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Guerra peruano-ecuatoriana

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Guerra peruano-ecuatoriana

Parte de conflicto limítrofe entre el Perú y el Ecuador

De izquierda a derecha y de arriba abajo:

1. Bombardeo peruano a Arenillas.


2. Avión del Cuerpo Aeronáutico del Perú acercándose al litoral
ecuatoriano.
3. Statu quo fronterizo en 1936, previo a la guerra de 1941.
4. Graficación cronológica del Conflicto limítrofe entre las
repúblicas de Perú y Ecuador.

5. Busto de Quiñones en el Parque del Avión, Rímac, Lima

Fecha 5 de julio de 1941-29 de enero de 1942


(6 meses y 24 días)

Lugar Frontera peruano-ecuatoriana. Provincias


ecuatorianas de El Oro, Loja y Zamora
Chinchipe

Conflicto Disputa territorial entre Ecuador y Perú

Resultado Victoria del Perú

Consecuencias  Suscripción del Protocolo de


Río de Janeiro
 Establecimiento de la frontera
definitiva entre ambos países

Beligerantes
 Ecuador  Perú

Figuras políticas
  Manuel Prado
  Carlos Arroyo
y Ugarteche
del Río
 Aurelio Aguilar Alfredo Solf y
Muro
Vásquez
 Vicente  Teófilo Iglesias
Rodríguez
Santistevan Elizalde
 Federico Díaz
Dulanto

Comandantes
 Luis Rodríguez  Eloy G. Ureta
 Octavio A. Ochoa Montehermoso
 Francisco Urrutia Suárez  Antonio Silva Santisteba
 Alfonso Narváez  Miguel Monteza Tafur
 Jorge Maldonado T
 Luis A. Rosero

Unidades militares

 Ejército del Ecuador  Ejército del Perú


 Armada del Ecuador
 Fuerza Aérea del Perú

 Marina de Guerra del Perú

Fuerzas en combate
5214 soldados1 441 oficiales y 9386 soldados2
8 cañones 12 tanques
24 cañones (del Agrupamiento
del Norte)

Bajas
Más de 1000 bajas entre muertos 110 muertos y 200 heridos1
y heridos.3

Guerra peruano-
Conflicto del Falso Paquisha
ecuatoriana→

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Guerra peruano-ecuatoriana

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Guerras limítrofes Perú-Ecuador

La guerra peruano-ecuatoriana, conocida también como guerra del 41, fue


uno de diversos conflictos armados que ocurrieron entre los
países sudamericanos de Perú y Ecuador como consecuencia de su secular
disputa territorial y por falta de fronteras reconocidas y aceptadas por ambos
países; siendo los otros la guerra peruano-ecuatoriana de 1858-1860, el
conflicto limítrofe denominado como "Falso Paquisha" o "Paquisha" de 1981, y
la guerra del Cenepa de 1995. Esta guerra no declarada comenzó el 5 de julio
de 1941 y como consecuencia de ello el 29 de enero de 1942 se firmó
el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro de 1942.
Las fuerzas armadas peruanas traspasaron la línea del statu quo de 1936 (una
frontera provisional que deslindaba los territorios que de facto ocupaban ambos
países)4 y ocuparon militarmente las siguientes provincias ecuatorianas:

