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M a r t in R e i n y D o n a l d S c h o n
E l e n m a r q u e d e l d i s c u r s o d e l a s p o l ít ic a s
M ientras que en la prim era p arte del volum en se h an exam inado las ex
periencias nacionales con respecto a la relación que hay en tre el co n o
cim iento social y el E stado, la segunda p arte ab orda cuestiones acerca
de la relación que existe entre am bas esferas. La p rim era cuestión que
abordarem os es el c arác ter de los procesos de la política p ú b lica a los
que se espera que contribuya la ciencia social. Este capítulo y el siguien
te, de M ajone, intentan conceptualizar el proceso de políticas en form as
innovadoras, con objeto de aclarar la relación que g u ard a con la ciencia
social orientada hacia las políticas.
E n la práctica de las políticas existen ob stin ad as contro v ersias que
tienden a eternizarse, relativam ente inm unes a toda resolución p o r refe
re n c ia a los testim o n io s y que r a ra vez llegan a reso lv erse en fo rm a
definitiva. En el m ejor de los casos quedan zanjadas d u ran te u n tiem po
p o r obra de procesos electorales, tom as del po d er o negociación. O, con
los cam bios ocurridos en u n contexto m ayor, sim plem ente pueden des
aparecer por un tiem po, para reaparecer en alguna form a nueva.
Las trayectorias de estas controversias —podem os p en sar en las disp u
tas causadas p o r las arm as nucleares, el b ienestar o la condición de las
m ujeres— no deben in te rp re ta rse en térm in o s de la ya fa m ilia r se p a
ració n de cuestiones de valor y cuestiones de hecho, pu es los p a rtic i
pantes en ellas interpretan los problem as de sus difíciles situaciones de
políticas p o r m edio de marcos en que se integran hechos, valores, teo- •
rías e intereses. Dadas las m últiples realidades sociales creadas p o r m ar-
cqs en conflicto, los p articipantes no sólo están en desacuerdo m u tu o , e*
sino tam bién acerca de la naturaleza de sus desacuerdos.
Las controversias en to rn o a las p o líticas d u rad era s p la n te a n la s i
guiente cuestión epistem ológica: ¿cuál puede ser la base p a ra resolver
co n flicto s de m arco s c u a n d o los p ro p io s m a rco s d e te rm in a n lo que
c u e n ta com o p ru e b a , y cóm o se h a de in te rp re ta r la p ru e b a ? C om o
re sp u e sta a esta situ a c ió n p ro p o n e m o s en este c a p ítu lo u n a episte
mología empírica: no una teoría del conocim iento en el sentido filosófi-
co, sino u n a investigación del conocer en la práctica p o r el cual, en nues análisis de marcos, que sirve básicam ente para explicar las estructuras
tra sociedad, tratam o s de resolver las controversias en torno a políticas que dan form a a los procesos de interacción social y com unicación.
a falta de u n a base generalm ente aceptada p ara resolverlas.1 N uestro em pleo de la idea de enmarque tiene u n aire de familia con
E m pleam os el térm ino discurso de políticas p a ra referim os a las inter- todo lo anterior, pero deseam os reservar el térm ino a u n proceso más
| acciones de individuos, grupos de interés, m ovimientos sociales e institu fundam ental en relación con el cual esos otros usos pueden verse como
ciones p o r m edio de los cuales situaciones problem áticas se convierten variaciones especializadas. El enm arque es, según n u estro em pleo del
en p ro b lem as de políticas, se fijan agendas, se to m an decisiones y se térm ino, u n a m anera de seleccionar, organizar, in terp retar y dar sentido
em p ren d en acciones.2 R econocem os el análisis de políticas com o una a juna realid ad com pleja en tal form a que nos ofrezca puntos de guía
form a de actividad intelectual que puede fun cionar com o causa o conse para conocer, analizar, convencer y actuar. Un m arco es u n a perspectiva
cuencia de m ovim ientos que ocu rren d entro de los procesos de un dis desde la cual se puede d ar sentido a una situación am orfa, problem ática
cu rso de políticas m ás general. E n p articu lar, nos interesan las condi y m al definida, y ac tu ar en consecuencia.
cio n e s en que el d isc u rso de las p o lític a s p u ed e lleg a r a refle jar los El e n m a rq u e tra n s p ira en tres niveles: la vida p erso n al, la investi
m arcos. A nalizarem os estas cuestiones en el dom inio específico de las gación científica o erudita y la hechura de las políticas. Además, a m e
políticas de bienestar. nos que queram os suponer un m undo de políticas, no habitado por per
sonas y caren te de conocim iento, deberem os relac io n ar entre sí estos
Enm arque tres niveles de enm arque.
E studiosos de m uy diversas disciplinas han descubierto independien
La idea de los m arcos ha recibido, recientem ente, b u ena difusión. Min- tem ente la im portancia de este sentido m ás fundam ental del enm arque.
sky (1978) in tro d u jo el té rm in o m arco en el cam p o de la inteligencia El antropólogo Clifford G eertz (1983) reconoce que es necesario cuando
artificia] p ara referirse, p o r ejemplo, a una form a p articu lar de represen observa que: "el m undo es u n lugar variado, y m ucho puede ganarse [...]
ta r el conocim iento. K ahnem an y Tversky (1974) escribieron acerca de confrontando el espléndido estado de cosas, en lugar de desear que des
los m arcos q u e d isto rs io n a n n u e s tra in te rp re ta c ió n y a n á lisis de los aparezca en un halo a base de generalidades sin fuerza y falsos consuelos”.
datos, tom ando com o pun to de referencia u n a concepción p articular de El filósofo social Geoffrey Vickers (1975) h a acuñado el térm ino sis
la to m a de decisiones racional. El sociólogo W illiam G am son (Gam son y tema apreciativo para referirse a los sistem as de valores, preferencias, nor
L asch, de p ró x im a a p a ric ió n ) h a em p lead o el té rm in o em pacar para m as e iaeas sobre la base de los cuales enm arcam os la grandiosa realidad
referirse a un tipo particu lar de enm arque, a saber: el proceso p o r el cual del m undo, y con ello lo hacem os coherente ante nosotros mismos. En su
encarnam os u n a idea (o m arco) central organizadora, en una posición opinión, un sistem a apreciativo debe satisfacer tres condiciones:
de política que luego expresam os m ediante sím bolos ta n condensadores
com o m etáforas o lemas. Goffm an, 1974, ha desarrollado u n a especie de En prim er lugar, debe corresponder a la realidad, lo suficiente para guiar la
acción. En segundo, debe ser lo b astan te com partido p o r nuestros com
1 V éa se M ajone, e n el c a p ítu lo x iu d e e ste v o lu m en . E n su e n sa y o , M ajon e s e explaya pañeros para m ediar en la comunicación. En tercer lugar, debe ser lo bastante
so b re otra ruta de la in v e stig a c ió n al m ism o p ro b lem a , a saber: u n a in vestig a ció n d e hasta
aceptable a nosotros mismos para hacer tolerable la vida.
qu é p u n to la e p iste m o lo g ía filosófica p u ed e servir ú tilm en te c o m o a n alogía y v eh íc u lo para
el a n á lisis de p ro b lem a s de p o lítica s, in c lu y en d o la s m á s p ro fu n d a m en te arraigadas c o n Es, pues, un constructo mental, en parte subjetivo, en gran parte intersubje
troversias d e p o lítica s. tivo, es decir, basado en un juicio subjetivo com partido y constantem ente
2 U na v ez m á s, e n co n tra m o s u n a n o ta b le c o m p lem en ta ried a d en tre n u estro en foq u e y el desafiado y confirmado por la experiencia.
de otra co la b o ra ció n a e ste v o lu m en , a saber, la de W ittrock et a i, ca p ítu lo ir. M ientras que
el d iscu rso de p o lític a s se refiere a u n tip o de p r o c eso de con versión , a saber: aqu el por el
c u a l la s in te r a c c io n e s d ir e c ta s e n tr e d iv e r so s in te r e se s se c o n v ie r te n en p r o b le m a s de Siem pre debe haber sistem as apreciativos a p a rtir de los cuales per
p o lític a , é ste en fo c a — para em p lea r su térm ino— la e stru ctu ración del d iscu rso. E n tales sonas, eruditos o activistas políticos construyen sus m arcos.
p r o c eso s, p ro b lem a s d e p o lític a d e p a rticu la r im p o rta n cia y p e r siste n c ia p u ed en con ver
tirse —y fu sio n a rse— e n d isc u r so s in telec tu a les in stitu c io n a lm en te rep rod u cid os, qu e a su
El filósofo Nelson G oodm an (1978) introdujo el térm in o formación del
vez p u ed en servir c o m o d e p ó sito s para su u so in term iten te en varias con troversias, ya sea m undo para referirse a los procesos p o r los cuales enm arcam os y dam os
en u n a fu n c ió n de ilu stra ció n o de d e fen sa (v éa se ta m b ién W eiss [ca p ítu lo x iv ] y W ittrock form a a las realidades de los m undos en que vivimos. Y, lo que tal vez
[c a p ítu lo x v ] en e ste v o lu m en , q u ie n e s e la b o r a n u n a ser ie de m o d e lo s p r e c isa m e n te de
e sto s tip o s de u tiliz a ció n del c o n o c im ie n to ).
sea m ás significativo, el sociólogo K arl M annheim (1936, p. 265) hace
largo tiem po ya introdujo la idea de u n a sociología del co n o cim iento Las políticas siem pre se tocan en u n a "guitarra azul”, porque definen
como el estudio de: y h a sta cierto p u n to c rean la fo rm a en que son las cosas. C u an d o la
gente no se pone de acuerdo acerca de u n a cuestión de políticas, puede
las diversas m aneras en que los objetos se presentan al sujeto, de acuerdo exam inar los hechos de la situación y d e te rm in a r quién tiene la razón;
con las diferencias de medios sociales (con el resultado de que) las estructuras los desacuerdos en to m o a políticas surgen dentro de u n m arco co m ú n y
m entales inevitablem ente se form an de distintas m aneras en los diversos se pueden resolver, en principio, recurriendo a reglas establecidas. Pero
medios sociales e históricos.
las controversias de políticas no pueden resolverse recu rrien d o tan sólo
a los hechos ni, en realidad, recurriendo a evidencia de ninguna índole,
E stru ctu ras m entales, apreciaciones, form ación del m undo y en m ar porque se derivan de m arcos conflictivos, y el m ism o cuerpo de eviden
que son térm inos que captan diferentes rasgos de los procesos p o r los cia puede em plearse p a ra apoyar p o stu ras totalm ente distintas respecto
cuales la gente construye interpretaciones de situaciones problem áticas, de las políticas.
