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RIÑONES: Son dos órganos macizos, uno derecho y otro izquierdo situados en la
región lumbar, uno a cada lado de la columna vertebral y algo por delante de ésta.
Tiene forma de habichuela y tiene dos bordes uno interno y otro externo, en el que
se localiza una hendidura central a la que se le denomina hilio renal. A través de
este penetran en el riñón la arteria y los nervios y salen la vena renal y el uréter.
El riñón derecho se encuentra ligeramente más abajo que el izquierdo debido a que
es desplazado por el hígado. La corteza renal es la porción más externa del riñón, de
aspecto uniforme, aproximadamente de 1 centímetro de espesor y rodea la médula.
La médula renal es la porción más interna del riñón con aspecto estriado y formado
por pirámides cónicas llamadas pirámides de Malpighi. El número de estas oscila entre
2 y 18 en cada riñón. La base de cada pirámide se orienta hacia el exterior y el vértice
hacia el hilio renal. En el vértice de la misma se localiza la papila renal.
La zona de la corteza renal situada entre cada dos pirámides se denomina columna
de Bertín. El corpúsculo renal está constituido por el Glomérulo y la cápsula de
Bowman. El Glomérulo se constituye a su vez por una tupida red de capilares
sanguíneos envueltos por la cápsula de Bowman. En el interior de esta cápsula entra
una arteriola llamada aferente y sale otra llamada eferente.
El asa de Henle tiene una forma de U formada por una porción ascendente que en su
primera parte es delegada pasando a ser gruesa en su trayecto. El túbulo
contorneado distal es la continuación del asa de Henle. El tubo colector es un tubo
recto. Se reúnen entre sí, para desaguar en los cálices de la pelvis renal.
La superficie renal puede ser muy suave o mostrar surcos muy finos, restos de la lobulación
fetal. El vértice de cada pirámide medular es una papila renal, que vierte orina al cáliz menor.
La unidad funcional del riñón, la nefrona cuya función básica es limpiar el plasma
sanguíneo de sustancias indeseables a su paso por el riñón y retener las sustancias
que requiere el cuerpo. Cada glomérulo se compone de una red de capilares que se
ramifican y se anastomosan encerrados en la cápsula de Bowman. Desde la luz
capilar, hasta el espacio urinario, pueden distinguirse tres capas en la membrana
basal: lámina rara interna, lámina densa, lámina rara externa. En la parte externa de
la pared capilar, están las células epiteliales viscerales o podocitos, que se hallan
sujetos a la parte exterior de la lámina rara externa mediante proyecciones
citoplásmicas, los procesos podálicos: el espacio entre ellos es la hendidura epitelial.
Uréteres: Son dos largos tubos uno izquierdo y otro derecho del tamaño de un
popote. Se encuentran unidos al riñón. Son el conducto por el cual drenan la orina
hacia la vejiga conforme se va elaborando. Su longitud aproximada es de 30
centímetros. Su pared está formada por tres capas: una mucosa, que tapiza la luz del
tubo, una capa de músculo liso y una capa externa o adventicia.
Vejiga: Actúa como reservorio de orina entre cada dos micciones. Es una especie de
saco membranoso situada detrás de la sínfisis del pubis y con una forma de pera.
Presenta una base ancha triangular, el trígono de lietaud, en cuyos vértices
superiores desembocan los uréteres. En el vértice inferior tiene su comienzo la
uretra.
Uretra: Es la parte final del sistema urinario, está conectada a la vejiga. Su función es
sacar la orina exterior. En la mujer es muy corta, unos 4 centímetros, mientras que en el
varón mide 20 aproximadamente.
La insuficiencia renal se refiere al daño transitorio o permanente de los riñones, que tiene
como resultado la pérdida de la función normal del riñón. Se caracteriza por la disminución
rápida del filtrado glomerular, lo que se traduce en un aumento de las concentraciones
plasmáticas de urea y creatinina.
Puede hacerse patente por una disminución del volumen de orina (oligoanuria) por
algún síntoma o complicación (vómitos, insuficiencia cardiaca, encefalopatía etc.) O
ser detectada al hacer un análisis a un paciente que generalmente presenta otra
enfermedad aguda o crónica.
La insuficiencia renal es un trastorno que afecta al riñón y que provoca una disfunción del
mismo. Puede ser aguda o crónica. En la aguda, la reducción de la función renal es súbita y
afecta a sujetos en los que los riñones previamente estaban sanos, los síntomas clínicos son
una secreción extrema o nula de orina y un aumento de las concentraciones plasmáticas de
creatinina, urea y ácido úrico.
Las causas que pueden conducir a esta patología son la existencia de un obstáculo en las vías
excretoras urinarias (cálculos), una insuficiencia cardíaca, una lesión del parénquima renal
provocada por sustancias tóxicas o infecciones, hemorragias, septicemias, golpes de calor,
quemaduras, etc. En la insuficiencia renal crónica, el trastorno que afecta al riñón es
irreversible. El resultado es la existencia de numerosas alteraciones que afectan a ambos
riñones.
Se le conoce con este nombre a la incapacidad de los riñones para realizar sus funciones
normales, (Retirar el líquido y los productos de desecho de la sangre). Su evolución es
irreversible a diferencia de la insuficiencia renal aguda. La insuficiencia renal tiene varias
etapas, el tratamiento dependerá desde luego del grado de disminución de la función de los
riñones y será específico para cada paciente.
Los mecanismos por los que se desarrolla esta insuficiencia renal progresiva están bastante
bien definidos hoy en día y se atribuyen a alteraciones hemodinámicas y tróficas a nivel
glomerular, causadas por la liberación de factores de crecimiento (posiblemente por un
mecanismo compensador de la pérdida de masa renal por el daño inicial causado por
cualquier enfermedad renal). Estas alteraciones acaban causando una fibrosis intersticial y
una esclerosis glomerular que son el sustrato que define a la IRC avanzada.
La interrupción de las vías y cascadas de mediadores que se ponen en marcha tras un insulto
renal inicial puede frenar esta progresión y prevenir el daño histológico que lleva a la IRC
terminal. El bloqueo del sistema renina angiotensina es el más estudiado y el que mayores
implicaciones terapéuticas tiene hoy en día.
Deterioro rápido de la función renal, dependiendo de la causa, el daño podrá ser reversible y
dejar como secuela una mínima disminución en la función del riñón. Si esto sucede debe
estarse vigilando periódicamente. Esta enfermedad se puede presentar en la población en
general, no respeta sexo, edad, ni raza.
