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Índice
1 Contexto (histórico, social, económico, intelectual)
1.1 Victorianismo temprano y medio
1.2 Victorianismo tardío
2 Poesía
2.1 Panorama de la poesía inglesa hacia 1830
2.2 Poetas victorianos característicos
2.3 Otros poetas del victorianismo temprano y medio
2.4 Poetas irlandeses victorianos
2.5 Poetas escoceses victorianos
2.6 Poesía religiosa
2.7 Poetas espasmódicos
2.8 Poesía social y poesía política
2.9 Poesía cómica y humorística
2.10 El movimiento prerrafaelita
2.11 Últimos poetas victorianos
2.12 Poesía dialectal
2.13 Nueva literatura: la poesía
2.13.1 Poesía decadentista
3 Narrativa
3.1 Contexto
3.2 Panorama de la narrativa inglesa a lo largo del siglo XIX
3.3 Narrativa humorística y humanitaria
3.4 Novela de aventuras y novela militar
3.5 Novela histórica
3.6 Novela realista
3.7 Novela de tesis y novela filosófica
3.8 Narrativa de terror, suspense y temática sobrenatural
3.9 Novela social y novela política
3.10 Narrativa infantil y juvenil
3.11 Novela de formación o de aprendizaje (Bildungsroman)
3.12 Narrativa fantástica
3.13 Novela sensacionalista
3.14 Ficción detectivesca, policíaca y de misterio
3.15 Ficción especulativa
3.16 Novela naturalista
3.17 Otros novelistas victorianos
3.18 Nueva literatura: la narrativa
3.18.1 Narrativa de ciencia ficción
3.18.2 Literatura del esteticismo
3.18.3 Narrativa de aventuras
3.19 La narrativa breve victoriana
4 Teatro
5 Prosa
5.1 Religión, teología y oratoria
5.2 Ensayo
5.3 Historiografía
5.4 Memorias y literatura de viajes
5.5 Filología y traducción
5.6 Biografía
5.7 Ciencias sociales y ciencias naturales
5.8 Economía, lógica y utilitarismo
5.9 Crítica literaria y artística
6 Bibliografía
7 Notas
8 Véase también
9 Referencias
Contexto (histórico, social, económico, intelectual)
En el mundo las circunstancias pocas veces han sido más favorables a un gran
estallido de energía literaria. La nación era segura y próspera en un grado sin
precedentes, consciente de su voluntad y facultad de expandirse aún más.5 La época
victoriana fue de gran actividad comercial, financiera e industrial. Diversas
circunstancias fueron especialmente favorables a los esfuerzos ingleses. La
Revolución Industrial la había adelantado a sus rivales del continente europeo, ya
que contaba en su propio territorio con las materias más necesarias. La estabilidad
política confirmó esa supremacía. Al no impedirse que el esfuerzo tuviera éxito, el
proceso parecía ajustarse al derecho, y la ciencia (si lo es) de la economía
política hizo grandes progresos en esta su época clásica, desde los Principios de
Ricardo hasta los de J. S. Mill.8
Parte de la vitalidad con que nos salpican las páginas de las novelas victorianas
se debe a la nueva concepción que ofrecen del mundo. Gran Bretaña dejaba de ser un
país rural y se transformaba rápidamente en una sociedad urbana, proceso terrible y
emocionante a la vez por las consecuencias y las potencialidades que implicaba.
Además, el tren iba descubriendo todos los rincones de la isla, que despertaban la
curiosidad y admiración de los ciudadanos. Si antes el ámbito en el que discurría
la vida de la gente era de unos quince o veinte kilómetros a la redonda, ahora este
ámbito se multiplicaba por diez. Grupos enteros de población se desplazaban,
geográfica y socialmente. En las nuevas ciudades industriales, que no solo eran
nuevas, sino que representaban un nuevo modelo de ciudad, la gente se enriquecía y
se arruinaba en cuestión de meses. Los milagros empresariales afectaban a todo el
mundo, no solo a los nuevos capitalistas o a la fuerza trabajadora, y todos se
bandeaban año tras año entre la confortable prosperidad y la inanición.11
La nueva religión de los nuevos capitalistas era el laissez-faire, normalmente
denominado economía política o benthanismo. Inicialmente para los victorianos las
nuevas doctrinas económicas, que abogaban por una economía de mercado sin
restricciones y la total libertad del empresario (pero no del sindicalista),
constituían dogmas de fe tan incuestionables como los que emanaban del púlpito; las
leyes siderúrgicas no admitían refutación posible. Y el nuevo empresario, que
divulgaba estas leyes y se aprovechaba de ellas, venía a ser el héroe nacional, el
equivalente moderno del filibustero isabelino.12
Evidentemente para los intelectuales la época era muy distinta y mucho menos
atractiva. La crisis religiosa, que en 1867 se convirtió en objeto de debate
popular con El origen de las especies de Darwin, ya la habían librado en su
interior escritores como Tennyson o George Eliot años antes. Al asomarse a la
Inglaterra victoriana Matthew Arnold vio un horrible patio en el que jugaban
bárbaros y filisteos. John Stuart Mill vio la degradación de las clases
trabajadoras y el sometimiento de las mujeres.13
Victorianismo tardío
En la segunda mitad del mandato de la reina Victoria, la etapa de viudedad pública
más prolongada de la historia, empezaron a criticarse cada vez con mayor intensidad
la ética, los gustos y las costumbres eminentemente victorianos. Hoy vemos esta
situación con más claridad que la gente de la época. Los guardianes de la moral
pública que decidían, según Dickens, "qué es lo que debía sacarle los colores a los
jóvenes" seguían dominando el panorama, lo cual obligaba a muchos escritores a
expresarse de manera soterrada, sobre todo en materia sexual. Gran Bretaña volvía a
poner ahora un enorme empeño en "aparentar" ser la gran potencia mundial que había
sido a mediados de siglo, con la confianza de entonces: gobernaba, en medio de
serias amenazas, el más vasto imperio que ha habido en el mundo y mantenía un alto
poder de decisión en Europa.14
Poesía
Diez años separan la muerte de Shelley de los primeros versos de Tennyson, y otros
diez median entre la última novela de Scott y la consagración definitiva de
Tennyson como poeta. En esos estrechos límites temporales había dado comienzo una
época nueva, aunque sin señal ninguna de rebelión. Keats y Tennyson, Shelley y
Browning, Wordsworth y Matthew Arnold guardan entre sí relaciones de maestros a
discípulos respectivamente.17 Browning fue discípulo de Shelley, si Tennyson lo fue
de Keats. También lo fue Swinburne.18 Los poetas victorianos no reaccionan contra
los representantes de la poesía romántica. Más bien se puede decir que siguen en la
misma corriente. Pero, si aquellos experimentaron, éstos pulen y perfeccionan; si
aquellos se dejaron arrebatar por su inspirado impulso, a veces genial, éstos se
caracterizan por la armonía de su obra, por su mayor perfección estructural y
penetración psicológica.4
Recibió como una exhalación la sensación de desazón en cuanto a los problemas del
futuro que invadía a su generación, y en las elegías y poemas líricos de In
Memoriam, en The Princess y en Maud la devolvió a sus contemporáneos en un torrente
que aún destella e irradia en medio de la penumbra.27
"Enoch Arden" (1862) no aparecería hasta 1864, en un volumen que también contenía
"Sea Dreams", "Aylmer's Field" y, sobre todo, "El granjero del norte", la primera y
mejor de las notables composiciones de Tennyson44 en el dialecto de North
Lincolnshire.47 El volumen se convirtió, a juicio de su hijo, en la más popular de
todas las obras de Tennyson, con la única excepción de In Memoriam.47 Baladas y
otros poemas (1880) es una colección de poemas líricos que contenía el sombrío y
magnífico "Rizpah",48 mientras que Deméter y otros poemas (1889) apareció casi
simultáneamente a la muerte de Browning, un suceso que dejó de facto a Tennyson
como figura única en la literatura poética.48
Tennyson consiguió un público muy amplio y tuvo numerosos imitadores. Es por tanto
bastante natural que haya generado oposición a su poesía, oposición que llegaría a
ser muy fuerte.49 Con su lírica realizó una descripción de un mundo bello y
antiguo, como si cerrara los ojos deliberadamente a la sucia industrialización de
su propio siglo. La poesía concebida de esta manera no sería una interpretación de
la vida, sino una ilusión cautivadora y distante.49 Como poeta, es mucho más
complejo de lo que parece; tenemos que estar muy despiertos a las connotaciones de
las palabras, a los efectos métricos.37
Retrato de Robert Browning (1858), obra del pintor italiano Michele Gordigiani
(1835-1909).
