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N elson Goodman

Maneras de hacer mundos


La balsa de la Medusa, 30

Colección dirigida por


Valeriana Bozal

Indice
Págs.

Prólogo ................................................ 13

1. Palabras, trabajos, mundos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17


1. Preguntas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
1. Versiones y concepciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
3. Fundamento sin firmeza .. . ... . ..... ... ... ... 23
4. Maneras de hacer mundos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
5. Problemas con la verdad .................. ... 37
6. Realidad relativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
7. Notas sobre el conocer . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . 42

2. Sobre el estilo ...................................... . 45


1. Algunas objeciones ........................... . 45
2. Estilo y contenido ........................... . 46
3. Estiló y sentimiento ......................... . 50
Título original: W ays of worldmaking 4. Estilo y estructura ........................... . 54
© 1978 by Nelson Goodman
5. El estilo y la firma ........................... . 58
Hackett Publishing Company,
© de la presente edición, Visor Distribuciones, S. A., 1990
6. El significado del estilo ..................... . 63
1
Tomás Bretón, 55, 28045 Madrid
ISBN: 84-7774-530-7 3. Sobre la cita ......................................... . 67
Depósito legal: M. 29.781-1990
1 1. La cita verbal .................................. . 67
Composición: Visor Fotocomposición . . 1 •
2. La Cita p1ctonca .............................. . 74
Impreso en España- Printed in Spain
Gráficas Rogar, S. A. 3. La cita musical ................................ . 78
Fuenlabrada (Madrid) 4. Citas entre sistemas diversos .............. . 81

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4. Veracidad y validez partir de premisas verdaderas hayamos de alcanzar en una
inferencia inductiva válida conclusiones también verdaderas.
Los criterios de validez de una argumentación deductiva Por otra parte, si es verdad que, además de la validez, un
se cuentan entre los más explícl.tos y netos de los que requisito de una inducción correcta es que las premisas sean
podemos poseer en campo alguno. En este caso, la validez se verdaderas, requisito que lo es también de la deducción
diferencia claramente de la verdad puesto que las premisas y correcta, aquella parece requerir también la existencia de algo
las conclusiones de una argumentación válida pueden, no más16. Así, y en primer lugar, una inducción correcta debe
obstante, ser falsas. La validez consiste en la conformidad basarse no sólo sobre premisas verdaderas sino también sobre
con las reglas de inferencia, reglas en las que se codifica la todas aquellas posibles pruebas verdaderas de las que se
práctica deductiva de aceptar o rechazar determinadas infe- disponga. N o será correcta aquella inducción que parta sólo
rencias15. No obstante, la validez deductiva no es totalmente de los casos positivos de una hipótesis determinada, omitiendo
independiente de la verdad, aunque difiera de ella, pues los diversos casos negativos, pues deben de tenerse en cuenta
relaciona entre sí los enunciados de · tal forma que una todos los casos que han sido objeto de análisis. Démonos
inferencia válida a partir de premisas verdaderas nos da cuenta que no existe un requisito similar que pudiera aplicár-
conclusiones que también son verdaderas. ~' de hecho, la sele a las argumentaciones deductivas que siempre serán
función principal de una inferencia válida es relacionar verdades válidas si proceden válidamente a partir de premisas verdaderas,
por muy incompletas que éstas sean.
entre sí y, lo que es aún más, la validez no es el único
Pero, no obstante, no acabaríamos de caracterizar adecua-
requisito de una argumentación deductiva correcta, pues una
damente la validez inductiva si la entendemos sólo como
argumentación deductiva será correcta en un sentido más
validez a la que añade la consideración de todos los casos
amplio sólo si también las premisas son verdaderas y las
que han sido objeto de análisis. Si todos éstos casos fueron
inferencias son válidas, por lo que la noción de validez que le
examinados con anterioridad a 1977, seguirá siendo inducti-
es aplicable a una argumentación no sólo conlleva la idea de
vamente erróO:ea la argumentación que señala que todos los
validez, sino que también sigue estando cercana a la de
verdad. posibles casos serán examinados antes de 1977, e incluso si
todas las esmeraldas objeto de análisis han sido verdules,
Pensemos ahora en la validez de una inducción. No se
seguirá estando errada la hi~ótesis .~e que todas las esmer~das
requiere aquí, de nuevo, ni la verdad de las premisas ni la de
son verdules. Para que una mduccwn sea correcta se reqmere
las conclusiones, y la validez de una inducción, al igual que
también que los enunciados en los que se formulan las
la de la deducción, consiste en la conformidad con determi-
pruebas y las hipótesis operen con géneros «reales» o «natu-
nados principios que codifican una práctica dada. Pero la
rales» o, por emplear mi propia terminología, se requi~re que
validez inductiva se encuentra alejada de la verdad un paso
esos enunciados operen con predicados que sean aplicables,
más de lo que lo está la deductiva, pues no se sigue que a
como pudieran serlo «verde» y «azul», y no con predicados

