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Clase 2
Hacia una diversidad de modos de pensar el cuerpo
Daniel Del Torto
Walter García
Para poder entender un poco mejor el modo en que se constituye un cuerpo, les
proponemos recorrer un modo ficcional de ese devenir. Hacemos la aclaración que
por “ficcional” no entendemos “menos real” sino justamente un modo artificioso de
explicar una realidad compleja de asir por los sentidos.
Nuestra esencia de seres hablantes esta jugada mucho antes de que arribemos a
este mundo. Fuimos pensadxs, deseadxs, por alguien en algún momento previo a
nuestro nacimiento. Esto lo veíamos la vez pasada con el término de “constelación
familiar”.
Nuestras cartas se jugaron en otra escena y al momento en que llegamos a esta vida,
esas cartas se vuelven a barajar y a repartir.
Algo de aquello que se jugó se actualiza de algún modo: lo dicho, lo omitido, lo
silenciado, lo censurado, los pensamientos, las angustias, lo sentidos, las
afectaciones de aquellxs que nos precedieron, no dejan de estar presentes en algún
momento en nuestra vida. A esto podemos sumarle el mundo intrauterino y todas sus
vibraciones, sus sonidos, su ambiente.
Allí estamos unidos en cuerpo a otro cuerpo, pero también a los sentidos, anhelos y
deseos de quienes nos esperan, sean o no quienes han prestado su material genésico
para la procreación. Con esto quiero decir que siempre es necesario adoptar a
nuestrxs hijxs. No basta con erigirnos como padres biológicos. Para ser padres y
madres, hay que alojar desde el amor.
Ahora bien, es desde allí, desde la instilación de la musicalidad de las vibraciones, los
tonos, desde lo sonoro de nuestra piel de infantes que empezamos esta relación
trastocada del cuerpo y el lenguaje. Hay un baño de lenguaje, vibratorio, sonoro (lo
sonoro no se reduce al sonido, sino más bien se define por los elementos de la
musicalidad, vibraciones, silencios, pausas, ritmos, etc.) en donde se juegan las
historias previas que determinan parte de nuestro ser. Allí habita un primer
tratamiento de ese “farfullar” de los otrxs.
Los fonemas que acarician, acurrucan, mecen al viviente dejan marcas en el cuerpo,
el Otro dona su cantata, su sonata y dona su vacío, su falta. Para que luego en un
segundo momento sea el viviente el que advenga como sujeto de lenguaje y hable en
primera persona. Esto es muy evidente si nos ponemos a escuchar a lxs niñxs de
entre 2 y 5 años. Cuando empiezan a articular sonidos, palabras, palabras frases,
por el hecho de jugar con esas rimas, eso que suena.
Al principio es la travesía de lo sonoro por ese cuerpo que aún no posee una imagen
definida y que se presenta como caos de sensaciones. Luego va tomando cierta
forma. Aquí dejo dos citas de Freud que abordan esto:
“Nunca se debe olvidar cuanto más que el adulto trata el niño las palabras
como si fueran cosas del mundo y cuán sustantivas son para él las
homofonías entre ellas”1
1
Freud, S. (1909). Análisis de la fobia de un niño de cinco años (el pequeño Hans) en Sigmund Freud.
Obras Completas. Tomo X. Buenos Aires: Amorrortu. 2012. Pag.50
2
Freud, S. (1905). El chiste y su relación con lo inconsciente. In Sigmund Freud. Obras Completas.
Tomo VIII. Buenos Aires: Amorrortu. 1993. Pág. 120
Fíjense como en un primer momento hay un uso del lenguaje que concierne a un
cuerpo que es pura sensación, y que intenta articular algo de eso que le pasa, en
relación a cierta demanda con un otro. Podemos darle una vuelta más a esto que
pensábamos entre el llanto del bebé y la respuesta de su mamá.
El bebé es alimentado y quiere volver a esa sensación plena nuevamente, pero al ser
otra vuelta ya hay una diferencia, jamás se puede repetir lo mismo dos veces, siempre
entre una vez y otra hay una diferencia. De ese modo comienza a constituirse, en el
mismo golpe, el cuerpo y el lenguaje como vehículo de eso que toca al cuerpo.
Luego vendrán el sentido y las significaciones que harán que uno se olvide de lo que
allí suena, que quede en un segundo plano. Cuando el sonido se articula al sentido
aparece la comprensión. Y cuando estamos inmersos en la comprensión allí rige la
lógica del sentido.
