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ANALISIS COMPARATIVO

NOMBRE DEL PROYECTO

“ACCIDENTES DE TRABAJO EN UNA EMPRESA”

CARRERA:

INGENIERIA INDUSTRIAL

PRESENTA:

HECTOR JOSE PERALES LEZAMA. 20720035

ASESORA

M.D. IRMA ALEJANDRA AGUILAR SOTO

Linares, N.L. 21 de Abril del 2023


1.1 Tipos de accidente y los costes que ocasionan.

Existen innumerables maneras de clasificar los accidentes de trabajo, ya que la


clasificación se puede basar en una gran variedad de parámetros, a continuación, se
muestra una tabla con las variables más utilizadas

41
En base a STJ País Vasco 22-02-2000 (AS 773).

Tabla 2: Clasificación de los accidentes laborables

1. Accidente en el centro o lugar de trabajo habitual.


Según el lugar del 2. Accidente producido en desplazamientos durante la
accidente jornada laboral.
3. Accidente “in itinere”.
4. Accidente en otro centro o lugar de trabajo.

Según el número de 1. Con baja médica (uno o más días de baja).


días de baja 2. Sin baja médica.
3. Recaída.

1. Inexistencia de lesión.
Según la gravedad 2. Leve.
de la lesión 3. Grave.
4. Muy grave.
5. Mortal.

Fuente: Elaboración propia a partir de la Orden TAS/2926/2002, de 19 de noviembre, del informe


metodológico estandarizado sobre accidentes de trabajo (ATR) y de la Declaración Electrónica de
Trabajadores Accidentados.

El método más utilizado a día de hoy para clasificar los accidentes de trabajo es
en función del daño que ocasionan (Orden TAS/2926/2002, de 19 de noviembre 42).
Además de esta clasificación podemos distinguir entre accidentes blancos43, incidentes y
accidentes, y, a su vez, dentro de estos últimos tendremos los accidentes que causan
baja médica y los que no.

1.1.1 El coste de la siniestralidad laboral.

Muchas veces los costes derivados de un accidente de trabajo no son


debidamente contemplados, ya sea porque la mayoría de ellos son de carácter indirecto
y no directamente imputables o simplemente porque hemos llegado a un punto que la
sociedad considera que la existencia de accidentes es inherente al trabajo y de tal forma
también son los costes.

Sin embargo, en la práctica los accidentes laborales suponen un coste ciclópeo


para la sociedad, diversos estudios44 estiman que el coste de la siniestralidad laboral
supera en la mayor parte de países el 1% de su PIB. Por ejemplo, la inadecuada
planificación de la actividad preventiva o su ausencia en Reino Unido supuso en el año
2010/2011 un coste de 13.400 millones de libras esterlinas, el equivalente al 1% de su
PIB, más grave es el caso de los Países Bajos en el que este coste ascendió al 4,8% de
su

42
Publicado en: BOE núm. 279, de 21 de noviembre de 2002, páginas 40988 a 41013 (26 págs.)
43
Los accidentes blancos son aquellos sucesos que no originaron una lesión, pero sí daños
materiales y los incidentes son aquellos que no originaron lesión ni daños materiales pero que se repiten
con frecuencia o tienen un elevado potencial lesivo. (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el
trabajo)
44
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU- OSHA) en su resumen
ejecutivo – Estimación del coste de los accidentes y los problemas de salud relacionados con el trabajo.
PIB o el de España que en el año 2012 tuvo un coste aproximado de 12.000 millones de
euros, equivalente al 3% de su PIB.

Con el objeto de profundizar a un nivel más microeconómico podemos afirmar


que el coste total medio de un accidente leve es de 1.002,4 €, este montante es 7 veces
superior al coste de las medidas preventivas que hubiesen podido evitarlo. Por su parte
en el caso de los accidentes graves, muy graves o mortales su coste total medio es de
21.710,2 €, montante 23,7 veces superior al coste de las medidas preventivas45.

Si nos centramos la duración media de las bajas, el tiempo que supone un


accidente leve de media es de 18,2 días, mientras que los accidentes graves o muy
graves supone 178,8 días de absentismo de media46 .

A continuación, se muestra una tabla con los tipos de costes más comunes que
ocasionan los accidentes laborales:

Tabla 3: Clasificación de los costes más comunes


asociados a los accidentes laborables.

Coste humano:

El dolor y sufrimiento físico y psíquico que producen las lesiones y su


tratamiento, así como las técnicas diagnósticas y terapéuticas.
El sufrimiento de la familia y del entorno del trabajador
Coste para el El sufrimiento que provoca el rechazo social hacia los discapacitados
trabajador físicos, psíquicos y/o sensoriales.
accidentado El shock traumático que puede implicar el siniestro para el
accidentado.
La preocupación que genera la pérdida de la capacidad para
desarrollar su profesión habitual y la necesidad de buscar otra, a una
edad y coyuntura de empleo en las que es difícil cambiar y, más aún,
con algún tipo de lesión incapacitante.

45
Con el objeto de añadir mayor objetividad a las cifras elaboradas por el Instituto Riojano de
Salud Laboral en el anexo II de este trabajo se recoge una tabla que estima los costes de los accidentes
laborales en base al informe elaborado por la Universidad Politécnica de Barcelona.
46
Los datos microeconómicos han sido obtenidos del Instituto Riojano de Salud Laboral.
https://www.larioja.org/relaciones-laborales/es/campanas/costes-accidente-trabajo .
Coste económico:

 Pérdida total o parcial de ingresos durante un tiempo, hasta


la curación o para el resto de su vida si la lesión produce
incapacidades permanentes47.
 Pérdida de pluses y/o complementos salariales, que dejan de
percibirse a causa de su ausencia en el trabajo.
 Gastos no cubiertos por los seguros, como pueden ser
traslados a hospitales y centros de tratamiento.

Coste humano:

 La pérdida temporal o definitiva del capital humano que


Coste para la forma parte de la empresa.
empresa  Pérdida de la motivación del resto de los trabajadores y con
ello del nivel de productividad alcanzado en la empresa
antes de producirse el accidente.
 Deterioro del clima laboral en la empresa que pueda
suponer un proceso de investigación o un proceso judicial,
dirigido a depurar posibles responsabilidades sobre el
accidente.