Existen muchas causas susceptibles de provocar daño en los riñones. Entre las más comunes
destacan la necrosis tubular aguda o la enfermedad renal auto inmunitaria. Esta última
puede ser debida a un síndrome nefrítico agudo o a una nefritis intersticial. Otra de las
causas consiste en la disminución del flujo sanguíneo motivada por una presión arterial
inusualmente baja, circunstancia que puede ser provocada por quemaduras motivada por
una presión arterial inusualmente baja. Circunstancia a que puede estar producida por
quemaduras, hemorragias, deshidratación, shock séptico, cirugía, lesiones o una enfermedad
grave.
Los trastornos que provocan la coagulación dentro de los vasos sanguíneos del riñón es otra
de las causas y puede deberse al síndrome urémico hemolítico, a hipertensión maligna, a la
reacción a una transfusión o a esclerodermia.
Las infecciones que lesionan al riñón como la pielonefritis aguda o las septicemias, las
complicaciones en el embarazo, como el desprendimiento de placenta o placenta previa y la
obstrucción de las vías urinarias.
Hay diversos factores de riesgo de padecer insuficiencia renal que están fuera de su control,
como la edad y la historia familiar. Las dos causas más comunes son:
Presión arterial elevada: la presión arterial elevada grave puede dañar los vasos sanguíneos
de los riñones.
Pielonefritis: Infección del riñón y de los conductos que sacan la orina del riñón (los
uréteres).
Glomerulonefritis: inflamación de la unidad que filtra los riñones, llamada glomérulos. Esta
inflamación puede hacer que el exceso de proteínas y otras sustancias de la sangre, se filtren
en la orina. Finalmente, el riñón pierde la capacidad de filtrar productos de desecho, agua y
sal en la sangre.
Raza: Afroamericana.
Hemorragia. Falla del corazón, algunas reacciones alérgicas, Cálculos (piedras en el aparato
urinario) Cirugía complicada.
En muchos casos es posible detectar y tratar a tiempo una insuficiencia renal. Se logra con
campañas de de educación y divulgación sanitaria, así como mediante revisiones médicas
periódicas. También es importante el control y seguimiento de ciertos procesos, como la
diabetes, la tensión arterial alta, el embarazo, etc. Así como la medicación y las pautas
dietéticas las determinen médicos especialistas.
Muchas de las veces antes de que aparezcan los síntomas de una insuficiencia renal ya está
establecida la enfermedad base que la causa. En estos casos las medidas de retrasar la
aparición del fracaso renal.
Es posible de una forma genérica, tomar una serie de medidas preventivas actuando sobre
las diversas causas que provocan una insuficiencia renal.
1.4.2 Diabetes
La excreción es una de nuestras funciones básicas de nuestro cuerpo, por eso cuando no se
realiza con normalidad, crea un gran desequilibrio orgánico poniendo en riesgo nuestra vida.
Debemos tomar muchas infusiones naturales de plantas con efecto diurético, es decir, que
nos permitan aumentar la excreción de la orina por ejemplo: el perejil, la ortiga, el diente de
león y el apio, aunque este último en cantidades moderadas sobre todo durante el embarazo
o cuando presentamos la vejiga inflamada.
Existen recomendaciones de los alimentos que hay que disminuir drásticamente para
prevenir enfermedades renales.
Carne tipo res, cerdo, aves, huevo, leche y lácteos (quesos, cremas y yogurt).
Existen cuatro fases de la insuficiencia renal aguda. La fase inicial comienza con el
acontecimiento desencadenante, para obtener un mejor cuidado hay que tener presentes los
siguientes puntos;
Se conoce con este nombre a la incapacidad de los riñones para realizar sus funciones
normales, (retirar el líquido y los productos de desecho de la sangre). Se caracteriza por un
deterioro renal irreversible a diferencia de la insuficiencia renal aguda. La insuficiencia renal
tiene varias etapas, el tratamiento dependerá desde luego del grado de disminución de la
función de los riñones y será específico para cada paciente. Una vez establecido el daño renal
(de moderado a grave), independientemente de su causa, la función de los riñones se va
deteriorando, incluso cuando la causa primaria haya sido controlada o corregida.
Esta evolución varía en tiempo y gravedad, dependiendo de varios factores del paciente,
como; edad, hipertensión arterial, enfermedades agregadas, etc., aunque se estima que una
vez alcanzada una filtración glomerular menor de 25 ml./min, la evolución hacia la
enfermedad renal terminal es irremediable y en el futuro será necesaria la aplicación del
tratamiento del reemplazo renal (diálisis o trasplante renal).
La pérdida de la función por lo regular tarda meses o años en suceder y puede ser tan lenta
que los síntomas no aparecen hasta que el funcionamiento del riñón es menor a una décima
parte de lo normal.
La etapa final de la enfermedad renal crónica se denomina enfermedad renal terminal (ERT).
En esta etapa los riñones ya no tienen la capacidad de eliminar suficientes desechos y el
exceso de líquido del cuerpo. El paciente necesita diálisis o un trasplante de riñón.
La diabetes y la hipertensión arterial son las dos causas más comunes y son responsables de
la mayoría de los casos. Durante las etapas tempranas de la enfermedad, es posible que no
se presente ninguna manifestación clínica, de hecho los síntomas pueden aparecer sólo
cuando la función renal es inferior a la décima parte de la función renal.
2.3 Signos y Síntomas de la Insuficiencia Renal.
Muchas de las personas que sufren insuficiencia renal crónica no lo saben porque los
primeros síntomas suelen ser imperceptibles. Se puede tardar varios años en pasar de
insuficiencia renal crónica (IRC) a enfermedad renal. Algunas personas que sufren IRC llegan
al final de su vida sin haber desarrollado la enfermedad renal.
Sin embargo, para todos los que se encuentran en cualquier fase de la insuficiencia renal, el
conocimiento es poder. Saber cuáles son los síntomas de insuficiencia renal puede permitirle
recibir el tratamiento necesario para sentirse mejor.
Si conoce a alguien, con uno o más de los siguientes síntomas de insuficiencia renal, o siente
preocupación por problemas renales, visite a su médico para que le realice pruebas de orina
y sangre. Recuerde, muchos de los síntomas pueden deberse a causas no relacionadas con la
insuficiencia renal. La única manera de saber la causa de los síntomas es visitando a su
médico.
2º Síntoma: Hinchazón.
Falta de apetito.
Mal aliento.
Dolor de costado.
Temblor en la mano.
Hemorragia nasal.
Crisis epilépticas.
Hipo persistente.
Hinchazón de tobillos, pies y piernas.
Dificultad en la concentración.
Anorexia.
Dolor óseo.
Retención de agua.
Anemia.
Orienta en la etiología y pronóstico conocer el estatus basal del paciente: edad, morbilidad,
farmacoterapia, factores predisponentes, antecedentes quirúrgicos; la forma de instalación
(de acuerdo a lo señalado anteriormente, si se presenta en la comunidad o durante su
hospitalización). La presencia de eventos que impliquen la perdida de volumen intravascular
(diarrea, vómitos), alteración en el calibre del chorro miccional, abuso de medicamentos, la
sospecha de un cuadro infeccioso, el uso de medio de contraste endovenoso en la
realización de estudio de imágenes, entre otros.
