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Introducción
El principio pro persona busca lograr la protección más amplia de los derechos
humanos, en él se considera a la persona como titular de tales derechos, y demanda del
Estado emplear la máxima capacidad disponible para proteger su integridad
El derecho de toda persona a ser buscada y los derechos de las víctimas están ligados al
conjunto de los derechos humanos y se rigen por sus principios de universalidad,
indivisibilidad, inalienabilidad, interdependencia y progresividad. En este sentido, el
pleno ejercicio de este derecho supone su respeto, defensa, promoción y garantía
En suma, como derecho implica el reconocimiento en la ley por parte del Estado. Asimismo,
supone que trascienda la dimensión legal y se traduzca en efectividad. Sólo de esta manera se
satisface plenamente el derecho de toda persona a ser buscada, pues una vez que trasciende
el papel, se convierte en letra viva que dinamiza el accionar institucional y, por lo tanto, su
reconocimiento pleno.
Para encuadrar el derecho de toda persona a ser buscada en una noción de derechos humanos
amplia es pertinente hablar de persona desaparecida; es decir, no limitarse a la
conceptualización que distingue entre persona desaparecida, no localizada, ausente o
extraviada.
Distinción conceptual
Si bien en los literales XVI y XVII de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de
Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de
Personas se distingue entre persona desaparecida (presumiblemente ausente por causa de un
delito) y persona no localizada (ubicación desconocida no relacionada con la posible comisión
de un delito), en ambos casos asiste, en todo momento, el derecho de los familiares a exigir la
búsqueda con la debida diligencia.
Precisión conceptual
Por lo tanto, ante cualquier denuncia de desaparición las autoridades deben poner en
práctica la interpretación más amplia de la ley que favorezca la localización de las
personas desaparecidas y la salvaguarda de los derechos de las víctimas indirectas. Las
instituciones tienen el deber de ejercer plenamente sus atribuciones y obligaciones en
función de las leyes locales, nacionales e internacionales, empleando todos los recursos
a su disposición para la debida diligencia en materia de búsqueda y localización y,
fundamentalmente, incorporando los criterios de igualdad y no discriminación en el
tratamiento de los casos
Definiciones de desaparición
Venezuela
“Se entiende por desaparición forzada el acto por medio del cual la autoridad,
sea civil, militar o cualquier persona al servicio del Estado, por motivos
políticos, comete el delito de privar arbitrariamente y de forma continuada de
su libertad a una persona o grupo de ellas, usando bien los cuerpos policiales
o de seguridad de la Nación”
Colombia
Tiene una incidencia distinta en la identidad personal. Puede darse contra una persona o
colectivos de personas, un ejemplo es el caso de Ayotzinapa. Este hecho, independientemente
de su impacto, ya sea si es un evento masivo o individual, conlleva el mismo tipo de
obligaciones estatales y de derechos de las víctimas.
Primero
Hechos en que se ha perdido la comunicación con la persona reportada (de forma voluntaria
o involuntaria), ésta se encuentra fuera de la tutela familiar predominante y no está bajo el
resguardo de ninguna institución estatal. En estas desapariciones está implicada una
dimensión comunicacional (donde el vínculo cotidiano ha sido suspendido repentinamente)
y una conducta no típica de la persona dada por desaparecida en su habitual ámbito
individual o social.
A partir de lo anterior se podría afirmar que los reportes, las noticias y las denuncias de
desaparición de personas podrían estar englobadas en dos grandes núcleos:
Segundo
Las siguientes anotaciones buscan realizar una aportación para el saber hacer relacionado con
la búsqueda de personas dadas por desaparecidas
Legitimidad del derecho: La legítima exigencia del derecho de toda persona a ser
buscada estuvo contenida inicialmente en el Protocolo Homologado de Búsqueda, y
responde a una serie de exigencias sociales que reflejan la búsqueda inagotable de
larga data realizada por las y los familiares para encontrar a sus seres queridos, en las
que se han exigido el respeto a sus derechos.
Por lo tanto, nuestra exigencia por este derecho como familiares se encuadra en este
contexto afectación y, contrastantemente, nuestra obligación de cumplirlo como
personas servidoras públicas debe contemplarlo profundamente.