47
A pesar de que el salario del trabajador accidentado se asegura obligatoriamente a través del
INSS o de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, en la mayoría de
situaciones percibirá el 75% de su base reguladora en el período de curación o hasta que se confirme el
carácter definitivo de sus lesiones.
Coste económico:

I. Costes directos:
 Indemnizaciones por concepto de Accidente de Trabajo y
Enfermedad Profesional.
 Gastos de índole sanitaria como material de primeros
auxilios, costes de traslado del accidentado, etc.
 Importe de sanciones o recargos por falta de medidas de
seguridad.
 Importe de abogados, asesorías jurídicas o similares.
II. Costes indirectos:
 Coste de los daños sufridos por la maquinaria, herramientas,
equipos y materiales como consecuencia del accidente.
 Coste del tiempo perdido por los mandos del accidentado
asistiéndolo, investigando las causas del accidente
organizando las medidas de emergencia o la vuelta a la
normalidad, seleccionando o entrenando a los trabajadores
de nueva incorporación, elaborando los informes sobre el
suceso, compareciendo ante posibles requerimientos de la
Inspección de Trabajo y Seguridad Social, colaborando con
los delegados de prevención y el comité de seguridad y
salud en el análisis del suceso y la adopción de medidas
correctoras, así como con los técnicos o servicios de
prevención de la empresa.

Fuente: Elaboración propia en base al informe “Costes de los accidentes laborales” elaborado
por el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
2. Evolución de la accidentalidad laboral en España
El objetivo de este último epígrafe es analizar a través de las estadísticas
publicadas anualmente por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, la
evolución de la siniestralidad laboral del período comprendido entre 2015 y 2018,
prestando especial atención a los factores de riesgo más significativos.

Existen muchos informes y análisis48 a partir del 2012 sobre este tema, pero la
mayoría son promovidos e impulsados por organizaciones claramente partidistas y que
culpan explícitamente del deterioro de las condiciones laborales a ciertas leyes y
normativas aprobadas durante dichos años. A diferencia de los informes antes
mencionados este análisis tiene únicamente el propósito de cuantificar empíricamente la
siniestralidad laboral, aportando solamente datos numéricos y objetivos, sin entrar a
valorar las actuaciones políticas.

2.1 Metodología y limitaciones

Es lógico que el período temporal se antoje algo desfasado teniendo en cuenta


que la fecha de realización de este trabajo y por consiguiente la de consulta de los
informes facilitados por el Estado español, es el ecuador de 2020.

A día de hoy, en la página oficial del Ministerio de Trabajo, el último informe


anual publicado es el correspondiente a 2018, bien es cierto que existen estimaciones
trimestrales sobre el año 2019 y 2020, pero estas adolecen de no ser totalmente
definitivas y por consiguiente exactas, debemos tener en cuenta que los datos
consolidados siempre recogen mayor número de accidentes que los avances. Además,
tampoco se han recogido aplicando la misma metodología estadística que en años
anteriores.

Concretamente estos cambios metodológicos son dos:

1. El primero de ellos es relativo a la definición de accidente mortal, para el


año 2019 y posteriores se adopta la de European Statistics on Accidents
at Work (ESAW). Sucintamente se considerará como accidente mortal el
que ocasiona la muerte de una víctima en el plazo de un año del mismo.
2. La segunda modificación viene dada tras la aprobación del Real Decreto
ley 28/2018 de 28 de diciembre, para la revalorización de las pensiones
públicas y otras medidas urgentes en materia social, laboral y de empleo,
que establece la cobertura obligatoria de las contingencias profesionales
de todas las personas afiliadas al Régimen Especial de Trabajadores
Autónomos (RETA).

Hasta el año 2018 el Ministerio sólo registraba los accidentes de las personas
que cotizaban por estas coberturas, que hasta ese momento sólo eran obligatorias para
los trabajadores por cuenta ajena, mientras que para los autónomos eran cotizaciones
voluntarias y que solo las hacían efectivas un 20% del total 49 (Secretaria Confederal de
Salud Laboral de CCOO, 2019)

48
Informe elaborado por la Secretaria Confederal de Salud Laboral de CCOO sobre la
“Evolución de los accidentes de trabajo en España (2012-2018)”
49
Informe elaborado por el instituto sindical de trabajo, ambiente y salud de CCOO sobre la
“Evolución de la siniestralidad en España” , período 2008-2015.
Por consiguiente, podemos determinar que la inclusión de datos posteriores a
2018 en nuestro análisis afectarían de forma dramática a los resultados del mismo,
siendo más coherente establecer un límite temporal algo más pequeño pero que nos
ofrezca conclusiones más concluyentes sobre la accidentalidad laboral de España.

Finalmente hay que aclarar que en los datos utilizados se recogen únicamente los
accidentes con baja en jornada, sin incluir los accidentes in itinere, también que en la
categoría con el nombre de “No clasificable” se incluyen básicamente los accidentes de
trabajadores del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, pero también otros que
no pueden encuadrarse en ningún código de tipo de contrato, en cuanto a la
nacionalidad cuando se habla de “EU-28” no se incluye a España50 y tampoco se han
tenido en cuenta los accidentes de personas de más de 65 años.

2.2 Factores de riesgo

A la hora de identificar las causas asociadas a un accidente podemos distinguir


entre dos tipos: unas a nivel micro y otras a nivel macro. Las primeras son las más
cercanas al momento en que se produce la lesión, son inmediatas y perceptibles a simple
vista. Estas son inherentes a las propias condiciones de trabajo e incluyen la manera en
que se produce la lesión, por ejemplo, una caída, un golpe de calor o un fallo en los
equipos de protección individual. En el caso de las causas macro, estas son las que
revelan la estructuralidad del accidente, es decir, las causas que se esconden detrás de
los accidentes como las posibles carencias del sistema de prevención de la empresa o la
desprotección de los trabajadores.

Este análisis se encuadra dentro de las causas estructurales que existen detrás de
los accidentes laborales. A continuación, se analizarán los principales factores de riesgo
que determinan la existencia de una mayor propensión a la hora de sufrir un accidente
de trabajo.

