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NOTAS

Introducción
El principio pro persona busca lograr la protección más amplia de los derechos
humanos, en él se considera a la persona como titular de tales derechos, y demanda del
Estado emplear la máxima capacidad disponible para proteger su integridad

El derecho de toda persona a ser buscada y los derechos de las víctimas están ligados al
conjunto de los derechos humanos y se rigen por sus principios de universalidad,
indivisibilidad, inalienabilidad, interdependencia y progresividad. En este sentido, el
pleno ejercicio de este derecho supone su respeto, defensa, promoción y garantía

Tema 1: Derecho de toda persona a ser buscada


La búsqueda se concreta como un derecho, es decir, una facultad reconocida por el
ordenamiento legal a las personas dadas por desaparecidas. Es una prerrogativa a la cual
todos los seres humanos debemos tener acceso en caso de haber sufrido alguna desaparición,
independientemente de sus causas o modalidades. A nadie se le puede negar el derecho y
nadie puede ser marginada o marginado de éste por ninguna razón: ni por género, raza, origen
étnico, edad, condición social o clase, entre otras. Sin la realización plena de este derecho,
otros más se ven lesionados, tales como el derecho a la libertad y a la personalidad jurídica.

En suma, como derecho implica el reconocimiento en la ley por parte del Estado. Asimismo,
supone que trascienda la dimensión legal y se traduzca en efectividad. Sólo de esta manera se
satisface plenamente el derecho de toda persona a ser buscada, pues una vez que trasciende
el papel, se convierte en letra viva que dinamiza el accionar institucional y, por lo tanto, su
reconocimiento pleno.

Noción de derechos humanos

Para encuadrar el derecho de toda persona a ser buscada en una noción de derechos humanos
amplia es pertinente hablar de persona desaparecida; es decir, no limitarse a la
conceptualización que distingue entre persona desaparecida, no localizada, ausente o
extraviada.

Distinción conceptual

Si bien en los literales XVI y XVII de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de
Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de
Personas se distingue entre persona desaparecida (presumiblemente ausente por causa de un
delito) y persona no localizada (ubicación desconocida no relacionada con la posible comisión
de un delito), en ambos casos asiste, en todo momento, el derecho de los familiares a exigir la
búsqueda con la debida diligencia.

Precisión conceptual

La interpretación conforme favorece la materialización del principio pro persona, el


cual es transversal al conjunto de los derechos humanos y consiste en la exigencia a las
autoridades estatales de acudir a la norma más amplia en el reconocimiento y
protección de un derecho.
En relación con el derecho de toda persona a ser buscada, existe la obligación de las
personas servidoras públicas de atender a las denuncias y reportes de desaparición a
través de un protocolo unificado en el que se empleen todas las herramientas al alcance
para la búsqueda y localización, independientemente de la presunción que se tenga de
las causas de desaparición.
Para el principio pro persona el objeto y fin último es la protección más amplia de los
derechos humanos. Considera al ser humano como titular de éstos y demanda del
Estado emplear la máxima capacidad disponible para salvaguardar la integridad de cada
persona. Para conseguir este fin, el Estado y las personas servidoras públicas deben
incorporar la interpretación de la ley que más favorezca el ejercicio de derechos (la
preferencia interpretativa) y aplicar la norma más favorable a la persona (la
preferencia de normas).

Por lo tanto, ante cualquier denuncia de desaparición las autoridades deben poner en
práctica la interpretación más amplia de la ley que favorezca la localización de las
personas desaparecidas y la salvaguarda de los derechos de las víctimas indirectas. Las
instituciones tienen el deber de ejercer plenamente sus atribuciones y obligaciones en
función de las leyes locales, nacionales e internacionales, empleando todos los recursos
a su disposición para la debida diligencia en materia de búsqueda y localización y,
fundamentalmente, incorporando los criterios de igualdad y no discriminación en el
tratamiento de los casos
Definiciones de desaparición

Venezuela
“Se entiende por desaparición forzada el acto por medio del cual la autoridad,
sea civil, militar o cualquier persona al servicio del Estado, por motivos
políticos, comete el delito de privar arbitrariamente y de forma continuada de
su libertad a una persona o grupo de ellas, usando bien los cuerpos policiales
o de seguridad de la Nación”

Ley para Sancionar los Crímenes, Desapariciones, Torturas y Otras Violaciones de


los Derechos Humanos por Razones Políticas en el Periodo 1958-1998, publicada
en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela el 25 de noviembre
de 2011.

Colombia

“La desaparición forzada de personas es una conducta compleja que se compone


de diversas acciones:

i. inicia con la privación de la libertad a cualquier título o forma,


ii.  es cometida por agentes estatales o por particulares que actúen en
nombre del Estado o con su autorización, apoyo o consentimiento y
iii. es seguida de la negación a reconocer la privación de la libertad o del
ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona, sustrayéndola de
la protección de la ley”.

Defensoría del Pueblo, Concepto de desaparición forzada en Colombia, Colombia,


Defensoría del Pueblo, 2018.
Argentina

“La desaparición es un secuestro, un arresto, una detención o cualquier otro acto


que además de quitarte la libertad, te priva de la protección de un juez al no
informar ni dónde estás ni tu situación. No importa si lo hace un representante
del Estado o un grupo de personas con o sin apoyo del Estado. Siempre es un
delito y se considera un crimen de lesa humanidad”.

Gobierno de Argentina, “Desaparición forzada de personas”, 12 de julio de 2019.

Con pequeñas variaciones, es evidente que el concepto de desaparición ha sido adaptado a


la realidad de cada país. En México, por ejemplo, la normatividad ha adoptado una visión
diferente, tal vez más amplia, para tratar de comprender las características complejas del
fenómeno en el territorio nacional. Como ya se ha referido, es importante abordar sus
características a partir de dos puntos esenciales:

Evidentemente la desaparición de una persona constituye su ausencia, pero no


necesariamente toda ausencia de una persona configura una desaparición. Por el contrario, un
extravío sí puede devenir en una desaparición, pero no todo extravío llega a configurarse
como tal.

Hacia un concepto amplio de desaparición y sus variantes operativas

Se propone pensar la desaparición como un hecho social encuadrado en diferentes


circunstancias:

Naturaleza del fenómeno


Puede ser un fenómeno eventual o sistemático que está encuadrado en patrones, es decir,
puede darse como un resultado aleatorio o como un evento que está encadenado a
violaciones de derechos humanos similares y sostenidas en el tiempo. Un ejemplo de esto es la
desaparición forzada que ocurrió durante el periodo conocido como guerra sucia.

Incidencia sobre la identidad personal

Tiene una incidencia distinta en la identidad personal. Puede darse contra una persona o
colectivos de personas, un ejemplo es el caso de Ayotzinapa. Este hecho, independientemente
de su impacto, ya sea si es un evento masivo o individual, conlleva el mismo tipo de
obligaciones estatales y de derechos de las víctimas.