Ahora si nos olvidamos de las significaciones que arman nuestro mundo, cosa
extremadamente difícil ya que sería abrirnos a otra realidad (esto lo permiten la poesía
y el juego) lo que se escucha es la musicalidad. No les pasa que cuando hablan con
alguien de otra provincia, o de otro país, que se quedan embelesados por ese cantito,
esa tonada que dice más y toca al cuerpo.
El cuerpo está atravesado por el lenguaje pero modelado por lo sonoro de este. Hace
un momento hablábamos de la “instilación” del lenguaje a partir de su musicalidad.
Instilar es mezclar gota a gota dos sustancias diferentes, que quedan mezcladas para
siempre produciendo una sustancia nueva.
El cuerpo de la imagen
Es el lenguaje el hilo que entrama estos tres cuerpos de los que hablábamos
previamente: el de la palabra, el cuerpo erógeno y el de la imagen. Ya hablamos de
los dos primeros. Ahora vamos a proponerle un pequeño y ajustado recorrido para
entender cómo se constituye la imagen del cuerpo, para luego poder pensar cómo se
articulan estos desarrollos del cuerpo en la actualidad, y para qué nos sirve pensar
esta composición del cuerpo a la hora de transmitir la ESI.
Este nuevo acto es el que permite el anudamiento entre yo (como entidad) y cuerpo.
Si bien el narcisismo brinda la ilusión de una superficie unificada, en el sustrato aún
sigue estando en las pulsiones parciales que pujan por satisfacerse y recortan el
cuerpo alrededor de los orificios, delimitando las zonas erógenas que agujerean al
narcisismo.
Esto da cuenta de lo que dijimos antes: no nacemos con un cuerpo sino que lo
construimos. Y llegamos a tenerlo no como identidad pero no como una forma última
y acabada, sino que se va modificando de acuerdo a distintos momentos de
identificaciones a ciertos rasgos de nuestros otrxs.
Volvamos al estadio del espejo. Decíamos que arribamos a este mundo en un estado
de desamparo primordial, con un cuerpo hecho de sensaciones desorganizadas, un
mundo caótico. Entonces el cuerpo que “tenemos” hay que construirlo, no venimos
al mundo con un cuerpo.
El cuerpo es esa primera vestimenta que cada sujeto tiene para aparecer en el mundo,
y que recubre una desnudez original. En el estadio del espejo Lacan da cuenta de
esa imagen primera, anticipada “totalizante” y “ortopédica” porque adviene antes de
que podamos manejarla, controlarla.
Es una imagen que pretende organizar lo fragmentario del cuerpo, eso que para el
bebé se presenta como placer/displacer. Siempre es una imagen más o menos
fallida, es decir nunca va a poder abordar todo el cuerpo (¿Quién puede decir que
controla su cuerpo en su totalidad?) pero aun así el mundo del sujeto se organiza a
partir de esta imagen Ideal.
La potencia de esta imagen radica en anudar ese cuerpo caótico que se encuentra
entre las pulsiones y el organismo, y darle cierta envoltura. Y esto lo podemos
ficcionalizar como decíamos a partir del jubiloso ajetreo que el niño muestra respecto
de esa imagen en el espejo.
Para culminar con este apartado, Lacan postula el momento de cierre del estadio del
espejo en el momento donde cada niñx ya no queda cautivx a su propia imagen, es
decir cuando puede reconocerse y seguir de largo en el espejo. Cuando desaparecer
en el espejo no es un desaparecer realmente.
A lo largo de este proceso pueden advenir todo tipos de accidentes y que influirán en
la composición del cuerpo como imagen. Además no tenemos que olvidarnos de las
otras aristas del cuerpo: el erógeno y el de la palabra, que se van enhebrando al
mismo tiempo.
Esta imagen puede ser un punto de comparación y referencia constante para cada
cual lo que acarrea una serie de consecuencias. “tenemos un cuerpo” gracias a estas
identificaciones: la identificación especular, que permite que el cuerpo tenga forma, y
la identificación narcisista que conforma el si mismo habiendo pasado por otro, donde
el semejante funciona como espejo.
Mimesis, transitivismo, celos, diferencia. Esto nos habla de que siempre va a haber
una discordancia entre lo que el sujeto es y lo que cree que es. Siempre hay una
diferencia entre esa imagen Ideal y lo que el sujeto percibe de sí mismo. Cuando nos
miramos al espejo, o cuando suponemos que el otro quiere vernos de tal manera e
intentamos ubicarnos allí por ejemplo.