h acién d o las co h eren tes desde n u estras diversas p ersp ectiv as, y d á n Los m arcos de p o líticas y sus su b y acen tes sistem as ap re cia tiv o s se
donos m arcos evaluativos d entro de los cuales podem os ju z g a r cóm o revelan p o r m edio de los relatos que los participantes están dispuestos a
actuar. N adie está exento de la necesidad del enm arque. Las prácticas hacer acerca de situaciones de las políticas. E stas narraciones, que p re
personal, académ ica y de política dependen de ello. cisan los problem as y frecuentem ente basadas en m etáforas generativas,
enlazan los relatos causales de los problem as de política con propuestas
particulares de acción, y facilitan el salto norm ativo que va del "ser" al
Controversias de políticas "debe ser" (Rein y Schon, 1977). Dado que la realidad de cualquier situ a
ción de las políticas siem pre es m ás rica y m ás com pleja de lo que se
Lo que hace p ro b lem ático al en m arq u e es que con d u ce a d iferen te s puede ca p tar p o r m edio de cualquier relato en particular, las controver
visiones del m u n d o y crea m ú ltiples realidades sociales. G ru p o s de sias sobre políticas están sujetas, p o r su esencia m ism a, a relatos hechos
intereses y de votantes, estudiosos trabajando en diferentes disciplinas y desde m ú ltip les p e rsp e ctiv a s. S ie m p re tie n e n el p o te n c ia l de in te r
personas en diversos contextos de vida cotidiana tienen distintos m arcos pretación eñ térm inos de m arcos m últiples y conflictivos, donde no exis
que los co n d u cen a ver diferentes cosas, a h ace r diversas in te rp re ta ten esos m arcos co m únm ente aceptados p ara la resolución. P or tanto,
ciones de cóm o son las cosas y a apoyar distintos cursos de acción, con levantan el espectro del relativism o epistem ológico.
respecto a lo que se debe hacer, cómo se debe hacer y p o r quién. En la filosofía de la ciencia, K uhn (1962) h a distinguido los periodos
Si los h o m b res ven el m undo com o algo diferente p a ra cad a u n o y de ciencia norm al (cuando los científicos actúan dentro de u n parad ig
actúan de acuerdo con sus diversas opiniones, entonces el m undo m is m a com partido [m arco, en n u estro sentido], y están de acu erdo en las
mo se vuelve diferente. Expectativas, creencias e interpretaciones m ol reglas del juego para zanjar desacuerdos) de los periodos de revolución
d ean los m u n d o s en que vivimos. La obra de Alfred S c h u tz so b re la científica, en que el desacuerdo científico pasa a través de los p a rad ig
estru ctu ra de la vida cotidiana es un enfoque filosófico al problem a de m as y no hay u n m arc o ac ep ta d o p a ra za n ja r d isp u ta s. E n el ú ltim o
las m últiples realidades construidas, m ediadas a través de signos, sím caso, las controversias pueden desaparecer porque quienes sostenían un
bolos y lenguajes, que conducen a diferentes cursos de acción social paradigm a com petitivo sufren u n a conversión, o porque sim plem ente se
(Schutz y Luckm ann, 1981). Wallace Stevens (1954, p. 165) expresó m uy m ueren y nadie los rem plaza.
bien u n a idea sim ilar en un poem a breve pero incisivo:
En su obra Philosophy and the Mirror o f Nature, R orty (1979) ha tra ta
do de m an era m ás general un tem a sem ejante. H a distinguido entre el
Dijeron: "tienes una guitarra azul,
No tocas las cosas como son".
discurso norm al y el anormal en la ciencia, así com o en otros cam pos de
Él replicó: "Las cosas como son investigación. Según el sentido que le da, norm al se refiere al discurso
Se cambian con la guitarra azul".3 que p ro ced e de a cu erd o con u n c o n ju n to c o m p a rtid o de reglas, su
posiciones, convenciones, criterios y creencias, todo lo cual nos dicen
cóm o, a lo largo del tiem po y en p rin cip io , se p u ed e resolver u n d es
3 E sta referencia fu e sugerid a p o r L isa Peattie. acuerdo. Aquí, aun cuando en realidad pueda persistir un conflicto, hay
UN DISCURSO DE POLÍTICAS QUE REFLEJA SU MARCO 333
u n a c re e n c ia —ta l vez ilu s o ria — b a s a d a en la su p o sic ió n de q u e las
p a ra las p ro p o sic io n e s n o rm a tiv a s c o n te n id a s en el e n m a rq u e de u n a
reglas o rd in arias del d iscurso “e n c a m a n n o rm as aceptadas p a ra llegar a
situ ació n , y en la re su lta n te o p inión de lo que es co rrec to o in co rrecto
u n a c u e rd o ". P o r c o n tra s te , el d iscu rso a n o rm a l o c u rre en a q u e lla s hacer.
situ acio n es en que las n o rm as co m ú n m en te aceptadas p a ra llegar a un E n m u c h o s a sp e c to s, e sta s tre s n o rm a s d e e v a lu a c ió n de m a rc o s
acu erd o no son los elem entos esenciales en los que se basa la co m u n i p u e d e n e n tra r en conflicto m u tu o . S in em b a rg o , in tu itiv a m e n te c o m
cación en tre los actores opuestos. Tales situaciones no son definidas p o r p ren d em o s que no todos los m arcos son de igual valor. P odem os discer
los p a rtic ip a n te s en fu n c ió n de u n m a rc o objetivo d e n tro del cual se n ir u n te rre n o q u e se e n c u e n tra en a lg ú n lu g a r e n tre el p o sitiv ism o
p u e d e n a r b itr a r o a d m in is tr a r los d e sa c u e rd o s. Y sin em b a rg o , a u n extrem o, según el cual to d as las co n troversias im p o rta n te s pu ed en resol
aquí, com o lo h a observado G eertz (1983, p. 223), co m en tan d o la obra verse p o r re feren cia a los h e ch o s y la lógica, y el relativ ism o extrem o,
de Rorty: según el cual u n m arco de u n a situ ac ió n es ta n b u e n o com o cualq u ier
o tro .4 Pero las n o rm as p ro p u estas p o r M arch p a ra la a d ecu ació n de los
No se abandona la esperanza de llegar a un acuerdo. En ocasiones la gente en m arq u es no d isip an el espectro del relativism o ni nos enseñ an "cóm o
cam bia de opinión, o tiene sus diferencias sobre el resultado de la inteligencia
e stu d iar el d iscu rso an o rm al desde el p u n to de vista de algún discurso
concerniente a lo que creen los individuos o grupos de individuos cuya mente
n o rm a l”. P o r eje m p lo , p u e d e n re s u rg ir c o n flic to s de m a rc o s c u a n d o
corre “en otra pista”.
aplicam os las n o rm a s de la verdad, la belleza y la ju stic ia a la evaluación
de los m arcos que intervienen en u n a controversia de políticas específica.
Según Rorty, la ta re a consiste en "cóm o estu diar el discurso anorm al
Un estudio del discurso de los m arcos en la política social puede reve
desde el p u n to de vista de algún discurso norm al”. H ay algo m uy a tra c ti
lar los m odos en que en realidad actu am o s en n u e stra sociedad, con las
vo en esta form ulación p orque suena a verdad, aunque los térm inos nor
m al y anorm al parezcan innecesariam ente peyorativos. G eertz propone situaciones epistem ológicas plan tead as p o r u n conflicto de m arcos. Una
el u so del discurso estándar y no estándar, pero esa term inología parece ep istem o lo g ía em p íric a p u ed e a y u d a r a a c la ra r c u áles n o rm a s a p lic a
ta n insatisfactoria com o la sugerencia de Rorty de que se em plee el té r m os en realid ad en n u estro juicio sobre lo ad ecu ad o de los m arcos, y p o r
m edio de qué procesos en fo c árn o slo s conflictos de m a rco s a falta de un
m in o herm enéutica p a ra d e sc rib ir el d iscu rso an o rm al, y el de episte
m arco co m ú n m en te aceptado p ara resolverlos. E se e stu d io se en fren ta
m ología p a ra d e sc rib ir el d iscu rso norm al. N in g u n a de esas fo rm u la
ría á la cuestión de los cam bios de marco: cóm o los m a rc o s que p lantean
ciones parece correcta; n in g u n a parece ofrecer u n a alternativa clara a
u n a visión relativista de los conflictos de enm arque. problem as en m a te ria de política social cam b ian con el paso del tiem po.
La in te rp re ta ció n relativ ista extrem a de los m arco s lleva a so sten er A yudaría a a cla ra r las propiedades de un posible discurso que reflejara el
marco: u n d isc u rso de p o líticas en que los p a rtic ip a n te s reflejaran los
que to d o s los m arco s son ig ualm ente válidos. Pero au n q u e sea difícil
re fu ta r la lógica relativista a la que conduce u n reconocim iento de en conflictos de m arcos que están im plícitos en sus controversias, y explo
m arque, esa lógica ofende el sentido com ún y el entendim iento com ún. ra ra n los potenciales p ara su resolución.
U na epistem ología em pírica tam b ién en focaría las posibles funciones
No todos los m arcos ni todos los relatos en que se les expresa son igual
de un tipo p artic u la r de análisis de políticas. El an álisis convencional de
m e n te a c e p ta b les o co n v in cen tes. Al p a re c e r, ten em o s u n a s n o rm a s
im plícitas y tal vez hasta consensúales con las cuales podem os ju zg ar lo p o lític as se p re o c u p a p o r la elección; p re g u n ta có m o el que to m a las
decisiones puede elegir racionalm ente en tre diversas opciones de políti
a d e c u a d o de los d ife re n te s m a rc o s p a ra la in te rp re ta c ió n , el e n te n
dim iento y la acción. ca p ara realizar sus valores. P or lo co n trario , el análisis de políticas que
P o r ejem plo, M arch ha sugerido que n os dejam os g u iar en n u estro critica los m arcos in tenta po n er en relieve el discurso de políticas que re
fleja los m arcos, identificando las suposiciones que se d a n p o r sentadas
ju icio de diferentes m arcos p o r las norm as de belleza, verdad y justicia
y que subyacen en nuestro s en tendim ientos y acciones —ap arentem ente
(M arch y Olson, 1975). La belleza se refiere a la elocuencia que haya en
n a tu ra le s — en u n a situ a c ió n p ro b le m á tic a de p o lític a s. T ra ta de ex
la form ulación de un argum ento, especialm ente a la parsim onia en sus
plicar los m arcos conflictivos inherentes a las controversias de políticas,
cad e n a s de inferencia. La verdad tiene que ver con la v e riñ c ab ilid a d
y confiabilidad de las im plicaciones de las p rem isas co n ten id as en el
argum ento asociado con un m arco. La justicia se deja guiar por norm as 4 V é a se ta m b ié n M ajon e (c a p ítu lo x m ), W eiss (c a p ítu lo x iv ) y W ittro ck (c a p ítu lo x v ) de
e ste v o lu m en , q u ien es d e d ifer e n te s m an eras e n fo c a n e ste d ilem a .
de m odo que podam os reflexionar sobre ellos y ca p ta r m ejor las rela m ism os. Una discusión acerca de los m arcos casi siem pre es acerca de
ciones que hay entre las prem isas ocultas y las conclusiones norm ativas. un aspecto profundo de nosotros m ism os. P or tanto, no es posible sepa
Pero el estudio de los m arcos y de los conflictos de m arcos se ve obsta ra r el m arco, o sea el objeto acerca del cual querem os teorizar, de la p er
culizado, lam entablem ente, p o r dificultades conceptuales y prácticas, sona que lo sostiene. Pero, com o acabam os de observar, un m arco no
casi tan difíciles de identificar com o de superar. Si querem os avanzar determ ina una posición p articu lar acerca de una cuestión sustantiva de
hacia u n discurso de políticas que refleje los m arcos, antes deberem os política, y m uchas posiciones de políticas pueden ser congruentes con
com prender qué lo hace tan difícil. un m arco determ inado. Hay m ás que u n a conexión lógica entre un m a r
co y sus consecuencias prácticas para la acción.
