco tiempo, y su siguiente proyecto, Day and Night Songs (Canciones del día y de
la noche, 1854),178 un volumen que contiene muchas encantadoras canciones,179
aunque reproducía muchos de los primeros poemas, estaba en una escala mucho más
modesta. Su indudable éxito fue motivo para la publicación de una segunda edición
el año siguiente,180 con ilustraciones de D. G. Rossetti, Millais y A. Hughes181 y
con la adición de una nueva composición principal, "The Music Master", un poema
idílico que había aparecido en el volumen de 1850, pero que había sido sometido a
tantas modificaciones que casi se había convertido en una nueva obra. También fue
añadida una segunda serie de Canciones del día y de la noche.180 En 1864 apareció
en el Fraser's Magazine Laurence Bloomfield in Ireland: a Modern Poem, in twelve
chapters,181 un poema narrativo considerablemente extenso en dísticos heroicos, que
evidencia un esmerado estudio de Goldsmith y Crabbe y era considerado por el propio
autor como su obra más importante. Ciertamente fue la más ambiciosa, y su escaso
éxito entre el público solo puede atribuirse a la inherente dificultad del tema.180
Narra los esfuerzos de Laurence Bloomfield, un joven terrateniente irlandés que
regresa a su finca patrimonial tras estudiar en Inglaterra y una larga minoridad,
por elevar la sociedad a la que se incorpora al nivel de la sociedad que ha
dejado.180 Se trata de un poema que esboza los rasgos característicos de la vida
irlandesa contemporánea, un tema totalmente nuevo en la poesía narrativa,181 y que
sigue siendo la epopeya del latifundismo filantrópico irlandés, y su carencia de un
interés estimulante se ve compensada en buena medida por su riqueza de
descripciones admirables, tanto de los hombres como de la naturaleza.180 En 1865
publicó Fifty Modern Poems (Cincuenta poemas modernos), seis de los cuales habían
aparecido en colecciones anteriores. De los restantes, los más importantes son
composiciones de interés local o nacional.180 Un volumen titulado Songs, Poems, and
Ballads (Canciones, poemas y baladas) fue publicado en 1877, y contiene versiones
revisadas de numerosas composiciones anteriores, además de muchas otras «ahora
recopiladas por primera vez».181 A excepción de este volumen, publicaría poca
poesía más hasta la recopilación definitiva de sus obras poéticas en seis volúmenes
(1888-93).180 Allingham mantuvo una estrecha amistad con D. G. Rossetti, quien
colaboró en las ilustraciones de sus Canciones….179 Su poesía es clara, fresca y
elegante.182 A pesar de trabajar en una escala nada ostentosa, Allingham produjo
una gran cantidad de excelente poesía lírica y descriptiva, y sus mejores
composiciones son completamente nacionales en espíritu y colorido local.179 Otras
obras suyas son: Evil May-Day (1883), Blackberries (1884), Irish Songs and Poems
(1887).182

Aunque no figura entre los más destacados de su generación, Allingham, en su mejor


momento, resulta un excelente poeta, sencillo, lúcido y elegante, con una
singularidad inconfundible aunque no llamativa en exceso. Lo mejor de su obra se
concentra en sus Day and Night Songs (Canciones del día y de la noche, 1854), las
cuales, ya resulten patéticas o festivas, ya sea que expresen sentimientos o
describan paisajes, ya estén sustentadas por una sencilla melodía o expresen la
verdad en símbolos, siempre cumplen la intención del autor y alcanzan la condición
de obras de arte. El empleo del idioma irlandés coloquial sin hibernicismos
convencionales fue en su momento una innovación destacable.183 El resto de la obra
poética de Allingham está en un nivel inferior.184

John Francis Waller (1810-1894) merece ser recordado como escritor de poesía, y
especialmente como autor de canciones, muchas de las cuales, musicalizadas por
Stewart y otros compositores, alcanzaron una amplia aceptación. Algunas fueron
traducidas al alemán. Las más conocidas tal vez sean "The Voices of the Dead",
"Cushla ma Chree" y "The Song of the Glass". De esta última, Richard Monckton
Milnes (primer barón Houghton) dijo que era una de las mejores «canciones de
borrachera» de la época. Waller también escribió The Imperial Ode (Oda imperial)
para la Exposición de Cork (1852), y una oda On the Erection of the Campanile of
Trinity College (A la edificación del campanario del Trinity College), que junto
con otras composiciones del mismo género fueron publicadas en 1864 como Occasional
Odes (Odas ocasionales).185

Alfred Perceval Graves (1846-1931) jugó un papel destacado en el resurgimiento de


las letras irlandesas.186 Es el autor de la famosa balada Father O'Flynn186
―recogida en su libro Father O'Flynn and other Irish Lyrics (El padre O'Flynn y
otros poemas líricos irlandeses, 1889)― y de muchas otras canciones y baladas. En
colaboración con Sir C. V. Stanford publicó Songs of Old Ireland (Canciones de la
vieja Irlanda, 1882) y Irish Songs and Ballads (Canciones y baladas irlandesas,
1893);186 los aires de sus Irish Folk-Songs (Canciones tradicionales irlandesas,
1897) fueron arreglados por Charles Wood,Nota 13 con quien también colaboró en
Songs of Erin (Cantos de Erin, 1901).186 Otras obras suyas son: Songs of Killarney
(Canciones de Killarney, 1872) y Irish Song Book (Cancionero irlandés, 1894).187

Poetas escoceses victorianos


Tras residir durante una temporada en Burdeos, John Sterling (1806-1844) escribió
en 1837 su poema The Sexton's Daughter (La hija del sacristán), muy al estilo de
Wordsworth, que fue publicado en 1839 junto con diversos Poemas.188 Al mismo
tiempo, estableció una vinculación con el Blackwood's, en el que aparecerían
composiciones en prosa más singularmente originales. De entre ellas, la más
meritoria es The Palace of Morgana (El palacio de Morgana), uno de los más hermosos
poemas en prosa. La más elaborada es The Onyx Ring (El anillo de ónice),188 un
romance que muestra una marcada influencia alemana, y tal vez por este motivo
aceptable para Carlyle, quien aparentemente es idealizado en él como el personaje
de «Collins», mientras que HareNota 14 figura como «Musgrave».188 Estos textos
resultaron extraordinariamente prometedores frente al fiasco de sus proyectos más
importantes.189

The Election: a Poem in seven books (La elección: poema en siete libros), analizado
y en conjunto no desaprobado por Carlyle, apareció en 1841; se trata de una
agradable exposición de la comicidad de una elección, un tanto al modo de Crabbe,
cómico sin ser ridículo, y ligada a una bonita historia.190 De los ocho cantos de
Richard Cœur de Lion (Ricardo Corazón de León), un "poema serio-cómico orlandiano u
odiseico" escrito en octavas siguiendo el modelo de Berni, solo tres han sido
publicados. Aparecieron en el Fraser's tras la muerte del autor, y por su humor y
facultades narrativas merecen los elogios que Carlyle les otorga.190

Es probablemente en su poesía donde a la larga descansará la reputación de William


Bell Scott (1811-1890). Blake y Shelley fueron sus principales modelos, y la
amistad de Rossetti fue un estímulo continuo para él. Pero carecía de la intensidad
y el genio artístico de Rossetti. Era fundamentalmente escocés y, a pesar de la
amplitud de sus inclinaciones afectivas, su mejor poesía es mística y metafísica
antes que romántica.191 Publicó cinco volúmenes de poesía, incluyendo Hades y The
Year of the World, y numerosos sonetos hermosos, una forma poética en la que
sobresalió.192 Destaca notablemente su volumen de Poemas, de 1875, ilustrado con
grabados suyos y de Alma-Tadema.193 Bell Scott será recordado principalmente por su
conexión con el círculo de Rossetti.193

W. E. Aytoun (1813-1865), poeta humorístico, se convirtió en colaborador habitual


del Blackwood's Magazine en 1836, y continuaría su vinculación con dicho medio
hasta su muerte.194 Su primera publicación ―un volumen titulado Polonia, Homero y
otros poemas, en el que expresó su ávido interés por el Estado de Polonia― había
aparecido en 1832.195 En él eran ya evidentes las cualidades de su posterior
estilo.196 Entre 1841 y 1844 trabajó conjuntamente con Sir Theodore MartinNota 15
196 en una serie de artículos de humor ligero sobre los gustos y disparates de la
época, en los cuales se intercalaban los versos que más tarde se harían populares
como las Baladas de Bon Gaultier,195 que adquirieron una popularidad tan grande que
fueron requeridas trece amplias ediciones de la obra entre 1855 y 1877.196 Fue
durante este período cuando Aytoun comenzó a escribir196 la obra sobre la que
descansa principalmente su reputación como poeta: Lays of the Scottish
Cavaliers.195 El primero de ellos apareció en el Blackwood's Magazine en abril de
1843, y el conjunto sería publicado en una edición completa en 1848.197 La obra
caló tan hondo entre el público que de ella aparecieron no menos de veintinueve
ediciones,196 una de las cuales contiene vigorosas y hermosas ilustraciones de Sir
J. Noel Paton y W. H. Paton.Nota 16197 En 1854 escribió el poema dramático198
Firmiliano: una tragedia espasmódica,195 bajo el seudónimo de «T. Percy Jones»,
destinado a satirizar a un grupo de poetas y críticos, incluyendo a Gilfillan,
Dobell, Bailey y Alexander Smith.194 Estaba, sin embargo, tan lleno de imaginación
y fino movimiento rítmico, que su propósito fue malentendido, y lo que pretendía
ser una caricatura fue interpretado como poesía seria. En 1856 Aytoun publicó
Bothwell, un monólogo poético que trata de la relación entre el héroe y María,
reina de los escoceses. Contenía numerosos pasajes hermosos, y fueron publicadas
tres ediciones del mismo. En 1858 publicó, en dos volúmenes, una colección de
Baladas de Escocia, cuidadosamente cotejada y anotada, de la cual han sido
publicadas cuatro ediciones, la última en 1860.198

