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Batalla de Ayacucho

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Batalla de Ayacucho

Parte de Independencia del Perú y Guerras de


independencia hispanoamericanas

Óleo de la batalla de Ayacucho, una obra de Martín Tovar y Tovar

Wikimedia | © OpenStreetMap

Batalla de Ayacucho (pulse para ver mapa)

Fecha 9 de diciembre de 1824
(hace 198 años)

Lugar Ayacucho, Perú

Coordenadas 13°02′33″S 74°07′54″O

Resultado Decisiva victoria del Ejército Unido


Libertador.

Consecuencia Firma de la Capitulación de Ayacucho y fin


s de las campañas de independencia en
América del Sur.

Beligerantes
 República Peruana  Imperio español
 República de Colombia

Comandantes
 Antonio José de Sucre  José de la Serna  (WIA)
 José María Córdova  José de Canterac
 José de La Mar
 Agustín Gamarra
 Guillermo Miller

Unidades militares
 Ejército Unido
Peruano Colombiano  Ejército Real del Perú
libertador del Perú

Fuerzas en combate
5.780 -8500 soldados
123 4
6.90667-9.310178 soldados
1-2 piezas de artillería y 14 piezas de artillería y
servidores135 servidores19

Bajas
370 muertos y 609 heridos 10
1800 muertos,1011 700 heridos10
11
y 2000-3000 prisioneros1213

              
Mapa 1[mostrar]

              
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Independencia del Perú
1811-1826

Levantamientos autónomos
 Campañas realistas

 Campaña de Goyeneche

 Tacna (1.°)

 Huánuco

 Tacna (2.°) 

o Camiara

 Cuzco 

o Huanta

o Chacaltaya

o Apacheta

o Matará

o Umachiri

 Aymaraes

 Republiquetas 

o Alzuri

Corriente Libertadora del Sur

 Expedición Libertadora 

o Paracas

 Campaña de Arenales (1.°)

 Pase del Numancia

 Aznapuquio

 Campaña de Arenales (2.°) 

o Ataura

o Quiapata

 Campaña de Miller

 Callao (1.°)

 Expedición de Santa Cruz

 Ica

 Paras
 Caucato

 Congreso Constituyente (1822)

 Campaña de Intermedios (1.°) 

o Torata

o Moquegua

Corriente Libertadora del Norte

 Guerra de Independencia de Maynas

 Campañas del Sur

 Motín de Balconcillo

 Campaña de Intermedios (2.°) 

o Zepita

o Arequipa

 Ejército Unido Libertador

 Motín del Callao

 Rebelión de Olañeta

 Junín

 Bellavista

 Corpahuaico

 Ayacucho

Últimos bastiones

 Campaña de Sucre

 Callao (2.°)

 Conquista de Chiloé

 Guerra de Iquicha

Guerra naval

 Expedición de Brown

 Campaña de Cochrane

 División del Mar del Sur

 Expedición de Guruceta
 Bloqueo naval del Callao

Mapa animado de los guerras de independencias hispanoamericanos (1808-1826):


     Territorios bajo control realista.     Territorios bajo control de movimientos de separatistas.      Territorios bajo
control de la Gran Colombia.     España bajo ocupación francesa.     España durante la revolución
liberal.     Zonas sin un gobierno claro.

La batalla de Ayacucho fue el último gran enfrentamiento comprendido dentro


de las campañas terrestres de las guerras de independencia
hispanoamericanas en América del Sur (1809-1826) y significó la consolidación
de la independencia de la República del Perú.
La batalla se desarrolló en la Pampa de Quinua en Ayacucho, Perú, el 9 de
diciembre de 182414 y la victoria de los patriotas supuso la desaparición del
contingente militar realista más importante que seguía en pie, y selló
la independencia del Perú con una capitulación militar que puso fin a la
resistencia de las tropas del Virreinato del Perú.
Este suceso suele ser referido como el fin de las guerras de independencia en
América del Sur,151617 no obstante que las guarniciones españolas del Real
Felipe del Callao y de Chiloé resistieron hasta 1826, y España no renunció
formalmente a la soberanía de sus posesiones continentales americanas hasta
una década más tarde, en 1836. El tratado de paz, amistad y reconocimiento
con el Perú fue firmado el 14 de agosto de 1879 en París.

