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Profesor.
Eliezer Integrantes:
Everlin Ojeda,18.044.440
Definición.
Clasificaciones.
La Ley como Fuente del Derecho Penal.
La Jurisprudencia.
La Doctrina.
Los Principios Generales del Derecho.
La Costumbre y su valor en el Derecho Penal.
Definición.
Clasificación de los Hechos Punibles: Delitos y Faltas.
Clasificación de los Delitos: Comunes, Políticos, Sociales y Militares. Delitos de Acción
y Omisión. Delitos Simples, Complejos y Conexos. Delitos de Acción PÚblica y Delitos
de Acción Privada, Delitos Semi PÚBlicos y Semi Privados.
Delitos dolosos, culposos y preterintencionales.
Otras Clasificaciones SEGÚN el Código Penal venezolano vigente.
Objeto Material y Objeto Jurídico del Delito.
Sujeto Activo del Delito.
Sujeto Pasivo del Delito.
INTRODUCCIÓN:
Tema 2:
LA FUENTE DEL DERECHO PENAL. Definición de fuente del derecho penal. Clasificación de la
fuente del Derecho Penal. Fuente Directa o de Producción. La ley. Concepto de ley. La fuente
indirecta o de conocimiento del Derecho Penal: La jurisprudencia; La doctrina; los principios
generales del Derecho. El valor de la fuente indirecta en el Derecho Penal. El Principio de
legalidad en el Derecho penal venezolano.
Definición De Fuente Del Derecho Penal: La fuente del Derecho penal es aquella de donde en sí
misma emana el conocimiento y alcance de la expectativa punitiva del Estado y la Sociedad.
Cuando se habla de fuente desde el punto de vista jurídico y específicamente aplicado al
derecho penal, se alude al origen de éste de donde emana.
La única fuente del Derecho penal en los sistemas en los que impera el principio de legalidad
penal es la Ley, de la cual emana el poder que determina el alcance de su conocimiento y
aplicación, por lo tanto, sólo la ley penal puede ser la creadora del conocimiento y alcance
social de su contención, por eso se dice que es fuente directa del Derecho penal.
La fuente del derecho son generalmente la ley, la jurisprudencias y la doctrina hay que advertir
que en materia penal, donde rige como aquí en Venezuela, el principio de legalidad y de las
penas, es la ley penal la única fuente directa de conocimiento y alcance en su aplicación de la
expectativa punitiva del Estado. Solo la ley penal describe los delitos y las sanciones aplicables a
las personas que cometen los delitos.
En sentido general, entendemos por fuente de producción del Derecho Penal a la autoridad del
Estado o voluntad jurídica que, de acuerdo al orden constitucional, dicta las normas de carácter
penal.
El principio de reserva legal establece, en los Estado democrático de derecho, que él único
facultado para producir normas de carácter penal es el órgano legislativo, pues además de ser
su función natural la elaboración del orden normativo que desarrolla el Estado constitucional,
dentro de los poderes públicos y en resguardo del principio de división de poderes, en el poder
legislativo reside la representación popular más amplia, ya que es la expresión colectiva y
directa del conjunto social que expresa la voluntad de un pueblo, es el titular exclusivo y
excluyente del Derecho Subjetivo, que determina cuándo un acto puede ser considerado
reprochable y en razón a ello, configurar las conductas delictiva que penaliza la ley, y fija en las
consideraciones respecto al quantum de la pena aplicable.
Este principio exige que la punibilidad de un hecho, sólo pueda ser establecida por una ley
anterior a la comisión del delito, e implica el desarrollo programático de las ideas y principios
que traza los derechos, deberes, garantías individuales, colectivas y difusas establecidas en la
Constitución de la República.
Tratándose de una garantía individual, las disposiciones del Derecho Penal, debe estar
claramente trazada mediante la enumeración taxativa que fija la ley, en cuanto a los hechos
punibles y las penas, de manera que aquellos y éstas representen un númerus clausus o
relación cerrada en recíproca e inalterable correspondencia unos de otros.
Al llenar esta finalidad es necesario conocer, que las reglas en la conformación del Derecho
Penal contemporáneo están regidas por una serie de principios en donde principalmente se
encuentran: el principio de legalidad penal, "nullum crimen nulla poena sine praevia lege
poenali"; el principio de irretroactividad de la ley penal; el principio de mínima regulación
penal; la prohibición de la aplicación de la ley penal por analogía; el principio “In dubio pro
reo”; entre otros, que constituyen el eje motor de la formación del derecho penal.
De igual forma, la Constitución de la República y la ley establece que sólo el Estado puede dictar
y aplicar los procedimientos, así como establecer los órganos administrativos que realizarán la
instrucción, juzgamiento e imposición de las penas, su aplicación en su correspondiente
ejecución.
2. FUENTE INDIRECTA: determina la forma objetiva como se manifiesta el derecho penal dentro
de la vida social.
