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MONOGRAFÍA

FINAL
RESUMEN
En este presente trabajo se realizó una exhaustiva investigación sobre el tema de
dependencia emocional en parejas y como poder intervenir en base a la terapia
cognitivo conductual, por ello definimos cada uno de los conceptos básicos dentro de
ella, punto que hace referencia a una necesidad afectiva extrema y continua. Para
abordar el tema de dependencia emocional como algo psicopatológico, no se debe
considerar como tipo material, económico, o fundamentada en una minusvalía o
indefensión personal de la persona, por lo contrario, debe ser considerada como algo
específicamente emocional.

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ÍNDICE

Pg.

1. INTRODUCCION…………………………………………………………………4
2. MARCO TEÓRICO……………………………………………………………….5
2.1 Definición…………………………………………………………………….6-7
2.2 Características………………………………………………………………7-9
2.3 Causas específicas de la dependencia emocional……………………..9-10
2.4 Factores causales y mantenedores………………………………………10
2.4.1 Factores causales……………………………………………….....10-11
2.4.2 Factores mantenedores…………………………………………....11
2.5 La dependencia emocional como adicción………………………………11-13
2.6 La dependencia emocional como trastorno de la personalidad………13.14
2.7 ¿Mitos y creencias?............................................................................14-16
3. INTERVENCION TCC…………………………………………………………..16-20
3.1 Terapia cognitivo conductual……………………………………………...16-18
3.1.1 Mindfulness………………………………………………………….18-19
3.1.2 Técnicas de habilidades de afrontamientos y solución de problemas
3.1.3 Terapia de solución de problemas………………………………..20
3.1.4 TREC…………………………………………………………………20-22
3.1.5 Terapia de aceptación y compromiso…………………………….22
4. CONCLUSIONES………………………………………………………………..23-24
5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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1. INTRODUCCION

La dependencia emocional llega a manifestarse cuando una persona mantiene una


relación disfuncional, se mantiene siempre el miedo a la soledad, específicamente,
sentirse desprotegido o desamparado. El individuo que es dependiente emocional de
su pareja busca la forma de evitar en cualquier medida, la amenaza de sentirse solo y
busca a alguien que pueda cumplir con sus expectativas reales o necesarias, que
necesariamente no son las más recomendables y sanas en la unión del hogar o
matrimonio, si fuese el caso.

Comúnmente el individuo que permite que esta situación se siga desarrollando a gran
escala, obtiene resultados lamentables ya en la convivencia de pareja o familia,
además se integran los sentimientos como la impotencia de sentirse estancado en la
relación, perdida de toma de decisiones propias y desvalorización de uno mismo, ya
que se da más importancia a la vida del otro, cada uno de los aspectos mencionados
anteriormente genera un desequilibrio emocional por la constante dependencia y la
necesidad de estar apegado a la pareja, cabe resaltar que esto puede llegar a afectar
el desenvolvimiento propio en la vida social y laboral.

Todas las personas que viven con dependencia emocional necesitan sentirse seguros
y protegidos por alguien, ello los lleva a obtener un espacio de vacío existencial pues
se deja de lado la admiración, afecto, confianza, respeto y comunicación. Lo
importante y la finalidad principal de convivir en pareja es el crecimiento como
persona, ya que la relación debe siempre contribuir al desarrollo de ambos en donde
se integre el amor como principal sentimiento de desarrollo y apoyo mutuo en las
diferentes etapas que se presente desde el noviazgo, el matrimonio, la experiencia de
ser padres y la convivencia por el tiempo que ambos lo decidan y que compartan un
objetivo mutuo que es el de contribuir y experimentar una relación saludable.

La principal importancia y/o motivación de estudiar la dependencia emocional en


parejas y la poca tolerancia a la soledad surge de la necesidad de apoyar
psicológicamente a los individuos que se encuentran emocionalmente afectados.

Ahora veamos algunos estudios referentes al tema de dependencia emocional:

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Según Aiquipa (2015) en el artículo titulado Dependencia emocional en mujeres
víctimas de violencia de pareja, que aparece en la página electrónica de la revista de
psicología, el día 6 de febrero, cuyo objetivo principal fue identificar la vinculación entre
dependencia emocional y violencia de pareja, para prevenir situaciones que afectan a
temprana edad en una unión conyugal. Se contó con 51 sujetos de mujeres, entre las
edades de 18 a 60 años en adelante, se desarrolló en el área urbana de Perú,
usuarios del servicio de psicología del Hospital Ernesto German Guzmán, el diseño de
investigación fue descriptivo. se utilizó el instrumentó IDE, que valora intolerancia a la
soledad, ruptura, prioridad de la pareja, necesidad de acceso a la pareja, deseo de
exclusividad, subordinación y sumisión y deseo de control y dominio, se concluye que
las mujeres con dependencia emocional experimentarán elevados niveles de miedo al
pensar que su vinculación de pareja pueda terminar. Es recomendable seguir
programas de tratamiento específico que contemplen la capacidad de la dependencia
emocional.

Hernández (2016) en la tesis titulada Dependencia emocional en las relaciones de las


parejas de adolescentes, cuyo objetivo fue pretender conocer si hay relación causa-
efecto entre la dependencia de cada pareja. Se contó con una muestra de 238 sujetos
de jóvenes de ambos sexos (119 mujeres 119 hombres), entre las edades 18 y 25
años, se implementó en el área urbana de España , en los estudiantes de los tres
institutos del Municipio del Puerto de la Cruz el diseño de investigación fue descriptivo
se utilizó un cuestionario que tiene un total de 20 preguntas con sus respectivas
opciones, que determinó la relación de las parejas y codependencia, además se
concluye que las personas de sexo femenino son más dependientes emocionalmente,
por lo que se ha visto la situación de contar con personas, ya sea una pareja, familia, o
amigos. Se recomienda que se deba trabajar para fortalecer aquellas debilidades en
los jóvenes de la actualidad, para que no surja la necesidad de un enganche y se
sientan bien consigo mismo.