Índice

 1Antecedentes
o 1.1Los sucesos de 1824
 1.1.1Tregua en Buenos Aires y motín en el Callao
 1.1.2Retirada de Bolívar y rebelión de Olañeta
 2La Campaña de Ayacucho
o 2.1Orden de batalla
 2.1.1Ejército Libertador
 2.1.2Ejército Real del Perú
 2.1.2.1Europeos en el ejército del Virrey La
Serna
o 2.2La batalla
o 2.3La capitulación de Ayacucho
o 2.4Teorías sobre la batalla de Ayacucho
 3El Alto Perú tras la batalla de Ayacucho
o 3.1El nacimiento de Bolivia
o 3.2Declaración de la independencia de Bolivia
 4Reconocimiento a los combatientes
o 4.1Reconocimientos a Sucre
 5Notas
 6Bibliografía
 7Enlaces externos

Antecedentes[editar]
Véase también: Pronunciamiento de Riego
En el año 1820 España entró en una crisis política por el pronunciamiento
contra el rey Fernando VII y la restauración de la Constitución Liberal, apoyada
por el general Rafael del Riego, quien sublevó la expedición de 20 000
soldados para auxiliar a los realistas de América. Esto acabó para siempre con
las expediciones de refuerzos de España, que desde entonces no se
aprestaron para ningún lugar de América, y motivó que los dos grandes
virreinatos, del Perú y de Nueva España, que hasta el momento habían
contenido el avance de la revolución hispanoamericana tomasen el camino de
la independencia. El levantamiento y rebelión de Rafael Riego en Andalucía el
año 1820, desintegró y dispersó las tropas expedicionarias reunidas para la
Grande Expedición, con ello desapareció la amenaza de invasión española del
Río de la Plata y Venezuela, y en consecuencia en dichas regiones se
desmorona la resistencia realista. Esto posibilitó la convergencia de las
corrientes libertadoras de América del sur hacía el Perú. En América del norte,
el virreinato de México, tras derrotar a la insurgencia, se constituye en una
monarquía independiente mediante el Plan de Iguala y el pacto de las tres
garantías. Los trigarantes, tras derrotar al virrey Apodaca, no consiguen
acordar la separación pacífica de la España Liberal mediante los Tratados de
Córdoba, y se suceden los Intentos españoles de reconquista de
México hasta 1829.
En América del sur, la sublevación de Rafael del Riego había hecho
desaparecer la amenaza de invasión de Venezuela y del Río de la Plata, y esto
permitió el avance de las Corrientes Libertadoras de América del sur hacia el
Perú. El virrey Joaquín de la Pezuela había quedado desacreditado por la
derrota de la expedición de Mariano Osorio en Chile, por el aislamiento
marítimo, y por la invasión de la Expedición Libertadora del Perú de José de
San Martín, que consigue cercar Lima en la campaña de Cerro de Pasco y
provoca la deserción del Numancia. Esta sucesión de derrotas determinan que
Pezuela sea derrocado por el general español José de la Serna el 29 de enero
de 1821 en el golpe militar de Aznapuquio. La Serna abandonó Lima con un
ejército en plena desintegración sin ser apenas molestado, para refugiarse en
la sierra peruana.
Pero el Ejército Real del Perú, bajo una sólida subordinación militar, se rearma
y consigue destruir sucesivos ejércitos independientes. El primero es
emboscado en la batalla de Ica, mandado por los patriotas Domingo
Tristán y Agustín Gamarra. Un año después, con José de San Martín retirado
tras la Entrevista de Guayaquil, la Expedición Libertadora dirigida
por Rudecindo Alvarado es aniquilada por los realistas en las campañas
de Torata y Moquegua. El año 1823 terminó con la destrucción de otro ejército
patriota comandado por Andrés de Santa Cruz y Agustín Gamarra, en otra
campaña abierta sobre los Puertos Intermedios, que comenzó con la batalla de
Zepita en Puno, y la ocupación de la ciudad de La Paz el 8 de agosto,
consiguiendo llegar a Oruro en el Alto Perú. Pero el virrey La Serna, en una
campaña apodada del "Talón", persiguió las tropas de Santa Cruz que acaban
desbandadas, y recuperó Arequipa tras batir a Antonio José de Sucre, quien
reembarcó a los colombianos el 10 de octubre de 1823.
Finalmente, lo que restaba de optimismo se apagaba por las acusaciones de
traición contra los presidentes peruanos José de la Riva Agüero y José
Bernardo de Tagle. Riva Agüero deportó diputados del Congreso del Perú y
organizó un congreso paralelo en Trujillo, y luego de ser declarado reo de alta
traición por el Congreso del Perú18 fue desterrado a Chile. En cambio Torre
Tagle buscaba firmar una paz sin batallas con el virrey La Serna, por lo cual fue
a entrevistarse con los realistas. Este acto fue considerado por Simón
Bolívar como traición. Tagle dispuso que todas las fuerzas a su mando
apoyaran a Bolívar para hacer frente al enemigo, mientras este buscaba
capturarlo para fusilarlo.19 José Bernardo de Tagle encontró refugio con los
realistas en la asediada fortaleza del Callao.
Fue así como al culminar el año 1823, a pesar de sus contundentes triunfos
realistas en los anteriores hechos de armas y mientras el recién llegado Bolívar
escribía solicitando refuerzos de Colombia, y preparaba activamente la que
sería la campaña final contra el Ejército Real del Perú, la situación empezaba a
tornarse crítica para los sostenedores de la causa del rey:
"..El virrey la Serna por su parte, sin comunicaciones directas con la Península, con las más
melancólicas noticias del estado de la metrópoli... y reducido por lo tanto a sus propios y exclusivos
recursos pero confiando notablemente en la decisión, en la unión, en la lealtad y en la fortuna de
sus subordinados, aceleraba también la reorganización de sus tropas y se aprestaba a la lucha que
miraba próxima con el coloso de Costa-firme. Un triunfo más para las armas españolas en aquella
situación, haría ondear de nuevo el pabellón castellano con inmarcesible gloria hasta el mismo
Ecuador; pero otra suerte muy distinta estaba ya irrevocablemente escrita en los libros del
destino. .."
Gnrl. Andrés García Camba.20

