Está en la página 1de 8

Universidad Autónoma De Santo Domingo

UASD
Recinto San Francisco De Macorís
Facultad De Ciencias De La Salud.
Escuela De Medicina
Presentado A:
Dra. Nelly Y. García Liranzo
Asignatura:
Nefrología
Sección:
16
Presentado Por:
Diana Francisca Molina
Matricula:
100474301
Anatomía Renal
Anatomía Macroscópicamente, los riñones humanos son dos vísceras de color
pardo-rojizo, y contornos lisos, que se localizan en la parte posterior del
peritoneo, junto a la columna vertebral, y están rodeados por abundante tejido
fibroadiposo.
Tienen forma de alubia y en el centro de su borde medial cóncavo aparece una
profunda depresión denominada hilio.
Los riñones miden en el adulto unos 11 cm de alto por 6 cm de ancho y 3 cm
de grosor, situándose la porción más alta a nivel de la parte superior de la
decimosegunda vértebra dorsal y la más baja, a la altura de la tercera vértebra
lumbar. Aparecen orientados hacia abajo y hacia afuera en cuanto a sus ejes
longitudinales y, en general, el riñón izquierdo está un poco más elevado que el
derecho.
Su peso oscila, aproximadamente, entre 150 y 160 g en el hombre, siendo
ligeramente menor en la mujer.

Estructura general del riñón


Cada riñón está tapizado íntimamente por una delgada cápsula conjuntiva rica
en fibras colágenas, entre las que aparecen algunas células musculares lisas.
Salvo en algunas situaciones patológicas, está cubierta conjuntiva es
fácilmente separable del parénquima renal.
Cuando se observa el corte de un riñón hemiseccionado, se aprecian dos
zonas fácilmente distinguibles a simple vista: una externa o corteza, de
coloración rojo-pardusca, y una interna o médula, más pálida. La corteza renal
forma un arco de tejido situado inmediatamente bajo la cápsula. Del córtex
surgen proyecciones, que se sitúan entre las unidades individuales de la
médula, denominadas columnas de Bertin. Asimismo, es posible observar finas
estriaciones en la corteza, que discurren perpendicularmente a la superficie
renal y que se conocen como rayos medulares. La médula renal está formada
por unidades de aspecto cónico, con la base hacia la corteza, denominadas
pirámides medulares. El vértice de cada pirámide se dirige hacia el sistema
calicial y constituye una papila. En el riñón humano existen entre 12 y 18
pirámides medulares.
Se puede establecer, en este momento, el concepto de lóbulo renal como la
unidad morfo-funcional constituida por una pirámide medular con su corteza
renal asociada.
La unidad morfo-funcional del riñón es la nefrona. En un hombre adulto existen
de 1,5 a 2 millones de nefronas repartidas por toda la corteza renal, y en ellas
se pueden distinguir dos componentes principales: el glomérulo y el sistema
tubular cortico-medular.
Las nefronas están situadas en la corteza renal siguiendo un patrón establecido
que se repite periódicamente y que se denomina lobulillo renal. Este lobulillo
está constituido por la subunidad de corteza comprendida entre dos arterias
interlobulillares contiguas, y en el centro presenta un rayo medular que, a modo
de eje, aparece surcado por un conducto colector principal que desciende
verticalmente hacia las pirámides, recibiendo la orina concentrada en las
nefronas situadas a ambos lados del rayo medular.
Se reconocen cuatro subdivisiones en la porción tubular de la nefrona: el túbulo
proximal, el túbulo intermedio (constituido por una parte de lo que clásicamente
se ha denominado como asa de Henle), el túbulo distal y el sistema colector.
Cada una de las citadas porciones se subdivide, a su vez, en diferentes
segmentos.
El extremo ciego de la porción proximal del sistema tubular aparece dilatado e
invaginado, formando una estructura hueca, de finas paredes epiteliales,
denominada cápsula de Bowman. La concavidad externa de dicha cápsula está
ocupada por el ovillo capilar glomerular, y el conjunto compuesto por este ovillo
más la cápsula de Bowman se conoce como corpúsculo renal, estructura que,
junto al sistema tubular, completa la nefrona.

Corpúsculo renal
Tiene forma esférica y un diámetro de 100 a 150 µm. El lugar por donde entran
y salen los vasos en el corpúsculo se denomina polo vascular, localizándose en
la zona opuesta el polo urinario, que conecta con el túbulo proximal.