Este tiene importancia, no sólo por poder actuar sobre la causa desencadenante, sino por
implicar, además, un manejo terapéutico del paciente. Por ello, es necesario valorar
bioquímica plasmática y urinaria, así como el sedimento urinario; la presencia de cilindros
hemáticos, granulosos y hematíes, junto a células tubulares, irá a favor de un fracaso renal
agudo intrínseco; por el contrario, los cilindros granulosos y leucocitos a favor de un fracaso
prerrenal.
El primer paso ante el fracaso renal agudo es colocar una sonda vesical que nos permitirá
obtener una muestra de orina y realizar el tratamiento de las causas obstructiva. Este
procedimiento es discutido por el riesgo de infección, pero es de utilidad para obtener una
muestra de orina, para el diagnóstico y tratamiento de las causas obstructivas y, además,
permite asegurarse del vaciado de la vejiga, antes de introducir el catéter de diálisis
peritoneal, cuando es necesaria. El riesgo se minimiza si se retira la sonda, cuando se ha
comprobado la situación de oligoanuria del paciente y se ha decidido una actitud
terapéutica, es decir, cuando no es útil.
La hipertensión y presión venosa central elevada, orientan más, hacia una etiología
parenquimatosa, y en este caso será necesario iniciar manejo conservador y/o dialítico. En la
necrosis tubular aguda, etiología prerrenal, se ha propuesto el uso del manitol 1 gr/kg y/o
furosemida 1 mg/kg con objeto de acortar su curso.
TRATAMIENTO DE LA
INSUFICIENCIA RENAL
Diálisis es un tratamiento que se encarga de eliminar del cuerpo los desechos y el exceso de
líquido. La diálisis peritoneal consiste en introducir líquido de diálisis a la cavidad peritoneal,
utilizando el peritoneo para filtrar y limpiar la sangre. El peritoneo es una bolsa delgada y
semipermeable que se encuentra en el interior del abdomen. Es como una bolsa grande que
mantiene en su lugar al estomago, los intestinos, el hígado y los demás órganos. Durante la
Diálisis Peritoneal los desechos y el exceso de agua se eliminan de la sangre al pasar por el
peritoneo.
Si las funciones del riñón se sustituyen o se hace esto de manera incompleta (sólo con diálisis
o solo con medicamentos), los desechos y los líquidos que no se eliminan se acumulan en el
cuerpo y producen alteraciones en el funcionamiento de los demás órganos, deteriorando la
vida del enfermo e imposibilitándolo para realizar cualquier actividad, incluso comer o
levantarse de la cama; además de ocasionarle muchas molestias y dolores que finalmente
pueden llevarlo a la muerte.
La solución de diálisis se introduce en el peritoneo y al hacer contacto con él, limpia la sangre
mediante un fenómeno llamado difusión.
3.1.2 Difusión.
Tanto la diálisis peritoneal como la hemodiálisis pueden sustituir la función de los riñones
para limpiar la sangre y eliminar el exceso de líquidos. La principal ventaja de la DPCA es que
la eliminación de los desechos es diaria, tal como lo hacían sus riñones antes de enfermarse;
al realizarse en casa, se evitan gastos e incomodidades por traslados al hospital. Es
importante resaltar que en la DPCA el paciente desempeña un papel muy activo y
responsable con el cuidado de su enfermedad.
Si esto ocurre, el paciente sale del programa de Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria,
perdiendo así el beneficio de dializarse en la comodidad de su hogar. Entonces será necesario
que acuda 3 veces a la semana al hospital para ser sometido a sesiones de Hemodiálisis,
limitando con ello sus actividades cotidianas y restringiendo de manera importante su
alimentación. Básicamente pueden presentarse 2 tipos de complicaciones: Infecciosas y No
infecciosas.
Una hernia es un saco de líquido. Este saco puede ser a causa de demasiado dializador en su
abdomen. Informe a su médico si usted observa o siente una protuberancia nueva en su
abdomen.
Problema con el flujo: La entrada y salida de su dializador podría ponerse más lenta o parar
completamente. Esto podría significar que su catéter esta obstruido, o está en un lugar
incorrecto en su abdomen. Cambie la posición de su cuerpo cuando está realizando su
diálisis. Si esto no funciona, es posible que el catéter se necesite mover fuera de lugar.
Informe a su médico si el dializador se está filtrando más lentamente fuera de su abdomen, o
si no está saliendo.
Infección: Drenaje amarillo (pus) podría salir del área de salida o fuera de su catéter. El área
de salida se podría ver enrojecida y tener dolor al tocarla. Usted podría tener una fiebre y
escalofríos, y sentirse muy débil. Usted se podría sentir enfermo, o comenzar a vomitar.
Usted podría tener estreñimiento. Informe a su médico si le dan cualquiera de estos
problemas.
Se esta filtrando el dializador del área: Usted podría ver dializador filtrando del área de
salida por hasta un mes después de haberse colocado el catéter. Usted podría notar que el
dializador se está filtrando más lentamente durante intercambios, o hay menos cantidad de
este.
Dolor: La piel alrededor del área de salida podría estar dolorosa. Usted podría sentir dolor en
su pelvis, parte inferior de la espalda, y hombro, mientras esta realizando los intercambios de
CAPD. Cambie la posición de su cuerpo al hacer sus intercambios. Intente acostarse,
sentarse, o permanecer parado. Consulte con su médico sobre ejercicios que usted podría
realizar para ayudar a reducir el dolor de espalda.
Su catéter se puede usar por hasta dos años si no está dañado u obstruido. Es posible que su
médico lo necesite extraer si usted tiene una infección o si este tiene una grieta o agujero.
Usted puede elegir tener hemodiálisis en lugar de diálisis peritoneal. Hemodiálisis usa sus
vasos sanguíneos en lugar de un catéter. Su médico va a remover su catéter si usted ya no
necesita intercambios de diálisis.
Esta máquina hace los intercambios (infunde y drena el líquido peritoneal) varias veces de
forma automática durante la noche, mientras se duerme. A veces se combina con uno o dos
intercambios diarios manuales durante el día por resultar insuficiente la dosis de diálisis
administrada con la máquina.
Sin embargo, antes de poder optar a esta opción hay que estar un tiempo (señalado por el
médico) realizando la diálisis peritoneal manual. Por diferentes causas (clínicas, sociales,
culturales...), no todos los pacientes pueden optar a este tipo de diálisis. Será el médico el
que indique si se puede optar o no a dicha diálisis.
