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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL TRABAJO


CONSULTORÍA JURÍDICA

N° 69
CONSULTA: El SINDICATO AUTÓNOMO REGIONAL DE TRABAJADORES DE EMPRESAS
FABRICANTES, DISTRIBUIDORAS Y EXPENDEDORAS DE ALIMENTOS Y BEBIDAS EN EL
DISTRITO FEDERAL Y ESTADO MIRANDA (SATREFAB) se ha dirigido a esta Consultoría Jurídica
para solicitar interpretación del artículo 134 de la Ley Orgánica del Trabajo, respecto de que si
la propina es parte del salario.

DICTAMEN: Esta Consultoría Jurídica es de la opinión  que la intención del legislador en la Ley
Orgánica del Trabajo en su artículo 134, es establecer que, tanto la propina  de acuerdo con la
costumbre o el uso local, como el porcentaje  sobre el consumo, se considerará a ambas
modalidades, formando parte del salario.

 A fin de dar repuesta a la Consulta planteada, es conveniente transcribir el  Artículo 134 de la
Ley Orgánica del Trabajo, el cual estable:

Artículo 134. En los locales en que se acostumbre cobrar al cliente por el servicio un
porcentaje sobre el consumo, tal recargo se computará en el salario, en la proporción que
corresponda a cada trabajador de acuerdo con lo pactado, la costumbre o el uso.

Si el trabajador recibiera propinas de acuerdo con la costumbre o el uso local, se considerará


formando parte del salario un valor que para él representa el derecho a percibirlas, el cual se
estimará por convención colectiva o por acuerdo entre las partes. En caso de desacuerdo entre
el patrono y el trabajador la estimación se hará por decisión judicial.

PARÁGRAFO ÚNICO.- El valor que para el trabajador representa el derecho a percibir la


propina se determinará considerando la calidad del servicio, el nivel profesional y la
productividad del trabajador, la categoría del local y demás elementos derivados de la
costumbre o el uso.

En tal sentido,  el artículo 134 es a todas luces, según  el Tratadista Fernando Villasmil Briceño, 
estamos ante una modificación que se limita solo a ratificar el carácter salarial del llamado
“porcentaje de servicios” y el derecho del trabajador a percibir propinas, y al  respecto expone,
el mencionado autor:

La única adición al texto original es el Parágrafo Único, que señala los criterios para cuantificar
el derecho del trabajador a percibir la propina, indicando entre otros, la calidad de servicio, el
nivel profesional, la productividad del trabajador, la categoría del local, y otros elementos
derivados de la costumbre y el uso. Como puede observarse el Legislador distingue claramente
entre el porcentaje de servicio, esto es el tanto por ciento fijo que se carga al cliente en la
factura, en proporción a los bienes o servicios consumidos, porcentaje que la tradición ha fijado
en un 10 % sobre el monto de la factura, y la propina, que es una retribución graciosa o
gratificatoria que el cliente deja en el platillo, como recompensa adicional por la atención
recibida. 

En lo que concierne al porcentaje de servicio la Jurisprudencia y la Doctrina son unánimes en


