Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

Escuela de Derecho
Competencias Comunicativas
23 de febrero de 2022
Docente: Yadira Katterinne Martínez Martínez

LA DEPENDENCIA EMOCIONAL COMO CAUSA DE SUFRIMIENTO

La dependencia emocional hace que las personas pierdan el autocontrol. El amor y todos

aquellos sentimientos que se le brindan a las personas no siempre juegan a su favor, muchas veces

exceden lo que ofrecen y esperan más de lo que les dan. Ahora bien, se puede relacionar los

inicios de la dependencia emocional con la acción de anteponer a los demás sobre la persona en sí,

desarrollan una necesidad afectiva desproporcionada de manera continua que más tarde se

convertirá en una relación destructiva.

Este tipo de incorporación patológica a la pareja o con quien se mantiene una relación

cercana, acarrea ciertos conflictos psicológicos. Cualquier detalle mínimo se puede interpretar

como si algo faltara o llevara por mal camino la relación y esto da como resultado sufrimiento en

la persona que padece este problema, la dependencia emocional no es amor si no un capricho

desmesurado y excesivo hacia la pareja, familiar, amigo o amiga, cayendo en la vaga expresión

“La vida se acaba sin esa persona”, se crea un círculo vicioso en donde ambas partes se perjudican

y terminan cuando el ente menos dependiente se siente asfixiado y decide darle un punto final a la

historia. La otra persona siente abandono y retroalimenta su dependencia emocional que se

proyectará en posteriores parejas o relaciones interpersonales y consigo misma.

La persona que sufre una dependencia emocional busca la seguridad que le falta en el

otro. Por ejemplo, en la relación de pareja, es probable que se ejerza un control excesivo y no se

acepte de buena gana que haga nuevas amistades o realice actividades sin la pareja, porque

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demanda toda la atención hacia el individuo y, en el fondo, tiene miedo de que esas actividades le

aparten de su lado o necesita su presencia para sentirse bien. Según Riso (2012)

No importa la fuente del apego, llámese fama, poder, belleza, autoridad, aprobación social,

internet, juego, moda o pareja, la adicción psicológica hará que tu existencia sea cada día

más insalubre: te arrodillarás ante ella, le rendirás pleitesía y vivirás en el filo de la navaja

por miedo a perderla. Crear una relación dependiente significa cambiar el alma a cambio

de obtener placer, seguridad o un dudoso sentido de autorrealización (p. 16).

La persona ha aprendido a ser dependiente en su desarrollo emocional desde la

infancia porque sus experiencias vitales han sido así, se obtiene el cariño y afecto de los demás

cuando se cumplen sus expectativas, y eso hace que se adquiera ese patrón de cubrir necesidades a

través de la aprobación de los demás. Las personas emocionalmente dependientes desarrollan sus

relaciones a través de ciertas fases como son:

Fase de conocimiento: Es la fase en la cual se conoce a alguien que resulta ser interesante

para la persona, donde experimenta entusiasmo y altas expectativas acerca de la posible relación o

amistad. A la par, construye una imagen mental de la otra persona idealizándola como un ser

perfecto para formalizar la relación, amistad o familiaridad que desean.

Fase de sumisión: Conseguido el objetivo deseado con la persona que ha llamado la

atención de individuo, proceden a adoptar la estrategia de sumisión donde los deseos y las

necesidades de la otra persona se ponen por encima de sí mismo creando un desequilibrio en la

relación.

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 Fase de deterioro: Este desequilibrio se va acentuando y aumentan los sentimientos de

inferioridad y la baja autoestima, creando así la impresión de que por su poco valor serán

abandonados, este miedo crea más sumisión y poco a poco deteriora la relación.

Ruptura: Si se produce la ruptura la persona dependiente entra en un estado de ansiedad,

debido a la separación, y procesos depresivos. Estos sentimientos son tan fuertes y difíciles de

gestionar para el dependiente que centra todos sus esfuerzos en retomar la relación, aun siendo

una relación destructiva.