Túbulo proximal
El túbulo proximal constituye el segmento más largo de la nefrona y, en
conjunto, ocupan la mayor parte de la corteza. Arranca del polo urinario tras
una transformación rápida de las células del epitelio plano de la cápsula de
Bowman. En sus porciones iniciales se contornea cerca del corpúsculo renal,
originando una porción tortuosa para, a continuación, formar un rizo que se
dirige hacia la superficie del riñón, reflejándose para volver a la proximidad del
corpúsculo, y localizarse en la vecindad de un rayo medular. Desde ahí se
dirige directamente hacia la médula formando la porción recta (pars recta).

Túbulo intermedio (porción delgada del asa de Henle)


Surge del estrechamiento brusco de la porción descendente recta del túbulo
proximal en la parte externa de la médula para formar un asa, cuya porción
inicial es recta, descendente y delgada. La longitud y morfología de esta
porción es diferente, dependiendo de que el corpúsculo renal de la nefrona a la
que pertenece sea superficial o esté localizado en la profundidad de la corteza.
En general, las asas cortas corresponden a corpúsculos superficiales y son
siete veces más numerosas, situándose su inflexión en la zona medular
externa. Las asas largas pueden extenderse incluso hasta la punta de la papila.

Túbulo distal
Es más corto y delgado que el túbulo proximal, pero el diámetro de la luz es
ligeramente mayor. Comienza de forma abrupta allí donde aumenta el grosor
de la porción delgada del asa de Henle en su segmento ascendente. En un
principio es de localización medular, para dirigirse directamente hasta la
corteza, justamente en la entrada del polo vascular del corpúsculo renal de la
nefrona a la que pertenece. En este lugar, algunas células de su pared sufren
una transformación para originar la mácula densa, que va a formar parte de un
dispositivo específico denominado aparato yuxtaglomerular, que será descrito
más tarde. A continuación, el túbulo muestra una serie de tortuosidades que
forman la porción contorneada, que se sitúa generalmente por encima del
corpúsculo, y que será la que desemboque en el tubo colector.

Túbulos y conductos colectores


La transición de los túbulos distales a los colectores no se hace de forma
brusca, sino que existe un corto segmento de conexión en el que se pueden
encontrar células de ambos repartidas aleatoriamente. La porción inicial del
sistema de túbulos colectores discurre a lo largo de los rayos medulares, donde
unos túbulos convergen con otros similares para descender hasta la médula
interna y confluir cerca de la pelvis en los llamados conductos papilares de
Bellini, que se abren al área cribosa de la punta de cada papila.

Intersticio renal
Los espacios que quedan entre los túbulos renales están ocupados, además de
por vasos sanguíneos y linfáticos, por tejido conectivo laxo compuesto por las
correspondientes células y matrices extracelulares asociadas. Este tejido
intersticial es escaso en la corteza y aumenta, tanto en proporción como en
importancia, en la médula, sobre todo, en las proximidades de las papilas.

Aparato yuxtaglomerular
En el hilio del corpúsculo renal se sitúa un dispositivo estructural que está
constituido por tres partes distintas. En primer lugar, determinadas células de la
capa media de la arteriola aferente en su porción final, que han sufrido una
transformación para convertirse en células mioepitelioides, con gránulos en su
interior. En segundo lugar, la mácula densa, porción del túbulo distal que se
dispone a la entrada del corpúsculo renal. Y, finalmente, un grupo de células
similares a las mesangiales, que aparecen entre el glomérulo y la mácula
densa, y que se denominan células del lacis.
Fisiología Renal
Formación de orina
Una de las funciones principales del riñón es «eliminar» las sustancias
innecesarias de la sangre y excretarlas en la orina, y devolver las sustancias
necesarias a la sangre. El primer paso es la filtración del líquido desde los
capilares glomerulares hacia los túbulos renales, un proceso denominado
filtración glomerular. A medida que el filtrado glomerular fluye a través de los
túbulos, se reduce el volumen de filtrado y su composición se altera mediante
la reabsorción tubular (el retorno del agua y los solutos desde los túbulos hacia
la sangre) y mediante la secreción tubular (el movimiento neto de agua y
solutos hacia los túbulos), cada uno de los cuales es muy variable dependiendo
de las necesidades corporales. Por tanto, la excreción de cada sustancia en la
orina implica una combinación específica de filtración, reabsorción y secreción,
como expresa la siguiente relación:

