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Seminario 21.

Construcciones en el análisis
Freud se encuentra con la repetición y ubica ciertos grupos de procesos psíquicos que están separados del recordar y
olvidar, aquellos que se manifiestan en el retorno del icc son grupos de procesos psiq del lado de la represión y
retorno de lo reprimido; y aquellos que se presentan como repetición de fragmentos de vida real constituyen un
limite al desciframiento interpretativo.
El consabido propósito del trabajo analítico es mover al paciente para que vuelva a cancelar las represiones de su
desarrollo temprano y las sustituya por unas reacciones como las que corresponderían a un estado de madurez
psíquica
La transferencia negativa produce una interrupción del análisis sino hay un buen manejo de la transferencia. Por otro
lado la Reacción Terapéutica Negativa es la eternización del análisis, el sujeto se aferra al síntoma como
padecimiento y busca la permanencia en la cura.
La distinción entre la interpretación y la construcción que son dos modalidades u operaciones de intervención del
analista. La interpretación que es lo que refiere a lo que uno emprende como un elemento singular del material, una
ocurrencia, una operación fallida, etc que esta del lado de las formaciones del inconsciente… y la construcción es que
al analizado se le presente una pieza de su prehistoria olvidada, es decir, como los acontecimientos anteriores a la
capacidad del lenguaje.
La interpretación es la operación que va a quedar del lado del desciframiento icc a partir de las ocurrencias, los
sueños, actos fallidos del paciente que retornan desfiguradamente de lo reprimido.
La construcción nos queda como instrumento a partir del límite de la interpretación. Las piezas de la prehistoria son
los recuerdos que no fueron olvidados, aquellos que nunca podrán ser recordados. Freud va a decir que las piezas de
la prehistoria, en lo terapéutico rinde lo mismo que un recuerdo recuperado, no lo es, sino que lo vale. Y la
construcción es un sustituto no integral, el analista lo que desea es levantar la amnesia infantil pero no se puede, por
lo tanto, lo que debe hacer el analista es construir lo olvidado y lo que nunca podrá retornar como recuerdo.
La construcción constituye una conjetura a examinar, confirmar o desestimar. Es decir, lo esperable es que esta
conjetura se mude en convencimiento del paciente, que no se trata de convencer al paciente, sino referido a la
reelaboración de las resistencias como un modo de afectar lo pulsional.
Freud indica que no le interesa el si o el no del paciente a secas, ambos son multivocos. Indica que el analista debe
servirse de lo que denomina como corroboración indirecta. El consabido propósito del trabajo analítico es mover al
paciente para que vuelva a cancelar las represiones de su desarrollo temprano y las sustituya por otras reacciones
acordes al momento de la vida. Debe volver a recordar ciertas vivencias y las mociones de afecto por ellas
provocadas.
Introduce dos piezas del trabajo analítico: para el analista que debe mover al analizado a recordar lo reprimido y la
operación del analista pasa a segundo plano, se trata de colegir lo olvidado desde los indicios que ha dejado. A partir
de la materia prima del analizado, las ocurrencias, los sueños, las repeticiones… El analista trabaja en su trabajo de
construcción o reconstrucción a través de los restos.
Con esta materia prima, debemos nosotros producir lo deseado. Y lo deseado es una imagen confiable, e íntegra en
todas sus piezas esenciales, de los años olvidados de la vida del paciente
El analista da cima a una pieza de construcción, la comunica al analizado para que ejerza efectos sobre el y luego
construye otra pieza a partir del material que afluye.
Tanto el si como el no, representan puntos de apoyo para la construcción, pero al final y solo la continuación del
análisis va a decidir si es correcta o no (temporalidad retroactiva)
El si directo puede afirmar que la construcción es correcta pero solo adquire valor si continúan corroboraciones
indirectas (asociaciones, recuerdos nuevos, en su discurso)
Respecto del no, puede exteriorizar alguna resistencia porque puede indicar alguna contradicción que provenga de
algún fragmento no descubierto.
Freud dice que no produce daño alguno equivocarnos, si la construcción es incorrecta el paciente queda como no
tocado, y podemos tomar como un modo de pensar la confirmación de que una construcción dio en el blanco en
algunos dichos del paciente “no me parece” “nunca se me paso por la cabeza” “no lo había pensado” se traduce en
que en este golpe se acerto con el icc. Es esperable que se produzca alguna asociación o formación
Los efectos de la construcción certera:
1. Empeoramiento en la cura que se articula con la RTN
2. Relanzamiento de la cadena de representantes psiq, es decir, la emergencia de formaciones del icc que
confirman la justeza de la intervención analítica.
3. A todas luces certera, emergencia de lo hipernitido, restos visuales y auditivos que se revelan en su irrupción
alucinatoria
Freud dice que les acudían vividos recuerdos calificados como hipernitidos pero no recordaban el episodio que era
contenido del recuerdo. Nada seguía a esos recuerdos
Seminarios 22. Fetichismo y Totem y Tabu
Fetichismo
Totem y Tabu
Freud estudia las religiones primitivas y las ubica como base de los sitemas de organización social mas antiguo, esto y
la religión mas primitiva, es el sistema totémico. Este sistema totémico consiste en una organización en clanes, que
están filiados a un tótem; el tótem es un animal sagrado, a la vez temido y respetado, y los miembros de un clan se
suponen un origen en común con este animal, y se dan a si mismo el nombre del tótem. El sistema totémico organiza
un sistema de parentesco y un sistema de prohibiciones para regular un funcionamiento social básico.
Las dos principales prohibiciones del sistema totémico son: no matar ni comer al animal totémico, salvo en rituales