Antes de centrarnos en los indicadores de forma específica, podemos afirmar


que desde el 2015 existe una tendencia claramente ascendente en cuanto a la generación
de nuevos accidentes. Si comparamos los accidentes con baja en jornada laboral totales
de final de 2015 con los de final de 2018 observamos que en términos absolutos se ha
producido un incremento de 74.954 nuevos accidentes lo que supone un 16,36 % más
con respecto a 2015. Estas cifras son verdaderamente alarmantes y nos muestran que a
nivel preventivo no se está trabajando correctamente.

50
Al segregar a España, como un único país de forma individualizada en el indicador que estudia
el número de accidentes en base a la nacionalidad, cuando se calcula el relativo a los 28 países que
conforman la Unión Europea se debe excluir a España de dicho cálculo pese a ser un país europeo más ya
que lo que se pretende es observar la incidencia de los accidentes laborales sufridos por trabajadores
europeos, no españoles.
Todos estos incrementos se recogen de forma detallada en la siguiente tabla:

Tabla 4: Cuadro comparativo de la evolución de los accidentes de trabajo con baja en


jornada durante el período 2015-2018

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social.

* Se excluyen trabajadores con edades superiores a 64 años.

* Europa (UE-28) excluye los datos de trabajadores españoles.

2.2.1 Temporalidad.

La temporalidad es el factor de riesgo por excelencia, sin ápice de duda, es el


más estudiado en la literatura. Ya en 1992 el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene
en el Trabajo, determinó que la probabilidad de que un trabajador cuyo contrato es de
carácter temporal se accidente es el triple que el de un trabajador con un contrato
indefinido.

Según un informe publicado en 2003 sobre la economía de la comunidad


autónoma de Aragón, se determina que un accidente es más probable que sea mortal si
le ocurre a un trabajador temporal (García & Montuenga, 2003, pág. 39), en concreto, el
riesgo de morir es del doble para estos trabajadores (Benavides, et al., 2006).

Si atendemos a los datos obtenidos en nuestro análisis el índice de


accidentalidad de los asalariados con contrato temporal en jornada es muy superior
comparado con los trabajadores indefinidos o con los trabajadores autónomos. A
continuación, se muestra un gráfico en el que se recogen los índices de incidencia del
período 2015- 2018:
Gráfico 1: Índices de incidencia en jornada por situación laboral y asalariados por tipo de
contrato

5000
4500
4000
3500
3000
2500
2000
1500
1000
500
0

2015 2016 2017 2018


Contrato Indefinido Contrato Temporal
Trabajadores por cuenta propia

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social.

Si observamos el gráfico vemos como la tendencia de los accidentes laborales en


trabajadores por cuenta propia o por cuenta ajena con contratos de carácter indefinido es
constante incluso algo decreciente en el año 2018. Todo lo contrario, ocurre con los
trabajadores temporales cuya tendencia es claramente ascendente, en términos relativos
se ha producido un incremento del 15,22% desde 2015. Es decir, si en 2015 se
accidentaban 4.020 trabajadores temporales por cada 100.000 a final de 2018 la cifra ha
aumentado alarmantemente a 611 trabajadores más, esto significa que el índice de
incidencia es de 4.631.

Si realizamos la comparativa respecto a las otras dos formas de contratación


obtenemos que de media en el período estudiado se accidentan por cada 100.000
trabajadores un 45,53% más los trabajadores temporales que los trabajadores
indefinidos y un 121,87 % más con respecto a los trabajadores autónomos.

Entre la infinidad de hipótesis que explican la relación directa entre la


temporalidad y la predisposición a ser víctima de un accidente, podemos mencionar, la
escasa experiencia de los trabajadores temporales y la insuficiente formación con
relación al puesto que desarrollan, esto ocurre porque al tener acotado temporalmente el
tiempo que van a permanecer en la empresa, el interés de ésta por invertir tiempo y
recursos en la formación del trabajador es inexistente la mayoría de las ocasiones.
También generalmente los trabajos asociados a estos tipos de contratos tienen unas
condiciones laborales más peligrosas en comparación con los contratos indefinidos. A
todo ello se une la constante incertidumbre que ocasiona ser objeto de un contrato
temporal, además en numerosas ocasiones el trabajador asume más riesgos con el fin de
satisfacer al empleador y poder optar a quedarse de forma indefinida en la empresa.
2.2.2 Sector Económico

El sector servicios es con notable diferencia respecto a los restantes sectores de


actividad el que mayor número de accidentes acumula en España, independientemente
de su gravedad, de si son ocasionados dentro de la jornada laboral o por el contrario si
son considerados “in itinere”.

Gráfico 2: Número de accidentes con baja en jornada según el sector productivo (2018)
Agrario 7%
Industria 21%

Servicios 59%
Construcción
13%

AgrarioIndustriaConstrucciónServicios

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social.

Analizando el gráfico superior se observa como más de la mitad de los


accidentes que se produjeron a lo largo del año 2018 en España tienen lugar en el sector
terciario, estos datos podrían llevarnos a conclusiones erróneas ya que sería cabal pensar
que un trabajador de este sector tiene una mayor predisposición a sufrir un accidente en
comparación con los demás sectores. Sin embargo, esto sería completamente incorrecto
ya que debemos tener en consideración que actualmente el sector servicios aglutina a
más del 75,5%51 de la población ocupada, por ello para comparar la siniestralidad entre
los diferentes sectores es más idóneo recurrir a los índices de incidencia.

Teniendo en cuenta los índices de incidencia recogidos en el gráfico número 3,


podemos afirmar con rotundidad que, pese a que el sector servicios es en el que más
número de accidentes de trabajo se producen, no es el que mayor riesgo de accidente
tiene, ya que en el periodo temporal estudiado de media se producen 2.647 accidentes
por cada 100.000 trabajadores, estos datos lo colocan como el sector más seguro y el de
menor siniestralidad.