Aquí hay un desconocimiento de lo que realmente somos. Damos cuenta de esto en
ese momento en que la creencia que tenemos de nosotros vacila.
Sobre la imagen se distribuyen las cargas libidinales que orientan la sexualidad, las
pulsiones se juegan a patir de ella. Según esa imagen podemos sentirnos atractivos
y hacernos amar por alguien. Lo mismo pasa con aquello que nos atrae amorosa y
sexualmente del otro (lo que vemos y comparamos con nuestra imagen)
Esa imagen sufre constantes modificaciones. “nos vestimos según la imagen que
queremos dar”.
La imagen es algo para el otro. La tenemos y por lo tanto la podemos dar, mostrar,
demostrar, ofrecer, o incluso perder.
El narcisismo, este modo de concebir la imagen del cuerpo como algo propio, cerrado,
con cierta forma, pero a la vez ajeno, se monta sobre el cuerpo pulsional fragmentario.
Una aclaración antes de seguir: la imagen del cuerpo se constituye por el punto de
vista que el sujeto necesita tomar para poder captar la ilusión que es la imagen de un
cuerpo total, capaz de abarcar la totalidad pulsional dispersa por estructura. Es allí
donde el otro toma una relevancia importante para la constitución del cuerpo.
Pensemos hoy el efecto de las redes sociales: facebook , instagram, snapchat,
youtube. El lugar de la imagen hoy es un lugar importante.
Gracias a esta óptica que ofrece el psicoanálisis podemos decir que los cuerpos dicen
mucho más que lo que muestran. El cuerpo es una superficie de escritura pues allí
se leen esas primeras marcas de la relación con nuestros otrxs y el Otro que conjuga
los sentidos, las historias y las escenas que nos preceden.
El cuerpo goza según ciertas marcas de una anatomía subjetiva y singular para cada
sujeto. Marcas que están en el texto cifrado de lo que cada cual dice con el y a partir
de él. Algunas de estas marcas son visibles (ombligo, cicatrices, tatuajes, piercings)
y otras no, pero todas hablan de la historia a partir de la cual se arma un cuerpo.
“Que se diga cuerpo no debe hacernos olvidar que, justamente, eso se dice.
La presencia del cuerpo cubre la palabra, da vestimenta al decir. Pero, para
que haya sujeto de la palabra, sujeto del deseo, el cuerpo debe restar
olvidado” (Leonardo Leibson - La máquina imperfecta. Pag. 88)
Esta es otra característica principal del cuerpo, para que haya allí un sujeto, el cuerpo
debe ser olvidado. Es decir, no estamos pensando todo el día en nuestro cuerpo,
tenemos otras preocupaciones más importantes, por ejemplo si llegamos a fin de mes.
El cuerpo se olvida para poder vivir, y nos acordamos de él cuando duele, cuando
algo nos molesta, ahí recién sentimos esa afectación, esos afectos que nos recuerdan
que tenemos un cuerpo.
El cuerpo tiene más de una dimensión: la imagen que captura, la palabra que marca,
y la pasión que devora. Entre esas tres dimensiones se teje la dimensión del sujeto,
a partir del entramado de deseos que lo vivifica. En esa historia que nace de aquellas
marcas del otro/Otro, a partir de las cuales se constituye el cuerpo fallido,
malentendido, desproporcionado, decimos que el cuerpo falla a la relación sexual.
Este rodeo que dimos por los distintos matices que implica la constitución de un
cuerpo nos sirve para pensar qué tratamientos y que usos del cuerpo encontramos
hoy a partir de los diferentes discursos, y cómo interviene allí la ESI. Para ello nos
serviremos de un libro publicado en el 2018 llamado “El cuerpo pornográfico” de la
autora Silvia Ons.
Por un lado se encuentra la mente (el alma) y por el otro el cuerpo, que responde a
diferentes mecanismos, que se pretende medible, observable, y al cual se puede
intervenir de distintas formas. Pensemos en los trasplantes, las prótesis, las cirugías
estéticas. El cuerpo en la actualidad es considerado como un conjunto de piezas
sustitutivas, y el precio de esto no es otro que la deshumanización.
Hoy tenemos acceso a la pornografía fácilmente, sin transitar por el pudor (otra de las
afectaciones del cuerpo que nos hablan del sujeto) de enfrentar la mirada del otro
como cuando en su momento hacía falta ir al videoclub para alquilar una película, o
al diariero y comprar una revista.