Los problemas morales y religiosos de los que se ocupó Tennyson serían también el
tema principal de Robert Browning (1812-1889),52 la segunda gran figura de la
poesía victoriana,53 si bien desde fuera parece que no hay tanta lucha ni tanto
tormento espiritual en las obras54 de este último. No es que Browning se tape los
ojos ante la fealdad, sino que confía enérgicamente en las posibilidades humanas,54
lo cual resultaba reconfortante y fortalecedor para sus contemporáneos. La poesía
de Browning no tiene que ver esencialmente con los problemas sociales y
espirituales de su época.54 Quizá hayamos de entender que Browning se protegía de
su propia época volviendo sobre períodos pasados, el Renacimiento, el mundo
medieval, los tiempos bíblicos, períodos todos ellos sazonados con el peligro y con
el sabor de lo excepcional y de lo heroico. Mientras que Tennyson suele recurrir al
mito, Browning utiliza personajes históricos que le cautivan.54 Al igual que la de
aquel, la poesía de Browning se vería sometida a una crítica demoledora52 décadas
después de su muerte. Y a diferencia de Tennyson, Browning buscó, a la manera de
sus antepasados sajones, la música de la aspereza, no de la dulzura,30 y su
tendencia a dramatizar fue todavía más marcada55 que en el caso de aquel. Su
primera publicación fue Pauline,56 un pequeño volumen que apareció, de forma
anónima, en enero de 1833,57 pero suscitó escaso interés.56 La publicación de
Paracelsus en 1835, si bien el poema carece de popularidad en general, suscitó la
atención de Carlyle, Wordsworth y otros hombres de letras, y le otorgó una
reputación como poeta de prometedor futuro.56
Lo más selecto de la obra de Browning fue escrito entre 1840 y 1870, si bien ni
siquiera en la última etapa de su vida dejaría de ser un poeta espontáneo y
sutil.59 En 1840 apareció la más compleja y oscura de sus obras, Sordello; pero,
salvo para unos pocos, esta obra contribuyó poco a aumentar su reputación.56 Se
trata de un largo poema narrativo, histórico y filosófico, en el que refería la
vida entera de un juglar medieval.60 Browning mostraba en ella un conocimiento de
la Italia medieval en el que utilizaba alusiones que ningún lector podía tener la
esperanza de entender.58 En consecuencia, Sordello es el más herméticamente
oprimido y ocultamente sombrío de todos sus escritos.60
El fuego poético no está apagado, sin embargo, y aún le quedan energías para
producir algo selecto, como lo demuestran sus Idilios dramáticos (1879-80).67
Asolando (1889) apareció el mismo día de su muerte.56 La facilidad con que discurre
su lírica nos demuestra que fue un maestro del verso, pero, en sus últimas obras,
los efectos especiales, aunque concedían realismo a los poemas, los ponían en
peligro de convertirlos en manieristas.58 Sus poemas serían recopilados en dos
volúmenes en el año 1896.68
Su filosofía de la vida se basaba en unas cuantas grandes verdades que repitió con
toda clase de variantes: Dios, inmortalidad, optimismo, amor al mundo y a la vida.
Se le ha llamado el poeta del hombre, y quizá sería más propio designarlo como el
poeta de los hombres, pues su interés por la humanidad era, en el fondo, interés
por la individualidad de la persona.67 Si Browning no hubiera elegido el verso,
sería un gran cuentista, no inferior a Conrad o a Henry James.64
Retrato de Elizabeth Barrett Browning (1858), obra del pintor italiano Michele
Gordigiani (1835-1909).
