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René Van Dalen - Serie Iron Dogz MC 04 Vengeance of A Black Knight
René Van Dalen - Serie Iron Dogz MC 04 Vengeance of A Black Knight
VENGEANCE OF A BLACK
KNIGHT
Iron Dogz MC 04
Sinopsis:
Wolf
Perder a un hermano nunca era fácil. ¿Que asesinen a un hermano
mientras él no podía defenderse? Era insoportable, inaceptable y
exigía venganza.
Lo que ninguno de ellos esperaba era la llegada de la familia de
Army y con ellos una mujer que puso patas arriba la vida bien
ordenada de Wolf. Ella rompió cada una de sus barreras con una
mirada de sus ojos llenos de tristeza.
Aceptar reclamarla para mantenerla a salvo no sale como él había
planeado. Le resulta imposible mantener la distancia. Pero ella no es
para él, nunca podrá ser suya.
Pero ni siquiera su parche en la espalda fue suficiente para
mantenerla a salvo. Arrebatada mientras estaba bajo su protección,
tuvo que permanecer impotente cuando ella era secuestrada.
La venganza lo lleva a encontrarla. La venganza era todo en lo que
podía pensar una vez que la tuvo de nuevo en sus brazos.
Él juró que nunca más le fallaría.
Pero lo hizo.
Y cuando se da cuenta de su error. Es demasiado tarde.
Ella se ha ido.
Leo
Había venido a Sudáfrica para encontrar a su hermano. Sólo para
que le dijeran que estaba muerto.
Asistir a su funeral a las pocas horas de llegar al país es desgarrador.
Su pérdida sacude los cimientos de su mundo, el mundo de su
familia y su MC.
Reid era un miembro parcheado del Iron Dogz MC en el momento
de su muerte. Tratar con ellos no es fácil, pero por el bien de su
hermano lo intentaría.
Las amenazas contra ella resultan en un reclamo reacio por parte de
Wolf, un ejecutor de los Iron Dogz. El hombre es atractivo, grosero y
extrañamente cautivador. Si tan solo no fuera frío y apasionado todo
el tiempo. Enamorarse de él no es una buena idea y no iba a suceder.
Desafortunadamente, ser reclamada no logra mantenerla a salvo.
Secuestrada y sometida a horrores indescriptibles, Leo lucha por
sobrevivir. No sólo por ella sino por su familia, por su nuevo
hombre y su club.
Pero su supervivencia y rescate tienen un alto precio.
Sufriendo física y mentalmente sólo hay una cosa que puede hacer.
Ir a casa.
Capítulo 1
Hawk
—¡Sentaos joder!—les gritó Hawk a sus hermanos que se estaban
tomando su jodido tiempo para acomodar sus culos en las sillas.
Tenía malas noticias y cuanto antes se sentaran, antes podría
terminar.
Murmullos, arrastramientos de pies y el chirrido de las sillas al ser
retiradas fue todo lo que se escuchó en la habitación cuando se
quedaban en silencio.
Esperó hasta que estuvieron sentados y la puerta cerrada con llave
antes de golpear el bloque de acero con el mazo. El silencio era
pesado, como si todos supieran que iban a escuchar algo que no
querían oír. Todos los ojos estaban puestos en él. Respirando
profundamente, les contó la mierda que todavía lo tenía temblando
de furia.
—Hace veinte minutos recibí una llamada de Sita Patel, la madre de
Army. Ha decidido quitarle el soporte vital. —Las reacciones de sus
hermanos fueron las que esperaba porque las suyas habían sido las
mismas.
—¡Qué!
—¡Qué coño!
—¡Eso es una puta mierda!
Hawk levantó la manos y poco a poco se calmaron. Se sentó hacia
adelante apoyando los antebrazos sobre la mesa mientras miraba a
sus hermanos. Se quedó con los ojos clavados en la silla vacía de
Army contra la pared.
—Lo intenté, hermanos, traté de disuadirla. Le pedí que le diera más
tiempo a nuestro hermano. Le expliqué que dos meses no era tiempo
suficiente para curar las heridas que había sufrido, pero se negó. Ella
afirma que sus doctores le dijeron que no había esperanzas de
recuperación y no iba a dejarlo sufrir. Según ella, una vez que
apaguen las máquinas dejará de respirar y fallecerá en paz. Y eso
pondrá fin a su sufrimiento. —Levantó la mano y sus hermanos, que
habían comenzado a protestar, se callaron nuevamente—. Lo mejor
que pude hacer fue persuadirla para que nos diera tiempo para
despedirnos de nuestro hermano y aceptó de mala gana. Nos
levantaron las restricciones de visitas, tenemos dos días, a partir de
mañana, y después ella hará que apaguen las máquinas. Si queréis
despediros, poned vuestro nombre en la lista de visitantes con Ziggy
y él os dará un horario.
—Necesitamos hablar con su doctor, jefe. Quiero escuchar esta
mierda de él, personalmente—gruñó Wolf enojado.
—¿Qué tal si solicitamos una orden judicial para detenerla, Prez?—
preguntó Ratel—. He visto esa mierda en la televisión y parece
funcionar para esos cabrones.
Su pregunta hizo que todos hablaran al mismo tiempo y Hawk
golpeó la mesa con la mano para llamar su atención.
—Ya lo estamos investigando. Ice está tratando de que los malditos
doctores hablen con nosotros y que no nos digan la maldita mierda
de 'solo a la familia'. Army es nuestra familia y no me rendiré sin
luchar. Tenemos dos días para detener esta mierda y os doy mi
palabra de que haremos nuestro mejor esfuerzo.
—No lo entiendo. —Spider sacudió la cabeza confundido—. Hablé
con una de las enfermeras en la UCI y me dijo que él mostraba
algunos signos positivos. Ella no quiso decir más porque no soy de
la familia, pero parecía optimista sobre sus posibilidades.
—Sí, recibí lo mismo de una de las enfermeras—agregó Wolf a la
conversación.
—¿Qué carajo está pasando aquí? ¿Por qué los doctores aceptarían
apagar las máquinas si él ha mostrado signos positivos de
recuperación? No tiene sentido. ¿Quién nos está mintiendo? —Rider
hizo la pregunta que estaba en la mente de todos.
—¿Qué dijo el especialista de Tori, jefe? ¿Está de acuerdo con esta
mierda? —Los dedos de Bullet tamborileaban a un ritmo rápido y
agitado sobre el brazo de su silla.
—Le dejé un mensaje justo después de recibir la llamada, hermano.
No ha vuelto a llamar todavía porque está en cirugía, pero su
p q g p
asistente prometió que llamará tan pronto como regrese a la oficina
esta tarde. Me aseguré de que supiera lo jodidamente urgente que es.
Ella me advirtió que él no podrá decirnos nada sobre las lesiones
cerebrales de Army, solo sobre sus lesiones en la columna.
Apoyando sus gruesos antebrazos sobre la mesa, Kid suspiró.
—Mierda. Pensé que al menos tendríamos un poco más de tiempo
para respirar antes de que la mierda volviera a llover sobre nosotros.
—Sacudió la cabeza con cansancio—. Las últimas semanas han sido
tranquilas, sin señales de los cabrones afuera de nuestras
propiedades. Además, hemos tenido buenas noticias, Sam se
despertó y no sufrió daños duraderos en su dura cabeza. —La
tensión disminuyó un poco cuando los hermanos se rieron y
asintieron—. También hemos tenido un par de cosas que celebrar.
Primero fueron los gemelos de Gail y Johan, luego la boda de Ice y
River y la sorpresiva llegada anticipada de sus gemelos el 1 de enero.
Hemos estado celebrando esas cuatro nuevas vidas, ahora es el
momento de salvar una. La vida de nuestro hermano.
Duma “Bullet” Baloyi se puso de pie y cruzó los brazos sobre su
amplio pecho con sus musculosas piernas bien plantadas. La furia
chispeaba profundamente en sus ojos oscuros.
—Prospecté con mi hermano, me emborraché con él, me metí en una
mierda con él, me encerraron con él y me follé a muchas mujeres con
él. No dejaré que pase por esto sin mí. Es mi hermano en esta vida y
en la próxima. Nadie le va a quitar esta pelea, y él está jodidamente
peleando. Lo sé, y cualquiera que haya estado en su puta habitación
del hospital lo sabe. Siento en mis entrañas que puede oírme cuando
hablo con él y confía en mí para mantenerlo a salvo mientras él es
incapaz de hacerlo. Ninguna puta vieja que no haya estado en su
vida desde que nació va a dar un paso al frente ahora y apagar las
malditas máquinas. No bajo mi supervisión.
Hawk se inclinó hacia adelante y clavó a Bullet con su mirada.
—¿Qué? ¿Qué quieres decir con que ella no ha estado en su vida?
Según ella, el hospital la llamó como su único familiar más cercano.
Bullet resopló con disgusto.
—Eso es una mierda, jefe. Ella se fue de su vida y lo dejó con su
padre. No volvió hasta el día en que apareció en el hospital jugando
a la jodida carta de la maldita mamita afligida. Por el amor de Dios,
Prez, estás nombrado como su principal contacto de emergencia en
caso de que le pase algo. Deberías haber sido contactado primero.
¿Por qué la contactaron cuando ni siquiera está en su lista de
contactos? ¿Por qué no te contactaron?—terminó Bullet en un
gruñido.
—¿Por qué coño me estoy enterando sobre esta mierda recién ahora,
Bullet? ¿Por qué coño no viniste a mí con esto? —Hawk señaló con el
dedo a Ziggy—. Consígueme todo lo que puedas sobre Sita Patel y
piratea los malditos registros del hospital y descubre quién la
contactó.
La atención de Hawk volvió a centrarse en Bullet parado junto a la
silla vacía de su mejor amigo.
—Explícame por qué no viniste a verme.
Bullet negó con la cabeza.
—Porque soy jodidamente estúpido, jefe. Ella jugó conmigo, igual
que jugó contigo. Afirmó que Army y ella se habían reunido y
estaban arreglando las cosas. Es una excelente mentirosa porque le
creí.
Al escuchar la explicación de Bullet, Hawk pasó un dedo por el
costado del martillo mientras intentaba juntarlo todo.
—¿Dónde está su padre? ¿Sigue vivo y si lo está, por qué carajo no
sabíamos que tenía familia? —Hawk le indicó a Bullet que se sentara
y miró a Ziggy, quien negó con la cabeza.
—Lo siento, Prez. Todo lo que tengo es su madre y la información
que ella nos dio. Afirmó no tener familia y su verificación de
antecedentes mostró lo mismo.
Bullet levantó una mano y Hawk le hizo un gesto para que siguiera
adelante.
—Army no quería que la mierda de sus padres afectara su futuro en
el club. Me pidió que guardara su secreto, pero dijo que si alguna
vez fuera necesario podría contarte lo que sé, y no sé mucho. —
Bullet se encogió de hombros—. Esto es lo que sé. Un amigo suyo
limpió sus antecedentes antes de salir de Estados Unidos. Llegó a
Sudáfrica después de que lo declararan médicamente no apto
después de su último período de servicio en Afganistán con los
marines estadounidenses. Nació aquí y sus padres son sudafricanos.
Su madre lo abandonó cuando nació. Su padre estaba casado con
una estadounidense y ella lo adoptó. Todos regresaron a Estados
Unidos cuando él era un bebé. Army no hablaba mucho de su
familia, pero sí mencionó a una hermana menor. Creo que se
mantuvo en contacto con ella. Si lo hizo, su teléfono debería tener
sus números de contacto y su correo electrónico o algo por el estilo.
Ziggy estaba tecleando en su portátil y Hawk apartó la mirada de
Bullet cuando comenzó a maldecir.
—¿Qué?
—Quien limpió sus antecedentes hizo un trabajo increíble, Prez.
Necesito trabajar más en esto porque no tengo nada—gruñó Ziggy
frustrado.
Sintiendo la frustración de Ziggy, Hawk se pasó dos dedos por el
bigote y la barba antes de mirar alrededor de la habitación a sus
hombres que lo miraban en busca de dirección. Ser el puto
presidente no era un trabajo fácil. Especialmente cuando les
ocultaste mierda.
—Sigue escarbando, Ziggy. Bullet, te veré en mi oficina una vez que
terminemos aquí y veremos si podemos arrojar algo de luz sobre
esta mierda. Encuentra el teléfono de Army y entrégaselo a Ziggy,
incluso si quedó destrozado en el accidente, aún debería poder sacar
algo de él. El resto de vosotros, poned vuestros nombres en la lista
de visitantes, tenemos que detener a la perra mientras Ice intenta
evitar que apague sus máquinas. —De repente se le ocurrió algo—.