Según Juracán (2010) en la tesis titulada Niveles de dependencia afectiva en parejas,


cuyo objetivo fue identificar el apego afectivo emocional, concerniente del apego
adulto con el apego en la infancia y en definitiva la calidad de la relación. Se contó con
una muestra de 40 sujetos de ambos sexos (20 mujeres y 20 hombres), entre las
edades de 18 años en adelante, se desarrolló en el área urbana, de Quetzaltenango
en el nivel educativo de primaria, diversificado y universitario, el diseño de
investigación fue descriptivo se utilizó el instrumento I.C.A, que valora la inclusión,
control y afecto. Se concluye que las personas de sexo masculino tienen mayor
dependencia que las de sexo femenino, los cuales esperan recibir mucho más afecto

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en comparación con las mujeres, los hombres están más apegados afectivamente. Es
recomendable proporcionar información sobre dependencia emocional por medio de
talleres, folletos y trifoliares, para lograr conocer más sobre el tema y así poder evitar
que las personas lleguen a tener dependencia emocional hacia una pareja.

Valero (2013) artículo titulado A la sombra de un amo, que aparece en la página


electrónica revista de psicología y bienestar el día 1 de abril, se refiere estar
enganchado en una persona o habito que consume energía, libertad y salud mental,
este vínculo obsesivo implica angustia miedo a perder el objeto de deseo y poca
capacidad de disfrute ante la vida, hay que aprender a desprenderse de lo que hace
daño, los seres humanos nacen para establecer lazos con los demás, pero nadie les
enseñó a controlar su impacto en la vida. Algunas personas, objetos o ideas actúan
como un imán, les abruman y causan malestar si se alejan. La sensación de
dependencia es completa.

Se verifica además que, Delgado (2015) en el artículo titulado El vacío existencial, que
aparece en la página electrónica de Prensa Libre, el día 24 de diciembre, refiere el
vacío existencial como aquello que no alcanza. Sentirse vacío es no sentir nada, la
persona se siente inclinada al desprecio de sí misma, fija su alma simbólicamente al
pasado, se amarra a un punto fijo, se inmoviliza, y percibe la búsqueda de ese sentido
de la vida que le llene literalmente. Sin embargo, esto puede ser indicación de que el
humano debe alzar el vuelo, esta pérdida de sentido puede ser reivindicada a partir del
7 individuo en el encuentro. Dado que la soledad emocional, por su parte, es esa
donde puede estar rodeado de decenas de personas, es más, puede que tenga una
pareja estable desde hace varios años, sin embargo, no encuentra apoyo, nadie colma
sus necesidades, sus vacíos, nadie es capaz de ilusionarlo, ni de hacerlo crecer como
persona. Es importante saber reconocer esta sensación y actuar frente a ella, puesto
que en muchas ocasiones puede desencadenar una depresión.

2. MARCO TEORICO
2.1 Definición
La definición exacta de Dependencia Emocional o Afectiva (DE) es descrita
como “un patrón crónico de demandas afectivas frustradas, que buscan
desesperadamente satisfacerse mediante relaciones interpersonales de apego
patológico” (Sirvent & Moral, 2007, p.154). Otros autores mencionan, además
de la demanda constante y patológica de afecto, la existencia de patrones
obsesivos (Jiménez & Ruiz, 2008) o la disposición consecutiva para controlar a
las personas con las que se interactúa de manera constante (Izquierdo,
Sánchez, Ochoa, Hidalgo & Lozano del Valle, 1998). Existen dos corrientes
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que describen claramente el origen de la dependencia emocional.
Primeramente, se ha propuesto que la dependencia emocional parte de una
situación de sobreprotección en la infancia que implica una falta de
experimentación de sentimientos de estrés y frustración, lo que lleva a un
profundo temor a la pérdida de las relaciones personales (Riso, 2008). Por otro
lado, Rodríguez de Medina (2013), remarca la importancia de fomentar la
autonomía en la infancia y adolescencia para que los sujetos sean
independientes y prevenir conductas de sobreprotección. Ahora bien, en
relación a lo anterior, los individuos que sufren dependencia emocional tienden
a desarrollar diversas estrategias de control para conservar cerca a la persona
con la que mantienen una relación, esto para evitar el sentimiento de soledad o
la ansiedad que puede producirles dicha separación (Lemos y Londoño, 2006).
Otros autores, (Castelló, 2005; Schaefer, 1998) describen que la dependencia
emocional es proveniente de una serie de carencias afectivas en los primeros
años. Lo anteriormente mencionado surge de situaciones adversas
experimentadas en la niñez que dan lugar a esquemas mentales
desadaptativos, pero aquellas situaciones no llegan a ser tan extremas para
que la persona sufra una desconexión emocional.

2.2 Características

A partir de la información recogida sobre el tema, (Aiquipa, 2015; Bornstein,


1992, 1993a, 1993b Castelló, 2000, 2005; Lemos et al., 2007; Mallor, 2006;
Mayor, 2000; Moral y Sirvent, 2008, 2009, 2011; Riso, 2009; Sussman, 2010;
Urbiola et al., 2014) en el presente trabajo se ha logrado recopilar las
características de la dependencia emocional que fueron definidas en las
investigaciones existentes:

 Las personas dependientes emocionales mantienen una autoestima


muy baja y un autoconcepto negativo (Bornstein, 1992, Castelló, 2005,
Moral y Sirvent, 2008; Urbiola, et al., 2014). Tan solo considerarse a sí
mismos como seres vulnerables y necesitados llegaría a originar el
resto de conductas de dependencia emocional. Por ejemplo, tal
autoconcepto generaría motivaciones para complacer a aquellas
personas que puedan ofrecer apoyo y cuidado, y por lo tanto surgirían
conductas sumisas y con el objetivo de ir en búsqueda continua de
dicha figura. A pesar de que la conducta de los pacientes con
dependencia interpersonal pueda variar en función de las situaciones y