Una enfermera especializada te entrenará a tí y a algún miembro de tu familia en el manejo
de la máquina. El funcionamiento de la máquina es sencillo. La cicladora controla
automáticamente el tiempo de intercambio, drena la solución usada, y llena la cavidad
peritoneal con la nueva solución. Las máquinas son fáciles de usar y tienen dispositivos de
seguridad incorporados. Son portátiles y tienen casi el tamaño de una maleta pequeña. Se
pueden usar en cualquier sitio que haya corriente eléctrica.
Sin embargo, hay que tener presente una serie de características del paciente para inclinarse
por este tipo de diálisis: Responsabilidad- Algunos pacientes se cansan de tener que
dializarse cada día; si surge un problema de este tipo, habla con la enfermera o el médico que
ellos te ayudaran. Sobre todo hay que ser muy responsable pues es tu salud la que está en
juego.
Imagen corporal- Hay algunos pacientes que les es difícil de aceptar el llevar un catéter
permanente. Les preocupa que les pueda afectar en su vida sexual y en su relación con la
pareja. La DP también tiende a dilatar el abdomen dándole una apariencia redonda. Lo mejor
es mantenerse en forma, usar ropa cómoda y que no apriete en la zona abdominal y si tu
actividad sexual se ve afectada, consulta con la enfermera o médico. Pero seguro que
encuentras algún truco para disfrazar el catéter y para que no moleste.
Sobrecarga de líquido- Generalmente los pacientes en diálisis tienen que restringir la toma
de líquidos para evitar una sobrecarga del mismo, aunque en DP tienen más flexibilidad en la
tolerancia de líquido que en hemodiálisis. Molestia- Para algunos pacientes de DP es
incómodo tener líquido de diálisis en el abdomen. Se sienten llenos, hinchados o
experimentan dolor en la espalda.
Peritonitis- Es una infección del peritoneo que usualmente se ocasiona por bacterias que se
introducen a través o alrededor del catéter. Por eso hay que evitar que el catéter y su
alrededor se contamine, realizando una correcta manipulación y extremar la higiene y
desinfección.
Según datos del mismo estudio, de los pacientes en edad laboral con enfermedad renal
crónica, el 46% de los que optan por la modalidad de peritoneal trabajan, mientras que solo
lo hacen el 22% de los que se realizan hemodiálisis y el 39% de los que se trasplantan. Esto
supone una disminución de las contribuciones al Sistema de la Seguridad Social y un mayor
impacto económico ya que por ejemplo, el tratamiento con hemodiálisis es además un 44%
más costoso.
Se trata de un procedimiento que por su baja agresividad, ayuda a que el paciente presente
más estable la presión arterial, se sienta menos cansado y no aparezcan con tanta frecuencia
los calambres: estando especialmente indicado para pacientes con problemas cardiacos
importantes.
Preserva por más tiempo la función renal residual del paciente en los primeros años... Por
ejemplo, si un paciente ingresa en diálisis orinando un litro al día, al cabo de un año en
hemodiálisis es muy probable que disminuya notoriamente este volumen manteniéndose en
cambio en la diálisis peritoneal.
Como durante este tratamiento, no hay pérdidas de sangre, los niveles de hematocrito
tienden a mantenerse más estables. Mejora los trastornos de huesos y músculos
(osteomusculares) asociados a la insuficiencia renal. Mejora los trastornos neurológicos y los
problemas digestivos. Mejora el estado de nutrición.
También se produce una mejor eliminación del exceso de potasio básicamente por dos
razones. La primera, que el líquido de diálisis no tiene potasio. La segunda, que la membrana
peritoneal es muy eficiente para filtrarlo. Debido a esto, los pacientes pueden permitirse una
mayor ingesta de frutas u otros alimentos para poder mantener los niveles de potasio en
valores adecuados.
Puede adaptarse al horario que más le convenga siempre que se cumpla el número y la
duración de los intercambios. Facilita los viajes, porque pueden suministrarle el material en
el destino de su viaje. Añadido a lo que pueda sentir cualquier persona por el mero hecho de
tener que dializarse, hay que añadir que el paciente presenta el temor de no ser capaz de
lograrlo por sí mismo, pero al darse cuenta de que el proceso es sencillo y que sí es posible,
se produce una gran satisfacción personal.
Escapes de liquido en la piel y músculos que la rodean .Esto se puede solucionar con
descanso o reparando la membrana. Hernia como consecuencia de una mayor presión
abdominal por los líquidos de diálisis. Malfuncionamiento y/u obstrucción del catéter.
Requiere la colocación de un catéter peritoneal, debe realizarse los siete días de la semana.
Necesita un espacio mínimo en el domicilio. Necesita tener unos hábitos de vida saludables y
sobre todo en la higiene.
3.3 Hemodiálisis.
Los riñones tienen la función de limpiar la sangre de las sustancias tóxicas y de los líquidos
que le sobran, que se eliminan en forma de orina, además de producir hormonas necesarias
para el organismo. Cuando en un paciente, por un problema de insuficiencia renal aguda o
crónica, los riñones dejan de funcionar, la diálisis permite realizar mediante equipos médicos,
las funciones de los riñones.
Existen dos tipos diferentes de diálisis: hemodiálisis y diálisis peritoneal. La hemodiálisis consiste en
filtrar el exceso de líquidos y las sustancias tóxicas del organismo mediante el paso de la sangre del
paciente por un filtro periódicamente.
La hemodiálisis aguda es la técnica más rápida y eficaz. En los pacientes pediátricos, tiene el
inconveniente de necesitar un acceso venoso, que proporcione un flujo adecuado, cosa complicada
en pacientes menores de un año y que, además, se encuentran, generalmente,
en una situación hemodinámica muy inestable, que no va a permitir la ultrafiltración
necesaria. Se debe realizar con dializadores de superficie menor a la que se utilizaría en un
paciente crónico y hemodinámicamente estable, de la misma superficie corporal, con flujo
sanguíneo más bajo.
Es muy importante para mantener el mejor estado de salud posible el llevar un régimen de
vida regular, cumpliendo cuidadosamente con las recomendaciones dietéticas y de ingesta
de líquidos.
Otras vacunas de enorme importancia son la vacuna antigripal que debe aplicarse todos los
años y la antineumocócica, además de la vacuna antitetánica.
Una buena estrategia de vacuna puede ser aprovechar todos los años el momento de la
campaña de vacunación antigripal para realizar el control de anticuerpos frente a la
Hepatitis B y aplicar la vacuna de la gripe y, si lo requiere, la dosis de la Hepatitis B.
Cumplir cuidadosamente con los tratamientos prescritos (dosis y horarios) y no realizar
ningún cambio sin consultar previamente a su médico.
Es posible que se necesite limitar la dieta e ingestión de líquidos para reducir al mínimo la
acumulación de desechos en el cuerpo los días entre las sesiones del tratamiento.