Ziggy, revisa sus seguros de vida, sus inversiones y toda esa mierda.
Descubre quién se beneficiará de su muerte.
Tomando el mazo lo dejó caer.
—Hemos terminado aquí. Manteneos en contacto y nadie viaja solo.
Mantened los ojos bien abiertos y conducid con seguridad.
Apartando su sillón de la mesa, Hawk cruzó los brazos sobre el
pecho y observó cómo sus hombres se levantaban de sus sillas. La
atmósfera en la capilla era lúgubre y nadie decía una palabra
mientras salían. Las malas noticias parecían seguir llegando para
ellos. Esperaba que la última mierda no tuviera nada que ver con la
vieja perra de Ciudad del Cabo, porque si así fuera significaba que
ella había encontrado una manera de acercarse a sus hombres, y eso
no podía permitirlo.
Ice golpeó la mesa mientras se levantaba.
—Voy a ir a la oficina. Me comunicaré con mis contactos y veré si
puedo encontrar una manera de evitar que esa perra mate a nuestro
hermano. Llamaré si tengo algo.
Hawk asintió mientras Ice salía. Por la mirada en sus ojos supo que
su primo estaba decidido a encontrar una forma legal de evitar que
las máquinas fueran apagadas.
Sin se apartó de la mesa y se puso de pie.
—Ayudaré a Bullet a registrar la habitación de Army. Tal vez
encontremos algo que podamos utilizar para ponernos en contacto
con su familia.
Todos se fueron excepto Ziggy, quien lentamente cerró el portátil y
suspiró.
—Esto va a ser difícil, jefe. No puedo encontrar ningún nacimiento
registrado a nombre de Sita Patel. Si tuviera el nombre de
nacimiento de Army, podría piratear los registros de adopción o
encontrar su certificado de nacimiento que incluya a su padre. Pero
sin su nombre me quedo investigando en la oscuridad. Quiero
preguntarle a Skelly si tiene alguna idea que pueda ayudar y quiero
comunicarme con los Devil's Spawn en Estados Unidos. Tal vez
puedan ayudarnos escarbando en la mierda de ese lado del océano.
Hawk suspiró.
—Hazlo, hermano. No importa si nos cuesta otro favor, hazlo.
Tenemos que encontrar algo para salvar a nuestro hermano. Joder, sé
que hay muy pocas posibilidades de que algún día despierte y
menos aún de que sea el Army que conocemos cuando lo haga. Pero
me importa un carajo. Cuando lo traje como prospecto y le di su
parche, se convirtió en mío y protejo lo que me pertenece.
Siguiendo a Ziggy, Hawk caminó hasta su oficina y abrió la puerta.
Hundiéndose en su sillón detrás del escritorio, se recostó y miró
fijamente la pintura de los moteros en la pared. Uno de los cuadros
de su dama. Y mirando fijamente el cuadro añadió otra
preocupación a la carga de mierda que ya tenía, su dama no había
estado pintando, al menos que él no lo supiera. Hacía muchísimo
tiempo que no había vuelto a su casa donde tenía el estudio. No
porque no quisiera pintar, no era eso. Con lo que había estado
sucediendo con el club, ella sería vulnerable en el estudio, no era tan
seguro como el complejo y su mujer no quería poner a más
hermanos en la línea de fuego.
Podría hacer algo sobre que su dama no estuviera pintando, con lo
que no podía hacer nada era con el puto secreto que les ocultaba a
sus hermanos. Había dado su palabra y ahora deseaba haber
negociado un trato mejor.
Levantando el teléfono, marcó un número que no había necesitado
desde hacía tiempo. Mientras esperaba, luchó contra su ira, no podía
perder la cabeza ahora, tenía que actuar con calma y obtener
respuestas.
—Van Blerk.
—Tengo un problema con nuestro acuerdo—dijo Hawk sin saludar
al policía.
—Hawk. ¿Qué puedo hacer por ti?
El bastardo sabía muy bien lo que podía hacer por él.
—La puta madre de Army va a apagar las máquinas que lo
mantienen con vida. Necesito saber en qué estaba él trabajando
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porque estoy seguro de que por eso quiere que las apaguen. Es para
callarlo permanentemente.
Un pesado silencio se cernió entre ellos antes de que el maldito
policía le respondiera.
—Lo siento, Hawk. No puedo. Todo lo que puedo decirte es que
estaba trabajando en algo para poner de rodillas al Harrison
Syndicate. Se puso en contacto conmigo antes del accidente para
concertar una cita y darme lo que tenía. Nunca llegó a la reunión.
—Maldito infierno. Nunca debí haber aceptado dejarlo trabajar en
esto para vosotros, bastardos. Probablemente sea lo que lo llevó a la
situación en la que se encuentra ahora.
El maldito policía no dijo nada, sólo gruñó en lo que Hawk
interpretó como un acuerdo.
—Bien, no puedes o no quieres darme lo que necesito. Si ella le quita
la vida a mi hermano, nuestro acuerdo se va por la borda. Llevaré
esta mierda a la mesa y dejaré que mis hombres participen en el
trabajo que su hermano ha estado haciendo para la fuerza especial.
—No me obligues a hacerlo, Hawk. Te derribaré a ti y a tu club si te
interpones en mi camino.
—Que te den. —Hawk había llegado al límite de su paciencia—. Solo
acepté prestarte uno de mis hombres porque insistió en que tenía
una manera de entrar que ninguno de nosotros tenía. Quería
ayudarte y mira lo que consiguió. Está tirado indefenso en una cama
esperando que esa perra lo mate mientras yo no puedo hacer nada
para detenerlo.
—Si esto alguna vez sale a la luz, lo negaré. ¿Me entiendes?
—Sí. Dame algo, Van Blerk, cualquier cosa que me ayude a salvar a
mi hermano.
—Army habló sobre que tenía un lugar seguro. Encuentra esa
ubicación y encontrarás la información que dijo que tenía para mí.
Eso es todo lo que puedo darte.
Hawk exhaló un suspiro de alivio.
—No dejaremos piedra sin remover hasta encontrarlo. Mientras
tanto, ¿hay alguna manera de detener a la perra? Nos ha dado dos
días para despedirnos.
Van Blerk resopló.
—Maldita perra. Haré lo que pueda, Hawk, pero no dejes de intentar
una suspensión legal por tu parte.
—Ya estamos en eso. Me niego a dejarlo irse así, Van Blerk. Se
merece mucho más que morir en una cama de hospital con esa perra
desconectándolo.
Van Blerk suspiró.
—Haz que tus hombres busquen la ubicación y comenzaré a
encontrar una manera de detener a esta perra—dijo Van Blerk y
cortó la llamada.
Hawk estaba sentado en su oficina con el teléfono silencioso en la
mano deseando con todas sus fuerzas haber podido convencer a
Army de que no se involucrara en este jodido show de mierda.
Pero él había convencido a Hawk para hacerlo y mira los resultados.
Muerte segura para su hermano dentro de dos días, a menos que
encontraran su casa segura.
A veces odiaba ser el hombre en la cima.
Como en este momento.
Capítulo 2
Leo
Frotándome los ojos cansados con las manos, me recliné en la silla y
lentamente me alejé de mi escritorio. Había estado trabajando en los
libros de los tres clubes de striptease y los dos bares que
administraba para el club durante las últimas horas y era muy obvio
que alguien nos estaba robando. La factura total de bebidas
alcohólicas, la cantidad que habíamos vendido y las existencias no
conciliaban. Estaba gastando demasiado dinero en alcohol y eso sólo
significaba una cosa. Alguien nos estaba robando. Haciéndome
parecer un estúpido coño ignorante.
No vas a salirte con la tuya mientras yo esté a cargo, imbécil.
Tenía una buena idea de quién era, pero necesitaba pruebas antes de
empezar a lanzar acusaciones. Acusar a la persona equivocada los
mataría, así que necesitaba encontrar al verdadero culpable. Todo lo
que tenía que hacer para encontrarlo era seguir el rastro del dinero.
Y cuando lo hiciera, me las iba a pagar.
Levanté el teléfono y lo revisé por lo que me pareció la millonésima
vez hoy, esperando recibir un mensaje. Pero seguía sin haber nada
de Reid. Mierda. Estaba preocupada por él. Tenía una molestia en el
estómago que empeoraba cuanto más mi teléfono permanecía en
silencio. La única vez que pasó tanto tiempo sin contactarme fue
cuando lo reportaron como desaparecido. Afortunadamente fue
rescatado pero declarado médicamente no apto para el servicio.
Abandonó el país y para todos los efectos desapareció.
Recientemente escuché algunos rumores de que algo estaba pasando
con algunos de los MC sudafricanos, pero mi padre y mis hermanos
se negaron a contarme más. Tendría que descubrirlo por mí misma,
pero desafortunadamente tendría que esperar mientras intentaba
desentrañar el maldito desastre frente a mí.
Todavía estaba sentada mirando el teléfono cuando Lure, un
hermano del club y uno de los mejores amigos de mi hermano Dive,
llamó a mi puerta abierta mientras entraba.
—Hola, Lure. ¿Qué puedo hacer por ti? —Sonreí con cansancio
mientras dejaba caer el teléfono sobre el escritorio.
—Hola, Leo, lo siento cariño, es hora de hacer picadillo. Estoy aquí
por el teléfono. —Me entregó mi nuevo teléfono desechable, agarró
el viejo y se lo metió en el bolsillo trasero de los vaqueros.
—Renegade instaló el nuevo para ti y está listo para funcionar. Me
pidió que pasaras por la casa club de camino a casa esta noche,
necesita hablar contigo acerca de algo.
Fruncí el ceño.
—¿Sabes de qué?
Se encogió de hombros y negó con la cabeza.
—Lo siento, cariño, no estoy al tanto de eso.
Suspiré. Esto iba a ser para largo.
—Está bien, dile que pasaré cuando termine aquí. Todavía tengo un
montón de trabajo por hacer.
—No te preocupes, cariño. Hasta luego. —Con un gesto por encima
del hombro, se fue.
Encendí mi nuevo teléfono y comprobé los números de contacto,
negué con la cabeza. Mi hermano mayor era un fanático del control.
Los únicos números eran los del club y los de mi familia. Mis
hermanos, Renegade y Dive, mis padres y por supuesto, Sherri y
Evie, mis mejores amigas. No había agregado a Reid porque no
habían hablado desde el día en que se negó a ingresar como
prospecto en el club por segunda vez. En lugar de eso, abandonó los
Estados Unidos y desapareció durante casi un año antes de
contactarme. Sólo para informarme que era prospecto en un MC en
Sudáfrica precisamente. Se negó a decirme qué club, sólo dijo que no
estaban muy sucios, sea lo que sea que eso significara. Mi padre no
había dicho nada, pero el hecho de que Reid terminara en Sudáfrica
lo había preocupado y todavía hoy lo preocupaba. Cuando agregué
el número de Reid, esperaba con todas mis fuerzas que siguiera
siendo válido porque él también estaba usando teléfonos
desechables. Estaba a punto de enviarle un mensaje de texto cuando
mi teléfono sonó. Sonriendo cuando vi el nombre respondí.
—Hola, mamá.
—Hola, cariño. Ren me acaba de dar tu nuevo número. Te llamo
para recordarte la barbacoa familiar del sábado. Te necesito allí, niña.
—Mi madre me obligaba a ir con una sonrisa en su voz.
—Puaj. Sabes cuánto odio esas cosas, mamá. Todas esas perras
entrometidas que quieren saber lo que hago—gruñí.
—Lo único que les preocupa es que te haces mayor y no aceptes a
uno de los muchachos como tu hombre. Todos pensaron que Gear
seguramente te daría su parche.
Dios. La misma vieja historia. Gear y yo tuvimos algo hasta que lo
pillé en un trío con dos putas del club. Me sentí tremendamente
aliviada de encontrar una manera rápida y fácil de salir del error
más grande que había cometido en mi vida. Con mucho gusto le di
una patada. Puede que fuera guapo y bastante competente en la
cama, pero el bastardo había mostrado muy rápidamente su
verdadera cara. Se había vuelto súper controlador e insistió en que
dejara mi trabajo en el club. Según él, era degradante para su futura
posición en el club que su mujer trabajara en clubes de striptease. El
imbécil. Era un miembro parcheado, no un oficial. Tenía la ilusión de
que sería elegido para un puesto de poder si se convertía en mi
hombre porque yo era la hija de Grave y mi padre era el
vicepresidente del club. Según su loco razonamiento yo era una
princesa del club y eso aseguraría su ascenso. Que idiota más
grande.
