Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AUTOR:
Montero Ana
TUTOR:
INTRODUCCION
Siempre solemos escuchar aquella frase de “es mi media naranja”, alegando que
una mitad no es nada sin la otra, cuando la realidad no es así. Si bien es cierto, en las
relaciones de pareja una persona viene a complementar a la otra, pero siempre
habiendo un balance y esto no quiere decir que toda la carga debe recaer sobre
algunos de los dos, cada persona tiene un sinfín de habilidades, destrezas,
conocimientos e incluso talentos donde de seguro puede valerse por sí mismo.
2
Montero, A.
3
Montero, A.
4
Montero, A.
5
Montero, A.
Este concepto es utilizado con cierta frecuencia, pero como tal, son muy pocas las
veces que se ha enfatizado en algún tipo de estudio o delimitación. Abordar este tipo de
temas suele ser muy significativo para la psicología, más que todo en un ambiente
como lo es el noviazgo, sin embargo, los sujetos pueden llevar una individualidad
producto del amor que sienten uno por el otro, pero al ser la necesidad de sentir la
aprobación de la otra persona, se vuelve un ciclo algo toxico debido a que gracias a
esta condición puede llevar a los sujetos a experimentar conflictos y fuertes
frustraciones a lo largo de la relación.
La Dependencia Emocional ha sido definida por distintos autores en diferentes
dimensiones. En primer lugar, Hirschfeld, Klerman, Barrett, et al (1977) la conciben
como la sobre-dependencia en una relación interpersonal importante, que afecta tanto
la visión de sí mismo como al tipo de relaciones que se mantienen con los demás; por
otra parte, Bornstein (1993) dice que es una necesidad de protección y apoyo, en
donde la confianza existente en la relación es un elemento esencial que influye en la
autoestima, identidad y funcionamiento general de la persona; asimismo, la explicación
que Rathus y O´Leary (1997) complementan mencionando que esto se debe a que el
dependiente emocional basa su bienestar personal en los sentimientos de su pareja.
Las estadísticas que presenta Gonzales, G. (2010) respecto a la incidencia de lo que
él denomina como trastorno afectivo, indica que es una serie de conductas
consecutivas graves que desenlaza en una dependencia en la relación de pareja, según
este autor, en la población adulta existe un 10% con estas formas relacionales de
dependencia, siendo las mujeres con la mayor incidencia con un (75%). Así pues estas
cifras, nos sugieren que tienen su origen en una serie de factores culturales y
biológicos. En efecto las mujeres tanto por convenciones sociales, y por su naturaleza
muestran mayor pronunciamiento de empatía y vinculación afectiva, lo cual
aparentemente puede ser positivo, pero puede también producir un peligro, por la
dependencia emocional.
Cómo lo plantea Satir (2014), algo sucede en las formas de interacción en las
relaciones que están despersonalizando la intimidad de la que es dueño un individuo en
relación, en la esfera de la intimidad es donde habita la intencionalidad, intencionalidad
que según Norwood (2010) define la forma de relación. No obstante con estos datos, es
6
Montero, A.
7
Montero, A.
Objetivo general
Diseñar un programa de intervención psicoterapéutico basado en el enfoque
cognitivo conductual dirigido a parejas con dependencia emocional.
Objetivos específicos
1. Determinar los niveles de dependencia emocional que presentan las parejas de
la comunidad Arturo Michelena.
2. Diseñar las estrategias basada en el enfoque cognitivo conductual para parejas
que presentan dependencia emocional.
3. Aplicar el programa de intervención basado en el enfoque cognitivo conductual
para parejas con dependencia emocional.
4. Evaluar los resultados de aplicar el programa de intervención cognitivo
conductual para parejas que presentan dependencia emocional.
8
Montero, A.
Bibliografía