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según perciban beneficios o perjuicios en ellas, estas creencias sobre sí
mismos permanecen constantes (Bornstein, 2005; citados por
McClintock y Anderson, 2015).
 Los pacientes que lo padecen tienen una conciencia limitada o nula del
problema (Moral y Sirvent, 2012). Se define así debido a los
mecanismos de negación y autoengaño que muestran, que dificultan
esta toma de conciencia (por ejemplo, tienen este tipo de pensamientos
“no puedo vivir sin él/ella”; “No es que estábamos tan mal”, “El/ Ella me
dijo que no lo volverá a hacer”, etc.). Llegan a distorsionar la realidad
para reafirmarse en sus creencias y para esconder aspectos que
resultan ser socialmente cuestionables, tanto para ellos mismos como
para las personas de su entorno (Moral et al. 2012).
 Tienen grandes esfuerzos para mantener y llevar la relación a pesar de
estar sufriendo. Existe una incapacidad para romper la relación (Moral y
Sirvent, 2009a, Riso, 2009,).
 Este tipo de pacientes son muy poco sociables, resaltada por una
escasa asertividad (Mayor, 2000; Cubas et al., 2004; Castelló, 2005;
Moral et al. 2011). Ello estaría relacionado con el mal autoconcepto que
mantienen.
 Normalmente presentan un estado de ánimo negativo o disfórico
(Castelló,2000; Moral y Sirvent, 2009a; Sirvent y Moral, 2007). Se
evidencian cambios notables en el estado de ánimo cuando, luego de
romper la relación con su pareja, llegan a recibir noticias de la misma o
consideran que hay posibilidad de retomar la relación tras un pequeño
acercamiento (Castelló, 2005).
 Su expresión corporal denota tristeza continua y desvalimiento
(Castelló, 2005). Se han encontrado relaciones positivas entre el nivel
de dependencia emocional y la frecuencia de la conducta de llorar. No
sin antes destacar que, esta correlación no sólo se debe a la existencia
de un afecto negativo como responsable del llanto; al contrario, los
dependientes emocionales lo utilizarían además como una forma de
comunicación para lograr buscar apoyo o proximidad de los demás
(Fiori et al., 2015).
 Tienen un locus de control externo (Sirvent y Moral, 2007). Cometen
“falacias de control”, Creen que son responsables de cualquier
acontecimiento de sus vidas al verse impotentes y sin capacidad alguna
de ejercer control.

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 Mantienen unas creencias rígidas y exageradas sobre el amor
romántico y sobre cómo éste debe ser. Además, suelen cometer
distorsiones cognitivas del tipo “deberías” sobre las relaciones
amorosas (Lemos et al., 2007).
 Debido a su dependencia, la ausencia de la pareja o la ruptura de la
relación provoca síndrome de abstinencia y craving, lo que significa que
genera sentimientos de dolor, de soledad e intentos continuos de estar
con la pareja o de retomar la relación como sea (Castelló, 2005; Mayor,
2000; Mallor, 2006; Moral y Sirvent, 2009a, 2009b).
 Suelen tener varias parejas a lo largo de su vida. Son escasos los
periodos en los que no mantienen una relación (Castelló, 2005).
 Lo que comúnmente sucede con estas personas es que llegan a tener
miedo e intolerancia a la soledad y a la frustración, produjendo una
enorme ansiedad ante la separación (Bornstein, 2011; Castelló, 2005;
Moral y Sirvent, 2008; Riso, 2009). Esto es una consecuencia de su
baja autoestima; no soportan estar solos consigo mismos por lo que
buscan estar continuamente con su pareja. Las conductas de
comprobación (espiar a la pareja, leer los mensajes de su móvil, sus
correos, etc.) y las de reparación (intentos desesperados por ser
perdonados, reparación de objetos dañados en discusiones, etc.). Los
dependientes emocionales se pueden desenvolver muy bien en otras
facetas de su vida, como los estudios, el trabajo, tareas o gestiones
cotidianas, siendo así que el miedo que sufren a la soledad no se debe
a su incapacidad o a una escasa habilidad para valerse en la vida
diaria. Su necesidad del otro es específicamente emocional (Castelló,
2005).
2.3 Causas específicas de la dependencia emocional

Según Fernández (2007) menciona una vinculación afectiva intensa y


persistente. El sujeto se guía de las conductas y reacciones ante el amor para
crear una adaptación a la pareja, asimismo piensa que siempre tiene la razón y
no da credibilidad a lo que abstrae y siente. Para fomentar el desapego, lograr
decidir su propio estigma con humildad y dignidad ante todo en la subsistencia
y quererse a sí mismo para poder amar a su pareja y los hijos, siempre sentirse
valioso para lograr la realización personal, además de sentirse capaz de
hacerle frente a los problemas diarios, y no esperar que siempre le den la
aprobación en las cosas que realiza, tener la seguridad en sí mismo es la mejor

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opción de hacerlo. De esta forma, Fernández (2007) establece que las causas
de la dependencia emocional son complejas por las siguientes características.

- Dentro de las principales causas de la dependencia emocional en la


relación de pareja es la perdida de la autoestima y control de la vida
propia, esto llega a generar la inseguridad y se manifiesta dudas
respecto del amor, atenciones y detalles.
- Otra de las causas muy importante es la depresión y conflicto
emocional, llegando a provocar una profunda tristeza interior, en la que
puede llegar a crear conflictos entre el cuerpo y la mente.
- El miedo a la vida los impide avanzar, ya que no se imaginan la vida sin
su pareja, celos enfermizos y control desmedido.
- El no sentirse querido puede ser una de las causas más destacables,
pues existe una excesiva aprobación ante los demás, renuncia a la
personalidad, puede haber estado desprotegido durante la infancia, y
falta desarrollar la autoaceptación.
2.4 Factores causales y mantenedores
2.4.1 Factores causales
- Si hablamos de los factores causales de un dependiente emocional
evidencia la vivencia de un apego inseguro o evitativo con la persona
encargada de su cuidado durante la infancia:
- Ahora bien, siguiendo la teoría del apego de Bowly (1982), cada una de
las experiencias con las figuras de apego experimentadas en la infancia
establecen esquemas en las personas también llamados (working
models) que llegan a guiar su comportamiento interpersonal en la edad
adulta. De igual forma, Varios autores afirman la relación entre el tipo
de apego vivido en la niñez y el tipo de apego que se genera siendo
adulto en las relaciones amorosas (Fraley y Shaver, 1998; Hazan y
Shaver, 1987). Cabe resaltar que, a nivel cerebral se han encontrado
parecidos entre el funcionamiento en el amor materno y el amor
romántico.
Lo anterior mencionado puede deberse a que ambas formas de amor
comparten un mismo propósito evolutivo y una misma función, la de
mantener el desarrollo de la especie y lograr que permanezcan juntos
por un largo tiempo. Es imprescindible resaltar que un tipo de apego
inseguro en la infancia puede desarrollarse en conductas dependientes
del individuo. La sobreprotección exagerada de los padres en la niñez