 Costa: El Oro, hasta las riberas del río Jubones, ocupando


militarmente su capital Machala y otras ciudades como Puerto
Bolívar, Santa Rosa y Pasaje; y ejerciendo la Marina de Guerra
peruana un bloqueo marítimo en el canal de Jambelí y el golfo de
Guayaquil,5 con el fin de impedir el envío de tropas y suministros
desde la ciudad homónima hacia Puerto Bolívar.6
 Sierra: Parte de la provincia de Loja.
 Oriente: Partes de las antiguas provincias ecuatorianas de Napo
Pastaza y Santiago Zamora, que en tiempos de la colonia española
correspondían a la antiguas Gobernaciones de Maynas y Quijos,
territorios que el Perú disputaba entonces al Ecuador.
Según Ecuador, el Perú invadió su territorio, trasgrediendo el statu quo de
1936, agresión que no pudo repeler al hallarse escasamente armado, sin
recursos y en una difícil situación política interna; dicha invasión fue la segunda
realizada por el Perú sobre el Ecuador, siendo la primera la de 1858-1860. 7
Según el Perú, fue Ecuador quien violó el statu quo de 1936, cuando desde ese
año y hasta principios de 1941, las fuerzas ecuatorianas atacaron diversos
puestos peruanos a lo largo de la frontera.8 En ese sentido, las fuerzas
peruanas habrían ejercido un acto de represalia reconocida en el derecho
internacional, con el objetivo obligar a Ecuador manu militari a respetar los
derechos del Perú sobre su territorio.4
En el trasfondo de este conflicto, se hallan los mutuos reclamos territoriales que
venían haciéndose los dos países desde hacía un siglo. El Ecuador, en su
deseo de acceder con soberanía al río Amazonas, reclamaba las antiguas
provincias de Tumbes, Jaén y Maynas, en posesión del Perú desde los albores
republicanos. El Perú consideraba que su soberanía sobre esos territorios se
hallaba jurídicamente respaldada por la Real Cédula de 1802 (por la que
Maynas retornó al Virreinato del Perú tras haber estado bajo la jurisdicción del
Virreinato de Nueva Granada); el uti possidetis iure de 1810; el principio de
la libre determinación de los pueblos (Tumbes, Jaén y Maynas juraron
la independencia del Perú); y su posesión territorial ininterrumpida. 9 El Ecuador,
por su parte, argumentaba que esos territorios le correspondían por la cédula
de erección de la Real Audiencia de Quito de 1563; el uti possidetis de 1810
(pues según su versión, la Real Cédula de 1802 no llegó a aplicarse); el tratado
de Guayaquil de 1829 (que reconocía las antiguas fronteras coloniales, aunque
sin especificarlas); y el Protocolo Pedemonte-Mosquera (que señalaba la
frontera en el Marañón o el Amazonas), 10 este último tratado el Perú considera
inexistente.11 Por su parte, el Perú reclamaba el territorio de la antigua
Gobernación de Quijos (actual Oriente ecuatoriano), que, al igual que Maynas,
había retornado a la jurisdicción del Virreinato del Perú por la Real Cédula de
15 de julio de 1802,1213 territorio que el Ecuador afirmaba haber ocupado desde
el inicio de su vida republicana,14 pero que, según la versión peruana, solo a
partir de 1881 empezó esa ocupación, aprovechando que el Perú se debatía en
la guerra del Pacífico.151617 el 5 de julio de 1941.

Índice

 1Breve historia del conflicto peruano-ecuatoriano


o 1.1Disputas entre Perú y la Gran Colombia
o 1.2Disputas entre Perú y Ecuador
 2Antecedentes inmediatos
 3Fuerzas participantes
o 3.1Ecuador
o 3.2Perú
 4Inicio del conflicto
o 4.1Incidente del 5 de julio de 1941
o 4.2Batalla de Zarumilla
o 4.3Frente La Tina - Macara
o 4.4Combates de Yaupi-Santiago
 4.4.1Caída en combate del subteniente del Ejército
ecuatoriano Hugo Ortiz
o 4.5Operaciones navales
 4.5.1Combate en el Canal de Jambelí
o 4.6Campaña aérea
 4.6.1Inmolación del as de la aviación peruana Teniente FAP
José Quiñones Gonzales
o 4.7Bloqueo de Guayaquil
 5Consecuencias de la guerra
 6Agentes externos
 7Referencias
 8Bibliografía
 9Enlaces externos

Breve historia del conflicto peruano-ecuatoriano[editar]