Los sucesos de 1824[editar]


Tregua en Buenos Aires y motín en el Callao[editar]
Artículo principal: Sublevación del Callao
El historiador Rufino Blanco Fombona dice que "Todavía en 1824 Bernardino
Rivadavia pacta con los españoles, estorbando así la campaña de
Ayacucho":21 El 4 de julio de 1823, Buenos Aires concluyó una tregua con los
comisionados españoles (Convención Preliminar de Paz) que le obligaba a
mandar negociadores a los demás gobiernos sudamericanos para que pueda
tener efecto la misma.22 Se estipulaba que las hostilidades cesarían 60 días
después de su ratificación y subsistiría durante un año y medio, mientras se
negociaría un tratado definitivo de paz y amistad. Con este motivo se reunieron
en la ciudad de Salta Juan Gregorio de Las Heras con el brigadier Baldomero
Espartero, sin alcanzar acuerdo alguno. Entre otras medidas tomadas por el
virrey para contener su inminente rebelión, el 10 de enero de 1824 se le ordenó
a Olañeta:
Advierto a V.E. que no debe disponer ninguna expedición en dirección alguna sobre las provincias
de abajo sin expresa orden mía pues además de que en Salta están reunidos para tratar de
negociar, el General Las Heras por parte del Gobierno de Buenos Aires y el Brigadier Espartero por
la de este superior Gobierno (...) 23

