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Evaluaciones en ecotoxicología.

Al evaluar riesgos en el medio ambiente podemos identificar concentraciones de agentes


nocivos y realizar comparaciones de los resultados estadísticos para obtener límites
saludables de exposición con ellos.
Tipos de mediciones y análisis:
✓ Ruido y la radiación.
✓ Temperatura, la humedad y los desplazamientos del aire.
✓ Medición de las concentraciones de contaminantes transportadas por el aire.

En cuanto a la evaluación de la exposición:


1.Identificar los riesgos mediante la observación cuidadosa de los procesos industriales.
2.Preparar la estrategia de muestreo a corto plazo, la duración del muestreo dependerá de la
cantidad mínima necesaria para cada método analítico.
4. Los resultados de las mediciones varían no solo en su fluctuación en las concentraciones
ambientales de las sustancias contaminantes sino a las imperfecciones de la obtención de
muestras y en su análisis.
5. Cuantos mayores sean las discrepancias entre mediciones repetidas, más muestras se
necesitarán para determinar la concentración media auténtica.

Referente a la evaluación de la toxicidad:


1. Realización de los test sobre la toxicidad es la naturaleza de la población de prueba.
2. Idealmente los organismos utilizados deben ser genéticamente idénticos y libres de
agentes patógenos. Deben conservarse en condiciones estériles en un ambiente
constante e iluminados con luz artificial, –en lo posible debe ser equivalente a la luz
solar–, durante doce horas al día.
3. Estos son los requerimientos del toxicólogo cuyo principal interés es un ensayo de
toxicidad que sea completamente repetible.
4. Estas poblaciones son útiles para el bioensayo de cantidades pequeñas de sustancias
tóxicas, especialmente cuando la química de estas sustancias es desconocida o no
permite análisis químicos suficientemente sensibles. Asimismo, pueden aportar
indicios sobre los efectos que causarían en otros organismos.
5. Puede ocurrir que un efecto importante de una sustancia tóxica sea eliminar
selectivamente individuos sensibles de una población.
6. La evaluación de riesgos, consiste en identificar el peligro y cuantificarlo por medio
de una caracterización de riesgos.
Fase de la evaluación de riesgos son:
1) Reconocer las poblaciones que pueden estar potencialmente expuestas.
2) Identificar de las vías potenciales de exposición.
3) Estimar de la concentración del agente tóxico a la que está expuesta la población.
4) Evaluar de la cantidad de tóxico ingerido.
Estas técnicas de modelización, también son muy útiles ante los peligros potenciales, pudiéndose
predecir la distribución de las concentraciones de compuestos tóxicos en el espacio y en el tiempo.

Evaluación de la cantidad de tóxico ingerida se requiere conocer tres tipos de variables:


1) Las relacionadas con el contaminante por ejemplo su concentración.
2) Variables relativas a la población expuesta como es la velocidad de contacto, la frecuencia
de exposición, duración y peso corporal.
3) Variables temporales como ocurre con el promedio de exposición.

Cantidades vertidas de contaminante


1. Persistencia del contaminante en el área considerada.
2. Potencial de bioconcentración del contaminante.
3. Toxicidad del contaminante.

Cuantificación experimental de los efectos ecotoxicológicos.


Existen 45,000 sustancias químicas relacionadas por la EPA, que poseen una toxicidad débil
que originan alteraciones en los organismos vivos tan poco detectables según pruebas de
toxicología convencional, pero la realidad es que muchas de ellas representan un peligro
ecológico.
Las concentraciones alcanzadas por sustancias químicas puedan alterar la composición
química de los suelos estos son los parámetros más estudiados:
1. La producción primaria. En los bosques y en la producción agrícola puede detectarse
por la captación de CO2 por los síntomas de enfermedades como clorosis y necrosis el tiempo
de floración el estado de nutrición de las hojas, etc.
2. El ciclaje de nutrientes principalmente el nitrógeno y el azufre (es sencillo determinar la
movilización del nitrógeno midiendo su contenido) y las concentraciones de calcio y de
nitratos.
3. El metabolismo comunitario. Puede valorarse por la medición del eflujo de CO2 pues se
sabe que las sustancias químicas pueden disminuir o aumentar dicho eflujo; en general
diremos que los toxicantes persistentes lo deprimen mientras que las sustancias químicas que
sirven como sustrato lo elevan; los toxicantes no persistentes originan una disminución inicial
seguida de un fuerte incremento y un lento retroceso a los valores iniciales.
Se ha determinado que los metales pesados son los únicos tóxicos que afectan sensiblemente
el metabolismo comunitario del suelo a concentraciones que, seguramente, no afectan a
muchos organismos individuales, los estudios realizados con biocidas indican que los
microorganismos del suelo y los procesos originados por ellos en los ecosistemas son
típicamente menos sensibles a los toxicantes químicos que las poblaciones y organismos
individuales.
La mayoría de los metales se pueden determinar por espectrofotometría de absorción
atómica o de rayos X; los organoclorados, y las triazinas, por cromatografía líquido gas;
los bifenilos, los herbicidas derivados de urea y la nicotina, por fotometría ultravioleta, y
algunos organofosforados, por polarografía, diazotización y por la acción
anticolinesterásica automatizada.
Análisis mediante vías críticas
Los mayores daños se prevén al identificar la ruta crítica través del ambiente donde se puede
ahorrar tiempo y esfuerzos ya que muchas veces el control efectivo no es posible.

Se han presentado casos en donde hay organismos donde hay acumulación de metales
pesados sin que se presenten daños aparentes, si se controlan estos organismos y si se
conserva su ambiente por debajo del nivel de peligro u otros organismos que estén en menor
peligro.

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