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1 Sobre éstas y otras cuestiones que se discutirán en este capítulo,
véase también FFF, cap. III y IV. Permítaseme decir que aunque la validez
se acaba de definir. como conformidad a reglas de inferencia, a veces se 16 Un enunciado determinado derivado como caso de una hip6tesis
identifica más bien, incluso en mis propios escritos, con una correcci6n es un ejemplocaso positivo si podemos deteri?inar, tras examinarlo, que es
global, en la que se incluye también la satisfacci6n de otros requisitos. verdadero y será negativo si podemos detenrunarlo como falso.

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no aplicables 17, como acontece en el caso de «vedul» y alejada de la verdad aún un paso más, pues mientras la
«azurde». Sin una restricción tal siempre podríamos obtener corrección inductiva y la deductiva tienen que ver todavfa
infinitas conclusiones contradictorias a partir de argumenta- con enunciados, los cuales tienen valor de verdad, la validez
ciones inductivas correctas: que todas las esmeraldas son de los procesos de aplicación de categorías se refiere, más
verdes, que son verdules, que son verdojas, etc. bien, a predicados y categorías, o a sus sistemas, todos los
Asf pues, y resumiendo, para que una inducción sea cuales carecen de valor de verdad.
correcta se requiere que· proceda siempre a partir de premisas Ante la pregunta de qué es lo que diferencia las categorías
que contengan informaciones verdaderas sobre los casos que que son válidas o correctas de aquellas que no lo son, sólo
han sido objeto de examen y que se formulen en términos de podemos indicar aquf la naturaleza de una respuesta tentativa
predicados que sean aplicables. Como vemos, la correción que he esbozado en otro lugar (FFF, cap. IV). El hábito es
inductiva añade severos requisitos adicionales además de un factor crucial a la hora de comprobar la aplicación de los
exigir también la verdad de las premisas. Y aunque aspiramos predicados, y cuando hay diversas hipótesis en conflicto, y en
a alcanzar la verdad por medio de inducciones, su validez igualdad de condiciones, la decisión se inclinará normalmente
nunca nos garantizará esa verdad, al contrario de lo que a favor de aquella hipótesis cuyos predicados estén mejor
sucede en el caso de una deducción válida. Una deducción es atrincherados. Es obvio que debe haber un margen para la
errónea y sus inferencias son inválidas si alcanza una conclusión acción del progreso, para la introducción de nuevas organiza-
falsa a partir de premisas verdaderas, pero una inducción ciones que generen o den cuenta de conexiones y distinciones
válida y correcta en todos los aspectos posibles puede, sin que acaban de hacerse importantes en tiempos reciéntes. La
embargo, llegar a una conclusión falsa a partir de premisas inercia se puede modificar por medio de la investigación y la
verdaderas. Esta crucial diferencia ha inspirado algunos frené- invención, y puede hallarse algo anquilosada debido al men-
ticos e inútiles intentos de justificar la inducción tratando de cionado atrincheramiento de principios o metaprincipios «de
mostrar que una inducción correcta siempre arrojará conclu- base», etc. 18 • N o deja de ser una tarea diffcil y complicada la
siones verdaderas, o que lo hará con más frecuencia que la formulación de aquellas reglas que, basándose en estos factores,
posibilidad inversa. Mas, por el contrario, cualquier posible alcancen a definir realmente la categoría inductiva correcta o
justificación de la inducción debiera consistir, más bien, en la formulación que nos digan si un predicado es aplicable o
mostrar que las reglas de inferencia codifican prácticas induc- no lo es. Normalmente, las categorías que son inductivamente
tivas, es decir, que tales reglas efectúan ajustes mutuos éntre correctas tienden a coincidir con aquellas que son correctas
reglas y prácticas, y debiera también diferenciar los predicados para la ciencia en general, pero es también posible que una
aplicables, o las categorías inductivamente válidas, de aquellos variación de los propósitos o intenciones dé como resultado
predicados y categorías que no lo son. la variación de aquellos géneros que son pertinentes al caso.
Esto nos lleva, entonces, a la pregunta de por qué esas Algunas veces la elección entre diferentes versiones en las
categorías son inductivamente correctas, y, con ello, a la que se adoptan diferentes categorías, como aquella que
cuestión de una tercera clase de validez en general: la validez realizamos entre las diferentes descripciones del movimiento
de las formas de categorización. Esa forma de validez está que suponen marcos de referencia distintos, es una cuestión

18 Véase FFF, p. 97, y también <<Ün Kahane's Confusions», Joumal


17 Los termmos
' . emp lea d os por N. Goodman son, respectivamente, of Philosophy, 69 (1972) pp. 83-84, y mis comentarios al trabajo de
projectible y nonprojectible. N. del T. Kutschera, en Erkenntnis, 12 (1978), pp. 282-284.

