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Rocha Salas Julio Cesar IV Cub B

FALACIAS
Una falacia es un razonamiento no válido o incorrecto pero con apariencia de razonamiento
correcto. Es un razonamiento engañoso o erróneo (falaz), pero que pretende ser convincente o
persuasivo. Todas las falacias son razonamiento que vulneran alguna regla lógica. Así, por
ejemplo, se argumenta de una manera falaz cuando en vez de presentar razones adecuadas en
contra de la posición que defiende una persona, se la ataca y desacredita: se va contra la persona
sin rebatir lo que dice o afirma.
No debemos confundir validez y verdad, como ya hemos visto y las falacias se caracterizan
porque algo falla en el razonamiento mismo, es decir, o falla la forma y falla el contenido o
significado ---la materia--- de los argumentos supuestamente lógicos o válidos. Así sn algunos
casos el problema es la ambigüedad de algunos términos, que nos permitía utilizarlos con dos
sentidos distintos en distintas premisas, con lo que al final llegábamos a una conclusión
disparatada. Otras veces, en cambio, lo que están mal son las premisas (partimos de premisas
falsas que nos parecen verdaderas). Finalmente, hay veces en que lo que está mal es la relación
misma entre las premisas (que no es lógica).
Por tanto, clasificamos las falacias en formales y no formales o materiales.
Las falacias formales
Las falacias formales son argumentaciones en las que la conclusión no se sigue (ni necesaria ni
probablemente) de las premisas. La forma misma del razonamiento es incorrecta, por lo que es
imposible deducir lo que se dice en la conclusión.
Casos de las falacias formales:
Falacia de la afirmación del consecuente: es una interpretación errónea del M.P., ya que pienso
que cuando tengo un consecuente en un condicional, entonces puedo deducir el antecedente. Por
ejemplo:si digo "si llueve las calles se mojan" y las calles están mojadas, entonces podré deducir
que ha llovido. Pues muy mal, esto es una falacia.
Falacia de la negación del antecedente: ocurre lo mismo, pero al revés. Es decir, cuando tengo un
condicional y su antecedente negado. Es la interpretación incorrecta del M.T. Por ejemplo, si
digo "si llueve las calles se mojan" y no ha llovido, pues concluyo "las calles no se pueden haber
mojado".
Falacia de la falacia o ad logicam: se suele pensar que si un argumento es una falacia, entonces
su conclusión tiene que ser falsa (y no es así, necesariamente). Un razonamiento puede ser
incorrecto y su conclusión, sin embargo, ser cierta. Por ejemplo: si los ángeles existen, entonces
nos dicen cosas al oído; pero si nos dicen cosas al oído, entonces sentiremos un escalofrío. A
veces sentimos escalofríos. (Esto último es cierto, pero no se deduce lógicamente de las premisas
anteriores.)

Referencia bibliográfica: http://www.xtec.cat/~lvallmaj/preso/fal-log2.htm.


Rocha Salas Julio Cesar IV Cub B

Las falacias no formales


Son razonamientos en los cuales lo que aportan las premisas no es adecuado para justificar la
conclusión a la que se quiere llegar. Se quiere convencer no aportando buenas razones sino
apelando a elementos no pertinentes o, incluso, irracionales. Cuando las premisas son
informaciones acertadas, lo son, en todo caso, por una conclusión diferente a la que se pretende.
Ejemplos:
Falacia ad verecundiam: consiste en defender una conclusión simplemente porque alguien a
quien se considera una autoridad ha dicho lo mismo (es el llamado "argumento de autoridad").
Por ejemplo: La Tierra no se mueve porque lo dijo Aristóteles (o la Biblia) -se decía durante la
Edad Media-.
Falacia ad hominem: ataca no el argumento de nuestro adversario, sino directamente a la
persona, desacreditándola (es una falacia "dirigida a la persona"). Por ejemplo: no puede ser
cierto lo que dice, porque ese no tiene ni idea de lo que habla (y además es un...).
Falacia ad populum: apela a los sentimientos o prejuicios de la mayoría ("del pueblo") para que
nos apoyen. También es llamada falacia demagógica o sofisma patético. Un ejemplo: los
inmigrantes nos quitan los puestos de trabajo, luego hay que expulsarlos a todos (claro, a nadie le
gusta que le quiten el trabajo, ¿no?).
Falacia ad ignorantiam: algo es verdadero porque no se puede demostrar lo contrario. Ejemplo:
los extraterrestres tienen que existir necesariamente, ya que nadie ha demostrado todavía que no
existan (puedes cambiar el sujeto de la frase y poner lo que quieras en su lugar: duendes, hadas,
brujas...). Pero es evidente que la falta de pruebas no prueba nada.
Falacia ad baculum: muy común, tanto entre personas como entre países (significa "por la fuerza
" o a bastonazos). Mejor que me hagas caso porque o si no... Podríamos decir que, más que un
argumento, es una amenaza.
Falacia circular o petición de principio ("petitio principii"): se da por supuesta alguna de las
premisas, que en realidad es lo que se quiere demostrar (es el llamado "círculo vicioso").
Ejemplo: Si eres supersticioso, entonces tendrás mala suerte. ¿Y por qué? Porque ser
supersticioso trae mala suerte.
Falacia por generalización indebida (o precipitada): consiste en la aplicación del principio de
inducción a partir de pocos casos (o incluso un único caso). Por ejemplo, si alguien de un país (o
región o ciudad) te ha tratado mal, pues ya consideras que todos los habitantes de ese país son
todos iguales.
Falacia de falsa causa: no hay que confundir algo que siempre acompaña a otro evento o
circunstancia con su causa. Por ejemplo, si considero que aprobé un examen o gané un partido
porque llevaba puesta tal cosa, entonces creo que siempre será así.
Falacia semántica: cuando juego con conceptos equívocos o con doble significado. Por ejemplo:
con un gato se puede levantar un coche (aunque no con cualquier gato, claro).

Referencia bibliográfica: http://www.xtec.cat/~lvallmaj/preso/fal-log2.htm.

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