Las p olíticas, en térm in o s generales, tie n d e n a no ev o lu c io n ar p o r
Dificultades al estudiar los marcos m edio de cam bios de enm arque autorreflexivos, de alcance general, del
tipo que Heclo (1985) ha descrito com o "cam bios en la autoconciencia”:
Aunque los m arcos ejercen una poderosa influencia sobre lo que vemos "Los cam bios en la autoconciencia im plican los m ás generales cam bios
y descuidem os, y sobre cóm o interpretam os lo que vemos, p aradójica de paradigm a [marco]: ¿Dónde estam os? ¿Por qué estam os aquí? ¿Adon
m ente son difíciles de evaluar. Como son parte del m undo natural —que de vam os?" P o r o tra p a rte , ten em o s m u ch o s ejem plos de ca m b io de
dam os p o r sen tad o — a m enudo no nos dam os c u e n ta de su p apel al m arco en to rn o a cuestiones específicas de política. P o r consiguiente,
organizar nuestras percepciones, pensam ientos y acciones. n ece sita m o s e n fo c a r el e n m arq u e de las c u e stio n es de p o lític a s que
En la p ráctica, es m uy difícil d istin g u ir entre los d esa cu e rd o s que pueden estar o no estar relacionadas con cam bios de m arco m ás gene
ocurren dentro de un m arco y los conflictos y controversias que ocurren rales. N ecesitam os p re g u n tar qué es lo problem ático en estas cu estio
entre diversos m arcos. Esto se debe, en parte, a que los m arcos son acer nes, en qué terrenos de políticas se encuentran y cuáles factores explican
ca de acción, y el deseo de hacer algo suele conducir a u n com prom iso las form as en que están enm arcados. Sabem os m ucho m enos acerca de
de volver realizable esa acción que buscamos. A m enudo lo hacem os "afe- estas cosas de lo que solemos creer... aunque, sin du d a alguna, en tran en
rrándonos" a u n m arco dom inante con sus m etáforas convencionales, juego intereses m ateriales y simbólicos.
con la esperanza de “com prar” la legitim idad para un curso de acción Es difícil distinguir entre los cam bios de enm arque reales y los poten- .
inspirado, en realidad, por diferentes intenciones. De ahí la com ún dis cíales. Por ejem plo, en el cam po de la política de asistencia pública, la
crep an cia en tre lo que decim os y lo que en realidad q u erem o s decir. introducción del ingreso com plem entario del seguro (ssi) podría in te r
Como resultado, con frecuencia som os incapaces de d ecir cuál m arco p retarse com o un reenm arque de las políticas norteam ericanas hacia los
está en realid ad subyacente en u n a posición de políticas. C uando los pobres, porque significó n acio n alizar las instituciones y la legislación
participantes en un discurso de políticas em piezan a "apostar" oscure que solem os relacionar con la Ley para los Pobres, integrándolas en el
cen los m arcos subyacentes. m arco de la seguridad social, al m enos para una parte im portante de la
El discurso de m arcos es difícil de estudiar, por varias otras razones. población que depende de la asistencia. Este acontecim iento pudo haber
El m ism o curso de acción puede ser congruente con m arcos totalm ente creado un potencial para un cam bio de en m arque en algún m om ento
distintos; p o r ejem plo, en las políticas de b ienestar n o rtea m erica n as, posterior; pudo conducir a reenm arcar el problem a de la pobreza en té r
hubo una m arcada continuidad durante los gobiernos de Ford y de Cár m inos de u n a concepción m ás general de la responsabilidad social de
ter, au n cuando los portavoces de sus políticas hubiesen adoptado m uy ayudar a los pobres. Pero ese potencial de reenm arque no se realizó. No
distintas posiciones.5 El mism o m arco puede conducir a diferentes cu r se introdujeron otras reform as, p o r lo cual el potencial de un reenm ar
sos de acción; los liberales que sostienen m uy sim ilares posiciones de que m ás vasto quedó latente. En realidad, lo que ha ocurrido es que los
política, sin em bargo, están en desacuerdo m utuo acerca del tra to de a n c ian o s p a re c e n e sta r d isfru ta n d o de u n a p o sició n p riv ileg iad a a
bido a los que son inelegibles p ara los pagos de asistencia social. expensas de las fam ilias pobres y los niños dependientes.
Los m arcos hacen referencia a sí mismos, pero no se in terp retan a sí Es posible lograr reenm arque sin controversias y controversias sin re-
enm arque. Las políticas pueden cam biar sin la elección de un m arco, y
5 E n el ca p ítu lo v de este volum en . S m ith dem u estra una pauta s im ila r d e c o n tin u id a d a
lo largo del esp ectro p artidista c o n respecto a la p olítica británica de la c ie n c ia so c ia l en los podem os discutir sobre la elección de m arco sin ningún cam bio político.
m u y d iferen tes co n tex to s de las p olíticas de lo s sesen ta y los setenta. P o r ejem plo, d u ran te los sesenta y com ienzos de los setenta surgió en
los E stados Unidos u n debate p o r la introducción de u n im puesto nega parecía ta n p e rtu rb a d o r. El nom bre m ism o indicó im p lícitam en te el
tivo general sobre la renta. Se efectuaron m uchos experim entos sociales cam in o a la so lución del problem a, a saber: la liberación fem enina.
p a ra m o strar que el ingreso garantizado no p ertu rb aría el esfuerzo labo Desde la perspectiva del m arco resultante, cuestiones políticas específi
ral ni la estabilidad de las familias, y se introdujeron reform as legislati cas —por ejemplo, las cuestiones de la atención durante el día y los pa
vas. Pero el plan abortó; de ahí no surgió ningún gran cam bio. M ientras gos de asistencia a las m ujeres— adquirieron significados m uy distintos.
ta n to , las políticas públicas n o rteam erican as seguían com prom etidas El nom bre asignado a u n terreno problem ático llam a n u estra a te n
con el concepto de que las personas debieran tener un ingreso puro en ción hacia ciertos elem entos y nos lleva a pasar otros por alto. O rganizar
efectivo, en lugar de prestaciones en especie o asignadas con propósitos las cosas nom bradas las une en un todo integrado. El proceso com ple
específicos, com o vivienda, ate n c ió n m éd ica o alim entos. Pero en la m entario de n o m brar y de enm arcar construye socialm ente la situación,
práctica, pese al com prom iso con la expansión de las opciones indivi define cuál es su problem ática y sugiere cuáles son los cursos de acción
duales, lo que surgió fue u n a creciente proporción del gasto para benefi apropiados. Nos da coherencia conceptual, u n a dirección p a ra la ac
cios en especie, que lim itó la elección individual a ciertas categorías par ción, u n a base p a ra la persuasión y un m arco p ara la recabación y el
tic u la re s de gastos com o com b u stib le, alim e n to s y ate n ció n m édica. análisis de datos; orden, acción, retórica y análisis.
H u b o así u n im p o rta n te re e n m a rq u e de las p o líticas, pero sin una Cuando los participantes en una controversia de políticas nom bran y
explícita decisión pública de avanzar en dirección del reenm arque. enm arcan la situación de las políticas de m aneras distintas, a m enudo es
M uchos cam bios de política consisten ta n sólo en adaptarse a situa difícil descubrir por qué están luchando. Por ejemplo, no es posible de
ciones cam biantes. Em pero, el efecto acum ulativo de m uchas de estas cir, sencillam ente: “C om parem os diferentes perspectivas para resolver
adaptaciones puede entrañar u n reenm arque del m odo en que pensam os la p o b reza”, pues es probable que cada enm arque del problem a de la
y actuam os con respecto a la cuestión de políticas de que se trate. Pode pobreza seleccione y nom bre diferentes características de la situación
m os vernos llevados a u n cam bio de m arcos por algo distinto de la evolu problem ática. Ya no som os capaces de decir que estam os com parando
ción de las ideas o la experiencia de la investigación dentro de un marco. distintas perspectivas sobre "el m ism o problem a”, porque el problem a
Los diversos tipos de fenóm enos que obstaculizan u n a epistem ología m ism o se h a m odificado. P or ejem plo, aunque p o dam os ponernos de
em pírica del discurso de políticas p u eden ser, en sí m ism os, objeto de acuerdo en que la pobreza trata de falta de recursos, la naturaleza de lo
estudio. Un estudio de los conflictos de m arcos y los cam bios de enm ar que falta puede ser sum am en te oscura. La idea de dependencia hace
que debe en focar el enm arque de cuestiones p articulares de política y p ro b le m ático el pro ceso p o r el cual los pobres a d q u ie re n recursos,
aguardar a la interrelación de procesos tales como el "aferrarse”, enm arcar tratándola com o pauperización. Las transferencias de ingreso tendien
al nivel de las políticas adoptadas y aplicadas, y la obligación de reenmar- tes a responder a la falta de recursos pueden crear nuevos problem as de
car p o r m edio de m últiples adaptaciones a circunstancias cam biantes. dependencia, o una subclase que obtenga su ingreso gracias a la genero
sidad del gobierno. C uando se considera la p o b reza en función de la
desigualdad hay u n a preocupación por la distribución relativa de recur
U N VOCABULARIO PRELIMINAR PARA EL ESTUDIO DE LOS MARCOS sos, de m odo que al dar ayuda a los pobres nos vem os obligados a con
siderar la posición económ ica de los grupos de ingresos altos y m edianos
Nombrar y enmarcar de la sociedad. E n cada caso, el nom bre dado a la problem ática situa
ción de la pobreza selecciona diferentes fenómenos —en el mejor de los ca
Una vez nom b rad o u n terreno de políticas, su nom bre parece natural. sos, traslapantes— para centrar en ellos nuestra atención y los organiza
Pero el paso de u n a sensación incoherente de que algo, en una situación, de m anera distinta.