específicos; prohibición del incesto entre los miembros de un mismo clan.
La gran satisfacción es la fiesta totémica en donde se sirve la comida totémica, y en estos rituales se liberan todas las
prohibiciones y es la única circunstancia en la que esta permitido sacrificar al animal totémico y todos los miembros
del clan deben comerla. Freud indica que este es el modo mas antiguo de comunión, el cual se da a través de la
incorporación, porque la creencia es que por incorporación se pueden asimilar todos los atributos de lo que se
incorpora, en este caso, serian los rasgos del animal sagrado (fuerza, destreza, coraje) este es el modo mas primitivo
de identificación.
Las dos prohibiciones del sistema totémico coincide con las dos prohibiciones que establece la resolución del C.Edipo
(parricidio, incesto) que son los dos deseos que llevan a adelante el C.E, que luego se resuelve y comienzan a
funcionar psíquicamente como prohibición.
Freud establece que el animal sagrado es una formacion arcaica sustitutiva del padre, y a la vez una formacion
sustitutiva entre el padre y el Dios. La religión primitiva se caracteriza por esperar protección de parte del dios y
sentir hacia el la culpa, estos son dos modos de la añoranza del padre.
Freud va a formar una hipótesis sobre el origen del sistema social, cuya primer formacion es este sistema totémico.
Esta hipótesis es el crimen de la horda primitiva, que consiste en que antes de esta organización social habría
existido un protopadre, que es un padre primitivo odiado y temido, porque gozaba de todas las mujeres y porque
sometia a los hijos, es decir, la imagen de un protopadre, seria la de un padre feroz, obsceno, al que se le reserva un
goce sin restricción y excepciones sin limites. Este protopadre es asesinado por la horda de hermanos y es ingerido
para incorporar sus atributos.
Luego, se establece un acuerdo entre hermanos, que es el primer modo de lazo social, que indica que ninguno va a
ocupar el lugar del padre asesinado. El primer impacto social es entonces la Ley Fraterna.
Freud va a decir que si los rituales deben repetirse cada tanto tiempo, es porque son una conmemoración de ese
crimen de la horda primitiva que expresan a su vez, culpa y adoracion por el padre asesinado, es decir, que situa
sentimientos de ambivalencia. Estos sentimientos, dice Freud, que son los mismos que presentan los neuróticos en
el Complejo Paterno, hacia el padre hay temor, odio, culpa y adoracion.
Lo que surge del crimen, surge por obediencia restrospectiva, o sea, la parte de la añoranza del padre surge con
posterioridad es la que permite la obediencia restrospectiva que se imponen a si mismos, y da origen a la conciencia
de culpabilidad.
El sentimiento de culpa va a tener una característica de empje cruel, de ferocidad, que tiene que ver con su origen
de ser incorporación y resto del padre de la horda primitiva y de su carácter de crueldad. Freud va a localizar que en
este sentimiento de culpa se satisface en la crueldad, que es lo que funcionara como característica del superyó,
como un carácter imperativo de culpa que se satisface cruelmente en la necesidad de castigo.
Teórico 23. Más allá del principio del placer
Anteriormente, Freud trabajo con el proyecto de psicología para neurólogos, donde decía que además de la
experiencia de satisfacción, también había una experiencia de dolor que quedaba como resto, a la cual denomino
como monto de afecto. Cuando Freud trabajo con psiconeurosis de defensa, además de toda la elaboración que
realiza con respecto al monto de afecto y las diferencias entre neurosis obsesivas e histeria, en la histeria se inviste al
cuerpo; y en la neurosis obsesiva hay un desplazamiento a otro representante psiq.
Además de todo lo que había ubicado anteriormente, tenía que nombrar una fuente independiente de
desprendimiento de displacer y sigue sosteniendo que lo que gobierna el aparato psíquico es el principio de placer .
Se topa con inconvenientes tanto en la transferencia como en los sueños punitivos y de angustia, que no producen
efectos placenteros, lo que ocurre es que esta el deseo reprimido y lo represor.
Freud duda, y en “Mas allá del principio del placer” iba a producir una subversión absoluta porque iba a reorientar
toda la clínica, indicando que el neurótico iba a consulta para curarse del padecer y se encontraba con que defendía
en la cura el padecer como si fuera su tesoro más preciado, como que sostenía el deseo de seguir padeciendo.
Freud indica que en los seres humanos padecemos de modo de satisfacción masoquista muy fuerte, que no solo se
indica en las neurosis sino en los pueblos y las sociedades.
Sin el concepto de “pulsión de vida y de muerte”, de “más allá del principio del placer” no pudieran explicarse los
fenómenos humanos de neurosis de destino, como los pueblos eligen a gobernantes que tientan contra ellos, que
alguien se enamora de personas que le harán daño y lo repite. Freud da cuenta que lo que regula el aparato psíquico
no es el principio del placer, no es que el ser humano busca el placer.
Freud dice que la teoría pulsional que el había organizado (pls yo vs pls sexuales) que luego pasa a ser (libido del yo
vs libido del obj) y llega a su ultima conceptualización que el ser humano se trata del conflicto entre dos pulsiones
(pls de vida eros vs pls de muerte tanatos) que entran en conflicto permanentemente. La pulsión de muerte produce
los efectos de la compulsión y lo que alienta al odio. Las irrupciones de pulsión de muerte van a producir lo peor, por
ejemplo, el ataque de pánico, que produce de una angustia sin medida y traumática y genera distintas respuestas.
Freud con esto tiene que reformular toda la clínica y formular el concepto de compulsión de repetición como
fundamental y nuclear.
Masoquismo femenino: meta pasiva que no tiene que ver con la mujer, sino en placer en hacerse golpear, humillar,
castigar, violar…