Theodore Martin (1816-1909) colaboró en las revistas Tait's y Fraser's y en otras


publicaciones periódicas con composiciones humorísticas en prosa y verso.199 De
1842 a 1844, Martin y W. E. Aytoun escribieron juntos una serie de composiciones
humorísticas199 para las revistas mencionadas anteriormente. Se trataba sobre todo
de poemas cómicos, la mayor parte de los cuales fueron recopilados en 1845 en Bon
Gaultier's Ballads (Baladas de Bon Gaultier), un volumen que logró una inmediata
popularidad y alcanzaría su decimosexta edición en 1903.199

Los poemas de Bon Gaultier parodiaban principalmente la poesía más destacada de la


época, especialmente la «nueva poesía» de Tennyson. Algunos de los poemas burlescos
pretendían ser ejercicios de competición por el puesto de poeta laureado que quedó
vacante al morir Southey. The Lay of the Lovelorn, una parodia de Locksley
Hall,Nota 17 que fue elaborada por Martin a partir de diez o doce versos de Aytoun,
era tal vez la composición más popular. Lockhart (en Spanish Ballads), Macaulay,
Mrs. Browning, Moore, Leigh Hunt, Uhland e incluso el propio Aytoun se contaban
entre las víctimas de las burlas de Martin o de su socio, junto con los estudiantes
alemanes y los patriotas estadounidenses. Martin fue el que más contribuyó, pero la
obra de Aytoun es la mejor. Si bien las Baladas resultan más superficiales que los
Rejected AddressesNota 18 con los que pueden ser comparadas, apenas resultan menos
divertidas.199 En 1863 apareció un volumen editado para circulación privada de
Poems, Original and Translated (Poemas originales y traducidos).200

En 1848, el poeta Thomas Aird (1802-1876) preparó para imprenta una edición
recopilatoria de sus poemas, que consolidó enormemente su reputación. Muchos de
ellos apelaban a los instintos religiosos de sus compatriotas, y otros mostraban
una extraña inventiva. Pero los extensos poemas narrativos carecen de trama y
estructura, y su interés es por lo tanto deficiente.201 Con todo, la obra gozó de
una gran aprobación. Carlyle dijo que encontraba en ellos "un aliento saludable
como la brisa de las montañas".202

Tras abandonar el oficio clerical, el reverendo George MacDonald (1824-1905) se


dedicó a la literatura,203 y en 1855 publicó su primer libro, Within and Without,
un poema cuyo primer borrador había sido escrito en Arundel en el invierno de 1850.
Se trata de una tragedia poética sobre el amor conyugal y la incomprensión. En el
ardor de sus aspiraciones religiosas, muchos versos recuerdan a los primeros poemas
de Browning, en especial a Pauline, aunque sin la oscuridad de Browning. El libro
se ganó el aprecio de Tennyson y la admiración de Lady Byron.204 Un volumen de
Poemas publicado en 1857 consolidó la reputación de MacDonald.204 Este volumen
contenía el poema A Hidden Life, en el que el autor ofrecía una imagen gráfica de
su vida universitaria.205 Más tarde se pasaría a la ficción narrativa.203 Pero
MacDonald era por encima de todo un poeta.206 Su poesía resulta acogedora y
directa, y está marcada por el fervor religioso y la sencillez.207

Su Diary of an Old Soul (Diario de un alma anciana, 1880) debe clasificarse junto
con las mejores obras de Crashaw y Vaughan.206 Otras obras poéticas de MacDonald:
Dramatic and Miscellaneous Poems (1876); A Book of Strife, in the Form of the Diary
of an Old Soul (edición privada, 1880); The Threefold Cord: Poems by Three Friends
(co-escrito con Greville Matheson y John Hill MacDonald; edición privada, 1883);
Poems (1887); Scotch Songs and Ballads (1893) y Rampolli: Growths from a Long-
planted Root (1897).

Retrato de James Thomson («B.V.»), de autor deconocido (1869).


La ardiente fe y la seguridad dogmática de Christina Rossetti y Coventry Patmore no
orientaron la vida del infortunado James Thomson (1834-1882), que firmaba «B. V.»,
«Bysshe Vanolis», en honor a sus modelos Percy Bysshe Shelley y Novalis.208 Su vida
mísera y solitaria y su temperamento profundamente pesimista influyeron
decisivamente en su obra: los elementos tristes y sombríos de la vida londinense se
entrelazaban en las metáforas de sus poemas.209 Bajo el auspicio de Charles
Bradlaugh, a la sazón editor del London Investigator, Thomson se dio a conocer al
público como escritor, si bien en realidad su primera publicación fue en el Tait's
Edinburgh Magazine en julio de 1858, bajo el seudónimo de «Crepusculus».210 Fue el
National Reformer el medio donde aparecerían (en 1863), entre otras creaciones de
James Thomson, los poderosos y sonoros versos de To our Ladies of Death (A nuestras
damas de la muerte).210 En 1869 disfrutó de la que ha sido descrita como su "única
aparición estimable en una sociedad literaria respetable", con la aceptación en el
Fraser's Magazine de su extenso poema Sunday up the River (Un domingo río arriba),
por consejo, según se dijo, de Charles Kingsley.210
Thomson es principalmente conocido por un largo y desesperanzado poema, The City of
Dreadful Night (La ciudad de la noche espantosa, 1874),211 sin duda su obra
maestra. Se trata de una extensa composición profundamente pesimista,212 un gran
poema de sólida estructura y profundo simbolismo,209 en la que Thomson vuelca su
desesperanza y sus desengaños.208 Gracias principalmente al empeño de su amigo y
admirador, Bertram Dobell,213 Thomson conseguiría finalmente publicar, en 1880, su
primer volumen, The City of Dreadful Night, with some other poems, seguido unos
meses más tarde por un segundo volumen de poesía:209 El relato de Vane y otros
poemas. El primero de ellos, el libro más célebre de Thomson,213 llamó
inmediatamente la atención de forma considerable.213

Lo mejor de su obra fue escrito entre 1855 y 1875 ―La maldición de una ciudad
(1857); A nuestras damas de la muerte (1861); Weddah y Om-el-Bonain y La diosa
desnuda (1866-67); La ciudad de la noche espantosa (1870-74)―.213

Muchos de sus poemas líricos, serios o desenfadados, son hermosos de un modo


conmovedor.209 Shelley, Dante, Heine y Leopardi fueron sus principales modelos
literarios; su maduro estilo resulta, en su austera concisión, menos shelleyano que
dantesco.209 En sus poemarios predominan los poemas breves, descriptivos o
interpretativos de la vida contemporánea; de amor y alegría; poemas de nostalgia, o
de desilusión.208 La ciudad de la noche espantosa le valió el reconocimiento de
George Eliot, George Meredith, Philip Bourke Marston y otros insignes autores.209
Los llamativos contrastes del carácter de «B. V.» ―un espíritu valiente y afable
unido a una insoportable melancolía; pretensiones espirituales unidas a una
comprensión realista de los hechos; un ardiente entusiasmo por la democracia y el
libre pensamiento junto con una obstinada incredulidad en el progreso humano― se
advierten claramente en sus escritos, que están iluminados aquí y allá con
destellos de brillante alegría, pero que son en general oscuramente pesimistas.209
Su obra posee un cierto poder melancólico que la hace distintivamente notable.212

A las obras de James Thomson ya mencionadas cabe añadir el volumen póstumo titulado
A Voice from the Nile, and other Poems (Una voz desde el Nilo y otros poemas,
1884).213 Este volumen contenía muchas cosas interesantes, pero nada que
acrecentara la reputación de Thomson. Si se trarara de señalar la afinidad
literaria más evidente del autor de La ciudad de la noche espantosa, uno podría
aventurarse a sugerir que James Thomson era un hermano menor de De Quincey. Si
tiene una afinidad inequívoca con algún escritor, es con el autor de Suspiria de
Profundis; si miramos más allá, tal vez podríamos discernir vagos prototipos en
Leopardi, Heine y Baudelaire. Pero, al fin y al cabo, Thomson ocupa un lugar tan
único como poeta que el esfuerzo de clasificación resulta prescindible. Lo suyo no
era pesimismo literario, ni fingida melancolía. El poema "Insomnia" es un capítulo
biográfico inconfundible; y en "Mater Tenebrarum" y otros fragmentos de sus
escritos son frecuentes los pasajes de autorrevelación. Las virtudes de la poesía
de Thomson son su poder imaginativo, su sombría intensidad y su sonora musicalidad;
a estas características cabe añadir, en sus composiciones más ligeras, una mezcla
tipo Heine de extraño regocijo, patetismo e ironía cáustica.213 Sus defectos son
una cierta monotonía en los epítetos, el nada infrecuente uso de mera retórica y
verbosidad, y tal vez una predominante carencia de sentido formal; además de,
ocasionalmente, una vulgar imprudencia expresiva, como en fragmentos de El relato
de Vane.213

David Gray (1838-1861) hizo varios experimentos métricos ―algunos de ellos al


estilo de Keats, y uno a la manera del método dramático de Shakespeare―, y después
se centró en la composición de su poema idílico The Luggie.214 Enfermo de tisis, y
ante la expectativa de una muerte prematura y de unas esperanzas frustradas,215
escribió una serie de sonetos, con el título genérico de In the Shadows (En las
sombras).214
La mayoría de sus poemas muestran forzosamente trazas de inmadurez, y con
frecuencia pueden encontrarse en ellos versos que son meros ecos de Thomson,
Wordsworth o Tennyson, pero poseen, no obstante, una inequívoca singularidad y
muestran una verdadera apreciación de la belleza natural.216 The Luggie, el
principal poema de Gray, es una especie de ensoñación en la que las escenas y los
hechos de su infancia y sus tempranas ambiciones se entremezclan con la música del
arroyo al que celebra.216 El poema contiene muchas hermosas descripciones;215 con
su sentido de la belleza natural, y su promesa de poderío didáctico y descriptivo,
constituye la principal reivindicación de Gray como poeta.214 Pero su genio alcanzó
su máxima expresión en la serie de 30 sonetos que lleva por título In the Shadows.
Rezuman un espíritu de la más profunda melancolía, que la esperanza no alivia.215
La serie posee, sin la menor mácula de morbosidad, una belleza conmovedora y
solemne en armonía con las circunstancias en que fueron escritos.217 Casi todos
contienen una referencia directa o indirecta a las fases de la naturaleza exterior,
y dan evidencia de una riqueza imaginativa y sentimental subyacente, de un genuino
y vigoroso poder conceptivo, y de un talento para la expresión musical lúcida y
sólida, pero sutil y sensible, que aparentemente solo requería haber sido suavizada
por el tiempo y la experiencia para haber modelado una poesía que le hubiera
otorgado un nombre perdurable en la literatura inglesa.217 Estos sonetos resultan
sustanciosamente notables, y varios de ellos son afortunados en su estructura y
expresión. The Luggie and Other Poems apareció por vez primera en 1862.214

