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REGIÓN: 10
DISTRITO: Luján
INSPECTORA DE ENSEÑANZA NIVEL INICIAL : María Julia Benites
INSPECTORA DE PC Y PS: María Esperanza O´Reilly
JARDINES DE INFANTES: 902-903-908-909-910-913-914-916-917-919-920-922-924-JIRIMM1-
JIRIMM2
FECHA: 23 de Marzo de 2022
Sabemos, por nuestra experiencia, que la conflictividad no es ajena a la escuela y que, cada vez
más asiduamente, se expresa en ella de diferentes formas. Asimismo, el conflicto es inherente,
propio, al ser humano, y por lo tanto, no debería ser un obstáculo para nuestro trabajo, puesto que
forma parte de él, al contrario, debería transformarse en una oportunidad de aprendizaje.
Oportunidad de parar y ponernos a pensar juntos: qué y cómo atravesar/superar lo que nos está
sucediendo. Es necesario, luego del impacto inicial que esta situación nos produce, construir juntos
una mirada integral y un abordaje estratégico del problema. Un abordaje situacional y pedagógico.
Cuando decimos “abordaje situacional y pedagógico” nos referimos a una lectura situada, desde la
singularidad de cada hecho, de cada institución, de cada familia, de cada grupo de niños, de los
afectados por la situación y de la comunidad. Referimos a lo pedagógico por tratarse de una
institución educativa el escenario donde sucede el conflicto, por la intervención de los actores
docentes y por una respuesta elaborada, básicamente, desde una dimensión pedagógica.
Consideramos que el enfoque integral otorgado al tratamiento/resolución del conflicto, incluye las
dimensiones institucional, áulica y comunitaria.
Cuando surge una situación de conflicto o una denuncia al personal del establecimiento
educativo, donde hay niños afectados, lo primordial es atender al cuidado y bienestar de ese niño/a,
escuchar atentamente a las familias y comenzar a reconstruir el/los hechos denunciados, en virtud de
esclarecerlos, de evaluar las actuaciones del personal, el ejercicio de las funciones de cada uno y las
responsabilidades. También, en una lectura situada e integral, se podrán diseñar y elaborar, de
manera conjunta, acciones y estrategias tendientes al abordaje y superación/resolución del conflicto.
Definir la situación, darle un marco (desde dónde, cómo se produjo, en qué condiciones), delimitar el
contexto donde haya sucedido, evaluando acciones previas, durante y posteriores a desarrollar,
luego de lo que podríamos denominar “momento de crisis” , de mayor tensión institucional o
estallido. No debe olvidarse el registro por escrito de cada intervención.
Tomar en cuenta qué otros actores, equipos y organismos pueden intervenir, con el propósito de
formar un verdadero equipo de trabajo interdisciplinario y de construir una red de sostén y de
fortalecimiento de la institución escolar.
En cuanto una de estas situaciones de conflicto irrumpe en la cotidianeidad escolar, tenemos que
empezar a mirar con mayor atención todas las prácticas educativas, cómo se están llevando a cabo, si
las mismas se encuentran enmarcadas dentro de la normativa y de las prescripciones curriculares
vigentes y si están contextualizadas. Revisar el vínculo con las familias, la participación real, el
diálogo, las formas de la comunicación y de la buena convivencia. Todo el trabajo de los actores
institucionales se da en el marco de lo que llamamos la co-responsabilidad, donde todos somos
responsables, diferenciando los roles y las funciones que desempeña cada uno.
- Abordaje de los contenidos de la ESI (Educación Sexual Integral) en todas las secciones.
A partir de un hecho grave denunciado, el mismo directivo puede iniciar una investigación
sobre lo sucedido, tratando de reconstruir lo que ha pasado. Contando, además, con la
realización de entrevistas a los denunciantes y a las demás familias, al personal, recolectando la
información y la documentación que acredite la implementación de las políticas de cuidado hacia
los niños/as y los actuados del personal a su cargo. Luego de un análisis minucioso de lo
documentado y de lo acontecido, el Director y/o el Equipo de Conducción emitirán un criterio,
tomando en cuenta lo situacional, las actuaciones de los involucrados, las probanzas, los
asesoramientos dados al personal (escritos) y su acompañamiento.
Una vez ocurrido el hecho grave o la denuncia del mismo, o ambos, el Director/a dará aviso al
Inspector/a del Nivel, y de la Modalidad, si fuera el caso, enviando vía mail la información (ficha
de “Situación de conflicto”).
Esta planilla deberá ser muy breve en la descripción de la situación, poner iniciales de nombre
y apellido de los involucrados, breves acciones realizadas desde el rol del director, realizar
actualización de la misma continuamente con fechas del accionar, realizar en el momento de la
resolución del conflicto el cierre de la misma con una breve explicitación.
El docente, desde sus diferentes roles, debe hacerse cargo de su ineludible ejercicio de
autoridad para la concreción del acto educativo, y la escuela debe volverse un lugar
autorizado, pero ‘autoritario’, que no disuelva las asimetrías, sino que las vuelva motor de
trabajo y las ponga en diálogo y fricción (tensión) con las otras formas de relación (igualdad,
diferencia, autonomía) entre alumnos y maestros.
Todas estas acciones/estrategias (y muchas otras que surgirán del hacer cotidiano) deben
explicitar a todo el colectivo institucional, trabajarse en grupos e individualmente, ser puestas a
discusión y revisión constantes, construyendo así un equipo de trabajo sólido y fortalecido, formado,
interesado en las infancias.
Necesitamos formar entre todos los que habitamos la escuela una red de sostén y de
acompañamiento para alojarnos en ella y alojar a aquellos que llegan,
poniendo la centralidad de nuestras tareas en los niños y en la enseñanza, para que todos podamos
aprender en las mejores condiciones posibles.