está mal, a u n a especificación de lo que está m al puede estar preñado de
incertidum bre, intelectual y em ocional en sus m anifestaciones. El contexto
E n The Feminine Mystique, Betty F riedan (1964) describe la sensación
que tuvo, d u ran te los sesenta, cuando se sentía preocupada por la posi El enm arque de una cuestión de políticas siem pre ocurre en el seno de
ción de las m ujeres pero no sabía qué nom bre d a r a la angustia que sen un contexto anidado. Las cuestiones de políticas suelen surgir en rela
tía. El som etim iento fem enino fue el nom bre dado al fenóm eno que le ción con program as gubernam entales, que existen en algún entorno de
políticas, el cual a su vez es p arte de otro m edio político y económ ico institucional en favor de los pobres y los desprotegidos. La era de los
m ás vasto, localizado a su vez dentro de una época histórica. C uando se ochenta aún parece estar desenvolviéndose, pero tem as com o la repriva
m odifica algún rasgo del contexto anidado, los p a rtic ip a n te s p u ed en tización y los lím ites de la in te rv e n ció n g u b e rn a m e n ta l p a re c e n evi
d escu b rir que ya no funciona la repetición de u n a fó rm ula que antes dentes, acaso com o reacción al afán expansionista de la época anterior.
h ab ía tenido éxito. Entonces, esa percibida m odificación del contexto Hace m ucho tiem po, Innis (1951) nos recordó el célebre aforism o de
puede fijar el clim a dentro del cual redes adversarias intentan reenm ar- Hegel de que "el búho de M inerva levanta el vuelo al caer la noche”, es
car u n a cuestión de política, dando otros nom bres al terreno de las polí decir, la sabiduría de una época sólo llega cuando está term inando. É sta
ticas, reconstruyendo las interpretaciones sobre cómo las cosas llegaron es una observación cínica, porque es precisam ente en el p u n to en que
a ser lo que son y proponiendo lo que puede hacerse al respecto. una era ha term inado cuando ya no podem os h a ce r n ad a p o r ella. Sin
Resulta útil distinguir al menos cuatro contextos anidados. Un progra em bargo, tal vez Hegel tuviera razón, en p arte. Q uizás u n cam bio de
m a puede servir com o su propio contexto interno, que se modifique con el contexto nos m uestre que algo se ha m odificado en u n a sociedad, a u n
tiem po m ediante el rem plazo de su personal, sus patrocinadores o sus que el cam bio aú n no haya sido plenam ente captado. Un cam bio de con
clientes. Las m etas surgen de las posibilidades de la situación interna y de texto puede verse com o el instintivo tanteo de u n a sociedad que tra ta de
la necesidad de adaptarse a los cambios que ocurren en ella. C aracterísti com prender, de antem ano, el pleno desarrollo del cam bio social. Por ta n
cam ente, la organización se adapta a su nueva situación en lugar de in to, el búho de M inerva puede volar al alba m ejor que al anochecer. Las
ten tar deliberadam ente modificar su marco. Pero unas nuevas reglas de ideas y los sím bolos del sistem a cu ltu ral de la so ciedad (en té rm in o s
hacer las cosas, adoptadas con espíritu de ajuste, pueden preparar los fun de Parsons) pueden prefigurar los cam bios de su sistem a social antes de
dam entos de u n cam bio considerable del marco, corriente abajo. que estos cam bios hayan sido cabalm ente com prendidos (Parsons, 1967).
El contexto próxim o es el entorno de política en que opera un pro g ra H asta aquí hem os dicho que el enm arque de las cuestiones de política
ma. Un program a siem pre existe en interacción con otros program as, y responde a los cambios de los contextos m ás vastos de la política, cambios
el reenm arque puede ocurrir cuando se modifica el contexto próximo. Por que a m enudo e n trañ an alteraciones del propio m arco. Pero tam bién es
ejemplo, el alojam iento público en los Estados Unidos fue redefinido en cjerto que el reenm arque de cuestiones puede d a r form a a los contextos
el curso del desarrollo de un program a de renovación u rb an a que arrojó de los cuales depende. Algunos cam bios de contexto o cu rren cuando in
a u n a diferente clase de gente a la vivienda pública, m odificando así el dividuos y organizaciones se ad ap tan a sus situaciones locales; el efecto
m undo del program a y obligándolo a adaptarse a un m edio nuevo. acum ulativo de sus adaptaciones produce un nuevo m undo social que, a
El contexto macro incluye los cam bios en las direcciones de las políti su vez, conduce a nuevas form as de conducta. El reenm arque de cuestio
cas, los cambios de las instituciones destinadas a aplicar medidas políticas, nes de políticas b ro ta de los. cam bios de contexto y tam bién ayuda a p ro
la realineación de la política partidista y las fluctuaciones económicas. Los ducirlos. Tanto la adaptación cpm o el aprendizaje social son operativos.
cam bios ocurridos en el contexto m acro no necesariam ente fijan las
condiciones para el reenm arque de las políticas, al m enos a corto plazo,
pero sí pueden conducir a un reenm arque simbólico. Así, como hem os vis E l discurso del marco
to, la retórica del desacuerdo puede sugerir un im portante reenm arque de
las políticas, m ientras la práctica m uestra una notable continuidad. La conversación interpersonal tal vez sea el sentido fundam ental del tér
Los cam bios globales de contexto son m ás difíciles de esp ecificar, m ino discurso. El em pleo de este térm ino p ara referirse al diálogo den
aunque sean de extrem a im portancia. Incluyen cam bios de las eras h is tro de las in stitu cio n es y en tre ellas es u n a extensión m etafórica. Sin
tóricas en que puede ocurrir u n reenm arque de las cuestiones de políti em bargo, el caso prototípico de discurso interpersonal puede in terp re
ca. Poco se ha escrito acerca de las eras históricas de tal form a que vuel tarse al m enos de dos m an eras distintas. Podem os ver a dos personas
va a vincularlas con las políticas públicas, los entendim ientos científicos hablando entre sí acerca de un asunto en que am bas están directam ente
y las p ercep cio n es individuales; sin em bargo, u n cam bio de u n a e ra in terrelacionadas. P o r ejem plo, cada u n a de ellas desea algo que sólo
h istó rica pued e ejercer u n notable im pacto sobre el en m arq u e de las una puede tener. E n este caso, la controversia de política es de n a tu ra
cuestiones de política. Por ejemplo, al parecer acabam os de dejar atrás leza interpersonal. O puede verse a dos personas hablando entre sí acer
la e ra de los sesen ta con su evidente com prom iso con la inno v ació n ca de una cuestión de políticas m ás general, en relación con la cual fun-
d o n a n com o agentes de grupos o instituciones que son partes de la con de políticas, que sirven de vehículos institucionales p a ra el debate de
troversia de políticas. E n este caso, la controversia es de naturaleza ins políticas. Incluyen las arenas legislativas, los tribunales, las comisiones
titucional. públicas, los consejos de gobierno y de partidos políticos, las páginas
E n cualquiera de estos casos, m ientras el discurso ocurra en un con editoriales de revistas y periódicos, los program as de radio y televisión,
texto interpersonal será im portante hacer referencia al m undo conduc y las salas de sem inario y de conferencias de las academ ias.
tu a l en que está o cu rrien d o . C uando las p e rso n a s h ab lan entre sí sus Los foros de las políticas tienen sus propias reglas del juego. Ahí, por
ac cio n es tie n e n sig n ificad o s m ú ltiples: no sólo c o m u n ic an m ensajes una parte, las locuciones individuales probablem ente ten d rán significa
cuyos sig n ificad o s p u e d e n ser c o n stru id o s p o r el o tro , sino tam bién dos y consecuencias alejados del contexto interpersonal en que ocurren.
tran sm iten actitudes de segundo nivel hacia la interacción mism a. Tam Por ejemplo, podem os hablam os unos a otros, pero nuestras palabras po
bién m odelan los m odos de conducta que la o tra p arte po d rá aceptar. siblem ente sean registradas y repetidas ante un público m ás num eroso,
P re se n ta n teo rías en uso p a ra la in te ra c c ió n in terp erso n a l (Argyris y ap a rta d as de su inicial interacción cara a cara, y en ese contexto m ás
S ch o n , 1974). Así, com o lo h a señ a la d o B a te so n (1972), el discurso general tal vez no sepam os cóm o los otros interpretarán y responderán a
interpersonal puede ad o p tar la propiedad de la esquizogénesis, o "cuanto nuestras palabras. El discurso puede estar enm arcado dentro de la are
m ás, m ás”. P or ejem plo, cu an to m ás u n b an d o defienda su posición y na de la política form al, interpretado com o si favoreciera a uno u otro
trate de ganar, más lo h ará también la otra parte. Las pautas de interacción bando en u n a pugna continua entre partidos políticos. Puede ser modifi
interp erso n al pueden con trib u ir a la creación de un m undo conductual cado por los m edios de la com unicación pública: la prensa, las publica
que esté m ás o m enos abierto o cerrado, sea desconfiado o confiado, au ciones especializadas, la radio, la televisión y similares.
téntico o engañoso, defensivo o no defensivo, contencioso o cooperativo. E ntre las reglas del juego en los foros de política están las poem as por
C ada ju g ad a en u n a interacción in terpersonal tiene significado para el las cuales se hacen juicios acerca de la legitim idad de los participantes^,
m undo conductual, así com o p ara la cuestión de políticas, que los parti su categoría com o participantes en la conversación de políticas. Las dispu
cipantes tra ta n com o tem a de su discurso. tas dentro de un discurso de políticas pueden tener que ver con la lucha
El d iscu rso in terp erso n al tam bién debe ten er un lu gar institucional p o r o b te n e r categ o ría. Los que fu ero n excluidos de la co nversación
d e n tro de algún sistem a social m ás general. No hay vacíos institucio pueden lu c h ar p o r intervenir. Como un aspecto de este.tipo de lucha,
nales. H asta u n a charla entre am igos íntim os o curre en el m edio institu ciertos m ovim ientos sociales pueden en trar en acción p a ra poner ciertas
cional de "la casa de alguien” o "un paseo p o r el parque". Cuando los eru ideas en b u e n a circu la ció n y leg itim ar a sus p ro p io s re p re se n ta n tes
ditos h ablan en tre sí acerca de u n a controversia de políticas, lo hacen com o p a rticip a n tes en u n a conversación de políticas, em pleando con
den tro del contexto institucional de u n a universidad o de un instituto de este fin todo el re p e rto rio de la acción y la p ro testa sociales. De este
investigación. Este nicho institucional es im portante p o r varias razones m odo, por ejem plo, el m ovim iento p o r los Derechos de Asistencia, del
p a ra la n atu raleza del discurso. El contexto in stitucional puede llevar decenio de 1960, intentó m odificar los térm inos de referencia del debate
sus propias perspectivas características y m odos de en m arcar los asun por la asistencia social, e introducir participantes nuevos como actores
tos, co m o lo hem o s n o ta d o antes; o b ien p u ed e o fre c e r p a rticu la res legítim os en los foros de políticas de la época.