FUENTE DIRECTA: En materia penal, en Venezuela por imperio del orden Constitucional, en
principio es la ley la única fuente directa del Derecho Penal, a excepción de la jurisprudencia
emanada de la Sala Constitucional del tribunal Supremo de Justicia, que haga la interpretación
de una norma o principio de carácter constitucional y lo vincule con derechos, garantías o
principios de orden Constitucional. Este tipo de jurisprudencia se posesiona al nivel de la ley por
contener un carácter general y vinculante, ellas surgen en ejercicio de la Jurisdicción Normativa
que ha desarrollado la referida Sala Constitucional en base a la interpretación hecha de forma
sistemática al contenido de la Constitución de la República basándose en lo establecido en el
artículo 335 y 336 del Texto Fundamental.
LA LEY: como fuente directa es la manifestación, que por sí mismas es capaz de engendran la
inteligencia y comprensión necesaria para establecer el alcance, propósito y razón de la norma
jurídica penal. De forma general y abstracta, es la única fuente directa de conocimiento que
determina los límites de legalidad y alcance de la norma de carácter penal.
La Ley como Fuente Directa del Derecho Penal, es esencialmente la fuente inspiradora del
derecho, no hay leyes buenas y malas, en el tiempo las leyes pueden perder su vigencia o surgir
nuevas circunstancias que meriten ser reguladas. La ley como producto de la sociedad, se ajusta
a situaciones de orden político, económico, social, religioso, entre otros. Es así como las
condiciones de punibilidad pueden variar de acuerdo a una determinada necesidad social, es
por ello que han surgidos diversas especies de tipos penales que penalizan las actividades
cambiarias, las venta de determinados productos y mercancías, algunas prácticas profesionales.
En el tiempo, la evolución de la sociedad determina la razón y justificación de establecer leyes
con contenidos penales.
La ley como fuente directa del derecho penal, constituye la base de estudio para determinar
que el órgano legislativo establezca las condiciones de variabilidad de una situación que está o
no penalizada y en consecuencia puede ser cambiada en algún sentido, es así como pudiera
incrementarse las penas, establecer modalidades distintas, despenalizar o penalizar
circunstancias, aumentar o disminuir los beneficios procesales, sin afectar su agresividad o
variar los mecanismos de resarcimiento a la sociedad, derogar la ley o crear nuevas leyes
especiales. En todo caso, siempre será el conjunto de las circunstancias sociales las que
determinan la aparición, derogación o cambio de una ley.
En consecuencia, el Estado no puede ni debe castigar una conducta que no esté expresamente
tipificada en la ley penal, tampoco podrá imponer penas que no estén en ella establecidas para
el correspondiente delito. Al mismo tiempo se establece una pretensión subjetiva para el
ciudadano quien contará con la garantía de no ser penado más que por las acciones y omisiones
que estén establecidas expresamente en la ley. De igual forma, el Estado no le podrá imponer
otra pena distinta a la que esté señalada en la ley para cada infracción.
En los Estados democráticos de derecho y de justicia, la ley penal es la garantía de libertad con
que cuentan los ciudadanos que se apegan a la ley, y en sí misma la ley penal asegura las
pretensiones punitivas y reparativas del Estado y las víctimas.
Por otra parte, el artículo 203 de la Constitución de la República, establece que son leyes
orgánicas las que así denomine la Constitución; las que se dicten para organizar los poderes
públicos o para desarrollar los derechos constitucionales y las que sirvan de marco normativo a
otras leyes. De igual forma, en Venezuela la Asamblea Nacional cuenta con la facultad para
otorgar leyes habilitantes, y con ello delegar la creación de decretos leyes al Ejecutivo Nacional.
El esquema que a continuación se exhibe, determina el conjunto de leyes que pueden tener
contenidos o reglamentación de naturaleza penal.
LA FUENTE INDIRECTA:La Fuente indirecta, son de dos tipos: Fuente de Producción, y Fuente de
Conocimiento La Fuente de Producción: la encontraríamos en el órgano del Poder Público o la
autoridad competente habilitada que en representación del Estado, dicta las normas jurídicas
de carácter y naturaleza penal.
La Fuente de Conocimiento del Derecho Penal: constituye la forma lógica, racional, gramatical e
interpretativa que emana de la ley, su aplicación o interpretación. La forma que el Derecho
Objetivo asume en la vida social.
En la corriente que dirige el derecho penal formal o escrito (civil law), se excluye la costumbre y
la analogía como fuente de derecho penal.
Por disposición constitucional e igualmente por disposición de la ley, la labor de los tribunales
de justicia se encuentra limitada al conocimiento y la resolución de los casos que se le
presenten. No le compete al juez determinar la organización social a través del desarrollo
normativo que determina las leyes cuya naturaleza advierten un carácter general, escapa de la
función judicial la de crear derecho, estaría con ello contraviniendo la organización del Estado.
Por tanto, se proclama la sujeción del Poder Judicial a la ley, lo que implica la prohibición del
desarrollo judicial normativo. No puede haber invasión del Poder Legislativo por parte del
Judicial, como corresponde a un sistema de separación de poderes. Lo señalado anteriormente
tiene su fundamento en el principio de separación de los poderes que caracteriza a las
democracias actuales.