3.3.2 El catéter.
El acceso de catéter entubado implica un catéter más largo, que entubado debajo de la piel
desde el punto de inserción en la vena hacia un sitio de salida a una cierta distancia.
Generalmente se colocan en la vena yugular interna en el cuello y el sitio de salida está
usualmente en la pared del pecho. El túnel actúa como barrera a los microbios invasores.
Estos catéteres entubados se diseñan para acceso de término corto o medio (solamente de
semanas a meses), pues la infección sigue siendo un problema frecuente.
Aparte de la infección, otro problema serio con el acceso del catéter es la estenosis venosa.
El catéter es un cuerpo extraño en la vena, y a menudo provoca una reacción inflamatoria
en la pared de la vena, que resulta en una cicatriz y un estrechamiento de la vena, a
menudo al punto donde se obstruye.
Esto puede causar problemas de congestión venosa severa en el área drenada por la vena y
puede también hacer la vena, y las venas drenadas por ella, inútiles para la formación de
una fístula o de un injerto en una fecha posterior. Los pacientes en hemodiálisis de largo
plazo pueden literalmente 'agotar' los accesos, así que esto puede ser un problema fatal.
El acceso de catéter es generalmente usado para acceso rápido para diálisis inmediata,
para acceso entubado en pacientes que se considera que probablemente se recuperarán
de una falla renal aguda, y pacientes con falla renal terminal, que están esperando a que
madure el acceso alternativo, o los que no pueden tener acceso alternativo.
Debido a que la hemodiálisis requiere el acceso al sistema circulatorio, los pacientes que
son sometidos a ella tienen un portal de entrada para los microbios, que puede conducir a
septicemia o a una infección afectando las válvulas del corazón (endocarditis) o el hueso
(osteomielitis). El riesgo de infección depende del tipo de acceso usado (ver abajo).
También puede ocurrir sangramiento, y otra vez el riesgo depende del tipo de acceso.
El riñón fue el primer órgano que se trasplantó en un hombre con muy buenos resultados.
Los médicos y cirujanos que se especializan en trasplantes de riñón tienen una enorme
experiencia acumulada. La operación tiene una elevada tasa de éxito.
Incluso los pacientes que coinciden bien no son receptores adecuados todo el tiempo. El
donante y el paciente deben estar libres de infecciones y otros problemas médicos que
pudieran complicar la recuperación del paciente. Los pacientes de trasplante deben tomar
medicamentos inmunosupresores para evitar el rechazo del riñón trasplantado. Estos tienen
efectos secundarios y aumentan el riesgo de contraer algunas infecciones, virus y algunos
tipos de cáncer.
Los pacientes de trasplante necesitan tomar sus medicamentos de por vida, o durante el
tiempo que el trasplante mantenga su función.
Un trasplante de riñón no dura para siempre los pacientes más jóvenes necesitarán dos o
más trasplantes durante su tiempo de vida, si falla un trasplante los pacientes pueden
regresar a diálisis y esperar otro trasplante.
Los pacientes de trasplante siendo inmunosuprimidos y con mayor riesgo que otras personas
de contraer infecciones, deben recibir información sobre higiene en la alimentación.
Además, se les aconsejará seguir los lineamientos para una alimentación saludable, esto es
particularmente importante debido a los problemas asociados con un trasplante. Estos
problemas aumento excesivo de peso (normalmente un efecto secundario de tomar
medicamentos Esteroides, como Prednisona) y elevados niveles de colesterol - aumentan el
riesgo de cardiopatías.
Los hábitos de alimentación saludable pueden ayudar a reducir el riesgo.
Normalmente los pacientes permanecen en el hospital alrededor de 2 semanas después de la
operación. Durante este tiempo reciben supervisión minuciosa.
En algunos casos el riñón trasplantado no produce orina durante los primeros días, o
semanas, después de la operación. Si esto sucede los pacientes continúan con diálisis y
esperan a que el riñón trasplantado comience a funcionar.
Por lo regular pueden pasar entre 3 a 6 meses en pacientes que han tenido un trasplante de
riñón satisfactorio para que regresen a trabajar y a otras actividades normales. Durante este
tiempo necesitan regresar para revisiones frecuentes. Al principio estas revisiones son 2 a 3
veces por semana. Luego cambia a una vez cada 3 meses hasta que los doctores estén
satisfechos de que el riñón trabaja bien.
3.4.1 Complicaciones.
El rechazo sucede cuando el sistema inmunitario del paciente reconoce que el riñón
trasplantado es extraño e intenta rechazarlo del cuerpo. El rechazo agudo es común.
Alrededor de 40% de los pacientes experimentan rechazo agudo durante los primeros 3
meses después de un trasplante. Si no ha ocurrido rechazo agudo durante un año, es poco
probable que suceda. Por lo regular, el rechazo agudo se trata con medicamentos.
El rechazo crónico es como un envejecimiento lento del nuevo riñón. Se desconoce qué
causa el rechazo crónico. Puede tardar años para que suceda. Es la causa más común de falla
de trasplante después del primer año. No hay tratamiento para el rechazo crónico. Los casos
leves no son un problema común. La mayoría de los casos graves darán origen a la falla del
riñón.
Los factores más importantes que contribuyen al desarrollo de esta lesión son consecuencia
del hiperparatiroidismo secundario que acompaña a la insuficiencia renal crónica. Sus
desencadenantes pueden ser retención de fósforo (Cuando el filtrado glomerular disminuye
por debajo de 40 mL/min, se observa una tendencia a la hiperfosforemia que se acompaña
de una disminución de la concentración de calcio sérico que, a su vez, estimula la secreción
de parathormona.
Del mismo modo, se necesitan cifras más elevadas de calcio sérico para lograr suprimir la
secreción de parathormona, es decir, existe una alteración del sistema de retroalimentación
entre las concentraciones de calcio iónico y la secreción y liberación de parathormona que
hace que el sistema de retroalimentación se estabilice a un nivel distinto y superior de
regulación. De esta forma, el valor de calcio iónico sérico considerado “normal” inhibe de
forma menos efectiva la liberación de parathormona.
Si bien la causa más frecuente de este tipo de lesión ha sido a lo largo de las dos últimas
décadas la intoxicación por aluminio, esta última ha disminuido en frecuencia. Sin embargo,
en la actualidad, estamos asistiendo a un incremento en el número de casos de enfermedad
ósea de bajo remodelado no inducida por aluminio. Los factores de riesgo para su desarrollo
son: diabetes mellitus, hipoparatiroidismo inducido por fármacos (exceso de carbonato de
cálcico y/o vitamina D, conjuntamente con alta concentración de calcio en el baño de
diálisis), edad avanzada. Numerosos estudios implican además a la diálisis peritoneal crónica
como otro factor predisponente.