Practico 23. Más allá del principio del placer


Este texto produce una ruptura de Freud con lo que él mismo venia elaborando hasta el momento, y la ruptura de la
organización de los conceptos con los que venía trabajando.
Freud ante el obstáculo se permite y se autoriza a usarlo como trampolín hacia la construcción de nuevas
elaboraciones, para Freud el obstáculo es un terreno fértil donde se pueden sembrar nuevas cosas.
Freud sitúa como para el ser humano lo más primitivo no está del lado del querer hacer el bien, como los sujetos no
buscan el bien humanitario, sino que hay una satisfacción en el dolor propio y el ajeno. De esta manera hay una
ruptura también de lado de los ideales de su época
Se apoya para crear estas elaboraciones y para dar las razones de esto, en el elemento clínico que se topa desde el
inicio del psicoanálisis, el cual ha intentado darle distintos conceptos: la compulsión de repetición. Este elemento lo
lleva a hacer un cambio de paradigma, implica que en la vida anímica existe una insistencia a repetir que se impone
más allá del principio del placer.
Va a plantear en este texto que hay una pulsión más originaria, que hay una tendencia del ser vivo a volver a lo
inorgánico: a la muerte. Esto lo llama pulsión de muerte, que intenta restablecer este estado anterior y volver al
mismo lugar (la muerte, estado inerte) suprimir la tensión. La pulsión de muerte es el nombre de más allá del
principio del placer y es el soporte de la satisfacción en el dolor propio y ajeno . Lo que enseña Freud en este texto es
que es más originario que la pulsión de vida. La pulsión de muerte nunca se observará en su estado puro, siempre
está acompañada de la pulsión de vida.
Hasta 1920 la teoría psicoanalítica había sostenido la teoría que los estados anímicos estaban regulados en el
principio del placer, y el placer y el displacer correspondía a un incremento o disminución de la excitación del
aparato. A partir de acá en adelante, un nuevo principio gobierna el aparato psíquico, que se llamará “más allá del
principio del placer” el principio del placer seguirá funcionando, pero no como núcleo ni fundamental ya que pierde
su valor de comando a partir de la compulsión de repetición.
La pulsión de muerte es ubicada a partir de la vista que le da la compulsión de repetición ligada a la satisfacción de
otra índole de otra fuente directa.
Aparece el tercer dualismo pulsional: pulsión de muerte VS pulsión de vida.
La pulsión de vida es un suplemento de componentes eróticos que se encarga de retrasar y marcar las vías por
donde el organismo morirá, es decir la pulsión de muerte busca volver a lo inorgánico de la manera mas rápida
posible, para ello se produce una entremezcla entre pulsión de vida y pulsión de muerte. Esta mezcla pulsional es
con el fin de neutralizarla, la pulsión de vida retrasa ese fin de la pulsión de muerte. Por el contrario, cuando ocurre
la desmezcla, implica desagregar el erotismo cuando se separan.
Las pulsiones no se pueden ver en estado puro, sino que se presentan en proporciones variables.
La existencia de una pulsión más originaria fundamenta que el aparato psíquico no este gobernado por el PP sino por
más allá del PP.
Freud empieza a interrogarse por las dificultades de los fines de los ttos, lo confronta con que los sujetos no se
quieren separar de aquello que le produce dolor, y que además, lo repiten y se aferran a ello.
Anteriormente, la repetición es aislada con el agieren, porque hay algo que no se recuerda, que no pasa por el
circuito del recuerdo, pero se repite. Ya no son los representantes psíquicos que se repiten en la producción de las
formaciones del icc sino que se trata de lo que se repite en acto.
Freud da cuenta que el sujeto repite en transferencia con el
analista fragmentos de su vida infantil que siempre fueron
penosas (no fueron placenteras nunca) además, estos fragmentos
no entran en el retorno de lo reprimido. De acá surge la
interrogante de que estatuto darle a tal repetición de situaciones
penosas. ¿Por qué los sujetos vuelven una y otra vez al momento
del trauma o del dolor?
Para ello, distingue estos tres elementos y luego indica que hay
una fijación inconsciente al trauma. Freud dice que existen unas
enigmáticas tendencias masoquistas del yo. Esto produce un
nuevo cambio en la lectura, ya que comienza a conectar a la
repetición con un placer de otra índole, o un placer que proviene de otra fuente directa.
Referentes clínicos de la pulsión de muerte:
1. Sueños neurosis traumatica: hay factor sorpresa, terror y el daño físico contrarestra la neurosis traumatica.
2. Juegos infantiles: fortdat, el niño hace activo lo sufrido pasivamente.