El poeta David Wingate (1828-1892) estuvo trabajando en los pozos de carbón


cercanos a Hamilton desde los nueve años. Publicó Poemas y canciones (1862), que
fue acogido favorablemente y seguido por Annie Weir (1866).218 Lily Neil apareció
en 1879, seguido por Poemas y canciones (1883) y Poemas escogidos (1890).218

Robert Williams Buchanan (1841-1901) fue un poeta, novelista y dramaturgo inglés de


origen escocés. Influido por Peacock escribió lo que él llama sus "poemas
pseudoclásicos",219 que integraron su primera obra, una colección de poemas,
Undertones (1863),220 que tuvo cierto éxito.220 Este volumen "tentativo" fue
seguido por Idilios y leyendas de Inverburn (1865), Poemas de Londres (1866) y
Costa Norte y otros poemas221 (1867), en los cuales mostraba aptitud para la
narrativa poética y percepción comprensiva de las condiciones de vida más
humildes.221 Sus London Poems cimentaron su reputación como escritor gráfico de
narrativa poética cuyas simpatías con la vida de los humildes eran profundas.222 En
estos poemas narrativos se encuentra, en líneas generales, el mejor Buchanan, si
bien ensayaría una más ambiciosa travesía en El libro de Orm: un preludio a la
épica, un estudio del misticismo que apareció en 1870.221 Estas obras le dieron una
reputación cada vez mayor y suscitaron grandes esperanzas en su futuro220 como
poeta. En 1874 apareció una recopilación de sus poemas en tres volúmenes, y aunque
fue criticada por sus irregularidades, mejoró su situación. Le seguiría en 1877
Balder the Beautiful, un poema ambicioso pero pesado, recibido con indiferencia.222
Baladas vivaces como "The Starling" (en London Poems), "Phil Blood's Leap" y
"Wedding of Shon McLean" (en Ballads of Life, Love, and Humor, 1882) impresionaron
poderosamente al común de los lectores. "The Wedding" apareció originalmente en el
Gentleman's Magazine (julio de 1874).222 A partir de entonces, Buchanan no abandonó
la poesía, pero publicaría menos.222 Un poema épico, The City of Dream (La ciudad
de los sueños, 1888), el principal poema de sus últimos años, ejemplifica su vena
mística y su amor por la mitología.222 Los poemas de Buchanan fueron recopilados en
un volumen único en 1884, y como Obra poética completa (dos volúmenes, 1901). Entre
sus poemas también cabe mencionar: The Drama of Kings (El drama de los reyes,
1871); St. Abe and his Seven Wives (Saint Abe y sus siete esposas), un vívido
cuento de Salt Lake City, publicado de forma anónima en 1872;221 The Outcast: A
Rhyme for the Time (1891) y El judío errante (1893).221 Estos dos últimos iban
dirigidos contra determinados aspectos del cristianismo.220Buchanan escribió
demasiado y de manera demasiado variopinta para lograr los mejores resultados, pero
su talento lírico era firme.223
De formación autodidacta, el poeta Alexander Anderson (1845-1909) llegaría a
dominar el alemán, el francés y el español lo suficiente como para leer las
principales obras maestras en estas lenguas. Pronto se manifestó su vena poética,
la cual era genuina aunque de alcance algo limitado,224 y en 1873 se publicó su
primer libro, A Song of Labour and Other Poems (Un canto al trabajo y otros
poemas). Posteriormente publicaría The Two Angels and Other Poems (Los dos ángeles
y otros poemas, 1875).225 Viajó a Italia, pero la serie de sonetos En Roma no
registra las impresiones producidas por la experiencia italiana: son el producto de
la imaginación del obrero ferroviario que, cuando los publicó (en 1875), apenas
había salido de su condado natal.225 Su siguiente proyecto, Songs of the Rail
(Canciones del ferrocarril, 1878), estaba compuesto en gran parte de poemas
ferroviarios de las dos colecciones anteriores. Baladas y sonetos (1879), publicado
por Macmillan, contenía también una selección de los volúmenes anteriores junto con
nuevas composiciones.225 A partir de entonces, escribió poco.224 Generalmente,
escribía bajo el sobrenombre de «Surfaceman»,224 en referencia a su oficio de
operario de mantenimiento ferroviario.

La obra poética de Anderson muestra poderío lírico, generoso sentimiento y vívida


perspectiva, así como un dominio de la métrica y unas dotes literarias que serían
dignas de mención en un escritor de educación liberal y en un entorno culto.226 Sus
logros más característicos fueron como "poeta laureado del ferrocarril" (a la
manera de las Baladas de Pike CountyNota 19 o de Bret Harte) y de la vida infantil
en los hogares escoceses humildes. En sus poemas más conocidos, la lengua vernácula
del suroeste de Escocia es empleada con brío y discreción. Pocas antologías de
poemas escoceses carecen en la actualidad de uno o dos de «Surfaceman», y varios de
los poemas ferroviarios e infantiles son popularmente recitados.226

William Sharp (1855-1905), poeta y literato escocés, fue uno de los primeros y más
talentosos impulsores del renacimiento celta.227 Debía su peculiar predilección por
lo celta a las historias y canciones de su niñera de las Highlands o a las
estancias de tres o cuatro meses al año en las costas de las Tierras Altas
occidentales.228 Pasó una temporada en Australia y finalmente regresó a Escocia
decidido a "ser poeta y escribir sobre la Madre Naturaleza y sus misterios más
ocultos".228 Durante su vida fue conocido únicamente por una serie de obras
poéticas y críticas de gran mérito, aunque no excepcional.229

En 1882 apareció un volumen de poemas, The Human Inheritance (El legado humano),
que obtuvo cierto reconocimiento.230 En 1884 publicó un segundo volumen de poesía,
Earth's Voices (Voces de la Tierra), vívidamente impresionista, pero un tanto
prolijo.230 También publicó Romantic Ballads and Poems of Fantasy (Baladas
románticas y poemas de fantasía, 1888),230 elocuentemente imaginativos pero
carentes de acabado.230

A partir de 1890, Sharp se consagraría a un nuevo campo de trabajo literario,


escribiendo mucha prosa y poesía místicas bajo el seudónimo de «Fiona Macleod»,
identidad que él mismo ocultaría cuidadosamente.230 Gran parte de la producción
literaria de «Fiona» fue escrita bajo la influencia de una especie de trance
mesmérico o espiritual, o era el testimonio de dichos trances.230

En Roma escribió Sospiri di Roma, una serie de poemas impresionistas no rimados en


métrica irregular, impresos en 1891 para difusión privada.230 También coordinó la
publicación en América de sus Baladas románticas y de Sospiri di Roma en un
volumen, bajo el título de Flower o' the Vine (Flor de la vid) (Nueva York,
1892).230

Si bien su obra reflejaba la influencia del antiguo paganismo celta, estaba


principalmente teñida de un extático culto a la naturaleza y reflejaba la
insistente viveza y rareza de los sueños.231
Poesía religiosa
Conviene tener en cuenta la poetización de las experiencias religiosas de Arthur
Hugh Clough, John Keble, John Henry Newman y demás miembros del Movimiento de
Oxford.Nota 2079 John Keble (1792-1866) fue clérigo, poeta y teólogo. En 1833, su
famoso sermón sobre "La apostasía nacional" dio el primer impulso al Movimiento de
Oxford, del que fue considerado, junto con Pusey y tras la marcha de Newman a la
Iglesia de Roma, como su líder.232 Consideraba la poesía como una válvula de escape
para alguna emoción sobrecargada, o alguna imaginación plena, o algún imaginativo
remordimiento, que no habían encontrado su vía natural de salida en la vida y en la
acción.233 En 1846 publicó otro libro de poemas, Lyra Innocentium.232 En 1847
apareció el único volumen completo de sermones de Keble publicado en vida del
autor. Se titulaba Sermones académicos y ocasionales, y pretendía principalmente,
como indica el prefacio, evitar que los clérigos siguieran el ejemplo de Newman.234
Este volumen contiene el famoso sermón assize sobre "La apostasía nacional", que
Newman siempre consideró "el punto de partida del Movimiento de Oxford". Es a la
vez singularmente sencillo y completamente valiente y franco.234 Tras su muerte
aparecieron doce volúmenes de Sermones parroquiales.232 Sus poemas, si bien en modo
alguno poseen idéntico mérito literario, se caracterizan generalmente por su
delicado y genuino sentimiento poético, y por su lenguaje refinado y a menudo
extremadamente alegre; y el hecho de que el libro se haya convertido en un clásico
religioso con lectores muy alejados del punto de vista eclesiástico del autor y de
su línea general de pensamiento, resulta ser una prueba de la fidelidad a la
naturaleza con la que sus temas son tratados.232 Keble ejerció una enorme
influencia espiritual sobre su generación.232

