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Perú en el Mundo Atlántico

La Economía Atlántica fue un sistema económico basado en el flujo comercial de bienes en un


mercado compartido entre los continentes americano, europeo y africano, acontecido entre los
siglos XVI y XVII. La migración Atlántica de europeos y africanos a América y las actividades
comerciales asociadas a ella crearon una economía que por primera vez en la historia podría
llamarse global. La explicación mercantilista de lo que mantuvo en funcionamiento la economía
moderna temprana es bastante sencilla. Los reinos de España, Portugal, Gran Bretaña y Francia,
así como la República Holandesa, buscaron acumular riqueza a través de acuerdos comerciales
y colonias ventajosas en el extranjero, mientras frustraban las ambiciones de sus rivales de hacer
lo mismo. Por otro lado, el comercio triangular mediante el cual las colonias del este de
América proporcionaban materias primas, el oeste de África mano de obra para producir las
materias primas y la Madre Patria, productos manufacturados enviados a ambos, era de un flujo
continuo y beneficioso para todos. Es así como de esta forma la característica económica más
destacada del período siguió siendo el crecimiento del comercio exterior, pero el término
mercantilismo ahora se usaba con poca frecuencia y los deseos de mercado de los individuos,
especialmente en el lado del consumo, se cumplieron recibiendo mucho más crédito al efectuar
el intercambio de mercancía. Es por todo esto que el Atlántico era visto como una entidad
económica significativa donde los habitantes costeros de todos los continentes intercambian
personas y bienes sin respetar a menudo las fronteras imperiales. La persistencia con la que los
colonos fijaron su mirada en el Atlántico en lugar del continente americano tiene que ver con la
capacidad de las naciones indias para contener los asentamientos coloniales en las zonas
costeras hasta finales del siglo XVIII sin ningún problema. Adicionalmente, a esto fue la
demanda de dos categorías de bienes, las que se destacan como la principal responsable del
flujo continuo de capital, mano de obra y servicios militares gubernamentales a través del
Atlántico: “comestibles y plata”. El concepto del mundo Atlántico tuvo que ser visto como una
forma de entender la economía global donde la posición del Atlántico como proveedor de
poblaciones era innegable. Para el siglo XVI los comerciantes de Lima compartían un sistema
de escasez y precios altos para compensar las consecuencias inevitables del monopolio
metropolitano. No obstante, no fue sino hasta el descubrimiento de plata en Potosí en el
virreinato peruano durante la década de 1540 que la Corona Española, a diferencia de los
aventureros privados y las órdenes religiosas, se comprometió a gobernar América
directamente. Obligando a los indios a extraer el valioso mineral. El surgimiento de los siete
bancos públicos de Lima en la primera mitad del siglo XVII jugó un papel fundamental en la
formación de estos grandes e influyentes consorcios comerciales y financieros. Minoristas
afiliados a varios bancos competían exitosamente en el mercado local. A pesar de esto, los
conflictos surgidos en 1650 fue el declive para Carrera de Indias, la moneda peruana bajo su
valor significativamente debido a la constante falsificación y ya nadie quería aceptarla, lo que
trajo consecuencias graves para los mercaderes.

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