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Fisiopatología
La isquemia se define como el disbalance entre el aporte de oxígeno y su demanda. Esta última
aumenta con la elevación de la FC, TA y contractilidad, aspectos que se ven elevados en
ejercicio. Normalmente, este aumento de demanda se combate con el aumento de flujo,
surgiendo la isquemia cuando esto no es posible.
Etiologías:
Lesión coronaria
Espasmo
Estenosis + aumento del tono vascular
Estenosis + aumento del tono vascular y trombosis
La aterotrombosis es causante del 98% de los casos de enfermedad coronaria. Esta es una
enfermedad que afecta a la pared de las arterias y tiene carácter progresivo. Da lugar a
estenosis u oclusión, así como dilatación o rotura de la pared arterial. Es un proceso lento
desencadenado por inflamación, depósito de lípidos y proliferación de células musculares lisas
y matriz extracelular. A ello influyen múltiples datos como genética, HTA, hipercolesterolemia,
tabaco, diabetes, edad, sexo masculino…
Las manifestaciones dependen del territorio vascular afectado, por lo que explica la aparición
de IAM, angina inestable y estable.
La aterosclerosis comienza su proceso evolutivo con la fase de estría grasa, una lesión inicial
caracterizada por un aumento del contenido en lípidos de la íntima o daño en la función
intimal y un aumento de contenido de lipoproteínas + aumento de factores que dañen el
endotelio. A continuación, células inflamatorias se adhieren al endotelio y migran al espacio
subintimal atraídas por la unión de lipoproteínas con componentes de la matriz. La placa de
ateroma corresponde a la lesión característica final con su core lipídico + infiltrado inflamatorio
+ migración de CML de la media a la íntima.
Este lento proceso puede verse interrumpido por sus distintas complicaciones que derivan en
la formación de un trombo plaquetario, trombo que puede dar lugar a una oclusión trombótica
total o parcial y en consecuencia, un cuadro de isquemia aguda.
Angina estable
Angina inestable
Infarto agudo de miocardio. Con o sin onda Q, es decir, afectación subendocárdica o
transmural.
Se considera estable a una estenosis fija con isquemia secundaria a la mayor demanda que
condiciona el esfuerzo, y con un bajo riesgo de infarto. Hablamos de una angina de esfuerzo
sin cambios en su patrón de presentación en el último mes.
La enfermedad coronaria crónica puede presentarse también como asintomáticos,
normalmente tratándose de pacientes que quedan así tras tratamiento médico o
intervencionista.
La angina se caracteriza por aparecer con más frecuencia y más pronto en hombres que en
mujeres. Aparece en pacientes con factores de riesgo como HTA, diabetes, colesterol o tabaco.
Importante identificar factores de desencadenan o modifiquen los síntomas. El dolor es de
carácter opresivo, urente e irradiado hacia miembro superior izquierdo aunque también se va
hacia el cuello, hombro o mandíbula. La respuesta hacia la nitroglicerina es un factor a favor
del diagnóstico.
Dentro del algoritmo diagnóstico debe hacerse hincapié en la clasificación del dolor:
Debe incluirse también una valoración de la capacidad funcional, midiéndose así la invalidez.
El ECG suele ser normal en reposo. Se dan cambios en esfuerzo, cuando hay isquemia,
apareciendo alteraciones del ST-T. Pueden verse ondas Q en casos de infarto previo.
El tratamiento incluirá modificaciones del estilo de vida y el control de los FRCV y fármacos
antiangionosos. Estos últimos consisten en NTG sublingual en crisis junto con BB, nitratos y
calcioantagonistas como preventores de las crisis.
Tipos de infarto:
Enfermedad Coronaria Aguda sin elevación del segmento ST
Generalmente la angina inestable sin elevación del ST se resume en: dolor anginoso + ECG
normal o con descenso del ST.
Habitualmente subyace una rotura de una placa o erosión de la misma dando lugar a un
trombo no oclusivo que da lugar al cuadro. En la mayoría de los casos se encuentran lesiones
coronarias significativas, en su mayoría afectando sobre un único vaso.
Mortalidad alta, del 30% a los 30 días. En la mitad de los casos es la primera manifestación de
la enfermedad coronaria. Su supervivencia está ligada al reconocimiento del mismo y su
tratamiento precoz.
Diagnóstico por ascenso y descenso típico de marcadores bioquímicos + a menos una entre:
síntomas de isquemia, ondas Q patológicas, alteraciones del ST o intervención reciente; así
como por evidencia de necrosis.