En cuanto a la obra poética de John Henry Newman (1801-1890), el autor alcanzaría


gran popularidad, especialmente después de que fuera musicado por Elgar el monólogo
dramático del alma abandonando el cuerpo en la hora de la muerte, titulado The
Dream of Gerontius,235 así como "Lead Kindly Light", que compuso en 1833 en un
viaje de Palermo a Marsella.235 Durante una gira por Europa escribió la mayoría de
sus poemas breves, entre ellos "Lead Kindly Light", que fueron publicados en 1834
bajo el título de Lyra Apostolica;236 algunos de los poemas incluidos en el volumen
fueron escritos con anterioridad, y uno o dos en un período posterior, pero la
mayoría fueron compuestos durante dicho viaje.237 Publicó ocho volúmenes de
sermones parroquiales (Oxford Sermons, 1828-1853),238 que le sitúan en primera fila
entre los predicadores ingleses,236 y el poema The Dream of Gerontius236 (1865).
Cuando se publicaron aquellos, se dijo de ellos que "superan a todos los demás
sermones del mercado como los relatos de Scott superan a todos los demás". No eran
polémicos; y hay poco en ellos a lo que la teología católica pondría reparos.239 En
su tono resultan severos y con frecuencia melancólicos, como si fueran la expresión
de un espíritu aislado.240 Como poeta poseía inspiración y un genuino poder.
Algunos de sus más tempranos y breves poemas, no obstante un característico
elemento de ferocidad e intolerancia en uno o dos casos, son descritos por R. H.
HuttonNota 21 como "inigualables por la magnificencia de su idea general, su pureza
de gusto y su brillantez de efecto total"; mientras que el último y más extenso, El
sueño de Geroncio, es generalmente reconocido como la más venturosa tentativa de
representar el mundo oculto que se ha hecho desde los tiempos de Dante.241

La carrera de Arthur Hugh Clough (1819-1861) fue mucho menos brillante de lo que se
esperaba.90 Con todo, siquiera de manera intermitente, sus poemas ofrecen una
fuerza, un coraje y una efervescencia mucho más atractivos para el lector actual
que la melancolía reinante.90 Estuvo inicialmente bajo la influencia de Newman,242
y adquirió el más vivo interés por las controversias teológicas de la época. El
resultado en su caso fue un abandono gradual de su credo inicial.243 Posteriormente
se convirtió en un escéptico.242 Nunca se mostró amargo hacia la Iglesia de su
infancia, pero llegó a considerar sus dogmas como imperfectos e insostenibles.243
Había perdido la fe, es verdad, pero nunca dejó de interesarse por la religión. En
The Last Decalogue (El último decálogo), versión de los diez mandamientos adecuada
a una época basada en el rendimiento económico, quebranta la hipocresía de la
piedad victoriana.90 De su lucha con este mundo sin Dios surge en ocasiones una
vitalidad sorprendente, una sensación de tranquilidad, incluso de victoria, por
coyuntural que esta sea.244 En el Oriel College de Oxford llevó grupos de lectura,
uno de los cuales le sugirió243 el poema homérico-pastoral The Bothie of Tober-na-
Vuolich (1848), escrito en hexámetros242 y pleno de socialismo, humorismo de los
grupos de lectura y paisajes escoceses.245 Su pensamiento heterodoxo en aquel
momento había entrado en conflicto con la ortodoxia requerida en su labor
académica, lo que le obligó a renunciar a esta; la sensación de alivio que esta
renuncia le supuso se manifestó en textos literarios optimistas a la par que
reflexivos, y publicó poemas tanto nuevos como antiguos.245 Así, Ambarvalia (1849),
publicado conjuntamente con su amigo Thomas Burbidge, contiene poemas breves de
diversas fechas desde 1840 (o anteriores) en adelante.245 En Roma, en 1849,
escribió Amours de Voyage (Amores de viaje), una novela corta en verso.242 Su
último poema extenso, el Dipsychus, fue escrito en un viaje a Venecia en 1850.246
Se trata de una sátira más bien irregular.245 Cabe destacar también los idilios que
componen Mari Magno, o relatos de a bordo245 (1861). Sus poemas, aunque repletos de
delicadas y sutiles meditaciones, son, a excepción de algunos poemas líricos
breves, deficientes en su forma, y los hexámetros que empleó en The Bothie…
resultan a menudo toscos, aunque tal vez utilizados tan eficazmente como por
cualquier escritor de poesía en inglés.242 Clough fracasó en llevar a cabo
cualquier proyecto extenso, y su poesía resulta deficiente en forma y acabado; con
todo, para las mentalidades congeniales posee un encanto mayor que el de mucha
poesía de superior refinamiento y elaboración más exquisita.246 Aunque Clough fue,
hasta cierto punto, un discípulo de Wordsworth, muestra la originalidad de un
verdadero genio en sus descripciones de paisajes y en su tratamiento de los grandes
problemas sociales y filosóficos de su tiempo. Si bien algunos contemporáneos
mostraron mayor destreza artística, nadie ofreció mayores indicios del poder de
revestir el lenguaje poético de una reflexión seria.246 Algunos de sus mejores
poemas líricos poseen una intensidad melódica que iguala a su profundidad
reflexiva.245 No obstante, era justamente considerado, al igual que su amigo
Matthew Arnold, como uno de los poetas ingleses más característicos de mediados del
siglo XIX.245 Su poesía lleva a cuestas la melancolía y la perplejidad de una época
de transición.245 En el aspecto técnico, la obra de Clough resulta interesante para
los estudiosos de la métrica, debido a los experimentos que llevó a cabo, en The
Bothie y otras, con hexámetros en inglés y otros tipos de versos formados sobre la
base de modelos clásicos.245 Clough vino a tender un puente entre la primera etapa
de la época victoriana y algunos de los poetas victorianos más tardíos,
caracterizados por su cinismo, su exuberancia, por admitir una tierra cada vez más
fría y un cielo cada vez más vacío.247

Henry Alford (1810-1871) publicó, en febrero de 1833, su obra lírica inaugural,


Poemas y fragmentos poéticos,248 volumen que sería posteriormente reeditado con
adiciones, conjuntamente con un poema extenso, La escuela del corazón, en 1835.249
Con posterioridad, en 1841, publicó, junto con otros poemas nuevos,248 otro pequeño
volumen titulado El abad de Muchelnaye, con sonetos, etc.249 Una colección de
Salmos e himnos suyos apareció en la primavera de 1844.248 Dos de sus numerosos
himnos, el himno a la cosecha "Come, ye thankful people, come", y el himno
bautismal "In token that thou shalt not fear", se han ganado una muy alta
posición.249 En momentos puntuales hizo buena su reivindicación de ser considerado
como uno de los más sutiles y tiernos de entre los poetas religiosos menores de
Inglaterra.248

Bajo el título de El año de la plegaria, Alford publicó en 1866 un libro de


devoción familiar; y en 1867, una colección de himnos originales titulada El año de
la alabanza, obras poco pretenciosas pero que popularizaron ampliamente el nombre
del autor.248 Su última efusión poética de considerable extensión fue The Children
of the Lord's Prayer, que apareció en 1869.248

El deán Alford fue un hombre tan consumado como cualquiera de su generación; e


indiscutiblemente habría llegado a ser una eminencia mucho mayor de lo que jamás
logró ser en poesía, oratoria, música, pintura, teología o en la literatura en
general, si hubiese aspirado a sobresalir solo en una o dos de esas artes o
ciencias, en lugar de esforzarse por brillar en todas ellas por igual.248

La pobreza, la carencia durante muchos años de un hogar fijo y una muy mala salud
contribuyeron a ahondar las opiniones religiosas250 de Dora Greenwell (1821-1882).
Miss Greenwell comenzó su carrera como escritora con la publicación de un volumen
de poemas en 1848.250 Fue bien acogido, y seguido en 1850 por otro volumen,
Historias que podrían ser ciertas, con otros poemas. Un tercer volumen apareció en
1861, y de este se publicó una edición ampliada en 1867. Su siguiente volumen de
poemas se tituló Carmina Crucis (1869).250 Posteriormente publicó Songs of
Salvation (Canciones de salvación, 1873), The Soul's Legend (La leyenda del alma,
1873) y Camera Obscura (1876), todas obras poéticas.251

La poetisa y filántropa londinense Adelaide Anne Procter (1825-1864) comenzaría en


1853 una prolongada vinculación con Household Words entregando algunos poemas bajo
el nombre de «Mary Berwick». Dickens, el editor, era amigo de su padre, y ella optó
por el anonimato porque no deseaba beneficiarse de su amistosa parcialidad. Aquel
dio su visto bueno a aquellas poesías y publicó muchas de ellas ignorando su
origen.252 Todos sus poemas fueron originalmente publicados en Household Words o en
All the Year Round, excepto dos en el Cornhill y dos en Good Words.252

Miss Procter, si bien no era una gran poetisa, poseía un don para el verso, y se
expresaba con distinción, encanto y sinceridad. Se apropiaba de poco o nada, y
mostró el mejor provecho en sus poemas narrativos. "La historia del ángel", "La
leyenda de Bregenz", "La leyenda de Provenza", la "Historia de un alma fiel", se
encuentran en numerosas antologías poéticas.252 Sus poemas fueron publicados en los
Estados Unidos, y también traducidos al alemán. En 1877 la demanda de poemas de
Miss Procter en Inglaterra superaba la de los de cualquier escritor vivo a
excepción de Tennyson.252

Anne Ross Cousin (1824-1906) es célebre por su himno The sands of time are sinking
(Las arenas del tiempo se hunden), escrito en Irvine en 1854.253 El original se
componía de diecinueve estanzas y apareció por primera vez en The Christian
Treasury en 1857, bajo el encabezamiento Last Words of Samuel Rutherford.253 El
estribillo del himno daría título al libro de Mrs. Cousin Immanuel's Land and other
Pieces (1876; segunda edición revisada en 1896). Sus siguientes himnos más
populares son O Christ, what burdens bowed Thy head254 y King Eternal! King
Immortal, que ha sido musicalizado y cantado con frecuencia en grandes festivales
corales.254