El matrimonio compuesto por Browning y Elizabeth Barrett (1806-1861) se profesaba
una profunda y recíproca admiración literaria. Durante los primeros años de
matrimonio, Barrett era mucho más popular como poeta que Browning.52 La obra de
Barrett es esencialmente amorosa. Tanto ella como su marido fueron, en el sentido
más elevado, poetas del amor.69
"Thyrsis" y "A Southern Night" fueron publicados por vez primera en los Nuevos
poemas de Arnold de 1867. Muchas otras composiciones que figuran en dicho volumen
hacen evidente un declive de sus facultades no tanto por una elaboración inferior
como por la creciente tendencia a la mera reflexión; una de las composiciones,
"Saint Brandan", fue publicada por separado.88 La actividad poética de Arnold casi
cesó después de dejar la cátedra de Poesía en Oxford.80
No obstante la exquisita obra que Arnold ha dejado tras de sí, algunos críticos han
llegado a la conclusión de que su impulso expresivo primario era el de un prosista
de mentalidad poética más que el de un poeta nato. Y esto ha sido dicho por algunos
que, no obstante, admiran profundamente poemas como "La gitana erudita", "Thyrsis",
"El tritón abandonado", "La playa de Dover", "La tumba de Heine", "La capilla de
Rugby", "La Grande Chartreuse", "Sohrab y Rustum", "El rey enfermo en Bujará",
"Tristán e Isolda", etc.21
Helen Selina Sheridan, condesa de Dufferin (1807-1867), era nieta del dramaturgo y
poeta Richard Brinsley Sheridan. Compartía el talento familiar, y escribió una gran
cantidad de poesía, siendo tal vez su composición más conocida The Lament of the
Irish Emigrant97 (1845). Sus canciones y poesías fueron publicadas de forma
anónima, datando las primeras de su infancia.98 Algunos de sus más dulces versos
estaban dirigidos a su hijo en sus cumpleaños; y fueron publicados en 1894, junto
con otras cosas escritas por ella.98
No sería hasta 1864 que escribió nuevas poesías en el volumen titulado New Echoes
and other Poems (Ecos nuevos y otros poemas). Mostraba un vigor debilitado, y no
tuvo tanto éxito como sus obras anteriores.99 A partir de entonces no publicaría
nada más que unos pocos poemas en el Weekly Dispatch.99 Su popularidad declinó,
aunque recibiría royalties de sus editores casi hasta el final de su vida.99 Como
autora del poema The Old Armchair, el nombre de Eliza Cook habría de resultar
familiar para una generación posterior a 1838 tanto en Inglaterra como en
América.100 Su poesía atraía muy fuertemente a las clases medias. Su fuerza radica
en la sinceridad de su sentimiento doméstico, que está absolutamente desprovisto de
afectación y, por otro lado, nunca degenera en lo empalagoso.101
Jean Ingelow (1820-1897) publicó tres volúmenes de poemas.113 Los primeros años de
su vida transcurrieron en Lincolnshire, y el efecto de los paisajes pantanosos
resulta evidente en su poesía.114 Su primer volumen, A Rhyming Chronicle of
Incidents and Feelings (Crónica rimada de sucesos y sentimientos), publicado en
1850, suscitó escasa atención, aunque Tennyson encontró algunas cosas encantadoras
en él.114 No fue sino hasta la publicación de la primera serie de Poemas en 1863
cuando el público reconoció en Miss Ingelow a una poetisa de gran mérito. Contenía
el poema titulado "The High Tide on the Coast of Lincolnshire, 1571 (Pleamar en la
costa de Lincolnshire, 1571)", que por su seriedad y excelencia técnica constituye
una de las más hermosas baladas modernas.114 Una segunda serie de poemas apareció
en 1876, y ambas series fueron reeditadas en 1879. Una tercera serie fue añadida en
1885. Escribió gran parte bajo la influencia de Wordsworth y Tennyson. Su poesía se
caracteriza principalmente por su encanto lírico, su agraciada imaginación, su
patetismo, su cercana y precisa observación de la naturaleza, y su simpatía hacia
los intereses comunes de la vida. El lenguaje resulta invariablemente claro y
sencillo. Es particularmente afortunada en el manejo de metros anapésticos.114 En
1867, Ingelow publicó The Story of Doom and Other Poems, y entonces renunció por un
tiempo a la poesía y se convirtió en una afanosa novelista.115
Sus poemas poseen a menudo el tono genuino de balada, y como escritora de canciones
fue sumamente exitosa. "Sailing beyond Seas" y "When Sparrows build", de Supper at
the Mill, estaban merecidamente entre las canciones más populares del momento; pero
comparten con el resto de su obra los defectos de afectación y la pomposa
fraseología.115 Un falso arcaísmo y una asunción deliberada de sinónimos
desconocidos e innecesarios para cosas sencillas se contaban entre sus más viciosos
manierismos. En verso escribió, no obstante, con una dulzura que inspiraban su
sensibilidad y su corazón.115
Aunque más conocido como novelista, George Meredith (1828-1909) comenzó escribiendo
deliciosos poemas líricos fácilmente inteligibles, de entre los cuales el más
memorable es sin duda "Amor en el valle",116 incluido en su primer volumen. Sin
embargo, la poesía de Meredith no se difundió entre el público inglés de su tiempo,
y tampoco es muy conocida en nuestros días.117 Era algo mayor que cualquiera de los
prerrafaelistas, y aunque estuvo en contacto con ellos, su temperamento y su poesía
son muy diferentes. Meredith es un poeta realista, y los amaneramientos,
languideces y fogosidades de los prerrafaelistas no cabían en su arte.118 Para él,
la poesía debía expresar las realidades de la vida contemporánea, no mediante una
simple descripción de costumbres, sino interpretando los nuevos modos de pensar y
de sentir que, siendo auténticos, no hubieran encontrado aún expresión literaria.
En este aspecto, Meredith y Thomas Hardy son dos poetas absolutamente modernos.118
En el primer volumen de Meredith, Poemas (1851), quizá no haya nada completamente
de primer nivel, pues "Love in the Valley (Amor en el valle)", tal como lo
conocemos, fue reescrito en 1878. Pero el nivel general de resultado y belleza es
alto; hay atrevimiento en los experimentos rítmicos sin rima del joven poeta.119 El
poemario se hizo merecedor de numerosos elogios,119 entre ellos los de dos expertos
cuya opinión resultaba de la mayor importancia para un principiante. Tennyson quedó
impresionado de inmediato por el genuino sabor de sus versos,120 y escribió que
encontraba los de "Amor en el valle" muy dulces en sus labios. La quinina, tan
distintiva de la poesía posterior de Meredith, llegaría más tarde.119 Charles
Kingsley sometió al volumen a una esmerada consideración, alabándolo por una
riqueza y singularidad de tono que le recordaban a Herrick, por la integridad y
coherencia en cada poema independiente, y por la animada dulzura y el vigor de su
atmósfera general. Al mismo tiempo censuró la laxitud del ritmo, la ocasional
carencia de lustre, y la tendencia a sobrecargar las descripciones con detalles
objetivos en confusión con el efecto principal.121
La calidad literaria de Meredith debe ser considerada siempre a la luz del lado
céltico de su temperamento y de las peculiaridades de su bagaje intelectual.127 La
supresión de las asociaciones conectivas con frecuencia otorga a su lenguaje, como
ya sucediera con el de Browning, pero incluso en mayor medida, un aire de oscuridad
impenetrablemente nebulosa. Esta crítica es aplicable principalmente a su
poesía.127
De Edward Fitzgerald (1809-1883) podría decirse que fue un gran poeta menor.64
Tiene un lugar entre los mayores poetas de aquel tiempo por virtud de una
traducción: el Rubáiyát de Omar Khayyam.129 Traductor e hispanista, desde 1850
dedicó su vida al estudio de las lenguas española y persa y de sus correspondientes
literaturas. A sus estudios de lengua y literatura españolas se debe la traducción
de ocho dramas de Calderón, versiones muy libres escritas en prosa o en verso
blanco.130 En 1853 lanzó al mercado el único libro al que vinculó su nombre: Seis
dramas de Calderón, traducidos libremente por Edward FitzGerald131 ―que contenía
seis dramas menores―, y en 1865 se publicaron las traducciones de El mágico
prodigioso y La vida es sueño.130 Estas traducciones nunca han pretendido ser
fieles reproducciones de los originales. Más bien tenían la intención de producir,
en alguien que no pudiera leer el lenguaje del que fueron traducidos, algo del
mismo efecto que el que transmiten los originales a los que están familiarizados
con aquel.131 Sus estudios persas lo llevaron primero a traducir en 1856 el Salámán
y Absál de Jami. Después de esto se sintió atraído por el Mantiq al Tayr de Attar,
y en 1859 había hecho del mismo una especie de traducción abreviada, a la que llamó
El Lenguaje de los pájaros.132
En 1874 alcanzó una posición como poeta más singularizada que antes con sus Fables
in Song (Fábulas cantadas); menos sublime en su propósito que algunas de sus
anteriores obras, pero distintivamente suya, de un modo no prestado y enteramente
adecuado, límpido y luminoso, elegante y familiar, una deliciosa mezcla de lo
alegre y lo serio. Casi al mismo tiempo comenzó a escribir King Poppy,
merecidamente su favorita entre sus propias obras;141 aparecería finalmente después
de su muerte.141 Otras obras suyas son: Lucile (1860); Serbski Pesme, o canciones
nacionales de Serbia (1861); Tannhäuser (en colaboración con Mr. Julian Fane,Nota 7
1861); Chronicles and Characters (1867); Orval, or The Fool of Time (1868).142
William Johnson Cory (1823-1892) ocupa un lugar permanente y excepcional entre los
letristas ingleses como cantor del afecto de un profesor por sus alumnos.146 Su
principal obra poética es Ionica, que contiene poemas en los que mostraba un
verdadero talento lírico.147 La primera edición de esta obra, publicada de forma
anónima en 1858, desapercibida en un principio, pronto llegaría a ser buscada y
atesorada, y en la actualidad se encuentra entre las más preciadas editio prínceps
modernas. Una nueva edición ampliada fue reeditada en 1891. En composiciones como
"Anteros" y "Mimnermo en el templo", el brillo emocional y la patética ternura se
mezclan con indescriptible encanto. En los poemas escritos posteriormente, y
publicados junto con el original de Ionica en 1891, Cory abandona el terreno en que
se mueve con ventaja y aparece meramente como versificador elegante y melodioso.