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puede llegar a producir problemas de dependencia emocional, ya que
no se permite a los individuos llevar a cabo conductas de manera
autónoma (Bornstein, 1992; Rodríguez de Medina, 2013; Salcedo y
Serra, 2013).
- Si la persona vive una relación de apego muy evitativo con su figura de
referencia en la infancia, llega a formarse un esquema en el que las
figuras de apego son seres inalcanzables, fríos y distantes, con los que
tendrá que desplegar todos sus recursos y esfuerzos para lograr su
atención o cariño. De esta forma, con respecto a ellos mismos, el
autoconcepto que forman es negativo.
- Mayormente no se consideran personas dignas o aptas de recibir amor,
es así que su autoestima y la visión que tienen de sí mismos lo
producen a partir del comportamiento de los otros con ellos (Castelló,
2005). Un tipo de apego seguro siempre ayudará al individuo a formar
una identidad sólida, con la que conseguirá formar relaciones
interpersonales de calidad. Sin embargo, con la existencia de un apego
de tipo inseguro o evitativo la persona formaría una identidad de límites
difusos, que se integrarían con los de otros en las relaciones
interpersonales formándose en relaciones dependientes o
codependientes (“pseudosimbiosis”) (Hoogstad, 2008; Moral y Sirvent,
2009a).
2.4.2 Factores mantenedores
- Cada uno de los esquemas cognitivos construidos durante la niñez
mantienen un lineamiento de pensamientos, creencias y emociones que
determinan la conducta típica en la edad adulta (Bornstein, 1992;
Bowly, 1982) del dependiente emocional (Castelló, 2005)
- La sobreprotección excesiva de los padres incrementa la frecuencia de
conductas dependientes en los hijos, que de la mano refuerza la
conducta parental sobreprotectora (Bornstein, 1992). De igual forma, el
repertorio conductual del dependiente emocional, es mantenido a su
vez por las respuestas que genera en el resto de individuos con las que
interactúa, que refuerzan esta manera de comportarse (Castelló, 2005).
2.5 La dependencia emocional como adicción

El DSM-5 ha tomado medidas para reconocer la importancia de la adicción sin


sustancias al incluir los trastornos del juego en su sección dedicada a la
adicción. Algunos autores sugieren que todas las conductas placenteras son

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propensas a la adicción. Las personas se vuelven adictas cuando pierden el
control de su comportamiento y continúan haciéndolo a pesar de las
consecuencias negativas que afectan el bienestar (Echeburúa, 2000).

Hablamos de adicción cuando se produce dependencia psicológica, cuando se


pierde el interés por otras actividades, cuando el desempeño conductual
interfiere en diferentes ámbitos de la vida del sujeto (Echeburúa, 2000).
Comportamientos como el ejercicio, el sexo o, en este caso, las relaciones de
pareja pueden ser comportamientos adictivos. La relación de dependencia es
un problema caracterizado por la expresión de conductas adictivas en las
relaciones interpersonales (Sirvent, 2000). Como se mencionó anteriormente,
las dependencias emocionales se agrupan en verdaderas dependencias
relacionales. Se define como un patrón crónico de necesidades emocionales
frustradas que buscan paliar o satisfacer a través de las relaciones
interpersonales de forma patológica (Moral & Sirvent, 2008).

La adicción al amor también se incluye en la adicción al amor real. Esta


adicción ocurre cuando existe una necesidad urgente (craving) de estar con
una pareja, lo que hace que los sujetos busquen y se acerquen
constantemente (Reynaud et al., 2010). Los individuos continúan actuando a
pesar de los efectos adversos de la adicción y pierden el control sobre su
comportamiento (Mayor, 2000; Sussman, 2010). Al igual que los drogadictos,
los adictos al amor sufren de anhedonia, pérdida de interés en otras
actividades valiosas y síntomas de abstinencia en ausencia de una pareja
(Reynauld et al., 2010). Los adictos al amor exhiben comportamientos
dependientes en sus parejas para reducir la soledad, aliviar la ansiedad o las
respuestas depresivas, o cumplir con las expectativas sobre el amor romántico
y cómo debería ser (Feeney & Noller, 1990; citado por Sussman, 2010). Si bien
existen muchas similitudes, existen diferencias entre la adicción al amor y la
adicción emocional7. La adicción de los adictos románticos se concentra en
una pareja a lo largo de la vida del sujeto, mientras que la adicción emocional
acompaña en el tiempo y existe a lo largo de la historia, por lo que todos (o casi
todos) padecen esta adicción en las relaciones (Castello, 2005). Esto podría
deberse a que la dependencia emocional implica un conjunto más estable de
variables de personalidad a lo largo de la historia del individuo. Por otro lado,
existen dependencias de relación mediada asociadas con la adicción, a saber,
la codependencia y la bidependencia. (Sirvent, 2000).

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La codependencia es una relación de dependencia que una persona
(generalmente un miembro de la familia) forma con otra persona que consume
drogas (Moral & Sirvent, 2008). La interdependencia es un hábito relacional
adaptativo que suele darse en la interdependencia entre dos adictos (Moral &
Sirvent, 2008). Los trastornos de pareja, o adicciones emocionales, tienen un
componente adictivo y simpático que hace que los pacientes se parezcan a
otro tipo de adictos. (Moral y Servidor, 2008). Las personas emocionalmente
dependientes sufren síndromes de abstinencia y craving ante la ausencia de
pareja (Mayor, 2000; Mallor, 2006; Moral y Sirvent, 2009a; Riso, 2009;
Rodríguez de Medina, 2013; Sirvent 2000). También existen factores de apego
(como los estilos de relación sumisa con la pareja) y patologías cognitivo-
emocionales o adictivas (como las emociones negativas, la negación y el
autoengaño) (Moral & Sirvent, 2008). Varios estudios han encontrado evidencia
biológica de similitudes entre las adicciones a sustancias y relaciones (Fisher et
al., 2002, 2010; Reynauld et al., 2010).