Podría patearme el culo por haberme relacionado con él. Porque eso
era todo en lo que a mí concernía. Un mes de relación del que ahora
me arrepiento. El último clavo en su ataúd fue descubrir que se
había estado tirando a las putas del club todo el tiempo que
estuvimos juntos. Y eso fue un completo chasco para mí, no sólo me
j p p
hacía parecer débil sino que no había manera de que compartiera mi
vida con un hombre que tenía amantes. Ya había suficiente de ese
drama en mi familia, muchas gracias.
Si las damas estaban boquiabiertas sobre Gear y yo, significaba que
todavía no había recibido el mensaje de que ya no estaba interesada
en él. Tenía que cortar esta mierda de raíz. Manteniendo mi
temperamento, se lo expliqué a mi madre con calma.
—No estoy interesada en Gear, mamá. Fui estúpida al empezar algo
con él porque es un bastardo infiel y un cabrón controlador. Cometí
un error y ahora él piensa que es mi dueño. Te aseguro que no.
Nunca usaré su parche y tampoco quiero el de nadie más, así que
puedes pasárselo a esas perras entrometidas.
—Maldita sea, niña. Ella me llamó para decirme que su padre había
oído que Gear había advertido a los hermanos solteros que se
alejaran de ti. Les dijo que te iba a reclamar delante del club y que
muy pronto llevarías su parche. —La voz de mi madre se había
vuelto suave y preocupada. Su acento sureño haciéndose aún más
evidente.
Mierda. Mierda. Mierda. Esto no era bueno, nada bueno.
—Mierda, mamá, ¿crees que va a intentar imponerme su parche?—
pregunté, la preocupación atravesándome. Estaba preocupada
porque lamentablemente esa mierda pasaba en algunos clubes, hasta
ahora no en el nuestro, pero nunca se sabía cuándo algún idiota loco
probaría suerte.
Ella resopló enojada.
—Tu padre no permitirá que esa mierda suceda, cariño, y yo
tampoco. Eres libre de elegir al hombre al que quieres unir tu vida.
Nadie te obligará a tener una relación. No bajo nuestra vigilancia.
—Bien, no quiero tener nada que ver con su culo controlador. —
Mamá soltó una especie de mmjá, estando de acuerdo conmigo pero
sin expresarlo con palabras. La dama perfecta.
Era la mejor madre y la mejor dama de todos los tiempos. Amo a mi
padre, pero él había sido un perro total cuando era joven y estúpido.
p p p j y p
Mi hermano y yo éramos prueba de su estupidez. Nuestros padres
habían pasado por una mala racha después del nacimiento de
nuestro hermano Raigan y se separaron durante aproximadamente
un año. Al parecer papá se volvió loco cuando ella lo dejó, bebía y
salía de fiesta indiscriminadamente. Reid y yo somos el resultado de
ese tiempo. Después de que mamá recuperó su culo infiel, nos
adoptó y nos crió, junto con sus dos hijos, tratándonos como si
fuéramos sus propios bebés. Mi medio hermano, Reid, y yo nacimos
con cinco días de diferencia, de una puta de club y de una
simpatizante. La madre biológica de Reid, una simpatizante del club,
lo abandonó en el hospital y se lo entregaron a mis padres recién
nacido. Mi madre, una puta del club, no le había dicho a nadie que
estaba embarazada. Fue a su casa para tenerme pero murió debido a
complicaciones durante mi parto. Mi abuela me acogió pero siete
meses después sufrió un derrame cerebral masivo y fue entonces
cuando mi padre se enteró de mí. Su nombre estaba en mi certificado
de nacimiento y Bienestar Infantil lo llamó. Mamá dijo que me miró
y se enamoró. Ella nos crió a Reid y a mí como si fuéramos gemelos.
Era nuestra madre y no habíamos conocido a otra más que a ella.
Mamá quería volver a casa para alejarse de todos los malos
recuerdos que los rodeaban. Mi padre aceptó de inmediato y trajo a
su familia a los Estados Unidos para darse un nuevo comienzo. Una
vez que llegamos aquí, se unió al Shadow Wraiths MC en Savannah,
Georgia, y desde entonces ha estado feliz. Su nuevo comienzo
funcionó. Nuestros padres todavía estaban total y públicamente
muy enamorados el uno del otro.
Nuestra madre casi había perdido la cabeza cuando, en lugar de
ingresar como prospecto en el club, Reid se alistó en la Infantería de
Marina. Ella quedó destrozada cuando lo reportaron desaparecido
en acción, pero nunca perdió la esperanza, y cuando lo rescataron,
estuvo a su lado durante su recuperación y mientras él estaba en
rehabilitación. Cuando finalmente regresó a casa, ella lo cuidó y lo
llevó a sus citas de terapia hasta que estuvo lo suficientemente bien
como para cuidarse solo.
Y entonces, de repente, desapareció.
p p
El acto de desaparición de Reid la había herido profundamente, pero
ella le había dado el espacio que necesitaba. Sabía que en algún
momento él se comunicaría conmigo, todo lo que me pidió fue
informarles si se encontraba bien. Cuando finalmente se puso en
contacto conmigo, lo regañé y lo convencí de que llamara a mamá.
Ahora la llamaba una o dos veces al mes para charlar pero no era
suficiente. Ella era su madre y necesitaba más de él. Demonios, todos
necesitábamos más de él. Y me preocupaba que ninguno de nosotros
hubiera sabido nada de él en los últimos dos meses. El bastardo se
había negado a decirme dónde estaba en Sudáfrica o en qué club
estaba, por lo que era un poco difícil rastrearlo. Créanme, lo intenté,
pero choqué contra una pared de ladrillos.
Sentada aquí, mirando el teléfono silencioso, decidí que cuando
llamara insistiría en que viniera a casa de visita. Había estado fuera
demasiado tiempo, casi cuatro años. Éramos su familia y no iba a
permitir que nos ignorara más. Toda esa estúpida mierda que tenía
en la cabeza necesitaba ser limpiada. Siempre pensó que papá amaba
más a nuestros hermanos, Rhys y Raigan, porque Vivienne, nuestra
madre, era su madre biológica. Pero no lo hacía. Nos amaba a todos
exactamente igual. Éramos sus hijos y eso era todo en lo que a él
concernía.
Reid necesitaba volver a casa y arreglar la estupidez entre él y
nuestro hermano mayor, Rhys. Más conocido por aquí por su
nombre de carretera, Renegade. Su mierda llevaba demasiado
tiempo sin resolverse. Si no iba a volver a casa, iría a verlo, le daría
una paliza por preocupar a nuestra madre y después lo arrastraría a
casa.
Al estar pensando en otras cosas, había perdido la noción de lo que
mamá decía, pero ella seguía hablando de la barbacoa.
—Sólo quería recordarte la barbacoa y hacerte saber de qué estaban
hablando las damas. Dive y Ren vendrán a cenar mañana por la
noche y espero verte aquí también.
—Está bien, mamá, allí estaré.
—Bien. Que tengas un buen día, cariño.
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Luego cortó.
Dejé el teléfono, lo aparté, puse el portátil frente a mí y comencé a
trabajar para encontrar las pruebas que necesitaba para atrapar al
imbécil que estaba robando al club. Había escaneado todos los
recibos y facturas en mi portátil y los había estado comparando con
las existencias. Fue un trabajo para adormecer el cerebro.
Que el ladrón fuera del club no disminuiría su castigo por robarles.
Iban a perder la cabeza cuando les dijera esto. Especialmente
Maniac, nuestro presidente.
Mierda. Sólo esperaba que no me perjudicara porque me lo había
perdido.
Cené en mi escritorio y seguí trabajando, ignorando los golpes
sordos del bajo mientras mis chicas trabajaban duro en el club en la
parte delantera del edificio. Estaba tan acostumbrada al ruido que
podía trabajar sin que me molestara en absoluto. Eran cerca de las
doce cuando finalmente tuve todas las pruebas que necesitaba para,
tal vez, clavar a Lucy en la cruz que parecía que ella misma había
construido. Me estiré para aliviar el dolor de mis hombros y espalda
y suspiré. Ahora tenía que llevar esto al club. A Maniac no le iba a
alegrar que se hubieran perdido cerca de 150.000 en los últimos
dieciocho meses. Y ninguno de nosotros se había dado cuenta.
Y ese era el truco. No me había dado cuenta y era mi maldito trabajo
darme cuenta, pero nadie más lo había hecho tampoco. Y eso era lo
que me preocupaba. ¿Por qué no nos habíamos dado cuenta de las
discrepancias? No eran notoriamente obvias pero estaban ahí.
Suspirando, deslicé el portátil en su funda protectora y lo metí en el
bolso grande que llevaba conmigo todos los días. Mi espalda no me
agradecía por cargarlo.
Bruiser, uno de los hermanos de turno, me siguió hasta mi coche y
esperó hasta que lo encendí y salí del estacionamiento de empleados
en la parte de atrás del club. No perdí el tiempo conduciendo hasta
la casa club. Cuanto antes les diera las malas noticias, mejor.
Lentamente atravesé las puertas bajo la atenta mirada de los
hermanos de guardia y subí por el largo camino curvo hacia la casa
club. Estaba completamente oculta a la vista por grandes árboles que
dominaban la estrecha carretera y cortaban los rayos plateados de la
luna. Tenía la ventanilla baja y el exuberante olor de la vegetación
llegó a mis pulmones. Me encantaba el olor del aire fresco de la
noche. Me recordaba las noches de hacía mucho tiempo cuando
jugaba aquí con mis hermanos y los otros chicos del club. Buenos
tiempos.
La casa club estaba brillantemente iluminada cuando conduje hasta
la puerta principal y estacioné mi coche en el lugar reservado para la
familia. Echando un vistazo a las motos estacionadas en fila, agarré
el bolso, salí del coche y miré hacia el edificio pintado de blanco. Era
un edificio imponente con pilares y mierdas para que pareciera la
casa de una plantación, pero no era real. No había ventanas a la
vista, solo las enormes puertas de entrada con Shadow Wraiths MC
exhibido con orgullo encima.
Soltando un suspiro, subí las escaleras, empujé la puerta de la
derecha para abrirla y me sorprendió un poco que no hubiera
ninguna fiesta en curso. Sí, la música sonaba fuerte y había hombres
bebiendo y riendo esparcidos por la habitación, pero las putas del
club estaban notablemente ausentes. Ni una sola a la vista.
Oh, mierda. Esto no estaba bien.
Al entrar, dejé que la puerta se cerrara detrás de mí. Agradecí
haberme arreglado un poco antes de salir de la oficina. Mi cabello
estaba recogido en una trenza gruesa que me caía por la espalda y
vestía unos vaqueros azules descoloridos con una camiseta negra
lisa y mis botas favoritas, nada elegante o sexy en absoluto, pero
estaba lo suficientemente preparada para hablar con el presidente.
Ignoré todas las miradas que se dirigieron hacia mí y busqué en la
habitación a mi hermano, Renegado o Ren, como todos lo
llamábamos. Reportaba directamente a él y tenía que informarle
primero sobre esta mierda. No es que no supiera lo que estaba
pasando, lo sabía. Simplemente no había tenido ninguna prueba
para darle antes. Ahora la tenía.
Al encontrar sus ojos al otro lado de la habitación, asentí y luego me
dirigí directamente hacia donde estaba sentado al final de la barra.
Desafortunadamente tuve que pasar por el lado de Gear. Y típico del
bastardo, me agarró del brazo y trató de sentarme en su regazo como
si fuera una puta de club. Me resistí y traté de soltar mi muñeca de
su agarre. Pero el bastardo apretó con más fuerza y dolió
muchísimo.
—Suéltame, Gear—le grité mientras tiraba de su agarre.
—Nunca, eres jodidamente mía y jamás te dejaré ir. Y pensaba que te
había dicho que no te arreglaras el pelo así, no me gusta—gruñó él
mientras intentaba acercarme, pero yo había plantado mis piernas
bien abiertas y clavado mis botas en el suelo. Por encima de su
cabeza vi a Ren prácticamente catapultarse lejos de la barra y abrirse
camino hacia nosotros.