Freud se encuentra en la clínica con una tendencia o compulsión que habita en los sujetos, una modalidad se
presentación clínica que juega en que el sujeto se defiende ante lo que le provoca dolor o sufrimiento. Hay una
búsqueda de satisfacción en el dolor en el propio cuerpo en el cuerpo del otro.
Los sueños traumáticos que se repiten una y otra vez, el sujeto repite lo que le genera sufrimiento y es producto de
un flujo excesivo de excitación que anula el PP. El paradigma del PP son los sueños, donde los procesos primarios y
secundarios están al servicio del PP. El principio de realidad releva al PP que si bien, no lo resigna, lo pospone para la
conservación del aparato. Obliga a esperar a dar un rodeo para la satisfacción, que no es directa sino mediante un
rodeo y recorrido cuyo límite es la fantasía. El camino de la formación del síntoma es la fantasía, porque la fantasía
es la soldadura entre la actividad autoerotica en el punto de fijación y los representantes del deseo.
Los sueños no ejemplifican el retorno de lo reprimido, sino la compulsión a la repetición, unir una y otra vez al
soñante a la situación traumática. Se trata de una falla a nivel de la función del sueño, por tanto, la elaboración
onírica que trataría de transformar las huellas mnémicas de sucesos traumáticos en cumplimiento de deseo, no
podría producir ese trabajo. Podemos decir entonces, que con los sueños traumáticos la hipótesis del sueño como
cumplimiento del deseo cae y fracasa la función del sueño de ser el guardián del dormir, es decir, fracasa la egida del
PP como principio que regula en quantum en el aparato psíquico. Es por esto, que el efecto de estos sueños es
siempre el despertar.
Con los sueños traumáticos Freud empieza a pensar en una tendencia masoquista del yo, por eso, mas alla de la
reelaboracion de lo traumático se pregunta si habrá algo que se satisface con el volver a lo traumatico una y otra vez.
Freud deduce que hay un exceso que se satisface el intererior del cuerpo en el sufrimiento.
El cuadro de la neurosis traumática se aproxima a la histeria por presentar abundantes síntomas motores pero lo
sobrepasa la mente.
En las ns traumáticas se toman dos elementos, el centro de gravedad de la causación se situa en la sorpresa y el
terror, y un simultaneo daño físico o herida contrarrestan en la mayoría de los casos la producción de la neurosis.
Juego infantil: Freud observa el primer juego autocreado de un niño de 1 año y medio, primeramente arrojaba
objetos lejos de el y al hacerlo exclamaba “ooo” que significaba fort (se fue) es decir, el niño jugaba a que sus objetos
se iban. Luego indica que el niño tenia un carretel de madera atado con un piolín. El niño arrojaba el carretel al que
sostenia por el piolín, y el carretel desaparecia dentro de la cuna y pronunciaba “ooo” y después tirando del piolín
sacaba el carretel de la cuna y saludaba con un “da” (aca esta)
El niño frente a la partida de la madre no presentaba síntoma de angustia o dolor. La parte que mas repetía en el
juego era la partida (punto mas doloroso), a pesar de que mayor placer sin duda, correspondía al aparecer o volver.
En esta secuencia se denota que no responde al PP, sino que debería ser completo. Freud interpreta que el niño vivía
activamente lo que vivió de forma pasiva o que tal vez sofocaba el impulso de vengarse por la partida de la madre.
Hay una ganancia de placer de otra índole, una satisfacción que proviene de otra fuente que supone que aquello que
se repite nunca fue placentero.
Freud dice que la interpretación del juego consistía que se entramaba con el gran logro cultural del niño: su renuncia
a la satisfacción pulsional de admitir sin protestas la partida de la madre. Se compensaba, digamos, escenificando
por si mismo con los objetos a su alcance, ese desaparecer y regresar.
En la vivencia, el niño era pasivo afectado por ella, ahora se ponía en un papel activo repitiéndola como juego, a
pesar de que fue displacentera.
Dice Freud con los juegos infantiles, que los niños repiten en el juego todo cuanto les ha hecho gran impresión en la
vida de ese modo abreaccionan la intensidad de la impresión y se adueñan, por asi decir, de la situación. Por otro
lado, todos sus juegos están presididos por el deseo dominante en la etapa en que se encuentran: ser grandes y
obrar como los mayores, también se observa que el carácter displacentero de la vivencia no siempre la vuelve
inutilizable para el juego. En cuanto el niño cambia la pasividad del vivenciar por la actividad del jugar, provoca a un
compañero de juegos lo desagradable que a el mismo le ocurrió y asi se venga en la persona
Seminario 23. Más allá del principio del placer