Se caracteriza por una oclusión trombótica de una arteria previamente afectada por la
aterosclerosis que da una disminución abrupta del flujo sanguíneo coronario. Se debe pues, a
una placa de ateroma complicada que se rompe o erosiona y supone por ende, la activación
plaquetaria y fenómenos trombóticos.
La cantidad de miocardio dañado por la oclusión depende de la extensión del territorio que
irriga el vaso afectado, el grado de oclusión del vaso, la duración de la oclusión, la existencia de
colaterales y su grado de desarrollo, la demanda de oxígeno del miocardio irrigado por el vaso
ocluido, la eficacia y grado de adecuación a la perfusión miocárdica que se produce en la zona
del infarto cuando se restaura la perfusión.
Miocardio hibernado -> Hay isquemia pero el tejido se mantiene vivo con un flujo disminuido
pero suficiente para la supervivencia. No se posee la capacidad de contraerse. Cuando el flujo
se restablece, la función acompaña.
Clínica
En la mitad de los casos no hay precipitantes. Por ejemplo, estrés -> adrenalina -> factor
procoagulante -> formación de trombo oclusivo.
Dolor anginoso, profundo y visceral, de reposo o de esfuerzo sin ceder en reposo. Se asocia a
palidez, sudoración, náuseas o vómitos. A la exploración física no se dan hallazgos específicos.
Al ECG obtenemos una elevación del ST asociado a cambios en la onda T y onda Q. Secuencia:
ondas T picuda + elevación del ST durante primeros minutos-> descenso del ST con aparición
de onda Q que se hace profunda y ancha, T se invierte. Importante conocer como en las
derivaciones contrarias a la elevación del ST, se muestran descenso del mismo. La analítica nos
mostrará la elevación de biomarcadores cardíacos, liberados con la muerte celular de las
células. Ecocardiograma muestra alteraciones en la contracción segmentaria y consecuencias
del infarto. En la RM se da una captación tardía del gadolinio correspondiente a la zona
infartada.
Manejo
Orientado por el conocimiento de las consecuencias del infarto. La aparición de arritmias por
isquemia puede ocurrir desde el principio. La muerte del tejido irrigado por el vaso ocluido
puede dar fallo cardíaco, roturas o insuficiencias valvulares. Por tanto, a manejar las arritmias y
el deterioro de la capacidad contráctil.
Tratamiento básico ante sospecha: reposo + oxígeno, monitorización de ECG, canalizar vía
venosa y administrar AAS. Evitar muerte súbita mediante la monitorización y desfibrilación por
si hace fibrilación vnetricular.
En fase crónica: caracterización exhaustiva del infarto, estratificando el riesgo y tomando una
actitud concreta en consecuencia.
Disfunción VI. Debido a pérdida de tejido contráctil, lo que supone una disfunción diastólica y
descenso de la contractibilidad y eyección. El remodelado desencadenado por la isquemia es
prevenible de forma total con el tratamiento. Primera causa de muerte intrahospitalaria.
Clínica de hipoperfusión periférica, congestión pulmonar y fallo de bomba, manifestado como
la presencia de un tercer ruido. Clasificación en IV grupos, según aparición de crepitantes,
edema de pulmón o shock cardiogénico, definido este último por hipotensión, congestión
pulmonar e hipoperfusión. Mediante un catéter de Swan-Ganz se nos permite realizar una
monitorización hemodinámica.
Disfunción VD. Hipotensión + bajo gasto + datos de congestión venosa. Pulmones limpios.
Tratar mediante administración masiva de líquidos guiada por Swan-Ganz, aumento de la
contractilidad de VI con inotrópicos y angioplastia.
Aneurismas ventriculares y roturas cardíacas. Dilatación progresiva de un segmento que
termina finalmente rompiéndose, además de ir causando daños a estructuras cercanas. Las
roturas agudas son casi siempre letales, rebeldes a maniobras de resucitación. Las subagudas,
de mejor pronóstico, se deben a un desgarro leve con hemopericardio progresivo. La rotura
del septo interventricular origina un soplo y deterioro hemodinámico.
Complicaciones tromboembólicas
Nos debe sugerir cardiopatía isquémica las alteraciones del segmento ST, onda T, QRS y
arritmias. Ante un paciente con síndrome coronario agudo, conviene la obtención de un ECG
con o sin dolor, pues es posible obtener ECG normales en periodos sin isquemia.