Ahora bien, ello quedaría claramente definido, a nivel normativo, si fuese reconocido
expresamente, sea por el constituyente o legislador; en este sentido, es preciso establecer cuál
en definitiva, es la capacidad que concedió el constituyente venezolano de 1999, a la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, para dictar, en el ejercicio de sus atribuciones,
sentencias con carácter normativo, es decir, de aplicación general y amplía a todo el ámbito
social venezolano, lo cual en esta condición se asemeja a una ley, situación que ha sido
denominado, por sus mismas jurisprudencia, como jurisdicción normativa.
LA DOCTRINA: la doctrina jurídica Penal, es la idea de derecho que sustentan los juristas o
estudiosos de derechos, expuestas en trabajos de investigación o libros. Si bien no originan
derecho directamente, es innegable que en mayor o menor medida influyen en la creación del
ordenamiento jurídico.
Por otra parte, la doctrina constituye una fuerza de convicción para el juez, el legislador y la
sociedad en general que entiende el alcance del derecho en base a las opiniones de los
jurisconsultos, profesores de derecho y científicos jurídicos que mediante libros, revistas u
opiniones en los medios de comunicación y, hoy mediante el empleo de las Tecnologías de
Información y Comunicación, exponen su interpretación y crean una conciencia
consuetudinaria colectiva del Derecho Penal, dado que la opinión y la crítica de los teóricos del
Derecho influye en la formación de conocimiento de los que, posteriormente, tienen la tarea de
juzgar o de crean nuevas o modificar las normas.
LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO: son los enunciados normativos más generales que,
a pesar de no haber sido integrados formalmente en los ordenamientos jurídicos particulares,
recogen de manera abstracta el contenido de un grupo de ellos. Son conceptos o proposiciones
de naturaleza axiológica o técnica que informan la estructura, la forma de operación y el
contenido mismo de las normas, grupos normativos, conjuntos normativos y del propio
Derecho Penal.
Estos principios son utilizados por los jueces, los legisladores, los creadores de doctrina y por los
juristas en general, sea para integrar el ejercicio práctico de derechos o para interpretar normas
jurídicas cuya aplicación resulta dudosa.
Los principios Generales del Derecho tienen tres funciones que inciden de forma importante en
la aplicación de las normas del ordenamiento penal, estas son: la función creativa, la función
interpretativa, y la función integradora.
Estas funciones no actúan independientemente, sino que en la aplicación del Derecho operan
auxiliándose una a otra, así cada interpretación de una norma, basada en los principios, es una
nueva creación. Para colmar una laguna legal es necesario interpretar el Derecho ya existente
según los principios; por último, las lagunas legales en el derecho positivo no existen debido a la
posibilidad que tienen los miembros judiciales para interpretar una norma ya creada y
adaptarla según los principios generales, lo que garantiza una seguridad jurídica sólida frente a
la positivización del Derecho.
El Jurisconsulto Ulpiano nos deja tres principios de derecho:
Según Cabanella Guillermo (2003), El principio de legalidad penal se instituye desde "el primer
instante del ser, de la existencia de la vida, razón, fundamento, origen". De esta forma afirma,
que es el máximo consagra la legitimidad y legalidad del Derecho Penal, que su contenido está
representado en el aforismo latino que señala: “Nullum crimen, nula poena sine praevia lege”.
En este sentido el autor Castellanos Fernando (1989), señala que el principio de legalidad de los
delitos y de las penas es el supremo postulado político criminal del derecho penal moderno, su
importancia y preponderancia se observa inscrita en la declaración francesa de los Derechos del
hombre y el ciudadano de 1789, proclamada en su artículo 8 que “la Ley no debe establecer
más que las penas estricta y manifiestamente necesarias, y nadie puede ser castigado sino en
virtud de una ley dictada y promulgada con anterioridad al delito, y aplicada conforme a la
propia ley”.
Del principio de legalidad penal, se derivan diversos postulados que dan origen a un conjunto
de subprincipios: la reserva absoluta de Ley, el cual establece que en principio solo la Asamblea
Nacional tiene la facultad para determinar, y en consecuencia definir, cuales conductas serían
las constitutivas de delitos, y por ello disponer la aplicación de penas, con inclusión de otras
disposiciones legales que determine las circunstancias objetivas que agraven o atenúen la
sanción a imponer.
Se trata de un principio cuya plena consolidación se encuentra proclamado en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, en el Convenio Europeo para
la protección de Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales del 4 de noviembre de
1950, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos “Pacto de San José” del 22 de
noviembre de 1969 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos suscrito en la ciudad
de Nueva York el 19 de diciembre de 1966.
Precisamente para evitar que el principio de legalidad penal se constituya en una mera y por
demás vacía proclamación de contenidos, la ley debe reunir una serie de requisitos que
generalmente se asumen en la necesidad de que sea escrita, previa a la realización de los
hechos que se pretenden sancionar y escrita, esto es, que establezca claramente las
características del hecho punible que pretende a futuro sancionar.
Se trata, por tanto, de que el Principio de Legalidad Penal en primer lugar establece una
Garantía material que se corresponde con la predeterminación normativa de las conductas
ilícitas y de las sanciones correspondientes , es decir, proporciona la necesaria seguridad
jurídica sobre cuáles son las conductas incriminadas y las penas que se les asignan. Pero
además, el principio de legalidad penal conlleva una garantía formal que hace exigir que las
leyes penales sean promulgadas con determinación a la reserva de ley que exige su formación.