El aluminio tiene un efecto tóxico sobre el metabolismo óseo y sobre el remodelado a través
de dos mecanismos, uno de ellos indirecto, gracias a su capacidad de inhibir la función
paratiroidea y consecuentemente la actividad del hueso y el otro a través de una acción
inhibitoria directa del aluminio sobre los osteoblastos y sobre la mineralización.
La clasificación de ODR que tiene una mayor proyección clínica y facilita la interpretación de
los resultados del laboratorio es la que se basa en el grado de actividad del hueso, separando
las formas de alto y bajo recambio óseo.
3.4.3 Diagnóstico.
La primera aproximación diagnóstica se debe hacer con la historia clínica, nuestro objetivo
debe ser diagnosticar la osteodistrofia renal precozmente. La sospecha clínica debe ser
activa, cuanto mayor haya sido el periodo de evolución de la insuficiencia renal crónica antes
del inicio del tratamiento sustitutivo, mayores son las posibilidades de padecer una
enfermedad ósea importante pre-diálisis.
La presencia de signos y/o síntomas de osteodistrofia renal tales como dolor, prurito,
impotencia funcional, mialgias, calcificaciones extra óseas, fracturas, etc. son tardíos e
inespecíficos y colaboran muy poco en diferenciar las formas de osteodistrofia renal de alto y
de bajo remodelado.
Otras técnicas como son, absorciómetro fotónica dual (DXA), tomografía axial computarizada
y estudios isotópicos, son poco útiles como técnicas de uso rutinario y aportan menor
información global pero pueden servir individualmente para controlar la evolución de la
enfermedad o de un tratamiento determinado. De los marcadores bioquímicos disponibles,
la parathormona sérica es la que mayor información objetiva aporta sobre las alteraciones
óseas metabólicas de la insuficiencia renal crónica.
Valores de parathormona por debajo de 120 pg/mL tendrían un elevado valor predictivo
para enfermedad ósea de bajo remodelado, y valores por encima de 450 pg/mL lo tendrían
para enfermedad ósea de alto remodelado. Si a los valores de parathormona añadimos la
cuantificación de aluminio sérico, podremos mejorar nuestra sensibilidad y especificidad
diagnóstica.
Es aconsejable medir el aluminio sérico de forma periódica, una determinación aislada tiene
escaso valor como productor de acumulación crónica de aluminio. Concentraciones de
aluminio sérico repetidas inferiores a 20 µg/L excluyen enfermedad ósea inducida por
aluminio y concentraciones por encima de 60 µg/L reflejan un acumulo patológico.
En los casos dudosos (aluminios entre 20 y 60 µg/L) el test de desferrioxamina puede ser de
utilidad, pero es importante destacar que su interpretación tiene muchas limitaciones. Un
test de desferrioxamina positivo garantiza un acumulo de aluminio, pero un test de
desferrioxamina negativo no descarta un exceso de aluminio.
En los pacientes que están recibiendo calcitriol intravenoso a dosis altas, la interpretación de
las cifras de parathormona puede tener mayores limitaciones debido al efecto supresor
directo de este metabolito sobre las células óseas. La tercera y concluyente aproximación
diagnóstica es la biopsia ósea. En la tabla adjunta se resumen algunas de las indicaciones de
mayor interés.
3.4.4 Prevención de Osteodistrofia renal
La mejor garantía para que esto no ocurra es mantener la concentración final de la solución
de diálisis por debajo de 2 µg/L y no utilizar hidróxido de aluminio. Las membranas de alta
permeabilidad movilizan aluminio con mayor eficiencia que las de menor permeabilidad. Un
efecto beneficioso adicional se puede obtener aumentando el porcentaje y la concentración
absoluta de aluminio ultra filtrable mediante la utilización de desferrioxamina.
En los últimos cinco años la dosis más utilizada ha sido de 5 mg/Kg/semana. Sin embargo,
estudios recientes indican que dosis tan bajas como 0,5 mg/Kg/semana pueden ser eficaces y
reducen la posible toxicidad de este fármaco. Si se quiere evitar la hiperaluminemia
interdiálisis (en ocasiones responsables del agravamiento de los síntomas), se puede
administrar la desferrioxamina al comienzo, en lugar de al final de la diálisis, como suele ser
la práctica habitual.
Para que un trasplante de riñón sea exitoso es muy importante que los tejidos del nuevo
riñón sean muy similares a los del riñón original del paciente, esto ayuda a impedir que el
sistema de defensa natural del cuerpo rechace el trasplante.
Antes de poder encontrar un riñón adecuado, es necesario practicar a los pacientes algunas
pruebas. Luego los resultados serán revisados contra los resultados de pruebas similares
llevadas a cabo en un riñón disponible, o en una persona que considere la donación de un
riñón para un paciente.
La compatibilidad del grupo sanguíneo una sencilla prueba de sangre determina a cuál de los
cuatro grupos de sangre principales -A, B, AB u O-pertenece un paciente o donador, su
sistema inmunitario atacará a un riñón de un grupo sanguíneo que no sea compatible con el
suyo. A usted solo se le podrá dar un riñón para trasplante si su grupo sanguíneo es
compatible con el del donador.
Es conveniente la compatibilidad del tipo de tejido de los donadores con el de los receptores
cuanto mejor sea la compatibilidad, mayores las oportunidades de que el trasplante de riñón
dure más tiempo. No obstante, no es primordial una compatibilidad perfecta.
Es muy poco común poder encontrar una compatibilidad exacta del tipo de tejido entre el
donador y paciente. Los médicos normalmente pensarán en hacer un trasplante si por lo
menos la mitad de las proteínas en el tipo de tejido del donador coincide con las del
receptor.
Un candidato para un trasplante pasa por una serie de pruebas de sangre para revisar
diferentes virus, como VIH, hepatitis B, hepatitis C y citomegalovirus. Estos virus pueden
estar presentes e inactivos en el cuerpo del paciente, pero el trasplante y los medicamentos
inmunosupresores podrían activarlos, causando enfermedad.
La prueba de VIH no se llevará a cabo sin el consentimiento del paciente. Un paciente que
rechace cualquiera de las pruebas, incluido el VIH, puede no ser permitido para un
trasplante. Si se encuentra uno de estos virus, los médicos todavía pueden permitir que el
paciente tenga un trasplante, pero vigilarán en una forma particularmente cuidadosa al
paciente.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN PACIENTE CON INSUFICIENCIA
RENAL
La diálisis es una forma artificial de hacer el trabajo de los riñones, pero no puede sustituir la
eficiencia natural de los riñones. Si usted está en diálisis necesita regular cuidadosamente su
dieta.
Toda la información sobre dieta para pacientes en etapa temprana de insuficiencia renal es
útil para los pacientes en diálisis y trasplante, en especial la información sobre potasio,
fosfato y sodio. No importa cuál sea su estado de salud, casi siempre podrá mejorar su
estado a través de medidas sencillas como dejar de fumar, comiendo en forma sana y
teniendo ejercicio regular.