Enfoque de derechos humanos

Desde una perspectiva amplia basada en un enfoque de derechos humanos, la


desaparición puede ser concebida como un fenómeno con móviles diversos (delictivos o
no), diferentes dinámicas y actores disímiles involucrados. Por ejemplo, una
desaparición puede darse como consecuencia de un secuestro para extorsionar, un
secuestro simple, el involucramiento en redes de trata de personas, feminicidios,
desapariciones forzadas, entre otros delitos.
La desaparición se compone de las siguientes dinámicas:

1) Falta de claridad con respecto al paradero, destino y estado de una persona

cercana o un conjunto de personas con quienes se tiene algún tipo de vínculo.


2) Desconocimiento de las razones, circunstancias o motivos implicados en la
desaparición y cuestionamiento sobre la posible participación de un tercero
responsable.
3) Activación de algún mecanismo de búsqueda (denuncia pública por cualquier medio
de comunicación o reporte ante alguna autoridad).
A partir de lo anterior se podría afirmar que los reportes, las noticias y las denuncias de
desaparición de personas podrían estar englobadas en dos grandes núcleos:

 Primero

Hechos en que se ha perdido la comunicación con la persona reportada (de forma voluntaria
o involuntaria), ésta se encuentra fuera de la tutela familiar predominante y no está bajo el
resguardo de ninguna institución estatal. En estas desapariciones está implicada una
dimensión comunicacional (donde el vínculo cotidiano ha sido suspendido repentinamente)
y una conducta no típica de la persona dada por desaparecida en su habitual ámbito
individual o social.
A partir de lo anterior se podría afirmar que los reportes, las noticias y las denuncias de
desaparición de personas podrían estar englobadas en dos grandes núcleos:

 Segundo

Dinámicas y modalidades generadas a raíz de circunstancias delictivas. En este tipo de


hechos la persona ha sido incomunicada intencionalmente, ha sufrido alguna forma de
victimización que le impide el regreso a su entorno cotidiano, o ha sido abstraída por medio
de la fuerza de la tutela familiar legal o relacional inmediata y, fundamentalmente, del
resguardo estatal.

En este núcleo se pueden observar diferentes patrones de poder y regímenes de violencia


mediados por relaciones o circunstancias episódicas asimétricas, así como actores
ejerciendo formas de victimización o amenazando con su uso, así como la vivencia de
graves violaciones a los derechos humanos.
Podrían ubicarse aquí las siguientes manifestaciones:
Breve contextualización del problema: impactos de la desaparición

Las siguientes anotaciones buscan realizar una aportación para el saber hacer relacionado con
la búsqueda de personas dadas por desaparecidas

 Legitimidad del derecho: La legítima exigencia del derecho de toda persona a ser
buscada estuvo contenida inicialmente en el Protocolo Homologado de Búsqueda, y
responde a una serie de exigencias sociales que reflejan la búsqueda inagotable de
larga data realizada por las y los familiares para encontrar a sus seres queridos, en las
que se han exigido el respeto a sus derechos.

Por lo tanto, nuestra exigencia por este derecho como familiares se encuadra en este
contexto afectación y, contrastantemente, nuestra obligación de cumplirlo como
personas servidoras públicas debe contemplarlo profundamente.
 Características particulares de un caso: Encuadrar un caso particular en una dinámica
más amplia ayuda a tener un marco de referencia para identificar el accionar
institucional (los aciertos y las omisiones) y a la vez rescatar la especificidad del caso
con el fin de encarar las exigencias concretas a través de un soporte comprensivo
mayor.

A las personas servidoras públicas les ofrece un marco reflexivo sobre las exigencias
connaturales hacia el Estado, permite repensar lo que se debe fortalecer, favorece trazar
la ruta a seguir para subsanar los errores (institucional e individualmente) y, finalmente,
posibilita acopiar elementos necesarios para emprender acciones con mayor coherencia.
 Crisis de desapariciones: La lectura de este contexto remite necesariamente a la
noción de crisis de desaparición o desapariciones presente en México desde los
últimos 15 años. Para la lectura de este contexto es de vital importancia tener el
registro de las cifras, los lugares con mayor incidencia y las principales formas de
hallazgo y localización. Si bien se ha hecho énfasis en los casos de la violencia de
género contra las mujeres y los feminicidios asociados a estas prácticas, lo cierto es
que existe poca certeza en torno al tipo de víctimas, las cuales quedan la mayor parte
de las veces englobadas bajo las cifras.

En otro extremo, la crisis de desaparición remite a las graves afectaciones de los derechos
humanos sobre las víctimas directas, indirectas y el conjunto del tejido social.

Afectaciones de manera general.

Defensa de derechos humanos

La desaparición puede ser interpretada como una disrupción catastrófica de la


temporalidad, la colectividad y el sujeto, es decir, sustrae a la persona de las condiciones
biopolíticas que facultan su condición de ciudadanía.

Lamentablemente, estos efectos con frecuencia son dejados en un segundo plano por dar
prioridad a las cifras, soslayando que detrás de cada caso existe una historia de vida que
involucra vínculos, afectos y trayectorias que se ven interrumpidas por la desaparición.

Afectaciones familiares

En términos generales, el impacto central de la desaparición es la construcción de un


profundo estado de incertidumbre personal, familiar y social. Es un sentimiento que se
deriva del temor en torno a pensar el estado actual y real de la víctima, la posibilidad de no
encontrarla o de no saber cómo estará, las consecuencias para el entorno familiar y
personal, su imagen social y, por supuesto, la posibilidad de que la desaparición pueda estar
ligada a otras formas de victimización o afectación.

Así, a lo anterior se suma el rechazo social hacia las familias y hacia la persona
desaparecida debido a las estigmatizaciones y criminalizaciones, que en muchas ocasiones
son propiciadas por las personas servidoras públicas. En este plano, las familias padecen
diariamente tanto con el rechazo social de diferentes sectores sociales, como con la lucha
cotidiana de buscar y procurar salvaguardar la imagen y el buen nombre de su ser querido.

Resolución de controversias

Diversos análisis han señalado las graves afectaciones sociales inmediatas en las familias
de las víctimas: empobrecimiento, ruptura de los lazos familiares, exilio, desprecio,
estigmatización, entre otros.

En este sentido, se ha identificado que la desaparición genera un “encarcelamiento


psíquico” que suele ser un factor determinante dentro de la dinámica de la vida social
familiar, el cual genera un círculo repetitivo de búsqueda-espera-incertidumbre, y donde el
anhelo de justicia y de localización de la persona no ocurre.

Dimensión formal del derecho de toda persona a ser buscada


Este derecho, en términos generales, comprende dos componentes: a) la obligación del Estado de
buscar y b) el derecho de los familiares a que la persona dada por desaparecida sea buscada. La
siguiente imagen sintetiza la necesaria complementariedad de ambos aspectos.