Practico 24. El problema económico del masoquismo (1924)


Dice Freud, que el masoquismo es incomprensible si el principio de placer gobierna los procesos anímicos tal que su
meta inmediata sea la evitación de displacer y la ganancia de placer.
Freud distingue al principio de Nirvana del principio de placer, ya que, de ser idénticos, todo placer debería coincidir
con la elevación, y todo placer con una disminución de la tensión de estímulo presente en lo anímico. Pero dice que
esta concepción no puede ser correcta, que el placer y el displacer no pueden ser referidos al aumento o la
disminución de una cantidad (llamado tensión de estímulo), parecieran no depender de este factor cuantitativo, sino
de un carácter de él, que solo podemos calificar de cualitativo. Sin embargo, esto por ahora son suposiciones, dice
que como quiera que fuese, deberíamos percatarnos de que el Principio de Nirvana, súbdito de la pulsión de muerte,
ha experimentado en el ser vivo una modificación por la cual devino principio de placer (intervención de Eros), y por
lo tanto, no podemos considerar estos dos principios como uno solo.
La pulsión de vida conquisto un lugar junto a la pulsión de muerte en la regulación de los procesos vitales, en
consecuencia, el Principio de Nirvana expresa la tendencia de la pulsión de muerte; el principio de placer subroga la
exigencia de la libido; y su modificación, el principio de realidad, el influjo del mundo exterior. Ninguno de estos 3
principios es destituido por los otros.
Esta reflexión lleva a Freud a deducir que no puede rehusarse al PP el título de guardián de la vida.
Por otro lado, se entiende como masoquismo el placer o la satisfacción por el dolor o el sufrimiento y es posible
distinguir un masoquismo erógeno, uno femenino y uno moral.
El masoquismo va a ser el resto de la ligadura entre la pulsión de vida y pulsión de muerte, y en ese resto va a ser un
momento fundante y estructural que va a tener un valor traumatico interior a la estructura (económico)
En el ser vivo, la libido (eros) se enfrenta con la pulsión de muerte que impera dentro de él, con intención de
desagregarlo y llevarlo a la condición de estabilidad inorgánica. La tarea de la libido (p.vida) es volver inocua esta
pulsión destructora(p.muerte), desviando una buena parte hacia afuera, dirigiéndola hacia los objetos del mundo
exterior. Recibe el nombre de pulsión de destrucción o de apoderamiento. Un sector de esta pulsión es puesto al
servicio de la función sexual donde tiene a su cargo la operación, es el sadismo propiamente dicho.
Otra parte del sector no obedece ese traslado hacia afuera y permanece en el interior del organismo y allí es ligado
libidinosamente con ayuda de la co-excitación sexual (eros) y por tanto, se obtiene el masoquismo erógeno
originario (es la primera vez que se presenta con la presencia de eros).
La pulsión de muerte actuante en el interior del organismo es idéntica al masoquismo, siendo testigo de la formación
de la ligadura mas importante para la vida, entre eros y pulsión de muerte.
Es destacable este supuesto: se producen una mezcla y combinaciones de ambas clases de pulsión, por lo tanto, no
es posible una pulsión de muerte una pulsión de vida en estados puros, sino contaminaciones de ellas de
proporciones variables. A toda mezcla puede corresponderle una desmezcla.
Por otro lado, el sadismo proyectado (pulsión de destrucción) puede ser introyectado o vuelto hacia adentro,
regresando así a su situación anterior (masoquismo), dando como resultado el masoquismo secundario que se añade
a MEO.
El MEO acompaña a la libido (satisfacción en el dolor)
en todas sus fases de desarrollo, y le toma prestados
sus cambiantes revestimientos psíquicos.
 Org oral: La angustia de ser devorado por el
animal totémico (padre)
 Fase sádico- anal: el deseo de ser golpeado
por el padre+
 La castración interviene en el contenido de las
fantasías masoquistas como sedimento del
estadio fálico de organización
 Org genital definitiva: las situaciones de ser
poseído sexualmente y de parir, características de la feminidad

La unión de la satisfacción y el dolor, a través del MEO es la base de la compulsión de repetición y del obstáculo que
se encuentra en la transferencia para la tramitación de la cura.

M. Femenino: Se expresa en la resistencia del ello. Freud refiere al varón, y hace alusión a las fantasías de personas
masoquistas, que o desembocan en el acto onanista o figuran por si solas la satisfacción sexual, ya sean ejecutadas
como un fin en si mismas o sirvan Para producir la potencia e iniciar el acto sexual. En ambos casos, el contenido
manifiesto es el mismo: ser maltratado de cualquier modo y sometido a obediencia, El masoquista quiere ser tratado
como un niño pequeño, desvalido y dependiente. Ponen a la persona en una situación femenina: castrado, poseído
sexualmente o parir.
En el contenido manifiesto de las fantasías masoquistas se expresa también un sentimiento de culpa cuando se
supone que la persona afectada ha infringido algo que debe expiarse mediante todos esos procedimientos dolorosos
y martirizadores. Esto esconde detrás el nexo con la masturbación infantil y por otra parte, nos lleva al masoquismo
moral.
Lo femenino como expresión va a irrumpir al equilibrio homeostático.
M. Moral: En general, todo padecer masoquista tiene por condición la de partir de la persona amada y ser tolerado
por orden de ella, esta restricción desaparece en el masoquismo moral. Freud indica el supuesto de dejar la libido de
lado y que la pulsión de destrucción fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el si mismo
propio.
En el masoquismo moral no importa quien infrinja el padecimiento; son los casos de reacción terapéutica negativa
por sentimiento inconsciente de culpa. Este sentimiento es una necesidad de castigo cuya satisfacción es el rubro
más fuerte de la ganancia de la enfermedad. El Superyo tiene la función de la conciencia moral, el sentimiento de
culpa expresa una tensión entre el Yo y el Superyo. El Yo reacciona con angustia de la conciencia moral ante la
percepción que no está a la altura de los reclamos de su Superyo. Él posee el ejemplar a que puede aspirar el Yo. El
Superyo es subrogado tanto del Ello como del mundo exterior. Debe su génesis a los primeros objetos de las
mociones libidinosas del Ello: la pareja parental. Ésta fue introyectada en el Yo a raíz de lo cual el vínculo fue
desexualizado y se superó el Complejo de Edipo.
El Superyo conservó caracteres esenciales de las personas introyectadas: su poder, severidad, inclinación a la
vigilancia y castigo. La severidad resulta acrecentada por la desmezcla de pulsiones que acompaña la introducción en
el Yo. Ahora el Superyo, la conciencia moral, se vuelve duro, cruel. El Superyo es el sustituto del Complejo de Edipo;
deviene representante del mundo exterior y arquetipo para el querer alcanzar del Yo.
Las personas aquejadas por una inhibición moral poseen un sadismo acrecentado del Superyo que somete al Yo; en
el masoquismo moral es un genuino masoquismo del Yo que pide castigo. En ambos casos se satisface mediante
castigos.
El masoquismo moral es el testimonio de la mezcla pulsional; su peligro se debe a que desciende de la pulsión de
muerte, que se ha sustraído a su vuelta hacia fuera. Tiene el valor de un componente erótico, por lo que la hasta la
autodestrucción de la persona se produciría con satisfacción libidinosa.
El masoquismo moral va ligado con la instancia psíquica del superyó.
Freud busca el origen del masoquismo moral, dice que es una expresión de esta tensión producida entre el superyó
el yo. Tambien va a marcar la diferencia entre sentimiento icc de culpa y el sentimiento cc de culpa, tomando en
cuenta que el sujeto no va a poder reconocer que tiene una necesidad de hacerse castigar, pero si a poder aceptar
que tiene un sentimiento consciente de culpa que esta vinculado a la culpa de la cc moral y seria no estar a la aluta
del ideal. Por otro lado el icc de culpa es el que le da lugar a la manifestación clínica de la RTN ya que el sujeto no se
siente culpable, sino enfermo, que luego lo denomina como necesidad de ser castigado por una figura parental y
lleva al empeoramiento en el transcurso de la cura, porque hay una satisfacción en el síntoma.
El superyó va a marcar dos caras, una que marca como “asi debe ser” y que tiene que ver mas con la ley y la que
tiene que ver con la prohibición, con lo que no te es permitido ser. En la constitución del superyó siguiendo al padre,
se constituye como una excepción. El superyó se contrapone al yo. La conciencia moral va a venir de como ha sido
vivenciado el Edipo.