Estas medidas le ayudarán a perder peso si está obeso. La pérdida de peso es un problema
que causa preocupación particular en insuficiencia renal. Esto es normalmente porque los
pacientes no están consumiendo suficiente proteína y alimentos que proporcionen energía.
Las personas desnutridas pierden peso y masa muscular. La desnutrición puede desarrollarse
en pacientes en hemodiálisis o diálisis peritoneal. Los nutriólogos vigilan a los pacientes
renales para cualquier signo de desnutrición.
La obesidad puede causar problemas prácticos para las personas con diálisis. Las personas en
sobrepeso con brazos grandes pueden tener problemas particulares con el acceso para la
hemodiálisis. Puede ser difícil llegar a sus venas, o éstas pueden ser débiles y dificultar la
formación de una fístula. Es menos probable que la diálisis peritoneal funcione para
pacientes que tienen grasa en el abdomen o si éste está distendido.
Los pacientes con sobrepeso deben asesorarse con un dietista. Revertir la obesidad no curará
la insuficiencia renal, pero traerá grandes beneficios para su salud.
Algunos pacientes pierden el apetito y es posible que se les pida que aumenten su ingestión
de alimento para evitar desnutrición.
Preste atención especial a los aspectos específicos de la dieta y nutrición, como su ingestión
de hierro, fosfato y calcio, potasio, proteína, sodio y vitaminas, todo comentado en esta
sección. Revise con su dietista si no está seguro sobre algún aspecto de su dieta renal.
4.1.1 Hierro
Muchas personas con insuficiencia renal sufren de anemia. Una de las causas de anemia es
un nivel bajo de hierro en el cuerpo. Si tiene bajos niveles de hierro necesitará medicación.
Fosfato y calcio. El fosfato y calcio afectan la salud de los huesos. Cuando una persona tiene
insuficiencia renal, el nivel de calcio de su cuerpo tiende a ser muy bajo, y muy alto el del
fosfato.
El tratamiento para pacientes renales se dirige a elevar los niveles de calcio en sangre y a
reducir los niveles de fosfato. Estos objetivos pueden lograrse moderando el contenido de
fosfato de su dieta, mediante la diálisis adecuada y por el uso de un fijador de fosfato que se
toma con los alimentos.
4.1.2 Potasio
Si los niveles de potasio en la sangre son muy altos (o muy bajos) puede dejar de latir el
corazón. El dietista tratará de encontrar si un paciente está comiendo algo que eleve el nivel
de potasio. Los pacientes en hemodiálisis pueden tener que evitar alimentos altos en potasio
como chocolate, y moderar su ingestión de otros alimentos que contienen potasio como los
plátanos. Es muy raro que los pacientes con diálisis peritoneal limiten su ingestión de
potasio.
4.1.3 Proteína
Cuando se acerca el tiempo de diálisis, algunos pacientes no sienten tanta hambre como
solían, y algunos alimentos, particularmente los productos cárnicos, pueden sentirse
“extraños”. Los suplementos dietéticos especiales pueden ayudar a estos pacientes a
mantener una adecuada ingestión de proteínas. Es muy importante seguir el consejo de su
dietista respecto a su ingestión de proteínas.
4.1.4 Sodio
Los pacientes en hemodiálisis tienen muchas veces mayores restricciones sobre la ingestión
de líquidos comparado con los pacientes con diálisis peritoneal, y por tanto necesitan ser
muy cuidadosos con la sal. Esto es porque una dieta salada puede causar sed a los pacientes
y aumentar la presión arterial.
4.1.5 Vitaminas
Las vitaminas B y C se pierden durante la diálisis. Su doctor puede recetarle tabletas con
suplemento de vitaminas. No deben tomarse suplementos vitamínicos de venta libre a
menos que el doctor las haya indicado.
Otros desechos se eliminan con las evacuaciones. Ahora que sus riñones han dejado de
funcionar, la hemodiálisis elimina los desechos de la sangre. Pero entre sesiones de diálisis,
los desechos pueden acumularse en la sangre y enfermarle. Puede disminuir la cantidad de
desechos cuidando lo que come y bebe. Un buen plan de comidas puede mejorar la diálisis y
su salud.
En su clínica hay un dietista que le ayudará a planificar sus comidas. Un dietista se especializa
en alimentos y nutrición. Un dietista con formación especial en la salud de los riñones se
llama dietista renal.
4.2.1 Líquidos
Todo alimento que esté líquido a temperatura ambiente también contiene agua. Algunos
ejemplos son la sopa, la gelatina (Jell-O) y el helado. Muchas frutas y vegetales también
contienen mucha agua. Entre ellas se incluyen los melones, las uvas, las manzanas, las
naranjas, los tomates, la lechuga y el apio. Todos estos alimentos aumentan su consumo de
líquido.
La mejor manera de disminuir el consumo de líquidos es reducir la sed causada por la sal que
come. Evite los alimentos salados como las papitas y los pretzels. Elija productos con bajo
contenido de sodio. Puede mantener bajo su consumo de líquidos bebiendo en tazas o vasos
más pequeños. Congele el jugo en una cubitera para hacer hielo y cómalo como si fuera una
paleta helada. (¡Cuente esa paleta helada dentro de sus líquidos permitidos!) El dietista le
puede dar otros consejos para controlar su sed.
Los líquidos pueden acumularse entre sesiones de diálisis causando hinchazón y aumento de
peso. El líquido adicional afecta su presión arterial y podría hacer que a su corazón le cueste
más trabajo funcionar. Podría padecer graves problemas cardíacos por sobrecargar su cuerpo
de líquidos.
Su “peso seco” es su peso luego de una sesión de diálisis, cuando se ha eliminado todo el
líquido de sobra de su cuerpo. Si deja que se acumule demasiado líquido entre sesiones, es
más difícil bajar hasta su peso seco adecuado. Su peso seco puede cambiar durante un
período de 3 a 6 semanas. Hable con su médico regularmente acerca de cuál debería ser su
peso seco.
4.2.3 Potasio
Para controlar sus niveles de potasio en la sangre, evite alimentos con altos contenidos de
potasio como aguacates, plátanos, kiwis y frutas deshidratadas. Además, coma porciones
más pequeñas de otros alimentos con alto contenido de potasio. Por ejemplo, coma media
pera en lugar de una pera entera. Coma sólo porciones muy pequeñas de naranjas y
melones.