51
En el anexo I se detalla una tabla que muestra el porcentaje de población ocupada en función
del sector de actividad durante el periodo comprendido entre 2015 y 2019.
Gráfico 3 : Índices de incidencia de accidentes en jornada por sectores (2015-2018)

Servicios

Construcción

Industria

Agrario

01.0002.0003.0004.0005.0006.0007.0008.0009.000
2018201720162015

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social.

Por el contrario, el sector de la construcción es el que más riesgo ostenta a la


hora de producirse un accidente, durante el periodo referenciado se han producido de
media
7.410 accidentes por cada 100.000 trabajadores, lo que supone más de un 64%, un 28%
y un 29% respecto al sector servicios, industrial y agrario, respectivamente.
Centrándonos en el crecimiento experimentado a lo largo de los años, la situación de
todos los sectores, a excepción del de la construcción y del industrial, es de leve mejoría
o de estabilidad. Se observa como la variación no es sustancial y particularmente en los
sectores agrario y de servicios en el año 2018 se reducen el número de accidentes
respecto al año anterior. Sin embargo, en el sector industrial se aprecia un crecimiento
sostenido durante todos los años estudiados, porcentualmente el incremento ha sido del
8,11%, siendo, más grave aún, si cabe, la situación de la construcción que acumula un
aumento del 14,88 % con respecto a 2015.

Con el fin de profundizar más, deberemos descender a un nivel inferior de


desagregación, al efectuar esta operación observamos, en primer lugar, que aumenta el
diferencial entre las distintas secciones de actividad y en segundo lugar que existen
secciones que, a priori, no deberían tener altos niveles de siniestralidad y sin embargo se
encuentran entre los primeros puestos de la lista, como es el caso del transporte y el
almacenamiento o la hostelería.

Según recoge el informe “Evolución de los accidentes de trabajo en España


2012- 2018” elaborado por CCOO, las secciones de actividad que han incrementado su
siniestralidad por encima del conjunto, convirtiéndose en las actividades más inseguras
y las que mayor deterioro han sufrido con el paso de los años son la construcción
(incremento del 22,9%), las actividades sanitarias y de servicios sociales (un incremento
del 22%) y la agricultura y ganadería (un incremento del 19,8%).
Gráfico 4: Índices de incidencia de accidentes en jornada por sección de actividad (2018)

Industrias extractivas 9.586,1


Construcción Suministro de agua, saneamiento, gestión residuos 7.982,7
dustria manufacturera Transporte y almacenamiento Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca 6.622,5
Hostelería Administración Pública y defensa; Seguridad social…
5.488,5
s, recreativas y de entretenimiento Comercio al por mayor y menor; reparación de vehículos a…
Actividades sanitarias y de servicios sociales Actividades administrativas y servicios auxiliares 5.429,9
Otros servicios Actividades de organizaciones y organismos… 5.297,9
Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire… 3.969,0
Actividades inmobiliarias 3.378,8
Educación Actividades profesionales, científicas y técnicas 3.240,8
Información y comunicaciones Actividades de hogares empleadores de personal doméstico 2.946,7
Actividades financieras y de seguros 2.874,7
0 2.520,9
1.755,1
1.521,8
1.366,9
1.041,7
904,5
784,6
590,7
482,4
331,1

5.000 10.000 15.000

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social.

Finalmente, estudiaremos el impacto de los accidentes mortales en jornada según


el sector productivo en el que se producen, para ello nos centraremos en los dos gráficos
inferiores, el situado en el margen izquierdo representa los accidentes mortales en valor
absoluto mientras que el situado en el margen derecho muestra el índice de incidencia
sectorial.

Gráfico 9: Accidentes mortales en Gráfico 10: Índices de incidencia de


jornada de trabajo según sector. accidentes mortales en jornada según

11,33 11,21 11,3282


10,86
303 294 295 9,29 10,15
9,99
244
6,97
5,57 5,34 5,14
130
107 106 105
99
78 90 2,70
63 7639 67 75 2,24 2,52 2,45

20152016 2017 2018 20152016 2017 2018


Agrario Construcción Agrario Construcción
Industria Industria
Servicios Servicios

Fuente: elaboración propia Fuente: elaboración propia


Atendiendo a los accidentes mortales en jornada, la distribución sectorial
muestra algunas diferencias. En términos absolutos donde más accidentes mortales se
producen es en el sector servicios, sin embargo, en términos relativos este ocupa la
última posición. Son el sector agrario y el de la construcción los que encabezan la lista
de más accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores, con bastante diferencia con
el sector industrial y el sector servicios.

Aunque la crisis económica contribuyó a la reducción de los accidentes de


trabajo graves, en lo que respecta a la mortalidad en la jornada de trabajo los índices no
han adolecido grandes variaciones (De la Cruz Díez, 2015, pág.6).

Por último, profundizando en las actividades específicas de cada sector


productivo, observamos como las secciones de actividad que tradicionalmente han
venido ocupando las posiciones con más siniestralidad continúan haciéndolo. Las
industrias extractivas continúan siendo la sección con mayor mortalidad, concretamente
32,80 accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores en 2018 , por su parte el
transporte y almacenamiento se sitúa en segunda posición, 14,65 accidentes por cada
100.000 trabajadores, debido al gran peso que tienen los accidentes de tráfico en el
conjunto de los accidentes en jornada. Conviene aclarar que, sin ápice de duda, en el
caso de que la minería conformase una sección de actividad propia y no formase parte
de la sección conocida como “industrias extractivas” sería la actividad más mortífera, ya
que actualmente su índice de mortalidad es 1,9 veces superior al de la media de su
sector, ya de por sí el más mortal.

2.2.3 Sexo

El perfil del accidente de trabajo en jornada laboral es marcadamente masculino.


En 2018, el 71% de todos los accidentes acontecidos durante la jornada laboral
correspondieron a hombres, alcanzando el 94% en el caso de los accidentes mortales.
Durante el periodo estudiado, la distribución es idéntica a la correspondiente al año
2018, esta estabilidad posiblemente es ocasionada a las diferencias existentes entre
ambos sexos en el mercado laboral. Tradicionalmente son los hombres los que ocupan
las actividades con mayores tasas de siniestralidad (minería, construcción, industrial
manufactureras, transporte y almacenamiento…) y también gozan habitualmente de
puestos con mayor reconocimiento y de mayor remuneración, aunque actualmente se
advierte una tendencia más paritaria y cada vez son más mujeres las que ocupan puestos
históricamente ocupados por hombres.