Tiré de mi brazo para intentar escapar antes de que Ren nos
alcanzara y los estúpidos amigos de Gear se rieran como si fuera una
gran broma. Se callaron instantáneamente cuando el chasquido de
una voz fría y furiosa congeló todo sonido y movimiento en la sala
común.
—¡Gear! Manos fuera. ¡Ahora mismo!—retumbó la voz de Maniac a
través del silencio expectante y el imbécil no tuvo más opción que
soltarme. Pero lo hizo lentamente, aparentemente demasiado lento
para el gusto de nuestro presidente.
—Hijo de puta, ¿no te acabo de dar una orden? ¿Vas a enfrentarte a
mí, Gear? ¿Me estás poniendo a prueba, hijo de puta? —De repente,
Maniac estaba justo a mi lado, pasando un brazo pesado alrededor
de mi cintura y alejándome de Gear para ponerme detrás de él.
Oh joder. Oh, mierda.
Gear sacudió la cabeza mientras saltaba hacia atrás y su pequeño
grupo formado por nuevos parches y simpatizantes también lo hizo.
—No, Prez. Sólo estaba bromeando con mi mujer. —Intentó seguir
adelante mientras Ren, Dive, Lure, Breaker y Magic formaban un
semicírculo detrás de ellos, listos para cualquier cosa. Mi padre
estaba al lado de Maniac, con los brazos cruzados sobre el pecho, el
rostro inexpresivo pero sus ojos ardían de rabia. Permaneció en
silencio mientras su presidente manejaba la situación.
—Estoy jodidamente cansado de tener que decirte que cuando una
mujer en este club dice que no, entonces es no y te vas. Ella no es tu
maldita mujer y Grave te advirtió que ella está prohibida para ti y
para los cabrones de tus amigos, pero no escuchas. Ahora puedes
aprender esa lección de la manera más difícil. —Maniac miró a Dive,
mi hermano y el ejecutor del club—. Ocúpate de esta mierda
mientras hablo con Leo, Dive. Y, mientras tanto, echa a esos
simpatizantes cabrones por la puerta, ya no son bienvenidos aquí.
¿Qué mierda estaba pasando aquí?, me pregunté en silencio. Maniac
nunca antes había dado un paso al frente e ido contra Gear. Ni
siquiera sabía que mi padre le había advertido que se mantuviera
alejado de mí. Esto era algo nuevo y enorme.
Pasando su brazo alrededor de mi cintura, me llevó a su oficina con
mi padre y Ren siguiéndonos. Una vez dentro me soltó, me indicó
una silla y se sentó detrás de su escritorio. Mi padre se sentó a mi
lado mientras Ren se acomodaba contra la pared al lado de la puerta.
—Ren me dice que encontraste a nuestro ladrón. —Sus ojos oscuros
sostuvieron los míos mientras yo asentía.
—Lo hice y no te va a gustar. Es alguien que tiene tu confianza y...
No me dio tiempo para explicarle.
—Basta de explicaciones. Sólo dame la prueba y el nombre.
Saqué el USB de mi bolso y lo deslicé por el escritorio hacia él.
—Está todo ahí. Hemos perdido cerca de 150.000 dólares en los
últimos dieciocho meses. Empezó siendo pequeño hace dieciocho
meses, pero en los últimos seis meses las cantidades prácticamente
se han triplicado.
—¿Quién?—gruñó él.
Mierda. Iba a explotar porque Lucy era su chica favorita. Lleva
muchos años en el club y ocupaba un puesto de confianza. Ella hacía
los pedidos para los clubes, bares y algunos otros negocios, además
de servir al club como chica del club cuando la necesitaban. Aunque
ha sido exclusiva de Maniac desde hace un tiempo. Mi madre había
especulado que él estaba a punto de convertirla en su dama y se
había sentido complacida porque le gustaba Lucy y la quería para él.
Respiré profundamente y se lo dije.
—Lucy.
Su silencio atónito fue terriblemente aterrador porque nunca se
quedaba sin palabras.
Frotándome los ojos y la cara cansados con las manos, miré hacia
arriba y a sus ojos fríos y furiosos.
—Conozco a Lucy desde casi toda mi vida y esto no tiene ningún
sentido. Ella no es una mujer codiciosa. Una vez que comencé a
buscar el dinero perdido, fue tan condenadamente obvio que sentí
como si lo hubieran preparado para que lo encontrara. Todo lo que
tenía que hacer era seguir las miguitas de pan esparcidas por el
camino.
—¿Me estás diciendo que crees que alguien incriminó a mi mujer
para que cargara con la culpa de esta mierda? —La voz de Maniac
había bajado y se había vuelto helada y áspera.
No dije nada, solo asentí. Y santo infierno, la había llamado su
mujer. Mi madre tenía razón. Estaría muy contenta si él le diera su
parche.
Volviéndose hacia mi padre, levantó una ceja en señal de
interrogación. Como vicepresidente del club, mi padre era la mano
derecha de su presidente y su caja de resonancia. Eran un gran
equipo.
—Estoy de acuerdo con Leo. Esto es demasiado obvio, Prez. Echarle
encima esta mierda a tu mujer te hace parecer débil. Hace que
parezca que no tienes control sobre tu club o tu mujer. Podría
tratarse de alguien que está haciendo movimientos para desafiarte
por el mazo y hacerse cargo del club—le expuso mi padre a su
presidente.
—¿Cuál es tu opinión, Ren?
—Leo lo hizo bien, Prez. Ya sabes lo que hemos descubierto y esta
mierda acaba de confirmar nuestras sospechas. —Ren no cambió su
posición pero conocía a mi hermano y sabía que estaba listo para
cualquier cosa mientras se apoyaba contra la pared.
Maniac tenía un dedo en el USB y lo movía en pequeños círculos
sobre su escritorio. Luego, colocando la mano sobre el USB, me miró
y sonrió. No fue una sonrisa agradable en absoluto.
—Gracias por venir a mí y explicármelo claramente, cariño. Aprecio
que defiendas a mi mujer cuando todo apunta a que es nuestra
ladrona. No lo olvidaré. —Él suspiró—. Pero mientras decimos eso,
dejaremos que esto se desarrolle. Lucy me odiará a muerte y tendrá
mis pelotas cuando esto termine, pero para sacar a la luz al cabrón o
cabrones vamos a tener que hacer que parezca que creemos que ella
es nuestra ladrona.
Sacudiendo la cabeza, no estuve de acuerdo violentamente.
—No, no, no, no. No puedes hacer eso, Prez. Ella nos odiará y te
odiará si pretendemos no creerle. Y no soy buena mintiéndoles a mis
amigas. Ella sabrá que le estoy mintiendo. No le hagas esto. ¿Y si
deja el club?
Mi padre interrumpió antes de que Maniac pudiera decir una
palabra.
—Ella no irá a ningún lado excepto a su cama. Y de todos modos no
estarás aquí para que ella te interrogue. Te estoy enviando detrás de
Reid. Necesito que salgas y lo encuentres. Tu madre y yo no hemos
podido localizarlo desde hace meses. Tus hermanos y yo no
podemos irnos con toda esta mierda que está pasando con el club,
pero tú sí puedes. La otra razón es que te quiero lejos de ese pequeño
cabrón de ahí fuera, no confío en él ni en sus amigos con mierda en
el cerebro. Están planeando algo y una vez que lo solucionemos no
habrá ningún peligro para ti.
Ignoré la mención del imbécil.
—No sé dónde está en Sudáfrica, ni a qué club se unió, papá. Se
negó a decírmelo y no se ha puesto en contacto conmigo desde hace
casi dos meses, igual que contigo y mamá. Intenté llamarlo antes
pero lo único que recibí fue ese mensaje de mierda de “el número
solicitado ya no está en servicio”. Debe tener un teléfono nuevo y no
ha podido llamarme. Iré, pero primero tengo que arreglar las cosas
para que Jamie tome el relevo. ¿Vale?
Los tres asintieron con la cabeza. Algo no estaba bien aquí pero sabía
que no me dirían nada. Obviamente se trataba de un asunto del club.
—Si pudierais darme más información sobre en qué club está, me
ayudaría muchísimo en mi búsqueda cuando llegue allí. Y ahora me
voy a casa porque ha sido un día muy largo. —Me levanté de la silla
y tomé mi bolso, pero Maniac puso su mano encima y lo atrajo hacia
él. Sacando mi portátil, lo dejó sobre su escritorio y después me
entregó el bolso. Me quedé en silencio todo el tiempo.
—Recibirás esto mañana junto con todo lo que tengamos sobre Reid.
Lure te seguirá a casa. Lo dejas revisar, luego cierras bien y pones la
alarma. ¿Entendido? —me ordenó él.
Oh, sí, definitivamente algo estaba pasando.
—Sí, Prez—dije en voz baja.
Inclinándome le di un fuerte abrazo a mi padre, hice lo mismo con
mi hermano, y como Maniac no permitía que nadie lo tocara sin una
invitación, simplemente me despedí con la mano. Pero me hizo una
seña, me acercó para abrazarme, luego golpeó mi culo y me empujó
hacia la puerta. Totalmente sorprendida y aturdida, salí corriendo
por la puerta. Lure estaba apoyado contra la pared fuera de la
oficina, obviamente esperándome.
—Hola, cariño. Te ves jodidamente agotada, vamos a llevarte a casa,
¿vale? —dijo suavemente mientras pasaba un brazo por mis
hombros y me conducía a través de la sala común anormalmente
y
silenciosa, donde todos evitaban mirarme, y hasta mi coche.
Mientras caminaba por la sala común busqué a Dive y Gear pero no
vi a ninguno de los dos. Los amigos de Gear ya no estaban presentes
y tampoco Breaker y Magic y algunos de los parches más antiguos.
Sentada en mi coche, esperé hasta que Lure estuviera en su moto
antes de conducir por la carretera, con sus faros siguiéndome todo el
camino a casa.
No me dejó entrar a la casa hasta que hizo un recorrido completo,
luego se paró en el porche delantero y esperó hasta que escuchó el
fuerte pitido de mi alarma activándose. Sólo entonces bajó las
escaleras, se subió a la moto y se fue.
Estaba asustada por esta última situación en el club y lo primero que
hice fue sacar mi arma de la caja fuerte. Una vez cargada, la metí en
la parte trasera de mis vaqueros. Había sido demasiado negligente
últimamente, pero ya no, no iba a ir a ningún lado sin estar armada
hasta que me fuera a buscar a Reid.
Después de una larga ducha caliente, me puse unos pantalones
cortos para dormir y la camiseta negra descolorida que le había
robado a Reid cuando fue a su primer despliegue y me metí en la
cama.
Mi último pensamiento antes de quedarme dormida fue para mi
hermano y por qué no había oído una palabra de él en tanto tiempo.
No era propio de él en absoluto. Estaba tremendamente preocupada
por él.
Reid y yo habíamos nacido tan cerca uno del otro que éramos más
como gemelos. Habíamos compartido todo a medida que crecimos y
éramos el mejor amigo del otro. Eso comenzó a cambiar después de
convertirse en infante de marina. Realmente no había hablado
mucho de sus despliegues antes de lastimarse y absolutamente nada
después. Comprendí que la lesión en su cerebro y la posterior
tortura que había soportado le habían robado algunos de sus
recuerdos y habían hecho que su temperamento fuera mucho más
volátil. Pero seguía siendo mi hermano y mi mejor amigo en todo el
mundo. No me rendiría con él. Iba a patearle el culo por desaparecer
una vez más cuando lo viera.
Me desperté jadeando, llorando y empapada de sudor, con el horror
del sueño todavía claro en mi mente. Se había sentido tan
condenadamente real. En mi sueño, Reid estaba conduciendo y su
moto de repente se había salido de la carretera y él y la moto habían
salido volando por el aire. El horrible sueño resonaba una y otra vez
en mi cabeza. Sabía, en lo más profundo de mi ser, que mi hermano,
mi mejor amigo y mi gemelo de otra madre había resultado
gravemente herido.
Sin embargo, fue la última parte del sueño la que se quedó conmigo.
La parte en la que me había hablado. Él había estado parado en un
campo verde brillante y me sonreía, sus ojos color avellana, muy
parecidos a los de mi padre, ya no estaban ensombrecidos, eran
diáfanos y felices.