¿Sabías qué?

El Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas


es fruto de la lucha social de largos años y funge como eje rector de la política pública de
búsqueda de personas desaparecidas en México. Su observancia es de obligatorio
cumplimiento para las distintas autoridades estatales, garantiza los principales medios para
adelantar los distintos tipos de búsquedas y advierte sobre los lineamientos a seguir por las
y los funcionarios para garantizar el derecho de toda persona a ser buscada

Derecho con entidad jurídica propia

El derecho de toda persona a ser buscada tiene entidad jurídica propia, es decir, si bien está
íntimamente ligado con otros derechos, la obligación estatal de buscar y el derecho de las
familias a que la persona dada por desaparecida sea buscada prevalece independiente de si
se presume delito o no. Como ya se ha señalado anteriormente, esto implica la
materialización directa del principio pro persona.

La entidad jurídica propia supone entonces que su entidad es autónoma. Esto es, su
realización en tanto derecho y obligación no depende de otra consideración más que de la
activación de denuncia (pública o formal frente a cualquier dependencia de la Fiscalía
General de la República o cualquier instancia de las fiscalías estatales), noticia o reporte
(ante cualquier institución estatal).

Por lo tanto, la responsabilidad estatal en la materia, tanto por acción u omisión, se activa
plenamente en cuanto se tiene conocimiento del hecho. Esto implica el despliegue máximo
de sus capacidades, la responsabilidad de apego estricto a la ley y el ejercicio objetivo
diligente de sus atribuciones frente a la persona desaparecida, la familia, los órganos de
control y las instancias internacionales de derechos humanos.

Diferencias ente búsqueda e investigación

El segundo punto es entender la diferencia implicada en el Protocolo Homologado de


Búsqueda sobre las acciones de búsqueda e investigación. En este sentido, se entiende que
ambas dimensiones son complementarias y necesarias para la localización de una persona.
El derecho de toda persona a ser buscada no depende de que la autoridad ministerial inicie,
desarrolle o lleve a buen término el esclarecimiento del delito que pudo concurrir en la
desaparición. Esto implica que la investigación en aquellos casos en que se ha identificado
la comisión de un delito no se agota una vez localizada a la persona dada por desaparecida.

Se debe tener presente que buscar no es investigar. Independientemente de que en la


investigación se identifiquen indicios que permitan dar con los presuntos responsables y se
puedan recolectar pruebas que permitan identificar móviles y dinámicas, esto no agota la
búsqueda de la persona dada por desaparecida. Por ejemplo, no son pocos los casos en que
se han detenido a los responsables de una desaparición, pero se ha retrasado la localización
de la persona. 

Es decir, investigar un delito de desaparición no agota la búsqueda, aunque realice aportes


para la localización. Ambas dimensiones corren en paralelo y se retroalimentan, pero es un
deber estatal distinguirlas y llevarlas conjuntamente a buen término.

Materialización del derecho

De esto se desprenden dos consecuencias e implicaciones necesarias para la materialización


del derecho de toda persona a ser buscada:

1. Entender que la búsqueda debe emprenderse por parte de las instituciones como una
acción del Estado. Esto implica que en la distinción entre instituciones dedicadas a
la búsqueda (Comisiones de Búsqueda y fiscalías) y a la investigación (fiscalías) la
máxima garantía de derechos humanos está dada por la interrelación coherente entre
ambas dimensiones, pero donde el derecho de toda persona a ser buscada no se
agota o limita por la investigación del delito.
2.      Comprender que la materialización del derecho de toda persona a ser buscada
está profundamente imbricada en una adecuada coordinación interinstitucional. En
virtud de ello, el Protocolo Homologado de Búsqueda ha establecido de manera
clara y detallada la naturaleza y respectivas funciones de las autoridades primarias,
transmisoras, informadoras y difusoras. Aspecto sobre el cual se profundizará en el
Módulo III.

Principio pro persona

La materialización del principio pro persona en el derecho de toda persona a ser buscada se
complementa formalmente en el caso mexicano a partir de las siguientes precisiones:

1. El mandato de buscar es atemporal, es decir, que la obligación del Estado de buscar


y el derecho de las familias a la búsqueda de su familiar no depende del momento
en que se haya producido la desaparición.
2. Implica que la materialización del derecho en cuestión está indisolublemente ligada
al derecho de las víctimas a participar activamente de las labores de búsqueda.
3. En la tensión entre el derecho a la protección de datos personales y el derecho de
toda persona a ser buscada prevalece este último. Antes que la protección de
cualquier dato por parte del Estado, se encuentra la obligación de buscar y localizar.
En este sentido, la comunicación debe hacerse de manera informal hacia las
instituciones primarias.

Tema 2: Derecho de acceso a la justicia


El derecho a la justicia

Este derecho es un principio básico de cualquier régimen democrático y del Estado de derecho,
por lo tanto, no es suficiente con que esté consagrado en las normas, es imperativo que las
instituciones implementen toda una estructura organizativa que posibilite un correcto
funcionamiento operativo y garantice la independencia e imparcialidad en la procuración y
administración de la justicia. Además, es una obligación estatal el diseño de políticas públicas y
medidas diferenciales que garanticen el acceso universal a este derecho.

Pendiente ---

Tema 3: Enfoque en derechos humanos desde la óptica de la


búsqueda de personas
Enfoques en derechos humanos desde la óptica de la búsqueda de personas

Recordemos que los derechos humanos son más que normas, los cuales son inherentes a las
personas y algunos –como los fundamentales– apuntan a los mínimos vitales de ser y existir, por
ejemplo, el derecho a la vida. Otros le dan valor a esa existencia, por ejemplo, la educación, la
salud, el bienestar y la alimentación. Pero todos apuntan hacia una misma dirección: la dignidad
de las personas. Evidentemente, el derecho de toda persona a ser buscada se encuadra en esta
dirección.

Es importante que los derechos humanos estén contemplados en las leyes y sean aplicables
según las disposiciones locales, nacionales e internacionales en la materia. Sin embargo, no
se agotan en la política pública. Demandan su realización práctica, así como toda una
disposición socio-institucional por parte de las personas servidoras públicas para ser
ejercitados plenamente. En suma, no pueden ser vistos como una mera herramienta
operativa, sino que su realización debe aportar a la dignificación de la persona.