roles, canales y norm as p ara la discusión y el debate; el discurso tiende a E n los foros de políticas y a su alrededor hay toda u n a gam a de roles
■i ad ap tarse a las norm as de las instituciones en que se encuentra incrus- sociales que ocupan diferentes posiciones en el proceso del discurso de
tado. P or ejem plo, en un tribunal en que se espera u n a interacción entre las p olíticas. P o r ejem plo, hay u n a fu n d am en tal división del trab ajo
adversarios, cada quien tiende a sup rim ir sus dudas acerca de su propia entre los interesados por la movilización de la acción y los preocupados
posición. Ante la m esa de negociaciones, cada locución tiende a in ter p o r la m ovilización del consenso intelectual. Sin em bargo, com o en la
pretarse com o u n a jugada en u n juego de regateo. Sin em bargo, aun en m ayoría de tales situaciones, el lím ite suele ser borroso. M ediar entre el
m edios com o éstos, las personas pueden em plear su libre albedrío para pensam iento y la acción lleva a algunos a subrayar el prim ero y a otros a
ac tu a r en form a desviada, violando así las norm as institucionales. preferir la segunda, m ientras que otros m ás tratan de tender un puente
C u ando el d iscu rso es público, ad o p ta las form as especiales de las entre uno y otra, com binando la investigación y la práctica.6
instituciones reservadas en nuestra sociedad a las interacciones públicas
6 S c h w a r tz m a n , en e l c a p ítu lo XI de e ste v o lu m en , o fr e ce u n r e la to fa sc in a n te d e las
acerca de controversias de políticas de preocupación pública: los foros m an eras e n q u e ocu rren los c a m b io s en lo s d isc u r so s d e p o lític a s sob re largos p eriodos,
Como ya hem os observado, los m arcos n u nca son a u to in terp retati- debajo. En el discurso interpersonal suponem os que los individuos tam
vos. La interpretación de asuntos particulares de políticas en térm inos bién llevan adelante u n diálogo paralelo en sus propias m entes, p e n san
de varios m arcos siem pre la em prende alguien: habitualm ente grupos de do para sí m ism os m ientras hablan a otros. E n el discurso público hay
individuos, o bien organizaciones form ales o inform ales. E stas entida m odos de diálogo interpersonal. Los representantes individuales de las
des actúan com o patrocinadoras del marco. Cuanto m ás naturales sean instituciones en pugna pueden reunirse para u n a discusión inform al y
los m arcos que m oldean nuestro pensam iento y cuanto m ás los dem os hablar entre sí ante la m esa de negociaciones, au n cuando sus in terac
p o r sentados, m enos probablem ente cobrarem os conciencia de nuestros ciones tendrán allí u n a m ayor resonancia institucional.
m arcos y a la vez de los transm isores sociales que interpretan las cues A la inversa, cada nivel inferior de discurso puede reflejar el nivel su
tiones de políticas en térm inos de marcos. perior en relación con el cual ocurre. Las personas pueden h a b lar entre
Los patro cin ad o res de un m arco tratan de desarrollarlo, de explicar sí de un m odo que m uestre que están tom ando en cuenta a los partidos
sus im plicaciones p ara la acción y de echar las bases para los argum en políticos o a los diversos grupos de votantes a los que pertenecen. Y aun
tos. Tam bién p o d rán inventar m etáforas p ara la com unicación acerca en la intim idad de su fuero interno, pueden em plear el lenguaje, obede
del m arco: m etáforas diversam ente relacionadas con las que acaso h a cer las norm as y experim entar los sentim ientos norm ales en la conducta
yan contribuido a la generación del m arco mismo. de una controversia sobre política pública.
El p atro cin io de m arcos puede co rrer a cargo de organizaciones de El interjuego de los niveles del discurso, la m anipulación de los con
investigación dentro de la com unidad de las ciencias sociales. Aquí, los textos in stitu c io n ales del d iscurso, puede d e se m p e ñ a r p a rte s im p o r
analistas de las políticas pueden desem peñar una función crítica en la tantes en la investigación que da form a a la carrera de u n a controversia
creación de m arcos, trabajando dentro y fuera de las burocracias guber- de políticas. Por ejemplo, el problem a de lograr u n a resolución satisfac
; nam entales en papeles de em presarios, interm ediarios y corredores de toria de u n a disputa de políticas puede estar enm arcado de tal m anera
ideas. Ellos pueden nom brar el terreno de las políticas y especificar cómo que perm ita a los individuos liberarse de las restricciones del debate de
deberán vincularse los marcos, los diseños y las acciones de las políticas. las políticas públicas. Por ejemplo, la gente dice: “ju n tem o s a los princi
Pueden ac tu a r com o especialistas técnicos que dep u ran los problem as pales actores donde pu ed an in te ra ctu ar com o seres h u m an o s” (lleván
que surgen en el enm arque de una cuestión de política y, en el proceso, dolos "a lo alto de la m ontaña", donde pueden e n tra r en "su espíritu").
p onerla en buena circulación.7 Pueden com binar investigación y expe O bien, el problem a de resolver una controversia puede enm arcarse en tal
riencia en el uso de símbolos, m etáforas com unicativas y suposiciones form a que m ejore el fun cio n am ien to de las in stitu cio n e s p ú b licas en
sim plificadoras. De todas estas m aneras, ayudan a crear el m arco; pero cuestión: por ejemplo, m ejorando la estructura de un proceso de nego
estos procesos m ism os pueden llevarlos a los lím ites de sus m arcos y, ciación colectiva. Si dos personas tienen u n a relación especial que les da
p o r tanto, al reenm arque. una sólida base de confianza m utua y para una indagación cooperativa,
Los intelectuales de las políticas desem p eñ an el pap el especial de aunque estén sentadas "en lados opuestos de la m esa”, su relación espe
explicar las ideas y marcos de políticas implícitos en la acción de los movi cial podrá servir com o vehículo para resolver la controversia. Si u n a p e r
m ientos sociales. Por ejemplo, en este sentido, Piven y Cloward (1971) sona puede en co n trar en sí m ism a toda una m ultiplicidad de opiniones
se en co n traro n en tre los intelectuales de las políticas que ay u d aro n a d iferen tes y co n flictiv as so b re el a su n to en c u e stió n , p u e d e se r que
sacar a la superficie y a defender las ideas im plícitas en las acciones del llegue a estar m ás dispuesta a aceptar las opiniones de los adversarios
m ovim iento p o r los Derechos de Asistencia. con quienes haya trab ad o la disputa.
Los tres niveles del discurso de políticas —el individual, el in terp e r
sonal y el público— están interrelacionados en form as com plejas. Cada
nivel su p e rio r de agregación p resupone la existencia de los que están C a m b io s d e m a r c o : e l e j e m p l o d e l a s p o l ít ic a s d e b i e n e s t a r
in m ed ia ta m en te detrás de lo s giros en las posturas de aqu ellos q u e p ortan las p reten sion es E n la compleja interacción de quienes participan en un discurso dé m arco
y tra n sicio n es del co n o c im ie n to en su s d o m in io s in stitu cion ales y p ro fesio n a les. a través de m últiples tipos y niveles de contexto, ¿cómo ocurren en rea
7 La d e scr ip c ió n del d iscu rso de p o lítica s qu e aq u í d am os e s u n a m o d ific a c ió n d e una
a n tigu a descrip ció n , h ech a por Schon , de lo s p rocesos por los c u a le s las ¡deas d e p o lítica s
lidad los cam bios de m arco? Que nosotros sepam os, hay pocos o ningún
cobran a cep ta ció n (S ch on , 1971). estudio em pírico del reenm arque. Lo que sigue es u n relato, u n tan to
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especulativo e interpretativo, de u no de los m odos en que ocurren los Una prim era estrategia consistiría en m o strar que el problem a de la
cam bios de enm arque en el área especial de las políticas de bienestar.8 pobreza era m ucho más pequeño de lo que se había im aginado. Los par
Desde 1962 ha habido al m enos tres m arcos dom inantes en el terreno tidarios de este enm arque argüyeron que en el atiborrado medio de las
C de la política de bienestar. Los llam am os capital hum ano, incentivos y políticas de los sesenta y los setenta se habían desarrollado m uchos pro
obediencia a las normas. gram as para dar a los pobres recursos económ icos que no fueran en for
Una de las suposiciones críticas que sirvieron de prem isa a la Guerra m a de pagos en efectivo. Por ello, era un error definir la pobreza tan sólo
c o n tra la P o b reza fue c a p ta d a p o r la im agen: "U na m an o [...] no un como falta de dinero. Lo que se necesitaba era un esquem a más vasto, en
p u ñ a d o ”. Se h a ría el hin cap ié p ro g ram ático en los servicios, especial que el valor m o netario de estos servicios en especie p u d iera c o n tab i
m ente en el en trenam iento y la preparación de la m ano de obra. Se pen lizarse y añadirlo al ingreso de los pobres. Según esta m edida, podría con
só que los pobres y los que recibían pagos de asistencia pública necesita siderarse que la pobreza se había exagerado como problem a. De hecho,
b an a d q u irir cap acidades que les p e rm itie ra n p a rtic ip a r en el m undo sólo 4 o 5% de la población era pobre, dependiendo de los servicios que
laboral. Se dio apoyo a los program as de creación de em pleos cuando la se incluyeran en la definición general y del m étodo que se em pleara para
experiencia indicó que no b a sta b a la p re p a ració n in stitu cio n al en las contabilizarlos. Estos patrocinadores creyeron que no debiera em plear
aulas. E stos em pleos ten ían am bientes protegidos en que, se pensaba, se u n sistem a de redistribución com o sistem a de incentivos p a ra reducir
las personas lograrían ad q u irir habilidades relacionadas con el trabajo. la dependencia económ ica. Antes bien, sostuvieron, el m antenim iento
Un ta n to p a ra d ó jic a m e n te , la sig u ien te e ta p a de la evolución del del ingreso para los pobres debiera ser un program a residual, enfocado
enm arque de las políticas de asistencia pública subrayó el puñado, antes a quienes estuviesen fuera del m ercado laboral. El program a general fue
que la m ano. Después de todo, la preparación requería largo tiem po y no rech azad o en favor de tra ta r el m antenim iento del ingreso com o una
se podía d a r a todos. La gente necesitaba m ás que capital hum ano; tam "red de seguridad”.
