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RECOMENDACIONES PARA TRABAJAR EN EL AULA

Niños con autismo

Lo primero que debemos tener en cuenta es que los niños con autismo detestan
los cambios imprevistos. De hecho esto les produce mucho estrés así que es
frecuente que frente a estas situaciones ellos comiencen a alterarse, a gritar o
quieran escaparse (depende de cada caso en particular).

Utiliza herramientas de apoyo visual. Esto suele utilizarse mucho con niños con
autismo. En estos casos puedes planificar fichas donde se detalle cada actividad
que se llevarán a cabo durante el día de clases con fichas visuales. De este modo
ellos sabrán (con este apoyo visual) lo que sucederá y se anticiparán a ello.

Ten en cuenta los cambios imprevistos y anticípate tú también a ellos. Deberás


estar muy atenta/o para reconocer cuando un niño con autismo comienza a
impacientarse.

Establece rutinas cortas pero efectivas. Es preferible que ellos presten atención en
un principio durante unos pocos minutos. Luego premia esta atención con alguna
actividad o premio que ellos disfruten.

Reconoce lo que motiva al niño en forma particular. Cada niño con autismo es
único e irrepetible. Algunos suelen ser más tranquilos, otros más eufóricos,
algunos aman jugar con témperas, otros prefieren juegos con muñecos más duros
(como automóviles, por ejemplo). Toma como punto de partida los intereses del
niño. Esto facilitará mucho la tarea, lograrás su concentración y algo de atención
inicial.

¿Le gusta dibujar? Comunícate dibujando y cuando consigas su atención,.


verbaliza lo que dibujas.

¿Le gusta hacer construcciones? Hazlas junto a él pero sin invadir su espacio.


De esta manera estarás captando su atención, estimulando.

Potencia la interacción en aquello que le gusta hacer haciéndolo con él o ella.

Si presenta hipersensibilidad acústica, evita lugares con multitud.

Para realizar una tarea, dale ordenes breves, claras y sencillas.


No hagas las cosas por el niño, déjale tiempo.

Respetar su orden y su ritual, es decir, si prefiere guardar los juguetes de una


determinada manera, hacerlo igual. Así se conseguirá empatizar y poder hacer
tareas juntos.

Fomentar la imitación para llegar a la comunicación. A través del juego


llegaremos mejor al niño.

 Refuerza lo que hace bien. Los reforzadores son cualquier cosa que al niño
agrade y pueden ser, entre otros:

 Comestibles: Cualquier tipo de alimento o bebida.

 Tangibles: Juguetes u objetos que por su tersura, llamen la atención del


niño. 

 Actividad: Actividades de ocio o pasatiempos. Pueden ser juegos.

 Sociales: Elogios y halagos que se acompañan de caricias.

Haz láminas con dibujos de elementos básicos para comer, bañarse, vestirse
incluso de alimentos. Pégalas en un lugar donde él pueda verlas para que señale
lo que desea. Puedes preguntarle, ¿qué es? y denomina los objetos tú misma.

Actividades para niños con autismo en el aula

 Dibuja círculos con contorno grueso. Luego coloca témperas de diferentes


colores sobre ambos lados de la mesada para que el niño comience a pintarlos.
Es importante que ellos comprendan que deben pintar la parte de adentro de las
figuras y no la parte externa.
 Establece rutinas (ayudándote con fichas visuales) con números. Los niños
con autismo son muy estructurados. Por tal razón debes adaptar la clase para que
ellos se encuentren cómodos dentro de esa estructura.
 Dale 1 tarea a la vez. Recuerda que ellos no tienen filtros y reciben todos los
estímulos a la vez. De allí que no logren concentrarse o prestar atención con
facilidad.
 Utiliza las canciones que son conocidas para ellos e inclúyelas como
refuerzo auditivo para que ellos identifiquen determinadas tareas.
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