Teóricos 24. Pegan a un niño


La fantasia de pegan a un niño o fantasia de paliza es el paradigma por excelencia de todos los neuróticos. Freud
investiga y desarrolla esta fantasia en el campus de la neurosis, entramado con el C.Edipo.
La articulación del análisis de la fantasia con el contexto de Edipo, se forma entre los 3 a 5 años. Tendra una
impronta que va a quedar como una marca para toda la vida.
Anteriormente se trabajaron tres vertientes de la fantasia: la primera, como la fantasia iba al lugar del trauma como
acontecimiento real. La segunda con dos movimientos, la fantasia como sentido viniendo a llenar las lagunas de las
carencias estructurales de la realidad psíquica. La tercera, la concepción de la fantasia como construcción (la fantasia
como fantasma) que es la que se está trabajando en este texto.
Los pacientes comunican más fácilmente los síntomas que las fantasías, porque estas están asociadas a lo íntimo y la
privacidad, y ahí se regodean en su propia satisfacción, es decir, una satisfacción pulsional de característica
masoquista.
Las fantasías son un argumento que siempre son los mismos, se gozan de eso y se ofrecen como resistencias en el
análisis, porque el argumento tiene una fijeza muy fuerte.
Freud va a hablar de tres tiempos o argumentos lógicos donde hay que darle mayor importancia al segundo, que es
el que se construye en el análisis, a pesar de ser el tercer tiempo del que suele hablar el sujeto.
El padre siempre será el padre edipico, con la fijación y el amor al padre del Edipo, tanto para niñas como varones.
El primer momento “el padre le pega a un niño odiado por mi” me siento triunfante porque no es a mí a quien el
padre pega, sino que pega al niño que odio. La satisfacción es de categoría sádica, porque gozo con que mi padre
pega a otro. Pero ese triunfo dura poco, porque de inmediato surge el 2 momento
El segundo momento “soy golpeado/azotado por el padre” surge el sentimiento de culpa por no poder soportar el
triunfo. La satisfacción es de categoría masoquista. Este se construye en el análisis, porque nunca es retorno de lo
reprimido, los sujetos nunca la pueden recordar porque nunca tuvo una existencia real. La situación de paliza
representa una escena de satisfacción sexual, donde ser amado por el padre se representa por ser golpeado por el
padre. Donde además hay una regresión de la etapa fálica a la etapa sádico-anal, pero la satisfacción sigue siendo
masoquista porque goza del maltrato.
Es un lugar crucial y fundamental en todo análisis ya que hay que desmontar ese fantasma, por eso ahí entra en
juego la resistencia porque el sujeto se resiste a abandonar esos puntos de fijación o satisfacción.
Estas dos fantasias, no están dentro del circuito del retorno de lo reprimido, por eso son concientes y son
pensamientos que están permanentes en la conciencia.
El tercer momento, “el padre golpea a otro niño que no soy yo, y yo miro como el padre golpea” en esta fantasia hay
algo que aparece desfigurado, parece que el orden de la satisfacción es sádica, pero es masoquista. El sujeto que
mira como golpea es el mismo fantaseador, se encuentra disociado en dos lugares, el lugar desde donde es golpeado
y desde donde mira el acto. Podríamos decir, me represento en el otro, yo mirando. El sujeto se arma un circuito
pulsional. En el 3 momento realmente no aparece el padre, sino los sustitutos (madre, maestros)
El fantasma de pegan a un niño juega una función económica y funcional, cumple una función crucial por “mas alla
del pp” (pulsion de vida y de muerte). Freud en los 2 y 3 capítulos va a hablar de la tendencia masoquista del yo .
Otra referencia fundamental es la referencia inconciente del ello, hay una nueva dicotomía pulsional, esa pulsión de
muerte que lleva al goce del sujeto.
En el “problema económico del masoquismo”, en el 2do momento, que tiene que ver con esta posición de
satisfacción hacerse pegar, todo lo que le hace otro sujeto, se articula con el masoquismo femenino, donde el sujeto
esta en una posición pasiva frente a lo que le hacen.
Pegan a un niño, la fantasia de paliza se entrama con el C.E, es un fantasma, argumento y modo de satisfacción y
cuya referencia es el padre. Podemos decir que es el paradigma o rasgo primario de perversión totalmente esperable
en el campo de la neurosis
Practico 25. Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico (1916)
El masoquismo erógeno es el resto de la primera ligadura entre pulsión edipica y pulsión de dolor, quedando como
anudamiento satisfacción y dolor, el cual dará lugar a las otras formas de masoquismo, femenino y moral.
El masoquismo femenino es una satisfacción vinculada a hacerse objeto del otro, da lugar a esa resistencia del ello
cuyo referente clínico es la compulsión de repetición en transferencia.
Cuando el medico lleva a cabo el tratamiento psicoanalitico de un neurótico, su interés se dirige al carácter de este.
Le interesa averiguar el significado de sus síntomas, las mociones pulsionales y lo que ha llevado a los deseos
pulsionales a estos síntomas. Pero nota que su investigación es
puesta en peligro por resistencias que el enfermo le opone, y le
está permitido imputar tales resistencias al carácter de este, y
entonces el carácter pasa a primer plano de su interés. Freud
habla de rasos de carácter conocidos por el paciente o que
surjan de la transferencia analítica que aparecen como
obstáculo en la cura.
En este texto, se podrá aclarar la diferencia entre síntoma y
carácter. Por un lado, el síntoma es egodistonico, que produce
interrogantes o incomodidad; por el otro, el carácter es egosintonico, que no produce ninguna reacción que
incomode al sujeto.
El síntoma para el analista es interpretable, posee un significado y tiene satisfacción pulsional. El carácter carece de
todas estas características. El carácter como resistencia en no querer dirigirse hacia un saber y el síntoma como un
mensaje a descifrar

