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¿Qué te gustaría investigar?

Me gustaría investigar como se descubre y como se desarrolla un medicamento

Para desarrollar un medicamento tendremos en cuenta reglas protocolos y pasos a seguir.

El primer paso para tratar cualquier enfermedad es determinar qué es lo que la causa. Es
necesario responder a muchas preguntas para comprender lo que se necesita para buscar
nuevos tipos de tratamientos.

 ¿Cómo contrae una persona la enfermedad?


 ¿Qué células se ven afectadas?
 ¿Está causada la enfermedad por factores genéticos? Y en ese caso, ¿qué genes
están activados o desactivados en las células enfermas?
 ¿Qué proteínas están presentes o ausentes en las células enfermas en
comparación con las células sanas?
 Si la enfermedad es causada por una infección, ¿cómo interactúa el
microorganismo infeccioso con el organismo?
En los laboratorios modernos se utilizan herramientas sofisticadas para responder a estas
preguntas. Las herramientas están diseñadas para descubrir las raíces moleculares de las
enfermedades y destacar las diferencias fundamentales entre las células sanas y las
enfermas. Los investigadores utilizan con frecuencia varios enfoques para crear una imagen
detallada del proceso de la enfermedad.

Una vez que empieza a aparecer la imagen, pueden pasar años hasta saber cuáles de los
cambios asociados con la enfermedad son los más importantes. ¿Es el cambio el resultado
de la enfermedad o es la enfermedad el resultado del cambio? Al determinar qué defectos
moleculares están realmente detrás de una enfermedad, los investigadores pueden
identificar las mejores dianas para nuevos medicamentos. En algunos casos, es posible que
ya exista un medicamento dirigido contra la mejor diana de la enfermedad, y el objetivo
sería desarrollar un nuevo fármaco que conlleve otras ventajas. Con frecuencia, sin
embargo, el objetivo del descubrimiento de fármacos es ofrecer un tipo de tratamiento
totalmente nuevo que actúe sobre una nueva diana.

MODELOS PARA ESTUDIAR ENFERMEDADES

Las siguientes herramientas ayudan a los investigadores a obtener información sobre


cómo se desarrolla una enfermedad.

Cultivos celulares. Mediante el cultivo de células tanto sanas como enfermas, los


investigadores pueden estudiar las diferencias en los procesos celulares y en la expresión
de proteínas.
Estudios en especies cruzadas. Los genes y las proteínas presentes en los seres
humanos también pueden encontrarse en otras especies. Las funciones de muchos genes
humanos se han descubierto al estudiar genes paralelos en otros organismos.
Bioinformática. La comunidad científica genera enormes volúmenes de datos biológicos
cada día. La bioinformática ayuda a organizar esos datos para formar una imagen más
clara de la actividad de las células normales y enfermas.
Marcadores biológicos. Son sustancias (con frecuencia proteínas) que pueden utilizarse
para medir una función biológica, identificar un proceso patológico o determinar las
respuestas a un tratamiento. También pueden utilizarse para el diagnóstico, el pronóstico y
como guía para el tratamiento.
Proteómica. La proteómica es el estudio de la actividad de las proteínas en una célula, un
tejido o un organismo determinados. Los cambios en la actividad de las proteínas pueden
arrojar luz sobre el proceso de la enfermedad y el efecto de los medicamentos que se
están investigando.
 

Selección de una diana


El término diana se refiere a la molécula específica del organismo sobre la que un
medicamento está diseñado para actuar. Por ejemplo, los antibióticos actúan sobre proteínas
específicas que no están presentes en los seres humanos, pero que son esenciales para la
supervivencia de las bacterias. Muchos medicamentos para reducir el colesterol actúan
sobre las enzimas que utiliza el organismo para producir colesterol.

Los científicos calculan que existen aproximadamente 8,000 dianas terapéuticas que
podrían ser la base para nuevos medicamentos. La mayoría son proteínas de distintos tipos,
como enzimas, factores de crecimiento, receptores celulares y moléculas mediadoras de
señales celulares. Algunas dianas están presentes en exceso durante la enfermedad, por lo
que el objetivo es bloquear su actividad. Esto puede hacerse mediante un medicamento que
se una a la diana y evite que interactúe con otras moléculas del organismo. En otros casos,
existe una deficiencia o una carencia de la proteína diana, y el objetivo es aumentarla o
reemplazarla con el fin de restablecer la función sana. La biotecnología ha permitido crear
tratamientos similares o idénticos a las moléculas complejas de las que el cuerpo depende
para mantenerse sano.