Por todo ello, se puede inferir que el principio de legalidad penal, determina la existencia de un
rango de garantía de liberad y seguridad para el ciudadano, por otra parte determina límites al
poder punitivo del Estado, que es ejercido por medio de la capacidad de crear normas por parte
de los legisladores y de administrar justicia por parte de los jueces.
En la actualidad, el principio de legalidad penal “nullum crimen, nulla poena, sine lege”,
universalmente adoptado, prohíbe la aplicación de penas sin la existencia de una ley formal,
previa, escrita y estricta.
El Principio de Legalidad, constituye la más importante base para la concepción del Derecho
Penal Moderno, establece que la principal fuente del derecho penal es la ley, la cual debe
cumplir con tres requisitos:
Debe ser escrita y por tanto estar a disposición en la forma gráfica que permita la comprensión
amplia de su alcance y razón.Debe ser previa a la determinación del hecho sancionado.
Debe ser estricta, en cuanto a no contener vacíos o ambigüedades que permitan distorsionar la
inteligencia de su comprensión y aplicación.
Elemento Extra – penal: en la redacción de una disposición penal, intervienen términos que no
son propios del Derecho penal, sino que corresponden a otra disciplina jurídica; y cuando esto
ocurra, para poder entender el sentido y alcance de la disposición en cuya redacción se empleó
ese término no propio del Derecho Penal, será menester acudir a la disciplina a la cual
corresponda el término extraño, para que nos esclarezca el significado del término.
Elemento Extra – jurídico: en otros casos se emplea en la redacción de una disposición penal
un término o concepto que no pertenece a ninguna disciplina jurídica, sino que corresponde a
otra ciencia o técnica no jurídica, y por lo tanto, cuando encontremos uno de estos casos
tendremos que apelar a la ciencia o técnica a la que pertenezca ese término para que nos
indique el sentido y alcance de ese término, y nos ponga en condiciones de interpretar
correctamente la disposición penal en la que fue empleado.
Tema 3
LA LEY PENAL
Según el Intérprete:
Uno Literal: que atiende al significado propio de las palabras que integran el texto legal;
y,
Otro Sintáctico: que toma en cuenta las relaciones que guardan entre ellas las palabras
que integran el texto legal.
2.Teleológica o finalista: cuando una disposición está oscuramente redactada, no basta con
examinar las palabras de la ley y las relaciones de éstas, para poder esclarecer el sentido y
significado hay que remontarse a la realidad para la cual fue dictada esa ley, a la razón que
tuvo el legislador para dictar una disposición legal determinada.
1. Ratio Legis: o razón de la ley, el motivo que ha tenido el poder legislativo para poner en
vigencia una disposición determinada.
2. Elemento Histórico: Las leyes no nacen por generación espontánea, sino que hay un
proceso desde que se siente la necesidad de dictar disposiciones legales en un amateria
determinada, hasta que la ley entra en vigencia efectivamente.
3. Elemento Sistemático: entre las diversas disposiciones de una ley, existen relaciones
muy estrictas; y por ello, para poder esclarecer adecuadamente el sentido y alcance de
determinadas disposiciones legales, hay que conocer toda la Ley, ya que se llegaría a
resultados erróneos si se pretende interpretar dislocadamente una disposición legal sin
conocer a cabalidad toda la ley de la cual forma parte.
4. Elemento comparativo extranjero: en muchos casos en lugar de legislar expresamente
para un país determinado, simplemente se escoge la ley extranjera teóricamente más
perfecta y se copia, en ciertos casos, si esa ley escogida es de idioma extranjero, se
traduce al idioma nacional; por lo tanto pudieran orientar en el esclarecimiento de dicha
ley los comentarios hechos por los juristas de ese país extranjero de donde procede
dicha ley. No obstante aun cuando la ley sea teóricamente perfecta, y haya resultado
perfecta en dicho país, su aplicación en otro país pudiera resultar nefasto, ya que la
realidad política, social, económica etc., es diferente.
5. Elemento Extra – penal: en la redacción de una disposición penal, intervienen términos
que no son propios del Derecho penal, sino que corresponden a otra disciplina jurídica;
y cuando esto ocurra, para poder entender el sentido y alcance de la disposición en cuya
redacción se empleó ese término no propio del Derecho Penal, será menester acudir a
la disciplina a la cual corresponda el término extraño, para que nos esclarezca el
significado del término.
6. Elemento Extra – jurídico: en otros casos se emplea en la redacción de una disposición
penal un término o concepto que no pertenece a ninguna disciplina jurídica, sino que
corresponde a otra ciencia o técnica no jurídica, y por lo tanto, cuando encontremos
uno de estos casos tendremos que apelar a la ciencia o técnica a la que pertenezca ese
término para que nos indique el sentido y alcance de ese término, y nos ponga en
condiciones de interpretar correctamente la disposición penal en la que fue empleado
VALIDEZ TEMPORAL:
La vigencia
La derogación
Con carácter general se formula el principio de retroactividad de la ley penal en el artículo 2 del
Código Penal venezolano que prevé: “Las leyes penales tienen efecto retroactivo en cuanto
favorezca al reo, aunque al publicarse hubiere ya sentencia firme y el reo estuviere cumpliendo
condena”.