Características particulares de un caso: Encuadrar un caso particular en una dinámica
más amplia ayuda a tener un marco de referencia para identificar el accionar
institucional (los aciertos y las omisiones) y a la vez rescatar la especificidad del caso
con el fin de encarar las exigencias concretas a través de un soporte comprensivo
mayor.
A las personas servidoras públicas les ofrece un marco reflexivo sobre las exigencias
connaturales hacia el Estado, permite repensar lo que se debe fortalecer, favorece trazar
la ruta a seguir para subsanar los errores (institucional e individualmente) y, finalmente,
posibilita acopiar elementos necesarios para emprender acciones con mayor coherencia.
Crisis de desapariciones: La lectura de este contexto remite necesariamente a la
noción de crisis de desaparición o desapariciones presente en México desde los
últimos 15 años. Para la lectura de este contexto es de vital importancia tener el
registro de las cifras, los lugares con mayor incidencia y las principales formas de
hallazgo y localización. Si bien se ha hecho énfasis en los casos de la violencia de
género contra las mujeres y los feminicidios asociados a estas prácticas, lo cierto es
que existe poca certeza en torno al tipo de víctimas, las cuales quedan la mayor parte
de las veces englobadas bajo las cifras.
En otro extremo, la crisis de desaparición remite a las graves afectaciones de los derechos
humanos sobre las víctimas directas, indirectas y el conjunto del tejido social.
Lamentablemente, estos efectos con frecuencia son dejados en un segundo plano por dar
prioridad a las cifras, soslayando que detrás de cada caso existe una historia de vida que
involucra vínculos, afectos y trayectorias que se ven interrumpidas por la desaparición.
Afectaciones familiares
Así, a lo anterior se suma el rechazo social hacia las familias y hacia la persona
desaparecida debido a las estigmatizaciones y criminalizaciones, que en muchas ocasiones
son propiciadas por las personas servidoras públicas. En este plano, las familias padecen
diariamente tanto con el rechazo social de diferentes sectores sociales, como con la lucha
cotidiana de buscar y procurar salvaguardar la imagen y el buen nombre de su ser querido.
Resolución de controversias
Diversos análisis han señalado las graves afectaciones sociales inmediatas en las familias
de las víctimas: empobrecimiento, ruptura de los lazos familiares, exilio, desprecio,
estigmatización, entre otros.
¿Sabías qué?
El derecho de toda persona a ser buscada tiene entidad jurídica propia, es decir, si bien está
íntimamente ligado con otros derechos, la obligación estatal de buscar y el derecho de las
familias a que la persona dada por desaparecida sea buscada prevalece independiente de si
se presume delito o no. Como ya se ha señalado anteriormente, esto implica la
materialización directa del principio pro persona.
La entidad jurídica propia supone entonces que su entidad es autónoma. Esto es, su
realización en tanto derecho y obligación no depende de otra consideración más que de la
activación de denuncia (pública o formal frente a cualquier dependencia de la Fiscalía
General de la República o cualquier instancia de las fiscalías estatales), noticia o reporte
(ante cualquier institución estatal).
Por lo tanto, la responsabilidad estatal en la materia, tanto por acción u omisión, se activa
plenamente en cuanto se tiene conocimiento del hecho. Esto implica el despliegue máximo
de sus capacidades, la responsabilidad de apego estricto a la ley y el ejercicio objetivo
diligente de sus atribuciones frente a la persona desaparecida, la familia, los órganos de
control y las instancias internacionales de derechos humanos.
1. Entender que la búsqueda debe emprenderse por parte de las instituciones como una
acción del Estado. Esto implica que en la distinción entre instituciones dedicadas a
la búsqueda (Comisiones de Búsqueda y fiscalías) y a la investigación (fiscalías) la
máxima garantía de derechos humanos está dada por la interrelación coherente entre
ambas dimensiones, pero donde el derecho de toda persona a ser buscada no se
agota o limita por la investigación del delito.
2. Comprender que la materialización del derecho de toda persona a ser buscada
está profundamente imbricada en una adecuada coordinación interinstitucional. En
virtud de ello, el Protocolo Homologado de Búsqueda ha establecido de manera
clara y detallada la naturaleza y respectivas funciones de las autoridades primarias,
transmisoras, informadoras y difusoras. Aspecto sobre el cual se profundizará en el
Módulo III.
