Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Autismo
Los psicólogos infantiles diagnostican y tratan los problemas y trastornos en los niños y
niñas teniendo en cuenta los diferentes factores de riesgo:
Evaluación psicológica
La evaluación psicológica es una de las funciones que el psicólogo infantil debe llevar a
cabo para valorar al niño o niña y evidenciar si se producen alteraciones en su
desarrollo. Para hacerlo, este especialista emplea instrumentos de evaluación como los
test psicológicos y neurológicos, las escalas de maduración o el dibujo, además de la
observación y la entrevista a los padres, por ejemplo.
Psicoterapia infanto-juvenil
Los profesionales especializados en psicología infantil son una figura clave en los
entornos educativos, especialmente en la etapa de la adolescencia, donde se trabajan
las habilidades comunicativas, la autoconfianza, la resolución de conflictos, la
prevención y la detección del bullying o el uso adecuado de las nuevas tecnologías,
entre otras cuestiones.
Acoso escolar
El acoso escolar o bullying es, lamentablemente, uno de los problemas más comunes
entre los niños y los adolescentes. Puede ser físico, social o psicológico y aunque suele
producirse en las aulas, cada vez son más comunes los casos de ciberacoso.
Sobre este tipo de maltrato, los psicólogos infantiles tienen un papel fundamental para
la prevención, la detección y la intervención del acoso infantil. Además, con la terapia
pueden ayudar a los menores a favorecer su autoestima y potenciar sus habilidades
sociales.
Trastorno de ansiedad por separación
Se trata del desorden que presentan los niños y las niñas al estar lejos de sus padres y
madres. Así, por ejemplo, los menores pueden rechazar quedarse solos en casa y
preocuparse constante y excesivamente ante la posibilidad de perderse o ser
secuestrados.
Depresión infantil
Autismo
Junto con el trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH) es uno de los problemas más tratados las consultas de
psicología infantil. Se trata de una alteración que genera una gran inestabilidad
emocional y que comprende la distracción, la hiperactividad y la impulsividad.