Practicó la composición poética en latín y griego con un gusto y una destreza
consumados; los versos originales que acompañan a su Lucretilis, una "introducción
técnica al arte de escribir versos líricos latinos" (1871), fueron declarados por
H. A. J. MunroNota 8 "los mejores y más horacianos, sáficos y alcaicos desde que
Horacio dejó de escribir".148
Como poeta, Lord Tabley no puede ser mencionado entre aquellos que han sido
poseídos por una inspiración subyugante. Poseía escasas dotes líricas, sus poemas
por regla general transmiten la impresión de una esmerada composición, y sus
principales pretensiones como mero escritor son la "brocada" majestuosidad ―en
feliz expresión de Gosse― de su lenguaje, la vívida originalidad de sus
descripciones naturales, y una ocasional acritud expresiva. Pero si el poeta a
veces desaparece, el hombre está siempre visible. Sus emociones son siempre
genuinas, y cuando el sentimiento se intensifica el escritor es completamente él
mismo, descarta el manierismo imitativo, y se emancipa de la influencia de otros
poetas.152
Roden Noel (1834-1894) publicó en 1863 su primer volumen de poesía, Behind the
Veil, and other Poems.153 Su siguiente libro, Beatrice, and other Poems (1868), con
una fuertemente marcada influencia de Shelley, generó mayores expectativas. Como
los que le seguirían, se caracterizaba por su elevado propósito y su refinada
emotividad.153 Sus obras incluyen, además de las mencionadas: The Red Flag and
other Poems (La bandera roja y otros poemas, 1872).153
Durante algún tiempo tras su muerte no hubo una edición adecuada de sus obras, pero
la German Anthology (1845) y The Poets and Poetry of Munster (Los poetas y la
poesía de Munster, 1849) habían aparecido en vida del autor.155 Treinta de las
baladas de Mangan fueron publicadas en Romances and Ballads of Ireland (Romances y
baladas de Irlanda), de Hercules Ellis (Dublín, 1850). Una edición incompleta de
sus poemas, editada por Mitchel,Nota 10 apareció en Nueva York en 1859.159 Otras
selecciones aparecieron posteriormente, notablemente una (1897) de Miss L. I.
Guiney.Nota 11155
Al igual que muchos de sus jóvenes contemporáneos, Denis Florence MacCarthy (1817-
1882) se adhirió al movimiento por la derogación,169 y en 1843 comenzó a contribuir
a The Nation con una serie de poesías políticas, con la firma de «Desmond».169 En
1850 apareció el primer volumen de sus propias poesías, Ballads, Poems, and Lyrics
(Baladas, poemas y canciones); y en 1857 se publicaron The Bell-founder169 y Under-
glimpses and other poems.170 Dos odas suyas han sido publicadas: An Ode on the
Death of the Earl of Belfast (Oda a la muerte del conde de Belfast, 1856) y The
Centenary of Moore (El centenario de Moore), editada de forma privada169 (1880). La
mayor parte de sus obras originales consistió en contribuciones a las publicaciones
periódicas de su tiempo, y algunos de sus poemas y la totalidad de sus textos
humorísticos en prosa aún no han sido recopilados.169
Como poeta, James Wills (1790-1868) es célebre por The Universe, cuya autoría fue
en su momento reclamada descaradamente por el Dr. Maturin.171 En 1845 Wills publicó
Dramatic Sketches and other Poems (Esbozos dramáticos y otros poemas).172 En 1868,
poco antes de su muerte, publicó The Idolatress, and other Poems (El idólatra y
otros poemas), que, al igual que los Dramatic Sketches de fecha anterior, consistía
en una recopilación de aportaciones dispersas a varias publicaciones periódicas. Su
poesía no carece de mérito; las composiciones más breves rezuman un fuerte espíritu
del mejor género de patriotismo irlandés.172 Sus poemas son enérgicos, y en ciertos
casos muestran considerables cualidades dramáticas.173 Algunos de los más
ambiciosos muestran gran parte del potencial dramático que heredaría su hijo,
William Gorman Wills.174
Sir Samuel Ferguson (1810-1886), poeta y anticuario irlandés, fue colaborador del
Blackwood's Magazine, en el que apareció su más célebre poema, The Forging of the
Anchor (La forja del ancla), y uno de los principales promotores del renacimiento
gaélico en la literatura irlandesa.175 Publicado en 1883, The Forging of the Anchor
es una de los mejores baladas modernas.176 La elegía Lament for the Death of Thomas
Davis (1847) apareció en Ballad Poetry of Ireland (Poesía irlandesa de baladas),
mientras que la ingeniosa canción "The Loyal Orangeman" nunca fue publicada, aunque
circuló de forma privada, y a menudo era recitada en Dublín.177 En 1865 publicó un
volumen de poemas reunidos, Lays of the Western Gael (Lais de la Gaélica
occidental); en 1872 Congal, an Epic Poem in Five Books (Congal, un poema épico en
cinco libros); y en 1880 un tercer volumen de Poemas, principalmente sobre temas
tomados de la literatura irlandesa.177 Congal, una narración en metros sobre la era
heroica de Irlanda, es con todo, aunque lejos de la perfección ideal, tal vez la
tentativa más exitosa hecha por un poeta irlandés moderno para revivificar el
espíritu del pasado en un poema de proporciones épicas.176
Como poeta, merecer ser recordado en Irlanda, para la cual se esforzó mucho por
crear una poesía moderna partiendo de los añejos cuentos de héroes y santos e
historias de lugares irlandeses.177 No estaba perfectamente familiarizado con la
lengua irlandesa, y tal vez esto explique el hecho de que, mientras que a veces
daba a las historias más belleza de la que les restaba, pierde algo de la realidad
de la vida antigua, y parece hablar de una escena sombría y no de los hechos reales
de hombres y mujeres. Varios de los poemas de sus propias experiencias resultan
admirables, y gozarán probablemente de una popularidad duradera en Irlanda. La
Elegía de Thomas Davis, Willy Gilliland y los versos On the Liffey in Mesgedra no
resultan impecables, pero son hermosos poemas con un genuino aire irlandés.177
John Francis Waller (1810-1894) merece ser recordado como escritor de poesía, y
especialmente como autor de canciones, muchas de las cuales, musicalizadas por
Stewart y otros compositores, alcanzaron una amplia aceptación. Algunas fueron
traducidas al alemán. Las más conocidas tal vez sean "The Voices of the Dead",
"Cushla ma Chree" y "The Song of the Glass". De esta última, Richard Monckton
Milnes (primer barón Houghton) dijo que era una de las mejores «canciones de