Hoy cualquiera con wifi puede acceder al material en la red. La pornografía no solo
aviva fantasías, sino que las crea, y suscita demandas específicas. Esto afecta a la
imaginación y la añoranza. Está todo ahí en la pantalla. ¿todo?.
Los cuerpos que exige la pornografía son cuerpo maquinizados, con gran rendimiento
físico, potentes, nunca fallan, todos gozan. Hay una exigencia de mostrarlo todo, de
llegar al límite de la satisfacción donde nada falla.
El cuerpo es un cuerpo presente todo el tiempo. ¿Pero de qué cuerpo hablamos allí?
Allí predominan los cuerpos deserotizados, no hay deseo, no hay presencia de
sujetos, sino simplemente cuerpos que responden a las exigencias de un mercado.
Cuerpos que son comandados por la mirada de un otro y que no ponen en juego
nada de su afectación, simplemente son tomados por la demanda a cumplir: ser
eficientes, funcionar, no fallar. ¿Y el deseo como punto de falta? ¿Y el amor? ¿Y los
encuentros y desencuentros que hacen que el cuerpo se vivencie y se incomode, pero
también se vivifique?
Vamos a dejar por fuera la lógica de la oferta y la demanda porque eso hace que
entremos en otros temas más escabrosos como la pedofilia, la zoofilia y otras cosas.
Pero si me quiero centrar en que la lógica capitalista neoliberal hace del cuerpo algo
utilizable, y a su vez descartable.
Esto que decíamos, los actores son reemplazables. Pero además al estar borrados
el sujeto y el deseo de la escena, el amor no adviene y entonces la
despersonalización, las escenas cada vez más salvajes y extremas se presentan al
menú del día. Entonces escuchamos lo que se dice comúnmente “en internet
encuentras de todo”.
Nuevamente ¿Todo? ¿No hay allí una promesa que exige cierto cumplimiento y
que puede llevar a las salidas más extremas para lxs individuos allí presentes?
Para Silvia Ons hay un imperativo superyoico de goce que se puede leer en la relación
pornografía y el capitalismo: rendir. Y esto excluye al amor y sus avatares. Pero a
su vez destaca algo más que interesante, quien busca allí una respuesta va a
encontrarse con cierta impotencia.
Este mandato superyoico (esto implica que no puede no cumplirse, con la cuota de
culpa adosada) incita buscar sin límites la satisfacción generando cierta ilusión de
libertad, cuando en verdad lo que hay es servidumbre a su mandato. Es un mundo
donde todo está, o por lo menos se pretende, previsto, allanado, evitando la sorpresa
de los buenos y los malos encuentros: el azar y fortuna, en definitiva el sujeto.
En clases anteriores comentamos sobre las 8 publicidades de: dos antigripales, una
crema para dolencias musculares cuya frase es impactante “la diferencia está en
entrar al partido o entrar partido” (con la imagen de un semental en su esplendor), dos
comprimidos para hemorroides, una crema para hongos, otra de elementos químicos
para la cara, donde se pretendía esconder la edad tras el borrado de las arrugas y las
cicatrices y una de una pasta dental que tenía tantos químicos que parecía que el
resplandor de los dientes podría llegar a iluminar toda una habitación.
Es verdad que los discursos feministas abrieron otra posibilidad, ¿Un poco más real
podríamos decir? respecto a las publicidades. Ahora se puede decir “Molestia,
picazón, relación sexual y cándida vaginal” en una sola publicidad. La copa menstrual,
los óvulos para las infecciones vaginales, etc. Aun así ¿Qué cuerpo toma
preeminencia en este discurso?
Otro campo para sondear esto, es el de las redes sociales. Por ejemplo Tinder: no
solo el primer contacto con esx otrx es una foto que intenta seducir, sino también
donde se escriben las condiciones que se exigen del otro, o los aspectos a resaltar
de unx mismx.
Entonces…
Ese cuerpo afectado por el lenguaje, ese cuerpo que es varios, que es uno pero a la
vez es otro, y que encima se relaciona con otrxs. Este es el cuerpo de los afectos,
afectado, en sus dimensiones varias y del que tenemos que ocuparnos al momento
de acompañar a nuestrxs estudiantes en la transmisión de la sexualidad de forma
integral.
MODULO 2 ACTIVIDAD 2
En el desarrollo de las clases se expresa la siguiente frase: "Nuestra identidad está hecha de
múltiples identificaciones a diferentes rasgos de las personas que pasaron por nuestra vida,
y es por eso que se puede seguir transformando". Fundamente la misma considerando su
relación con los enfoques desarrollados sobre "cuerpo", "imagen" y "género".