NOMBRE: Programa de Jóvenes “Construyendo la Vida (CoVi)”

1. INTRODUCCIÓN
La Fundación Franciscana es una organización sin fines de lucro que trabaja en Lomas de Mariló
(Moreno) y Ejército de los Andes (Ciudadela). La misión de la Fundación es la de trabajar junto a
personas que viven en situación de pobreza para que puedan desarrollar sus capacidades y transformar
su realidad. Construimos oportunidades con programas de trabajo, educación, salud, vivienda, arte,
justicia y vínculos familiares.
En este marco de trabajo integral, el Programa de Jóvenes “Construyendo la Vida (CoVi)” busca
desarrollar las capacidades de jóvenes entre 16 y 21 años para que puedan construir su proyecto de
vida académica, laboral y social, a saber: terminar la secundaria, acceder a un estudio terciario o
universitario y/o a un trabajo digno y de calidad. Esto se hace en un espacio semanal grupal de 2 hs en
el que los jóvenes se capacitan social y laboralmente acompañados por talleristas rentados y
voluntarios. A su vez, a cada participante se le asigna un tutor/a con el cual se encuentran a charlar y
compartir quincenal o mensualmente. Además, todos los meses reciben talleres de formación y
prevención (adicciones, violencia, sexualidad integral) coordinados por el equipo de Psicología. Estos
talleres temáticos buscan formar para prevenir situaciones de consumo problemático (adicciones),
violencia (bullying, género, doméstica, vincular) y embarazos no intencionales, entre otras cosas.

2. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN
Construyendo la Vida busca acompañar a los jóvenes que necesitan un espacio de contención,
formación y prevención. Contención para charlar, ser parte de un grupo, construir vínculos sanos,
sentirse valiosos, no juzgados y acompañados de manera incondicional en un espacio donde se
prioriza el vínculo. El grupo y las tutorías son expresión de esto. Formación para crecer en valores,
habilidades sociales, académicas y laborales; para desarrollar las propias capacidades y construir un
proyecto de vida. Los jóvenes buscan un lugar donde puedan adquirir herramientas para conocerse más
y mejor, poder encontrarse con otros y compartir sus inquietudes y dar pasos concretos para lograr sus
objetivos. Prevención, para desarrollar herramientas internas y, así, poder detectar, evitar o
transformar situaciones de consumo problemático, violencia, trastornos en la vivencia de la
sexualidad y embarazos no intencionales.
Muchos jóvenes no saben lo que quieren y no cuentan con personas en su entorno que los ayuden a
realizar preguntas que orienten sus búsquedas. Algunos llegan con baja autoestima, sensación de
abandono o soledad, problemas de adicción (sustancias, pantallas, vínculos), experiencias de violencia
doméstica y de género, violencia institucional (hospitalaria, escolar, policial); otros quieren “sentirse
parte de algo o alguien” y se adhieren a grupos delictivos (“malas juntas”, como dicen los vecinos).
Otros llegan con problemas de repitencia o abandono escolar, falta de horizonte, discriminación
laboral, heridas por la pérdida (muerte o abandono) de un ser querido. Otros son “adultos antes de
tiempo” y tienen que hacerse cargo de una familia (de sus padres, hermanos o hijos) en un momento en
el que no cuentan con las herramientas internas ni las condiciones externas (económicas, laborales,
habitacionales) para sostener una familia.
Todos los participantes del programa vienen con ganas de transformar su realidad económica, familiar,
vincular, personal. Quieren ayudar a sus familias, vivir mejor, construir vínculos sanos, de respeto y
confianza, realizar proyectos creativos y solidarios, expresarse y comunicarse con alguien que los
escuche sin juzgarlos. Todos son solidarios, buscan construir un sentido de pertenencia y quieren
devolver lo que se les da, por ejemplo, como voluntarios/as en otros espacios de la Fundación.
La columna vertebral del programa, es decir, los participantes “históricos”, están hace mucho tiempo
en la institución. La mayoría llega del Programa de Alfabetización Complementaria (PAC) y sus
familiares participan o participaron en otros programas. El “CoVi” es para ellos lo que un “sexto
año” es para los estudiantes de una escuela: se sienten orgullosos de ser “los más grandes” de la
Fundación y saben que son referentes. Cuando el CoVi “les queda chico”, deciden seguir estando y
buscan cómo hacerlo. De allí que muchos quieran seguir participando como voluntarios.

3. PROPUESTA
La propuesta preventiva-educativa del CoVi se apoya en tres ejes: contención grupal,
acompañamiento personal y formación socio-laboral.
El espacio grupal busca contener a los jóvenes en un marco de respeto y escucha atenta. Se realizan
actividades de comunicación y autoconocimiento para que los participantes registren sus emociones,
necesidades y deseos y, de esta manera, adquieran la confianza y otras habilidades para poder llevar
adelante sus proyectos. Esto se complementa con un espacio de acompañamiento personal, las tutorías,
donde cada joven es escuchado por un adulto referente que lo guía en sus búsquedas. Es un lugar de
confidencialidad, intimidad y, sobretodo, de vínculo. El tutor vela, como un hermano o hermana
mayor, por las necesidades y deseos de cada participante y es asesorado por el equipo de la
Fundación en situaciones puntuales. La formación socio-laboral se realiza en el marco de talleres
periódicos donde un profesional se presenta frente al grupo para compartir sus saberes y experiencia de
vida. Estos espacios, conocidos como capacitaciones socio-laborales, buscan acercar a los jóvenes
distintas experiencias de vida con el objetivo de “abrir el horizonte” de posibilidades tanto para el
mundo académico como el laboral o vincular. Además de las capacitaciones, durante cada encuentro,
los jóvenes son animados a desarrollar y potenciar habilidades sociales y valores tales como la
comunicación profunda y asertiva, la empatía y el respeto, la camaradería, el sentido de fraternidad y
comunidad, la solidaridad y el liderzago, entre otros.

4. PARTICIPANTES
Jóvenes varones y mujeres de 16 a 21 años (límite de edad no excluyente).

5. OBJETIVOS
a. Esenciales:
I. Que los jóvenes se conozcan y aprendan a comunicarse mejor
II. Que los jóvenes puedan capacitarse académica-y-laboralmente

b. Complementarios:
I. Que adquieran herramientas de conocimiento personal
II. Que se capaciten para la búsqueda de empleo y para desempeñarse correctamente
 III. Que crezcan en valores, habilidades sociales y que construyan vínculos sanos
IV. Que puedan expresarse libremente, de manera creativa y solidaria
V. Que retomen y terminen sus estudios y consigan un trabajo digno

6. ACTIVIDADES
Talleres de capacitación laboral; talleres de capacitación en habilidades sociales; talleres de
comunicación humana (“Los 7 niveles de la comunicación”, Juan Pablo Berra); espacio de
acompañamiento personal (tutorías); salidas/visitas didácticas; proyectos (Torneo de fútbol mixto,
video “13 razones” *2017+); talleres de formación y prevención de adicciones, violencia y sexualidad
integral; dinámicas de conocimiento personal; talleres de expresión literaria.

7. EQUIPO DE TRABAJO
Un encargado, una tallerista, voluntarios de los talleres, tutores voluntarios.