Tres tipos de carácter:


1- Las excepciones: el trabajo psicoanalítico se ve constantemente enfrentado a la tarea de instar al enfermo a que
renuncie a una ganancia de placer fácil e inmediata, No es que deba renunciar al placer en general, debe cambiar esa
ganancia inmediata de placer por poder posponerla por una más segura y un placer futuro. Debe realizar ese avance
desde el principio de placer hasta el principio de realidad por la cual el hombre maduro se diferencia del niño. Este
relevo entre los dos principios, supone un displacer. El principio de realidad propone un rodeo del pp.
Freud dice que hay algunos sujetos que no soportan y se revelan a sentir ese displacer que le genera el principio de
realidad y se argumentan con el haber sufrido suficiente y se han privado bastante, los lleva a sentirse con el
derecho de ser compensado, como una especie de “cobrar una pensión” pues, ellos son excepciones y piensan
seguir siéndolo.
Dice Freud que para que el enfermo pueda presentarse como una excepción, comportarse como tal y reclamar
privilegios, encuentra como peculiaridad común en los pacientes, en sus más tempranos destinos de vida que su
neurosis anudaba a una vivencia o a un sufrimiento que los habían afectado en la primera infancia, de los que se
sabían inocentes y pudieron estimar como un injusto perjuicio inferido a su persona.
Freud utiliza un recorte literario de Shakespeare sobre Ricardo III que refleja que el personaje es un ser un poco
malvado cuyo fundamento tiene que ver con su deformidad física, que no eligió, sino que fue perjudicado por la
naturaleza y por ende se considera como una excepción, y merece escapar de la ley.
Se pregunta por qué al leer esta historia a pesar de ser un poco frívola se siente cierta empatía o afinidad, y dice que
todos de alguna manera tenemos un poco de Ricardo III que nos lleva a interrogarnos sobre circunstancias de
nuestra vida y a sentirnos con derecho de un resarcimiento.
Freud también hace referencia a las mujeres, con respecto a la castración que tiene relación con el daño en el
narcicismo, lo cual va a llevar a la búsqueda de lo perdido y el reproche de ser mujer y no varones y por tanto
merecer un resarcimiento.
Castración -> perjuicio -> resarcimiento (exceso de la posición del sujeto a querer ser compensado)

2- Los que fracasan al triunfar: Es la posición del sujeto que se


siente aplastado por un deseo largamente anhelado que es
cumplido y no puede ser disfrutado, sino que produce un
malestar subjetivo, que Freud ubica como desencadenamiento
de la enfermedad.
Mientras el deseo se queda en el plano de la fantasía, el sujeto
puede manejarlo; pero cundo se concreta aparece la
prohibición o rechazo de un deseo cumplido y que no permite gozar placenteramente de algo de agrado. Freud dice
que la contracción de la enfermedad subsigue al cumplimiento del deseo y aniquila el goce de este.
La diferencia respecto a la formacion de la neurosis reside en que en los otros casos, proviene de conflictos internos
y en este caso el estallido del conflicto es dado por un cambio exterior real.
Freud va a indicar que para que se instaure la
prohibición, será mediante la aparición de una
conciencia moral.
El superyó forma el SIC que el sujeto no puede reconocer
como culpa, y en vez de sentirse como culpa, se va a
expresar sintiéndose enfermo por la necesidad de
castigo, y en consecuencia se produce la RTN y por tanto, el empeoramiento de los síntomas que es mudo, a modo
de una resistencia.
El superyó va a exigir la renuncia a la satisfacción pulsional a través de la prohibición. Llevando a la ecuación de a
mayor renuncia, mayor castigo, siendo lo imposible de soportar.
3- Los que delinquen por Conciencia de Culpa: A diferencia del
anterior, en estos sujetos lo imposible de soportar es la cc de
culpa. La cc de culpa es tan excesivo que demanda un pasaje al
acto criminal para poder producir una falta que alivie de alguna
manera a esta CC. Dice Freud que la conciencia de culpa
preexistía a la falta, es decir, la falta provenia de la cc de culpa.
Este oscuro sentimiento de culpa brota del C.Edipo, es una reacción frente a los dos grandes propósitos delictivos,
parricidio con el padre e incesto con la madre.
Freud hace referencia a que ciertos niños se les observa que se vuelven desobedientes o rebeldes para provocar un
castigo, y una vez cumplido quedan calmados y satisfechos.
A modo de conclusión, la prohibición y la satisfacción están enlazadas, por lo tanto, la renuncia pulsional va a tener
un lugar paradójica, porque al sujeto ser culpable siempre, lo llevara que a mayor renuncia, mayor culpa pero el
sujeto no lo sabe, solo se siente enfermo y lo expresa como necesidad de castigo. Esto puede articularse con el
masoquismo femenino desde la posición de ser humillado y hacerse castigar. Asimismo, se articula con el 2 tiempo
de pegan a un niño que es la construcción de “soy pegado por mi padre”
También hay relación con el masoquismo moral, porque el sentimiento icc de culpa lo manifiesta como una
compulsión a la repetición y por tanto la cc moral siempre reclama nuevas renuncias de lo pulsional