bién necesitaba dinero. El enfoque de los incentivos fue rechazado y rem plazado por un com
Los p a tro c in a d o re s del en fo q u e de los in centivos crey ero n que la prom iso con la obediencia a las norm as. Se esperó que la gente siguiera
p o b reza tra ta b a b á sic a m e n te de falta de din ero, y de u n sistem a que la norm a de trab ajar sin necesidad de incentivos p a ra alterar su conduc
consid erab an esencial p a ra red istrib u ir el ingreso a quienes se encon ta. Se creyó que la p o lítica d ebía su p rim ir to dos los incentivos, y se
tra ra n fu era del m ercad o laboral. E stas p ersonas in v en taro n —m ejor insistió en que las personas capacitadas p a ra tra b a ja r debían hacerlo.
dicho, reinventaron— u n m ecanism o p ara redistribuir el ingreso, vincu E n situaciones am biguas, com o la de las m adres solteras trabajadoras
lado con el sistem a del im puesto sobre la ren ta popularm ente conocido con hijos pequeños, sería necesario hacer una elección: o trabajo o pago
com o im p u esto negativo so b re la re n ta . Los experim entos con el im de asistencia. Los inelegibles que recibieran prestaciones debían salir de
puesto negativo sobre la ren ta pretendieron m ostrar que redistribuir el las listas de pago.
ingreso de esa m an era no afectaría negativam ente la conducta en el tra ¿Cómo podem os com prender la trayectoria de estos cam bios de marco?
bajo ni p ertu rb aría la vida de familia. E n la política pública norteam eri No sólo fueron resultado de la acum ulación de conocim iento científico ni
cana, estas ideas se discutieron d u ran te cerca de 10 años. E n las políti de cam bios del poder político. No fueron resultado Be que com prendié
cas de b ienestar se creó u n sistem a de incentivos, con objeto de alentar a ram os m ejor las cosas o supiéram os más, porque el conocim iento p ro
tra b a ja r a quienes hacían tram p as p ara recibir pagos de asistencia pú veído por las ciencias sociales se utilizaba, en su m ayor parte, después
blica y, con el tiem po, a g a n a r el d in ero suficiente p a ra no te n e r que de £ue _ya_s£*había alcanzado una postura con respecto a u n a política y ,
recibir esos pagos. se necesitaban "m uniciones" p ara legitim arla. La gente solía prim ero
Con el tiem po, el esfuerzo p o r reen m arcar el sistem a de transferencia h a c e r las paces en cu a n to a sus opiniones y ra ra vez h a cía uso del
del ingreso ab o rtó políticam en te y la idea languideció. Pero al m ism o conocim iento de las ciencias sociales para llegar a u n a posición ante las
tiem po, tam bién el contexto cam bió a la época que nosotros conocemos políticas. Dado que los intereses no son autodefinilorios, estos cambios
hoy com o los ochenta. Varios patrocinadores conservadores prom ovie de m arco no fueron resultado de poder o intereses; no hay u n a m anera
ron nuevos m arcos p ara hacer frente a la pobreza. m ecánica de saber cóm o el poder calculará sus intereses. El gobierno
8 Gran parte de e ste a n á lisis se b a sa e n c o n v ersa cio n es in form ales sosten id as entre M ar co n se rv a d o r del p re sid en te N ixon p a tro c in ó u n siste m a de ingreso
tin R ein y H ugh H eclo. garantizado y de incentivos en m ateria de asistencia pública (el Plan de
Asistencia Fam iliar) y otro gobierno conservador, el del presidente Rea valores norteam ericanos, los llam ados sim bólicos no pueden resolver la
gan, rechazó el enfoque de los incentivos y en cam bio favoreció un com controversia.
prom iso m ás enérgico con la obediencia a las norm as. Pero in te rp re ta r la sucesión de m arcos com o u n ch o q u e de m arco s ;
Pero no hay que excluir p o r com pleto el conocim iento y los intereses. apoyados en los foros del patrocinio oficial y divorciada del foro de la
Podem os in te rp re ta r este proceso de sucesión de m arcos com o resu l opinión pública, y p o r ello atrapada en un intratable dilem a de políticas,
tado de tres procesos diferentes y paralelos del discurso de políticas, sería oscurecer el nivel real del consenso que hay en el trasfondo y que
que o currieron en distintos contextos globales. No com prendem os m uy traza una línea dem asiado clara entre controversias irreconciliables a
bien todos estos procesos ni podem os a rticu la r to d as sus relaciones través de m arcos y desacuerdos dentro de un marco. Otro m odo de in ter
entre sí.
pretar esta historia de la asociación de m arcos es co nsiderar el proceso
Em pecem os por el proceso que m ás a m enudo se ha tratad o en la bi com o la carrera de un solo m arco. Según esta opinión, el m arco com ún
bliografía sobre la elaboración de políticas: el conflicto de los m arcos de se deriva de la idea de que la asistencia pública debe ser au to lim itad o ra
patrocinio y el problem a del consenso. Según esta opinión, los m arcos y residual. Y se considera que el principal objetivo a largo plazo de las
se asignan a diferentes patrocinadores oficiales; no en tran los m arcos de políticas de bienestar es una reducción de las listas de asistencia pública
quienes los refutan. P or ejemplo, los radicales suelen ver la asistencia y no un salario a los ciudadanos, basado en u n derecho. Se considera
pública com o un "ejército de reserva”, que será útil para dom ar las exi que cada cam bio de políticas es resultado de las insuficiencias de las po-
gencias salariales de los sindicatos en los m ercados laborales activos. El líticas de la fase anterior. El carácter esencial y los efectos de cada ro nda
ala liberal del Partido D em ócrata favorece los incentivos y los enfoques U e ídeas/sobre políticas se revelan conform e las perso n as em piezan a
del capital hum ano. (La tensión entre estos dos enfoques salió a la su poner en práctica esas ideas.
perficie durante el gobierno de Cárter, el cual había esperado com binarlos Una tercera interpretación de la historia considera la evolución de los
en un m ejorado Program a de Empleos e Ingresos.) Los conservadores m arcos, en su m ayor parte, en función del cam bio de con tex to /esp ecial
tradicionales desean u n gobierno pequeño y no creen que el gobierno m ente del económ ico. D urante los sesenta, los program as de incentivos
deba tra ta r de m odificar la conducta de los ciudadanos. A su parecer, y capital hum ano fueron aceptables porque la econom ía h abía generado
deben hacerse todos los esfuerzos necesarios p ara m an te n er bajas las un excedente, y los intelectuales de las políticas desarrollaron la idea de
nóm inas, y el bienestar social debe ser un program a ta n reducido com o que si no se gastaba ese excedente, se socavaría el crecim iento económ i
sea p o líticam ente posible. Al m o strar que la p o b reza es un problem a co. Al llegar los ochenta habían cam biado el contexto económ ico y los
p equ eñ o y que los p ro g ram as c o n tra la p o b rez a ay u d a n a c re a r las m arcos p a ra interpretarlo. Las cuestiones de política llegaron a ponerse
condiciones que ellos m ism os tratab an de m ejorar, los conservadores en térm inos de u n a p erm uta (trade off), o dilem a, que incluía dos obje
tradicionales intentan crear un clima intelectual y sim bólico en que pue tivos en conflicto: prom over la equidad social y fom en tar la eficiencia
da florecer sem ejante program a m inim alista. Por contraste, los conser económ ica. El argum ento en favor de la reform a al E stado benefactor
vadores cívicos favorecen el gobierno grande y p o r ello están dispuestos dice que la eficien cia no pued e ser el objetivo su p rem o ; ta m b ié n se
a apoyar u n a g aran tía al ingreso, pero en cam bio objetan al gobierno deben tom ar en cuenta cuestiones de igualdad, equidad y reducción de
tolerante. Insisten en m antener las obligaciones de tra b aja r y en im po la pobreza. Por contraste, la bibliografía sobre la crisis del E stado bene
ner pruebas de trabajo, en evitar depender de incentivos y de enfoques facto r afirm a que los objetivos de eq u idad se h a n llevado dem asiad o
de capital hum ano. La opinión pública no aceptará las opiniones con lejos, y que hoy existe el riesgo de socavar la capacidad de la sociedad
servadoras liberales o tradicionales, y los conservadores cívicos carecen para e n trar con éxito en una com petencia económ ica global y m an ten er
de pod er político p ara im poner sus ideas. El resultado es un esta n ca con ello los recursos necesarios p a ra asegurar u n a sociedad m ás equi
m iento (Mead, 1985).
tativa. Según esta idea, ya se ha llegado a los lím ites de la m ayor expan
Los pasajes anteriores son un relato sobre m arcos en conflicto, apoya
sión del Estado benefactor. Si se quiere m antener la viabilidad económ i
dos por patrocinadores oficiales con valores en conflicto y acerca de una ca, será necesario hacer algunos recortes.
opinión pública am bivalente e incapaz de apoyar u n m arco o el otro. Es
Ante tres in te rp re ta cio n e s parciales de la h isto ria, ca d a u n a de las
un contexto "vicario” entre patrocinadores de igual poder. Y dado que
cuales es a la vez válida e incom pleta, evidentem ente hem os de tra ta r de
todos ellos pueden apelar a norm as que resuenan con los tradicionales
integrarlas. Pero aq u í com pletam os un círculo. Se necesita u n m arco
p a ra desarrollar y p ara ju zg ar u n m arco: u n m odo de construir el m undo qué? P ensam os en esos té rm in o s porque el p erso n a l resp o n sab le de
social que nos p erm ita asim ilar e in te rp re ta r los hechos de que dispo escribir el inform e adoptó un m arco diferente. El cam bio de personal,
nem os. Considerem os el contexto: ¿estam os experim entando en realidad m ás que el cam bio de los hechos, condujo a u n a "lectura” distinta de lo
un a crisis del E stado benefactor? que estaba ocurriendo. El inform e m ás reciente sostiene que se exageró
E n la O rganización de C ooperación y D esarrollo E conóm ico ( o c d e ), el argum ento de la crisis y que quedaban recursos suficientes para per
im p o rtan te foro internacional p ara el discurso de políticas, el concepto m itir cierto m odesto desarrollo en el Estado benefactor y hacer posible
de la crisis del E stado benefactor pasó a ser tem a de gran im portancia a u n a inno v ació n tecnológica y u n a u lte rio r ex p an sió n económ ica.