Dos poetas religiosos, protegidos de Bridges, fueron Richard Watson Dixon (1833-
1900), conocido también como historiador de la Iglesia, y Digby Mackworth Dolben
(1848-1867). Lo mejor de Dixon son sus poesías líricas breves.255 Publicó siete
volúmenes de poesía.256 Su primer poemario publicado, titulado Christ's Company,
había aparecido en 1861, y un segundo, Odas históricas, le seguiría en 1863. Estos
primeros poemas de Dixon se distinguen por no poco del colorido y la imaginación, y
también por algo de la excentricidad, que marcaron las primeras obras de la escuela
prerrafaelita.257 Los poemas del primer volumen, aunque en gran parte sobre
temáticas religiosas, no son estrictamente poesía religiosa; son obras de una
pintoresca imaginación más que de sentimiento devocional. Las Odas históricas
muestran un avance en sencillez, y un poder constructivo de las odas, que Dixon
posteriormente llevaría aún más lejos. Las odas sobre Wellington y Marlborough
están muy bien escritas, y merecen más atención de la que han recibido.257 Pero no
fue hasta 1883 que atrajo una atención sobresaliente con Mano, un poema histórico
en terza rima, que fue elogiado con entusiasmo por Swinburne. Completaría este
éxito con tres volúmenes impresos de forma privada: Odas y églogas (1884), Poemas
líricos (1886) e Historia de Eudocia (1888).258 En 1892 Dixon publicó un poema en
latín, Carmen elegiacum in obitum Edwini Hatch, D.D. Los últimos poemas de Dixon
son los mejores. Crecían hasta el final en sencillez y fuerza intelectual. Sus
postreras canciones poseen algo de la franqueza y de la calidad musical e
imaginativa de Blake. Las odas "On Conflicting Claims" y "On Advancing Age", y la
que lleva por título "The Spirit Wooed", pueden ser consideradas sus obras
maestras;259 pero él nunca alcanzaría una popularidad general como poeta, estando
el atractivo de su poesía directamente dirigido al erudito. Gran estudioso de la
historia, sus estudios en esa dirección dieron colorido a gran parte de su poesía.
La atmósfera romántica está notablemente preservada en Mano, un exitoso ejercicio
métrico en la difícil terza rima. Sus poemas característicos poseen encanto y
melodía, sin introducir ninguna nota o variedad rítmica nuevas. Es contemplativo,
sobrio y afinado en la ejecución literaria, un típico ejemplo de la escuela de
Oxford.258 Los Poemas escogidos de Dixon fueron publicados en 1909 con una
semblanza biográfica del autor escrita por Robert Bridges.258 Dolben murió
demasiado joven para cumplir lo que sus versos prometían.255

Tras escribir Sing-Song (canciones de cuna) en 1872, la poetisa Christina Rossetti


(1830-1894) se dedicó principalmente a la composición de obras de edificación
religiosa, metódicamente meritorias, pero escasamente relevantes para ser
literatura. Alcanzaron, no obstante, una amplia difusión, y probablemente hicieron
más por popularizar el nombre de la autora de lo que un segundo Goblin Market
podría haber conseguido.Nota 22260 En 1890 la S.P.C.K.Nota 23 publicó un volumen de
su poesía religiosa.261

Poetas espasmódicos
Artículo principal: Poetas espasmódicos
La «escuela espasmódica» debe su denominación al profesor Aytoun,Nota 24 quien
parodió su estilo en Firmiliano. El epíteto, sin embargo, se lo aplicó por primera
vez Carlyle a Byron. La escuela incluye a George Gilfillan, Philip James Bailey,
John Stanyan Bigg, Dobell, Alexander Smith y, según algunos críticos, Gerald
Massey. Se caracterizaba por una tendencia subyacente al descontento con el enigma
de la existencia, por un empeño estéril, una lucha sin recompensa, una desazón
escéptica, y por un esfuerzo inquieto en pos de lo inalcanzable. En consecuencia,
reflejaba fielmente cierta fase del pensamiento del siglo XIX. Las creaciones de la
escuela están marcadas por un exceso de metáforas y una habitual extravagancia
lingüística. Por otro lado, muestran una frescura y una originalidad a menudo
ausentes en obras más convencionales.262

Poesía social y poesía política


Thomas Hood (1799-1845), humorista y poeta, fundó una revista y la dirigió desde su
lecho de enfermo, del que nunca se levantaría,263 y en el que compuso poemas, muy
pocos en número, pero inmortales en la lengua inglesa, tales como "Song of the
Shirt (Canción de la camisa)" (que apareció de forma anónima en el número navideño
de Punch de 1843), "The Bridge of Sighs (El puente de los suspiros)" y "Song of the
Labourer (Canción del jornalero)", que aprovecharon los profundos intereses humanos
de la época, y los transportaron desde el terreno de la filosofía social hacia los
más sublimes dominios de la imaginación. No son expresiones clamorosas de ira ante
las discrepancias y los contrastes de la humanidad, sino sencillos, solemnes
cuadros de las condiciones de vida, cuya existencia no podían negar ni el político
ni el moralista, y que éstos están imperativamente llamados a remediar. La mujer,
en su vida desaprovechada, en su muerte apresurada, se presenta en ellos apelando a
la sociedad que la degrada, con una combinación de elocuencia y poesía, de formas
artísticas a la vez instantáneas y permanentes, y con gran energía y variedad
métricas.263 En el New Monthly Magazine apareció Miss Kilmansegg, tal vez su obra
maestra dentro de su más característico estilo propio. Un éxito aún mayor
alcanzaría la "Canción de la camisa".264 En 1844 recopiló algunas de sus
composiciones recientes en un volumen titulado Whimsicalities (Caprichosidades),
ilustrado por Leech.Nota 25264 Sus poemas fueron editados por el canónigo Ainger en
1897.264
Como poeta en el sentido más convencional y restringido era elegante, grácil y
sensible, pero no muy potente. Como humorista era exuberante y estaba dotado de una
facultad perfectamente excepcional de jugar con las palabras. Como poeta es un
discípulo nada indigno de Lamb y Hunt; como humorista se asemeja a Barham,Nota 26
con menos opulencia de invenciones grotescas, pero con un patetismo para el que
Barham era un extraño. En sus dos poemas más famosos, la "Canción de la camisa" y
"El puente de los suspiros", este patetismo está casi separado del elemento
humorístico en el que comúnmente va incrustado, y el resultado son dos de los más
raros logros de la poesía contemporánea.265

Teniendo en cuenta las circunstancias de presión bajo las que escribió, no es de


extrañar que gran parte de su obra fuera efímera y estuviera por debajo de sus
facultades, pero en su particular línea de humor es único, mientras que sus poemas
serios están imbuidos de imaginación y genuino patetismo. Algunos de ellos, como la
"Canción de la camisa" y "El puente de los suspiros", resultan perfectos en su
género.266

Thomas Cooper (1805-1892) fue un destacado cartista desde 1840 y en los años
posteriores fue uno de los líderes de la facción más extremista entre los
cartistas.267 En 1842-43 fue acusado de sedición y conspiración,268 y condenado a
dos años de prisión. La mayor parte de ese tiempo la pasó en la cárcel de
Stafford,268 donde escribió algunos cuentos y El purgatorio de los suicidas, una
epopeya política en diez libros, escrita en estancias spenserianas. El poema es una
representación poética de los ideales del movimiento radical, y las circunstancias
y motivaciones de algunos de los más famosos suicidios de la historia son
utilizados como contexto moral y político de la obra.268 Gracias a la ayuda de
Douglas JerroldNota 27 la obra apareció en 1845.269 Alcanzaría una tercera edición
en 1863.268 En 1856 renunció súbitamente a las doctrinas de libre pensamiento que
durante tantos años había sostenido.269 Las Obras poéticas reunidas de Cooper
fueron publicadas en Londres (1877).268

En 1855, Ernest Charles Jones (1819-1869) publicó el volumen El día de la batalla y


otros poemas, del cual Landor escribió: "Byron lo habría envidiado, Scott lo habría
aplaudido". Sus canciones políticas, de las cuales las mejores son la "Canción de
los pobres", la "Canción de los jornaleros", la "Canción del esclavo de la fábrica"
y la "Canción de las clases pobres", muestran un poderío lírico considerable, y
fueron sumamente exitosas.270 En 1857 publicó La rebelión del Indostán,
supuestamente escrito en prisión, en 1848 y 1849, con su propia sangre sobre las
hojas sueltas de un devocionario rasgado, e impreso de forma privada en 1850; en
1859 escribió Corayda y otros poemas.270 Como poeta poseía una gran aptitud
lírica.270

Joseph Skipsey (1832-1903), el poeta minero, que trabajó en las minas de carbón
desde los siete años, no tenía estudios, pero pronto aprendió a leer y escribir.271
En 1859 publicó un volumen de Poemas, del cual no parece haberse conservado copia
alguna.271 Durante los últimos treinta años de su vida, publicó varios volúmenes de
poesía,272 incluyendo Poemas, canciones y baladas (1862); El niño minero y otros
poemas líricos (1864); Poemas (1871) y Un libro de poemas líricos misceláneos
(1878).271 Siguieron Villancicos de las minas de carbón (1886) y Canciones y poemas
líricos (1892). La obra publicada de Skipsey pronto recibió elogios de los críticos
perspicaces.271 Oscar Wilde comparó sus Villancicos de las minas de carbón con la
obra de William Blake.271

Los poemas de Skipsey eran principalmente líricos, y muestran la influencia de


Burns y Heine. Lo mejor de su obra está en las poesías inspiradas por su
experiencia como minero. Adquirió el hábito de revisar cuidadosamente su trabajo,
pero no pudo vencer la innata aspereza de su lenguaje.273
Poesía cómica y humorística
Entre la poesía menor de la época victoriana no debemos olvidar la masa de buenos
versos humorísticos que encontraron salida en las páginas del Punch y de otras
publicaciones cómicas.274 Los tres tipos de humor ―el disparate, la parodia gruesa
y la sugestión sutil― tuvieron exponentes valiosos. La crema del despropósito se
encuentra en el Book of Nonsense (Libro de los disparates)274 (1846) de Edward Lear
(1812-1888),Nota 28 que Ruskin situó en primer lugar en una lista de cien libros
placenteros de la literatura contemporánea, un juicio respaldado por niños
anglohablantes en todo el mundo.276 La paradójica originalidad y la destreza
artística ostentosamente maleducada de sus numerosos libros de disparates le
valieron una fama más universal que sus obras serias.276