Varios estudios han utilizado técnicas de imagen cerebral para descubrir


similitudes entre la adicción al amor y la adicción a sustancias: activación de la
ínsula, giro cingulado anterior, corteza orbitofrontal y efectos de
neurotransmisores como la dopamina (Reynauld et al., 2010). También
encontramos similitudes con la adicción a sustancias en la atracción romántica
no patológica: los altos niveles de dopamina que producen ambas condiciones
dan como resultado características psicofisiológicas similares a las de la
atracción romántica: júbilo, euforia, exceso de energía, insomnio y pérdida de
apetito (Fisher et al., 2002) Se activan el núcleo accumbens, la corteza
orbitofrontal y la corteza prefrontal (Fisher et al., 2010).

Para terminar este texto, se mencionan algunos criterios que señalan a la


dependencia emocional como un trastorno adictivo según Riso, 2009.:

 La dependencia hacia la pareja aumenta a pesar del balance


claramente negativo que arroja la relación.
 La ausencia de la pareja provoca síndrome de abstinencia.
 El individuo no tiene voluntad para abandonar la relación.
 Hay una inversión desproporcionada de tiempo y esfuerzo para
estar cerca de la pareja.
 El individuo abandona otras actividades o esferas de su vida para
estar con la pareja.

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 A pesar del malestar que supone estar en una relación disfuncional,
el individuo sigue trabajando para mantener la relación.
2.6 La dependencia emocional como trastorno de la personalidad

Algunos autores consideran la dependencia emocional un trastorno de la


personalidad. Según el DSM-5, los trastornos de personalidad se definen
como: Es un fenómeno general e inflexible que se estabiliza en el tiempo, tiene
un inicio en la adolescencia o en la adultez temprana, y se asocia con malestar
y exacerbación.” La dependencia emocional es una forma de dependencia
interpersonal, que crea en las personas “una clara necesidad de cuidado,
protección y apoyo, incluso en situaciones en las que la persona puede
funcionar de forma independiente y resolver conflictos y problemas de forma
independiente” (Borstenin, 1992, 1993a).

El trastorno de personalidad dependiente (TPD) es una de las formas


existentes de dependencia interpersonal, aunque pueden encontrarse formas
menos graves caracterizadas por rasgos específicos de personalidad
dependiente en los que la dependencia emocional se localiza en la pareja.
Otros autores creen que la dependencia emocional per se cumple con los
criterios del DSM para el trastorno generalizado de la personalidad (Castello,
2005). Actualmente, se aplica solo a la categoría de trastorno de personalidad
no especificado. Castello (2005) creó otra categoría de dependencia emocional
y la denominó Trastorno de la Personalidad por Necesidades Emocionales. Lo
describe como “una tendencia persistente hacia las relaciones de pareja,
caracterizada por un desequilibrio entre ambos miembros, necesidades
emocionales aparentemente excesivas y sumisiones excesivas, que comienza
en la edad adulta temprana y afecta a una variedad de situaciones. El autor
distingue la dependencia emocional de la TDP. Los pacientes con TDP tienen
problemas de autonomía y buscan a otros para que tomen decisiones y
resuelvan los problemas cotidianos por ellos.

Aunque la dependencia que exhiben es puramente instrumental, las personas


emocionalmente dependientes buscan satisfacer sus necesidades
emocionales. La dependencia emocional puede convertirse en un problema a
largo plazo en la vida de un individuo. Esto significa que los mismos problemas
aparecerán a lo largo de su vida y en todas sus relaciones. Según Castello
(2005), cuando la adicción se da en una sola pareja, estamos hablando de
adicción emocional transversal o adicción amorosa. También se han realizado

14
estudios que intentan relacionar este trastorno con variables de personalidad.
Por ejemplo, se han encontrado relaciones positivas entre la dependencia
emocional y el grado de neuroticismo y búsqueda sensorial de un individuo.
(Pincus y Glutham, 1995).

2.7 Mitos y creencias

Algunos mitos y creencias recogidos en el entorno de la sociedad que llegan


perjudicar en gran escala al desarrollo de las parejas amorosas y la autoestima
del sujeto mismo, son las que a continuación presentaremos:

Comienza con el mito de la "media naranja" donde uno necesita al otro.


Evoluciona a "Te amo porque te necesito" en lugar de que la persona más
sana te escoja y te abrace. Como dije, la mejor mitad es mi clon, mi
complemento, mi alma gemela, que es pura adicción, pura simbiosis. Una
fusión radical significa unidad de la misma fe, disciplina y espíritu. Para ser
claros, el "yo" no existe. El individualismo no existe. Fusionarse con una pareja
significa intercambiar la conciencia perdida tanto del ser amado como del
universo: el amor y la autonomía del universo.

Las relaciones amorosas se basan en la idea del romance o amor romántico.


Este es un mito de que la atracción sentimental es el único amor verdadero,
por lo que hay que buscar a la persona o pareja perfecta que provoque una
respuesta abrumadora y la princesa, el príncipe rescatando a la princesa del
calabozo donde la ha capturado el dragón), poesía, etc. Alimentada por tantas
fantasías, esta historia romántica destinada a ser fuente de constantes
desengaños y frustraciones. Eleva tu amor. Los impulsos románticos
presuponen la sensación de que tu amante está siendo revivido a través de
viejos ecos grabados en tu madre cuando era niña. Por lo tanto Depender de
las endorfinas románticas es regresivo.es complicado. El verdadero trabajo de
la emoción, por tanto, es transformar la atracción erótica del primer ciclo de
comienzos en amor cooperativo.