4.2.4 Fósforo
4.2.5 Proteína
A la mayoría de las personas en diálisis se les anima a comer tanta proteína de alta calidad
como pueda. La proteína le ayuda a usted a conservar la masa muscular y a reparar los
tejidos. Cuanto mejor nutrido esté, más sano estará. También tendrá una mayor resistencia a
las infecciones y se recuperará más rápido de las cirugías. El cuerpo descompone la proteína
en un producto de desecho llamado urea. La acumulación de urea en la sangre es un síntoma
de que se ha enfermado gravemente.
Comer principalmente proteína de alta calidad es importante porque ésta produce menos
desecho. La proteína de alta calidad proviene de la carne, el pescado, la carne de aves y los
huevos (en especial las claras de huevos). La carne de aves y el pescado, como la platija (un
tipo de pescado) a la parrilla, son buenas fuentes de proteína de alta calidad .
4.2.6 Sodio
El sodio se encuentra en la sal y otros alimentos. La mayoría de los alimentos enlatados y las
comidas congeladas contienen grandes cantidades de sodio. Demasiado sodio le dará sed.
Pero si bebe más líquido, el corazón tendrá que trabajar más arduamente para bombear el
líquido a través del cuerpo. Con el tiempo, esto puede provocar presión arterial alta e
insuficiencia cardíaca congestiva.
Intente comer alimentos frescos con bajo contenido de sodio natural. Busque productos que
digan (bajo contenido de sodio) en su etiqueta. No use sustitutos de la sal ya que contienen
potasio. Hable con el dietista sobre las especias que puede usar para condimentar sus
alimentos. El dietista puede ayudarle a encontrar mezclas de especias sin sodio ni potasio.
Las calorías proporcionan energía para el cuerpo. Si su médico se lo recomienda, quizá deba
disminuir las calorías que consume. Un dietista podrá ayudarle a planear formas de disminuir
las calorías de la mejor manera posible.
Algunas personas necesitan aumentar de peso. Los aceites vegetales, como el aceite de oliva,
el aceite de canola y el aceite de cártamo son buenas fuentes de calorías. Úselos
generosamente en panes, arroz y fideos.
La mantequilla y las margarinas tienen muchas calorías. Pero estos alimentos grasosos
también pueden bloquear las arterias. Consúmalos con menos frecuencia. La margarina
blanda, que viene en envase, es mejor que la margarina en barra. Los aceites vegetales son la
forma más saludable de agregar grasa a su dieta si necesita aumentar de peso.
Se presenta en el centro de diálisis para hacerse los tratamientos tres veces por semana con
su enfermera de capacitación para que lo asesore. Deberá seguir un manual de capacitación
paso a paso, puede tomar notas en el manual y llevarlo consigo a casa para su uso personal.
Por lo general, la capacitación para la hemodiálisis en el hogar tarda unas pocas semanas. Ahí
mismo aprenderá los siguientes puntos.
Esto puede parecer mucho para aprender pero su equipo de capacitación no lo enviará a
casa hasta que ambos estén seguros de que ya entendió todo. Practicará tratamientos con su
enfermera de capacitación siempre disponible para observarlo y asegurarse de que usted
esté haciendo todos los pasos correctamente. También tendrá información para llevarse a
casa y revisarla y siempre puede llamar a su enfermera de diálisis en el hogar si tiene alguna
pregunta.
Deberá controlar que todas las conexiones estén seguras y dejará correr un poco de solución
salina a través del dializador y tubos para asegurarse que no haya aire.
Reunirá todos los suministros que necesita y las actividades que desee hacer mientras está
realizándose el tratamiento.
Cuando las agujas estén colocadas correctamente, las conectará a los tubos y al dializador y
encenderá la máquina.
Preste atención a sus sentimientos, usted es el mejor juez de su nivel de energía, el alivio de
su respiración, cualquier dolor o hinchazón. Registre la cantidad de líquido extraída: Lleve
registros precisos del tratamiento de cuánto líquido elimina en cada tratamiento. Si no está
eliminando la cantidad de líquido objetivo que ingresó a la máquina de diálisis, deberá
decírselo a su enfermera.
Mida y registre su presión arterial para ver si se encuentra en el rango saludable utilizando
un brazalete para tomar la presión arterial. Deberá pesarse antes y después del tratamiento,
vistiendo siempre el mismo atuendo para poder ver si está retirando suficiente líquido.
Su médico le ordenará hacerse análisis de sangre para medir cosas como potasio y fósforo
en su sangre. Le realizarán una prueba de sangre para ver la cantidad de nitrógeno ureico
antes y después del tratamiento una vez por mes para ayudarlo a medir si está recibiendo el
suficiente tratamiento para mantenerlo saludable.
Con un estetoscopio cada día escuchará buscando un sonido como silbido llamado
murmullo. Dígale a su equipo de cuidados si el murmullo tiene un sonido más alto. Esto
puede significar que su acceso ha comenzado a cerrarse y puede coagularse. Esto puede
solucionarse si se detecta a tiempo.
CONCLUSIONES
Por ello es importante reafirmar los detalles más relevantes que componen la información
sobre la insuficiencia renal.
Por medio de esta investigación nos damos cuenta que la diabetes es la causa más frecuente
de la insuficiencia renal y constituye más del 40% de los casos nuevos. Incluso cuando los
medicamentos y dieta pueden controlar la diabetes.
Como consecuencia llevando a una nefropatía e insuficiencia renal. También nos damos
cuenta que la mayoría de los diabéticos no desarrollan una nefropatía lo suficientemente
grave como para causar insuficiencia renal.
Las personas con insuficiencia renal tienen que someterse a diálisis pero en todas las
ocasiones. Este proceso reemplaza algunas de las funciones de filtración de los riñones o a un
trasplante para recibir el riñón de un donante sano.
Aunque existen otros factores para padecer insuficiencia renal como la hipertensión,
glomerulonefritis (inflamación de los glomérulos), uropatía obstructiva (obstrucción del riñón
o del uréter), pielonefritis (inflamación del revestimiento del riñón), lupus o enfermedad
renal poliquística (quistes en el riñón).
RECOMENDACIONES
Hay que evitar auto medicarse ya que los medicamentos tomados en dosis inadecuadas son
tóxicos para los riñones. Es recomendable también bajar de peso ya que ocasiona
hipertensión, diabetes y problemas renales.
Mantenga su presión estable ya que la presión alta daña los vasos sanguíneos y lesiona los
riñones. Al igual que controlar el nivel de glucosa en sangre con el propósito de ayudar a
prevenir el daño en los riñones y retrasar el avance de la enfermedad.
Es bueno evitar el estrés manteniendo una vida social y familiar activa y positiva. El estrés
facilita el inicio a las enfermedades.
Es importante también dejar en claro que las bebidas alcohólicas, pues recargan las
funciones renales y pueden provocar lesiones tisulares. También hay que ser cautos con
medicamentos potencialmente neurotóxicos, es decir, antiinflamatorios, antibióticos y
medios de contraste basados en yodo.
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