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Trabajo Práctico TGD y PLAN de A.T.

Espacios curriculares: Contextualización del Campo Profesional del


AT. Modalidades de Intervención del AT y Prácticas.

 PRESENTACIÓN DEL CASO:

1- Criterios Diagnósticos.

Juan es un niño de cinco años que había nacido cinco semanas antes, pesando 1.850g
después de un embarazo normal. Todo parecía ir bien hasta que sus padres comenzaron
a preocuparse porque su hijo no había adquirido ningún lenguaje a los 18 meses. El
pediatra no le dio importancia y aseguró que algunos bebés tendían a desarrollarse más
lentamente. Pero no sólo no había adquirido el lenguaje apropiado para su edad sino
que, además, no parecía relacionarse socialmente en forma adecuada. No solía girar la
cabeza cuando se lo llamaba por su nombre, y tampoco buscaba espontáneamente el
consuelo de su madre cuando se caía o se hacía daño. Se lo veía torpe y le gustaba hacer
la misma cosa una y otra vez. Le fascinaba ver correr y jugar con el agua. Sin embargo,
los padres de Juan, pensando que fue prematuro podía explicar todas estas
particularidades y decidieron esperar. Cuando Juan comenzó el jardín de infantes, se
hizo evidente que era muy diferente al resto de los niños de su edad. La maestra observó
que no era capaz de seguir instrucciones, acatar órdenes, ni comunicarse correctamente
con sus compañeros de clase, además de ser hiperactivo y agresivo. A los 2 años de
edad se le había diagnosticado Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Si
bien Juan interactúa con sus compañeros y participa en los juegos, nunca logró ser
capaz de jugar sin ponerse agresivo o sufrir una prolongada rabieta. Asimismo,
comparte sus juguetes con otros niños pero le cuesta jugar con ellos o unirse a
actividades del grupo que requerían permanecer sentado. Tomaba metilfenidato
(ritalina) para la hiperactividad y la atención, 10mg 3 veces al día, desde hace un año, y
hasta ahora parece haber sido útil. Ha adquirido muchas palabras pero no realiza frases
largas, por momentos, esas palabras o frases son incomprensibles y suele decir “tu” en
vez de “yo” ejemplo: “Juan quiere”. Si necesita algo se acerca a la maestra o a los papás
pero le cuesta expresarlo verbalmente. Responde a las preguntas con “si o no”, a veces
se lo ve correr en círculos por la habitación o dar vueltas carnero sobre la cama. Otras
veces golpea a algún niño sin motivo aparente. Realiza buen contacto visual y no
permanece aislado todo el tiempo, busca la compañía y acepta muchas veces actividades
que se le propone aunque se cansa fácilmente. El también propone actividades
mostrando un objeto, como un video si quiere verlo, o tomando de la mano a la persona
llevándola donde quiere jugar o estar, aunque esto es esporádico. En una evaluación se
detectó que las habilidades del lenguaje de Juan eran pobres para su edad y se
caracterizaba por la inversión de pronombres y una sintaxis inusual aunque, según el
test de inteligencia, su CI total fue de 100.
2- Actividades del ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO.

Descripción de un día de trabajo.