reconocer su carácter salarial, por tratarse de un porcentaje fijo que el consumidor paga,  más
bien como un componente del precio de los servicios prestados que como un acto voluntario; y
como quiera que el monto arrojado en el día o semana por ese porcentaje de servicio ingresa
total o parcialmente en el patrimonio de los trabajadores con ocasión del trabajo, de
acuerdo con un sistema de puntos que el uso y la costumbre han establecido, tomando  en
cuenta la importancia  y categoría  de cada uno de los trabajadores, no es posible excluir ese
beneficio del ámbito salarial, por tener las características de regularidad, permanencia y libre
disponibilidad por el trabajador. En cambio, en lo que toca la propina graciosa, que depende por
entero de la voluntad del cliente, la tendencia ha sido negar su carácter salarial, por tratarse de
pagos enteramente eventuales y aleatorios, que depende únicamente de la voluntad del cliente
y sin injerencia  alguna por parte del empleador. Por ello, autores como Manuel Alonzo García,
sostiene que cuando la propina consiste en una donación, en un acto de liberalidad del cliente,
no cabe hablar de salario, lo que si ocurre cuando esa propina se percibe en forma regular, bajo
forma de un recargo en el servicio. Pero, otros laboralistas como Juan Pozzo no admiten la
exclusión como salario, de la propina graciosa o gratificatoria, por que  esa propina
voluntaria del cliente vendría a constituirse en una posibilidad de ganancia adicional,
que el patrono concede al trabajador; y esa posibilidad debe asimilarse a una retribución en
especie, como lo es la comida, el alojamiento o la habitación. Justo López, explica el
carácter salarial de la propina, a partir de la combinación  de dos obligaciones a cargo del
patrono, la primera es una obligación de “hacer” y consiste en la obligación de “dar
trabajo”; y la segunda, es una obligación de “no hacer” que consiste en no impedir
que el trabajador recaude y haga suya la propina. (resaltado nuestro)[1].

De modo tal, que para  Villasmil Briceño, no es discutible el carácter salarial del llamado
porcentaje de servicio y del derecho a percibir la propina; en el primer caso, es salario la
totalidad de la participación del trabajador en dicho porcentaje diario, semanal o mensual; y en
el segundo, el monto que estimen convencionalmente,  el empleador y el trabajador como valor
del derecho a  recibir la propina graciosa.

En este mismo orden de ideas,  el tratadista Rafael Alfonzo Guzmán, con relación al porcentaje
sobre el consumo y las propinas, establece:

Son realmente, formas de pago del salario.  En estricto sentido técnico, los ingresos del
trabajador por recargo porcentual sobre la consumición, o por concepto de propinas voluntarias 
de la clientela del establecimiento, no constituyen el salario. Como obligación del patrono,  el
salario es la ventaja, evaluable en dinero, que en razón del contrato proporciona al trabajador,
consistente en el derecho de trabajar en el establecimiento  donde el consumo de la clientela se
produce, y la propina es una práctica permitida y usual[2].                 

Ahora bien,   esta Consultoría Jurídica es de la opinión  que la intención del legislador en la Ley
Orgánica del Trabajo en su artículo 134, fue la de establecer que tanto -  por el servicio un
porcentaje sobre el consumo-  como -la propina  de acuerdo con la costumbre o el uso local-  se
considerará a  ambas modalidades, formando parte del salario. 

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Al respecto considera este Despacho necesario resaltar que en este supuesto,  el principio
cardinal de la ley Orgánica del Trabajo establecido en el artículo 129 cuando dispone: “El salario
se estipulará libremente, pero en ningún caso podrá ser menor que el fijado como
mínimo  por la autoridad competente y conforme a lo prescrito por la Ley” (resaltado nuestro) .

Este  principio laboral, no es otro que el derecho de todo trabajador, de recibir de conformidad
con la legislación laboral una remuneración  prevista  como mínima por la autoridad
competente, y cuyo efecto no es otro sino el de servir de  base para cualquier relación laboral.
En tal sentido en el presente caso, considera esta Consultoría Jurídica imperioso, la necesidad
de recalcar que el salario mensual,  incluyendo el porcentaje de servicios y las propinas de los
mesoneros, nunca puede ser inferior al establecido por ley como mínimo.

En estos términos queda expuesto el criterio de esta Consultoría Jurídica.

Caracas,

FRANCISCO JAVIER LÓPEZ SOTO


CONSULTOR JURÍDICO

[
1] Fernando Villasmil  B. (2000) “COMENTARIOS  A LA LEY ORGÁNICA DEL TRABAJO”.
MARACAIBO-VENEZUELA  tomo I pp227-228
[
2] Rafael Alfonso Guzmán. (2001)  “NUEVA DIDÁCTICA DEL DERECHO DEL TRABAJO”  pp189.

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