Rivadavia creía que el proyecto establecería la paz y paralizó el esfuerzo de las


autoridades de Salta sobre el Alto Perú, negó auxilios y retiró los puestos
avanzados,24 dañando la causa del Perú.
Al respecto, el historiador y militar de origen irlandés Daniel Florencio
O'Leary opinó que con esa tregua "Buenos Aires se ha retirado implícitamente
de la contienda",25 y que "el Gobierno de Buenos Aires pacta con los
españoles, con perjuicio de la causa americana".26
El 1 de enero de 1824 Bolívar cayó gravemente enfermo en Pativilca. En esas
fechas llegó a Lima Félix de Álzaga, ministro plenipotenciario de las Provincias
Unidas del Río de la Plata para solicitar al Perú su adhesión a la tregua y que
fue rechazada por el Congreso Peruano. Pero asimismo desde el 4 de febrero
de 1824 se sublevó el acuartelamiento del Callao compuesto por el total de la
infantería argentina de la Expedición Libertadora, junto con algunos chilenos,
peruanos y colombianos: cerca de 2000 hombres, que además se pasaron a
los realistas,27 enarbolando el pabellón español y entregaron las fortalezas del
Callao. El regimiento de granaderos a caballo de los Andes también se amotinó
en Lurín el 14 de febrero, dos escuadrones se dirigieron al Callao para unirse a
sublevados, pero al saber que se habían pasado a los realistas, un centenar de
ellos con los jefes del regimiento se dirigieron a Lima para unirse a Bolívar. El
cuerpo fue luego reorganizado por el general Mariano Necochea por orden de
Simón Bolívar..
Ante tales sucesos,28 el ministro de Colombia, Joaquín Mosquera, «temiendo la
ruina de nuestro ejército» preguntó:«¿Y qué piensa Ud. hacer ahora?», a lo
que Bolívar, con tono decidido, le respondió:
¡Triunfar!
Simón Bolívar, Pativilca, 1824.

El Sitio de El Callao prolongó la guerra hasta 1826, además inmediatamente


desembocó en la ocupación de Lima por Canterac, y se afirma que en mayo de
1824 con una acción militar contra Bolívar "habrían dado el último golpe a la
independencia de esta parte de América".29
Retirada de Bolívar y rebelión de Olañeta[editar]
Artículo principal: Rebelión de Olañeta
Una semana después del motín del Callao, Bolívar ordenó abandonar Lima, y
desde Huaraz, se pone en marcha la retirada general del ejército de Colombia
en dirección hacia el norte,30 enviando órdenes para reagruparse
en Huamachuco (en la sierra) y Trujillo (en la costa). Ordenó que el repliegue
general se hiciera devastando el territorio peruano, talando los campos,
secuestrando el ganado, y bajo una política general de Tierra quemada,
destruyendo cualquier recurso de los pueblos peruanos para que no pudiera
servir de sustento al Ejército Real del Perú. Lo que Tomás de Heres había
venido a llamar “guerra a la colombiana”. A los departamentos libres del Perú,
además de la contribución sangre, se les exigió el dinero hasta pagar el sueldo
íntegro del ejército colombiano. 31 Respecto a la marina peruana, Bolívar desde
Trujillo ordenaba al jefe de la escuadra Martín Guise, echar a pique los buques
patriotas del Callao que no pudieran abandonarlo, entre ellos se perdió la
fragata Venganza o Guayas, y cambiar por colombianos los capitanes de los
buques peruanos Limeña y Macedonia que se encontraban en el puerto de
Guayaquil.32
Bolívar sabía que la división de Canterac se hallaba asentada en Jauja,
aparcada a la espera de la llegada de la división de Jerónimo Valdés. Y que
reunidas iniciarían la ofensiva en la sierra, lo que obligaría a Bolívar a una
retirada, y esto produciría la desaparición del ejército de Colombia en el Perú, y
haría peligrar el sur de Colombia, hasta las región de Pasto, favorable todavía a
la monarquía española.33 Bolívar se puso en contacto con sus generales en
Quito y con su vicepresidente en Colombia advirtiéndoles de la irremediable
pérdida del Perú. Se puso en ejecución el plan de retirada, 34 con Bolívar en
Trujillo y con el ejército colombiano en retirada general hacía el norte, cuando
felizmente el bando independentista recibió la noticias de la Rebelión de
Olañeta.
El mapa estratégico había cambiado decisivamente a favor de Bolívar.
Sorpresivamente, al comenzar el año 1824, todo el ejército realista del Alto
Perú se sublevó junto al caudillo absolutista español Pedro Antonio
Olañeta contra el Virrey del Perú, tras saberse que en España había caído
el gobierno Constitucional. Efectivamente, el monarca Fernando VII de
España y sus partidarios absolutistas, recuperaban el gobierno apoyados por
132 000 soldados franceses del ejército de la Santa Alianza, que ocuparán
España hasta el año 1828. Rafael del Riego moría ahorcado el 7 de noviembre
de 1823 y los propulsores del movimiento liberal fueron ajusticiados,
marginados o exiliados de España. El 1 de octubre de 1823 el monarca
decretaba la abolición de todo lo aprobado durante los tres años de gobierno
constitucional, lo que anulaba el nombramiento de La Serna como Virrey del
Perú. El alcance de la purga sobre los constitucionales de Virreinato del Perú
parecía infalible.
José de la Serna, último virrey del Perú (1821-1824).