Disputas entre Perú y la Gran Colombia[editar]
Véase también: Guerra grancolombo-peruana
La reclamación por parte de Ecuador de un acceso con soberanía a la cuenca
del Amazonas se remonta a 1827, cuando Simón Bolívar, gobernante de
la Gran Colombia (antecedente inmediato de Ecuador) reclamó como territorios
que le correspondían a su país las provincias peruanas
de Tumbes, Jaén (Cajamarca) y Maynas (entendiéndose por Maynas el
territorio conformado por los actuales departamentos
peruanos de Loreto y Amazonas).
La Gran Colombia reclamaba además a Perú el pago de la deuda de la
campaña emancipadora y el asunto de los llamados "reemplazos" (es decir, la
compensación que debía hacer el Perú a las tropas colombianas por las bajas
sufridas por estas durante la guerra independentista peruana, lo que implicaba
desarraigar a ciudadanos peruanos y expatriarlos a la Gran Colombia,
exigencia desorbitada e inhumana, habida cuenta de que ya había finalizado
dicha guerra).18
En respuesta a las exigencias territoriales de Bolívar, Perú invocó el principio
de la libre determinación de los pueblos, ya que los habitantes de dichas
provincias habían decidido, autónomamente, ser parte de la nación peruana.
En cuanto al tema de la deuda y los “reemplazos”, Perú se avino a entrar en
negociaciones para llegar a buen término.
Los reclamos de Bolívar se deben entender bajo el contexto político de la
región: en 1827 los peruanos habían puesto fin a la influencia bolivariana en su
territorio y en 1828 invadieron Bolivia, donde igualmente acabaron con el
régimen bolivariano representado por el mariscal Antonio José de Sucre. Todas
las tropas grancolombianas que se hallaban acantonadas en Perú y Bolivia
debieron volver a su país de origen, y la llamada Constitución Vitalicia,
impuesta por Bolívar a ambas naciones, fue derogada. Todo ello enfureció a
Bolívar, al ver desmoronarse su proyecto federativo de los Andes, sumado al
hecho de que se veía acosado por rebeliones y disidencias dentro de la misma
Gran Colombia, que anunciaban el inminente colapso de esta entidad
geopolítica, como en efecto ocurriría en 1830. Fue en ese trance que el
Libertador enfiló su ira hacia el Perú. 19
El conflicto empezó con un ataque entre los periódicos de ambos países,
haciéndose mutuas provocaciones e injurias. También ocurrieron lamentables
incidentes diplomáticos. El Perú expulsó de Lima al diplomático
colombiano Cristóbal Armero,20 mientras que en Bogotá no se recibió al
diplomático peruano, José Villa, a quien se le extendieron sus pasaportes. 21
En respuesta, el 17 de mayo de 1828, el Congreso de la República del
Perú autorizó al presidente José de La Mar a tomar las medidas militares del
caso.22 Acto seguido, Bolívar declaró la guerra al Perú el 3 de julio de 1828. 23
El presidente La Mar movilizó el ejército y marina peruanas contra la Gran
Colombia. La marina peruana bloqueó la costa pacífica grancolombiana y
ocupó el puerto de Guayaquil;24 por su parte el ejército peruano ocupó
la provincia de Loja, departamento del Azuay, en el sur grancolombiano,
actual Ecuador.25 Otra división del ejército peruano a las órdenes del
mariscal Agustín Gamarra (proveniente del sur del Perú) marchó al teatro de
operaciones con el propósito de auxiliar a La Mar. Ambos planearon tomar la
ciudad de Cuenca, que era el lugar de nacimiento de La Mar. Las fuerzas
peruanas sumaban en total 4500 soldados.
Ante la invasión peruana, Bolívar ordenó al Gran Mariscal de
Ayacucho, Antonio José de Sucre, partir desde Quito para organizar la defensa
del Sur de Colombia. Sucre, quien había sido presidente de Bolivia, organizó
un ejército con veteranos de la Independencia, entre los que se contó el
general Juan José Flores, futuro presidente del Ecuador.
Los dos jefes peruanos, La Mar y Gamarra, no coordinaron bien sus
movimientos y Sucre, actuando con su característica habilidad, en la
madrugada del 13 de febrero de 1829 sorprendió el parque de artillería peruano
