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Los Zapatos, de Carlos Leppe, fue una acción corporal que se llevó a cabo en el Museo de

Bellas Artes en el año 2000. En ella aparecen una gran cantidad de elementos significantes. En
primer lugar, Leppe llegó en un taxi al frontis del museo. Se escuchaba un bolero peruano
desde adentro, y Leppe salió con prendas harapientas, la cabeza mal rasurada, lentes de sol,
un pizarrón con el texto “yo soy mi padre” colgando del cuello, y una maleta llena amarrada con
elásticos. Luego gateó hasta su obra, “La gruta”, mientras gritaba reiteradas veces el nombre
de la pieza. Al llegar, se escuchó un registro sonoro de su madre. Leppe comenzó a llorar
fuertemente y luego sacó una serie de objetos de su maleta, tales como una botella de agua,
figuras de cerámica, un cinturón, y un cuchillo. Después sacó una bolsa de excremento que
mezcló con yeso dentro de un recipiente de estilo precolombino. Se puso el recipiente en la
cabeza y gritó “caca” antes de pegar un objeto fálico sobre el excremento y borrar el pizarrón
que decía “yo soy mi padre”. Continuó diciendo “La gruta”, aulló, se acostó sobre la montaña de
pelo, y fue arrastrado de vuelta al taxi.
Respecto a la problemática que plantea desde el cuerpo, destaca la concepción del “cuerpo
(…) como ilusión” (Muñoz, 2016, p. 36). Al cubrirse de una serie de elementos, desde los
harapos hasta la máscara y el gorro fálico, Leppe genera una verdadera máscara detrás de la
cual esconde su cuerpo verdadero. Esto genera una ilusión de una corporalidad nueva que
puede adquirir diversos significados. A través de la modificación corporal en presente, logra
transformar la percepción de su cuerpo para generar imágenes sugerentes que remiten a la
infancia, el abandono y la muerte. También aparece la significancia biográfica del cuerpo. Nelly
Richard destaca el aspecto biográfico del cuerpo en la obra de Leppe, asegurando que es una
reiterada tentativa de reconstruir la ”constitución e inserción del sujeto en el marco de
simbolización de la sociedad y cultura.”(1980, 8). Respecto a esta reconstitución, Los Zapatos
muestra claramente ese proceso de inserción y simbolización al mostrar el viaje de un infante
que busca su identidad (ahondaré en esta interpretación más adelante). La pregunta por cómo
el cuerpo se inserta en la sociedad y cómo se relaciona con su contexto cultural está muy
presente.
El situar el cuerpo en un espacio como el Museo de Bellas Artes también tiene significado,
especialmente considerando su importancia como ícono de la cultura nacional. Como dice
Richard en relación con la importancia de los espacios que elige Leppe, “El conjunto de
informaciones históricas y geográficas proporcionado (…) inserta el trabajo con el cuerpo (…)
en un espacio de producción social e ideológica de incumbencia nacional.” (1980, 9). El realizar
esta acción corporal en un edificio que en cierta forma representa la hegemonía artística y
cultural hace resaltar las acciones más chocantes como el uso del excremento en el cuerpo.
Esa misma acción cobraría un significado distinto si fuese realizada en un alcantarillado, por
ejemplo, y quizá su efecto sería menos potente. El situar la performance en un espacio cultural
y nacional cambia su impacto.

Bibliografía
Muñoz Méndez, M. E. (2016). Leppe o la carne de la transformación. Revista De Teoría Del
Arte, (5), p. 35 – 43. Recuperado a partir
https://revistateoriadelarte.uchile.cl/index.php/RTA/article/view/40306
Richard, N. (1980). Cuerpo Correccional. V.I.S.U.A.L.

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