Filtrado glomerular
La composición del filtrado glomerular es casi idéntica a la del plasma, excepto
porque prácticamente no contiene proteínas (solo en torno al 0,03%). El filtrado
glomerular (FG) es normalmente de 125 ml/min, o un 20% del flujo plasmático
renal; por tanto, la fracción de flujo plasmático renal que se filtra (fracción de
filtración) es de 0,2. El FG está determinado por la presión de filtración neta a
través de los capilares glomerulares y el coeficiente de filtración capilar
glomerular (Kf), que es el producto de la permeabilidad y la superficie de los
capilares.
FG= Kf x Presión de filtración neta
La presión de filtración neta es la suma de las fuerzas hidrostática y
coloidosmótica que actúan a través de los capilares glomerulares, e incluye: 1)
la presión hidrostática dentro de los capilares glomerulares, la presión
hidrostática glomerular (PG), que normalmente es de 60 mmHg y favorece la
filtración; 2) la presión hidrostática en la cápsula de Bowman (PB) fuera de los
capilares, que normalmente es de 18 mmHg y se opone a la filtración; 3) la
presión coloidosmótica de las proteínas plasmáticas en el capilar glomerular
(pG), con un valor medio de 32 mmHg y que se opone a la filtración, y 4) la
presión coloidosmótica de las proteínas en la cápsula de Bowman (pB), que es
cercana a cero y, por tanto, en condiciones normales tiene poco efecto en la
filtración.
Presión de filtración neta= Pg – Pb – πG = 10mmHg
FG= Kf x (Pg – Pb- πB) = 125 ml/min.

El aumento de la presión hidrostática en la cápsula de Bowman reduce


el FG.
Si bien los cambios de la presión hidrostática en la cápsula de Bowman no
controlan el FG, en ciertos estados patológicos como la obstrucción de la vía
urinaria la presión en la cápsula de Bowman puede aumentar mucho y
provocar una reducción grave del FG. Por ejemplo, la precipitación del calcio o
del ácido úrico puede dar lugar a «cálculos» que se alojan en la vía urinaria, a
menudo en el uréter, lo que obstruye el flujo en la vía urinaria y aumenta la
presión en la cápsula de Bowman.

El aumento de la presión capilar coloidosmótica glomerular disminuye


el FG.
Los dos factores que influyen en la presión coloidosmótica capilar glomerular
son: 1) la presión coloidosmótica del plasma arterial, y 2) la fracción del plasma
filtrado por los capilares glomerulares (fracción de filtración). El aumento de la
presión arterial coloidosmótica aumenta la presión coloidosmótica capilar
glomerular. Por el contrario, el descenso de la presión coloidosmótica
plasmática arterial reduce la presión coloidosmótica glomerular. Como la
fracción de filtración es la relación FG/flujo plasmático renal, el descenso del
flujo plasmático renal aumenta la fracción de filtración. Por tanto, el descenso
del flujo sanguíneo renal tiende a aumentar la presión coloidosmótica
glomerular y disminuye el FG, incluso con una presión hidrostática glomerular
constante.

El aumento de la presión hidrostática capilar glomerular incrementa el


FG.
La presión hidrostática glomerular está determinada por tres variables, todas
ellas bajo control fisiológico:
 Presión arterial. El aumento de la presión arterial tiende a elevar la
presión hidrostática glomerular y, por tanto, a aumentar el FG. Sin
embargo, este efecto está amortiguado por mecanismos
autorreguladores, que reducen el efecto de la presión arterial en la
presión glomerular.
 Resistencia arteriolar aferente. El aumento de la resistencia en las
arteriolas aferentes reduce la presión hidrostática glomerular y
disminuye el FG.
 Resistencia arteriolar eferente. El aumento de la resistencia arteriolar
eferente aumenta la resistencia al flujo de salida de los capilares
glomerulares y la presión hidrostática glomerular, lo que tiende a
aumentar la FG mientras que el aumento de la resistencia eferente no
reduzca el flujo sanguíneo renal en mayor grado. Si la constricción
eferente es intensa (p.ej., un incremento por encima del triple de la
resistencia arteriolar eferente), el aumento de la presión coloidosmótica
supera el incremento de la presión hidrostática capilar glomerular y
reduce el FG.

