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Falacias Formales:

Una falacia es un argumento que, por su estructura lógica o su contenido empírico,


parece válido (correcto), pero que en realidad no lo es. Algunas falacias se
cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se
cometen sin intención alguna. En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y
persuasivas, por lo que se debe prestar mucha atención para detectarlas. Que un
argumento sea falaz no implica que sus premisas o su conclusión sean falsas ni que sean
verdaderas. Un argumento puede tener premisas y conclusión verdaderas y aun así ser
falaz. Lo que hace falaz a un argumento es la invalidez del argumento en sí. 

Hay dos tipos de falacias: las llamadas falacias formales y las falacias informales. En
lógica, se habla de “falacia formal” cuando lo que produce la invalidez del
razonamiento está en la estructura lógica misma del argumento, independientemente del
contenido empírico del mismo. Dentro de las falacias formales, podemos identificar
distintos tipos:

1- Falacia de afirmación del consecuente: razonamiento que, partiendo de un


condicional (si p, entonces q) y dándose o afirmando el segundo (o consecuente), se
concluye el primero (o antecedente).

PQ
Q
P

Guarda semejanzas con el modus ponens, pero no debe confundirse con este último, que
es un razonamiento deductivo válido.

Ejemplo: si llueve, entonces me mojo. Me mojé. Por lo tanto, llueve.

El error en este razonamiento es el pensar que el consecuente (la conclusión) sólo puede
ocurrir por el antecedente, lo cual es un reduccionismo. Retomando el ejemplo, hay
muchas causas posibles para que me haya mojado: entré a ducharme, me tiré a la pileta,
me caí de un bote, me echaron un vaso con líquido en la cara, etc.

2- Falacia de negación del antecedente: razonamiento que, partiendo de un


condicional (si p, entonces q) y negando el primero (el antecedente) se concluye
la negación del segundo (consecuente).

PQ
-P
-Q

Guarda semejanzas con el modus tollens, pero no debe confundirse con este último, que
es un razonamiento deductivo válido.

Ejemplo: si llueve, entonces me mojo. No llueve. Por lo tanto, no me mojo.

El error, en este caso, está nuevamente en pensar que la única causa posible del
consecuente es el antecedente explicitado. Aunque el hecho de que llueva sea una causa
posible para que me moje, no es la única, como lo han demostrado los casos
ejemplificados en la descripción de la anterior falacia.

3- Silogismo disyuntivo falaz: razonamiento que, tras partir de una disyunción y, como
segunda premisa, afirmar uno de los dos componentes de la disyunción, concluye
la negación del otro componente.

PvQ
P
-Q

Guarda semejanzas con el silogismo disyuntivo, pero no debe confundirse con este
último, que es un razonamiento deductivo válido.

Ejemplo: Jorge se escapó o Jorge fue atropellado por un automóvil. Jorge se escapó. Por
lo tanto, no fue atropellado por un automóvil.

El error radica en ignorar la posibilidad de que ocurran ambas proposiciones. En la


forma válida del silogismo disyuntivo (P v Q) . -P  Q se plantean dos posibilidades y
una es negada, dando como conclusión que la otra debe ser verdadera. Sin embargo,
SALVO que sean dos proposiciones mutuamente excluyentes (en cuyo caso debería
estar aclarado), la fórmula arriba expuesta siempre es inválida.

¿Cómo expreso un silogismo disyuntivo en el cual una proposición invalida la otra?


En estos casos, se utiliza el símbolo de disyunción fuerte “v”, que se distingue del
símbolo de disyunción débil “v”.

Por ejemplo:

“Pepe tiene una enfermedad o bien está completamente sano”


P Q

se debe escribir: P v Q porque sólo una posibilidad está permitida.

“Me parece que a Pepe le gusta leer o quizás le guste escuchar música”
P Q

se debe escribir P v Q porque ambas posibilidades pueden darse al mismo tiempo.

La forma más clara de visualizarlo es entender “v” como “y/o” y “v” como “o bien esta
opción, o bien esta otra”.

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