—Soy libre, hermanita. Hacía mucho tiempo que no me sentía libre, pero
ahora sí. Los amo, chicos, incluso al maldito Ren. Siempre estaré cerca, Leo,
siempre. Te amo, hermanita.
Esa fue la parte del sueño en la que me desperté y las lágrimas
seguían saliendo. Abrazando la almohada contra el pecho, sollocé
por mi hermano perdido. Sollocé porque tenía la horrible sensación
de que no lo iba a ver vivo nunca más. Su risa loca, sus incesantes
burlas, su inmediata aversión por cualquiera con quien saliera, su
mal genio, su extraña pulcritud, lo extrañaba todo. Quería que
volviera a casa. Necesitaba que volviera a casa.
Mi hermano era leal a aquellos que amaba y respetaba y, aunque se
había negado a ser prospecto en el club, había respetado a mi padre
y a sus hermanos por sus decisiones.
El Shadow Wraiths MC era un club 1%, pero la sede de Savannah no
estaba tan metido en cosas malas como algunas de las otras sedes. El
presidente nacional dejaba la elección al presidente y a los hermanos
de cada sede. Públicamente, Maniac y los hermanos caminaban por
un camino bastante recto, pero detrás de las puertas cerradas, su
camino no era tan recto y no eran reacios a cruzar la línea hacia la
y
oscuridad. Su negocio principal era el tráfico de armas, pero de vez
en cuando realizaban operaciones de protección si el dinero era
adecuado.
La mierda entre Reid y Ren fue probablemente un estúpido
malentendido y ninguno de los dos cedería un ápice para resolver su
mierda. ¿Qué pasaría si mi sueño fuera real y fuera demasiado
tarde? ¿Cómo afectaría a Ren si Reid ya no estuviera con nosotros?
Joder, ni siquiera podía pensar la palabra m.
Tenía que calmarme. Era sólo un puto sueño. Solo un sueño.
Comprobando la hora en mi teléfono gemí. Según el teléfono, había
dormido exactamente cuatro horas y sabía que no había manera de
que me volviera a dormir.
Levantándome de la cama, me arrastré hasta la oficina de mi casa y
comencé la tarea de hacer arreglos para que mi asistente, Jamie,
tomara el relevo lo antes posible. Sabía que no podría irme de
inmediato, pero iba a hacer todo lo posible para irme antes del final
de la semana.
Y hasta que no supiera exactamente qué estaba pasando con mi
hermano no había manera de contarle a nadie sobre mi sueño. ¿Y
por qué lo haría de todos modos? Había sido sólo un sueño, nada
más.
Todo lo que tenía que hacer era llegar a Sudáfrica, conseguir de
alguna manera una cita con el presidente del club al que se había
unido y preguntarle en qué sede estaba Reid. No era una tarea fácil.
¡Ja! Era casi imposible.
Una vez que lo encontrara, le daría un infierno por no ponerse en
contacto conmigo. Y luego iba a convencerlo de que volviera a casa
para una visita condenadamente larga.
Y si hubiera pasado lo peor...
De ninguna manera iba a permitir que lo metieran en un agujero
profundo y oscuro en un país extraño, lejos de su familia, solo y
olvidado.
Nunca.
Nunca.
Nunca.
Reid odiaba los lugares pequeños y oscuros después de la mierda
que le había pasado en Afganistán.
Siempre dijo que quería arder en llamas.
Si hubiera pasado lo peor, me encargaría de que se cumpliera su
deseo.
Mi hermano saldría de este mundo como un maldito vikingo de
antaño.
Capítulo 3
Wolf
Apoyándose en el marco de la puerta de la oficina de Ziggy, Wolf
esperó para ver si podía extraer alguna información del jodido
teléfono de Army. Había quedado aplastado en el accidente y Ziggy
había pasado la noche intentando recomponerlo lo mejor que pudo.
Wolf no pensó que iba a tener mucha suerte con eso. Bullet, que
estaba sentado en la única otra silla en la habitación, tampoco lo
creía.
—Mierda—maldijo Ziggy mientras tomaba con cuidado las entrañas
del teléfono remendado y lo colocaba en lo que tenía frente a él—.
Está bien, veamos si hay algo aquí. No tengo grandes esperanzas de
que esto funcione, pero vale la pena intentarlo.
Mientras tocaba las teclas, todos miraron la pantalla para ver si
tendrían suerte hoy.
Bullet se inclinó hacia adelante cuando una breve serie de nombres
apareció en la pantalla. Pero no les ayudó mucho, todos eran
miembros del club. Ziggy hizo algo y de repente se añadió otro
nombre a la lista.
Bullet apuntó a la pantalla.
—No conozco ese nombre. Tal vez sea alguien de su familia en
Estados Unidos.
Leo.
Wolf frunció el ceño mientras miraba el nombre. ¿Con quién diablos
había estado hablando Army?
—¿Puedes llamarlo, Zig?
Su hermano asintió sin decir palabra. Al tocar el teclado, Ziggy se
recostó mientras sonaba solo para ser interrumpido con un mensaje
que no querían escuchar. El número solicitado ya no estaba en servicio.
Mierda. Mierda. Mierda.
Un callejón sin salida.
Ziggy volvió a jugar con el teclado y, por algún milagro, accedió al
historial de llamadas. La última llamada que hizo Army fue a Bullet
el día en que fueron emboscados. La anterior fue a esta persona Leo
la noche anterior y la llamada había durado más de una hora. Pero
no mostraba el número que había marcado, sólo el nombre. Y el
nombre sólo surgió porque Army debió haberlo programado en su
teléfono. El número, como en sus teléfonos prepagos, estaba
bloqueado.
—Joder, esto no se ve bien—murmuró Ziggy.
Bullet gruñó enojado.
—No vayas a ver mierda donde no la hay. Army es jodidamente leal
al club, nunca nos traicionaría. Y si fue él quien nos traicionó,
entonces el maldito hombre equivocado está acostado en una cama
de hospital esperando que la puta de su madre lo mate. Estaba
viajando con él cuando sucedió esta mierda. Esos cabrones lo
atacaron tanto como al resto de nosotros.
—Bullet, hermano—dijo Ziggy en voz baja—. Mira esto desde
nuestro punto de vista. Habló durante mucho tiempo con alguien
que ninguno de nosotros conoce. Luego somos atacados. Podrían
haberlo atacado para que pareciera legítimo, para encubrir su
traición al club.
—¡Una puta mierda!—gruñó Bullet mientras empujaba su silla hacia
atrás y se levantaba—. Conozco a mi hermano y sé con certeza que
nunca me traicionaría, ni a mí, ni a este club. Hay una explicación
detrás de este nombre y voy a encontrarla.
—Hemos registrado cada centímetro de su habitación, Bullet—dijo
Wolf intentando calmar a su hermano—. No encontramos nada que
lo incrimine, pero tampoco encontramos nada que lo absuelva.
¿Dónde está su portátil o su tablet? ¿Por qué no estaban en su
habitación?
Bullet soltó una carcajada.
j
—No tiene tablet, sólo un portátil muy básico y no sé dónde mierda
está. Decía que la tecnología es una maldición. Siempre decía que las
personas pasaban demasiado tiempo charlando con extraños en
línea en lugar de conectarse con las personas de carne y hueso que
los rodeaban.
—Está bien, te creo, Bullet.
Wolf se encogió de hombros cuando Bullet lo miró con incredulidad.
—Zig, hermano, ¿puedes sondear para ver si podemos encontrar a
esta persona Leo? Quizás sepa el verdadero nombre de Army y
cómo contactar a su familia. Vamos a necesitarlos para impedir que
esa perra apague las máquinas y lo mate. —Wolf se apartó del marco
de la puerta y salió de la oficina de Ziggy.
Tenía que informar lo último a su presidente. El tiempo de Army se
estaba acabando rápidamente y todavía no tenían nada. Necesitaban
un jodido descanso.
Sentado frente al escritorio de su presidente, sabía que Hawk estaba
tan frustrado como todos ellos. No habían encontrado nada.
Después de comunicarse con varios de los grandes clubes, ahora
sabían que no había nadie con el nombre Leo viajando con ninguno
de ellos. El problema eran los riding club1 más pequeños, esos
bastardos no llevaban registros adecuados e incluso preguntarle a
Wimpie no había dado ningún resultado.
Estaban atascados y les quedaba un día para evitar que se apagaran
las máquinas que respiraban por Army.
Wolf estaba a punto de irse cuando el teléfono de Hawk comenzó a
sonar y por la expresión del rostro de su presidente supo que la
llamada era de quien estaba de servicio fuera de la UCI.
—Beast.
Su presidente no dijo nada mientras escuchaba, pero su rostro se
cerró y se endureció, sus ojos parecían brillar, eran de un amarillo
muy intenso.
—Puto infierno. Gracias, hermano, pondré a Ice en esto
inmediatamente. Quédate con él, no lo dejes solo ni un puto instante.
Lentamente y con cuidado, Hawk dejó el teléfono sobre el escritorio,
inspiró antes de mirar a Wolf y luego sacudió la cabeza dejando
escapar un profundo suspiro.
—Se fue. Hace treinta minutos tuvo una hemorragia cerebral masiva
seguida de convulsiones, lucharon por nuestro hermano pero no
pudieron salvarlo. Beast no llamó de inmediato porque a ninguno de
nosotros se le habría permitido estar en la planta de la UCI. Nuestro
hermano se ha ido. Esto es una puta mierda. ¡Mierda! —Las manos
de Hawk estaban apretadas en enormes puños sobre el escritorio
frente a él—. Esto fue demasiado jodidamente conveniente. Le
indicamos que íbamos a pelear con ella y de repente le sangra el
cerebro y muere. No me creo esta mierda.
Wolf se frotó la cara con las manos, recordando la forma en que
Army siempre bromeaba y reía. Era su hermano y ahora se había
ido. Esto iba a joder a Tori a lo grande y ni siquiera quería pensar en
cómo iba a afectar a Bullet.
Pero tenían otro asunto urgente al que prestar atención.
—Tenemos que insistir en una autopsia, jefe. Pon a Ice en eso. —
Wolf se frotó los ojos ardientes mientras sacudía la cabeza—. ¿Estaba
solo cuando sucedió esto?
La cabeza de su presidente se levantó de repente y el depredador
que era brillaba en sus ojos.
—Sí, pero la perra había ido a verlo menos de media hora antes.
La puerta de la oficina se abrió, Ice entró y por la expresión de su
rostro, Beast también lo había llamado. Se hundió en la silla junto a
Wolf y sacudió la cabeza.
—Joder, Hawk. Ella va a pelear con nosotros en el funeral pero yo
arreglaré su mierda. ¿Cómo carajo enterramos a un hermano cuando
ni siquiera sabemos su verdadero nombre?
Esa era la puta pregunta del día.
—No vamos a dejar de buscar a su familia, Ice. En algún lugar,
alguien sabe quién es y cuando se presente lo haremos de la manera
correcta. Incluso si nos lleva putos años, sabremos quién era y
honraremos su nombre—prometió Hawk—. Por el momento iremos
con Steven “Army” Patel, pero durante el servicio solo usaremos su
nombre de carretera. Eso es lo que él era para nosotros y ese es el
hombre que enterraremos. Con todos los honores del club.
Ice asintió.
—He podido encontrar sus seguros e inversiones. Tiene dos
beneficiarios, Sheryl Springfield y su hija Lori de tres años. La
dirección que figura en su seguro no existe. Lo busqué en Google y
me muestra un puto terreno vacío en el sur de Johannesburgo. En
este momento no tenemos nada, sólo los nombres y un número.
Intenté comunicarme con ella al número que había indicado pero ya
no está disponible. Ziggy investigará el nombre y verá si puede
conseguirnos algo. Piensa que podría ser alguien con quien tuvo una
relación. Él lo está investigando.
Wolf no sabía cómo iba a decirle a Bullet que el hombre que había
montado a su derecha ya no estaba con ellos. La noticia iba a
destripar a su hermano.
—Tenemos que decírselo a Bullet antes de que la noticia corra por el
club, jefe. Merece que le den la noticia lo antes posible. —Wolf
esperaba con todas sus fuerzas que no le cayera encima.
—Soy su presidente, es mi trabajo. —Hawk tomó el teléfono, envió
un mensaje de texto y luego lo dejó con cuidado mientras esperaban.
El golpe en la puerta llegó demasiado pronto.
La expresión del rostro de Bullet cuando los vio cambió de
interrogatorio a devastación en segundos.