en el pueblo de Saraguro y lo destrozó.26 A continuación, el mismo Sucre, al
frente del grueso de su ejército (4500 hombres), acorraló y derrotó a una
división de vanguardia del ejército peruano (integrada por unos 1000 soldados)
en el lugar denominado Portete de Tarqui, cerca de Cuenca. Dicha división
peruana se hallaba aislada del grueso de su ejército, y pese a que poco
después acudieron en su auxilio las fuerzas de La Mar y Gamarra, estas no
pudieron restablecer la batalla y optaron por retirarse, tomando posiciones
defensivas (27 de febrero de 1829). Una carga de caballería del escuadrón
Cedeño fue a la vez repelido por el escuadrón peruano Húsares de Junín.27. El
historiador peruano, para sustentar la afirmación de que solo la vanguardia
peruana actuó en Tarqui, cita el Diario político y militar (21 de marzo de 1829)
de José Manuel Restrepo.
El encuentro de Tarqui no definió nada, pues cada ejército quedó dueño de su
terreno y esperaban que al día siguiente se reiniciara la lucha para librar la
batalla definitiva. Sin embargo, ambas partes, conscientes de que no les
convenía continuar la lucha, al día siguiente pactaron un acuerdo conocido
como el Convenio de Girón, por el cual se establecía, textualmente, el retiro de
las tropas peruanas del territorio colombiano que habían ocupado (es decir,
Guayaquil y Azuay). Los grancolombianos reconocían así, implícitamente como
peruanas a las provincias de Tumbes, Jaén y Maynas, al no reclamarlas en ese
momento.28
Sin embargo, Sucre cometió la indelicadeza de dar un decreto donde ordenaba
poner una placa en el campo de batalla de Tarqui con la siguiente inscripción:
«El Ejército peruano de ocho mil soldados, que invadió la tierra de sus
libertadores, fue derrotado por cuatro mil bravos de Colombia, el 27 de febrero
de 1829». La primera afirmación numérica no se ajustaba a la realidad, pues el
ejército peruano no sobrepasaba los 4500 hombres y en Tarqui solo fue
derrotada su vanguardia, que sumaba unos 1000 efectivos, como ya quedó
explicado anteriormente. Debido a ello y a otros excesos que cometió Sucre
con los prisioneros peruanos, La Mar suspendió el Convenio de Girón y declaró
estar dispuesto a continuar la guerra, si no se retiraban los agravios. 29 Sin
embargo, poco después La Mar fue derrocado y desterrado por Gamarra, quien
asumió la presidencia del Perú y decidió llevar adelante la paz con Colombia.
Se acordó un armisticio por 60 días, firmado en Piura el 10 de julio de 1829.30
Luego, se firmó entre ambas naciones el Tratado Larrea-Gual, el 22 de
septiembre del mismo año, en Guayaquil. Este tratado no fue un tratado de
límites, sino de “paz y amistad”; sin embargo reconoció que el límite entre la
Gran Colombia y el Perú debía ser el mismo que existió entre los virreinatos
de Nueva Granada y el del Perú, quedando así como la base de referencia
para un futuro trazado de límites, estableciéndose asimismo el procedimiento
para realizar la demarcación definitiva (que estaría a manos de una comisión
demarcatoria de límites integrada por miembros de ambos países). En
definitiva, no hubo cambios territoriales, al mantenerse la situación previa al
conflicto (statu quo).31
Si bien ambas partes nombraron a los miembros de la comisión demarcatoria
para iniciar los trabajos en la frontera, por diversas circunstancias los
comisionados no se pudieron reunir en Tumbes, como se había acordado.
Bolívar envió entonces a Lima a Tomás Cipriano de Mosquera para que
negociara directamente con la cancillería peruana el trazado de la frontera,
pero no se llegó a ningún acuerdo. En ese trajín, ocurrió la disolución de la
Gran Colombia y Mosquera retornó a su patria, sin haber logrado nada a favor
de su patria. Muchos años después, Ecuador señalaría la existencia de un
Protocolo Pedemonte-Mosquera, supuestamente firmado el 11 de agosto de
1830 entre Mosquera y el canciller peruano Carlos Pedemonte, que sería una
continuación del Tratado Larrea-Gual y donde se reconocía al Marañón (es