Olañeta ordena el ataque de los realistas altoperuanos contra los


constitucionales del virreinato peruano.35 La Serna cambió sus planes de bajar
a la costa para batir a Bolívar, y mandó a Gerónimo Valdés en dirección
contraria, al sur, con una fuerza de 5000 veteranos a cruzar el río
Desaguadero, para dirigirlo a Potosí contra su antiguo subordinado, lo que se
llevó a cabo el 22 de enero de 1824. Las Memorias para la historia de las
armas españolas en el Perú del oficial peninsular Andrés García Camba (1846)
detallan el trastorno que los sucesos del Alto Perú produjeron en los cálculos
defensivos del virrey. Tras una prolongada campaña militar altoperuana en las
batallas de Tarabuquillo, Sala, Cotagaita, y finalmente la Lava el día 17 de
agosto de 1824, ambas fuerzas realistas, del Virreinato del Perú (liberales) y de
las provincias del Alto Perú (absolutistas), se diezmaron mutuamente,
perdiendo jefes y tropas veteranas que serían irreemplazables.
Bolívar mientras aumentaba y reforzaba su ejército. En marzo de 1824
desembarcó en Trujillo el experimentado general de brigada José María
Córdova, cuya acción habría de decidir la batalla de Ayacucho, y por lo que
sería ascendido a general de división en el mismo campo de batalla; y que
arriba todavía con más refuerzos proveniente de Guayaquil, con él llegan dos
nuevos batallones veteranos de Colombia, y a estas tropas frescas los manda
inmediatamente a reforzar al general Sucre en la sierra. 36 Y así, en permanente
comunicación con Olañeta, con el que se carteaba Bolívar, aprovechó el
desmontaje del aparato defensivo realista para "movernos en todo el mes de
mayo contra Jauja", y destruir la división de José de Canterac, aislado
en Junín el 6 de agosto de 1824. Dio comienzo entonces una incesante
persecución con la consecuente deserción de 2700 realistas, que
seguidamente engrosaban las filas independientes. Finalmente el 7 de
octubre de 1824, con sus tropas a las puertas del Cuzco, Bolívar entregó al
general Sucre el mando del nuevo frente de batalla, que recorría el curso
del río Apurímac, y se retiró a Lima para tomar de la capital más empréstitos
para sostener la guerra en el Perú, y recibir una nueva división colombiana de
4000 hombres despachada por Francisco de Paula Santander que no llegaría
sino después de Ayacucho.37

La Campaña de Ayacucho[editar]

Antonio José de Sucre en la batalla de Ayacucho (Museo Nacional de Arqueología, Antropología e


Historia del Perú).