Gráfico 7: Distribución del número de accidentes de trabajo en jornada por sexo en


2018

155.209
Varones
29%
Mujeres
377.768
71%

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo,
Migraciones y Seguridad Social.
Sin embargo, esta distribución mayoritariamente masculina no significa que las
mujeres no sufran accidentes, sino que debido a las particularidades de los puestos que
ocupan los accidentes que sufren gozan de unas características propias.

Pese a que los accidentes “in-itinere” han sido excluidos del análisis estadístico,
en este apartado es preciso mencionarlos debido a su gran incidencia. Desde hace años,
concretamente 2009 fue el primer año en el cual las mujeres sufrieron más accidentes
“in- itinere” que los hombres a pesar de suponer una población ocupada muy inferior
(en concreto las mujeres en el año 2018 supusieron de media el 46% de la población
ocupada) al de los hombres. Por ejemplo, en el año 2018, el 55% de los accidentes “in-
itinere” que se produjeron fueron ocasionados por mujeres, en valores absolutos
fueron 46.229 accidentes, mientras que los hombres ocasionaron un total de 38.282
accidentes.

Gráfico 8: Evolución de los índices de incidencia de accidentes “in-itinere” por sexo

700

600

500

400

300

200

100

0 2013 2014 2015 2016 2017 2018


Varones 415,1 429,3 453,2 472,2 480,4 466,9
Mujeres 585,7 595,9 608,3 639,6 640,0 621,7

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social.

Como se puede apreciar en el gráfico superior las mujeres tienen mayor riesgo
de sufrir un accidente “in-itinere” que los hombres. La serie sigue una tendencia
creciente y conforme pasan los años los accidentes de este tipo aumentan, pese a que en
2018 la cifra haya descendido levemente. En promedio, por cada 100.000 accidentes
ocurridos se accidentan 162 mujeres más que hombres y como ya hemos apuntado
antes, siendo mucho menor la población ocupada es una cifra ciertamente alarmante. El
informe “Evolución de los accidentes de trabajo en España 2012-2018” elaborado por
CCOO apunta como posibles causas de esta situación la especial incidencia de la
contratación no deseada de las mujeres trabajadoras (3 de cada 4 personas ocupadas a
tiempo parcial son mujeres) y la conocida como “doble presencia52”.

52
Moreno. N, 2011: “La doble presencia, entendida como la necesidad de responder a las
demandas del trabajo asalariado y del doméstico-familiar de forma sincrónica y que afecta principalmente
a las mujeres”. Como indica Elvira Ramos, profesora de Salud Pública de la Universidad de Murcia, este
concepto surgió fruto de las reflexiones del feminismo, en un intento de asegurar la igualdad entre
hombres y mujeres en el ámbito familiar y laboral.
El primer causante, se puede argumentar, aludiendo al pluriempleo necesario
para poder mantener un nivel de ingresos adecuado, viéndose obligadas a compaginar
varios empleos, con el aumento de desplazamientos que ello implica a lo largo de una
misma jornada y por consiguiente elevando considerablemente el riesgo de padecer un
accidente durante el mismo. En segundo y último lugar la doble presencia hace
referencia a que a día de hoy mayoritariamente sigue siendo el género femenino el que
asume las responsabilidades de los cuidados familiares, y debido a que en el ámbito
laboral son muy pocas las empresas que desarrollan activamente políticas de
conciliación de la vida familiar y de flexibilización del tiempo de trabajo, esto influye
de forma directa en la manera en que se realizan estos desplazamientos, aumentando las
probabilidades de sufrir un accidente.

2.2.4 Nacionalidad

Si comenzamos analizando la influencia que tiene la nacionalidad de un


trabajador a la hora influir de manera significativa en la generación de un accidente de
trabajo, debemos, en primer lugar, apuntar que no hemos tenido en cuenta la
nacionalidad española en el gráfico 9 ya que al ser mayoritariamente la nacionalidad
predominante altera los resultados, por lo que nos centraremos en analizar únicamente
los trabajadores extranjeros53.

Gráfico 9: Evolución del número total de accidentes en jornada según la nacionalidad


del trabajador (sin incluir la nacionalidad española)

25.000

20.000

15.000

10.000

5.000

0
2015 2016 2017 2018
Europa (UE-28)* África América Asia

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social.

Como se puede apreciar en el gráfico superior, existe una clara tendencia


creciente, conforme se suceden los años, el número de accidentes crece de manera
exponencial, a excepción de los accidentes sufridos por trabajadores asiáticos que se

53
Dentro de la consideración de trabajador extranjero se excluyen los trabajadores migrantes,
cuya situación es irregular y no aparecen registrados en las estadísticas oficiales, pero existen
estimaciones que afirman que su inclusión supondría, al menos, 100 muertes más anualmente. (Servicio
Técnico de Asistencia Preventiva, U.G.T., 2007, pág. 3)
mantiene como la nacionalidad extranjera que menor siniestralidad experimenta y la
más estable a lo largo de los años. La nacionalidad extranjera que adolece un mayor
número de accidentes es la europea, seguida de la africana y la americana. Estos datos
únicamente reflejan de manera absoluta el número total de accidentes producidos, por
ello la única conclusión válida que podemos abstraer es que la siniestralidad laboral
continúa empeorando de manera crítica. Para poder determinar cómo afecta la
nacionalidad del trabajador en la generación de accidentes debemos basarnos en la
evolución del índice de incidencia recogido en el gráfico número 10.

Gráfico 10: Índice de incidencia de accidentes de trabajo en jornada por nacionalidad


2018

ESPAÑA OTRA NACIONALIDAD 3.373,3


UE-EXCEPTO ESPAÑA 3.709,7
3.099,6

Mauritania Ecuador Marruecos 6.619,1


uay Ghana Chile Portugal Rumanía Bulgaria Pakistán 6.402,2
India 6.172,3
5.456,0
5.420,9
5.333,4
5.118,6
4.743,1
4.401,4
4.043,6
3.906,6
3.532,5
3.245,7

01.0002.0003.0004.0005.0006.0007.000

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social.

