Está en la página 1de 4

Lo simbólico

(Guillermo Bustamante-Hernán Fonseca)

Lectura del cuento de Borges “La biblioteca de Babel”. Se trata de vincular el


cuento con lo que se estuvo trabajando respecto de lo real, lo simbólico y lo
imaginario.

Lo simbólico promete el todo, pero está constituido del no todo. Los sistemas
simbólicos, incluso los más formalizados como pueden ser los matemáticos, no
son perfectos, no son el todo, están acusados de una falla. Un conjunto siempre
presupone una exterioridad para poder determinar los elementos interiores, y ese
elemento que no está por dentro introduce una falla en el conjunto, porque el
conjunto como tal no está completo, dado que le falta el elemento que está afuera,
y no lo podemos meter. Si está afuera falta y si está adentro sobra. Este podría
ser el axioma de la falla del sistema simbólico. Un código, una ley siempre
requiere que alguien interprete, si la ley fuera consistente, rigurosa, completa, se
diría este es el caso aplíquese. No hay sistema simbólico completo, totalizante. Si
hay algo que tiene el funcionamiento de lo simbólico es la repetición (ejemplo del
cuento), por eso hay gramática, hay axiomas que deducen los seres humanos de
la biblioteca.

Lo simbólico no es significación, no transmitimos significación. Lo simbólico no tiene sentido. El


sentido es una elucubración imaginaria que hacen los sujetos a partir de lo simbólico, en un
contexto, es decir, ante otros, no para otros. El sujeto es conminado a atribuir un sentido, pero
cuando decimos para otros, sería yo tengo el sentido y lo doy a otros, lo simbólico me desafía a
producir sentido y lo produzco delante de otros, porque los otros sirven de reguladores del
sentido que yo elaboro, el otro es el que, valida, legitima el sentido, y esta legitimación en
convencional. Bruno intenta construir sentido en torno de la vida y las acciones de Johnny, y en
torno de su creación musical, pero es algo que se le escapa, que apenas si logar acercarlo
medianamente a la boca de su instrumento musical.

La promesa de lo simbólico es que aquí está tu vindicación, pero no tenemos como alcanzarla. El
efecto de falta de ser del sujeto tendría que ver con esa imposibilidad del todo en el sistema
simbólico, pero porque está constituido ya con una falla inherente, pues un elemento si está
afuera falta y si está adentro sobra. La falta de ser es el efecto del incumplimiento de la promesa.
Una de las cosas que se hace para suplir la falta de ser es buscar el objeto perdido que
ensamblado en la falta de ser totalizaría nuevamente al sujeto. La falta de ser da lugar al deseo,
como efecto de lo simbólico, de estar metidos en la palabra.

La aparición de lo humano como respuesta. Cuando se habla de sujeto en psicoanálisis se trata de


esa respuesta que aparece dado que lo simbólico no cumple su promesa. De manera que lo
imaginario no se constituye como el sentido que ya tiene lo simbólico, sino como el significado que
nos vemos obligados a construir por el desafío de lo simbólico.

La elucubración pasa por las imágenes que tengo de mí mismo, del otro, como cuando Johnny dice
que Bruno es fiel como el mal aliento, de mi lugar en el deseo del otro, es el caso de Johnny
cuando le reclama a Bruno por lo que ha escrito sobre él, pues Johnny no se reconoce en eso, y
muchas cosas más. Es lo que hacen Johnny y Bruno. Lo simbólico es un atasco, de tal modo que
cuando se habla con alguien llega un momento en que es insoportable y empiezo a no escuchar.
Sé que puedo decir algo, pero es mejor no decirlo para no provocar problemas, así lo simbólico es
un atasco.

El psicoanálisis no busca el sentido, Freud busca el mecanismo de funcionamiento de los


elementos formales de la lengua, de las palabras, en ese sujeto para ver qué fue lo que pasó.
Freud no está restituyendo el sentido, lo que está diciendo es

que hay un deseo reprimido, que se expresa a través de lo simbólico, por la discontinuidad de lo
simbólico, por ejemplo, el olvido que es un hueco, olvida el autor de las pinturas, de los frescos en
Orvieto, lo reprimido hace que el discurso pierda la continuidad y haya un bache. Y se trata de
llevarlo a tomar una posición ante eso, no de volverlo armonioso con su mundo, que tenga
sentido, no se trata del sentido sino de tomar una posición.

Pero cuando el sujeto no cabe en lo simbólico, que lo simbólico tiene una falla de entrada, que el
sujeto no cabe en las promesas de lo simbólico, que la promesa de caber en esa elucubración que
se hace a partir de esa operación simbólica no se cumple… etc (…) Y entonces aparece una
dimensión del sujeto como respuesta al problema con lo simbólico.

discusiones que giraron en torno de la obra de Freud y sus discípulos tenían que ver con eso: ¿qué
estatuto darles a las imágenes? ¿Las imágenes del sueño son aquello que nosotros soñamos o son
elucubraciones que hago de la frase que aparece en la cabeza cuando estoy soñando?

discusiones que giraron en torno de la obra de Freud y sus discípulos tenían que ver con eso: ¿qué
estatuto darles a las imágenes? ¿Las imágenes del sueño son aquello que nosotros soñamos o son
elucubraciones que hago de la frase que aparece en la cabeza cuando estoy soñando?