La destrucción en Junín del ejército de Canterac obligó al virrey La Serna a


llamar desde Potosí a Jerónimo Valdés, quien acudió a marchas forzadas con
sus soldados. Reunidos los generales realistas, y a pesar de las muestras de
sincera adhesión del Cusco, el virrey descartó un asalto directo por la falta de
instrucción de sus milicias, aumentadas mediante reclutas masivas de
campesinos unas semanas antes. Por el contrario sus tropas cruzaron el río
Apurimac e intentaron cortar la retaguardia de Sucre a través de maniobras de
marchas y contramarchas, que se sucedieron desde el Cusco hasta el
encuentro en Ayacucho, a lo largo de la cordillera andina. De esta forma, los
realistas buscaron un golpe de mano que obtuvieron el 3 de diciembre en
la batalla de Corpahuaico o Matará, donde a costa de tan solo 30 hombres
ocasionaron al ejército libertador más de 500 bajas y la pérdida de buena parte
del parque y la artillería. Pero Sucre y su estado mayor lograron mantener la
cohesión de la tropa e impidieron al virrey explotar ese éxito local. Aún a costa
de sensibles pérdidas en hombres y material Sucre mantuvo al Ejército
Unido en repliegue ordenado, y siempre situado en posiciones aseguradas, de
difícil acceso, como el campo de Quinua.
Otro libro de memorias, In the service of the Republic of Peru del
general Guillermo Miller, ofrece la visión de los independentistas. Además del
talento de Bolívar y el de Sucre, el Ejército Unido se nutrió de buena parte de la
experiencia militar del siglo: el batallón Rifles del ejército de Colombia, se
encontraba compuesto de tropas mercenarias europeas, que en su mayoría
eran voluntarios británicos. Esta unidad sufrió considerables bajas en
Corpahuaico. También se encontraban entre sus filas veteranos de
la Independencia española, norteamericana, y Guerras de Independencia
Hispanoamericana hasta casos como el mayor de origen alemán Carlos
Sowersby, veterano de la batalla de Borodino contra Napoleón
Bonaparte en Rusia.
Los realistas habían consumido sus recursos en una guerra de movimientos sin
haber logrado cortar las líneas del ejército libertador. Por la extrema dureza de
las condiciones de una campaña en la cordillera andina, ambos ejércitos
quedaron con el número de sus tropas seriamente reducidas por enfermedad
y deserción, que afectó en el mismo grado a los independientes, y que
igualmente se focalizó en milicias carentes de instrucción militar o la recluta
formada de prisioneros enemigos. Los jefes realistas se habían posicionado en
las alturas del cerro Condorcunca (en quechua: cuello de cóndor), una buena
posición defensiva pero que no podían sostener dado que en menos de cinco
días se verían obligados a retirarse por la hambruna de la tropa, lo que
equivalía a la dispersión de su ejército, mientras los republicanos esperaban la
llegada de más divisiones colombianas; motivo por el cual los realistas se
vieron impulsados a tomar una decisión desesperada: la batalla de Ayacucho
daba comienzo.
Orden de batalla[editar]
"En este rincón famoso, un ejército realista, compuesto en su totalidad de soldados naturales del
Alto y del Bajo Perú, indios, mestizos y criollos blancos, y cuyos jefes y oficiales peninsulares no
llegaban a la décima octava parte del efectivo, luchó con un ejército independiente, del que los
colombianos constituían las tres cuartas partes, los peruanos menos de una cuarta, y los chilenos y
porteños una escasa fracción. De ambos lados corrió sangre peruana. No hay por qué desfigurar la
historia: Ayacucho, en nuestra conciencia nacional, es un combate civil entre dos bandos, asistido
cada uno por auxiliares forasteros.".38
José de la Riva-Agüero

Orden de batalla
Patriotas Realistas

Comandante en Jefe

 Antonio José de Sucre


Oficialidad

 Agustín Gamarra, jefe de estado


mayor
 Francis Burdett 

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