Al analizar la siniestralidad en base a la nacionalidad de la persona accidentada


se observan importantes desigualdades. El índice de incidencia de accidentes en jornada
para la nacionalidad española es significativamente inferior al de los trabajadores
extranjeros, aunque más baja es aún el índice de los trabajadores europeos. Los tres
países con mayor índice de incidencia son Mauritania, Ecuador y Marruecos,
todos ellos prácticamente duplicando el índice general. Es decir que un trabajador cuya
nacionalidad sea cualquiera de las anteriormente citadas tiene el doble de riesgo de
sufrir un accidente que cualquier trabajador español. Es significativo que el índice de
todos los países del continente africano que aparecen recogidos en los datos del
Ministerio se sitúen por encima del índice general, algo que también sucede con los
países latinoamericanos y tres países Europeos: Portugal, Rumanía y Bulgaria.

Es evidente que la siniestralidad está mucho más acentuada en función de la


nacionalidad de la persona accidentada, bien porque habitualmente los trabajos que
ocupan son aquellos que conforman los sectores de más alta siniestralidad, como el
agrario o el sector de la construcción, bien por la mayor dificultad de este colectivo a la
hora de poder hacer efectivos sus derechos, ya sea por su menor poder adquisitivo, el
desconocimiento del idioma etcétera. Además, son las 4 nacionalidades con índices más
elevados (Mauritania, Ecuador, Marruecos y Argelia) las que han evolucionado desde
2015 de manera más negativa que el conjunto de la población, acercándose al doble de
incremento acumulado del índice de incidencia e incluso superándolo.

2.2.5 Edad

Atendiendo a los valores absolutos de accidentes de trabajo en jornada, los


grupos de edad centrales, aquellos comprendidos entre los 35 y los 50 años, son
los que tradicionalmente acumulan el mayor número de accidentes (en el año 2018 el
45% de todos los accidentes corresponden a personas dentro de dicho rango de edad),
debido a que son los grupos que mayor volumen de población ocupada concentran. Por
ello, de manera análoga a los indicadores anteriores, nos centraremos en los índices de
incidencia para poder identificar qué grupos son los que sufren un nivel de siniestralidad
relativa más alto.

Gráfico 11: Índice de incidencia de accidentes de trabajo en jornada por sexo y edad en
2018

HOMBRESMUJERES
5184,

4150,

3582,
3467,

3403,

3378,
3368,

3354,

3232,

3135,26
2560,
2434,83 2368,22 2454,71
2079,75 2139,87
1916,76 1863,02 1906,12 1907,05

De 1 6 a De 2 0 a De 2 5 a De 3 0 a De 3 5 a De 4 0 a De 4 5 a De 5 0 a De 5 5 a De 6 0 y
19 añ o s 24 añ o s 29 añ o s 34 añ o s 39 añ o s 44 añ o s 49 añ o s 54 añ o s 59 añ o smá s
añ o s

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social.

Como se puede apreciar en el gráfico superior, existe una notable diferencia en


la tendencia que sigue la gráfica dependiendo si los datos corresponden a hombres o a
mujeres. En el caso de los hombres, aparece el nivel más alto en el grupo de edad de los
16 a los 19 años y según avanza la edad del trabajador se va reduciendo
progresivamente, esta tendencia puede atender a que un trabajador, recién incorporado
al mercado laboral y carente de experiencia tiene un mayor riesgo de sufrir un
accidente, aunque también
normalmente son las personas más jóvenes las que ocupan los puestos de trabajo con
condiciones más precarias.

Es por ello por lo que la tendencia descendente descrita anteriormente también


se aprecia si analizamos los índices referentes a las mujeres, pero sin embargo a partir
de los 45 años se produce un repunte significativo en el número de trabajadoras
accidentadas. La principal razón atribuible a la disparidad de la tendencia entre los
hombres y las mujeres es el continuo deterioro de las condiciones laborales en
actividades altamente feminizadas (camareras de piso, limpieza, etc.) con mayores
exigencias en ritmos y carga de trabajo.

Carrasco (1996: 35) pone de manifiesto el peligro que supone la legitimación de


un nuevo modelo en el cual los hombres trabajan a jornada completa en el mercado de
trabajo, mientras las mujeres reparten su tiempo entre el trabajo doméstico y un trabajo
asalariado a jornada parcial. Los contratos a jornada parcial (que corresponden en su
mayoría a mujeres) generalmente se corresponden con “un trabajo precario, con
menores beneficios sociales, sin responsabilidades, sin posibilidades de promoción, con
horarios nocturnos, de tarde o fines de semana, creados y ofrecidos a mujeres”.

Este deterioro supone un desgaste psicofísico muy importante, con mayor


incidencia en mujeres de avanzada edad y que directamente está relacionado con un
mayor riesgo de padecer enfermedades o trastornos muscoloesqueléticos, así como
accidentes en el entorno de trabajo.

La tendencia se invierte en los índices de incidencia mortales en jornada como se


aprecia en el gráfico 12.

Gráfico 12: Índice de incidencia de accidentes de trabajo mortales por sexo y edad en
2018
HOMBRESMUJERES
14,

12,
11,
7,
5,
3,

3,

2,
1,

1,
1,

0,

a De 3 0 a De 3 5 a De 4 0 a De 4 5 aDe 5 0 a De 5 5 a De 6 0 y 19 añ o s 24 añ o s 29 añ o s 34 añ o s 39 añ o s 44 añ o s 49 añ o s 54 a
0,
0,

0,

0,
0,

0,
0,

0,

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo,
Migraciones y Seguridad Social.
Los niveles de siniestralidad mortal aumentan a medida que avanza la edad,
situándose los índices más altos a partir de los 50 años en los varones y de los 55 en las
mujeres. La siniestralidad mortal muestra un acusado perfil masculino y de avanzada
edad, efecto que se puede achacar a que el 65% de las muertes en jornada laboral se
deban a patologías no traumáticas, mucho más predominantes en hombres de mayor
edad, y a accidentes de tráfico mucho más habituales en hombres que en mujeres54.