—Se ha ido, ¿verdad?
—Ja (NdelT: Sí), hermano. Sufrió otra hemorragia cerebral masiva y
convulsiones y esta vez no pudieron salvarlo—le explicó Hawk en
voz baja.
El gran cuerpo de Bullet se desplomó en el sofá y se sentó con las
manos cubriéndose la cara durante varios minutos. Sus grandes
hombros temblaron mientras lamentaba la pérdida de su mejor
amigo.
Secándose los ojos, levantó la vista y se sorbió la nariz.
—¿Y ahora qué, jefe? ¿Qué pasa ahora?
—No dejamos de buscar, Bullet. Encontramos a su familia y una vez
que lo hagamos lo honraremos como se supone que debe suceder.
Lamentablemente no podemos evitar que esa perra pelee contra
nosotros por el entierro, pero nos aseguraremos de que sea a través
del club y con todos los honores. Murió protegiendo a una dama de
este club y nunca olvidaremos su sacrificio.
El hombretón negó con la cabeza y se pasó las manos por la cabeza
afeitada, con los ojos brillando de arrepentimiento.
—Dios, Prez, desearía poder volver a ese día. Debería haber
protegido su costado, pero retrocedí para encargarme del cabrón
detrás de nosotros y fue entonces cuando los hijos de puta delante
de nosotros le dispararon y luego lo atropellaron de costado. Mierda,
no puedo dormir porque cuando cierro los ojos todavía puedo verlo
volar por el puto aire y aterrizar sobre su cabeza y cuello y rodar por
ese maldito terraplén.—dijo Bullet en voz baja, pero la ira y la
tristeza impregnaban su voz.
—No hables mierdas, Bullet. Nada de eso fue culpa tuya y tampoco
nuestra. Los culpables son los hijos de puta que ordenaron la
emboscada y te prometo que no lo hemos olvidado, ni nos hemos
rendido. Los encontraremos y nos vengaremos—dijo Hawk con los
dientes apretados.
Bullet suspiró pero no fue un suspiro de alivio. Fue un suspiro de
tristeza. Wolf levantó una ceja ante su presidente e inclinó la cabeza
hacia la puerta. Ante el asentimiento de su presidente, se levantó y
caminó hacia Bullet.
—Hermano, vamos tomar un trago por nuestro hermano caído y
para honrar su sacrificio. —Wolf esperó a que Bullet lo mirara y
cuando lo hizo, Wolf dio un paso atrás, esperando a que su hermano
se recuperara antes de levantarse.
Juntos salieron de la oficina y entraron a la sala común. La noticia ya
había corrido y un silencio siniestro se cernía sobre la habitación.
Wolf estaba a punto de decir algo cuando la voz de Hawk resonó en
el silencio. Su presidente los había seguido fuera de su oficina hasta
la sala común.
—Hoy perdimos a nuestro hermano, Army. Celebremos su vida y su
sacrificio.
Hawk tomó el trago que una Chris, llorosa, le sirvió y lo levantó.
Todos recogieron sus bebidas y siguieron su ejemplo.
—Por Army, nuestro hermano. Te vamos a extrañar muchísimo.
Monta libre, hermano mío.
Con eso, todos se bebieron el trago y el consumo de alcohol
comenzó. Wolf y Bullet se sentaron en la barra y bebieron varios
tragos uno tras otro mientras Chris observaba preocupada a Bullet.
En algún momento en medio de la bebida, Wolf había cambiado a
agua pero su hermano siguió bebiendo.
En las primeras horas de la mañana, entre Wolf y Boots llevaron a
Bullet a su habitación. Dejándolo en su cama, Boots lo puso de lado
en caso de que comenzara a vomitar y puso un balde junto a la cama
mientras Wolf le quitaba las botas. Cubriéndolo, se quedaron
mirando a su hermano y dejando la lámpara de la mesita de noche
encendida, salieron silenciosamente de la habitación.
Chris los estaba esperando afuera de la habitación.
—Lo vigilaré durante la noche sólo para asegurarme de que está
bien.
—Eres una buena chica, Chris. Gracias. —Wolf le dio unas
palmaditas en el hombro al pasar.
Todo lo que quería hacer era irse a la cama y dejar que el día
terminara.
De pie bajo una ducha caliente dejó escapar las emociones que había
ocultado desde que recibieron la noticia. Las lágrimas le quemaron
los ojos pero se las tragó. No las dejaría libres, eso no es lo que su
hermano necesitaba. Necesitaba que encontraran a los que habían
hecho esto. Necesitaba que encontraran a su familia.
Se secó, arrojó la toalla hacia la canasta en la esquina del baño,
caminó descalzo hacia su cama, levantó el edredón y se metió en la
cama.
Acostado de espaldas, miró al techo antes de darse la vuelta, apagar
la lámpara y cerrar los ojos. Necesitaba dormir un poco y no pensar
en la mierda que había pasado hoy. Mañana, se preocuparía por eso.
Pero mañana ya estaba aquí e iba a ser un día infernal.
Capítulo 4
Wolf
Mirándose al espejo sobre el lavabo de su baño, Wolf suspiró. Se
había despertado con un maldito dolor de cabeza y, al mirarse en el
espejo, vio la evidencia en sus ojos rojos e irritados. Había dormido
un total de cuatro horas y tampoco había dormido bien. Sus sueños
habían sido jodidos. Había revivido constantemente el momento en
que llegó al lugar de la emboscada y vio la destrucción. Pedazos de
motos y del SUV estaban tirados por toda la carretera y por el
empinado terraplén. Lo peor fue ver a sus hermanos caídos. Era un
espectáculo que nunca olvidaría.
En ese momento supo que se perderían vidas y había tenido razón.
Habían perdido a Petey en el lugar y tuvieron mucha suerte de no
haber perdido más, pero ahora, meses después, habían perdido a
Army. Dos vidas eran demasiadas.
Dos de sus hermanos cuyas vidas se habían perdido debido a las
maquinaciones de la perra en Ciudad del Cabo. Había que detenerla.
No le tomó mucho tiempo prepararse para un día que iba a ser largo
y jodidamente devastador. Se duchó, se cepilló los dientes, se peinó
y se vistió en el tiempo que le tomó a su teléfono reproducir cinco
canciones. El espejo le mostró que todavía se veía jodidamente mal.
Necesitaba café y píldoras para el dolor de cabeza, ya mismo.
Respirando profundamente, enderezó los hombros, adoptó una
expresión de fría indiferencia y salió para comenzar el día. Cerrando
la puerta detrás de él, bajó rápidamente las escaleras hasta la cocina,
donde pudo escuchar el murmullo de voces. Spider, Bullet y Buzz le
levantaron la barbilla en silencio mientras entraba. Bullet se veía mal
mientras tomaba un sorbo de su café en silencio. La piel oscura del
hermano tenía una especie de tono gris que indicaba que su resaca le
estaba dando un infierno.
Arrastrando una silla al otro lado de la mesa frente a los otros tres,
Wolf se sentó y asintió en agradecimiento cuando Mellie puso una
taza de café frente a él.
—¿Puedes encontrarme algunas píldoras para el dolor de cabeza,
por favor, Mellie?—le preguntó mientras tomaba el primer sorbo de
café.
—Ja, apoyo ese pedido, cariño. —Spider se frotó las sienes mientras
sonreía y le guiñaba un ojo a Mellie, la chica prácticamente brillaba
de felicidad.
Wolf soltó un resoplido silencioso. Esa mierda de ahí era la razón
por la que nunca llamaba a las perras por nada más que por sus
nombres. De ninguna manera iba a darles ninguna razón para que
creyeran que estaba interesado en lo que estaban vendiendo. Sí, se
había follado a algunas de ellas, pero no con regularidad y nunca en
su habitación. Sus encuentros con las putas del club habían sido
breves y al grano. Tenía reglas con ellas. Nunca las besaba, nunca les
comía el coño, nunca las follaba cara a cara y después de que ambos
se corrieran, se marchaba. Todas sabían que no debían colgarse de él,
sentarse en su regazo o cualquier otra mierda estúpida. Eran un bien
que usaba cuando tenía ganas de rascarse, nada más.
Y tenía mucho cuidado de lubricarla y envolverla en dos condones
antes de que su polla se acercara al coño de la puta. Por eso no le
importaba salir como compinche de Sin. El hermano nunca se follaba
a putas de club, siempre encontraba algún coño civil y siempre había
más que suficiente para todos. Y si realmente era honesto consigo
mismo, también lo prefería así.
Es repugnante cuando sabes que las pollas de tus hermanos han
estado en el agujero que estás a punto de follar.
—¿En qué carajo estás pensando para poner esa expresión en tu
cara? —Buzz lo miró con las cejas arqueadas. De repente todos los
ojos se posaron en él.
Wolf miró a su alrededor y vio que por el momento estaban solos en
esa parte de la cocina. La tía Beryl y las chicas no estaban cerca como
para que escucharan lo que estaba a punto de decir.
—En las putas de club y por qué son una jodida mala idea. Sin tiene
razón, un coño civil es mejor y no tan complicado.
Spider se inclinó hacia adelante listo para discutir el punto, pero
Wolf no le dio la oportunidad de decir una palabra.
—¿No viste lo que pasó hace un momento? Esa perra tiene putas
estrellas en los ojos cuando te mira. Ten cuidado donde pones tu
polla, hermano. No quieres terminar atado a una mujer que no te
importa sólo porque compartes un hijo.
Spider resopló.
—Soy jodidamente cuidadoso, Wolf.
Wolf se rio sin alegría.
—Sí, todos nosotros también, pero sabéis que los condones tienen
fugas e incluso se rompen.
—Estoy de acuerdo—dijo Buzz y se volvió hacia Spider cuando este
resopló—. ¿Me estás diciendo que eso nunca te ha pasado? ¿Un
condón roto y tú enloqueciendo?
Spider se encogió de hombros.
—Ja, por supuesto que sí, pero no me asusto por eso. Simplemente
cargo a la perra, me dirijo a la farmacia más cercana y soluciono esa
mierda. Me aseguro de que tome la medicación y no más
preocupaciones.
—Dios, esa mierda te va a morder el culo, Spider. —Wolf negó con la
cabeza—. Estás arriesgando tu futuro, hombre.
—¿Sabes lo que pienso? —De repente sonó una voz desde la puerta
que ninguno de ellos había vigilado.
Chris estaba en la puerta, con las manos en las caderas y una
expresión extraña en el rostro.
—No, cariño, no lo sabemos—dijo Spider y sonrió.
—Creo que Wolf tiene razón hasta cierto punto. Algunas de las
chicas definitivamente están aquí buscando un chaleco de
q
propiedad, pero no todas. Hay que tener cuidado con las
simpatizantes, lo que es evidente. Desafortunadamente, Wolf y Sin
no están más a salvo de las mujeres depredadoras que los hermanos
que usan a las chicas aquí en la casa club. Algunas de esas perras
civiles están igualmente ansiosas por reclamar un chaleco de
propiedad. Simplemente son mucho más astutas que las putas del
club.
De repente sonrió y le dio una palmada en el hombro a Wolf
mientras pasaba.
—Aprended de la experiencia de Wolf y envolvedla dos veces, sin
importar quién sea.
Si su boca pudiera abrirse más, Wolf estaba seguro de que lo haría.
—¿Cómo carajo sabes eso?
Chris se encogió de hombros mientras entraba a la cocina, agarraba
una taza y empezaba a prepararse un café.
—Las chicas hablan. Todo el mundo sabe que no obtendrán nada de
ti además de un orgasmo. Tus reglas para el coño son bien conocidas
y se habla de ellas todo el tiempo.
—Esto tengo que escucharlo. —Buzz sonrió mientras se inclinaba
hacia atrás para mirar a Chris. Incluso Bullet salió de su depresión y
le prestó atención.
—En realidad, son muy sencillas, sin besos, sin mamadas, sin comer
coños, sin cara a cara, sin abrazos cuando termina y se la envuelve
dos veces, sin importar quién seas. —Ella sonrió—. Mantiene a todos
de acuerdo y seguros.
Tanto Spider como Buzz lo miraban con expresión de asombro en
sus rostros.
—¿Qué carajo? ¿Sin mamadas? ¿Hablas en serio? —Spider parecía
como si no recibir una mamada fuera el fin del maldito mundo.