decir, el río Amazonas) como límite norte del Perú, y por tanto, otorgaba a la
Gran Colombia extensos territorios peruanos. Pero el Perú, amparado en una
rigurosa investigación histórica, ha rechazado la existencia de dicho protocolo,
afirmando que nunca se firmó ya que jamás se encontró el documento original,
entre otras razones.32 De hecho, con la disolución de la Gran Colombia, y no
habiéndose cumplido varios de los puntos de Tratado de 1829, esté
instrumento caducó.
Disputas entre Perú y Ecuador[editar]
El 13 de mayo de 1830 surgió como estado independiente la República de
Ecuador, tras la disolución de la Gran Colombia. La flamante república se erigió
sobre la base de los territorios de la antigua Audiencia de Quito,
más Guayaquil. En ese instante, no hizo reclamos sobre Tumbes, Jaén y
Maynas, que pertenecían al Perú en base al principio de libre determinación de
los pueblos y al Uti Possidetis de 1810 (en el caso de Maynas).33
Una vez constituido el Estado Ecuatoriano, sus políticos consideraron que
debía negociarse con el Perú la firma de acuerdos y tratados, particularmente
para trazar la frontera entre ambos países, sobre todo en la parte amazónica.
El primer tratado celebrado entre el Perú y Ecuador fue el Tratado Pando-
Novoa, suscrito el 12 de julio de 1832 por el ministro de gobierno y relaciones
exteriores de Perú, José María Pando, y el ministro plenipotenciario de
Ecuador, Diego Noboa (futuro presidente de Ecuador). En él se reconocían y
respetaban los límites vigentes entre ambas naciones, a la espera de la
celebración de un convenio de arreglo de límites. Ello implicaba que ambas
partes consideraban ya sin validez al Tratado Larrea-Gual de 1829. 34
Fue entre 1841 y 1842 cuando Ecuador inició públicamente su reclamo al Perú
de los territorios de Jaén y Maynas, incitado por el derrocado gobernante
peruano-boliviano Andrés de Santa Cruz y algunos de sus partidarios
refugiados en Guayaquil, tras el fin de la Confederación Perú-Boliviana.35 Para
sustentar su reclamo, el Ecuador hizo una interpretación peculiar de diversos
artículos del Tratado de 1829, que ahora consideraba vigente. Este reclamo lo
hizo aprovechando la coyuntura de la guerra entre Perú y Bolivia; una vez
finalizada esta guerra, cesó temporalmente en su reclamo. 36
En 1857, el Ecuador intentó saldar su deuda de la Independencia con sus
acreedores ingleses otorgándoles territorios peruanos en la Amazonía, más
precisamente en la zona de los ríos Pastaza y Bobonaza. Ante ello, el ministro
plenipotenciario peruano en Quito, señor Juan C. Cavero, protestó firmemente
ante el gobierno ecuatoriano. Gobernaba entonces en el Perú el
mariscal Ramón Castilla. El Ecuador se negó a romper el convenio con los
británicos, por lo que se produjo el rompimiento de relaciones diplomáticas
peruano-ecuatorianas.37 Por ley del 26 de octubre de 1858 el Congreso
peruano autorizó al gobierno a emplear toda medida, inclusive la guerra, para
obtener satisfacciones de parte del Ecuador. En virtud de dicha autorización,
Castilla ordenó el bloqueo pacífico de toda la costa ecuatoriana. Una escuadra
de la Marina de Guerra del Perú, al mando del vicealmirante Ignacio Mariátegui
y Tellería bloqueó el puerto de Guayaquil y arrancó la firma de un armisticio al
jefe de dicha plaza, general Guillermo Franco Herrera. Castilla decretó
entonces el fin del bloqueo de la costa ecuatoriana. 38 Todas estas medidas
apaciguadoras de parte del Perú se proponían crear el ambiente propicio para
un arreglo pacífico del conflicto, pero al no darse ello, partió el mismo Castilla al
frente de una expedición de 15 buques y 6000 soldados, los cuales
desembarcaron en las inmediaciones de Guayaquil y se posesionaron de las
alturas de Mapasingue, al sur de dicho puerto (25 de noviembre de 1859).
Castilla se proponía entablar negociaciones con el gobierno ecuatoriano para
solucionar de una vez el conflicto, pero se halló ante el inconveniente de que
en el Ecuador se había desatado la guerra civil y la anarquía, habiéndose