borrachera» de la época. Waller también escribió The Imperial Ode (Oda imperial)
para la Exposición de Cork (1852), y una oda On the Erection of the Campanile of
Trinity College (A la edificación del campanario del Trinity College), que junto
con otras composiciones del mismo género fueron publicadas en 1864 como Occasional
Odes (Odas ocasionales).185
The Election: a Poem in seven books (La elección: poema en siete libros), analizado
y en conjunto no desaprobado por Carlyle, apareció en 1841; se trata de una
agradable exposición de la comicidad de una elección, un tanto al modo de Crabbe,
cómico sin ser ridículo, y ligada a una bonita historia.190 De los ocho cantos de
Richard Cœur de Lion (Ricardo Corazón de León), un "poema serio-cómico orlandiano u
odiseico" escrito en octavas siguiendo el modelo de Berni, solo tres han sido
publicados. Aparecieron en el Fraser's tras la muerte del autor, y por su humor y
facultades narrativas merecen los elogios que Carlyle les otorga.190
En 1848, el poeta Thomas Aird (1802-1876) preparó para imprenta una edición
recopilatoria de sus poemas, que consolidó enormemente su reputación. Muchos de
ellos apelaban a los instintos religiosos de sus compatriotas, y otros mostraban
una extraña inventiva. Pero los extensos poemas narrativos carecen de trama y
estructura, y su interés es por lo tanto deficiente.201 Con todo, la obra gozó de
una gran aprobación. Carlyle dijo que encontraba en ellos "un aliento saludable
como la brisa de las montañas".202
Su Diary of an Old Soul (Diario de un alma anciana, 1880) debe clasificarse junto
con las mejores obras de Crashaw y Vaughan.206 Otras obras poéticas de MacDonald:
Dramatic and Miscellaneous Poems (1876); A Book of Strife, in the Form of the Diary
of an Old Soul (edición privada, 1880); The Threefold Cord: Poems by Three Friends
(co-escrito con Greville Matheson y John Hill MacDonald; edición privada, 1883);
Poems (1887); Scotch Songs and Ballads (1893) y Rampolli: Growths from a Long-
planted Root (1897).
Lo mejor de su obra fue escrito entre 1855 y 1875 ―La maldición de una ciudad
(1857); A nuestras damas de la muerte (1861); Weddah y Om-el-Bonain y La diosa
desnuda (1866-67); La ciudad de la noche espantosa (1870-74)―.213
A las obras de James Thomson ya mencionadas cabe añadir el volumen póstumo titulado
A Voice from the Nile, and other Poems (Una voz desde el Nilo y otros poemas,
1884).213 Este volumen contenía muchas cosas interesantes, pero nada que
acrecentara la reputación de Thomson. Si se trarara de señalar la afinidad
literaria más evidente del autor de La ciudad de la noche espantosa, uno podría
aventurarse a sugerir que James Thomson era un hermano menor de De Quincey. Si
tiene una afinidad inequívoca con algún escritor, es con el autor de Suspiria de
Profundis; si miramos más allá, tal vez podríamos discernir vagos prototipos en
Leopardi, Heine y Baudelaire. Pero, al fin y al cabo, Thomson ocupa un lugar tan
único como poeta que el esfuerzo de clasificación resulta prescindible. Lo suyo no
era pesimismo literario, ni fingida melancolía. El poema "Insomnia" es un capítulo
biográfico inconfundible; y en "Mater Tenebrarum" y otros fragmentos de sus
escritos son frecuentes los pasajes de autorrevelación. Las virtudes de la poesía
de Thomson son su poder imaginativo, su sombría intensidad y su sonora musicalidad;
a estas características cabe añadir, en sus composiciones más ligeras, una mezcla
tipo Heine de extraño regocijo, patetismo e ironía cáustica.213 Sus defectos son
una cierta monotonía en los epítetos, el nada infrecuente uso de mera retórica y
verbosidad, y tal vez una predominante carencia de sentido formal; además de,
ocasionalmente, una vulgar imprudencia expresiva, como en fragmentos de El relato
de Vane.213
William Sharp (1855-1905), poeta y literato escocés, fue uno de los primeros y más
talentosos impulsores del renacimiento celta.227 Debía su peculiar predilección por
lo celta a las historias y canciones de su niñera de las Highlands o a las
estancias de tres o cuatro meses al año en las costas de las Tierras Altas
occidentales.228 Pasó una temporada en Australia y finalmente regresó a Escocia
decidido a "ser poeta y escribir sobre la Madre Naturaleza y sus misterios más
ocultos".228 Durante su vida fue conocido únicamente por una serie de obras
poéticas y críticas de gran mérito, aunque no excepcional.229
En 1882 apareció un volumen de poemas, The Human Inheritance (El legado humano),
que obtuvo cierto reconocimiento.230 En 1884 publicó un segundo volumen de poesía,
Earth's Voices (Voces de la Tierra), vívidamente impresionista, pero un tanto
prolijo.230 También publicó Romantic Ballads and Poems of Fantasy (Baladas
románticas y poemas de fantasía, 1888),230 elocuentemente imaginativos pero
carentes de acabado.230
La carrera de Arthur Hugh Clough (1819-1861) fue mucho menos brillante de lo que se
esperaba.90 Con todo, siquiera de manera intermitente, sus poemas ofrecen una
fuerza, un coraje y una efervescencia mucho más atractivos para el lector actual
que la melancolía reinante.90 Estuvo inicialmente bajo la influencia de Newman,242
y adquirió el más vivo interés por las controversias teológicas de la época. El
resultado en su caso fue un abandono gradual de su credo inicial.243 Posteriormente
se convirtió en un escéptico.242 Nunca se mostró amargo hacia la Iglesia de su
infancia, pero llegó a considerar sus dogmas como imperfectos e insostenibles.243
Había perdido la fe, es verdad, pero nunca dejó de interesarse por la religión. En
The Last Decalogue (El último decálogo), versión de los diez mandamientos adecuada
a una época basada en el rendimiento económico, quebranta la hipocresía de la
piedad victoriana.90 De su lucha con este mundo sin Dios surge en ocasiones una
vitalidad sorprendente, una sensación de tranquilidad, incluso de victoria, por
coyuntural que esta sea.244 En el Oriel College de Oxford llevó grupos de lectura,
uno de los cuales le sugirió243 el poema homérico-pastoral The Bothie of Tober-na-
Vuolich (1848), escrito en hexámetros242 y pleno de socialismo, humorismo de los
grupos de lectura y paisajes escoceses.245 Su pensamiento heterodoxo en aquel
momento había entrado en conflicto con la ortodoxia requerida en su labor
académica, lo que le obligó a renunciar a esta; la sensación de alivio que esta
renuncia le supuso se manifestó en textos literarios optimistas a la par que