La increíble complejidad de la biología humana hace muy difícil elegir las dianas
adecuadas. Pueden ser necesarios muchos años de investigación y ensayos clínicos para
descubrir que una nueva diana no produce los resultados deseados. Para reducir ese riesgo,
los científicos intentan demostrar el valor de las dianas a través de experimentos de
investigación que muestran la función de la diana en el proceso de la enfermedad. El
objetivo es demostrar que la actividad de la diana es la responsable del curso de la
enfermedad.
 

Selección de un fármaco
Una vez que se ha identificado la diana, el siguiente paso es identificar un fármaco que
actúe de la forma deseada sobre la diana. Si los investigadores deciden utilizar un
compuesto químico, se suele usar una tecnología conocida como selección de fármacos.
Mediante el uso de sistemas automatizados, los científicos pueden probar rápidamente miles
de compuestos para determinar cuáles interfieren con la actividad de la diana. Después se
pueden realizar pruebas adicionales con los compuestos más potentes para encontrar el
compuesto con mayores posibilidades de convertirse en fármaco.
Los tratamientos biológicos, en cambio, se diseñan por medio de la ingeniería genética. Si
el objetivo es suministrar una proteína deficiente o ausente, se utiliza el gen de dicha
proteína para crear una versión recombinante de la proteína que pueda administrarse a los
pacientes. Si el objetivo es bloquear la proteína diana con un anticuerpo, uno de los métodos
más utilizados es exponer a ratones transgénicos a la diana con el fin de inducir su sistema
inmunitario a generar anticuerpos contra dicha proteína. A continuación, se extraen las
células que producen esos anticuerpos específicos y se manipulan para crear una nueva
línea celular. Los ratones que se utilizan en este proceso están genéticamente modificados
para que generen anticuerpos humanos, lo cual reduce el riesgo de reacciones alérgicas en
los pacientes.

Desarrollo del fármaco


Una vez que se ha identificado un fármaco candidato prometedor, debe someterse a gran
cantidad de pruebas antes de que sea posible estudiarlo en seres humanos. Se llevan a cabo
un gran número de estudios de seguridad con líneas celulares genéticamente modificadas
para que expresen genes que con frecuencia son responsables de los efectos secundarios. El
uso de modelos con líneas celulares ha permitido reducir la cantidad de animales necesarios
para las pruebas y ha ayudado a acelerar el proceso del desarrollo de los fármacos. No
obstante, aún es necesario realizar pruebas en animales para cerciorarse de que el fármaco
no interfiera con las funciones biológicas complejas que solo se encuentran en las formas de
vida superiores.
Si el fármaco candidato no presenta problemas importantes de seguridad en los estudios
preclínicos, los investigadores pueden solicitar la autorización de las autoridades de salud
para realizar ensayos clínicos en seres humanos. La investigación clínica tiene tres fases, y
el fármaco debe satisfacer los criterios de éxito en cada una de ellas antes de pasar a la
siguiente.

Fase 1. Pruebas en 20 a 80 voluntarios sanos y, en ocasiones, pacientes. Los objetivos


principales son evaluar la seguridad y la tolerabilidad, y explorar cómo se comporta el
fármaco en el organismo (cuánto tiempo permanece en el organismo, qué cantidad de
fármaco alcanza la diana, etc.).
Fase 2. Estudios en aproximadamente 100 a 300 pacientes. Los objetivos son evaluar si el
fármaco parece ser eficaz, seguir investigando su seguridad y determinar la dosis óptima.
Fase 3. Estudios a gran escala con 500 a 5,000 pacientes o más, en función de la
enfermedad y del diseño del estudio. Con frecuencia se necesitan ensayos muy grandes para
determinar si un fármaco puede evitar resultados nocivos para la salud. El objetivo es
comparar la eficacia, la seguridad y la tolerabilidad del fármaco candidato con las de otro
fármaco o con un placebo.
Si el fármaco candidato muestra beneficios claros y riesgos aceptables en la fase 3, la
empresa puede presentar una solicitud a las autoridades para que aprueben la
comercialización del fármaco. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y
Medicamentos evalúa los medicamentos nuevos. En la Unión Europea, la Agencia Europea
de Medicamentos se ocupa de esta tarea. Los órganos reguladores revisan los datos de todos
los estudios y deciden si los beneficios que proporciona el medicamento superan los
posibles riesgos que pueda tener. Incluso si el medicamento se aprueba, es posible que los
organismos reguladores requieran un plan para reducir cualquier posible riesgo para los
pacientes. También se necesita un plan para vigilar los efectos secundarios en los pacientes.