Desde 1866, el comediógrafo W. S. Gilbert aportó excelentes versos cómicos a la


revista Fun, con ilustraciones humorísticas hechas por él mismo, bajo la firma de
«Bab».277 La primera balada ilustrada fue General John (1 de junio de 1867). A
partir de esta fecha se convertirían en un rasgo habitual del magacín.278 Una
selección de estos poemas líricos, en los que la destreza artesanal combina una
estimulante sátira sobre el carácter engañoso de las apariencias con los
incontenibles disparates de un Lewis Carroll, fue publicada en 1869 de forma
independiente bajo el título de Bab Ballads (Baladas de «Bab»), y fue seguida por
More Bab Ballads (Más baladas de «Bab»)277 (1873). Las Baladas de «Bab» cimentaron
la reputación de Gilbert como un caprichoso humorista poético.278 Pero Gilbert
también buscó efectos paródicos gruesos en los libretos de sus famosas óperas
cómicas. Son ingeniosos por las rimas, convincentes por la lógica y desconcertantes
por las consecuencias. El verso no está vestido con la belleza de los de
Aristófanes ―cuyas comedias son lo que más se le parece―, pero la música de
Sullivan les da una gracia muy subida. No solo es la perfección de la música ligera
y humorística, sino la resurrección del genuino arte inglés de la melodía.279

Charles Stuart Calverley (1831-1884), poeta y traductor; padre literario de lo que


podría llamarse escuela universitaria del humor;280 brillante como erudito, músico
y orador, es tal vez más conocido como uno de los más grandes parodistas.281 Sus
parodias y otras coplas humorísticas ya lo habían hecho famoso entre sus compañeros
de estudios cuando su talento se dio a conocer al mundo por vez primera con la
publicación de Versos y traducciones en 1862.282 Calverley fue uno de los hombres
más brillantes de su tiempo; y, si hubiera gozado de salud, podría haber llegado a
sobresalir en cualquier carrera que eligiera.280 Su legado señala solo una pequeña
porción de su talento, pero sus versos chispeantes y danzantes, que han tenido
muchos astutos imitadores, aún no tienen rival en su propio estilo. Su humor estaba
iluminado por el buen carácter; sus sátiras eran perspicaces pero benévolas.280
Imbuido del espíritu clásico, introdujo en la creación de poesía ligera el
pulimento y la elegancia de los grandes maestros, e incluso en su humor más
caprichoso, sus versos se elevan al nivel de la poesía gracias a la excelencia
salvadora del estilo.280 Su poder imitativo, combinado con su ágil ojo para lo
ridículo, hicieron de él tal vez el mejor parodista en su idioma. Su destreza
intelectual, su lúdico humor y su agudo ingenio lo sitúan en primera fila entre los
modernos escritores de los géneros poéticos más ligeros.282 Es maestro de la
parodia sutil y de las sorpresas ingeniosas tanto en versos en inglés como en
versos latinos. Ha tenido muchos imitadores en la parodia, pero sus impresiones de
Tennyson, Browning, Rossetti y Tupper son particularmente vivas y durarán tanto
como sus fuentes. Calverley coloca la idea o el epíteto incongruente en sus versos
ligeros con un arte que tuvo por padre a Horacio.283 El ingenio de Calverley era
sentido común refinado; no era un místico, y dirigía sus bienhumoradas burlas
contra lo artificioso, lo oscuro y lo mórbidamente sentimental.282 Su poesía tiene
el peculiar encanto del optimismo de un colegial combinado con la exquisita cultura
de un concienzudo erudito.282 Publicó Versos y traducciones (1862) y Fly-leaves
(1872). También tradujo a Teócrito (1869).281

El movimiento prerrafaelita
Artículo principal: Poesía prerrafaelita
En 1850 aparece una nueva tendencia en la poesía victoriana: la del movimiento
prerrafaelita, surgida, a su vez, de la acción de la Hermandad Prerrafaelita, una
asociación de pintores, poetas y críticos ingleses fundada en 1848 en Londres. Este
movimiento poético y artístico protestaba contra la naturaleza mecánicamente
literal de la mentalidad victoriana y pretendía recuperar parte de la
espiritualidad y de la sencillez del mundo medieval.284

Últimos poetas victorianos


Augusta Webster (1837-1894) publicó en 1860, bajo el nombre de «Cecil Home», un
volumen titulado Blanche Lisle y otros poemas. Bajo el mismo seudónimo apareció en
1864 el poema Lilian Gray.285 El primer volumen importante de poesía original de
Mrs. Webster, Estudios dramáticos, fue publicado en 1866. Contiene "The Snow-
waste", uno de sus mejores poemas. En 1870 apareció Retratos, la obra en verso más
llamativa de Mrs. Webster aparte de sus dramas. Alcanzaría una segunda edición el
mismo año de su publicación, y una tercera en 1893. Un poema notable, The Castaway,
se ganó la admiración de Browning, y merece un lugar junto al Jenny de Rossetti.285

Durante sus primeras visitas a Italia, Mrs. Webster se había sentido atraída por
las canciones campesinas italianas conocidas como rispetti, y en 1881 publicó Un
libro de rimas, que contiene poemas rurales llamados "rispetti ingleses". Fue la
primera en introducir dicho formato en la poesía inglesa.286

La poesía de Mrs. Webster le da derecho a un lugar elevado entre los poetas


ingleses. Usó con éxito la forma del monólogo dramático. A menudo sacrificaba la
belleza en favor de la intensidad, pero poseía una gran destreza métrica y oído
para la melodía. Algunos de sus poemas líricos merecen un lugar en cada antología
de la poesía inglesa moderna. Muchos de sus poemas tratan entera o incidentalmente
de cuestiones que afectan especialmente a las mujeres.287

Al morir Tennyson en 1892 se tenía la sensación de que ninguno de los poetas


entonces vivos, excepto Swinburne o William Morris, que estaban fuera de
consideración por otros motivos, eran lo suficientemente sobresalientes como para
heredar la corona de laurel, y durante varios años no fue nombrado ningún nuevo
poeta laureado.288 Finalmente, en 1896, fue designado Alfred Austin (1835-1913).
Como poeta laureado, sus poesías de circunstancias no escaparon de la crítica
adversa, siendo un ejemplo notable su arrebatado poema en alabanza de la Incursión
de Jameson de 1896. La característica más lograda de la poesía de Austin es un
genuino e íntimo amor por la naturaleza. Sus idilios en prosa, El jardín que amo y
En el jardín de Verónica, están repletos de un agradable sabor a aire libre, que es
también el rasgo destacado de sus Poemas líricos ingleses. Sus poemas líricos
carecen de espontaneidad e individualidad, pero muchos de ellos poseen un sencillo
y metódico encanto.288

Thomas Gordon Hake (1809-1895), médico y poeta, estuvo al servicio de la condesa de


Ripon, quien estaba emparentada con la familia de su madre. La belleza de los
bosques de Lady Ripon en Nocton revivió dentro de él el espíritu poético. Escribió
su Lirio del valle y sus Old Souls (Viejas almas), los cuales, junto con otros
poemas, se unieron en El epitafio del mundo, impreso de forma privada en 1866 en
una edición de cien copias.289 En los años posteriores se mantuvo ocupado
principalmente en la composición y publicación de poesía para minorías, más
dificultosa que oscura en concepto y lenguaje, pero nada atractiva para aquellos
que no pudieran apreciar el simbolismo místico. En 1871 publicó Madeline y otros
poemas, que reproducía gran parte de El epitafio del mundo.289 En 1876 apareció New
Symbols (Nuevos símbolos); en 1879 Legends of the Morrow (Leyendas del mañana); en
1880 Maiden Ecstasy (El éxtasis de la doncella); en 1883 The Serpent Play (El juego
de la serpiente), y en 1890 The New Day (El nuevo día), una colección de sonetos a
la manera de Shakespeare.289
Hake es un raro ejemplo de poeta que ha producido casi toda su obra después de los
cincuenta.289 No hay ningún poeta a quien sería más aplicable la frase de Tennyson:
"Apagó su música", y más si cabe en la medida en que el resultado es realmente
música, soliendo estar los versos más artificiales de Hake acompañados de una
melodía que demuestra que la expresión métrica era, después de todo, natural para
él, y esa poesía era en realidad su vocación. Es, no obstante, esencialmente un
poeta de la reflexión, a pesar del carácter objetivo de la mayoría de sus poemas y
del empeño de éstos por representar las ideas mediante símbolos materiales. Su
poder descriptivo y su sentido de la condición misteriosa de la naturaleza están
equilibrados con frecuentes caídas en la trivialidad; la impresión total que
producen es, no obstante, de dignidad y distinción intelectual, y tienen, en todo
caso, el mérito de ser independientes de toda la poesía contemporánea. La relativa
fluidez y flexibilidad de los sonetos de Hake, su última obra poética, parecen
indicar que habría superado sus defectos si la edad le hubiera permitido seguir
escribiendo.289

Mathilde Blind (1841-1896) publicó varios libros de poesía: La profecía de San


Odrán (1881), El brezo en llamas (1886), Canciones y sonetos (1893), Aves de paso
(1895), etc.290 Su obra inicial es un pequeño volumen de Poemas inmaduros publicado
en 1867 bajo el seudónimo de «Claude Lake». Visitas a Escocia la inspiraron dos
poemas de considerable alcance y pretensión: La profecía de San Odrán (publicado en
1881, pero escrito algunos años antes), que narra la singular leyenda de este
santo, y El brezo en llamas (1886), una denuncia de los desahucios indiscriminados
en las Highlands. Ambos están llenos de apasionada elocuencia y energía.291 En 1888
Mathilde Blind produce la más ambiciosa de sus obras, El ascenso del hombre,
diseñada como la epopeya de la evolución según Darwin. El poema de Mathilde Blind
es bueno solo por partes, pero las mejores partes son muy buenas.291 Su última obra
poética fue ejecutada en Stratford-on-Avon, donde la tranquila belleza de los
paisajes de Warwickshire y las asociaciones con Shakespeare la inspiraron algunos
sonetos muy hermosos.291