Cuando el AT llegó a la casa, Juan lo recibió muy bien, le abrió la puerta y se lo veía
tranquilo y contento. El AT le llevó plastilina y lápices de colores para trabajar, dejó sus
cosas y se dirigió a la mesa de la cocina apoyando estos elementos de trabajo en la mesa
proponiéndole a Juan que trabajaran con ellos. Juan se acercó y se sentó eligiendo las
plastilinas. Primero comenzó a despedazarla y ponerla sobre la mesa. Las agrupaba sin
sentido alguno. Le propuso hacer bolitas y armar los planetas aprovechando que le gusta
mucho ese tema. El accedió. Pusieron a todos los “planetas” sobre la mesa y el AT le
dijo que faltaba Saturno. Le preguntó: ¿Qué tiene Saturno? Juan tomó una bolita, la
estiró, le dio forma de tira y se la puso alrededor de la bolita a modo de anillos. El AT lo
felicitó. Después Juan guardó la plastilina por color (él lo hizo solo), el AT sólo le
decía: “ahora el verde”, “ahora el azul”. Miró los lápices, los señaló y dijo “eso”. El AT
le preguntó si quería jugar con los lápices de colores y le respondió que sí. Dibujó
círculos, letras sueltas, nada que tuviera u sentido o intención alguna. Entonces el AT le
tomó la mano que tenía el lápiz y dibujaron un paisaje (sol, nubes, pasto y árbol). El AT
le propuso que lo firmara y se lo regalara a la mamá. Él accedió sin problemas. Supo
reconocer los colores, manejar el lápiz y la goma. Después, el niño se fue a la hamaca y
jugaron a hamacarse: él al AT y el AT a él. El profesional trató de que Juan saliera a
jugar al patio de su casa pero no quiso. Le decía “no”, “no”. El AT salió y Juan corrió
detrás de él, lo tomó del brazo y lo entró. Estaba tranquilo. El At dejó pasar un rato y
tomó la llave para abrir nuevamente la puerta, pero esta vez Juan comenzó a ponerse
nervioso sacándole la llave y tirándola al suelo. Entonces, el AT le pedio que la
levantara del suelo y se la diera en la mano, obedeció. Al ver que no podían ir al patio,
el AT continuó la actividad mirando por el ventanal del mismo a las nubes y saludando
a los vecinos. Luego, Juan quiso ir al quiosco a comprar un alfajor pero compraron
chocolates. Come sin límites, es voraz. Cuando el AT le dice que no comiera más
chocolate, Juan se puso a gritar. El AT intentó calmarlo hablándole, diciéndole que todo
estaba bien, pero no se calmó. Comenzó a tirar cosas de toda la casa. Cuando lo quiso
parar sosteniéndolo, se puso a gritar más fuerte. Tiraba las perillas de las luces, cuando
lo hacía, el AT le decía que las levantara del suelo y el niño obedecía pero seguía
gritando. Hasta que en un momento el AT dijo: “no me gusta este juego” y se dirigió a
la hamaca. Juan dejó de gritar, lo sacó de la hamaca y empezó a columpiarse. El AT
dejó que se calmara y, cuando lo hizo, le propuso jugar a que Juan tocara sus manos con
los pies. Luego Juan tomó la mano del AT y lo llevó a la habitación a escuchar música.
Tomó un compact de un estuche, lo puso en el minicomponente y apretó “play”.
Bailaron moviendo las diferentes partes del cuerpo (cabeza, nariz, manos y pies). Juan
movía las piernas y los brazos tratando de seguir el ritmo. Por momentos el AT le decía
“hacé así…” y él imitaba ese movimiento. Asimismo, el AT tomaba las manos del niño
y bailaban juntos. Después, el profesional le pidió al niño que le tocara la nariz, la
cabeza y las orejas, luego le pidió que lo hiciera con sus partes del cuerpo. Sin ninguna
dificultad lo hizo excepto con los pies, porque tocaba su rodilla y la del AT. Este le dijo:
“esos no son los pies, son las rodillas, éstos son los pies”, luego tocó sus pies y los del
AT hasta que terminó el trabajo ese día. Cuando el AT se estaba yendo, Juan se puso a
llorar frenéticamente. Comenzó nuevamente a tirar todo lo que encontraba a su paso.
Cuando quiso calmarlo como lo hizo anteriormente, el padre le dice: “cuando se pone
así es incontrolable, hay que dejarlo hasta que se le pase, no hay nada que se pueda
hacer, eso nos dijo la neuróloga”. Sin decir nada, el AT esperó unos minutos a que Juan
se calmara cuidando que no rompiera nada ni se lastimara. Cuando lo hizo, el AT tomó
sus cosas, miró al niño y le dijo: “mirame, mañana Jueves voy a volver estar con vos y
te voy a ayudar”. El niño bajó con el AT por el ascensor y lo despidió con un beso.

 CONSIGNAS:

A) Determinar qué Trastorno Generalizado del Desarrollo podría tener Juan.


Justificar respuesta.
B) ¿Qué opinión le merece el rol de este AT en la descripción de un día de
trabajo? (opinión crítica constructiva).
C) Realizar un Plan de Acompañamiento Terapéutico.

FECHA DE ENTREGA: 22/10/2021

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