reflexivos, y publicó poemas tanto nuevos como antiguos.245 Así, Ambarvalia (1849),
publicado conjuntamente con su amigo Thomas Burbidge, contiene poemas breves de
diversas fechas desde 1840 (o anteriores) en adelante.245 En Roma, en 1849,
escribió Amours de Voyage (Amores de viaje), una novela corta en verso.242 Su
último poema extenso, el Dipsychus, fue escrito en un viaje a Venecia en 1850.246
Se trata de una sátira más bien irregular.245 Cabe destacar también los idilios que
componen Mari Magno, o relatos de a bordo245 (1861). Sus poemas, aunque repletos de
delicadas y sutiles meditaciones, son, a excepción de algunos poemas líricos
breves, deficientes en su forma, y los hexámetros que empleó en The Bothie…
resultan a menudo toscos, aunque tal vez utilizados tan eficazmente como por
cualquier escritor de poesía en inglés.242 Clough fracasó en llevar a cabo
cualquier proyecto extenso, y su poesía resulta deficiente en forma y acabado; con
todo, para las mentalidades congeniales posee un encanto mayor que el de mucha
poesía de superior refinamiento y elaboración más exquisita.246 Aunque Clough fue,
hasta cierto punto, un discípulo de Wordsworth, muestra la originalidad de un
verdadero genio en sus descripciones de paisajes y en su tratamiento de los grandes
problemas sociales y filosóficos de su tiempo. Si bien algunos contemporáneos
mostraron mayor destreza artística, nadie ofreció mayores indicios del poder de
revestir el lenguaje poético de una reflexión seria.246 Algunos de sus mejores
poemas líricos poseen una intensidad melódica que iguala a su profundidad
reflexiva.245 No obstante, era justamente considerado, al igual que su amigo
Matthew Arnold, como uno de los poetas ingleses más característicos de mediados del
siglo XIX.245 Su poesía lleva a cuestas la melancolía y la perplejidad de una época
de transición.245 En el aspecto técnico, la obra de Clough resulta interesante para
los estudiosos de la métrica, debido a los experimentos que llevó a cabo, en The
Bothie y otras, con hexámetros en inglés y otros tipos de versos formados sobre la
base de modelos clásicos.245 Clough vino a tender un puente entre la primera etapa
de la época victoriana y algunos de los poetas victorianos más tardíos,
caracterizados por su cinismo, su exuberancia, por admitir una tierra cada vez más
fría y un cielo cada vez más vacío.247
La pobreza, la carencia durante muchos años de un hogar fijo y una muy mala salud
contribuyeron a ahondar las opiniones religiosas250 de Dora Greenwell (1821-1882).
Miss Greenwell comenzó su carrera como escritora con la publicación de un volumen
de poemas en 1848.250 Fue bien acogido, y seguido en 1850 por otro volumen,
Historias que podrían ser ciertas, con otros poemas. Un tercer volumen apareció en
1861, y de este se publicó una edición ampliada en 1867. Su siguiente volumen de
poemas se tituló Carmina Crucis (1869).250 Posteriormente publicó Songs of
Salvation (Canciones de salvación, 1873), The Soul's Legend (La leyenda del alma,
1873) y Camera Obscura (1876), todas obras poéticas.251
Miss Procter, si bien no era una gran poetisa, poseía un don para el verso, y se
expresaba con distinción, encanto y sinceridad. Se apropiaba de poco o nada, y
mostró el mejor provecho en sus poemas narrativos. "La historia del ángel", "La
leyenda de Bregenz", "La leyenda de Provenza", la "Historia de un alma fiel", se
encuentran en numerosas antologías poéticas.252 Sus poemas fueron publicados en los
Estados Unidos, y también traducidos al alemán. En 1877 la demanda de poemas de
Miss Procter en Inglaterra superaba la de los de cualquier escritor vivo a
excepción de Tennyson.252
Anne Ross Cousin (1824-1906) es célebre por su himno The sands of time are sinking
(Las arenas del tiempo se hunden), escrito en Irvine en 1854.253 El original se
componía de diecinueve estanzas y apareció por primera vez en The Christian
Treasury en 1857, bajo el encabezamiento Last Words of Samuel Rutherford.253 El
estribillo del himno daría título al libro de Mrs. Cousin Immanuel's Land and other
Pieces (1876; segunda edición revisada en 1896). Sus siguientes himnos más
populares son O Christ, what burdens bowed Thy head254 y King Eternal! King
Immortal, que ha sido musicalizado y cantado con frecuencia en grandes festivales
corales.254
Dos poetas religiosos, protegidos de Bridges, fueron Richard Watson Dixon (1833-
1900), conocido también como historiador de la Iglesia, y Digby Mackworth Dolben
(1848-1867). Lo mejor de Dixon son sus poesías líricas breves.255 Publicó siete
volúmenes de poesía.256 Su primer poemario publicado, titulado Christ's Company,
había aparecido en 1861, y un segundo, Odas históricas, le seguiría en 1863. Estos
primeros poemas de Dixon se distinguen por no poco del colorido y la imaginación, y
también por algo de la excentricidad, que marcaron las primeras obras de la escuela
prerrafaelita.257 Los poemas del primer volumen, aunque en gran parte sobre
temáticas religiosas, no son estrictamente poesía religiosa; son obras de una
pintoresca imaginación más que de sentimiento devocional. Las Odas históricas
muestran un avance en sencillez, y un poder constructivo de las odas, que Dixon
posteriormente llevaría aún más lejos. Las odas sobre Wellington y Marlborough
están muy bien escritas, y merecen más atención de la que han recibido.257 Pero no
fue hasta 1883 que atrajo una atención sobresaliente con Mano, un poema histórico
en terza rima, que fue elogiado con entusiasmo por Swinburne. Completaría este
éxito con tres volúmenes impresos de forma privada: Odas y églogas (1884), Poemas
líricos (1886) e Historia de Eudocia (1888).258 En 1892 Dixon publicó un poema en
latín, Carmen elegiacum in obitum Edwini Hatch, D.D. Los últimos poemas de Dixon
son los mejores. Crecían hasta el final en sencillez y fuerza intelectual. Sus
postreras canciones poseen algo de la franqueza y de la calidad musical e
imaginativa de Blake. Las odas "On Conflicting Claims" y "On Advancing Age", y la
que lleva por título "The Spirit Wooed", pueden ser consideradas sus obras
maestras;259 pero él nunca alcanzaría una popularidad general como poeta, estando
el atractivo de su poesía directamente dirigido al erudito. Gran estudioso de la
historia, sus estudios en esa dirección dieron colorido a gran parte de su poesía.