Reabsorción y secreción tubular


Después de que el filtrado glomerular pase por los túbulos renales, fluye de
forma secuencial a través del túbulo proximal, el asa de Henle, el túbulo distal,
el túbulo colector y el conducto colector, antes de eliminarse por la orina. A lo
largo de este recorrido, algunas sustancias se reabsorben en los túbulos
volviendo a la sangre capilar peritubular, mientras que otras se secretan desde
la sangre a los túbulos. La orina que se forma y todas las sustancias que
contiene representan la suma de tres procesos renales básicos.
Excreción urinaria= Filtración glomerular - Reabsorción tubular + Secreción
tubular

Secreción tubular: movimiento neto de solutos desde los capilares


peritubulares hacia los túbulos
Algunas sustancias entran en los túbulos no solo mediante filtración glomerular,
sino también mediante secreción desde los capilares peritubulares hacia los
túbulos, en dos etapas: 1) difusión simple desde los capilares peritubulares
hacia el intersticio renal, y 2) movimiento de la sustancia a través del epitelio
tubular en la luz mediante transporte activo o pasivo. Las sustancias que se
segregan activamente en los túbulos son potasio e iones hidrógeno, además de
algunos ácidos y bases orgánicos.

Reabsorción de solutos y agua desde los túbulos en los capilares


peritubulares
Para que una sustancia sea reabsorbida, debe transportarse primero a través
de la membrana epitelial tubular renal hacia el líquido intersticial y, después, a
través de la membrana capilar peritubular de vuelta hacia la sangre. Los
solutos se pueden transportar a través de las membranas celulares (vía
transcelular) mediante transporte activo o pasivo o a través de los espacios
entre las uniones celulares (vía paracelular) mediante transporte pasivo. El
agua es transportada a través de y entre las células epiteliales por ósmosis.

El sistema RAA
Es una serie de interacciones hormonales que regulan a largo plazo la presión
sanguínea y el volumen extracelular corporal.
Se activa cuando hay perdida de volumen sanguíneo, caída en la presión
sanguínea, y en especial cuando hay aumento de la osmolaridad del plasma.
La renina se secreta por el aparato yuxtaglomerular de las nefronas en
condiciones de hipotensión. Activa el angiotensinógeno hepático, producido así
a la angiotensina 1.
A medida que la angiotensina 1 para por los capilares pulmonares, una enzima
convertidora de angiotensina (ECA) la convierte en angiotensina 2. Esta pose
muchos efectos que causan aumento de la presión arterial: Primero, actúan
como un potente vasoconstrictor de las arterias de pequeños calibres y
arteriolas después, estimula el centro de sed hipotalámico y la secreción de
aldosterona.
El estímulo de la A2 sobre la corteza suprarrenal hace que esta secrete
aldosterona. El aumento de aldosterona hace que los riñones retengan más
NaCl y agua. Así, se aumenta el volumen sanguíneo y por ende la presión
arterial

Función hormonal del Riñón


Prostaglandinas: se produce en la medula renal, túbulo colector y parénquima
renal, son potentes vasodilatadores y aumentan su concentración siempre que
hay isquemia renal.
Eritropoyetina: estimula la velocidad de producción de eritrocitos en la médula
ósea, se sintetiza en las cel. endoteliales de los capilares periglomerulares.
Renina: secretada en el aparato yuxtaglomerular en respuesta a reducción de
la PA o del volumen circulante efectivo.

Riñón como receptor endocrino


Hormona Paratiroides: su secreción se produce en respuesta a la disminución
de la concentración de calcio en el plasma. En el riñón aumenta la reabsorción
de Ca y Mg en el TCD e inhibe la reabsorción de bicarbonato y fosfato en el
TCP.
Aldosterona: se produce en la corteza suprarrenal. Estimula la velocidad de
absorción del Na+ en el TCD. También aumenta la velocidad de secreción de
H+.
ADH o vasopresina: se sintetiza en el hipotálamo. Tiene como fusión básica
en el riñón el control de reabsorción de agua y dando lugar a la producción de
una orina hipertónica. Cuando el túbulo colector no responde a la ADH aparece
una diabetes insípida, caracterizada por poliuria, polidipsia y una orina
hipotónica.

También podría gustarte