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Vitamina B1 (tiamina)

La tiamina se encuentra en los frutos secos, las legumbres, la carne y en pescados como el
atún o las sardinas. Participa en el metabolismo glúcido y es muy importante para el sistema
nervioso. Su consumo previene el cansancio, la anemia o la irritabilidad. Se recomienda ingerir
1mg de vitamina B1 al día.

Vitamina B2 (riboflavina)
La vitamina B2 es esencial para el metabolismo y está presente en la leche, huevos, tejidos
animales, carnes magras, pescados y vegetales de hoja verde, como el brócoli o las espinacas.
Se recomienda consumir entre 0,9 y 1,1mg al día, dependiendo del estado fisiológico de la
persona.

Vitamina B3 (niacina)
La niacina contribuye a que tengamos energía y que nuestro sistema nervioso esté equilibrado
químicamente. Fomenta el buen funcionamiento de las neuronas y la producción de hormonas
esteroideas.

Se recomienda ingerir unos 15mg diarios de B3, que la encontrarás en sardinas, atún, vísceras,
legumbres, cacahuetes y harinas vegetales.

Vitamina B5 (ácido pantoténico)


La B5 participa en los procesos por los cuales obtenemos energía a partir de los alimentos.
También contribuye a la producción de colesterol y otras grasas esenciales. Su consumo diario
recomendado es de 5mg y se encuentra en muchos alimentos, como en el pollo, derivados de
la leche, aguacate, brócoli, champiñones o en la yema de los huevos.

Vitamina B6 (piridoxina)
La piridoxina participa en la formación de glóbulos rojos, provee de oxígeno a las células y
favorece un buen funcionamiento intestinal. Se recomienda consumir 1,5mg diarios y se
obtiene en los plátanos, salmón, hígado, nueces y carne magra de cerdo, entre otros alimentos.

Vitamina B8 (biotina)
Esta vitamina interviene en el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas. Se
recomienda consumir unos 30mg diarios y está presente en hígado, yema de huevo, cereales
integrales, patata y pescados.

Vitamina B9 (ácido fólico)


Resulta esencial para los procesos biológicos de mantenimiento y reparación de células.
Además, junto con la B12, contribuye a la formación de glóbulos rojos. Verduras y hortalizas,
como las espinacas, el brócoli o la col, así como las legumbres y los frutos secos, son
alimentos ricos en ácido fólico.

Vitamina B12 (cianocobalamina)


La conocida B12 es esencial para la formación de glóbulos rojos, regeneración de tejidos y
para el sistema nervioso. Se recomienda consumir unos 3mg al día y se de alimentos de origen
animal. Los huevos, los productos lácteos, la carne roja o pescados como el salmón y la
caballa son ricos en B12.

Si eres vegano/a, se recomienda su consumo a través de complementos vitamínicos o de


carne vegetal, como la Heura.

Vitamina C (ácido ascórbico)


La vitamina C fortalece el sistema inmunitario, mejora la cicatrización de heridas y facilita la
absorción de calcio y hierro. Se recomienda consumir unos 100mg al día y, como ya sabrás,
esta vitamina puedes encontrarla en cítricos (naranja, mandarina, kiwi, etc.), pimiento, coliflor,
brócoli y coles de Bruselas.

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