La atmósfera romántica está notablemente preservada en Mano, un exitoso ejercicio
métrico en la difícil terza rima. Sus poemas característicos poseen encanto y
melodía, sin introducir ninguna nota o variedad rítmica nuevas. Es contemplativo,
sobrio y afinado en la ejecución literaria, un típico ejemplo de la escuela de
Oxford.258 Los Poemas escogidos de Dixon fueron publicados en 1909 con una
semblanza biográfica del autor escrita por Robert Bridges.258 Dolben murió
demasiado joven para cumplir lo que sus versos prometían.255
Poetas espasmódicos
Artículo principal: Poetas espasmódicos
La «escuela espasmódica» debe su denominación al profesor Aytoun,Nota 24 quien
parodió su estilo en Firmiliano. El epíteto, sin embargo, se lo aplicó por primera
vez Carlyle a Byron. La escuela incluye a George Gilfillan, Philip James Bailey,
John Stanyan Bigg, Dobell, Alexander Smith y, según algunos críticos, Gerald
Massey. Se caracterizaba por una tendencia subyacente al descontento con el enigma
de la existencia, por un empeño estéril, una lucha sin recompensa, una desazón
escéptica, y por un esfuerzo inquieto en pos de lo inalcanzable. En consecuencia,
reflejaba fielmente cierta fase del pensamiento del siglo XIX. Las creaciones de la
escuela están marcadas por un exceso de metáforas y una habitual extravagancia
lingüística. Por otro lado, muestran una frescura y una originalidad a menudo
ausentes en obras más convencionales.262
Thomas Cooper (1805-1892) fue un destacado cartista desde 1840 y en los años
posteriores fue uno de los líderes de la facción más extremista entre los
cartistas.267 En 1842-43 fue acusado de sedición y conspiración,268 y condenado a
dos años de prisión. La mayor parte de ese tiempo la pasó en la cárcel de
Stafford,268 donde escribió algunos cuentos y El purgatorio de los suicidas, una
epopeya política en diez libros, escrita en estancias spenserianas. El poema es una
representación poética de los ideales del movimiento radical, y las circunstancias
y motivaciones de algunos de los más famosos suicidios de la historia son
utilizados como contexto moral y político de la obra.268 Gracias a la ayuda de
Douglas JerroldNota 27 la obra apareció en 1845.269 Alcanzaría una tercera edición
en 1863.268 En 1856 renunció súbitamente a las doctrinas de libre pensamiento que
durante tantos años había sostenido.269 Las Obras poéticas reunidas de Cooper
fueron publicadas en Londres (1877).268
Joseph Skipsey (1832-1903), el poeta minero, que trabajó en las minas de carbón
desde los siete años, no tenía estudios, pero pronto aprendió a leer y escribir.271
En 1859 publicó un volumen de Poemas, del cual no parece haberse conservado copia
alguna.271 Durante los últimos treinta años de su vida, publicó varios volúmenes de
poesía,272 incluyendo Poemas, canciones y baladas (1862); El niño minero y otros
poemas líricos (1864); Poemas (1871) y Un libro de poemas líricos misceláneos
(1878).271 Siguieron Villancicos de las minas de carbón (1886) y Canciones y poemas
líricos (1892). La obra publicada de Skipsey pronto recibió elogios de los críticos
perspicaces.271 Oscar Wilde comparó sus Villancicos de las minas de carbón con la
obra de William Blake.271
El movimiento prerrafaelita
Artículo principal: Poesía prerrafaelita
En 1850 aparece una nueva tendencia en la poesía victoriana: la del movimiento
prerrafaelita, surgida, a su vez, de la acción de la Hermandad Prerrafaelita, una
asociación de pintores, poetas y críticos ingleses fundada en 1848 en Londres. Este
movimiento poético y artístico protestaba contra la naturaleza mecánicamente
literal de la mentalidad victoriana y pretendía recuperar parte de la
espiritualidad y de la sencillez del mundo medieval.284
Durante sus primeras visitas a Italia, Mrs. Webster se había sentido atraída por
las canciones campesinas italianas conocidas como rispetti, y en 1881 publicó Un
libro de rimas, que contiene poemas rurales llamados "rispetti ingleses". Fue la
primera en introducir dicho formato en la poesía inglesa.286
Había en Mathilde Blind más carácter del que lograba sacar a relucir en su poesía,
aunque ningún esfuerzo era vano. La conciencia del esfuerzo, de hecho, es un
inconveniente para disfrutar de su poesía. Sin embargo, en ocasiones, especialmente
en canciones, sonetos y en los poemas líricos que le inspiraba su solidaridad con
las clases indigentes y marginadas, logra un resultado perfecto; y el colorido
local de sus poemas de tema escocés y de muchos de los de temática oriental es
hermoso y genuino. Algunos de sus sonetos resultan sumamente impresionantes; no
obstante, hacía más verdadera justicia a sus facultades cuando dejaba a un lado sus
ropajes cancioneriles.292
O'Shaughnessy era un genuino cantor; pero sus poemas carecen de importancia en los
temas y de dignidad en las ideas. Sus melodías resultan a menudo espléndidas; y,
como en "El manantial de las lágrimas", la riqueza de sus metáforas encubre cierta
vaguedad e indecisión de la facultad creadora. Era muy afortunado en el uso audaz
de la repetición y el eco, mediante los cuales garantizaba efectos que por sus
obsesionantes melodías resultan casi inimitables.294 Ha sido menospreciado por
algunos críticos, pero su memoria fue reparada por Francis Turner Palgrave, quien
dijo con cierta exageración que su talento para la métrica era el mejor de
cualquiera de los poetas posteriores a Tennyson, y que "todo lo suyo poseía una
musicalidad obsesionante".294
Edmund Gosse (1849-1928) se distinguió como poeta y como crítico, siendo las
siguientes sus obras poéticas más destacadas: Madrigales, canciones y sonetos
(1870); On Viol and Flute (De la viola y la flauta) (1873);295 El rey Erik (1876);
Nuevos poemas (1879); Ferdousí en el exilio (1885); In Russet and Silver (En
bermejo y plata) (1894)296 y Poemas recopilados (1896).297
Philip Bourke Marston (1850-1887) era hijo del dramaturgo y crítico John Westland
Marston, y ahijado del poeta Philip James Bailey y de la novelista y poetisa Dinah
Craik. A lo largo de su carrera, la poesía de Marston fue haciéndose
progresivamente más y más triste y melancólica. Los idilios de la vida floreciente,
tales como el precoz y muy hermoso "La rosa y el viento" fueron sucedidos por
ensueños del sueño y del reposo de la muerte. Estas clases y gradaciones de
sensaciones, que reflejan los sucesivos ideales de acción y quietud del poeta,
resultan trazables298 a través de sus tres volúmenes de poesía publicados en vida:
Song-Tide and Other Poems (Marea de canciones y otros poemas) (1871), All in All
(1875) y Wind Voices (Las voces del viento) (1883), abundan en hermosas
meditaciones expresadas en un lenguaje hermoso, pero pronto se vuelven tediosos por
la monotonía, no solamente de sentimientos, sino del léxico y las figuras poéticas.