La comprensión de los derechos invita a pensar en los siguientes aspectos:

En consecuencia, tanto el derecho de toda persona a ser buscada, como el conjunto de derechos
de las víctimas están ligados al conjunto de los derechos humanos y se rige por sus principios
(universalidad, indivisibilidad, inalienabilidad, interdependencia y progresividad). Además, están
validados internacionalmente por medio de diferentes instrumentos debidamente firmados por
los Estados nacionales. Su pleno ejercicio supone su respeto, defensa y promoción por parte del
orden político, económico, cultural y social vigente.
La desaparición en el marco de las violaciones a los derechos humanos

Aspectos esenciales que permiten pensar la desaparición como una violación de los derechos
humanos:

 Crimen de lesa humanidad

En caso de constituir una forma de victimización intencional, generalizada o sistemática contra una
población civil o un sector social específico constituye un crimen de lesa humanidad. Es
especialmente grave dado que lesiona profundamente a la humanidad. Esto pone de manifiesto la
necesidad, y las fallas profundas del Estado en materia de protección integral.

 Violación autónoma
Es una violación autónoma porque supone que debe ser reconocida como una afectación a los
derechos humanos en sí misma a la hora de materializar su persecución y juzgamiento,
independientemente de la violación de derechos que conlleva.

 Afectación pluriofensiva

Carlos Pelayo señala que esta afectación pluriofensiva implica:

En un extremo, tiene que ver con la gravedad y el carácter continuado o permanente de la afectación
contra los derechos hasta en tanto la persona no sea localizada. Caso en que desde el inicio y luego
con el desarrollo de estos sucesos se pone en entredicho el derecho a la libertad personal, a la
personalidad jurídica (impidiendo la tutela familiar y, principalmente, estatal, sustrayendo a la
persona de la de la protección judicial) y se lesionan los derechos a la justicia y la verdad en el
momento en que se desconozca la suerte que ha corrido la persona.

En otro extremo, implica la violación de múltiples derechos humanos y vulneraciones conexas: a la


integridad personal (la posibilidad de sufrir daños irreparables), el derecho a la vida (condición por
excelencia de protección) y las garantías judiciales. Ligado a lo anterior, tanto la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, como la Corte IDH han determinado que, dependiendo de la
víctima y las circunstancias del caso, la desaparición pone en entredicho el derecho a la familia y la
protección de ésta, los derechos de las niñas, los niños y las y los adolescentes, el derecho de
circulación y residencia y los derechos políticos, entre otros.

Todo lo anterior acarrea cuatro reflexiones necesarias:

1. Exige que la institucionalidad se configure como referente primario de la garantía del


derecho de toda persona a ser buscada.

2. Asimismo, la diseminación de la desaparición exige pensar al aparato estatal como


agente corresponsable de esta forma de victimización; principalmente cuando se trata de
hechos ligados a delitos. Situación que puede tipificarse a partir de tres elementos
concomitantes:
3. A partir de lo anterior, es preciso distinguir entre un crimen que afecta los derechos de las
personas y una violación contra un derecho humano. Lo primero hace referencia a una
contravención de la ley y a las estipulaciones básicas presentes en un código penal. Las violaciones
“constituyen delitos graves según el derecho nacional o internacional y, si los comete un gobierno,
violarían las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos".

4. Cuando la desaparición de personas está ligada a la ocurrencia de delitos obliga a pensar la


dimensión de los derechos desde dos aristas: la primera refiere tanto la violación como la
afectación de estos derechos directamente sobre la persona dada por desaparecida; y la segunda
implica los derechos que asisten a las familias y personas cercanas a las víctimas para materializar
la obligación del Estado de buscar e investigar.

Los derechos humanos como un marco de garantía


Sin el ánimo de querer ser reduccionistas, es posible señalar que, si la desaparición constituye una
afectación y una violación a los derechos humanos, el derecho de toda persona a ser buscada
constituiría un derecho humano.

Es preciso decir que los derechos humanos fueron formulados explícitamente con el fin de
limitar la capacidad del aparato estatal de coaccionar tanto a la ciudadanía, como a quienes
se encuentran bajo su jurisdicción territorial. Complementariamente, estos derechos se
configuran como un parámetro para exigir las responsabilidades y obligaciones estatales en
la promoción de la equidad y protección de las personas más necesitadas.

Los seres humanos somos considerados como titulares de derechos, y somos portadores de
éstos sin distinción de nuestras condiciones sociales, raciales, origen étnico, orientación e
identidad de género, religión, posición política, entre otras. Por lo tanto, todas las personas
poseen derechos por el simple hecho de pertenecer a la comunidad humana.

En este contexto, es preciso señalar que los derechos humanos suponen una evolución constante
al no ser estáticos. Evidencia de esto es la formulación e incorporación constante de diferentes
tratados que, eventualmente, pasan a ser de obligatorio cumplimiento y se constituyen en
referentes para ampliar progresivamente los derechos de diferentes sectores de la sociedad. Es a
partir de este fuerte núcleo que los derechos humanos se rodean de una serie de características
que les son inherentes:

 Universalidad

Entrañan un mandato de universalidad:

Hace referencia al hecho de que todas las personas son titulares de todos los derechos
humanos. Por el contario, el no reconocimiento de esta cualidad, es decir, la negación de la
humanidad en una persona, acarrea la violación y afectación de sus derechos humanos.

Ejemplos de lo anterior son los genocidios acontecidos en Alemania, Ruanda y Guatemala,


entre otros casos.

 Interdependencia e indivisibilidad

Se definen por un mandato de interdependencia e indivisibilidad debido a que existen


diferentes tipos de derechos, los cuales se encuentran profundamente interrelacionados y su
realización estará en estrecha conexión con sus homólogos. Por lo tanto, no puede haber la
realización previa de uno de ellos sin que los otros avancen armónicamente. Por el
contrario, la afectación de uno incidirá negativamente en el conjunto de derechos de los que
una persona es titular.

Por ejemplo, en el derecho de toda persona a ser buscada es preciso que los Estados
armonicen el derecho de acceso a la justicia, de lo no hacerlo se crearía una situación
desbalanceada tanto en los derechos de las personas dadas por desaparecidas como en los
de sus familias.
 Progresividad

Incorporan un principio de progresividad:

Este principio une la obligación estatal de hacer avanzar todos y cada uno de los derechos
de forma armónica y consistente. Por lo tanto, acarrea la prohibición expresa de no permitir
el retroceso de ninguno de manera particular, pero tampoco en su conjunto.

Por ejemplo, desde el derecho de toda persona a ser buscada a la promulgación de la Ley
General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por
Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, le ha correspondido su
ampliación progresiva por medio de la promulgación tanto del Protocolo Homologado para
la Búsqueda de Personas Desaparecidas y no Localizadas, como del Protocolo Adicional
para la Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes. Otro ejemplo de este principio de
progresividad sería la formulación de leyes locales de búsqueda en algunas entidades
federativas, tales como en la Ciudad de México y el Estado de México.

Los derechos humanos como razón y reclamación

Dimensiones vitales de los derechos humanos:

 Virtud de humanidad

Se configuran, preferiblemente, como una razón o un conjunto de razones para tratar a las
personas de forma respetuosa y digna en el marco tanto de las normas locales, nacionales e
internacionales, como de las convenciones sociales. Es decir, no caracterizan a las personas en sí
mismas, sino que delinean el tipo de razones para dar el tratamiento que le compete a los seres
humanos en virtud de su humanidad. Por lo tanto, constituyen razones fundamentales para dar
forma a las instituciones sociales.