—No voy a poner mi polla desnuda en una boca en la que tú tuviste
la tuya, hermano. Sin ofender—dijo Wolf y se encogió de hombros.
—¿No comes coño? ¿Jamás? —Buzz lo miraba con los ojos
entrecerrados.
—Puta de club y coño simpatizante, nunca. Coño civil, sólo si
realmente me gusta y la volveré a ver, de lo contrario, ¿para qué
molestarse?
—¿De qué mierda están hablando bastardos? O incluso ¿quiero
saberlo? —gruñó Hawk mientras entraba en la cocina con DC
pisándole los talones.
—Puede que él no quiera saberlo, pero yo estoy segura que sí. —Ella
sonrió mientras se sentaba junto a Wolf y golpeaba la mesa—.
Vamos, soltadlo. ¿Qué estáis diciendo sobre coños del club y coños
civiles?
—Pajarito—gruñó Hawk pero su dama lo ignoró mientras les hacía
un gesto con la mano para que continuaran.
Y, por supuesto, Spider no dejó que el hecho de que su presidente no
pareciera muy contento con ellos lo molestara. Él expuso las reglas
de Wolf para follar. Ella asintió mientras escuchaba, con el ceño
levemente fruncido.
Volviéndose completamente hacia Wolf, sonrió y luego le dio unas
palmaditas en la espalda.
—Bien por ti. El día que encuentres a una mujer y la traigas a la casa
club, no será bombardeada con imágenes tuyas comiendo el coño de
una puta del club. Me gustan tus reglas. ¿Qué con la prevalencia de
ETS y SIDA? No quiero ni pensar en cuántas pollas han entrado y
salido de esos coños. Pero tengo una pregunta. Creía que el doble
envoltorio causa fricción y rompe el condón. ¿Cómo se hace para
que no se rompa?
Wolf negó con la cabeza y miró fijamente a su presidente, donde
estaba preparando café para él y su dama.
El silencio se hizo pesado en la cocina antes de que Hawk se echara a
reír, sacudiendo la cabeza hacia Wolf.
—Dios, hermano, solo respóndele, ella no se rendirá hasta que lo
hagas. ¿Y cómo no sabíamos que eras un cabrón paranoico respecto
a mojarte la polla?
Que le den a su vida. Sacudiendo la cabeza, trató de explicar.
—Lo investigué. Encontré un estudio realizado con prostitutas en los
Estados Unidos que usaban dos condones y tenían una tasa de falla
del condón del 0,2%. No hay fricción si usas lubricante adicional. Lo
llaman doble embolsado. Y eso es todo lo que voy a decir sobre esta
mierda. Eres la dama de mi presidente, por el amor de Dios.
DC le guiñó un ojo y le dedicó a su hombre una sonrisa perversa.
—Creo que necesito probar esto del doble embolsado. Con fines
científicos.
Hawk sonrió y sacudió la cabeza hacia su mujer mientras las risas
resonaban por toda la cocina, siendo DC la que se reía más
jodidamente fuerte.
Wolf soltó un silencioso suspiro de alivio cuando la tía Beryl empujó
un carrito de servicio con fuentes humeantes de tocino, salchichas y
huevos revueltos y empezó a colocarlos en el centro de la mesa.
Mellie y Grietjie entraron detrás de ella y colocaron platos con
montones de tostadas y tazones llenos de uno de los favoritos del
club. La salsa de tomate, cebolla, pimiento verde y champiñones de
la tía Beryl. Era espesa y picante, excelente con huevos o cualquier
maldita cosa.
—Comed ahora, muchachos. Vais a necesitar vuestra fuerza hoy. —
La tía Beryl le dio unas palmaditas en el hombro a Hawk antes de
alejarse—. Os prepararé un poco de café recién hecho mientras
coméis.
El silencio se hizo en la cocina. No sólo porque estaban comiendo. El
día se extendía como una montaña frente a todos ellos. Tenían que
hacer arreglos que todos desearían no tener que hacer. Mientras
comían, la cocina se llenó con más hermanos que entraban a
desayunar, pero el ambiente se mantuvo silencioso.
Este puto día iba a ser un infierno.
p
Después del desayuno, los oficiales y lugartenientes fueron llamados
a la oficina de Hawk, se pararon contra las paredes afuera de su
oficina esperando a su jefe mientras él se aseguraba de que su dama
estuviera debidamente protegida en su camino al trabajo.
Cuando caminó por el pasillo y abrió la puerta, fue obvio para todos
que el humor de su presidente había cambiado. Las risas que habían
compartido en la cocina habían desaparecido.
—Sentad vuestros putos culos y hagámoslo—gruñó mientras se
dejaba caer en su sillón y apoyaba bruscamente en teléfono en el
escritorio. Esperó hasta que Wolf cerró la puerta, respiró hondo y
entonces los sorprendió a todos.
—Hay algo que necesitáis saber. Army estaba trabajando con el
grupo de fuerzas especiales con mi permiso. Se acercó a algo y
estaba a punto de darle la evidencia a Van Blerk cuando ocurrió la
emboscada. Según Van Blerk, tenía un lugar seguro donde guardaba
lo que había encontrado.
El shock y la rabia lucharon por la supremacía en su cabeza. Y no era
el único.
—¿Qué? ¿Él hizo qué? —gruñó Ice.
—Fue una decisión a conciencia, Ice, y la apoyé.
—¡Lo dejó jodidamente muerto!—rugió Wolf cuando sus hermanos
expresaron su acuerdo en voz alta.
—¡Calmaos mierda!—gritó Kid y el silencio se apoderó de la oficina.
—Adelante, Prez. —Kid se paró con los brazos cruzados sobre el
pecho detrás del sillón de Hawk y los miró a todos con frialdad.
—No puedo daros más que eso. Todo lo que puedo decir es que
Army acudió a mí con la solicitud y, después de considerarlo un
poco, acepté. Insistió en que no se lo dijera a nadie. Ni siquiera los
hombres de Van Blerk saben nada de esta mierda. Hasta ahora
éramos solo nosotros tres.
—¿Crees que quienquiera que estuviera investigando lo descubrió,
Prez?— preguntó Jagger en voz baja.
—No lo sé y Van Blerk tampoco. —Hawk los observó a todos con los
ojos entrecerrados—. Lo que sí sé es que tenemos cosas que hacer.
No más preguntas. Pongámonos manos a la obra.
Se volvió hacia Ziggy.
—Hermano, envía avisos a nuestras sedes y aliados informándoles
que hemos perdido a un hermano y que los arreglos del funeral se
realizarán en breve. Hazles saber que habrá un viaje de honor y que
será enterrado con todos los honores del club.
Ziggy asintió mientras escribía en la tablet que tenía en equilibrio
sobre sus rodillas.
—¿Alguna novedad sobre la búsqueda del beneficiario de los
seguros de nuestro hermano y su autopsia, Ice?
Ice negó con la cabeza.
—Aún no hay nada sobre el beneficiario, jefe, pero le pedí un favor a
Rick Townsend. Le di lo poco que tenemos y llamará si encuentra
algo. A menos que Van Blerk lo declare secreto.
Hawk asintió lentamente antes de centrarse en Beast.
—Danos tu informe sobre cómo sucedió todo, Beast. Y, hermano, no
dejes fuera ninguna puta cosa, por pequeña e insignificante que te
parezca.
Con un profundo suspiro, Beast empezó a hablar.
—Reemplacé a Ratel poco antes de la una y me instalé fuera de la
ventana de la UCI. La enfermera de turno fue comprensiva y me dejó
quedarme donde tenía una vista completa de Army. La perra llegó
exactamente a las 13.30, entró a verlo, se quedó unos diez minutos y
se fue. A las 14 sus máquinas empezaron a funcionar mal y estaba
rodeado de médicos y enfermeras que luchaban por mantenerlo con
nosotros. A las 14.45 apagaron las máquinas y listo. Nuestro
hermano se había ido. El personal tuvo la amabilidad de dejar que
me quedara con él hasta que vinieron a llevárselo. Fui con él y me
quedé hasta que Ice trajo la documentación solicitando una autopsia.
Beast hizo una pausa y cuando su presidente estaba a punto de
comenzar a hablar, levantó una mano y continuó, y lo que tenía que
decir era jodidamente esclarecedor.
—Algo extraño sucedió mientras esperaba con nuestro hermano.
Uno de los doctores que había ayudado a intentar salvarlo bajó y
ordenó una autopsia. No me dijo por qué quería una autopsia, pero
pude ver que no estaba contento con algo. Entonces, de una manera
extraña, hay algunas noticias alentadoras. Dijo que la perra de Patel
quería que Army fuera incinerado inmediatamente, pero como él
estaba ordenando una autopsia, ella no pudo seguir adelante con sus
planes.
—La maldita perra está tratando de cubrir sus huellas—gruñó Hawk
—. No retiraremos nuestra solicitud de una autopsia en caso de que
ella tenga influencias en el hospital y consiga que rechacen la
solicitud de los doctores. No dejaré nada librado al azar.
Todos asintieron con la cabeza.
—Boots, ¿tú y Spook estáis de acuerdo con hacer lo mismo que
hicisteis en el funeral de Petey? —Los dedos de Hawk golpeaban los
brazos de su puto gran sillón con un ritmo agitado.
—Sí, Prez, no hay problema. Reuniremos a nuestro equipo y lo
armamos todo. ¿Cuánto tiempo tenemos para hacer esto?
Hawk miró a Ice y Kid y luego de nuevo a Boots.
—Estoy pensando que con la autopsia y todo no va a ser pronto.
Vamos a arreglarlo para aproximadamente 2 semanas a partir de
hoy, eso debería darles tiempo suficiente para hacer las cosas y
devolvernos a nuestro hermano.
Dizzy, que era un lugarteniente nuevo, levantó la mano.
—Lo siento, pero he oído que hay una enorme acumulación de
autopsias en Gauteng, Prez. Dijeron que hay una puta lista de espera
de meses. No podemos hacerle eso a nuestro hermano, necesitamos
que se haga lo antes posible.
—Maldita mierda—gruñó Hawk—. ¿Qué más va a salir mal? Ice,
sigue adelante, no hay manera de que Army se quede en una
morgue esperando boca abajo. Si tenemos que contratar un médico
forense privado, que así sea, hazlo sin importar el costo.
—Me encargo, Prez. —Ice asintió mientras comenzaba a escribir en
su teléfono.
Los ojos amarillos de su presidente se posaron en él y Wolf se
preparó para lo que vendría.
—Wolf, cuando registraste la habitación de Army, ¿revisaste los
bolsillos de sus chaquetas, pantalones y su ropa sucia? —Wolf negó
con la cabeza porque sabía que no habían pensado en hacer eso—.
Bien, tú y Buzz revisad su ropa y mirad si tal vez nos perdimos algo.
Necesitamos encontrar ese jodido lugar seguro suyo y rápido. Tal
vez Bullet lo sepa y, mientras lidiaba con la muerte de su mejor
amigo, se le olvidó. Si es así, tomad dos de los prospectos, revisadlo
de arriba a abajo e informad.
—Estoy en ello, Prez. —Wolf asintió de inmediato.
No había pensado en que Army tuviera un lugar fuera del recinto.
Bullet era su mejor apuesta para encontrar dónde Army podría
esconder su secreto.
La mayoría de ellos tenían un lugar al que podían ir si querían
alejarse un rato del club. Él también, tenía un piso que utilizaba en
alguna que otra ocasión. Básicamente era sólo un lugar para
descansar, nada más. No había estado allí por un tiempo y había
estado pensando en dejarlo porque realmente no lo necesitaba.
Desde que la mierda había comenzado con el club, la mayoría de
ellos se habían quedado en la casa club debido a los horarios que
Jagger tenía para todos. Todos se turnaban para hacer guardia o
patrullar la propiedad, por lo que tenía sentido quedarse en la casa
club.
—Sin, hermano, empieza a organizar las rutas para llevar a nuestro
hermano a casa y a su lugar de descanso final. Quiero que esté
finalizado para que no tengamos preocupaciones en una etapa
posterior.
Sin asintió con la cabeza sin decir una palabra. Escribió algo en su
teléfono antes de volver a prestar atención a Hawk.
—Ziggy hará lo que mejor sabe hacer, encontrar todo lo que pueda
sobre esa maldita perra de Sita Patel. Tengo un mal presentimiento
con ella.
—Ya comencé con eso, Prez. Tendré más para ti pronto.
—Bien—gruñó Hawk.
