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Resumen de Charla 1, Sueños y existencia de Fritz Perls, por Sheilla La Rosa Bernales

En la primera charla Perls introduce nociones básicas de la Terapia Gestáltica tales como: El control externo
que viene desde afuera en forma de mandatos de otros o del ambiente, y el control interno, de mi propio
organismo o naturaleza. Las personas interactuamos en un espacio común donde el nosotros no existe,
consiste en el yo y el tú, un límite siempre cambiante entre dos personas que se encuentran, excepto si las
dos personas tienen carácter o sistema rígido donde la conducta se endurece, perdemos la habilidad para
encontrarnos, con todos nuestros recursos, libremente con el mundo.

El organismo requiere y depende de un ambiente de intercambio ya sea físico (aire, alimentos, agua) o social
(amistad, amor, profesión) y el equilibrio y coordinación de lo que somos define nuestra salud. Existimos
como un organismo, como un todo. Cuando nos relacionamos con el ambiente estamos supeditados a los
límites del ego, un límite define a una cosa, una cosa tiene sus límites, se define por sus límites en relación al
ambiente; si tengo necesidad de cambiar en sí misma o cambiar mi ambiente es producto de la insatisfacción.
De esta manera, el límite del ego no es algo fijo, si se hace fijo y rígido se convierte en carácter. Definimos
los límites del ego al lugar en que se diferencian “lo propio” y el self de lo otro. Perls, reconoce lo propio
como el límite de lo otro, sin supremacías.

Identificamos dos fenómenos del límite del ego: la identificación y la alienación que es la distinción entre mi
experiencia (la que acepto, vivencio y valido) y la del otro y mientras más importancia le demos a la
desigualdad el rechazo por lo que pertenece al otro se acentuará produciendo una polaridad. En ese sentido,
alienamos a una persona si la existencia de esta es un peligro para nosotros, es una exclusión de nuestros
límites y de nosotros mismos. “Mientras más cercanas las defensas de las fronteras, más altas son las
probabilidades de guerra y hostilidad” porque rara vez miramos el común denominador, lamentablemente,
nos centramos en la diferencia y ello provoca la guerra.

La integración de los objetivo y lo subjetivo es el awareness, el darse cuenta es siempre una experiencia
subjetiva – siempre tiene un contenido – vinculada a la relación del mundo con lo propio, y algo tiene que
ocurrir para atravesar la frontera, a esto le llamamos contacto, nos contactamos y extendemos nuestras
fronteras hacia otros cuerpos, si somos rígidos, no nos podemos mover y nos mantenemos en reserva.
Cuando vivimos necesitamos y gastamos energía, este proceso de intercambio se llama metabolismo, estos
procesos de intercambio ocurren dentro de nuestro organismo y con el ambiente continuamente, día y noche.
Las leyes del metabolismo son dos, la necesidad emerge primero por un auto-darse cuenta del fenómeno y
segundo porque la gestalt emerge entre todas las demás, si logramos equilibrar la necesidad con esta figura
podemos obtener un equilibrio, la situación concluye y la gestalt se cierra pero este equilibrio no permanece
estático porque nuestra vida es una serie de situaciones inconclusas, de gestalts incompletas, no terminamos
una situación cuando surge otra. En este panorama de cientos de situaciones inconclusas emerge otra ley, y la
supervivencia es posible porque solo la situación más urgente toma el control. La gestalt es el fenómeno
vivenciado, si lo analizamos y dividimos más se convierte en otra cosa, es una unidad.

La terapia Gestalt es la primera filosofía existencialista que se sostiene sobre sus propios pies, y se diferencia
de los “sobre-ismos” donde se habla acerca de, y los “debe-ismos” relacionado al moralismo de los deberías.
El existencialismo, en cambio, se desprende de los conceptos y trabaja con los “darse cuenta” en la
fenomenología. El darse cuenta per se es curativo y da paso a la autorregulación organísmica, donde el
organismo se hace cargo sin interferir, sin interrumpir, podemos fiarnos en la sabiduría del organismo; en
contraste surge la auto-manipulación, control del ambiente y de otros mandatos. La lucha por el control entre
el top dog y el under dog provoca la fragmentación de la persona en controlador y controlado y no se
resuelve en definitiva porque ambos luchan por permanecer, esto es la base del juego de la autotortura, la
reconciliación de estos “personajes que nos habitan” solo puede darse a través de la escucha y la intención de
actualizarnos no en lo que debemos ser sino en lo que somos, rompiendo la maldición que uno deber ser lo
que no es porque ese control externo interfiere con el funcionamiento sano del organismo, solo una cosa
debe controlar, “la situación”, si entendemos la situación en que nos encontramos y dejamos que sea ella la
que controle nuestros actos, entonces sí que hemos aprendido a encarar la vida, y mientras menor sea la
confianza en nosotros mismos, menor el contacto con nosotros y el mundo, mayor nuestro deseo de
controlar, es el organismo quien se hace cargo y actúa espontáneamente en vez de actuar sobre el control. El
organismo puede cuidarse a sí mismo una vez que la integración está completa y que la autorregulación se
hace extensiva a todo el organismo, entonces el control deja de ser un factor externo o interno, es algo que es
y está en operación.

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