4.3 Un nuevo enfoque

Tras el extenso análisis llevado a cabo sobre los accidentes laborales en jornada
durante el período 2015-2018, si hay algo que es incuestionable es que toda la
amalgama de normas preventivas y todos los mecanismos actuales no están teniendo el
efecto buscado, porque conforme se suceden los años son más los accidentes
producidos. Pese a intentar encontrar algún atisbo de positivismo durante el análisis, lo
cierto es que ha sido imposible apreciar ni siquiera una leve mejoría en ningún ámbito
analizado y eso es verdaderamente alarmante.

Como hemos apuntado en el análisis estadístico, existen sectores específicos y


determinados trabajadores con unas características particulares (trabajadores
extranjeros, con contratos temporales, mujeres de avanzada edad, trabajadores del sector
de la construcción, etc.) que los hace más vulnerables a la hora de sufrir un accidente
derivado del trabajo. Todas estas ocupaciones deberían considerarse prioritarias,
especialmente en cuanto al análisis y evaluación de las causas y factores, información y
formación de los trabajadores afectados y adopción de medidas preventivas orientadas a
eliminar o minimizar los riesgos.

Otro de los objetivos prioritarios deberían ser las pequeñas y medianas


empresas, que como apuntan las estadísticas de siniestralidad laboral reflejan una mayor
prevalencia de los accidentes de trabajo. Esta circunstancia se debe a una menor
concienciación sobre la importancia de la prevención de riesgos laborales, al mayor
desconocimiento de las disposiciones legales que les son exigibles, así como a la menor
disponibilidad de recursos humanos y materiales. Por todo ello, teniendo en cuenta el
elevado número de PYMES que configuran nuestro tejido empresarial, deben incluirse
como una prioridad en los programas de actuación en materia de seguridad y salud en el
trabajo.

El principal problema que impide la mejora de las condiciones de trabajo es el


actual marco competencial, en el que la Administración General del Estado ostenta las
competencias normativas y las Administraciones de las Comunidades Autónomas
desarrollan las competencias ejecutivas. Irremediablemente, existe escasa o nula
coordinación entre las Administraciones Públicas competentes en seguridad y salud en
el trabajo, por ello muchas de las políticas preventivas que se aprueban quedan en meras
declaraciones de intenciones o simplemente se desarrollan con diferente intensidad en
unas u otras Comunidades Autónomas. Por ello, es necesario que se establezcan unos
mecanismos paritarios que mejoren la coordinación entre instituciones para conseguir la
efectiva implantación de las medidas aprobadas en todo el territorio del Estado.

54
Según la Cátedra Eduardo Barreiros en el informe “Automóvil y Movilidad Sostenible, un
profundo estudio sobre la siniestralidad en España entre los años 2003 y 2014” los hombres tienen el
doble de accidentes que las mujeres, aunque cabe destacar que los hombres son más responsables de
atropellos, sufren más vuelcos de sus vehículos y tienen más colisiones frontales con otros conductores
que las mujeres. En cambio, son ellas las que sufren más colisiones por alcance o por incorporación a
vías.
Además, si a la falta de coordinación para la unificación de las políticas
preventivas añadimos la amplitud de la normativa existente, con normas procedentes no
sólo del ámbito laboral, sino de otros muy diversos, como el sanitario o industrial,
sumado a la complejidad técnica de algunas disposiciones legales, puede dificultar al
empresario su conocimiento, su comprensión y, en definitiva, su cumplimiento. Por ello
conviene mejorar la accesibilidad y aplicación de la normativa, a través de herramientas
que faciliten la identificación de disposiciones legales y ayuden al empresario a
organizar la actividad preventiva de manera sencilla.

Por último, es muy importante centrar la mayor parte de recursos en promover la


sensibilización y concienciación, en todos los niveles de la organización, ya que es una
de las vías principales que permiten mejorar las conductas y actitudes. De los
empresarios, por un lado, para lograr un cambio en la forma de liderazgo y una
implicación en el compromiso de integrar la seguridad y salud en la toma de sus
decisiones, en su trabajo y gestión diaria y de los trabajadores, por otro lado, para
conseguir su colaboración constructiva con la dirección de la empresa y la aplicación de
buenas prácticas en su hacer diario.
3. Conclusiones
Llegados a este punto, tras el exhaustivo trabajo descriptivo y empírico
realizado, podemos afirmar que se ha alcanzado el objetivo que se perseguía en dicho
estudio. En este sentido, considero que, tras la elaboración del trabajo, la primera idea
que debe quedar clara es que ni el gobierno ni la sociedad dota a la siniestralidad laboral
de la importancia que merece. En el último año han muerto más de 550 trabajadores y
han causado baja casi cerca de 600.00 trabajadores constituyendo innumerables
pérdidas materiales y humanas, sin embargo y pese a que la tendencia es ascendente, no
vemos ninguna preocupación por revertir esta situación55.

En este sentido, podemos concretar las conclusiones del trabajo en los siguientes
puntos relevantes:

1. El número de accidentes de trabajo en España ha aumentado desde 2015


así como lo ha hecho la siniestralidad relativa, expresada en índices de
incidencia y que indica el nivel de siniestralidad independientemente de
las oscilaciones del mercado de trabajo.
2. El tipo de contrato es un factor determinante en la siniestralidad. Los
contratos de carácter temporal tienen un índice de incidencia en jornada
un 45,5% superior al de los contratos indefinidos.
3. El sector productivo de la construcción es el que mayor siniestralidad
laboral posee (7.410 accidentes cada 100.000 trabajadores), cifra
alcanzada tras más de un 14% de incremento acumulado durante el
periodo estudiado.
4. Un 71% de los accidentes producidos durante la jornada laboral los
sufren los varones. En cambio, la siniestralidad “in-itinere” muestra un
perfil claramente femenino, en concreto el 55% de los accidentes
producidos los sufren las mujeres.
Contestando la segunda hipótesis inicial, podemos afirmar que la doble
presencia y los contratos claramente más precarios de las mujeres son la
causa directa que explica que sean victimas de un mayor número de
accidentes.
5. El conjunto de los trabajadores extranjeros tiene un índice de incidencia
en jornada mayor que el de los españoles, diferencia que se incrementa
considerablemente respecto a los pertenecientes a la UE-28. Observando
la desagregación de las nacionalidades es posible determinar que los
trabajadores procedentes de Mauritania, Ecuador y Marruecos son los
que tienen un mayor índice de siniestralidad.
6. La mayor probabilidad de sufrir un accidente de trabajo la tienen los
trabajadores más jóvenes, descendiendo progresivamente a medida que
aumenta su edad.
7. Unificando las conclusiones anteriores, podemos determinar que la
víctima prototípica del accidente de trabajo en España es el trabajador
joven, extranjero, con contrato temporal y que trabaja en la construcción.