establecido en dicho país hasta cuatro gobiernos provisorios, que se
disputaban el poder. El presidente peruano se entendió con la facción
ecuatoriana más importante, la que encabezaba el general Guillermo Franco,
que había establecido un gobierno de facto en Guayaquil y dominaba gran
parte de la costa. Castilla solicitó a Franco que se le dieran cuarteles en la
misma Guayaquil, pedido que le fue concedido, en la parte norte de la ciudad.
Fue así como el ejército peruano entró en Guayaquil, el 7 de enero de 1860.
Luego, los representantes de Castilla y Franco firmaron el Tratado de
Mapasingue, el 25 de enero, en la localidad del mismo nombre. Bajo los
términos de este tratado, el Ecuador declaró nula la venta de territorios
peruanos a los acreedores británicos, reconoció la validez de la Real Cédula de
1802 y el uti possidetis de 1810 y convino en demarcar sus límites,
comprometiéndose a integrar una comisión bipartita con el Perú. Luego de
firmado el tratado, las fuerzas armadas peruanas abandonaron Ecuador y
regresaron al Perú. Así culminó esta guerra, en la que no hubo grandes
encuentros bélicos, ya que al Perú solo le bastó desplegar su poderío para
obtener las satisfacciones de parte de Ecuador.39 Sin embargo, a menos de dos
años de la firma de este tratado, el general Franco fue derrotado por el
general Juan José Flores, al servicio del presidente Gabriel García
Moreno (con sede en Quito), y el gobierno ecuatoriano procedió a desaprobar
el tratado, ratificando solo lo concerniente a la derogación del convenio con los
británicos (1860). Por su parte, el Congreso peruano, ya en el gobierno
de Miguel de San Román, también desaprobó el tratado (1863).40
A pesar de la reciente invasión peruana de 1858, García Moreno apoyó a Perú
en 1866 durante la guerra contra España, durante la cual una escuadra
española se enfrentó a las flotas de Perú y Chile y atacó diversos puntos de la
costa de estos países. Aunque no participaron activamente en el conflicto, tanto
Ecuador como Bolivia entraron a formar parte de la alianza contra España.
Igualmente, entre 1879 y 1883 el Perú participó en la guerra del
Pacífico contra Chile y no pudo atender otros asuntos diplomáticos. Se conoce
que el presidente del Ecuador en esa época, general Ignacio de Veintimilla, y
su canciller, Cornelio Vernaza, recibieron pedidos de Chile de sumarse a la
guerra contra Perú, pero los rechazaron. El pedido consistió en el envío de
3000 soldados a la frontera con Perú para apoyar la ofensiva chilena, que
culminó con la caída de Lima. A cambio, Chile apoyaría la postura ecuatoriana
frente al problema territorial y obligaría al Perú derrotado a respetar el supuesto
Protocolo Mosquera-Pedemonte. Ecuador, sin embargo, se declaró neutral.
En 1887, Ecuador revivió su plan de 1857 de ceder como pago a sus
acreedores británicos grandes extensiones de tierras en la Amazonía peruana.
La diplomacia peruana logró detener este proyecto y firmó con los
representantes ecuatorianos, el 1 de agosto de ese mismo año, un convenio
por el cual la cuestión de límites fue sometida al arbitraje del Rey de España.41
En 1889, el comisionado especial del Perú en España, José Pardo y Barreda,
presentó al rey español el Alegato del Perú, un estudio jurídico detallado de la
cuestión que desde entonces fue el baluarte de la defensa peruana en ese
pleito limítrofe. Durante las negociaciones Ecuador planteó la recuperación
de Jaén por haber pertenecido a la Real Audiencia de Quito, planteamiento que
fue respondido por la diplomacia peruana solicitando a cambio la devolución
de Guayaquil, por haber sido cedido anteriormente al virreinato del
Perú mediante la Real Cédula de 1803.42
«Cierto es que aquella provincia [Jaén] fue de Santa Fe; pero en 1821 se anexó voluntariamente al
Perú y este es un título tan perfecto, como aquel en virtud del cual el Ecuador posee Guayaquil, que
formaba en 1810 parte del Virreinato de Lima. Si quiere usted Jaén déme pues Guayaquil.»
Alegato del Perú en España en 1889