finales de los se te n ta y com ienzos de los o ch enta ( o c d e , 1985). Desde Aunque se reconoce la cuestión de la crisis, en cam bio se reinterpretan
luego, la p ropia organización depende, p ara su apoyo económ ico, de los los datos sobre los niveles de gastos para que sean congruentes con este j
estados m iem bros, en tre ellos los E stados Unidos. Como organización nuevo argum ento. Aunque el p atro cin ad o r parece h ab er cam biado de
internacional, es especialm ente sensible a los m inisterios financieros de opinión, la idea se había difundido, y probablem ente ya era dem asiado
d ife re n te s p aíses y a los p o lítico s y b u ró c ra ta s, p a rtid a rio s de los re tarde para invertir su creciente influencia. El reenm arque de la cuestión
co rtes, ta n to en los E stad o s U nidos com o en o tra s g ran d es naciones del bienestar debe verse en el contexto de la generalizada aceptación de
industriales. E n la atm ósfera de finales de los setenta, estas influencias este m arco de crisis.
convergieron ayudando a g en erar u n am biente de sentim iento, que tal La sucesión de m arcos sobre la cuestión de la política de bienestar,
vez deba caracterizarse com o de crisis de la política social. Según estas pasando del capital hum ano a los incentivos y a la obediencia de las nor
ideas, el E stado benefactor era el principal causante, o al m enos uno de m as, ¿deberá interpretarse com o un aprendizaje social dentro del m arco
los principales, de la decad en cia de las econom ías de E u ro p a y de los com ún de "reducir las nóm inas de la asistencia” o com o com petencia en
E stados Unidos, porque afectaba perversam ente los incentivos para tra tre distintos m arcos o com o am bas cosas? Las ideas asociadas al apren
b ajar e im pedía el gasto del Estado, inhibiendo así las inversiones y con dizaje social acum ulativo dentro de un m arco no pueden separarse de
tribuyendo indirectam ente a lo que algunos críticos h an descrito como u n m etam arco organizador, que considera la sucesión de m arcos como
u n a huelga de inversiones p o r el capital. El capital estaba reservándose una investlgácion cooperativa especialm ente científica, y no com o una
para e n co n trar m ejores condiciones, así com o lo hace la m ano de obra pu g n a de ideologías sin reglas para a rb itra r la controversia. P or otra
cu ando se declara en huelga. La m ejor condición que estaba buscando parte, de cuando en cuando un diferente tipo de aprendizaje social puede
era u n a carga reducida al p ag ar p o r la protección social que los grupos verse en las "coyunturas” de un proceso dialéctico del discurso de polí
laborales y cívicos h abían conquistado a lo largo de los años. ticas, en que los p articip an te s lu ch an p o r c o n tro la r la tra n sició n del
P ara cuando R eagan fue elegido presidente en 1980, la o c d e ya había m arco de una cuestión a su sucesor. Aquí, las inadecuaciones que se han
patrocinado su p rim era conferencia internacional: "La crisis del Estado visto ya en el m arco anterior de la m ism a cuestión pueden e n trar en el
b en e fa c to r”, an ticip án d o se con p resciencia a la era conservadora que debate y la investigación que m edian en la lucha política entre los de
inaugurarían los años de Reagan. Algunas personas han conjeturado, ade fensores de m arcos en com petencia (véase tam bién Weiss, capítulo xiv
m ás, que la cu ltu ra institucional de la b urocracia de la o c d e , al prever lo de este volumen).
que podía ser u n a aceptable posición norteam ericana, se m ostró espe W ollm ann (1984) ha sostenido que los analistas de las políticas y los
cialm ente favorable a la cam p añ a de reelección de R eagan en 1984. El conceptos de investigación que em plean reflejan las coaliciones de fuer
discurso internacional acerca del desarrollo del E stado benefactor ven zas políticas. C uando cam bian las condiciones, los conceptos pueden
dría a d esarro llar m ás aún el m arco de crisis que se había introducido desfasarse. Por ello, los investigadores acaso se vean obligados a reco
p o r vía de la p u b licació n de los resu ltad o s de la conferencia en 1981 n ocer len ta y dolorosam ente que los conceptos científicos que habían
( o c d e , 1981). estado prom oviendo (por ejemplo, la "evaluación de program as”) sen
A unque respondiendo a la ideología política de Reagan, la o c d e adop cillam ente reflejaban la sabiduría tradicional aceptada de los contextos
tó u n a posición u n tan to d istin ta y m ás m oderada a com ienzos de los in stitu cio n a le s en que e sta b an operando. P rag m áticam en te, m uchos
o chenta acerca de la contribución del E stado benefactor hacia los gra científicos sociales han com enzado a m odificar sus conceptos y m éto
ves p ro b lem as económ icos que ex p erim en tab an los países europeos. dos de investigación p a ra que reflejen el nuevo contexto en que están
Podem os llegar, incluso, a d ecir que la o c d e cam bió de opinión. ¿Por laborando. Se están adaptando a una situación m odificada y alterando
su propia conducta, lo m ejor que pueden. Por otra parte, otros especialis form a que sea m ás reductible a una solución satisfactoria. La actitud sub
tas están experim entando con u n a apreciación diferente no sólo de sí yacente que apela a la reflexión es algo com o "¡seamos racionales!”
m ism os y de los cambios que hay en la situación externa, sino tam bién de Según la prim era opinión, los participantes parecen m iem bros de un
ellos mismos en esa situación. Su conciencia de sí m ism os es uno de los sistem a social cooperativo. Se enfrentan a u n a situación problem ática
factores que han generado interés en el papel del enm arque en el discur com ún, tienen un interés com partido en reenm arcar y resolver, aunque
so de las políticas. acaso puedan ver esto, al principio, de m aneras distintas. La situación
Lo que hasta aquí ha faltado a nuestro análisis es p o n er atención a los paradigm ática es la de dos personas que persiguen u n a ta re a com ún y se
usos posibles de la autoconciencia de quienes participan en el discurso enfrentan a un obstáculo puesto a su em peño com partido. La función
de las políticas. Si los form uladores de las políticas, los políticos y los de la reflexión co n siste en fa c ilita r su in v estigación del p ro b le m a
intelectuales de las políticas cobraran mayor conciencia de sus m arcos com ún; la actitu d subyacente es algo com o "pensem os en lo que e sta
subyacentes y del conflicto de m arcos que ellos transm iten, si se m ovi m os haciendo”. ^ -------
liz a ra n y a c tu a ra n b asán d o se en u n a conciencia de sí m ism o s en la Llam arem os a éstas las visiones política y cooperativa de la c o n tro
situación de las políticas, ¿cuáles podrían ser las consecuencias para el versia de políticas. Según am bas opiniones existen conflicto e investi
d iscurso del m arco? E n pocas palabras, ¿cuáles son las posibilidades gación, pero se les concibe de diferentes m aneras. Si se ve la controversia
para un discurso de políticas que refleje el m arco y p ara un análisis de de las políticas com o básicam ente cooperativa, el llam ado a la reflexión
las políticas que critique el m arco dentro de sem ejante discurso? es un llam ado a hacer que la investigación com partida sea m ás significa
tiva y eficaz. Si se ve la controversia de las políticas com o política, el lla
m ado a la reflexión es un llam ado al interés com ún de los participantes
E l DISCURSO QUE REFLEJA EL MARCO en m inim izar o al m enos en com partir los costos experim entados en el
juego de ganar o perder: en el m ejor de los casos, tran sfo rm ar el conflic
No conocem os ejemplos bien descritos de un discurso de políticas que to en cooperación. E n el peor, perm itir al m enos a los participantes lle
refleje el m arco. Pero querem os im aginar aquí cóm o sería y cuáles se gar a una solución satisfactoria de su disputa.
rían las condiciones que lo favorecieran. Al p a re cer hay dos visiones E stos rasgos generales del discu rso del m arco p u e d en re la cio n a rse
principales de los participantes en una controversia de políticas. Pode ahora con nuestro anterior análisis de la búsqueda hecha p o r R orty de
mos im aginarlos com o investigadores que consideran la situación de una un discurso norm al en relación con el cual podam os estu d ia r o influir
política cual objeto de pensam iento, experim entación o análisis. Desde sobre el discurso anorm al. La traducción a través de m arcos en conflicto
esta posición aventajada, sus intereses propios son fuentes potenciales es un m odo de pensar acerca de la relación del discurso anorm al con el
de d isto rsió n . O p o d em o s im a g in a r a los p a rtic ip a n te s com o partes discurso norm al. P or ejemplo, podem os enfocar la labor de quienes se
interesadas —patrocinadores o partidarios de m arcos— que utilizan la h an arrogado com o m isión especial la tarea de tender u n puente entre el
investigación p a ra favorecer sus propios intereses. E n el p rim er caso, discurso norm al y el anorm al no sólo en la política social, sino tam bién
vemos la política com o una copa sobrepuesta a la investigación. E n el se en la ciencia. Este punto de vista, basado en la m isión especial del tra
gundo caso, la investigación surge de un proceso básicam ente político.9 1 ductor, parece perder de vista el punto esencial de que las controversias
De acuerdo con la segunda visión, los marcos dan una form a cognosci de políticas son sustantivas: acerca de prem isas y axiom as, com o lo ha
tiva a los intereses que surgen de roles sociales, posiciones, m em bresías e señalado Sim ón (1983) y no sólo acerca de las reglas p ara llegar a un
historias. La situación paradigm ática es la de dos partes em peñadas en una acuerdo. El sig n ificad o p reced e a los hech o s y sólo tien e se n tid o en
lucha por el dom inio de algo, lucha que necesariam ente tom a la form a de relación con los propósitos situados en diferentes m arcos. De hecho, el
un juego de ganar y perder. Lo que está en juego en la lucha es ¿quién conflicto de los m arcos ha contribuido a la reciente reform ulación del
sostiene que debe tener la prioridad? Según esto, la función de la reflexión papel de la ciencia en las controversias de políticas. Hay crecientes dudas
consiste en resolver la disputa, o tal vez en transform ar la disputa en tal acerca de la neutralidad de la ciencia com o agente en los debates cau sa
9 D esd e lu eg o , e ste m ism o problem a es exam inad o, c o n cierta e x te n sió n , p o r varios de dos p o r el en m arq u e en las cuestiones de políticas. Si ya no se puede
lo s colab orad ores de e ste volum en , tal vez m ás n otab lem en te por S ch w a rtzm a n (cap ítu lo confiar en que la ciencia m ediará en los conflictos sobre m arcos, habrá
x i) y p o r W eiss (cap ítu lo xiv).
el riesgo de au m en tar el nivel del discurso anorm al.
