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Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana (1398-1458)

I. SERRANILLAS serrana, sin ser oído, como una vaquera Non tanto mirara
ca yo non soy del partido, de la Finojosa. su mucha beldad,
desos por quien vos lo avedes. porque me dexara
Serranilla I Faziendo la vía en mi libertad.
Aunque me vedes tal sayo del Calatraveño
Serranilla de Moncayo, en Agreda soy frontero, a Santa María, Mas dixe: "Donosa
Dios vos dé buen año entero, e non me llaman Pelayo, vençido del sueño, (por saber quién era),
ca de muy torpe lacayo magüer me vedes señero." por tierra fragosa ¿aquella vaquera
faríades cavallero. perdí la carrera, de la Finojosa?..."
Desque oyó lo que dezía, do ví la vaquera
Ya se pasava el verano, dixo: "Perdonad, amigo, de la Finojosa. Bien como riendo,
al tiempo que onbre se apaña mas folgad ora comigo, dixo: "Bien vengades,
con la ropa á la tajaña, e dexad la montería. En un verde prado que ya bien entiendo
encima de Oxmediano de rosas e flores, lo que demandades:
ví serrana sin argayo A este çurrón que trayo guardando ganado non es desseosa
andar al pie del otero, quered ser mi parcionero, con otros pastores, de amar, nin lo espera,
más clara que sale en Mayo, pues me fallesçió Mingayo la ví tan graciosa, aquessa vaquera
ell alva, nin su luzero. que era comigo ovejero. que apenas creyera de la Finojosa.
que fuese vaquera
Díxele: "Dios nos mantenga, Entre Torellas y el Fayo de la Finojosa.
serrana de buen donayre." pasaremos el Febrero." Serranilla VII
Respondió como en desgayre: Non creo las rosas
¡Ay!, que en hora buena venga Díxele: "De tal ensayo, de la primavera Serrana, tal casamiento
aquel que para Sanct Payo serrana, soy placentero." sean tan fermosas no consiento que fagades,
desta yrá mi prisionero." nin de tal manera; car de vuestro perdimiento,
fablando sin glosa, maguer non me conoçcades,
E vino a mí como un rayo Serranilla VI si antes supiera muy grant desplazer avría
diziendo: "Preso, montero." de aquella vaquera en vos ver enajenar
Moça tan fermosa de la Finojosa. en poder de quien mirar
Díxele: "Non me matedes, non ví en la frontera, nin tratar non vos sabría.
Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana (1398-1458)

CANCIONES segund es su gesto e maña Blancas manos e pulidas,


Qual sin patrón el navío, non vezadas de ganado. e los dedos no espigados,
soy, después que no vos veo, a las juntas no afeados,
Canción (Carta) del vida mía y mi deseo, De espinas trahen los velos uñas de argent guarnidas,
Marqués a una dama cuyo só más que no mío. e de oro las crespinas, rrubíes e margaridas,
senbradas de perlas finas, çafires e diamantes,
Gentil dama, cuyo nombre Mío no, mas todo vuestro que le aprietan sus cabellos; axorcas ricas, sonantes,
vos es assí conviniente soy después que me e las trufas bien posadas, todas de oro labrado.
como a Jhesu Dios y honbre prendistes, a más, de oro arracadas,
e al sol claro e luziente, e si tanto non lo muestro, rruvios, largos cabellos Ropas trahen a sus guisas
es porque lo deffendistes. segund doncellas d'estado. todas fendidas por rrayas,
mi desseo non consiente do les paresçen sus sayas
que ya no sepa de vos; Mis días sean más tristes Fruentes claras e luzientes, forradas en peñas grisas;
pues consoladme, por Dios, que de otro enamorado, las çejas en arco alçadas, sus ropas bien asentadas,
con letra vuestra plaziente. si no vivo más penado las narizes afiladas, de azeytuní quartonadas,
que todos quantos o[i]stes. chica boca e blancos dientes, de filo de oro brocado.
Plaziente digo, señora, ojos prietos e rientes,
do vuestro mote no sea, ¿Oisteis jamás, o vistes las mexillas como rosas, Yo las vi, si Dios me vala,
el qual, si non se mejora, onbre d'amor tan ligado, gargantas maravillosas, posadas en sus tapetes,
¡guay de quien ál non desea! que no soi escarmentado altas, lindas al mi grado. en sus faldas los blanchetes,
de quanto mal me fezistes? que demuestran mayor gala.
Proveed que Dios provea Carnoso, blanco e liso
de lo que más desseades cada cual en los sus pechos, Los finojos he fincado,
a quien tanto fatigades, Canción porque Dios todos sus fechos segund es acostumbrado
e vuestro aspecto guerrea. (Que fizo el Marqués de dexó quando fer las quiso; a dueñas de grand altura:
Santillana a sus fijas loando dos pumas de paraíso ellas por la su mesura
Guerrea con mano armada la su fermosura) las sus tetas ygualadas, en los pies m'an levantado.
e béllico poderío en la su çinta delgadas
la mi vida atormentada, Dos serranas he trovado con aseo adonado.
e triste coraçón mío. a pié de áspera montaña,

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