Búsqueda de nuevas relaciones: En el caso de que la relación no se retomé, el

dependiente centra sus esfuerzos en encontrar una nueva persona para paliar su sentimiento de

soledad iniciando así, un nuevo ciclo de dependencia.

Las personas dependientes tienen ciertas características comunes, por ejemplo: Avidez

afectiva: quien sufre una dependencia emocional, experimenta una necesidad constante de estar al

lado de la persona amada, cuando no puede, recurre al teléfono de manera obsesiva para mantener

el contacto. Baja autoestima: la persona con dependencia afectiva generalmente tiene problemas

de autoestima. Suele recriminarse por sus errores y se denigra constantemente, minimiza sus

logros y maximiza sus fallos. Esta persona no se siente satisfecho consigo mismo y no confía en

sus capacidades y criterios. Necesidad de agradar: las personas dependientes suelen buscar

continuamente la validación externa, necesitan causar una buena impresión, por lo que intentan

satisfacer en todo a los demás. Cuando no obtienen esa aprobación, se sienten mal y lo interpretan

como un rechazo y miedo a la soledad: las personas que sufren una dependencia emocional no

soportan la soledad, en parte porque esta activa recuerdos dolorosos vinculados al abandono. Por

eso, a menudo se ven inmersos en una serie de relaciones de pareja o amistades fallidas, que no

son más que un intento desesperado de escapar de la soledad a través de la compañía.

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 La dependencia emocional se ve alimentada por un mal aprendizaje en la

forma de gestionar las relaciones de pareja, mitos sobre el amor y una base de autoestima

dañada. Es un problema que tiende a perpetuarse y crecer, donde la persona no sabe cómo

gestionarlo, pero sí ve que las consecuencias cada vez son más graves. Es bueno conocer

cuando amerita pedir ayuda y sin duda alguna lo primero que se debe cultivar es la

independencia emocional, para lo cual es fundamental alimentar la confianza en sí mismo

reforzando la autoimagen, cultivar el amor propio, olvidar la necesidad de cumplir con las

expectativas de los demás, mantener relaciones sanas y equilibradas, donde cada cual

conserve su individualidad sin dañar al otro, entrenar en solución de problemas y una buena

toma de decisiones encaminados a fomentar la autonomía y la sensación de autoeficacia, centrase

en la felicidad y aprender del pasado, invertir tiempo en el desarrollo personal, cambiar las

creencias erróneas sobre el amor y las relaciones afectivas de manera que se adopte una actitud

menos demandante, aprender a disfrutar de la soledad. Esta es la clave para generar relaciones

saludables con uno mismo y con los demás, y retomar el autocontrol que se había perdió en un

principio. Encontrar a la persona adecuada supone también prepararnos nosotros para una

relación.

María Angélica Pinilla Hurtado

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 Código: 202127757

REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA

https://www.elperiodico.com/es/ser-feliz/20190924/dependencia-emocional-consecuencias-

psicologicas-7642023#:~:text=La%20dependencia%20emocional%20se%20ve,cada%20vez

%20son%20m%C3%A1s%20graves.

https://www.psicoglobal.com/terapia-pareja/dependencia-emocional

https://www.lavanguardia.com/vida/20130418/54371283808/walter-riso-apego-mayor-motivo-

sufrimiento-hombre.html

https://psicologiaymente.com/pareja/consecuencias-psicologicas-depedendencia-emocional

https://ceanpsiquiatras.com/es/blog/la-dependencia-emocional-b3.html

https://www.psicomaster.es/terapia-pareja/dependencia/#:~:text=La%20dependencia

%20emocional%20se%20produce,que%20el%20otro%20le%20satisfaga.

https://www.youtube.com/watch?v=8nTHWT2WfTA

https://www.iepp.es/dependencia-emocional/

https://www.youtube.com/watch?v=j509wWFzIOA

https://www.elpradopsicologos.es/pareja/dependencia-emocional/

Riso, W, (2012). Desapegarse sin anestesia. Recuperado de

http://www.untumbes.edu.pe/vcs/biblioteca/document/varioslibros/0249.%20Desapegarse%20sin

%20anestesia.pdf