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FACULTAD DE INGENIERIA
INGENIERÍA INDUSTRIAL
GERENCIA ESTRATÉGICA
Para empezar NIX, tomo posición en el mercado y en los clientes, por medio de una
segmentación del mercado y estrategia de territorios, donde inicialmente se
consideró un mercado objetivo de la población del norte de Uruguay, caracterizada por
ser la población de menos recursos del país y por ser la zona geográfica donde las
tasas de impuestos eran menores que en el resto de departamentos como ya lo
describimos. Este conjunto de condiciones sumada a las ineficiencias operativas de
CocaCola y Pepsi y a la inclusión de NIX, con los precios más bajos del mercado, hizo
que esta última tuviese gran impacto y que su crecimiento fuese progresivo
Diez años después, Pepsi se instaló por medio de una embotelladora propia, cuya
propiedad era 100% de su casa matriz y tenía su propia fábrica de concentrado en el
país.
Estas dos empresas dominaron fuertemente hasta inicios de la década del 90, donde
existían empresas locales de baja participación y que no tenían dentro de su línea de
productos refrescos con sabor cola. Pero en la segunda mitad de los 90 aparecen tres
nuevos grandes grupos de jugadores: Caribeño S.A., con su producto Nix (quien
además de contar con una línea completa de sabores pomelo, naranja y lima,
normales y light, empezó a fabricar también refrescos de cola), un conjunto de
segundas marcas, y los refrescos de contrabando.
De hecho, de ser altamente rentable para los dos únicos jugadores relevantes del
mercado, la industria de refrescos había pasado a ser un sector en el cual había
numerosos jugadores y distintas reglas de juego, haciendo perder cifras considerables
para los dos principales actores hasta ese momento.
Ahora bien, hacia 1995 muchos competidores locales que fabricaban refrescos
comenzaron a notar que el crecimiento en el sector de refrescos concentrados era
limitado, mientras que el proceso productivo para fabricar gaseosas era relativamente
sencillo. Fue entonces cuando decidieron imitarlos.
Sin embargo, para mediados del año 2000, la situación había cambiado
sustancialmente por el ingreso de nuevos competidores entre los que se contaba Nix
(quien ese mismo año contaba ya con el 14% en el mercado de refrescos uruguayo),
las segundas marcas, fabricadas por empresas independientes, y los refrescos
introducidos al país por una red de contrabandistas, principalmente desde Brasil.
Pero, ¿cómo fue que una empresa desconocida en 1995, llego a acaparar cerca del
15% de las ventas cinco años después?
Todo se debió a la estrategia que uso la empresa Caribeño S.A. para posicionarse en
el sector con Nix.
Su estrategia de introducción fue la de aplicar precios más bajos que los de las marcas
internacionales, hacer una publicidad limitada, y concentrar la distribución en la zona
norte de la ciudad de Montevideo. Analicemos cada una de ellas.
En primer lugar, como lo hemos aprendido en las sesiones de clase (y como la teoría
de Porter lo afirma), si un nuevo competidor quiere entrar en el mercado debe hacerlo
por el precio, lo cual hizo de manera satisfactoria Caribeño S.A. Así, a comienzos del
año 2000, el precio (pesos uruguayos) al público de una botella de dos litros y cuarto
de Coca-Cola o Pepsi estaba alrededor de $27, el de Nix en $23, y el de un refresco
de contrabando en $15. En la frontera con Brasil, se podía conseguir el mismo
producto por, como máximo, $9,50. Así que, aunque existían comerciantes ilegales
que podían vender el producto a un precio más bajo, Nix llegó al mercado nacional a
un precio más bajo que la competencia.
Ahora bien, no basta con tener un precio de venta menor con respecto al de los
competidores si la empresa no lo logra compensar con el costo que implica fabricar el
producto. En este contexto, no nos referimos solamente al costo directo (materia
prima, transporte, proveedores, etc.) sino al costo que implica tomar decisiones
gerenciales, el costo que implica tener una estructura poco flexible y el costo que
implica el acercamiento con el cliente.
En segundo lugar, el uso de una publicidad limitada puede parecer contradictorio con
la idea de masificar el conocimiento del producto por parte de clientes y distribuidores.
Coca Cola y Pepsi saturaban la publicidad nacional en todos los medios de
comunicación, de todas las formas posibles, llevando a todos, sin distinción, sin
límites, sus productos, desde el obrero que tomaba un descanso al medio día, hasta el
gerente que se preparaba para un negocio importante en un lujoso restaurante
uruguayo, desde juguetes de colección, hasta un videojuego de acción.
Otras de las estrategias que implementó Caribeño S.A. fue primero la de introducir el
nuevo envase de dos litros y medio lanzando una campaña promocional en la que
ofrecía este envase a un precio inferior al de dos litros y cuarto. En consecuencia,
consiguieron mejores precios, mayores plazos y redujeron sus propios márgenes de
utilidad. En segundo término la de la incorporación de agua mineral a su cartera de
productos, pero bajo una marca diferente (Nativa). En este sentido, la empresa invirtió
en un producto sustituto (al refresco y la gaseosa) que resultó en una tendencia
creciente en ventas. En este momento, por tanto, se sobreentiende que la empresa
contaba con una política de costos lo suficientemente estable y sostenible como para
dar el siguiente paso y arriesgarse a ampliar su portafolio de productos.