La materialización del principio pro persona en el derecho de toda persona a ser buscada se
complementa formalmente en el caso mexicano a partir de las siguientes precisiones:
Este derecho es un principio básico de cualquier régimen democrático y del Estado de derecho,
por lo tanto, no es suficiente con que esté consagrado en las normas, es imperativo que las
instituciones implementen toda una estructura organizativa que posibilite un correcto
funcionamiento operativo y garantice la independencia e imparcialidad en la procuración y
administración de la justicia. Además, es una obligación estatal el diseño de políticas públicas y
medidas diferenciales que garanticen el acceso universal a este derecho.
Pendiente ---
Recordemos que los derechos humanos son más que normas, los cuales son inherentes a las
personas y algunos –como los fundamentales– apuntan a los mínimos vitales de ser y existir, por
ejemplo, el derecho a la vida. Otros le dan valor a esa existencia, por ejemplo, la educación, la
salud, el bienestar y la alimentación. Pero todos apuntan hacia una misma dirección: la dignidad
de las personas. Evidentemente, el derecho de toda persona a ser buscada se encuadra en esta
dirección.
Es importante que los derechos humanos estén contemplados en las leyes y sean aplicables
según las disposiciones locales, nacionales e internacionales en la materia. Sin embargo, no
se agotan en la política pública. Demandan su realización práctica, así como toda una
disposición socio-institucional por parte de las personas servidoras públicas para ser
ejercitados plenamente. En suma, no pueden ser vistos como una mera herramienta
operativa, sino que su realización debe aportar a la dignificación de la persona.
En consecuencia, tanto el derecho de toda persona a ser buscada, como el conjunto de derechos
de las víctimas están ligados al conjunto de los derechos humanos y se rige por sus principios
(universalidad, indivisibilidad, inalienabilidad, interdependencia y progresividad). Además, están
validados internacionalmente por medio de diferentes instrumentos debidamente firmados por
los Estados nacionales. Su pleno ejercicio supone su respeto, defensa y promoción por parte del
orden político, económico, cultural y social vigente.
La desaparición en el marco de las violaciones a los derechos humanos
Aspectos esenciales que permiten pensar la desaparición como una violación de los derechos
humanos:
En caso de constituir una forma de victimización intencional, generalizada o sistemática contra una
población civil o un sector social específico constituye un crimen de lesa humanidad. Es
especialmente grave dado que lesiona profundamente a la humanidad. Esto pone de manifiesto la
necesidad, y las fallas profundas del Estado en materia de protección integral.
Violación autónoma
Es una violación autónoma porque supone que debe ser reconocida como una afectación a los
derechos humanos en sí misma a la hora de materializar su persecución y juzgamiento,
independientemente de la violación de derechos que conlleva.
Afectación pluriofensiva
En un extremo, tiene que ver con la gravedad y el carácter continuado o permanente de la afectación
contra los derechos hasta en tanto la persona no sea localizada. Caso en que desde el inicio y luego
con el desarrollo de estos sucesos se pone en entredicho el derecho a la libertad personal, a la
personalidad jurídica (impidiendo la tutela familiar y, principalmente, estatal, sustrayendo a la
persona de la de la protección judicial) y se lesionan los derechos a la justicia y la verdad en el
momento en que se desconozca la suerte que ha corrido la persona.
Es preciso decir que los derechos humanos fueron formulados explícitamente con el fin de
limitar la capacidad del aparato estatal de coaccionar tanto a la ciudadanía, como a quienes
se encuentran bajo su jurisdicción territorial. Complementariamente, estos derechos se
configuran como un parámetro para exigir las responsabilidades y obligaciones estatales en
la promoción de la equidad y protección de las personas más necesitadas.
Los seres humanos somos considerados como titulares de derechos, y somos portadores de
éstos sin distinción de nuestras condiciones sociales, raciales, origen étnico, orientación e
identidad de género, religión, posición política, entre otras. Por lo tanto, todas las personas
poseen derechos por el simple hecho de pertenecer a la comunidad humana.