 Institucionalidad

De manera convergente, un derecho humano es una dimensión social que cualquier persona
puede reclamar moral o legalmente por el hecho de ser titular de los derechos. No es una
reclamación cualquiera, conlleva un peso y una incidencia específica.

Sin embargo, tal reclamación no precisa ser explícitamente formulada para que deba ser
garantizada. Es decir, un derecho constituye una reclamación justificada que también impone un
deber correlativo de otros seres humanos, pero particularmente de la institucionalidad, para que
tal derecho pueda ser garantizado y libremente ejercido.

 Clasificación

Los derechos pueden clasificarse como negativos o positivos, los primeros imponen un deber
correlativo que sólo requiere la inacción por parte de quien está obligado a garantizar el derecho.
Por ejemplo, la realización del derecho a la libre expresión sólo requiere de la institucionalidad
para su libre ejercicio.
Los derechos positivos, por el contrario, imponen un deber correlativo que demanda la acción
explícita en la garantía y realización plena del derecho. Significa que es deber de la
institucionalidad hacer lo necesario para su ejercicio y desarrollo. El derecho de toda persona a ser
buscada es claramente un derecho con estas características.

Ser titular de un derecho es “tener un reclamo concreto y bien fundamentado sobre las acciones
de otras personas y sobre la forma de las instituciones sociales, en particular los gobiernos”

Es decir, los derechos humanos se configuran como un estándar mínimo que obliga al
Estado a cumplir con sus obligaciones y, a la vez, delinea el tipo de relación entre la
ciudadanía y las instituciones.

Desde esta óptica, la defensa y la promoción de los derechos humanos no se limitan


exclusivamente a la superación de la impunidad por medio del castigo debido contra los
presuntos responsables, sino que también buscan la obligatoriedad de prevenir posibles
abusos futuros, para lo cual consideran los factores que detonaron las violaciones ocurridas
en el pasado. Muchos de los crímenes de lesa humanidad han sido cometidos con el amparo
de las leyes locales, y varios de ellos ni siquiera fueron definidos como violaciones a los
derechos humanos.
Por ello el mandato de buscar debe ser atemporal.

En otras palabras, las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos no se agotan
con la determinación de responsabilidades penales individuales, demandan una acción
integral institucional en su promoción y defensa, la cual implica lo siguiente:

 Investigar, enjuiciar y castigar las violaciones y afectaciones masivas a los derechos


humanos, determinando máximas responsabilidades y promoviendo un escenario
para el ejercicio pleno de la justicia.
 Fomentar el esclarecimiento de lo sucedido a través del conocimiento de las
circunstancias, las personas presuntamente responsables, las dinámicas de los
hechos y las motivaciones generales: el Estado está obligado a propiciar las
garantías para el establecimiento de la verdad.
 Reparar integralmente a individuos, colectivos y a la sociedad, fomentando los
ajustes institucionales necesarios para la no repetición de las afectaciones y
violaciones.

Los enfoques específicos de derechos humanos

En este punto es preciso señalar que el enfoque de derechos humanos se ha ido ampliando
progresivamente: a la Declaración Universal de los Derechos Humanos se sumó en años
posteriores otro conjunto de derechos desde la perspectiva de la progresividad y de la
necesaria complementariedad para enfrentar viejos problemas y atender a nuevas
realidades, destacando el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como sus protocolos
facultativos.

En términos particulares, y atendiendo a las demandas y necesidades de sectores sociales


específicos alrededor del planeta, se han promulgado otro conjunto de derechos buscando
salvaguardar su dignidad e integridad, entre los cuales destacan la Convención contra la
Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad, la Convención sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación Racial o la Convención Internacional sobre la
Protección de los Derechos de los Trabajadores Migrantes.

Para el fomento de buenas prácticas en materia de búsqueda debemos atender la relación


entre los enfoques de género diferencial y de los derechos humanos.

Nota

Es necesario comprender que la desaparición afecta diferencialmente a las personas y que


una gran parte de esta incidencia disímil está basada tanto en cuestiones de la orientación,
la identidad y la expresión de género, como en aspectos de clase social, raza, origen étnico,
entre otros.
El enfoque diferencial e interseccional

Todo parece indicar que la desaparición afecta, principalmente, a los sectores sociales más
vulnerables, lo que exige adoptar un enfoque diferencial para garantizar el derecho de toda
persona a ser buscada.

Una gran parte de tal afectación se basa en la procedencia regional, la situación


socioeconómica, la condición migrante, el género, entre otros aspectos. Lamentablemente,
hasta este momento se disponen de pocos datos a nivel nacional para generar una lectura
profunda de este fenómeno y de sus afectaciones diferenciales.

Protección de algunas características específicas en función de su afectación:

1) Edad: Refiere a las medidas de protección especiales de acuerdo con las


características de edad de las personas y las posibles vulneraciones vividas
en función del rango etario que se ocupe. Aunque hace énfasis especial en
niñas, niños y adolescentes, no se refiere exclusivamente a este sector
social, también contempla la situación particular de las personas mayores.
2) Capacidades especiales: Elementos diferenciales: Refiere tanto a la
discapacidad como a la falta de oportunidades diferenciales, en tanto que,
la primera hace referencia a un contexto donde ciertos impedimentos
(físicos o mentales) se convierten en limitaciones para el goce efectivo de
los derechos dado un contexto social e institucional adverso, mientras que
la segunda, alude a la falta de oportunidades diferenciales para potenciar
capacidades no comunes incorporadas en determinados individuos.
3) Embarazo y maternidad: Tiene que ver con las situaciones de género de
particular observancia donde, en materia de vulneraciones tanto de
derechos sociales como culturales, económicos y/o políticos para las
mujeres, se debe prestar particular observancia a la defensa de su
integridad y dignidad.
4) Origen étnico: Hace referencia a la promoción de la defensa particular
contra discriminaciones y violencias basadas en factores de color de piel,
nacionalidad, ciudadanía, estatus étnico o nacional.
5) Religión y creencias: Se relaciona con toda una serie de vulnerabilidades,
afectaciones, discriminaciones y violencias basadas en las creencias
filosóficas, religiosas y de elección de vida que merecen atención
particular.
6) Personas defensoras y periodistas: Alude a la labor que hacen las personas
defensoras de los derechos humanos, periodistas, colectivos, etc. Esto
conforma un valor sensible para éstos.
7) Sexo, orientación, identidad y expresión de género: Este aspecto incluye al
sexo, orientación, identidad y expresión de género, y se detallará en el
siguiente punto, por ahora basta aclarar que la manera en que cada persona
vive sus derechos está influenciada por la forma en que la sociedad
entiende las identidades, orientaciones y expresiones de género.