Por otra parte, el principio de legalidad penal prohíbe la retroactividad de las normas penales,
en cuanto a la aplicación de penas que no hayan sido establecidas con posterioridad a la
comisión de los hechos punible. En consecuencia, no será castigado ningún delito ni falta con
pena que no se halle prevista por la ley anterior a su perpetración, disposición que extiende su
eficacia a las medidas de seguridad. En consecuencia la irretroactividad es una excepción que se
aplica al principio de legalidad penal, sola cuando la norma penal preceptúa condiciones más
favorables al penado o al reo de acuerdo a los parámetros siguientes:
1.- Vigencia: En el Derecho Venezolano, la Ley Penal, como todas las leyes, es obligatoria desde
su publicación en la Gaceta Oficial, o desde la fecha posterior que ella misma indique, según lo
dispone el artículo 1º del Código Civil, venezolano vigente.
Si coordinamos los transcritos artículos: 1 del Código Civil y 215 y 216 de la Constitución de la
República, permite apreciar: que la ley es obligatoria desde el día de su publicación en la Gaceta
Oficial o desde la fecha posterior que ella misma indique, es decir, se produce una vacatio legis
que significa que la ley no se aplicará entre el lapso comprendido entre el día de su publicación
y el indicado en la misma ley para su entrada en vigencia.
Con respecto a los tratados, acuerdos o convenios internacionales que celebre el Estado
venezolano, algunos en materia penal, lo prevé el artículo 217 de la Constitución de la
República que dice:
Artículo 217: La oportunidad en que debe ser promulgada la ley aprobatoria de un tratado, de
un acuerdo o de un convenio internacional, quedará a la discreción del Ejecutivo Nacional, de
acuerdo con los usos internacionales y la conveniencia de la República.
2.- Derogación: La Ley Penal, al igual que las demás leyes, puede ser derogada por otra ley. El
artículo 7 del Código Civil establece:
Artículo 7: Las leyes no pueden derogarse sino por otras leyes; y no vale agregar contra su
observancia el desuso ni la costumbre o práctica en contrario por antiguos ni universales que
sean.
Por su parte el artículo 218 de la Constitución de la República dispone:
Artículo 218: Las leyes se derogan por otras leyes y se abrogan por referendo, salvo las
excepciones establecidas en esta Constitución. Podrán ser reformadas total o parcialmente La
ley que sea objeto de reforma parcial se publicará en un solo texto que incorpore las
modificaciones aprobadas.
En Venezuela la derogación de las leyes puede ser expresa o tácita, de igual forma puede ser
total o parcial. También existe la figura de la abrogación de la ley, lo cual está previsto en el
artículo 74 de la Constitución de la República, ello se hará de forma refrendaría.
La derogación es expresa, cuando la nueva ley contiene una cláusula que declara la pérdida de
vigencia a la ley anterior.
La derogación será tácita, cuando se desprende de la lectura del contenido de la nueva ley, que
se está desaplicando la ley anterior, o cuando es posible apreciar de alguna forma, que la nueva
ley deroga parcialmente alguna disposición contenida en una ley anterior. También ocurre la
derogación tácita, cuando una ley sin contener alguna disposición derogatoria, es publicada
posteriormente a otra, conteniendo disposiciones que de alguna manera se contraponen o
diferencia del contenido de la ley anterior. En estos casos, priva el criterio de aplicación de la
ley más reciente, o el criterio de especialidad.
La derogación será total, cuando es sustituido el contenido íntegro una ley, por otra ley.
Implicará una derogación parcial, cuando una ley nueva sólo deroga algunas disposiciones
contenidas en el cuerpo normativo, en particular de alguna otra ley dejando intacto el resto de
su ordenamiento.
La excepción a esta regla está constituida por la llamada retroactividad de la ley penal, en el
caso que la ley derogada contenga disposiciones más favorables para el procesado o el reo, esta
situación está establecida de forma expresa en el artículo 2 del Código Penal venezolano, quien
señala que la retroactividad de la ley se aplicará aun cuando al publicarse la ley nueva hubiere
recaído sentencia firme o el condenado estuviere cumpliendo la respectiva condena.
Ello implica, que la eficacia de la retroactividad de la ley penal más favorable, supera las
consideraciones establecidas para la cosa juzgada, ya que su efecto se extiende aún al reo que
se encuentre cumpliendo la condena, lo cual se circunscribe al contenido del principio de
progresividad.
La retroactividad obedece a la existencia de una sucesión de leyes penales, que por emanar de
seres humanos y estar destinadas a controlar la conducta de éstos, su validez o vigencia se
encuentran sometidas a la temporalidad, por lo cual se dan casos donde la situación fáctica
acaecida en un determinado momento y bajo el imperio de una ley específica, para el tiempo
de ser realizado el juzgamiento de una persona, se consigue con que ha entrado en vigencia
otro texto legal, que de alguna forma favorece más a la persona encausada en los hechos, por
ello el juez debe aplicar la nueva ley retrotrayendo su vigencia al momento de la comisión del
delito.