En este contexto, es preciso señalar que los derechos humanos suponen una evolución constante
al no ser estáticos. Evidencia de esto es la formulación e incorporación constante de diferentes
tratados que, eventualmente, pasan a ser de obligatorio cumplimiento y se constituyen en
referentes para ampliar progresivamente los derechos de diferentes sectores de la sociedad. Es a
partir de este fuerte núcleo que los derechos humanos se rodean de una serie de características
que les son inherentes:
Universalidad
Hace referencia al hecho de que todas las personas son titulares de todos los derechos
humanos. Por el contario, el no reconocimiento de esta cualidad, es decir, la negación de la
humanidad en una persona, acarrea la violación y afectación de sus derechos humanos.
Interdependencia e indivisibilidad
Por ejemplo, en el derecho de toda persona a ser buscada es preciso que los Estados
armonicen el derecho de acceso a la justicia, de lo no hacerlo se crearía una situación
desbalanceada tanto en los derechos de las personas dadas por desaparecidas como en los
de sus familias.
Progresividad
Este principio une la obligación estatal de hacer avanzar todos y cada uno de los derechos
de forma armónica y consistente. Por lo tanto, acarrea la prohibición expresa de no permitir
el retroceso de ninguno de manera particular, pero tampoco en su conjunto.
Por ejemplo, desde el derecho de toda persona a ser buscada a la promulgación de la Ley
General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por
Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, le ha correspondido su
ampliación progresiva por medio de la promulgación tanto del Protocolo Homologado para
la Búsqueda de Personas Desaparecidas y no Localizadas, como del Protocolo Adicional
para la Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes. Otro ejemplo de este principio de
progresividad sería la formulación de leyes locales de búsqueda en algunas entidades
federativas, tales como en la Ciudad de México y el Estado de México.
Virtud de humanidad
Se configuran, preferiblemente, como una razón o un conjunto de razones para tratar a las
personas de forma respetuosa y digna en el marco tanto de las normas locales, nacionales e
internacionales, como de las convenciones sociales. Es decir, no caracterizan a las personas en sí
mismas, sino que delinean el tipo de razones para dar el tratamiento que le compete a los seres
humanos en virtud de su humanidad. Por lo tanto, constituyen razones fundamentales para dar
forma a las instituciones sociales.
Institucionalidad
De manera convergente, un derecho humano es una dimensión social que cualquier persona
puede reclamar moral o legalmente por el hecho de ser titular de los derechos. No es una
reclamación cualquiera, conlleva un peso y una incidencia específica.
Sin embargo, tal reclamación no precisa ser explícitamente formulada para que deba ser
garantizada. Es decir, un derecho constituye una reclamación justificada que también impone un
deber correlativo de otros seres humanos, pero particularmente de la institucionalidad, para que
tal derecho pueda ser garantizado y libremente ejercido.
Clasificación
Los derechos pueden clasificarse como negativos o positivos, los primeros imponen un deber
correlativo que sólo requiere la inacción por parte de quien está obligado a garantizar el derecho.
Por ejemplo, la realización del derecho a la libre expresión sólo requiere de la institucionalidad
para su libre ejercicio.
Los derechos positivos, por el contrario, imponen un deber correlativo que demanda la acción
explícita en la garantía y realización plena del derecho. Significa que es deber de la
institucionalidad hacer lo necesario para su ejercicio y desarrollo. El derecho de toda persona a ser
buscada es claramente un derecho con estas características.
Ser titular de un derecho es “tener un reclamo concreto y bien fundamentado sobre las acciones
de otras personas y sobre la forma de las instituciones sociales, en particular los gobiernos”
Es decir, los derechos humanos se configuran como un estándar mínimo que obliga al
Estado a cumplir con sus obligaciones y, a la vez, delinea el tipo de relación entre la
ciudadanía y las instituciones.
En otras palabras, las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos no se agotan
con la determinación de responsabilidades penales individuales, demandan una acción
integral institucional en su promoción y defensa, la cual implica lo siguiente:
En este punto es preciso señalar que el enfoque de derechos humanos se ha ido ampliando
progresivamente: a la Declaración Universal de los Derechos Humanos se sumó en años
posteriores otro conjunto de derechos desde la perspectiva de la progresividad y de la
necesaria complementariedad para enfrentar viejos problemas y atender a nuevas
realidades, destacando el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como sus protocolos
facultativos.