De este modo, el enfoque diferencial parte de una comprensión adecuada de la


diversidad y diferenciación, tanto de los colectivos como de los individuos, para
implementar medidas que permitan el goce efectivo de los derechos.

Este enfoque se encamina a ofrecer medidas especiales de protección y aspira a que las
personas históricamente discriminadas puedan acceder a sus derechos, a la protección
estatal, así como a las diferentes prerrogativas ofrecidas por un orden constitucional que
contemple las necesidades específicas, implemente un abordaje que disminuya las
situaciones de riesgo y desigualdad, y promueva la equidad. 

Para una comprensión integral del enfoque diferencial es preciso complementarlo con
el enfoque interseccional. Desde esta perspectiva se asume que una persona puede vivir
una o más discriminaciones en contextos sociales específicos. Se considera que distintas
franjas sociales viven la intersección de múltiples diferencias, las cuales afectan su vida
e integridad, hecho que demanda acciones específicas para la salvaguarda y garantía de
sus derechos humanos.

Este enfoque considera que una persona puede vivir al unísono varias discriminaciones,
las cuales se convierten en una suerte de capas que van acumulando inequidades y
opresiones en la trayectoria de vida de una persona. El objetivo de este enfoque es
detectar la manera en que se entrelazan estas múltiples discriminaciones y cómo
influyen en la generación de desigualdades, con el fin de formular medidas que
permitan su superación. Este abordaje no pretende demostrar que una persona o un
colectivo vive más discriminaciones que otro, sino que busca identificar su origen para
que puedan superarlas. 
El derecho de toda persona a ser buscada y su relación con los enfoques diferencial e
interseccional

Las autoridades deben:

 Considerar las circunstancias particulares de la persona desaparecida en los


procesos de búsqueda.
 Identificar las categorías de discriminación vividas por la persona para determinar
si algunas de éstas o su intersección pudieron estar relacionadas con la
desaparición.
 Formular hipótesis de búsqueda, localización e investigación en consonancia con
los enfoques diferencial e interseccional.
 Determinar si las labores sociales realizadas por la persona desaparecida
constituyen factores de vulnerabilidad.
 enfoque El diferenciado debe ser considerado y aplicado en las labores de
búsqueda, en el ejercicio del derecho de participación de las víctimas indirectas, en
las labores de investigación y todo lo concerniente con la investigación forense.

El enfoque de género

Mención especial merece el enfoque de género, pues desde esta perspectiva se asume que el
ejercicio de los derechos humanos y la inclusión social están afectadas por la forma en que
los colectivos sociales configuran los roles que se asignan a mujeres, hombres e identidades
sexuales diversas. Es decir, se considera que la manera en que cada persona vive sus
derechos estará influenciada por el conjunto de valores, privilegios y discriminaciones, a
partir de los cuales se ordena la sociedad en función de las identidades, orientaciones y
expresiones de género.

¿Sabías qué?

Cada sociedad ha construido una idea particular de cómo deben ser los seres humanos y les
ha asignado un papel y un comportamiento que rijan sus conductas y sus formas de
relacionarse. Estos roles configuran una serie de símbolos, discursos y narrativas.

Un punto central en la regulación de las relaciones humanas es el establecimiento de los


vínculos sexuales y afectivos, pues se determina con quiénes pueden relacionarse a partir
del género, y con base en esto se regula la manera en que se expresan socialmente estas
orientaciones e interacciones. 

Con base en lo anterior se discrimina y excluye, social y legalmente, a quienes no se


comportan de acuerdo con las normas esperadas. Así, este conjunto de normas y patrones
han determinado y justificado culturalmente lo que se considera como normal o como
extraño, creando profundas desigualdades. 
En muchas ocasiones estas regulaciones se han dado por la vía violenta y el ejercicio de
poder, algunas incluso operan en la cotidianidad y otras son determinadas por las propias
instituciones estatales.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, la desaparición de


personas no es la excepción, pues en muchas ocasiones las mujeres son víctimas de trata de
personas, o resultan víctimas de acceso carnal violento durante los secuestros extorsivos,
entre otras. También se han detectado en México casos donde hombres gays sufren tortura
y graves afectaciones en su cuerpo para luego ser abandonados en parajes lejanos. Si bien el
mayor número del total de reportes de desaparición corresponde a hombres (casi 75%), se
debe advertir que la mayor incidencia del fenómeno en el caso de mujeres es entre los 10 y
24 años, y sólo 34 casos son de personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales,
transgénero. travestis, intersexuales, queer, asexuales y otras identidades (LGBTTTIQA+). 

Adicionalmente, es necesario resaltar que la mayoría de las personas localizadas con vida
son mujeres, mientras que la mayor parte de las personas localizadas sin vida son hombres.
Esto podría advertir sobre la incidencia diferencial del fenómeno y los motivos vinculados
en cada tipo de desaparición, razón por la cual es menester que en los planes de búsqueda
se contemplen este tipo de situaciones, así como las dinámicas implicadas en las tendencias
generales y los componentes específicos de cada caso.

En resumen, es deber del Estado identificar y actuar en función de las necesidades


específicas de estos sectores poblacionales.

Implicaciones del enfoque de género en materia del derecho de toda persona a ser
buscada
…5 Tanto las fiscalías como las comisiones de búsqueda deben incorporar a los protocolos de
búsqueda el desarrollo de medidas de búsqueda e investigación con enfoque de género.

Así como apuntar a la identificación de posibles patrones de afectación basados en


discriminaciones y violencias de género en contextos sociales amplios.

…8 Armonizar la garantía de derechos con base en las disposiciones nacionales e internacionales


para la protección de las mujeres y los sectores sociales LGBTTTIQA+. 

Entre las que se pueden mencionar: 

 Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer


(1979).
 Declaración y Programa de acción de Viena (1993).
 Convención de Belém do Pará (1995).
 Protocolo Facultativo sobre la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (1999).
 Declaración y Programa de acción de Durban (2001).
 Declaración sobre Orientación Sexual e Identidad de Género de las Naciones Unidas
(2008).
 Los Principios de Yogyakarta.
 Los Principios de Yogyakarta +10.

Enfoque o perspectiva de derechos de niñas, niños y adolescentes

El derecho de toda persona a ser buscada incorpora un enfoque diferencial para atender las
necesidades específicas de las niñas, los niños y las y los adolescentes. En este sentido, es preciso
entender que la desaparición es un fenómeno que afecta de manera importante a este sector
poblacional.

Esta situación, sumada al bloque de constitucionalidad en la materia, exige de las


instituciones un esquema de actuación diferencial que contemple las particularidades de
afectación de este sector social. Considerando que prevalece el interés superior de la niñez
y que ante la situación de encontrarse fuera del resguardo estatal y tutelar inmediato existe
una condición de mayor vulnerabilidad.