SUCESIÓN DE LEYES: La ley humana, está sometida a limitaciones temporales. La ley tiene un
proceso de formación, de acuerdo con lo establecido en la Constitución de la República, que
culmina con su promulgación y publicación en la Gaceta Oficial; desde ese momento se hace
obligatoria, a menos que la misma ley indique una fecha posterior para su entada en vigencia,
lo cual está expresamente señalado en el artículo 1 del Código Civil venezolano; y se extingue
cuando queda derogada expresa o tácita, total o parcialmente, por otra ley o se abroga por un
referendo, de acuerdo a lo señalado en el artículo 218 de la Constitución de la República.
También una ley puede perder su vigencia, cuando se cumpla el término señalado en la misma
ley o desaparecen las circunstancias que justificaron su nacimiento, situación que puede estar
perfectamente regulada en el texto normativo legal.
La sucesión de leyes ocurre cuando una ley que regula determinados hechos se extingue y otra
la sustituye ocupando su lugar, quedando regulados esos hechos por otra ley, que debe
aplicarse a los hechos realizados bajo la ley derogada.
En materia penal se plantea el problema de la sucesión de leyes con las características propias
de esta rama, señalándose tres hipótesis que puedan darse:
1. En relación a la ley penal creadora de delitos: cuando surge una nueva ley que establece
tipos penales que tipifica hecho no prohibido o no considerado como punible.
2. Cuando se promulga una ley penal que deroga delitos: cuando se eliminan incriminaciones,
esto es, cuando se quita el carácter de punible a un hecho considerado como tal en la ley
precedente.
En nuestro ordenamiento jurídico tendrá plena vigencia desde que su contenido íntegro sea
publicado en la Gaceta Oficial. El principio de irretroactividad de la ley, que constituye una
exigencia del principio de legalidad de los delitos y de las penas, es la fórmula acogida por el
artículo 1 del Código Penal venezolano. De esta manera, se amplía el principio legalista con tal
exigencia enunciándose como: “nullum crimen, nulla poena sine previa lege”, lo cual implica
que no hay delito ni hay pena sin la existencia previa de una ley penal.
Las diversas posibilidades que pueden darse con relación a la sucesión de leyes penales y a los
principios que son aplicables son:
a. En el caso que la ley nueva considere como delito una conducta no incriminada en la ley
anterior, se aplica el principio de la irretroactividad de la ley penal.
b. En el caso de que la nueva ley deje de considerar como delito un hecho precedentemente
tipificado como tal, se aplica el principio de la retroactividad de la ley penal. Si el Estado quita a
un hecho el carácter punible, ello significa que ya no quiere castigarlo.
1. Si la nueva ley resulta desfavorable para el reo, no puede ser aplicada. Es irretroactiva y por
ello debe aplicarse la ley vigente para el momento en que ocurrió el hecho, y
VALIDEZ ESPACIAL:El derecho positivo de cada Estado define su soberanía penal. La validez
espacial va referida a la definición de territorio del Estado como ámbito esencial del ius
puniendi. En relación al reconocimiento internacional que permite aceptar la soberanía
territorial de cada Estado, se establece el principio de independencia territorial, permitiendo
que se instituyan los poderes públicos dentro de los elementos que lo define: Territorio,
población y poder. Surge entonces el derecho de la población a organizar al Estado, en donde
serán determinados los poderes públicos, la forma de gobierno y las libertades ciudadanas. En
ese ámbito es donde el poder legislativo tendrá la plena capacidad, para que en el nombre del
Estado, dicte la ley penal que regirá el ius punendi en particular.
En Venezuela, la ley penal, así como establece su eficacia en el tiempo, también define su
aplicación en el espacio, existiendo una serie de normas que fijan principios en este sentido y
que determinan el ámbito espacial de aplicación de la ley penal venezolana, que como se verá,
puede ser aplicada no sólo a hechos cometidos dentro del territorio venezolano, sino a hechos
cometidos en el extranjero.
1.- PRINCIPIO DE LA TERRITORIALIDAD: De acuerdo con este principio, la ley penal se aplica
dentro del territorio del Estado que la ha dictado, a los hechos punibles cometidos en él, bien
sea por nacionales o extranjeros. La eficacia de la ley penal estaría delimitada por el territorio.
Tema 4:
Definición?
DISTINCIÓN ENTRE DELITOS Y FALTAS:Según el aparte único del artículo 1º del Código Penal
Venezolano, los hechos punibles se dividen en: delitos y faltas. En algunos países, como Francia,
se acoge en el Código Penal la división tripartita: crímenes, delitos y contravenciones. En
Venezuela, en cambio, se acoge la bipartición, que es la distinción en delitos y faltas.
Nos preguntamos qué diferencias existen entre delitos y faltas? Algunos autores sostienen que
existen diferencias cualitativas, esenciales, ontológicas, de naturaleza, que radican en que los
delitos violan u ofenden un derecho subjetivo, en tanto que las faltas violan el derecho
objetivo. Este criterio de distinción fracasa porque el acto que viola un derecho subjetivo,
automáticamente viola el derecho objetivo que otorga a una persona un derecho subjetivo.