Frontera actual del Perú y Ecuador en rojo; Frontera propuesta por el Tratado Herrera-García en
negro y modificaciones del Perú al Tratado en amarillo.

Sin embargo, representantes del gobierno peruano de Andrés A.


Cáceres quisieron resolver de manera directa el asunto y suscribieron con el
gobierno ecuatoriano en Quito el Tratado García-Herrera, llamado así porque lo
suscribieron Arturo García (peruano) y Pablo Herrera (ecuatoriano), el 2 de
mayo de 1890, por el cual el Perú conservaba Tumbes y Jaén, pero cedía una
gran parte de Maynas al Ecuador. El Congreso ecuatoriano se apresuró a
aprobar dicho tratado, pero el Congreso peruano, bajo presión de los
representantes amazónicos, no quiso aprobarlo sin antes hacer modificaciones
en la línea trazada. Ecuador no aceptó ninguna revisión del Tratado, mientras
que el Congreso peruano se mantuvo inflexible en su posición. El Tratado fue
finalmente declarado insubsistente por Ecuador.43
Al iniciarse el siglo XX, se sucedieron incidentes en la frontera, debido a la
persistencia de Ecuador en querer ocupar territorios peruanos. El 26 de junio
de 1903 ocurrieron choques armados en Angoteros, en la zona del río Napo,
originados por el avance de un destacamento ecuatoriano en territorio peruano,
el cual fue rechazado por las tropas peruanas al mando del capitán Juan
Chávez Valdivia. Este incidente revivió la necesidad de llegar a un acuerdo, por
lo que, el 16 de febrero de 1904, ambas partes acordaron continuar el juicio
arbitral ante el Rey de España. Otro incidente armado ocurrió poco después,
esta vez en Torres Causana, el 28 de julio de 1904, donde una vez más los
peruanos rechazaron un avance ecuatoriano sobre su territorio. 44
La tensión más grave estalló en el año de 1910, cuando el Ecuador, gobernado
entonces por el presidente ecuatoriano Eloy Alfaro, se negó a aceptar el laudo
arbitral del rey de España, que aún no se emitía, pero cuyo contenido, debido a
una infidencia, se llegó a conocer y que aparentemente era contrario a los
intereses ecuatorianos. La prensa ecuatoriana inició una violenta campaña
para desprestigiar dicho arbitraje. El 3 y 4 de abril de 1910 hubo graves
atropellos contra las legaciones peruanas en Quito y Guayaquil, que fueron
respondidas de igual manera en Lima. Alfaro movilizó a su país al grito
de Tumbes-Marañón o la Guerra, mientras que el presidente peruano Augusto
B. Leguía decretó también la movilización de su ejército y puso en pie de lucha
a 23 000 hombres. Pero la intervención de Estados
Unidos, Brasil y Argentina evitó el estallido de la guerra (22 de mayo de 1910).
Ante la actitud ecuatoriana, el rey de España se inhibió a pronunciar sentencia,
por lo que el problema limítrofe quedó pendiente. 45
En 1922 hubo otra disputa referida a la firma del Tratado Salomón-
Lozano entre Perú y Colombia que resultó favorable a esta última nación, pues
obtuvo salida directa al Amazonas. Este tratado causó malestar tanto en Perú
(especialmente entre la población de Loreto, que vio con angustia como la
población peruana de Leticia y un inmenso territorio amazónico pasaban a
Colombia) como en Ecuador, que se veía, de esa forma, limitando con Perú por
el este. Se dijo que el presidente Augusto B. Leguía suscribió este tratado bajo
presión de los Estados Unidos (que aparentemente quería resarcir a Colombia
por el asunto de Panamá); sin embargo, la razón primordial de Leguía fue
ganarse un aliado, en momentos en que el Perú se hallaba abrumado por
diversos conflictos fronterizos, especialmente con Chile, por la cuestión de
Tacna y Arica.46 Efectivamente, una consecuencia del tratado de 1922 fue que
Colombia no se aliara con el Ecuador y apoyara más bien al Perú,
considerando legítima la posición de este país frente al litigio con el vecino
común.