El reconocimiento de niñas, niños y adolescentes como y sujetos de derecho implica


garantizar el respeto y la aplicación del conjunto derechos humanos ratificados a nivel
internacional, así como ampliar la base de protección a partir de las disposiciones
específicas generadas para la salvaguarda de su integridad y dignidad,

El principio del interés superior de la niñez se manifiesta como un mandato expreso que reconoce
el conjunto de los derechos humanos, a la vez que demanda acciones específicas para garantizar
su universalidad, indivisibilidad e interdependencia. Con dicho principio se busca la mayor
satisfacción de las necesidades de esta población a través de procurar el respeto a su dignidad e
integridad, y la realización de las medidas adecuadas para su bienestar. Este aspecto debe guiar
todas las acciones y decisiones estatales.
Derecho de toda persona a ser buscada y su relación con el enfoque de niñas, niños y adolescentes

Las autoridades deben:

 Conlleva el deber reforzado en la debida diligencia, por parte de las instituciones


estatales, dada su vulnerabilidad.
 En el goce y ejercicio de sus derechos y libertades deben recibir un trato igualitario
y tener acceso a las mismas oportunidades. Incluyendo el derecho a la participación
y a la información de la que familiares de personas desaparecidas y no localizadas
son titulares.
 En la búsqueda debe aplicarse el interés superior de la niñez.
 En los casos en los que no haya certeza sobre la edad de la persona dada por
desaparecida debe asumirse siempre que es menor de 18 años.
 En el caso de tener un familiar desaparecido el Estado está obligado a garantizar sus
derechos.
 En el caso de la desaparición de un menor es preciso implementar un enfoque
diferencial para el ejercicio pleno del derecho de toda persona a ser buscada.
 En la elaboración de la entrevista inicial para la determinación de la situación
específica de desaparición se deben contemplar aspectos como si pudiera ser
víctima de sustracción o de trata, si es migrante, si desapareció́ en el contexto de la
Guerra Sucia.
 En la promoción de la activación de los protocolos complementarios, la autoridad
primaria coordinadora deberá utilizar los mecanismos de cooperación nacional e
internacional de búsqueda, como la Alerta Ámber o el Protocolo Alba.

Perspectiva psicosocial

El enfoque de derechos humanos también se complementa con la perspectiva psicosocial,


pues parte del reconocimiento según el cual cualquier afectación o violación de estos
derechos supone un hecho traumático en el que, en casos de desaparición, hay un profundo
dolor emocional; una incertidumbre constante que representa una fuente de estrés continua;
una dificultad para la superación de la pérdida y, consecuentemente, innumerables
problemas que limitan la recuperación psicológica integral.

En este sentido, en el derecho de toda persona a ser buscada la perspectiva psicosocial se


configura como un modelo de acompañamiento a las víctimas desde dos perspectivas:

 Comprensión de afectaciones

Al comprender los perjuicios individuales y colectivos de las víctimas se coadyuva a la


promoción de medidas de restitución y reparación.
 Mejoramiento de las acciones institucionales
Es necesario un parámetro para el mejoramiento de las acciones institucionales en torno a
las labores de búsqueda e investigación, desde la perspectiva fundamental de la acción sin
daño

La perspectiva psicosocial no se reduce a una atención particular o específica de ayuda


psicológica, más bien supone un enfoque transversal a todas y cada una de las acciones
estatales. Se puede entender como un proceso, es decir, como una directriz presente en cada
una de las etapas de búsqueda, pues su objetivo es prevenir, reducir y mitigar los distintos
efectos ocasionados tanto por la desaparición como por el proceso mismo de búsqueda. 

Asimismo, procura actuar conscientemente con la orientación tanto del restablecimiento de


los derechos de las víctimas, su integridad y dignidad, como de reducir el daño emocional y
físico ocasionado por la situación que victimiza. En consecuencia, busca eliminar cualquier
posibilidad de revictimización por parte de funcionarias y funcionarios. Además, contempla
una serie de acciones preventivas y de actuación inmediata para la contención emocional,
en el marco de las acciones de búsqueda e investigación.

Derecho de toda persona a ser buscada y su relación con la perspectiva psicosocial

 Se debe crear una interacción entre las personas servidoras públicas responsables de
la búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas y las y los familiares con
base en una perspectiva psicosocial.
 Se debe comprender el amplio rango de afectaciones individuales y grupales
manifestadas en sus relaciones, formas de actuar y modos de comprender la
realidad.
 Se deben reconocer las necesidades generales y específicas en cada momento del
proceso de búsqueda, evitando siempre que las víctimas sean estigmatizadas,
criminalizadas, patologizadas, culpabilizadas o revictimizadas.
 Se debe promover un trato digno, así como el derecho a la participación y a la
información, tanto de forma individual como colectiva. 

Tema 6: La búsqueda de personas como una obligación del Estado


Obligaciones generales de los Estados para garantizar los derechos humanos

1- Cumplir con el respeto, el reconocimiento y la efectividad


De los DH y libertades en ordenamiento jurídico nacional y en las disposiciones de
normativas internacionales.
Respetar implica el uso pleno de los instrumentos normativos de los que dispone el Estado
para garantizar los DH. Es decir, el apego a la ley por las instituciones.
Respetar = No interferir ni poner en peligro los DH.
2- Vigilar su cumplimiento
Obligación estatal de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos reconocidos en
los ordenamientos jurídicos. Remueve todo aquello que impida el disfrute y goce, así
como la promoción de medidas para su acceso pleno, garantizando condiciones de
dignidad y de bienestar de todas las personas. Lo que implica:
o Estructurar, desarrollar, organizar y armonizar el aparataje institucional y las
normas para asegurar el goce efectivo de los derechos
o Proveer bienes y servicios que garanticen el goce efectivo de los derechos
o La obligación de investigar, juzgar y sancionar las violaciones contra los derechos.
o Reparar a las víctimas en casos que se hayan presentado violaciones contra los
DH.

Por ello el Estado es el responsable directo por cualquier infracción a los DH, ya sea
por acción u omisión.