Grandes discusiones se han suscitado en la doctrina para establecer las diferencias entre delitos
y faltas. Se ha dicho que los delitos ofenden la seguridad del individuo y de la sociedad y que
constituyen hechos reprochables y que las faltas violan tan sólo leyes destinadas a promover el
bien público; que los delitos ofenden condiciones primarias, esenciales, permanentes de la vida
social, y las faltas condiciones secundarias, accesorias contingentes; que los delitos son
infracciones dolosas o culposas y que en las faltas basta la mera voluntariedad de la acción o de
la omisión; que los delitos producen una lesión jurídica, y las faltas aun pudiendo ser hechos
inocuos en sí mismos, representan un peligro para la tranquilidad pública o el derecho ajeno, de
manera que el precepto de la ley en los delitos diría, no matar, en tanto que en las faltas diría,
no hacer nada que pueda exponer a peligro la vida ajena.
Al respecto, en Venezuela no existe problema alguno para diferenciar los delitos de las faltas,
pues los delitos están previstos en el Libro II del Código Penal y las faltas en el Libro III del
mismo Código Penal.
2. El delito se castiga no sólo cuando se comete, sino cuando queda en grado de tentativa o en
grado de frustración, siempre que admita, por su naturaleza misma, la tentativa o la
frustración. Las faltas se castigan cuando se consuman realmente.
3. En cuanto al orden procesal tanto los delitos como las faltas se castigan, de conformidad con
las previsiones del Código Orgánico Procesal Penal.
1.- delitos comunes: Son aquellos que ofenden o lesionan bienes jurídicos individuales. Por
ejemplo: la violación, el hurto, el robo, el homicidio, la estafa entre otros.
2.- delitos políticos: Puros son los cometidos contra el orden establecido en el Estado. El orden
político es el conjunto de mecanismos que son necesarios para el correcto desarrollo del
Estado. Por ejemplo: la rebelión. Al lado de los delitos políticos puros, están las infracciones
conexas con el delito político, que son en realidad delitos comunes, pero estrechamente
relacionados con un delito político puro, y esa vinculación les da un matiz político. Ejemplo: un
robo, que es un delito común, se convierte en delito político conexo, si se cometiere con un fin
político, como sería preparar una rebelión (robo de armas).
3.- delitos sociales: Son los cometidos contra el régimen económico-social establecido en una
comunidad organizada. Esta denominación de delitos sociales es artificial y ha sido creada para
impedir que los terroristas sean amparados por el trato de favor que, en materia de
extradición, protege a los delincuentes políticos. ejemplo: el terrorismo, delito por el cual si se
concede la extradición de extranjeros.
4.- delitos militares: Son aquellos que están constituidos por infracciones o violaciones del
orden, disciplina o deberes militares. No están tipificados en el Código Penal, sino en el Código
Orgánico de Justicia Militar y quienes los cometen serán juzgados por los Tribunales de Justicia
Militar, según lo previsto en el citado Código. Por ejemplo: la deserción, el ataque al centinela,
entre otros.
1.- delitos de acción: Se cometen haciendo algo que la Ley Penal prohíbe en forma implícita, en
ellos el resultado antijurídico se produce por una conducta positiva, haciendo algo que el
precepto de ley prohíbe. Ejemplo: matar a una persona, robar, hurtar, violar, entre otros.
3.- delitos de comisión por omisión: Son verdaderos delitos de comisión, cuyo resultado
antijurídico se produce por una omisión y que entran en la categoría de los delitos de resultado,
cuya noción analizaremos más adelante. Por ejemplo: la madre que no suministra a su hijo
alimento y le causa la muerte. La madre viola un precepto de ley negativo, por ello se habla de
omisión, que es el medio para lograr el resultado.
1.- delitos simples: Son aquellos que ofenden o violan un solo derecho o bien jurídico. Por
ejemplo: el homicidio, el cual destruye el bien jurídico de la vida.
2.- delitos complejos o pluriofensivo: Son aquellos que ofenden o violan varios derechos o
bienes jurídicos. Por ejemplo: la seducción con promesa matrimonial, que ofende o ataca, en
primer lugar, la libertad sexual de entregarse a quién ella elija, y en segundo lugar, ataca el bien
jurídico del pudor, de la honestidad.
3.- delitos conexos: Son los que están tan íntimamente vinculados, que los unos son
consecuencia de los otros. Por ejemplo: el caso de una persona que roba y luego, al enterarse
que un individuo ha presenciado el hecho, da muerte a ese testigo accidental, para evitar que
éste lo descubra. Sin duda que el robo inicial y el homicidio perpetrado para encubrir el robo,
son delitos conexos.
1.- delitos de acción pública: Son aquellos en los cuales el enjuiciamiento del sujeto activo es,
del todo, independiente de la voluntad de la persona agraviada. El sujeto activo debe ser
enjuiciado, aun cuando la parte agraviada no manifieste voluntad de que así sea. Por ejemplo:
el homicidio, es un delito de acción pública en todas sus clases. Al perpetrarse un homicidio, el
Estado debe enjuiciar al sujeto activo, con absoluta prescindencia de la voluntad de la parte
agraviada, en este caso, de los parientes de la víctima.