55
Últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
Recuperados de: http://www.mites.gob.es/es/estadisticas/monograficas_anuales/EAT/2019/index.htm
En alusión a la hipótesis planteada al comienzo del estudio, podemos determinar
con completa certeza que, la precariedad del sistema laboral actual inherente al mundo
capitalista conduce irremediablemente a un escenario en el que el trabajador no puede
alcanzar un estado de bienestar pleno, en términos preventivos, ya que siempre deberá
asumir forzosamente un riesgo estructural al accidente o a la enfermedad profesional.

En cualquier caso, reiteramos nuestro convencimiento de que, el único camino


existente para alcanzar una sociedad en la que el bienestar en el trabajo se perciba como
una realidad y no como una utopía, es a través de la concienciación sobre los beneficios
humanos y sociales derivados de unos entornos de trabajo seguros y saludables que
favorezcan una vida laboral sostenible y de calidad, destacando la importancia que la
seguridad y salud en el trabajo tienen para el impulso de la productividad y de la
competitividad de las empresas.
6. Referencias Bibliográficas
Carrasco Bengoa, C. (1996). El futuro del trabajo. Reorganizar y repartir desde la
perspectiva de las mujeres. Bilbao: Rodríguez, Arantxa, Goñi, Begoña y
Maguregi, Gurutze.

De la Cruz Díez, M. (2015). La siniestralidad laboral antes y durante la crisis económica.


Salamanca: Fundación de Investigaciones Marxistas.

García, I. & Montuenga, V. M., (2003). Determinantes de la siniestralidad laboral.


Madrid: FUNDEAR.

Molina Benito, J.A. (2006). Historia de la Seguridad en el Trabajo en España.


Valladolid: Junta de Castilla y León, Dirección General de Trabajo y Prevención
de Riesgos Laborales.

Ruiz Pérez, G. (2019). Accidentes De Trabajo Mortales En España. Una Visión


Histórico-Estructural. Universidad Autónoma de Madrid, España.

Sánchez Pérez, J. (2011). La Configuración Jurídica Del Accidente De Trabajo.


Murcia: Ediciones Laborum.

Artículos e informes:

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coste de los accidentes y los problemas de salud relacionados con el trabajo.
Recuperado de: https://osha.europa.eu/es/publications/reports/executive-
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Benavides, F. G., Delclos, J., Benach, J. & Serra, C., (2006). Lesiones por accidentes de
trabajo, una prioridad en salud pública. Revista Española de Salud Pública,
sep./oct. vol.80, (no.5).

Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (Agosto, 2019). Informe anual de


accidentes de trabajo en España 2018. Recuperado de:
https://www.insst.es/documentacion/catalogo-de-publicaciones/informe-anual-
de-accidentes-de-trabajo-en-espana

Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (Enero, 2010). Costes de los


accidentes laborales. Recuperado de:
http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM013343.pdf

Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Seguridad y Salud en el Trabajo


– vol. 87, 92, 99. Recuperado de: https://www.insst.es/seguridad-y-salud-en-el-
trabajo-listado-publicaciones

Secretaria Confederal de Salud Laboral de CCOO (Abril, 2019). Evolución de los


accidentes de trabajo en España (2012-2018). Recuperado de:
https://www.ccoo.es/a80ee51cb0e75fce994ded3dde4012c7000001.pdf
Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Robert Herrick, F. (2016),
Enciclopedia de salud y seguridad en el trabajo. Recuperado de:
https://www.insst.es/documents/94886/161958/Cap%C3%ADtulo+30.+Higiene
+industrial

Bases de datos:

Todos los datos usados para desarrollar el análisis estadístico han sido obtenidos de la
plataforma que facilita el Ministerio de Trabajo y Economía Social:
http://www.mites.gob.es/estadisticas/eat/welcome.htm

Instituto Nacional de Estadística. Población ocupada por sectores. Recuperado de:


https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=3995&L=0

Páginas web y noticias de prensa:

Elementos constitutivos del accidente de trabajo. (2019). Iberley. Recuperado de:


https://www.iberley.es/temas/concepto-elementos-constitutivos-accidente-
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Tipos de accidente de trabajo. (2018). Iberley. Recuperado de:


https://www.iberley.es/temas/tipos-accidente-trabajo-62920

Montañés, E. (2017). Mujeres al volante...: desmontando todos los tópicos que


envuelven la conducción femenina. ABC. Recuperado de:
https://www.abc.es/sociedad/abci- mujeres-volante-desmontando-todos-topicos-
envuelven-conduccion-femenina- 201705292145_noticia.html?ref=https:%2F
%2Fwww.google.com
7. Anexos

Anexo I:

Distribución porcentual de los ocupados por sector económico:

Sector 2015 2016 2017 2018 2019


Agricultura 4,1 4,225 4,35 4,2 4,05
Industria 13,9 13,75 14,05 14,025 13,975
Construcción 6,025 5,85 6 6,325 6,45
Servicios 75,95 76,15 75,575 75,475 75,55
Fuente: Elaboración propia en base a los datos proporcionados por el Instituto Nacional de
Estadística.

Anexo II:

Estimación de los costes económicos totales que supone un accidente en función


de su gravedad:

Fuente: Informe “Costes de los Accidentes de Trabajo”

de la Universidad Politécnica de Barcelona.

Recuperado de:
https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2099.1/3366/36139-
9.pdf?sequence=9&isAllowed=y

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