“Lo imaginario conduciría a la destrucción. Lo simbólico no destruye lo imaginario, lo complejiza


introduciendo cosas que no se ven en la imagen: frente a frente nos reconocemos… etc

¿Qué es lo simbólico? Es Otro, con o mayúscula, que no es ni tú ni yo, es una referencia que no
está, aquello que nos permite saber si algo es verdadero o no, nos permite juzgar, es aquello en
relación con lo cual forjamos un proyecto.

Solamente en el lenguaje puedo decir que haré algo en el futuro; ese es el otro, el que pone un
referente que no está presente. Lo simbólico toma así preponderancia sobre lo imaginario, y luego
se le dará una primacía a lo real.

¿Cómo se ve lo real en el texto? En el texto adviene un sujeto porque no se cumple una promesa
de consistencia, porque por más que se haga elucubración no se logra dar cuenta de la ironía y del
absurdo de la biblioteca y entonces aparece la respuesta, la toma de posición, se configura
otra cosa distinta; escribir no estaba presupuestado en el tema de la biblioteca; el funcionamiento
de esa biblioteca no presuponía que alguien se pusiera a escribir.

El lenguaje determina al sujeto, y una vez instalado en el lenguaje este sujeto se pone a hacer
elucubraciones y hay algo que no cabe y se pone a responder por el lado de lo pulsional. De la
determinación se pasa a la contingencia, hay algo que empuja al sujeto, en contra de lo que ya
está
hecho, a hacer.

Lo real es lo imposible a simbolizar, y se convierte en un empuje para el sujeto.

Hay un empuje del sujeto todo el tiempo: “eso”, hablando de pulsión, empuja. La elucubración, la
precipitación al tratar de que las cosas tengan sentido, el motor de ese empuje es la pulsión en
función de lo que no queda representado e intento de comprenderlo. Se trata de lo real en
sentido lógico, no lo real como la realidad, en sentido que en el sistema lógico tiene un límite y
más allá de ese límite se le llama lo real, lo que escapa a quedar cubierto por la estructura.

El elemento de entrada y lo excluido constituyen la singularidad del vínculo del sujeto con el
lenguaje. Los padres de Johnny, el orden simbólico, el tiempo.

Cuando una persona compra algo para acabar con su indigencia de ser, no hay en él un sujeto, hay
un algo para todos. Un sujeto rompe con lo que está sucediendo. Un acto es una postura del
sujeto respecto de algo que lo desafía y que constituye una salida singular.

Es como con el psicoanálisis o la religión: ahí voy a encontrar el sentido de mi vida, o espero que
así sea. Si yo le digo al sujeto que hay un camino de palabras que explica su vida, esto querría decir
que no hay nada real, que no hay nada excluido de lo simbólico. El sigue dando vueltas en torno de
lo simbólico. Resulta que la decisión y la singularidad del sujeto se juega es en lo real, por ese real.
Lo simbólico no apunta a la singularidad, tampoco lo imaginario. La singularidad es el resultado de
la
articulación de esas tres cosas poniendo el elemento de lo real a funcionar.

el problema del sujeto es creer en lo simbólico, ahí está su angustia, … En creer en la promesa de
lo
simbólico, y en elucubrar y construir con eso algo que le tape o le vele la falta.

El narrador sabe que su vindicación, el sentido de su vida, está en algún lugar de lo simbólico, pero
no la busca. Igual a lo que ocurre en el psicoanálisis, allí no se apunta a lo simbólico, se apunta a lo
real.

El psicoanálisis diría que la solución a tus asuntos sería lo que seas capaz de inventar, un poco
separado del sistema simbólico, del colectivo que legitima las decisiones de lo imaginario, de las
elucubraciones.

El escritor usa lo simbólico, pero va más allá.


El sujeto es un efecto de hablar. - Hablante- ser.
No se trata de un sujeto positivo, con contenido. Es un sujeto que sufre o padece las
características del lenguaje. Así como los elementos del lenguaje se deciden unos en relación con
los otros, de la misma manera que para buscar el libro a hay que dar con el b, y así sucesivamente,
exactamente igual ocurre con el sujeto. Para preguntarse por el sentido va de un significante a
otro, de la familia, a la cultura, al pasado, es un efecto estructural del hecho de que somos sujetos
porque hablamos.

Lo primero que opera al hablar es el goce, no el vínculo con el otro, o la tolerancia. Si el sujeto no
gozara al hablar no hablaría, no opera de primeras la presencia del otro, no se habla para el otro.

En la perspectiva psicoanalítica la unidad no es el signo, el significado y el significante. Lo parecido,


la unidad, sería el significante y el goce. El significado viene después. El lenguaje es la casa del ser,
pero no está hecha a su medida, no caza, le talla, le aprieta, y fue necesario hacer operaciones
para hacerlo caber.

Lo que el sujeto tiene en la cabeza no es la lengua, lo que aprehende es otra cosa, es una
aproximación a conveniencia. Eso que hay en la cabeza no es la lengua común, que se puede
teorizar. Es otra cosa, que para Lacan se llama lalengua.

También podría gustarte