También existe la creencia del apego, en la que para amar algo, uno debe
estar apegado a ello por un período de tiempo más largo. Por lo tanto, esta
creencia en realidad hace que el amado tenga miedo al amor. Por lo tanto, esta
idea de " amor eterno", nace del sentimiento de amor y está profundamente

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arraigado, pero no es bueno porque se ve como un contrato con la otra
persona y un amor que nunca termina. sabemos que no lo es.

Otra creencia o mito obsoleto es la idea de ser “amado”. Esto significa que
todos los humanos tienen un deseo innato de ser amados, valorados y
respetados por quienes los rodean. Pero construir una relación es una cuestión
de independencia y calidad emocional. Aquí cada uno necesita darse cuenta
de lo que valora más, si amar o ser amado. En este caso, como ya todos
sabemos, está claro que no se puede recibir amor sin darlo. Tan pronto como
lo demos, se nos reembolsará 100 veces, pero no antes.

Otro patrón común es la creencia de que "el amor es doloroso". En otras


palabras, si te amas a ti mismo, sufrirás mucho. Esto suele pasarle a la gente
que ha sufrido mucho a causa de sus decepciones. Después de todo, asocian
el amor con el dolor, pero es mejor haber amado que nunca haber amado. El
dolor es inevitable, crea una barrera, una máscara y un escudo dentro de tu
mente, pero con el tiempo tu armadura se oxida y se disuelve, volviendo a la
simplicidad y la integridad.

El “mito de la omnipotencia”, se refiere a que el amor todo lo puede, por lo


que si existe el amor verdadero, ningún obstáculo externo o interno debe tener
un efecto decisivo en la pareja, y el amor se convierte en un problema que es
suficiente para resolver.

“Mito de la fidelidad”

Esto es creer que todos los deseos son pasionales, románticos o eróticos, y
deben satisfacer exclusivamente con una única persona: la propia pareja.

El “mito de los celos”, creencia de que los celos son un signo de amor e
incluso requisito indispensable para el “verdadero” amor.

Esta creencia de que "si tienes amor, no necesitas nada más" sostiene que
el amor romántico es suficiente para que una relación funcione correctamente.
También se considera el amor, por lo que existe la oportunidad de deconstruir y
reinventar la convivencia en pareja.

“El amor es eterno” significa felicidad marital inmortal, infinita e inagotable.


Este es el síndrome de asfixia amorosa. El amor no te toca, pero está
incrustado en ti para siempre. En conclusión, para no seguir cayendo en estas
paradojas, debemos ver al sujeto (nosotros) antes de ver al objeto (el amado).

16
3. Intervención TCC
3.1 Terapia cognitivo conductual

Según el artículo escrito por Puerta, P. Y Padilla, D. en el año 2011, La terapia


cognitivo-conductual es un modelo de tratamiento para una variedad de
trastornos psiquiátricos en los que los pacientes transforman pensamientos,
sentimientos, comportamientos y respuestas fisiológicas disfuncionales en
otras más adaptativas para combatir los problemas y, en este caso, la
depresión. Y, como su nombre indica, surgió de la unión de dos grandes
teorías de la psicología. El modelo consiste en una serie de intervenciones que
se entregan después de una evaluación integral de las características
biopsicosociales del paciente, y es una forma estructurada, activa y enfocada
de evaluar el consentimiento, el compromiso y la cooperación del paciente y
sus seres queridos. sobre el problema. El tratamiento suele durar de 10 a 20
sesiones,12 y los pacientes suelen experimentar un alivio significativo de los
síntomas después de 6 semanas de tratamiento. El seguimiento informal de
varios ensayos controlados aleatorios de la terapia cognitivo-conductual para la
depresión encontró que ciertos ensayos de alta calidad utilizaron el protocolo
Beck CT completo. Otros estudios destacan elementos de la terapia cognitiva
de Beck para la depresión, que incluyen técnicas de resolución de problemas,
activación de la conducta. Otros han ampliado la TC para incluir nuevas
técnicas como la meditación consciente. En primer lugar, se guía a las
personas para que observen y reconozcan los pensamientos automáticos
negativos y examinen cómo esos pensamientos conducen a pensamientos,
acciones y sensaciones físicas desagradables e inapropiadas. Luego se
instruye a los pacientes para que examinen la precisión y la utilidad de tal
pensamiento, lo prueben empíricamente y se arriesguen a encontrar nuevos
tipos de refuerzo para producir una cognición más equilibrada y adaptativa.
Además, para aprender a corregir estas cogniciones distorsionadas, se anima
a los pacientes caracterizar y corregir las creencias centrales e intermedias que
forman la base de estos pensamientos automáticos.

Gracias al trabajo realizado se puede considerar a la dependencia emocional


como un trastorno de tipo adictivo ocasionado ante la vulnerabilidad provocada
por ciertas variables personales que se mencionarán a continuación:

- Experiencias tempranas de apego inseguro

17
- Pobre conciencia del problema (provocada por el despliegue de mecanismo
de negación y autoengaño)

- Baja autoestima

- Pobre autoconcepto

- Miedo exagerado/intolerancia a la soledad y ansiedad ante la separación

- Dificultad para regular las emociones

- Déficits en habilidades sociales (particularmente, en asertividad)

- Creencias erróneas sobre el amor romántico

- Distorsiones cognitivas

- Incapacidad para resolver el problema por sí solos

Cada una de estas variables llegan a producir necesidades o malestares en el


individuo, que pretende perjudicar a la relación de pareja, ya que desconoce
otra manera de hacerlo. Al igual que ocurre en el consumo de sustancias, se
comienza la relación de pareja por los refuerzos positivos que trae con el, pero
a medida que avanza en el tiempo se trata de mantener la relación por los
refuerzos negativos que se obtienen a corto plazo.