2.- delitos de acción privada: Son aquellos en los cuales el enjuiciamiento del sujeto activo está
subordinado al enjuiciamiento de la parte agraviada o de sus representantes legales. Sólo
pueden enjuiciarse por acusación. Por ejemplo: el delito de difamación e injuria. La parte
agraviada tiene la titularidad y la disponibilidad de la acción penal. Para que el perdón surta
efectos jurídicos se requiere la aceptación del acusado. En algunos casos cuando el delito de
acción privada es cometido en determinadas circunstancias se convierte en delito de acción
pública, como por ejemplo: la violación, cuando se comete en algún sitio público o expuesto a
la vista del público, o cuando la víctima se trata de un niño o adolescente.
1.- delitos dolosos o intencionales: Son aquellos en los cuales el resultado antijurídico coincide
con la intención delictiva del agente Por ejemplo: en el homicidio, el agente quiere matar y en
efecto mata.
2.- delitos culposos: Son aquellos en los cuales el agente no se propone cometer delito alguno,
sino que el acto delictivo ocurre por negligencia, imprudencia, impericia en su profesión, arte o
industria o por inobservancia de los reglamentos, ordenes o instrucciones. Por ejemplo: los
accidentes de tránsito, en cualquiera de las circunstancias descritas.
1.- delitos formales o de mera conducta: Son aquellos que se perfeccionan con una simple
acción u omisión. Basta la conducta y con ella sola se tiene el daño o peligro en que consiste
esencialmente el peligro. Por ejemplo: la difamación o injuria.
2.- delitos materiales o de resultado: Son aquellos que se perfeccionan con el resultado o
efecto material que se persigue. Por ejemplo: el homicidio sólo se consuma cuando se produce
la muerte de la persona contra quién se dirigió la acción.
1.- delitos de sujeto activo indiferente: Son los que pueden ser cometidos indistintamente por
cualquier persona física e imputable. Por ejemplo: el homicidio, el robo.
2.- delitos de sujeto activo calificado: Son los que solo pueden ser perpetrados por
determinadas personas físicas e imputables, pues suponen una determinada cualidad en el
sujeto activo. Por ejemplo: el peculado, sólo puede cometerlo el funcionario público.
1.- delitos de sujeto pasivo indiferente: Son los que pueden ser perpetrados en contra de
cualquier persona. Por ejemplo: el hurto, el homicidio, entre otros.
2.- delitos de sujeto pasivo calificado: Son los que únicamente pueden cometerse contra una
clase determinada de personas. Por ejemplo: la seducción con promesa matrimonial, sólo
puede cometerse contra una mujer mayor de dieciséis y menor de veintiún años,
conocidamente honesta.
1.- delitos comunes: Son por oposición a los especiales, los previstos en el Código Penal, que es
la Ley penal fundamental, aunque no la única. Por ejemplo: el homicidio, el robo, el hurto, la
violación, entre otros.
2.- delitos especiales: Son los consagrados en las leyes especiales en sentido propio e impropio.
Por ejemplo: el tráfico de estupefacientes, los delitos ambientales, el contrabando, el cheque
sin provisión de fondos, entre otros.
1.- delitos flagrantes: Cuando el agente que acaba de cometerlo se ve perseguido por la
autoridad o por el clamor público; o cuando es sorprendido mientras lo está cometiendo, o
poco después de haberlo perpetrado, en el mismo lugar de la comisión o cerca de él. Por
ejemplo: la persona que es detenida en la comisión de un robo.
2.- delitos no flagrantes: Cuando no se dan ninguna de las hipótesis anteriores. Por ejemplo: la
estafa, cuando se detiene a la persona con posterioridad a la comisión del hecho.
1.- delitos individuales: Son los que pueden ser perpetrados por una sola persona física e
imputable. Por ejemplo: el homicidio, el robo, el hurto, entre otros.
2.- delitos colectivos: Son aquellos que no pueden se cometidos jamás por una sola persona
física e imputable, sino que tienen que ser cometidos necesariamente por dos o más personas
físicas e imputables. Por ejemplo: el agavillamiento, la riña tumultuaria, entre otros.
2.- delitos accesorios: Son los que requieren como condición indispensable para su existencia,
el haber cometido previamente otro delito. Por ejemplo: el encubrimiento, el cual no se puede
cometer si antes no se ha cometido el delito que se va a encubrir.
1.- delitos tipos: Son los que se presentan en su solo modelo legal, básico, que sólo contienen
los elementos esenciales del delito y nada más. Por ejemplo: el homicidio intencional simple. Se
trata que una persona que intencionalmente le ha dado muerte a otra.
2.- delitos circunstanciados: Son aquellos en que la perpetración del hecho delictivo está
acompañado de ciertas circunstancias, además de tener los elementos esenciales del mismo.
Por ejemplo: el parricidio, que es el homicidio perpetrado por el agente en la persona del padre
o de algún otro ascendiente.
1.- delitos de fraude: Son los que se cometen por medio de la astucia, del engaño. Por ejemplo:
la estafa.
2.- delitos de violencia: Son los que se perpetran por medio de la violencia, de la fuerza. Por
ejemplo: el robo, la violación, entre otros.
CONCLUSIÓN:
BIBLIOGRAFÍAS:
1. https://derecho-penal.jimdofree.com/penal-i/
2. https://derechovenezolano.wordpress.com/2012/10/15/
interpretacion-de-la-ley-penal/