El soneto era indudablemente lo más apropiado para reproducir su veta usual de
sentimiento; y esa forma de versificación u otras relacionadas llegaron a ser tan
habituales en él que parecía experimentar una dificultad a la hora de fundir sus
ideas en cualquier otro molde. Sin embargo, la suprema excelencia es a la vez tan
indispensable en el soneto y tan difícil de alcanzar, que a pesar de que Marston no
siempre está a la altura de la misma, la mayor parte de su obra en esta
especialidad solo puede ser clasificada como de segunda categoría. También adolecía
de ser un seguidor demasiado fiel, degenerando en la imitación, de un maestro más
grande: Rossetti.299 Dos colecciones póstumas de sus poemas fueron publicadas por
Mrs. Moulton,Nota 30 con los títulos de Secretos del jardín (1887) y Una última
cosecha (1891).299
Poesía dialectal
William Barnes (1801-1886) fue el poeta de Dorsetshire.303 Si bien sus estudios
principales se desarrollaron en el ámbito de la filología, ya en 1833 escribió para
el County Chronicle sus primeros poemas en el dialecto de Dorset, entre ellos dos
églogas inigualables: "The 'Lotments" y "A Bit o' Sly Coorten".303 La obra sería
editada de forma independiente en 1844,304 bajo el título de Poemas de la vida
rural en dialecto de Dorset.305 En 1858 apareció una segunda serie de poemas de
Dorset bajo el título de Hwomely Rhymes, varias de cuyas composiciones ―en especial
"The Vaices that be Gane"― fueron eficazmente traducidas al francés para las
Beautés de la Poésie Anglaise (Bellezas de la poesía inglesa) de De Chatelain.Nota
31306 Una nueva serie de Poemas de la vida rural en dialecto de Dorset apareció en
1862, y en 1868 el autor fue persuadido de publicar una serie de Poemas de la vida
rural en inglés común, que obtuvo menos éxito que sus poemas dialectales. Estos
últimos fueron recopilados en un solo volumen en 1879.307
Los poemas de Barnes se caracterizan por una singular dulzura y ternura emotivas,
una honda percepción de la humilde vida rural y de sus personajes, y una exquisita
sensibilidad para la ambientación local.304 Su poesía es de carácter esencialmente
inglés; ningún otro escritor ha mostrado un cuadro tan sencillo y sincero de la
vida familiar y del trabajo en la Inglaterra rural. Su obra está llena de humor y
de limpia, entusiasta alegría de vivir; y su rusticidad va singularmente unida a un
sentido literario y un notable acabado técnico. Barnes es ciertamente el Teócrito
victoriano; y, a medida que la vida rural inglesa sucumbía lentamente ante el
avance del ferrocarril y el telégrafo, sería más y más leído por su cálido y
evocador recuerdo del amor y la piedad rústicos.307
"Escritor lírico de una genialidad en grado sumo", Barnes fue también un muy
interesante vínculo entre las formas presentes y pasadas de la vida rural ―un
repertorio de costumbres, palabras y sentimientos olvidados―. A diferencia de
Burns, Béranger y otros poetas del pueblo, nunca adopta el estilo más convencional,
y abandona totalmente la ambición, el orgullo, la desesperación, la rebeldía y las
grandes pasiones. "Sus rústicos son, por regla general, gente feliz, y rara vez
sienten el aguijonazo del resto del moderno género humano ―la desproporción entre
el deseo de serenidad y la facultad de obtenerlo―". Al igual que Chaucer, Barnes
está lleno de alegría de vivir. Menos sombrías y más rústicas que las de Crabbe,
sus églogas, inigualadas en inglés, no son totalmente indignas de comparación con
los prototipos de Teócrito y de Virgilio.308
Cabe destacar las últimas obras poéticas del diplomático Robert Bulwer-Lytton:
Glenaveril o las metamorfosis (1885); En pos del Paraíso, o las leyendas del
destierro y otros poemas (1887); Marah (1892); y King Poppy (1892). Los dos
volúmenes mencionados en último lugar fueron publicados póstumamente.142 Glenaveril
es un poema narrativo en seis libros, para el cual había esperado un éxito fuera de
lo común, y que, a decir verdad, muestra una gran inventiva y mucho brillo tanto
reflexivo como expresivo.314 Desgraciadamente, Glenaveril fracasó estrepitosamente.
Mayor éxito acompañó a En pos del Paraíso (1887), un pequeño volumen mayormente
consistente en leyendas y parábolas métricas, muy del espíritu de las Fábulas
cantadas.314 Los poemas líricos, de una sensibilidad más personal de lo habitual en
él, publicados tras su muerte bajo el título de Marah,315 son de mérito muy
variable, y en general reproducen gran parte del estilo de Heine. King Poppy, que
permaneció inédita hasta la Navidad de 1892, es, por otra parte, enteramente
original, y probablemente será considerada como su mejor obra; los fragmentos más
sublimes están expresados en una poesía de primer nivel, plenos de enérgico e
irónico humor los más ligeros.315
Algunas piezas inéditas hasta entonces están incluidas en un volumen de Selecciones
publicado, con una introducción de Lady Betty Balfour, en 1894. Su estilo métrico
era sencillo y copioso, pero no preciso. A menudo da la impresión de haber sido
producido con facilidad, porque el flujo de su pensamiento le llevaba consigo, y de
no haberse sometido a un pulimento prolongado o minucioso. Frecuentemente sirvió de
sugerencia para la obra de otros poetas, especialmente en sus producciones más
tempranas.142 Como poeta, posee el mérito de una extrema brillantez de la idea, la
expresión y la descripción. Su defecto es que esta brillantez no tiene tregua: sus
joyas reconcentradas resplandecen sobre ningún fondo, y el ojo llega a confundirse
y a fatigarse con su esplendor.315 La parte esencial y duradera de su poesía es
aquella inspirada en su propia experiencia vital y en la observación de
costumbres.315