Las empresas pueden seguir realizando ensayos clínicos con un medicamento aprobado para
determinar si funciona en otras afecciones específicas o en otros grupos de pacientes, y las
autoridades de salud también pueden requerir ensayos adicionales. Estos ensayos se
conocen como estudios de fase 4.

El proceso completo de desarrollo de un fármaco dura, en promedio, entre 10 y 15 años.


Muy pocos fármacos candidatos logran superar todos los obstáculos de este proceso.

LA HERRAMIENTA ADECUADA PARA LA DIANA

Una de las primeras decisiones clave en el descubrimiento de un fármaco es si se debe


incidir sobre la diana utilizando una molécula química pequeña o una molécula biológica
grande. Ambos enfoques tienen ventajas y desventajas.

Las moléculas pequeñas pueden diseñarse de forma que atraviesen las membranas celulares
y penetren en las células, lo que permite utilizarlas contra dianas que están en el interior de
las células. Algunas también son capaces de atravesar la barrera hemato-encefálica y
permiten tratar trastornos psiquiátricos y otras enfermedades cerebrales. Los compuestos
biológicos por lo general no son capaces de atravesar las membranas celulares ni de llegar
al cerebro. Su uso se limita en gran medida a las dianas presentes en la superficie celular o
que circulan fuera de las células.

Las moléculas pequeñas suelen tener una buena especificidad por su diana, pero los
anticuerpos terapéuticos tienden a mostrar una especificidad extremadamente alta. La
mayoría de las moléculas grandes permanecen durante más tiempo en el organismo, lo que
reduce la frecuencia con la que es necesario administrarlas.

https://www.biotechnology.amgen.com/es/developing-biotech-medicines.html

Desarrollo de fármacos

Desde la creatividad y el compromiso, realizamos actividades de investigación y desarrollo en


el ámbito de múltiples áreas terapéuticas. Un trabajo conjunto que nos permite desarrollar
terapias disruptivas. Cada tratamiento se inicia a partir de una idea que se incuba, refina y
analiza: primero en el laboratorio y, posteriormente, en la práctica clínica, durante muchos
años.

Fabricación medicamentos
El descubrimiento y desarrollo de fármacos es un proceso largo, normalmente transcurren
entre diez y quince años desde la investigación inicial hasta el lanzamiento de un medicamento
al mercado, incluidos los seis u ocho años que transcurren entre los ensayos clínicos de Fase I y
el lanzamiento.

En cada uno de estos pasos existe un riesgo importante de que el compuesto no cumpla los
requisitos necesarios para seguir adelante con el proceso. En tal caso, es posible que se
abandone el compuesto en el que hemos realizado una inversión importante.

Aunque usamos este modelo tradicional como plataforma, lo hemos adaptado para hacerlo
más simple, flexible y eficiente. El proceso de desarrollo consiste en dos fases: una fase de
exploración, en la que se establece una Prueba de Concepto (PdC), y una fase de confirmación,
en la que se confirma este concepto en un gran número de pacientes.

Fases de creación de un medicamento

Icono de ADN

icono de matraz

icono de calidad

icono de diagrama

1. SELECCIÓN DE DIANAS

Conocer los mecanismos, rutas moleculares y proteínas implicadas en la enfermedad.

2. DISEÑO DE MOLÉCULAS

Las moléculas afines se modifican para mejorar su afinidad, eficacia y seguridad.

3. SEGURIDAD Y EFICACIA TEMPRANAS

Mediante ensayos en laboratorio y modelos computacionales se determinan la


farmacocinética y seguridad del fármaco, antes de probarlo en humanos.

4. PdC ENSAYOS CLÍNICOS FASE I

Prueba de Concepto: se administra a un grupo reducido de pacientes (5-15). Permite conocer


su potencial y en qué medida se consigue alterar la enfermedad.

icono de diagrama

icono de salud

icono de documento

icono de lupa

5. ENSAYOS EN FASE II

Prueba en 100-300 sujetos para medir eficacia, determinar dosis y seguir monitorizando
seguridad.

6. ENSAYOS EN FASE II
Prueba en 1.000-3.000 pacientes. Se confirma la eficacia, se detectan efectos adversos y se
compara con otros tratamientos usados para la misma patología.

7. REGISTRO

Si las autoridades ven probadas la seguridad, eficacia y calidad del nuevo fármaco, se otorga la
autorización para comercializarlo.

8. ACCIONES POSLANZAMIENTO

Pueden realizar nuevos ensayos clínicos para ampliar el número de indicaciones o mejorar el
fármaco. Además, se sigue recogiendo información sobre efectos adversos.

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