En primer lugar, uno de los problemas con los que Coca Cola, Pepsi y Nix tuvo que
lidiar fue que muchos de los fabricantes de segundas marcas no operaban dentro de la
legalidad. Establecían sus centros de producción de manera precaria, podían trasladar
sus operaciones fácilmente, no contaban con autorización bromatológica.
Dado que los controles de todo tipo eran sustancialmente laxos, no pagaban los
impuestos que les correspondían (IVA 23% e IMESI para refrescos de cola del 30% y
un 16% para los casos de la naranja, el pomelo y el limón que empresas como
Caribeño S.A. sí debían pagar) ni los aportes de seguridad social por sus empleados,
e inclusive tenían acceso a azúcar introducida de contrabando, que dada su
naturaleza como una de las principales materias primas para la fabricación de
refrescos y gaseosas, los proveedores locales imponían siempre sobreprecios
importantes por encima del precio internacional.
Así que como primera conclusión podemos afirmar que Caribeño S.A. debe intensificar
sus estrategias para hacer frente a competidores entrantes, que como se puede
observar, no precisamente trabajan de manera legal. En este caso, crear barreras de
entrada gubernamentales debe darse de manera necesaria de la mano con el Estado,
pues de nada sirve continuar creyendo en la legislación nacional si está no es
estrictamente vigilada por las instituciones pertinentes. Una vez este problema este
“resuelto” (lo ponemos entre comillas porque siempre existirán personas capaces de
engañar al sistema) o al menos haberlo mitigado al máximo, Caribeño S.A. debería
trabajar en obtener beneficios arancelarios por la implementación de políticas a favor
del medio ambiente, ya sea por políticas de reciclaje, tratamiento de residuos, etc.
En segundo lugar, otra herramienta que usaban este tipo de fabricantes era hacer
atractivo el producto para el comerciante, ofreciéndole mayores márgenes y
financiación que los proveedores alternativos.
Entonces, como segunda conclusión podríamos pensar en que los clientes adquirirían
poder de negociación, pero pensamos que de seguir esta situación, tal poder se daría
en el largo plazo. Expliquémoslo brevemente. Supongamos que uno de estos
“fabricantes” llega a un cliente y lo incita a comprar su producto más barato y con
margen de pago y financiación mayor que la competencia. ¿Aceptará
inmediatamente? Es muy probable que no. A menos que los controles fueran
extremadamente laxos, el riesgo de obtener un producto ilegal sería muy alto. Aún
cuando el producto ilegal fuera un 35% más bajo, el costo de oportunidad de ser
atrapado, vender un producto que muy posiblemente no cuente con los mínimos
estándares de asepsia y distribuirlo a lo largo del país es alto y por ende el cliente
pedirá algo más que un “buen precio” para concluir el negocio. Así, el poder de
negociación de los clientes, dada la alta demanda y el acceso al producto en
pequeños mercados, es muy pequeño y no crecerá considerablemente en el corto
plazo.
En cuarto lugar, si bien no fue un fenómeno que afectó directamente a Caribeño S.A.,
como empresa posicionada en el sector de refrescos debe esforzarse en que no llegue
a ser afectada en el futuro por sucesos como el ocurrido en 1999 donde el Real se
devaluó fuertemente y ocasionó, por ejemplo, que Coca Cola encontrara su volumen
de ventas un 11% por debajo del mismo período del año anterior y que acaeció en que
los productos de contrabando entraran con mayor facilidad al país.
Así que como cuarta conclusión, encontramos de nuevo las barreras de entrada que
mitigan la fuerza de los nuevos competidores. Pero, ¿qué hacer ante un hecho,
altamente impredecible y aleatorio como la inflación o deflación de precios, la
devaluación de la moneda local o una crisis económica en el sector? En ese caso,
pensamos que una estructura de costos dinámica y mejor que la competencia,
permitirá a Caribeño S.A. blindarse frente a una crisis de cualquier tipo. Las opciones
son múltiples. Puede basarse en un mejor servicio, calidad, recordación, logística,
infraestructura, tecnología, etc.
Pero también pueden llegar a funcionar las alianzas estratégicas. Si nos ponemos un
poco tradicionales, un pueblo unido jamás será vencido. No es un secreto que existen
competidores ilegales. Pero tampoco lo es el que el gobierno se hace el de “la vista
gorda” para frenar este tipo de acciones. Por lo tanto, Caribeño S.A. podría asociarse
con su competencia LEGAL con el fin de: impedir el crecimiento de empresas ilegales
en el sector; hacer frente juntas a una crisis grave gracias a un nivel similar de precios
y aranceles, mismos mecanismos de negociación con proveedores, centros de
distribución que favorezcan a competidores legalmente constituidos, etc.
Finalmente, como quinta conclusión, pueden verse estas estrategias como parte de la
fuerza referente a productos sustitutos y complementarios. Entendamos esto. Si con
una botella de Pepsi, además los clientes pueden disfrutar de un partido con su
selección, si el producto desde el punto de vista comercial posee asociaciones
estratégicas, si el producto puede ingresar fácilmente al país pagando menos
impuestos, puede tratarse del mismo sabor, la misma presentación, la misma marca.
Pero indirectamente, el producto habrá sufrido un cambio drástico que le ha dado un
valor agregado con respecto a la competencia. Ya hemos mencionado que el acceso
de Nix en departamentos aledaños y en el norte del país le permitió tener una
participación del 30%. Por tanto, Caribeño S.A. debería trabajar en el poder de
recordación que tiene Nix para el cliente y crear estos “valores agregados” que den a
su producto un mayor nivel de importancia con respecto a la competencia.