Statu quo fronterizo en 1936, previo a la guerra de 1941

Fracasado pues, el intento de solucionar el litigio limítrofe peruano-ecuatoriano


vía arbitraje del rey de España, el Perú quiso llevar el asunto al Tribunal de la
Haya, a lo que Ecuador se negó, pues quería entrar en arreglos directos.
Ambas posiciones parecían insalvables, pero el Perú, demostrando la mejor
disposición, envió a Quito sucesivamente a sus mejores diplomáticos: Víctor M.
Maúrtua, Alberto Bresciani y Enrique Castro Oyanguren para gestionar un
nuevo procedimiento arbitral más eficaz. Finalmente, el 21 de junio de 1924,
Castro Oyanguren y el canciller ecuatoriano N. Clemente Ponce, suscribieron el
Protocolo Castro Oyanguren-Ponce, que establecía una fórmula mixta al
contencioso de límites: combinar el arbitraje internacional con la negociación
directa paralela. Resolvieron que ambos gobiernos enviasen a Washington
D. C. sus respectivas delegaciones para discutir allí el litigio y lo que no
lograsen ponerse de acuerdo sería sometido al arbitraje del presidente de los
Estados Unidos. Esta fórmula de negociación solo empezó a implementarse en
1936, realizándose las llamadas Conferencias de Washington, donde ambas
partes fijaron, como condición previa, una "línea de statu quo", en calidad de
frontera provisional mutuamente reconocida, tomando como base los territorios
que de facto poseía cada país.47 Dentro de dicha línea provisional, en la zona
correspondiente al actual departamento peruano de Amazonas, se fijaba, como
frontera natural, la Cordillera del Cóndor.
Las Conferencias de Washington fracasaron debido a que el Ecuador intentó
basar sus pretensiones en una falsa interpretación del Tratado Larrea-Gual de
1829, en el pseudo Protocolo Pedemonte-Mosquera y en una peculiar
interpretación del uti possidetis de 1810 (1937). Poco después, los
ecuatorianos realizaron acciones violatorias del statu quo de 1936.4
El 11 de enero de 1941, alegando que los ecuatorianos habían realizado
incursiones e incluso ocupado territorio peruano en la provincia de Zarumilla,
el presidente del Perú, Manuel Prado Ugarteche, ordenó la formación del
Agrupamiento Norte, una unidad militar en cargo del Teatro de operaciones del
Norte.

Antecedentes inmediatos[editar]
Durante los gobiernos del presidente peruano Augusto B. Leguía,
el Perú definió los límites con casi todos sus países limítrofes: el Tratado Polo-
Bustamante (con Bolivia) y el Tratado Velarde-Río Branco (con Brasil) en 1909;
el Tratado Salomón-Lozano (con Colombia) en 1922; y el Tratado de
Lima (con Chile) en 1929.
Quedaba pendiente el arreglo limítrofe con Ecuador, país con el que, desde
fines del siglo XIX, se habían visto frustradas diversas tentativas de solución
ante la intransigencia ecuatoriana en reclamar para sí territorios peruanos.
Pese a que en un principio el Ecuador aceptó someter el litigio al arbitraje del
rey de España, en 1910 se rebeló contra el laudo que este monarca estaba a
punto de dar, porque aparentemente iría contra sus intereses, ocasionando una
grave tensión con el Perú que casi provoca un conflicto armado. Gracias a la
mediación de la Argentina, Brasil y Estados Unidos, se evitó la guerra, pero el
rey español se inhibió de pronunciar su sentencia, fracasando así la fórmula del
arbitraje. En los años siguientes, el asunto permaneció estancado, debido a las
diferencias insalvables entre ambas partes: el Perú insistía en el arbitraje
internacional, mientras que Ecuador quería las negociaciones directas. 45
Por fin, en 1924, el Perú y Ecuador, mediante el Protocolo Castro Oyanguren-
Ponce, acordaron una fórmula mixta para negociar la solución del problema de
límites, que consistía en combinar el arbitraje internacional con la negociación
directa paralela. Recién en 1936, ambas partes se reunieron
en Washington para negociar de acuerdo a dicha fórmula, fijando con prioridad
una línea de statu quo en calidad de frontera provisional, tomando como base
los territorios que de facto poseía cada país. Pero una vez más las
conversaciones fracasaron debido a las aspiraciones ecuatorianas de llegar
al Marañón y el Amazonas, lo que implicaba afectar la soberanía peruana
sobre extensos territorios. Poco después, los ecuatorianos realizaron acciones
violatorias del statu quo de 1936, incursionando en territorio peruano, lo que
obligó al Perú a establecer una nutrida línea de puestos fronterizos, con el
consiguiente desarrollo de roces y escaramuzas entre patrullas militares. La
situación se agravó en 1941, desembocando en el conflicto. 47

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