—Nuestra seguridad es estricta, pero Jagger la va a reforzar aún
más. No le den mierda a los hermanos de guardia en las puertas
principales cuando insisten en los nuevos procedimientos. Es para
mantenernos seguros a todos nosotros y a las mujeres y niños que
dependen de nosotros. —Hawk miró alrededor de la habitación con
los ojos entrecerrados esperando atacar a cualquiera que se atreviera
a estar en desacuerdo. Nadie fue tan estúpido como para hacer esa
mierda.
El siguiente que recibió una mirada de esos ojos amarillos fue
Spider, pero ese maldito loco le sonrió a su presidente. Él
jodidamente le sonrió.
—Deja la puta cara sonriente, Spider. —Hawk lo fulminó con la
mirada y Spider simplemente se encogió de hombros—. Ten
suficiente dinero disponible para cubrir lo que necesitemos para
enterrar a nuestro hermano con todos los honores. Asegúrate de
tener efectivo disponible si tenemos que pagarle a algún cabrón para
que saque a nuestro hermano de la lista de espera y haga la puta
autopsia lo antes posible. No quiero ningún maldito retraso en esto.
Tú te encargas de esto por nuestro hermano.
Spider ya no tenía esa sonrisa, ahora habló muy serio.
—Estoy en ello, Prez. Trabajaré con Ice para hacer esto lo antes
posible. Todos queremos que nuestro hermano esté en paz y
trabajaremos juntos para asegurarnos de que lo consiga.
Y entonces, de repente, su presidente cambió de Army a Scar.
—Beast, hermano, ¿cómo está Scar?
Beast soltó una sonrisa malvada.
—Le está yendo bien, Prez. A él no le gusta mucho mi dama en este
momento, pero ella está detrás de él todos los días haciéndole
fisioterapia. Tiene más sensibilidad en las piernas y puede ponerse
de pie, pero sólo si usa un andador. Lo cual lo enoja como no lo
creerías. —Beast se rio—. Sus malas palabras se están volviendo muy
inventivas y mi dama lo alienta en todo momento. Según ella, decir
malas palabras ayuda con la frustración de tener que volver a
aprender a caminar. Ella dice que pronto podrá usar un kierie
(NdelT: bastón), por lo que hay mucho avance.
Por fin Hawk sonrió.
—Gracias a la mierda por las buenas noticias. Dile que pasaré a
visitarlo en cuanto tenga un momento libre.
—Dalo por hecho, Prez.
Golpeando su escritorio con el dedo, Hawk miró alrededor de su
oficina asegurándose de encontrar los ojos de todos los hombres allí.
—Estamos en medio de una guerra que no empezamos pero que
vamos a terminar. Tened mucho cuidado ahí fuera y nadie viaja solo.
Kahn tendrá dos hermanos consigo cuando viaje hacia y desde su
casa. Estamos trabajando para que él y su familia vengan pronto a la
propiedad del club. Esta semana se colocará la losa de su casa móvil
y las conexiones para que podamos instalarlos. En algún momento
esa perra volverá a perseguirnos y quiero que las familias de todos
estén a salvo en el club. Aseguraos de que vuestras familias
comprendan los peligros que enfrentamos y de que estén protegidas
en todo momento.
Hawk golpeó su escritorio y se recostó en su gran sillón.
—Eso es todo por ahora hermanos, idos y haced las cosas para que
podamos seguir adelante. Tened cuidado ahí fuera y mantened los
ojos jodidamente abiertos.
Wolf esperó a Buzz, juntos salieron de la oficina y fueron a la
habitación de Army. La habían dejado exactamente como la
encontraron después de su última búsqueda. La bandera
estadounidense todavía estaba exhibida con orgullo encima de su
cama y su escudo de combate zulú con una assegaai (NdelT: lanza
corta) y un knobkierie (NdelT: garrote) y sus bastones de combate
zulúes estaban montados en la pared al lado de la cama. Nadie
tocaría su habitación hasta encontrar a su familia, solo entonces
empacarían sus cosas para entregárselas.
Esta vez registraron su ropa, incluso los putos bolsillos de sus
pantalones y el interior de sus zapatos. Por último revisaron la ropa
sucia en el cesto de su pequeño baño.
Y ahí fue donde lo encontró Wolf, un llavero con un juego de llaves y
una tarjeta electrónica en el bolsillo de unos vaqueros sucios, en el
fondo del cesto. Con una sola mirada, Wolf supo que las llaves no
abrían nada en el complejo. En el llavero había un disco con la
insignia de Harley Davidson. No era real, solo una imitación que
podías comprar en la caja de cualquier tienda, nada especial en
absoluto. La tarjeta electrónica tenía que abrir una puerta o algo así.
Ahora sólo tenían que encontrar dónde mierda estaba esa puerta y
qué abrían las putas llaves.
No dejarían de buscar porque eso significaba que podrían enterrar a
su hermano con su verdadero nombre y, con suerte, con su familia a
su alrededor.
Su mejor apuesta para encontrar el lugar que abrían las llaves era
Bullet. En ese momento estaba lidiando con la pérdida de su mejor
amigo, pero muy pronto comenzaría a recordar cosas y cuando lo
hiciera, Wolf estaría allí junto a él. Sacando esas cosas de su cabeza.
Por ahora le llevaría las llaves a Ziggy para ver si podían encontrar
una ubicación a través de los números de las llaves y el número de
serie de la tarjeta.
Tal vez ese número de serie los llevaría a las respuestas que
necesitaban.
La gran pregunta era ¿por qué Army no le había confiado su
verdadera identidad a su club? ¿De quién se había estado
escondiendo?
O tal vez de qué se había estado escondiendo fuera una pregunta
mejor.
Su hermano no tenía miedo y Wolf no podía verlo escondiéndose de
nadie.
Tantas malditas preguntas y ninguna puta respuesta todavía.
Quizás pronto.
Lo esperaba.
Hawk
Ocho Días Después
OFICIALES
Presidente - Cole “Hawk” Walker – Su dama - Jasmine “DC”
Michaels/Crow
Vice Presidente - Gray “Ice” Walker – Su dama – River “Blue”
Anderson
Sargento De Armas - Nathan “Kid” Warne
Ejecutor - Joseph “Beast” Van Den Bergh - Su dama - Tori Keating
Capitán de Ruta - Carl “Sin” Smith
Seguridad & Tecnología - Ryan “Jagger” Du Plessis
Oficial de Información - Nolan “Ziggy” Porter
Tesorero - Griffin “Spider” Walker
Secretario - Edwin “Kahn” Naidoo – Su dama - Lavashni “Vash”
Naidoo
Capellán - Gabriel “Bulldog” Walker – Su dama - Susan “Suzy”
Walker
LUGARTENIENTES
Lodewyk “Boots” Schoeman
Warren “Spook” Hoffmann
Shane “Wolf” Edwards
Jason “Scar” Quinn
MIEMBROS
Jason “Dizzy” Mitchell
Marnus “Rider” De Ridder - Novia - Penny De Klerk
Clayton “Dollar” O’Donnell
Duma “Bullet” Baloyi
Steven “Army” Patel /Reid Jordan - Fallecido
Christoph “Buzz” Esterhuizen
Chrisjan “Ratel” Meintjies
Colin “Petey” Peterson – Su dama – Maggy (Ambos fallecidos)
Johan “NikNak” Bezuidenhout
Kevin “Wrench” Clarkson – Nuevo parche
Sam “Crash” Du Plessis – Nuevo parche
Terrance “Terror” Makhubela – Nuevo parche
PROSPECTOS
Owen Maharaj
William “Will” Randal
Kobus Pretorius (nuevo)
Devon Peterson (Nuevo)
Damon Peterson (Nuevo)
ANTIGUOS
Gabriel “Bulldog” Walker – Ocupa el cargo de Capellán
Fred “Flash” Warne – Su dama - Esther “Essie” Warne (Ex dama, lo
rechazó)
Ted “Taxi” Cox
Koos “Buffel” Bosman
Kobus “Krokodil” Schutte
NOMADAS
Stone
Cracker
Venom
Leeu (Lion)
Jakkals (Jackal)
FAMILIA
Beryl David – La hermana viuda de Bounty y Bulldog Walker
Gail & Johan Van Der Walt – La hija mayor de Bulldog. Tiene dos
hijas pequeñas, está embarazada de gemelos
Genna Walker – La hija menor de Bulldog
Engela “Slim” Esterhuizen – La hermana de Buzz Esterhuizen
Duncan Martins – El hijo de River con Dylan “Sparrow” Martins
Delene De Ridder – La bebé de Rider and Penny
Esther “Essie” Warne – La madre de Kid Warne. Renunció a su
hombre “Flash” Warne.
Jane Warne (Out Bad) – La hermana Kid Warne. Enemiga del Iron
Dogz MC
Harmony Pretorius – Esposa del prospecto Kobus Pretorius
OTRAS SEDES
Ciudad del Cabo
OFICIALES
Presidente - Brans “Orca” Wellington – Su dama - Fatima
Vice Presidente - Gray “Hook” Greeff – Su dama – Yvonne
Durban
OFICIALES
Presidente - Gerald “Hotdog” Atkins – Su dama - Molly
Vice Presidente - Desmond “Growler” Harrison
Capitán de Ruta - Fred “Claw” Butler
Oficial de Tecnología – Maddox/Mad Dog
LUGARTENIENTES
Joshua “Scar” Quinn – Transferido a Johannesburgo
MIEMBROS
Jimmy “Spanner” Radcliffe
Jeremy “Pesto” Quinn – Hermano de Scar
John “Zer” De Wer – Su dama – Ina (Ayudó a DC a conseguir a
Speedy)
Port Elizabeth “PE”
OFICIALES
Presidente - William “Greyhound” Le Roux – Su dama - Terri
Vice Presidente – Dieter “Cable” Wentzel
Fuerzas Especiales
Detective Marnus Van Blerk
Derrick “Rick” Townsend
SHADOW WRAITHS MC
SEDE SAVANNAH, GEORGIA
OFICIALES
Presidente - Drake “Maniac” Flynn
Vice Presidente - Lawrence “Grave” Jordan/Jordan
Sargento de Armas - Rhys “Renegade, Ren” Jordan
Ejecutor - Raigan “Dive” Jordan
Oficial de Tecnología - Michael “Byte” Flynn
MIEMBROS
Eric “Lure” Johnson
Ward “Breaker” Williams
Nicholas “Magic” Monroe
Ryan “Bruiser” Adamson
Kyle “Viper” Rigby
Harvey “Gear” Keyes (Out Bad)
Red (Out Bad)
Mug (Out Bad)
Shutter (Out Bad)
FAMILIA
Vivienne “Viv” Jordan – La dama de Grave
Luciana “Lucy” Ricci – La mujer de Maniac
Sheryl “Sherri” Springfield – La mejor amiga de Leo, La ex de Reid,
la mujer de Renegade
Lori Springfield Jordan – La hija de Reid / La hija adoptada de
Renegade
Eva “Evie” Jurgenson – La mejor amiga de Leo, La ex de Magic
Jamie O’Brien – EL asistente de Leo
DEVIL’S SPAWN MC
PORTLAND, OREGON
Tanner “Reaper” Knox - Ejecutor
Travis “Crash” Myers - Miembro
Neil “Hunter” Jameson - Miembro
Carson “Hunter” Blake - Miembro
Nota:
Tened en cuenta que algunos de los personajes anteriores aún no han
aparecido en los libros.
Publicaré listas de personajes/árboles genealógicos más extensos en
mi página en una fecha posterior que aclararán cómo están
relacionados todos los personajes y clubes.
EL CONO del SILENCIO
Traducción
Colmillo
Corrección
La 99
Edición
El Jefe
Diseño
Max
Notas
[←1]
El principal objetivo de un riding club (RC) es conducir una moto. Su misión es
disfrutar del espíritu de conducir juntos, sin otros compromisos, ni requisitos, ni la
necesidad de ser soporte o depender de algún MC.
Las personas que forman un RC lo hacen porque quieren encontrar amigos para
conducir por las carreteras juntos, mejorar su destreza a la hora de conducir
aprendiendo de los demás y no quieren un compromiso de por vida con el club.
Un RC no necesita el reconocimiento de un MC ya que es un grupo de amigos que
se reúne para montar, comúnmente usan un logo que los identifica y no requiere la
utilización de un chaleco pues éste es opcional.
[←2]
Habla de esto.
[←3]