Había en Mathilde Blind más carácter del que lograba sacar a relucir en su poesía,
aunque ningún esfuerzo era vano. La conciencia del esfuerzo, de hecho, es un
inconveniente para disfrutar de su poesía. Sin embargo, en ocasiones, especialmente
en canciones, sonetos y en los poemas líricos que le inspiraba su solidaridad con
las clases indigentes y marginadas, logra un resultado perfecto; y el colorido
local de sus poemas de tema escocés y de muchos de los de temática oriental es
hermoso y genuino. Algunos de sus sonetos resultan sumamente impresionantes; no
obstante, hacía más verdadera justicia a sus facultades cuando dejaba a un lado sus
ropajes cancioneriles.292

Arthur O'Shaughnessy (1844-1881) se interesó por la historia natural, y llegó a ser


una autoridad en la rama de la herpetología. Su atención, no obstante, se había
centrado, más decididamente incluso, en la poesía y la literatura en general. En
1870, sin haber ofrecido muchas evidencias previas de su talento, asombró a los
lectores de poesía con su Epopeya de las mujeres y otros poemas, ilustrado con
diseños de su amigo J. T. Nettleship.Nota 29 Este volumen atrajo merecidamente una
gran admiración por la espontánea melodía de su lírica, así como por la fuerza y la
pasión dramáticas de algunas de sus más elaboradas composiciones. Las expectativas
así creadas no se vieron cumplidas con sus Lais de Francia (1872), adaptado
principalmente a partir de los poemas de María de Francia; y a pesar de que Music
and Moonlight (La música y la luz de la luna) (1874) habría llamado la atención si
hubiera sido su primera obra, parecía una flojísima repetición de Epopeya de las
mujeres, excepto por los indicios de una nueva veta en "Europa" y algunos otros
poemas cargados de alusiones políticas.293 Sus poemas póstumos fueron publicados el
mismo año de su muerte bajo el título de Songs of a Worker (Cantos de un obrero).
En general, no muestran ningún avance con respecto a sus composiciones anteriores,
pero incluyen algunos bonitos poemas sobre escultura, un tema al que postreramente
había dedicado mucha atención.293
Su mejor poesía tiene las características de la música de Chopin: ensoñadora y a
veces extraña, con un melodía original, deliciosa e inagotable. Algunas piezas,
tales como "Flores de palma", exhiben, además, una notable facultad para la vistosa
pintura verbal; otras, como "La hija de Herodías", poseen gran intensidad
dramática, otras fascinan por un misticismo semi-sensual, y "Chaitivel" y
"Bisclavaret" son salvajemente imaginativas. Sin embargo, todos estos dones,
excepto el de la música verbal, parecieron ir desapareciendo a medida que el poeta
envejecía, y su decadencia no fue compensada por un crecimiento en la fuerza
intelectual.293

O'Shaughnessy era un genuino cantor; pero sus poemas carecen de importancia en los
temas y de dignidad en las ideas. Sus melodías resultan a menudo espléndidas; y,
como en "El manantial de las lágrimas", la riqueza de sus metáforas encubre cierta
vaguedad e indecisión de la facultad creadora. Era muy afortunado en el uso audaz
de la repetición y el eco, mediante los cuales garantizaba efectos que por sus
obsesionantes melodías resultan casi inimitables.294 Ha sido menospreciado por
algunos críticos, pero su memoria fue reparada por Francis Turner Palgrave, quien
dijo con cierta exageración que su talento para la métrica era el mejor de
cualquiera de los poetas posteriores a Tennyson, y que "todo lo suyo poseía una
musicalidad obsesionante".294

Edmund Gosse (1849-1928) se distinguió como poeta y como crítico, siendo las
siguientes sus obras poéticas más destacadas: Madrigales, canciones y sonetos
(1870); On Viol and Flute (De la viola y la flauta) (1873);295 El rey Erik (1876);
Nuevos poemas (1879); Ferdousí en el exilio (1885); In Russet and Silver (En
bermejo y plata) (1894)296 y Poemas recopilados (1896).297

Philip Bourke Marston (1850-1887) era hijo del dramaturgo y crítico John Westland
Marston, y ahijado del poeta Philip James Bailey y de la novelista y poetisa Dinah
Craik. A lo largo de su carrera, la poesía de Marston fue haciéndose
progresivamente más y más triste y melancólica. Los idilios de la vida floreciente,
tales como el precoz y muy hermoso "La rosa y el viento" fueron sucedidos por
ensueños del sueño y del reposo de la muerte. Estas clases y gradaciones de
sensaciones, que reflejan los sucesivos ideales de acción y quietud del poeta,
resultan trazables298 a través de sus tres volúmenes de poesía publicados en vida:
Song-Tide and Other Poems (Marea de canciones y otros poemas) (1871), All in All
(1875) y Wind Voices (Las voces del viento) (1883), abundan en hermosas
meditaciones expresadas en un lenguaje hermoso, pero pronto se vuelven tediosos por
la monotonía, no solamente de sentimientos, sino del léxico y las figuras poéticas.
El soneto era indudablemente lo más apropiado para reproducir su veta usual de
sentimiento; y esa forma de versificación u otras relacionadas llegaron a ser tan
habituales en él que parecía experimentar una dificultad a la hora de fundir sus
ideas en cualquier otro molde. Sin embargo, la suprema excelencia es a la vez tan
indispensable en el soneto y tan difícil de alcanzar, que a pesar de que Marston no
siempre está a la altura de la misma, la mayor parte de su obra en esta
especialidad solo puede ser clasificada como de segunda categoría. También adolecía
de ser un seguidor demasiado fiel, degenerando en la imitación, de un maestro más
grande: Rossetti.299 Dos colecciones póstumas de sus poemas fueron publicadas por
Mrs. Moulton,Nota 30 con los títulos de Secretos del jardín (1887) y Una última
cosecha (1891).299

El académico y político galés Sir Lewis Morris (1833-1907) publicó en 1871


Canciones de dos mundos, que mostraba la influencia de Tennyson y fue bien
recibida, aunque más bien por el público en general que por los círculos más
críticos.300 La primera serie, publicada de forma anónima, estaba principalmente
compuesta de poemas líricos aportados desde 1865 en adelante a una pequeña sociedad
literaria y artística, «The Pen and Pencil Club» («Club de la Pluma y el
Lápiz»).301 El verso sonoro y su plácido optimismo atrajeron una gran popularidad
para estas Canciones, y una segunda serie que siguió en 1874, y una tercera
publicada en 1875, resultaron igualmente atractivas.301 Con posterioridad, Morris
emprendería la composición de una serie de monólogos en verso blanco puestos en
boca de los principales personajes de la mitología griega.301 Estos poemas
expresaban los prejuicios e ideales morales de su propia época. Las composiciones
estaban relacionadas entre sí por el recurso de una peregrinación al Averno.
Finalmente todos fueron recopilados bajo el título general de La epopeya de
Hades301 (1876-77), una ambiciosa obra que gozó de una extraordinaria popularidad,
y que, si bien exhibe un talento innegable tanto en la versificación como en su
poder narrativo, carecía de las cualidades de los géneros superiores de poesía.300
Estaba compuesta por tres secciones denominadas "Hades", "Tártaro" y "Olimpo".301
Su lucidez expresiva, las numerosas imágenes idílicas, los pasajes de exaltación
espiritual, unidos a un carácter fuertemente didáctico, hicieron que la obra fuera
especialmente popular entre la clase media.301

Como periodista, poeta, crítico e historiador, Andrew Lang (1844-1912) pronto se


ganaría una reputación como uno de los escritores más calificados y versátiles de
su tiempo. Su primera publicación fue un volumen de experimentos métricos, Baladas
y poemas líricos de la vieja Francia (1872), y éste fue seguido a intervalos por
otros volúmenes de primorosa poesía: XXII Ballades in Blue China (1880; edición
ampliada en 1888), Ballads and Verses Vain (1884), seleccionados por Mr. Austin
Dobson; Rhymes à la Mode (1884), Grass of Parnassus (1888), Ban and Arrière Ban
(1894),302 etc.