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básicamente de conveniencia. Y, después de todo, no nos es creencia ni avanzaba una tesis o una teoría, y llamaba la
imposible reformular nuestras inducciones normales y usar atención sobre una de las maneras en las que tendemos
deforrria.damente términos como «verdul» o «azurde», muy nuestras redes a la hora de captar lo que pudieran ser
en la m1sma línea como podemos traducir un sistema helio- semejanzas y diferencias significativas. Cualquier argumentacióñ{
céntrico a un sistema geocéntrico. Lo único que hemos de que se avanzara en defensa de la categoría o el esquema '
hacer es sustituir «Verde» por «Verdul si se examina antes del propuestos no podría ser a favor de su verdad, (dado que
momento t, y azurde en caso contrario» y sustituir «azul» categorías y esquemas carecen de valor de verdad) sino a
por «azurde si se examina antes del momento t, y verdul en favor de su eficacia a la hora de construir y de entender
caso contrario». Sin embargo, y según las prácticas normales mundos. Una argumentación en ese caso habría de consistir,
en la actualidad, las categorías azul y verde son las correctas más bien, en llamar nuestra atención sobre importantes
a la hora de determinar los cauces de nuestras inferencias paralelismos entre la repres_entación pictórica y la denotación
inductivas, cosa que no sucede con los términos verdul o verbal, en subrayar aquellas oscuridades y confusiones que
azurde. No puede decirse que el único castigo que haya que podrían disolverse con la asociación propuesta o en mostrar
pagar cuando empleamos categorías erradas sea sólo el de la cómo operada esta nueva qrganización en conjunción con la
incomodidad, al igual que tampoco podría decirse que la teoría de los símbolos. Lo que un sistema categorial necesita
equivocación del guardián de nuestro ejemplo ahterior, cuando no es tanto que se nos diga que es verdad, sino que se nos
erró al elegir el marco de referencia cuando interpretó las \\ muestre más bien qué es lo que puede llegar a hacer. Por
órdenes recibidas, le indujera sólo alguna incomodidad a los i decirlo toscamente, lo que en tales casos se necesita son
prisioneros que fueron fusilados. El resultado hubiera sido 1
menos discusiones y mejores vendedores. -!
igualmente fatal si ante la orden «dispara si cambian de
color» el guardián hubiera aplicado predicados de color
anormales. En efecto, la inducción que se realiza en base a
5. La adecuada representación
categorías no aplicables no sólo es inconveniente o deformada
• 1 . '
smo que es erronea, sea cual sea el resultado alcanzado en la
inducción, cuya corrección requiere también la validez de los La validez de las inferencias deductivas e inductivas, así
predicados que en ella se aplican; y esto último puede variar como la aplicabilidad de predicados podrán ser independientes
con la práctica. , de la verdad en grados diversos, mas no son independientes
De vez en cuando alguno de mis críticos se lamenta de del lenguaje, pues todas son criterios que pueden aplicarse a
que en algún tema hago afirmaciones sin justificar. Un versiones que se formulan con palabras. ¿Qué cabría decir, l
ejemplo concreto que puedo recordar vagamente haber leído no obstante, de la validez de las versiones no verbales? Así,
en algún lugar decía algo así como: «Goodman afirma sin por ejemplo, ¿cuándo es correcta una representación pictórica? .4
argumentación alguna que el núcleo de la representación es la Dos respuestas bien conocidas son que una representación
denotación». Ello me llevó a reflexionar por qué hice una es correcta, en primer lugar, en la medida en que se parezca
declaración tan importante sin ninguna argumentación y la a aquello que representa, y que es correcta, en segundo lugar,
razón que hallé es que sería ahí totalmente inadecuada si formula efectivamente un enunciado verdadero. Ninguna
cualquier argumentación que procediera por inferencias a de esas dos respuestas puede considerarse satisfactoria.
partir de unas premisas dadas. En ese contexto proponía una Diversas discusiones especializadas han mostrado de manera
categoría o un. esquema de organización, no presentaba una tan definitiva los límites de la primera respuesta que sería

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