La TCC en dependencia emocional en parejas puede ser aplicada mediante las


siguientes técnicas:

3.1.1 El Mindfulness
Tiene el principal objetivo de favorecer el avance en las fases antes
comentadas. Investigaciones recientes han demostrado que las
prácticas de atención plena pueden ayudar a reducir los síntomas
emocionales de la dependencia interpersonal (McClintock & Anderson,
2015; McClintock, Anderson & Cranston, 2015). En estos estudios, la
ansiedad y los estados de ánimo negativos podrían reducirse en los
participantes en adicción después del entrenamiento de atención plena.
También puede ayudar a aumentar la eficacia de las técnicas de
exposición al promover la habituación y la desensibilización a los
estímulos que causan ansia y malestar en el síndrome de abstinencia
(Bishop et al., 200; McClintock y Anderson), 2015). Se ha demostrado
que el entrenamiento en mindfulness aumenta la autoestima (De la
Fuente, Salvador & Franco, 2010). Nos anima a aceptar nuestras

18
experiencias internas sin juzgarlas (Bishop et al. 200; citado de
McClintock y Anderson, 2015). Las personas emocionalmente
dependientes no toleran estas experiencias internas y tratan de
evitarlas enfocándose en la personalidad de la que dependen, es un
ejercicio útil. En cuanto a la fase de prevención de recaídas, el
mindfulness facilita el desarrollo de una mayor conciencia y aceptación
de pensamientos y emociones, ayudando a los pacientes a afrontar
situaciones de alto riesgo de recaídas (Blasco et al., 2008). Además de
las prácticas de atención plena, también se incorporan a la terapia
ejercicios de psicología positiva. Como resultado de este problema, se
puede esperar que los pacientes reduzcan sus fuentes de refuerzo a su
alrededor y se concentren únicamente en sus parejas. A medida que
avanza el tratamiento, la atención del paciente se centra más en los
aspectos positivos de la vida que en los negativos. En este punto, los
ejercicios de psicología positiva y la planificación de actividades
divertidas pueden ayudar a crear emociones positivas en el paciente.
También se ha sugerido trabajar en identificar y aplicar las fortalezas
personales del paciente para aumentar no solo su nivel de emociones
positivas, sino también su nivel de autonomía e independencia
(Peterson, Park, & Seligman, 2005).
3.1.2 Técnicas de habilidades de afrontamientos y solución de
problemas
Dentro de estas técnicas se pueden evidenciar 3 de las intervenciones
en Terapia Cognitivo-Conductual de acuerdo a Donald Meichenbaum y
Thomas D’Zurilla cuyo objetivo fundamental es el incremento de las
habilidades de afrontamiento o coping:
o El Entrenamiento en Auto instrucciones (EA)
Tiene el objetivo de instaurar o modificar el dialogo interno cuando
lo que el individuo se dice asimismo supone una interferencia en la
ejecución de una tarea especifica, o bien se presenta dificultades
para abordar cualquier situación. Según la psicología básica, las
autoinstrucciones son consideradas estrategias metacognitivas cuyo
objetivo es favorecer la autorregulación de la conducta, así como a
creencia y confianza la propia capacidad. En conclusión, su
principal objetivo es enseñar a pensar.
o Entrenamiento en inoculación de estrés

19
Gracias a esta técnica se pretende inmunizar psicológicamente al
individuo contra situaciones o acontecimientos estresantes de baja
intensidad, afianzando, reforzando e incrementando su repertorio de
estrategias de coping, con el fin de que posteriormente pueda servir
para afrontar diferentes situaciones de mayor intensidad. En este
entrenamiento se presta especial atención a los procesos de
preparación y asimilación de los acontecimientos estresantes
puesto que la sorpresa y la falta de preparación dificultan los
esfuerzos de afrontamiento y facilitan el desajuste emocional.
Como señala Meichenbaum (2009), el Entrenamiento en
Inoculación de Estrés es de utilidad para afrontar las cuatro
categorías de estrés señaladas por Eliot y Eisdorfer (1982):
 Estresores agudos de tiempo limitado
 Secuencias de estrés
 Intermitencia crónica
 Estrés crónico continuado

3.1.3 Terapia de solución de problemas


Esta terapia tiene un proceso sistematizado que se adapta al paciente
que recibe el entrenamiento, ajustándose a los problemas delimitados
que se supone están generando o agravando la sintomatología que
presenta este individuo. Básicamente, es una terapia de carácter breve,
que tiene una duración de entre cuatro y doce sesiones de tratamiento,
centrada en aspectos muy concretos y de carácter directivo, que llega a
abordar de forma estructurada y ordenada diferentes objetivos como el
reestructurar la naturaleza estresante de una situación o la repuesta
emocional suscitada por ella, facilitar la generación de alternativas de
solución, analizar y valorar dichas alternativas , establecer la forma de
implementación de la solución elegida, etc. Para que esta siga en
marcha, el proceso de intervención incluye elementos como la
psicoeducación, ejercicios de resolución de problemas interactivos,
tareas prácticas entre sesiones con objetivos motivacionales, y más.
La terapia de resolución de problemas tiene por finalidad ayudar al
individuo a adoptar una forma de afrontamiento más realista y positiva,
a entender el papel de las emociones de forma más eficaz y a
desarrollar creativamente un plan de acción dirigido a reducir el
malestar psicológico e incrementar la sensación de bienestar.

20
3.1.4 Terapia racional emotiva conductual (TREC)
El autor principal de esta terapia es Albert Ellis, quien consideraba que
las creencias tenían un papel muy importante en el desarrollo de los
trastornos emocionales y conductuales, por lo que, al modificarlas, se
podía alcanzar una modificación tanto emocional y conductual. El TREC
de fundamenta bajo el ABC, siendo la A un acontecimiento o evento, B
representa la interpretación racional o irracional de este evento, y C la
conducta o respuesta emocional resultante del proceso. Ahora bien, las
creencias irracionales suelen ser pensamientos dogmáticos y rígidos
que trabajan en diferentes grados cognitivos. Mayormente producen
malestar emocional, respuestas desadaptadas y activación fisiológica.
Según esta terapia, las emociones son consideradas como adaptativas
o desadaptativas en base a la función que le permiten alcanzar a la
persona, no se presentan como positivas o negativas, pues en ambas
categorías hay emociones que llevan un desarrollo inadecuado del
potencial. Es así que, podemos contemplar la ansiedad contra la
preocupación, la depresión con la tristeza, la grandilocuencia contra la
confianza, la ira contra el enojo. Aquí se puede observar dos
manifestaciones de la ansiedad: la del yo, que está ligada a la valía
personal y aceptación por parte de los demás, y la perturbadora, que
ocurre en base a los elementos externos, eventos, elementos,
personas.