Poesía dialectal
William Barnes (1801-1886) fue el poeta de Dorsetshire.303 Si bien sus estudios
principales se desarrollaron en el ámbito de la filología, ya en 1833 escribió para
el County Chronicle sus primeros poemas en el dialecto de Dorset, entre ellos dos
églogas inigualables: "The 'Lotments" y "A Bit o' Sly Coorten".303 La obra sería
editada de forma independiente en 1844,304 bajo el título de Poemas de la vida
rural en dialecto de Dorset.305 En 1858 apareció una segunda serie de poemas de
Dorset bajo el título de Hwomely Rhymes, varias de cuyas composiciones ―en especial
"The Vaices that be Gane"― fueron eficazmente traducidas al francés para las
Beautés de la Poésie Anglaise (Bellezas de la poesía inglesa) de De Chatelain.Nota
31306 Una nueva serie de Poemas de la vida rural en dialecto de Dorset apareció en
1862, y en 1868 el autor fue persuadido de publicar una serie de Poemas de la vida
rural en inglés común, que obtuvo menos éxito que sus poemas dialectales. Estos
últimos fueron recopilados en un solo volumen en 1879.307

Los poemas de Barnes se caracterizan por una singular dulzura y ternura emotivas,
una honda percepción de la humilde vida rural y de sus personajes, y una exquisita
sensibilidad para la ambientación local.304 Su poesía es de carácter esencialmente
inglés; ningún otro escritor ha mostrado un cuadro tan sencillo y sincero de la
vida familiar y del trabajo en la Inglaterra rural. Su obra está llena de humor y
de limpia, entusiasta alegría de vivir; y su rusticidad va singularmente unida a un
sentido literario y un notable acabado técnico. Barnes es ciertamente el Teócrito
victoriano; y, a medida que la vida rural inglesa sucumbía lentamente ante el
avance del ferrocarril y el telégrafo, sería más y más leído por su cálido y
evocador recuerdo del amor y la piedad rústicos.307

"Escritor lírico de una genialidad en grado sumo", Barnes fue también un muy
interesante vínculo entre las formas presentes y pasadas de la vida rural ―un
repertorio de costumbres, palabras y sentimientos olvidados―. A diferencia de
Burns, Béranger y otros poetas del pueblo, nunca adopta el estilo más convencional,
y abandona totalmente la ambición, el orgullo, la desesperación, la rebeldía y las
grandes pasiones. "Sus rústicos son, por regla general, gente feliz, y rara vez
sienten el aguijonazo del resto del moderno género humano ―la desproporción entre
el deseo de serenidad y la facultad de obtenerlo―". Al igual que Chaucer, Barnes
está lleno de alegría de vivir. Menos sombrías y más rústicas que las de Crabbe,
sus églogas, inigualadas en inglés, no son totalmente indignas de comparación con
los prototipos de Teócrito y de Virgilio.308

En 1856, Edwin Waugh (1817-1890), poeta de Lancashire, aumentó enormemente su


reputación con su canción "Come whoam to the childer an' me".309 En seguida se hizo
inmensamente popular, no solo en Lancashire sino fuera de allí, e incluso en las
colonias. La Saturday Review la llamó "uno de los más deliciosos idilios del
mundo".309

El éxito de este poema lírico influyó en gran medida en la carrera posterior de


Waugh.309 Numerosas composiciones métricas permanecían aún en manuscrito. Preparó
entonces algunas de ellas para su publicación, y aparecieron, con numerosas
adiciones en el dialecto de Lancashire, en sus Poemas y canciones (1859).309

El mayor obstáculo para la popularidad de Thomas Edward Brown (1830-1897) es el


empleo del dialecto de la isla de Man. A Brown le interesaban la naturaleza y la
gente sencilla, y le gustaba expresarse honrada e individualmente. Tiene cierto
tono místico.310 La primera de sus historias en verso, Betsy Lee, apareció en el
Macmillan's Magazine en abril de 1873. Esta sería reeditada junto con otros tres
poemas narrativos maneses bajo el título de Fo'c'sle Yarns en 1881, y en 1889
apareció una segunda edición. El doctor y otros poemas vio la luz en 1887, La bruja
de Man y otros poemas en 1889, y Old John en 1893. Una edición recopilatoria de los
poemas apareció en 1900.311 Los Fo'c'sle Yarns fueron muy apreciados por expertos
como George Eliot y Robert Browning; pero el dialecto manés, al ser absolutamente
lo contrario de formidable, parece haber funcionado como un aislante, y los poemas
no encontraron ni una décima parte del reconocimiento que merecían.311 Los
mencionados Fo'c'sle Yarns (Cuentos del castillo de proa), la Epistola ad Dakyns y
algunas poesías líricas cortas representan bien su abundante producción.312

Nueva literatura: la poesía


En el último cuarto del siglo XIX, un grupo de poetas recogieron esa última fase
del período victoriano en poemas líricos que poseen una melancólica belleza.313 En
su lírica no aparecen los problemas filosóficos ni aquellos otros relacionados con
la moral que preocupaban a la Inglaterra victoriana, y por medio de versos breves y
penetrantes encontraban imágenes para expresar sus propios estados de ánimo, sus
amores y los momentos de la experiencia que más les habían afectado. Como poeta,
Oscar Wilde se encontraba entre los menos importantes de este grupo de escritores,
aunque su obra como dramaturgo y la notoriedad unida a su nombre proporcionarían a
sus poesías una considerable reputación. Lo mismo que en su teatro, iba
perfeccionándose con tanta rapidez que, si hubiese continuado escribiendo, su
contribución habría llegado a ser memorable.313

Cabe destacar las últimas obras poéticas del diplomático Robert Bulwer-Lytton:
Glenaveril o las metamorfosis (1885); En pos del Paraíso, o las leyendas del
destierro y otros poemas (1887); Marah (1892); y King Poppy (1892). Los dos
volúmenes mencionados en último lugar fueron publicados póstumamente.142 Glenaveril
es un poema narrativo en seis libros, para el cual había esperado un éxito fuera de
lo común, y que, a decir verdad, muestra una gran inventiva y mucho brillo tanto
reflexivo como expresivo.314 Desgraciadamente, Glenaveril fracasó estrepitosamente.
Mayor éxito acompañó a En pos del Paraíso (1887), un pequeño volumen mayormente
consistente en leyendas y parábolas métricas, muy del espíritu de las Fábulas
cantadas.314 Los poemas líricos, de una sensibilidad más personal de lo habitual en
él, publicados tras su muerte bajo el título de Marah,315 son de mérito muy
variable, y en general reproducen gran parte del estilo de Heine. King Poppy, que
permaneció inédita hasta la Navidad de 1892, es, por otra parte, enteramente
original, y probablemente será considerada como su mejor obra; los fragmentos más
sublimes están expresados en una poesía de primer nivel, plenos de enérgico e
irónico humor los más ligeros.315
Algunas piezas inéditas hasta entonces están incluidas en un volumen de Selecciones
publicado, con una introducción de Lady Betty Balfour, en 1894. Su estilo métrico
era sencillo y copioso, pero no preciso. A menudo da la impresión de haber sido
producido con facilidad, porque el flujo de su pensamiento le llevaba consigo, y de
no haberse sometido a un pulimento prolongado o minucioso. Frecuentemente sirvió de
sugerencia para la obra de otros poetas, especialmente en sus producciones más
tempranas.142 Como poeta, posee el mérito de una extrema brillantez de la idea, la
expresión y la descripción. Su defecto es que esta brillantez no tiene tregua: sus
joyas reconcentradas resplandecen sobre ningún fondo, y el ojo llega a confundirse
y a fatigarse con su esplendor.315 La parte esencial y duradera de su poesía es
aquella inspirada en su propia experiencia vital y en la observación de
costumbres.315

En la etapa decisiva de su carrera literaria, Roden Noel (1834-1894) publicó


Livingstone in Africa: a Poem (Livingstone en África: poema, 1874).153 Entre sus
postreros volúmenes, la falta de inspiración y de melodía es menos perceptible en
su patético A Little Child's Monument (1881).153 Se trata del libro de poesía más
célebre de Roden Noel,316 y en él se conmemora al tercer hijo de su matrimonio,
Eric, quien murió a la edad de cinco años.316 El resto de su producción poética
incluye: Songs of the Heights and Deeps (Canciones de las alturas y las
profundidades, 1885);153 A Modern Faust and other Poems (Un Fausto moderno y otros
poemas, 1888);153 Poor People's Christmas: a Poem (La Navidad de los pobres: poema,
1890);153 y My Sea, and other Poems (Mi mar y otros poemas, 1896).316 Una selección
de sus poemas, con una introducción de su amigo Mr. Robert Buchanan, fue publicada
en 1892 en la serie conocida como «The Canterbury Poets (Poetas de Canterbury)».153
La versificación de Roden Noel resultaba desigual y en ocasiones áspera, pero él
siente una genuina emoción hacia la naturaleza, y su obra está impregnada de
reflexiones filosóficas.316

La tarea literaria que se propuso Edwin Arnold fue la interpretación en versos en


inglés de la vida y la filosofía orientales. Con este objetivo, su principal obra
es La luz de Asia (1879), un poema sobre la vida y las enseñanzas de Buda, que tuvo
gran popularidad pero cuyo lugar permanente en la literatura debe permanecer siendo
muy incierto.84 En verso blanco, de exuberancia oriental, en el que el color y la
música están mezclados al modo tennysoniano con efectos intensificados, Arnold
presenta aquí los elementos pintorescos y patéticos de la leyenda budista y la vida
de Gautama. Las doctrinas morales eran aquellas a las que los europeos habían
estado acostumbrados toda su vida, pero el contexto era nuevo para los lectores
ingleses y americanos. El poema despertó la animosidad de muchos púlpitos, pero
hubo sesenta ediciones en Inglaterra y ochenta en América, y hubo numerosas
traducciones.317 Se trata de una epopeya india, centrada en la vida y las
enseñanzas de Buda, que está expuesta con gran riqueza de colorismo local y no poca
alegría en la versificación. El poema contiene muchos versos de incuestionable
belleza, y su inmediata popularidad, lejos de disminuir por la doble crítica a la
que fue sometida la obra, se vio incrementada. Por un lado, fue criticada por los
orientalistas por dar una impresión errónea de la doctrina budista; mientras que,
por otro lado, la analogía sugerida entre Sakyamuni y Jesucristo ofendió el gusto
de algunos cristianos devotos. Esta última crítica probablemente sugirió a Arnold
la idea de intentar un segundo poema narrativo cuya figura central debía ser el
fundador del cristianismo, como lo había sido el fundador del budismo en el
anterior. Pero aunque La luz del mundo (1891), obra en la que esta idea tomó forma,
poseía un considerable mérito poético, carecía de la novedad temática y de
ambientación que habían otorgado al poema anterior gran parte de su atractivo; y,
así, no pudo repetir el éxito alcanzado por La luz de Asia. Otros volúmenes
destacados de poesía de Arnold fueron El Cantar de los Cantares hindú (1875),
Perlas de la fe (1883), El canto celestial (1885), Con Saadi en el jardín (1888),
La esposa de Putifar (1892), Adzuma o la esposa japonesa (1893)318 ―Arnold residió,
al final de su vida, durante algún tiempo en Japón, y su tercera esposa era una
dama japonesa―318 y La décima musa.84

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