Nota
Todo parece indicar que la desaparición afecta, principalmente, a los sectores sociales más
vulnerables, lo que exige adoptar un enfoque diferencial para garantizar el derecho de toda
persona a ser buscada.
Este enfoque se encamina a ofrecer medidas especiales de protección y aspira a que las
personas históricamente discriminadas puedan acceder a sus derechos, a la protección
estatal, así como a las diferentes prerrogativas ofrecidas por un orden constitucional que
contemple las necesidades específicas, implemente un abordaje que disminuya las
situaciones de riesgo y desigualdad, y promueva la equidad.
Para una comprensión integral del enfoque diferencial es preciso complementarlo con
el enfoque interseccional. Desde esta perspectiva se asume que una persona puede vivir
una o más discriminaciones en contextos sociales específicos. Se considera que distintas
franjas sociales viven la intersección de múltiples diferencias, las cuales afectan su vida
e integridad, hecho que demanda acciones específicas para la salvaguarda y garantía de
sus derechos humanos.
Este enfoque considera que una persona puede vivir al unísono varias discriminaciones,
las cuales se convierten en una suerte de capas que van acumulando inequidades y
opresiones en la trayectoria de vida de una persona. El objetivo de este enfoque es
detectar la manera en que se entrelazan estas múltiples discriminaciones y cómo
influyen en la generación de desigualdades, con el fin de formular medidas que
permitan su superación. Este abordaje no pretende demostrar que una persona o un
colectivo vive más discriminaciones que otro, sino que busca identificar su origen para
que puedan superarlas.
El derecho de toda persona a ser buscada y su relación con los enfoques diferencial e
interseccional
El enfoque de género
Mención especial merece el enfoque de género, pues desde esta perspectiva se asume que el
ejercicio de los derechos humanos y la inclusión social están afectadas por la forma en que
los colectivos sociales configuran los roles que se asignan a mujeres, hombres e identidades
sexuales diversas. Es decir, se considera que la manera en que cada persona vive sus
derechos estará influenciada por el conjunto de valores, privilegios y discriminaciones, a
partir de los cuales se ordena la sociedad en función de las identidades, orientaciones y
expresiones de género.
¿Sabías qué?
Cada sociedad ha construido una idea particular de cómo deben ser los seres humanos y les
ha asignado un papel y un comportamiento que rijan sus conductas y sus formas de
relacionarse. Estos roles configuran una serie de símbolos, discursos y narrativas.
Adicionalmente, es necesario resaltar que la mayoría de las personas localizadas con vida
son mujeres, mientras que la mayor parte de las personas localizadas sin vida son hombres.
Esto podría advertir sobre la incidencia diferencial del fenómeno y los motivos vinculados
en cada tipo de desaparición, razón por la cual es menester que en los planes de búsqueda
se contemplen este tipo de situaciones, así como las dinámicas implicadas en las tendencias
generales y los componentes específicos de cada caso.
Implicaciones del enfoque de género en materia del derecho de toda persona a ser
buscada
…5 Tanto las fiscalías como las comisiones de búsqueda deben incorporar a los protocolos de
búsqueda el desarrollo de medidas de búsqueda e investigación con enfoque de género.
El derecho de toda persona a ser buscada incorpora un enfoque diferencial para atender las
necesidades específicas de las niñas, los niños y las y los adolescentes. En este sentido, es preciso
entender que la desaparición es un fenómeno que afecta de manera importante a este sector
poblacional.
El principio del interés superior de la niñez se manifiesta como un mandato expreso que reconoce
el conjunto de los derechos humanos, a la vez que demanda acciones específicas para garantizar
su universalidad, indivisibilidad e interdependencia. Con dicho principio se busca la mayor
satisfacción de las necesidades de esta población a través de procurar el respeto a su dignidad e
integridad, y la realización de las medidas adecuadas para su bienestar. Este aspecto debe guiar
todas las acciones y decisiones estatales.
Derecho de toda persona a ser buscada y su relación con el enfoque de niñas, niños y adolescentes
Perspectiva psicosocial
Comprensión de afectaciones
Se debe crear una interacción entre las personas servidoras públicas responsables de
la búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas y las y los familiares con
base en una perspectiva psicosocial.