El TREC se desarrolla bajo 5 fases de terapia muy importantes:


1. Evaluación psicopatológica: En esta primera parte se buscan los
trastornos emocionales de una relevancia mayor en base a criterios
diagnósticos.
2. Evaluación racional emotiva: Aquí se debe ubicar los problemas del
paciente y se categorizan por internos o externos y luego en base al
nivel de gravedad, para finalmente comprender las respuestas del
paciente.
3. Insight: Se muestra al paciente los fundamentos teóricos de la
TREC (cómo los pensamientos determinan en gran manera las
emociones y conductas).

21
4. Conocimiento racional: Se debe enseñar al paciente una forma
racional de pensamiento para que pueda refutar futuros
pensamientos irracionales
5. Nueva filosofía de vida: Asegurándose de que se ha logrado una
modificación cognitiva y se ha desarrollado un hábito de
razonamiento y debate.

Las principales técnicas de intervención dentro del TREC son:

Cognitivas:

o Discusión de ideas irracionales


o Uso de auto-instrucciones
o Distracción cognitiva e imaginación
Conductuales:
o Ensayo de conducta
o Inversión del rol
o Refuerzo y castigo
o Habilidades sociales
o Solución de problemas.
Emotivas:
o Imaginación racional emotiva (modificar la emoción desadaptada
por una adaptativa ante el pensamiento de una situación). 
o Técnicas humorísticas (a veces las cosas se toman demasiado en
serio, lo que produce malestar).
3.1.5 Terapia de aceptación y compromiso (ACT)
Gracias a esta terapia, la intolerancia a la soledad, el miedo al
abandono y los pensamientos que provocan estos sentimientos (“soy
un inútil”, “moriré solo”, “¿quién me querrá?”, ¿puedes darme?) puede
dirigirse. Estos estados internos dictan el comportamiento de una
persona emocionalmente dependiente que busca constantemente el
contacto con una pareja. Esta búsqueda se ve reforzada negativamente
porque te liberas de este malestar mientras vives con la persona de la
que dependes. Espero que te ayude a desprenderte del. El tratamiento
de este tipo de pacientes encuentra los aspectos positivos y negativos
que se derivan de este trastorno en particular. Por un lado, hay 16
pacientes que en general muestran una buena adherencia al
tratamiento y que llevan a cabo las prescripciones del terapeuta de

22
forma generalmente participativa (Bornstein, 1993a). Esto se debe a la
necesidad de complacer a las figuras de autoridad. Por otro lado,
debido a su dependencia de los demás, pueden experimentar el final
del tratamiento como catastrófico, creando dificultades para sus
terapeutas. Dado que es la primera vez que ingresa a la clínica, el
modelo de intervención propuesto en este estudio se centra en el
postratamiento. tratamiento de ruptura. Se la designa así porque inicia
el tratamiento prescribiendo la abstinencia a los personajes de los que
depende. Se necesita un enfoque diferente cuando se considera el
tratamiento para personas emocionalmente dependientes que
mantienen relaciones, e incluso la terapia de pareja durante el
tratamiento.

Cabe resaltar que antes de aplicar estas técnicas, se debe iniciar prescribiendo pautas
de control de estimulación para fomentar la abstinencia de los pacientes. Están
capacitados en una variedad de habilidades de afrontamiento y resolución de
problemas (pautas para aumentar la autoestima, asertividad, resolución de problemas,
etc.). Se está trabajando para que los pacientes sean más tolerantes al malestar y al
miedo a la soledad. Luego, las técnicas de exposición se realizan frente a estímulos
que causan incomodidad (como pensamientos y recuerdos en pareja, ocurrencias de
estímulos emparejados). Síndrome de abstinencia dirigido a reducir las ansias de
acción. Finalmente, implemente un plan de prevención de recaídas con el paciente.

4 Conclusiones

Se debe reiterar que la dependencia emocional cuadra perfectamente dentro de


los trastornos de la personalidad, dada su significación clínica, su carácter crónico,
su inflexibilidad y su repercusión en las diferentes dimensiones del ser humano
(afectiva, cognitiva, conductual, interpersonal, etc.) Además, es un fenómeno
frecuente en las consultas de los profesionales de la salud mental.

La dependencia emocional es la necesidad emocional extrema y persistente de


satisfacer al paciente en el ámbito de las relaciones de pareja. Como resultado, la
vida de la mayoría de estas personas gira en torno al amor. Si bien este fenómeno
puede ocurrir de vez en cuando en la vida de un individuo (es decir, solo en una
relación), lo más normal es que sea constante. Por lo tanto, la mayoría de sus
relaciones de pareja exhiben un patrón característico impulsado por las
necesidades emocionales extremas descritas anteriormente.

23
Como resultado, las personas emocionalmente dependientes, viven para parejas
que estén dispuestas a aceptar esta entrega y sumisión incondicional. Ambos
miembros de la relación están de acuerdo en que la persona clave en la pareja es
el socio emocionalmente dependiente. Se trata de que una persona se convierta,
en efecto, en el objeto de su pareja. Mantener el control.

La personalidad de la pareja, como la vida de las personas emocionalmente


dependientes, muchas veces puede tener trastornos de personalidad (como el
narcisismo, los delirios y los límites) que se traducen en síntomas psicológicos y
violencia física, será un calvario que puede llegar a límites extremos dependiendo
de la situación. Si la persona es muy dependiente emocionalmente, aceptará el
ataque, la humillación, la infidelidad continua, el ridículo, la falta de respeto, etc.,
siempre que no rompa la relación. Si la relación se rompe por cualquier motivo, o
bien echan de menos recuperarla o buscan otra relación para evitar el miedo y el
dolor de la soledad.

La TCC se centra en los problemas y dificultades del aquí y ahora. El objetivo


principal es resolver los problemas de los pacientes a través de cambios
conductuales, cognitivos y emocionales. Una de sus principales características es
su presencia en el contexto subjetivo y conductual de las creencias, sentimientos y
acciones del paciente, estén o no basadas esas creencias en la realidad.

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