3- Proteger
El Estado debe adoptar medidas que aseguren la protección efectiva de los seres
humanos, lo que implica:
o Prevenir, prohibir y castigar violaciones contra los DH de todas las personas que
están bajo su jurisdicción
o Mantener la responsabilidad internacional de acuerdo con la normatividad en
materia de DH imperante, lo que implica ser responsable por tolerancia,
complicidad o aquiescencia.
o Realizar la debida diligencia en la protección de los DH, tanto en su parte
procedimental como de promoción
o Evitar que terceros interfieran, obstaculicen o impidan el acceso a los derechos o
que materialicen conductas lesivas a éstos.
o Prevenir violaciones a DH con base en una perspectiva diferencial, de acuerdo con
las necesidades específicas de los sectores poblacionales.
o Establecer mecanismos para la exigibilidad de los derechos, así como crear
instancias institucionales que prevengan cualquier violación contra los DH.
o Reparar integralmente a las víctimas, hacer frente a los efectos y consecuencias de
las afectaciones y violaciones a los DH.
4- Promover
Es un escenario sociocultural de pleno respeto a los DH. Es la obligación estatal de
promoción- generación de conciencia y actitudes donde los DH sean reconocidos como
valores centrales para el individuo y la comunidad.
En el ejercicio de divulgación necesaria, pertinente y adecuada para su respeto, exigencia
y goce efectivo, se establezca un contenido sustantivo de los derechos en cuestión, se cree
el marco referencial para su reclamación, así como rutas institucionales obligatorias para
su cumplimiento y sanción.
La información difundida debe ser adecuada y suficiente para que las víctimas y la
sociedad en general conozcan cuáles son sus derechos, sepan cómo ejercerlos y también
los mecanismos de defensa con que cuentan. EL objetivo fundamental es sensibilizar a las
personas sobre la mejor manera de vivir y ejercer sus derechos.
Las obligaciones del Estado y los principios de los DH.

Los principios de universalidad, indivisibilidad, interdependencia y progresividad adquieren uno de


sus sentidos fundamentales: establecer el marco desde el cual puede ser leída e interpretada la
relación entre los derechos y las obligaciones estatales.

 Principios de los DH y obligaciones del Estado


o Indivisibilidad e interdependencia
Los derechos se observan desde una óptica integral y sin jerarquías. Lo que implica
que las obligaciones estatales se desarrollen de forma armónica y global, haciendo
necesario que las instituciones actúen de conformidad con estos principios, tanto
para enfrentar violaciones como generar niveles óptimos de bienestar.
La realización de un derecho sólo puede alcanzarse satisfactoriamente por medio
del cumplimiento de su conjunto.
o Universalidad y progresividad
La protección de los DH es aplicable a todas las personas, y la protección de éstos
siempre es susceptible de ser mejorada.
Los Estados están obligados a implementar diferentes mecanismos de
planificación y evaluación para adecuar las políticas públicas, ajustar sus acciones
y corregir los errores que limitan el ejercicio pleno de sus obligaciones, lo que
repercute en el goce efectivo de los derechos.

Los procesos de realización de planes de búsqueda son una medida especifica de obligatorio
cumplimiento por parte del Estado para realizar sus funciones en materia de defensa de DH.

La realización de planes institucionales en la problemática de desaparición puede interpretarse


como parámetro esencial de aplicación el principio de progresividad.

Obligaciones de los Estados para garantizar el derecho de toda persona a ser buscada

Obligaciones especificas del Estado:

1. Respetar
Los Estados no deben incurrir en prácticas de desaparición, de autorizarlas o tolerarlas.
2. Reconocer
Los Estados deben contemplar la desaparición, específicamente la desaparición forzada,
como una ofensa especial y particular en contra de la humanidad, como una conducta que
afecta al conjunto de los DH y las libertades fundamentales.
3. Garantizar
Los Estados deben tipificar el delito de desaparición y aplicar las penas necesarias para
que estas conductas sean consideradas como de extrema gravedad y que se clarifiquen las
responsabilidad estatales y civiles. Esto supone la formulación de medidas de política
pública para proteger a las víctimas de tales delitos, en las que se considere:
o Investigar ex oficio (sin necesidad de que exista denuncia y son dilación).
o Establecer la verdad de lo acontecido al informar a las y los familiares.
o Reparar adecuadamente el daño (medidas de satisfacción y no repetición).
o Sancionar estos delitos (perseguir, capturar y enjuiciar a actores intelectuales y
materiales).
o Determinar responsabilidades (individuales y estatales).
o Garantizar el derecho efectivo de denuncia de estos hechos (sin dilación y con
seguridad).
o Establecer la suerte y paradero de la persona dada por desaparecida.
4. Proteger
Los Estados tienen la obligación fundamental de actuar diligentemente en diferentes
niveles (local, regional y nacional) para prevenir y eliminar las desapariciones.

Responsabilidades estatales descritas en la LGMDFdP:

1. Búsqueda de personas desaparecidas


Acciones.
o Adelantar y agotar todas las medidas institucionales hasta determinar la suerte y
el paradero de la persona dada por desaparecida.
o Adelantar todas las acciones de búsqueda mediante los protocolos existentes.
o Adelantar la búsqueda con efectividad y exhaustividad, de manera inmediata,
oportuna y transparente.
o Actuar con debida diligencia, utilizando todos los medios necesarios para
desarrollar las labores de búsqueda con prontitud y celeridad.
2. Protección a víctimas.
o Adoptar la máx protección a las víctimas directas e indirectas, aplicando las
medidas que garanticen su trato digno, seguridad, protección, bienestar físico y
psicológico.
o Brindar la protección necesaria a familiares, así como establecer las medidas
restitutivas a que haya lugar.
o Informar en todo momento a las víctimas sobre sus derechos y los avances de los
procesos de búsqueda e investigación.
o Garantizar la participación de las y los familiares en los procesos de búsqueda, así
como de la sociedad civil en los procesos de consulta, armonización y orientación
de la aplicación de las políticas públicas de búsqueda y de las acciones
institucionales, por medio del establecimiento de consejos locales y el federal.
3. Defensa de los DH

o Aplicar enfoques especializados en materia de derechos humanos: de género, el interés


superior de la niñez, diferencial y con perspectiva psicosocial, para atender a personas con
discapacidad y/o necesidades especiales, entre otros.
o Promover la justicia y verdad; y adoptar medidas de igualdad y no discriminación.
o Las instituciones están obligadas a capacitar a su personal en el enfoque de derechos
humanos y en las competencias necesarias para adelantar las labores de búsqueda con
total apego a los más altos estándares nacionales e internacionales.

4. Coordinación interinstitucional

o Cada institución del Estado tiene obligaciones específicas detalladas en el


Protocolo Homologado de Búsqueda, y están obligadas a colaborar de manera
eficaz en cada una de sus atribuciones.
o Las instituciones están obligadas a no revictimizar a las víctimas.
o En caso de que la persona sea localizada con vida, las instituciones están obligadas
a establecer todas las medidas para el restablecimiento de derechos.
o En caso de localización sin vida, se deberán aplicar las Reglas para el Tratamiento e
Identificación Forense y el de Notificación y Entrega de Restos a Familiares.
o Adoptar los mecanismos de coordinación interinstitucional para el ejercicio
óptimo de las acciones de búsqueda e investigación.
o Formular planes de búsqueda en varios niveles para optimizar las labores
institucionales y ordenar los diferentes procesos.
o Hacer del conocimiento público las directrices de las políticas públicas y de los
protocolos que organizan los procesos de búsqueda.

Actividad Integradora
Era responsabilidad procedimental

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