Se debe comprender el amplio rango de afectaciones individuales y grupales
manifestadas en sus relaciones, formas de actuar y modos de comprender la
realidad.
Se deben reconocer las necesidades generales y específicas en cada momento del
proceso de búsqueda, evitando siempre que las víctimas sean estigmatizadas,
criminalizadas, patologizadas, culpabilizadas o revictimizadas.
Se debe promover un trato digno, así como el derecho a la participación y a la
información, tanto de forma individual como colectiva.
Por ello el Estado es el responsable directo por cualquier infracción a los DH, ya sea
por acción u omisión.
3- Proteger
El Estado debe adoptar medidas que aseguren la protección efectiva de los seres
humanos, lo que implica:
o Prevenir, prohibir y castigar violaciones contra los DH de todas las personas que
están bajo su jurisdicción
o Mantener la responsabilidad internacional de acuerdo con la normatividad en
materia de DH imperante, lo que implica ser responsable por tolerancia,
complicidad o aquiescencia.
o Realizar la debida diligencia en la protección de los DH, tanto en su parte
procedimental como de promoción
o Evitar que terceros interfieran, obstaculicen o impidan el acceso a los derechos o
que materialicen conductas lesivas a éstos.
o Prevenir violaciones a DH con base en una perspectiva diferencial, de acuerdo con
las necesidades específicas de los sectores poblacionales.
o Establecer mecanismos para la exigibilidad de los derechos, así como crear
instancias institucionales que prevengan cualquier violación contra los DH.
o Reparar integralmente a las víctimas, hacer frente a los efectos y consecuencias de
las afectaciones y violaciones a los DH.
4- Promover
Es un escenario sociocultural de pleno respeto a los DH. Es la obligación estatal de
promoción- generación de conciencia y actitudes donde los DH sean reconocidos como
valores centrales para el individuo y la comunidad.
En el ejercicio de divulgación necesaria, pertinente y adecuada para su respeto, exigencia
y goce efectivo, se establezca un contenido sustantivo de los derechos en cuestión, se cree
el marco referencial para su reclamación, así como rutas institucionales obligatorias para
su cumplimiento y sanción.
La información difundida debe ser adecuada y suficiente para que las víctimas y la
sociedad en general conozcan cuáles son sus derechos, sepan cómo ejercerlos y también
los mecanismos de defensa con que cuentan. EL objetivo fundamental es sensibilizar a las
personas sobre la mejor manera de vivir y ejercer sus derechos.
Las obligaciones del Estado y los principios de los DH.
Los procesos de realización de planes de búsqueda son una medida especifica de obligatorio
cumplimiento por parte del Estado para realizar sus funciones en materia de defensa de DH.
Obligaciones de los Estados para garantizar el derecho de toda persona a ser buscada
1. Respetar
Los Estados no deben incurrir en prácticas de desaparición, de autorizarlas o tolerarlas.
2. Reconocer
Los Estados deben contemplar la desaparición, específicamente la desaparición forzada,
como una ofensa especial y particular en contra de la humanidad, como una conducta que
afecta al conjunto de los DH y las libertades fundamentales.
3. Garantizar
Los Estados deben tipificar el delito de desaparición y aplicar las penas necesarias para
que estas conductas sean consideradas como de extrema gravedad y que se clarifiquen las
responsabilidad estatales y civiles. Esto supone la formulación de medidas de política
pública para proteger a las víctimas de tales delitos, en las que se considere:
o Investigar ex oficio (sin necesidad de que exista denuncia y son dilación).
o Establecer la verdad de lo acontecido al informar a las y los familiares.
o Reparar adecuadamente el daño (medidas de satisfacción y no repetición).
o Sancionar estos delitos (perseguir, capturar y enjuiciar a actores intelectuales y
materiales).
o Determinar responsabilidades (individuales y estatales).
o Garantizar el derecho efectivo de denuncia de estos hechos (sin dilación y con
seguridad).
o Establecer la suerte y paradero de la persona dada por desaparecida.
4. Proteger
Los Estados tienen la obligación fundamental de actuar diligentemente en diferentes
niveles (local, regional y nacional) para prevenir y eliminar las desapariciones.
4. Coordinación interinstitucional
Actividad Integradora
Era responsabilidad procedimental