Marketing Emocional

A todos nos ha impactado un anuncio en televisión de manera distinta. En

nuestras mentes siempre hay algún ejemplo de aquel spot que tenía un
mensaje que nos llegó y que, de alguna forma, nos sentíamos identificados con
ello. Esto, en cierto modo, forma parte de una estrategia de marketing
emocional.

¿Qué es el marketing Emocional?

El marketing emocional es aquella disciplina que busca integrar acciones

comunicativas enfocadas en crear un vínculo más allá de lo mero económico
con el consumidor. La idea es la de crear una relación afectiva o evocar
emociones para que el lazo entre usuario y marca sea más poderoso.

Entonces mencionando el anterior significado podemos destacar que los

beneficios que nos pueden generar son:

• Generan un impacto superior respecto a otros tipos de publicidad.

• Se crea una predisposición a interactuar con la marca.
• El efecto es más duradero al quedar integrado con las emociones.
• La imagen de la compañía será percibida de manera más positiva.
• Potenciación del vínculo con el usuario.
• No está únicamente relacionado con la televisión: cualquier plataforma
puede servir para transmitir un mensaje.

Estrategias y ejemplos de marketing emocional

– Nostalgia: Un tipo de recuerdo muy poderoso. El objetivo es el de evocar

alguna vivencia positiva de manera indirecta. Por ejemplo, si el público tiene
una cierta edad, el uso de tazas Vintage.

– Inspiración: Consiste en lograr que la persona sienta que, con el consumo

de ese bien o servicio, se logra una meta superior. En muchas ocasiones
mediante la compra de ciertos productos, se destina un beneficio (económico
o en el proceso de fabricación) a una causa determinada.

– Felicidad: Coca-Cola. Esta será la marca que te habrá venido a la mente en

cuanto se ha mencionado este pilar. No es para menos ya que la empresa de
refrescos lleva años trabajando toda su imagen en asociarse con esta
emoción. Es muy probable que tengas un spot en mente que te haya calado
especialmente.

– Aspirar a algo superior: Consiste en enlazar el hecho de que el consumo es

un medio para poder lograr algo concreto. En este sentido, las compañías
relacionadas con el deporte son las que suelen optar por ello.

– Tristeza: Una emoción más delicada ya que, si se ejecuta incorrectamente,

podría generar una impresión negativa en la persona. La idea es que este sea
el preámbulo para que, mediante el uso del producto, se pueda llegar a una
emoción distinta (como la felicidad que hemos mencionado anteriormente).

– Miedo: También muy difícil de implementar. Generalmente, la solemos

encontrar en las campañas de tráfico para instar a los conductores a tener una
conducta responsable. De nuevo, aplicado en el mundo de la empresa, la idea
es la de resolver este sentimiento y dar paso a uno mejor.

Estas son varias de las estrategias más comunes asociadas a las emociones. Lo
fundamental es la de despertar algo en el usuario y que sirva para crear un
vínculo con él.

Marketing emocional y regalos de empresa

Con los regalos promocionales también se pueden lanzar mensajes que sirvan
para despertar algún sentimiento. Al poder personalizarse con el logotipo,
texto o imagen que se desee (dependiendo de cuál sea el tipo de objeto), las
posibilidades son muy elevadas.

Un tipo de merchandising muy habitual para ello son las tazas. Estas pueden
servir para lanzar un mensaje de ánimo, amor o inspiración, el cual verá la
persona cada vez que las use (lo cual ocurrirá con frecuencia).
Otro tipo de detalles son los relacionados con la ecología. Bolígrafos con
carcasas de bambú, libretas recicladas entre otro. La idea es la de transmitir
que, con esos artículos, se estará logrando un objetivo superior (en este caso,
el de cuidado del planeta).

Infografía

https://www.giftcampaign.es/blog/marketing-emocional-estrategia-ejemplos/