stencia de represión del yo: el yo trataba de mantener alejado lo icc o reprimido, esas contrainvestiduras son
resistencias en el análisis. El yo era un aliado en la cura y ahora de el parten las resistencias, el icc es el aliado y el yo
se opone. Con esta resistencia nos encontramos cuando el paciente habla, no es estructural y no es un gran
problema para el análisis.
Vencer las resistencias es un trabajo arduo pero trae una recompensa por la ventajosa alteración del yo. Pg 179 que
se conserva independientemente del resultado de la transferencia y se afirma en la vida, y simultáneamente hemos
trabajado para eliminar esa alteración del yo que se había producido bajo el influjo del icc. Es decir, establece una
diferencia entre la ALTERACION del yo y la VENTAJOSA alteración del yo.
La alteración del yo es efecto de la puesta en marcha de los mecanismos de defensa frente a lo perturbante, se
altera por obra del efecto defensivo, es adquirida en esa lucha defensiva y es reparable.
La ventajosa alteración del yo, solo se accede a través del pasaje por un análisis y del trabajo sobre la resistencias
estructurales y puntos de fijación. También llamada alteración terapéutica del yo, porque es efecto del análisis que
altera ventajosamente al yo, que perdura después del análisis y no solo se sostiene por el amor de transferencia

Resistencias estructurales:
EL analista se anoticia del SIC como una
conducta repetitiva del sujeto.
La RTN cuando están cerca de la cura,
el paciente se encuentra resignado a la
enfermedad y no quiere deshacerse del
padecimiento porque está ligado a una
satisfacción.
El sujeto se satisface en el castigo.
La RTN como manifestación clínica de
la resistencia del syo no tiene como
riesgo la interrupción del análisis, sino al contrario, lleva al paciente a la eternización del análisis por siempre estar
en busca de una modalidad de castigo. Es un obstáculo para la cura, porque el análisis amenaza al sujeto con dejarlo
sin esa satisfacción. La RTN es el modo en que se presenta el masoq moral en transferencia.
El analista deberá desmontar poco a poco ese syo hostil.
Resistencia del ello
La inercia psiq es la incapacidad de modificarse, la libido esta fijada en el interior y el sujeto esta renuente a
abandonar esos puntos de fijación. Se trata de una viscosidad libidinal o pesantez del movimiento de la libido.
Agotamiento de la plasticidad. Esa fijación en el núcleo del ello se manifiesta con la compulsión de repetición. El ello
es icc pero no reprimido. La comp de repetición se sostiene del ello y se resiste a dejar la satisfacción. La resistencia
del ello entra en conexión lógico con el masq femenino, se va a poner en juego en el análisis y debe maniobrar el
analista, debe operar intentando perturbar esos mecanismos de defensa estereotipadas que aparecen
repetidamente en la cura

Son resistencias que atentan contra el ppio de placer. Son resistencias ligadas a la pls de destrucción. Se llaman
resistencias estructurales porque se conforman en el mismo momento de la estructuración del aparato psiq,
resistencias que obstaculizan la finalización de la cura. No resistencias en el relato

Seminario 27. Escisión del yo


Hombre de los lobos
Deseo de ser poseído sexualmente por el padre bajo la forma de fantasia de renacimiento.
Posiciones o modalidades de la castracion
1. Rechazo o desestimación, perdura y sigue siendo activable
2. Reconocimiento de la castración, no cancela la desestimación
A partir de los relatos de lo que acontece en la costelacion familiar
Ordenamiento lógico de la modalidad de castración
Elemento: cambio de carácter entre 3 años y medio y 4 años. Se había puesto discolo. Encuentra dos
acontecimientos: seducción por parte de la hermana, y el sueño de los lobos. Se porta mal para que lo castiguen. El
padre lo castiga/ ser poseído por el padre

El sueño reenvia al paciente a un recuerdo anterior, inicia la fobia.


A partir de la interpretación del sueño, como respuesta del suceso anterior, Freud construye una escena primordial
de coito de los padres.
Las asociaciones que hace el paciente del sueño pone en juego la castración de la mujer. Realiza la construcción de la
escena primaria. En principio es devolver aquello que no puede retornar como recuerdo, y en la conjetura mover al
convencimiento del paciente. Con el sueño interpretado no era suficiente, se buscaba el convencimiento u otra
posición con respecto a la castración.
Asociaciones entre mariposa y babushka. (Trabajo de interpretación) escena de angustia, despierta el recuerdo de
una persona del sexo femenino.
Compulsion amorosa y condición de amor: mujeres haciendo tareas de limpieza en posición arrodillada.
Busca cambiar su posición con respecto a la castración (86)
Con respecto al tema de las palabras, no pasa por el sentido o significado, sino que tiene otro estatuto. Wespe/Espe.
El hombre de los lobos dice que espe es el (S.P) hay algo del orden de la separación

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