UN DISCURSO DE POLÍTICAS QUE REFLEJA SU MARCO 353
B jö r n W it t r o c k
C a r o l H ir s c h o n W e is s
en resúm enes o “lem as” puede haber om itido elem entos vitales; la tra
ducción pudo ser u n a com pleta deformación. Y sin em bargo, las ideas La investigación de políticas com o argum entos representa no sólo una
procedentes de la investigación entran en circulación. Al ser absorbidas investigación que se ha diluido, sino tam bién una investigación a la que
p o r el pensam iento convencional m oldean las suposiciones de la gente se ha añadido algo. Lo que se h a añadido es u n a actitud de defensa acti
acerca de lo que es im portante, de lo que debe hacerse y de las solucio va y recom endación. Cuando esto ocurre, no sólo se pierden algunos de
nes que probablem ente ayudarán a alcanzar los fines deseados. los datos, com o en la investigación com o ideas, sino tam bién se pierden
Una serie de estudios que se han realizado desde 1975 sobre los efectos selectivam ente los datos. Los d escubrim ientos que favorecen “la o tra
de la investigación m ostraron que éste es el “uso” m ás característico de m ano” o que debilitan el poder del argum ento se descartan, con objeto
la investig ació n (Aaron, 1978; B anting, 1979; B arber, 1987; B ulm er, de hacer m ás convincente el argum ento. 1
1978, 1982, 1987; Cherns, 1979; Derthick y Quyirk, 1985; Feller, 1986; Desde luego, gran parte de la investigación de políticas se h a plan ea
H ayes, 1982; H u sén y K ogan, 1984; K allen et al., 1982; P a tto n et al., do para considerar los efectos pasados o los potenciales futuros de dis
1977; Rich, 1981; Sabatier, 1978; Saxe, 1986; Weiss, 1977, 1980, 1986, tintas políticas, y sus descubrim ientos casi siem pre preferirán u n curso
1989; W eiss y B ucuvalas, 1980). M ientras que la investigación com o sobre otro. Lo que tengo en m ente no es esa preferencia con base em pí
datos altera el curso de acción en esferas lim itadas, m uchos funciona rica; antes bien, la investigación com o arg u m en to s co m ien za con un
rios dicen que las ideas llegadas de la investigación han alterado el m odo conjunto de valores (sean los del investigador, los del cliente o los del
m ism o en que definen los problem as. Les parece difícil citar los efectos em pleador), y sólo considera opciones dentro de esta gam a ideológica.
de la investigación sobre decisiones en concreto, pero tienen la sensa La restricción de la perspectiva puede ser involuntaria, com o cuando los
ción de que im buye su com prensión y su labor. investigadores que trabajan para una com pañía de productos quím icos
Donde las ideas procedentes de la investigación tienen que ver con in sencillam ente no tom an en cuenta los costos públicos de la lim pieza de
suficiencias de una política actual provocan dudas acerca del statu quo. Re desechos tóxicos, y los investigadores que trabajan para un grupo a m
fuerzan el escepticism o existente y sugieren que los responsables de las bientalista no consideran los efectos de m ayores costos de lim pieza p a ra
políticas deben reexam inar lo que se está haciendo y reconsiderar lo que la supervivencia de la com pañía. El m arco m ental puede ser autom ático
se debe hacer. A m enudo, favorecen una revaluación fundam ental de las e inconsciente, o deliberado. Agencias o intereses p articu lares pueden
políticas que están en vigor. Por ejemplo, las evaluaciones de los planes enm arcar la investigación en form as que probablem ente prom uevan los
federales p ara contener el alza de los costos de hospitales, com o los es valores que ellos defienden. Pero algún conjunto de prem isas de valor
fuerzos por reducir el gasto de capital y tam bién la perm anencia de los p a rodea to d a la investigación, y el que considerem os que u n estu d io se
basa en prem isas justas o sesgadas es algo que depende m ás de que este
m os de acuerdo con los valores integrados, que de las características del investigación afecte la acción legislativa, parece hacerlo con la m ayor
pro p io estudio. facilidad en form a de argum entos.
La investigación que se p resenta com o argum ento en apoyo de una A prim era vista, las burocracias parecen m enos receptivas a la investi
c o n c lu sió n p a rtic u la r tie n e g ran d es v en tajas p a ra los a jetre ad o s gación como argum entos. Tienen un personal m ás num eroso y especiali
tom ad o res de decisiones:f(l)’ Les ah o rra tiem po y trabajo. No tienen que zado y poseen sus propias oficinas de investigación, análisis y evaluación.
d e sc ifra r las im plicaciones de la investigación; la investigación com o Patrocinan su propia investigación interna y externa y se m antienen al
arg u m en to explica las im plicaciones de sus d escubrim ientos en térm i día con respecto a los avances ocurridos en su cam po. Su periodo tam
nos fáciles de com prender. (2) El argum ento relaciona explícitam ente la bién es m ás largo, y por ello tienen m ejores m em orias institucionales de
investigación con el problem a en cuestión. Dice; p o r causa de la infor asuntos, investigación y argum entos anteriores. Y p ara obtener conoci
m ación a, b y c, cám biese el artículo 4 (a) en tal y tal sentido. Esa con m ien to s no d ep e n d en ta n to de cóm o se los p re se n te n los gru p o s de
creció n es m uy atractiva. El arg u m en to em pieza con la preocupación interés.
in m ed iata del elaborador de la política y presenta la investigación com o Y sin em bargo, a pesar de ser expertos, los burócratas no son inm u
garantía.((3) La integración de argum ento y evidencia form a un lim pio nes al señuelo de la investigación com o argum ento. El rasgo distintivo
paquete p ara em plearlo en las negociaciones burocráticas o legislativas. de las agencias burocráticas es lo im probable de que los partidarios de
| Y los p artidarios ya existentes pueden utilizar el paquete en el debate y los argum entos no form en parte de los grupos de interés. M ás a m enudo
la negociación. son partidarios com prom etidos que se encuentran dentro de las filas de
¿Q u ién tra n s m itirá , p ro b a b le m e n te , la in v estig ació n com o a rg u la burocracia m ism a. Las facciones internas se valen de la investigación
m ento? Los grupos de interés son u n canal. Los grupos de interés y las para fortalecer sus argum entos en los debates de la organización.
o rg a n iz a c io n e s de cab ild eo d ise m in a n c a n tid a d e s c o n sid e ra b les de Las tres im ágenes de la investigación de p o líticas —d ato s, ideas y
info rm ació n an alítica, con objeto de fortalecer sus posiciones. E n un argum entos— hacen distintas suposiciones acerca de la naturaleza del
estu d io sobre los “cab ild ero s” de W ashington, S chlozm an y T ierney proceso de hechuras de las políticas (véase W ittrock, capítulo xv de este
(1986) descubrieron que la abrum adora m ayoría de los cabilderos (92%) volumen). Bajo la im agen de la investigación com o datos se encuentra
in fo rm aro n que la función de "p resentar resultados de investigación o una visión tecnocrática. Los funcionarios están m uy deseosos de hacer
inform ación técnica” era p arte de su tarea. E n tre las actividades a que un trabajo com petente. Hay poco conflicto de metas; los datos de los in
ded icaro n la m ayor p arte de su tiem po y de sus recursos, los "cabilde vestigadores son com patibles con las necesidades de los usuarios; los
ros” la colocaron en tercer lugar de las 27 actividades enum eradas. Sólo u su a rio s tie n e n conocim iento suficiente de los d ato s p a ra b u sc ar en
"establecer contacto directo con funcionarios del gobierno” y "atestiguar ellos calidad y aplicarlos eficazmente al problem a del m om ento. Se ve la
en las audiencias" req u erían m ás tiem po y esfuerzo que p rese n ta r los traza de una burocracia casi w eberiana en que la inform ación se utiliza
resu ltad o s de u n a investigación. En m i investigación dél C ongreso de para au m entar la eficiencia.
los E stad o s U nidos descubrí que el personal del com ité se basaba n o ta La idea de la investigación com o ideas tiene u n sa b o r m enos meca-
blem ente en rep resen tan tes de grupos de interés p a ra ob ten er in form a nicista, m ás hum anista. Los funcionarios no necesariam ente se orientan
ción acerca de sus posiciones ante cláusulas legislativas, y tam b ién en a u n a tarea inm ediata. M últiples problem as y prescripciones com plejas
b u sc a de te stim o n io s p a ra que esas p osiciones fuesen convincentes com piten p o r la atención general. Hay espacio p ara u n considerable <<;„*■
(W eiss, 1989). "juego” en el sistem a. La form ulación de los problem as que hacen los
Los grupos de interés —grupos de in tereses públicos, asociaciones investigadores no necesariam ente coincide con las necesidades inm e
profesionales, grupos de intereses privados— son especialm ente n o to diatas de quienes tom an las decisiones, y éstos pueden reco rd ar selec- c>;i7
rios en la legislatura. Es allí donde la investigación com o argum entos tivam ente las ideas que m ás les gustan. Es u n lugar de au to rid ad dis- K/!
parece florecer m ás abiertam ente. En estos días, cuando el gobierno de persa. La im agen del modelo de la tom a de decisiones com o u n "cesto de
los E stados U nidos está dedicado a m icroadm inistrar detalles que solían b a s u ra ” de M arch y O lsen (1976) es p e rfe ctam e n te com p atib le con
dejarse p ara que las agencias ejecutivas los aplicaran, los legisladores el concepto de la investigación com o ideas. Problem as van y vienen;
necesitan prescripciones e inform ación detalladas. Tam bién es en la le ideas van y vienen; los participantes pueden o no asignar u n a idea a un
g isla tu ra d o n d e m ás a p re m ia el tiem po; p o r eso, si se q u iere que la problem a de m om ento. Pero las ideas quedan confusam ente alm ace
com plejo el proceso de llegar a u n a decisión, prim ero en la m ente de
nadas en la m em oria de la gente y pueden resurgir al ap arecer nuevas cada persona y luego entre individuos, para la organización en conjunto
cuestiones. el papel de la inform ación (y de ese sub co n ju n to de info rm ació n que
La investigación como argum entación-presupone u n a tom a de deci procede de la investigación) probablem ente no podrá saberse nunca con
siones con factores en pugna. Tiene un trasfondo político. Intereses y certidum bre.
valores se en cu en tran en disputa. Los partidarios de ciertas ideas u ti En cam bio, podem os ofrecer u n a serie de hipótesis. Con base en la
lizan la investigación cuando y si favorece sus propios casos, en el barullo investigación efectuada y el testim onio de los participantes interesados,
de la tom a de decisiones organizativa. Es probable que la investigación be deseo ofrecer estas hipótesis prelim inares acerca de la influencia de la
neficie a los intereses en pugna que tengan los recursos necesarios para investigación en form a de datos, ideas y argum entos sobre la política
pagar investigación, y que tengan el refinam iento necesario para utilizar pública.
la investigación con el fin de prom over su bando en la controversia. La investigación com o datos m ás probablem ente te n d rá influencia: