Está en la página 1de 6

ESCUELA SUPERIOR DE FORMACIÓN DE MAESTROS

“SIMÓN RODRÍGUEZ - UA CERCADO”

INFORME TACFI

UNIDAD ACADÉMICA : CERCADO


ESPECIALIDAD : COSMOVISIONES, FILOSOFÍA Y PSICOLOGÍA
NOMBRE : HUASCAR FRANCISCO LLUSCO PAZ

AÑO DE FORMACIÓN : SEGUNDO AÑO


GESTIÓN : 2022

COCHABAMBA-BOLIVIA
La economía de los tejidos

Son los tejidos una interrelación de fibras, hilos e intenciones. Son las acciones las que mueven el
mundo y son precisamente los tejidos los que no solo transmiten dichas intenciones, sino las que le
dotan de valor encarnándolo y conformando parte del diario vivir de los seres humanos, en este caso,
en los andes.

Delimitando el uso de la palabra valor, es preciso decir que nos referimos aquí tanto al valor
económico como al valor simbólico que puede llegar a tener el tejido. En ese sentido es preciso
recalcar que este se transmite y se utiliza constantemente, a medida que el tejido supone o se da en una
comunidad como un bien de intercambio.

En esta transmisión del conocimiento de generación en generación, el hilado ha sido una parte muy
importante, ya que requiere de mucha sabiduría y conocimiento.

En las culturas andinas, el movimiento que se produce al hilar, imita el movimiento elíptico de la
tierra y por eso es necesario sincronizarse con él.

Hay alguna prueba de que antes de la Conquista, las culturas andinas, eran capaces de hacer hilos
muy finos y cuando los españoles vieron aquello, llegaron a compararlo con la finura de la seda.
(Marielita)

Más allá del significado intrínseco que el tejido puede tener, existe también un valor que adquiere
significación a medida que entra en interrelación con otras personas, su dinámica, entonces, conlleva
necesariamente a un intercambio que no debe ser necesariamente monetario, es decir, su valor de
intercambio va más allá del aspecto pecuniario, su valor de intercambio es más profundo, más
comunitario, enraizado en principios propios de la zona andina.

Recordando la función que tuvieron en el pasado, es ineludible pensar que quizás tuvimos una
experiencia que, al menos en una mínima remembranza – quizás porque nuestra institución trata de
recuperar lo comunitario del ser humano en cuando a su calidad descolonizadora – en la medida en que
los tejidos que realizamos usamos su valor de la misma forma que en antaño lo hicieron los incas y
pueblos originarios del área andina.

Es de esta forma que se rescata, al menos de forma simbólica, la dinámica que jugaban los tejidos en
las naciones y sociedades que alguna vez existieron en nuestra tierra. Conforman pues un cambio en la
forma que tenemos de entender el intercambio de bienes y servicios.
Un componente importante de los tejidos andinos es su multifuncionalidad que, hasta la actualidad,
ha incentivado y consolidado un nexo estrecho entre la economía, la vida social y los actos rituales.
Tanto en el ámbito de la manufactura textil como en el de la producción agrícola se notan, entonces,
algunos sectores que participan simultáneamente en la formación de la realidad ideal (Godelier 1990
[1984]:131), la que, al mismo tiempo, precisa de la realidad de la vida social. (Fischer, E. 2011)

De ahí que los principales elementos de este intercambio recuerden levemente las prácticas de antaño,
las del imperio inca.

Puede decirse, entonces, que durante el tiempo de los incas se expandió y generalizó la producción y
consecuente el uso de tejidos de lana, e incluso podría pensarse que al ser uno de los principales
rubros de redistribución, la ropa de lana contribuyó eficazmente a financiar la expansión del
Tawantinsuyu. (Pease, F. 2007)

Más allá del aprendizaje de las técnicas de producción de tejido y sus detalles más profundos y que
pasaron desapercibidos, entre ellos, para mí pasó desapercibido un hecho sencillo: los tejidos jugaban
un papel fundamental a la hora de establecer las relaciones entre el imperio inca y los pueblos que lo
conformaron y le dieron tanta fuerza en su proceso de expansión.

Ahora bien, en un primer instante, cabe recalcar que la forma en la cual se define el valor económico
de un bien, como lo son los tejidos, llegaría inevitablemente a reducirle a un valor de cambio que se
influencia por características subjetivas y, en parte, comunitarias, pero esta última solo de carácter
secundario cuando no claro:

Cuando se dice que el valor es subjetivo se refiere, por supuesto, del valor económico y no del valor
moral, estético o espiritual. En otras palabras, lo que se afirma es que los precios de los bienes
económicos son producto del juicio individual y subjetivo, de quienes tienen una u otra preferencia
dependiendo de múltiples factores que van, desde necesidades biológicas, hasta elementos
psicológicos y culturales. (Kaiser, A. 2021)

Ahora bien hay que prestar atención al aspecto cultural que, en este caso, tiene un papel fundamental a
la hora de determinar el valor de este bien.

Como se podrá observar, el valor de las manillas que realizamos a partir de técnicas sencillas de tejido
aprendidos con doña Basilia parte desde un sentido comunitario de trabajo, de una concepción
comunitaria de las relaciones entre individuos, importa más el cariño que se le imprime que el valor de
los materiales y el grado de conocimientos técnicos de los tejedores, incluso va más allá de la
apreciación subjetiva que un individuo externo le haga.
Es importante recalcar esto, el valor que se le otorgó a cada manilla provenía de un intercambio interno
dentro de una comunidad extensa – la comunidad educativa e institucional de la Escuela Superior de
Formación de Maestros Simón Rodriguez – o bien entre comunidades que tenían un vínculo implícito
– la comunidad de la Unidad Académica Cercado con la comunidad de la Comunidad Académica de
Tarata, por ejemplo – mismo que no solo se reforzaba, sino que valoraba en la medida en que se
intercambiaba este bien, en otras palabras, las manillas, al momento de obsequiarlas como presentes a
las autoridades de otras Unidades Académicas, jugaron el rol de afianzar nuestros lazos, de
mantenernos unidos y es esta intencionalidad la que brindó valor a las mismas.

Es por esto que la función que jugaron durante la actividad recuerda a la función que alguna vez
jugaron los tejidos en el imperio inca donde:

Pero ciertamente al margen de los grandes volúmenes de textiles fabricados bajo el régimen de la
mitta y conservados en los depósitos que la administración cusqueña sembró por múltiples lugares de
los Andes, se mantuvo la calidad y el valor simbólico de los tejidos, especialmente cuando se trataba
de dádivas del propio Inka; los tejidos tuvieron asimismo una intensa valuación ritual, pues formaban
parte de las ofrendas hechas a las divinidades y también de los ajuares funerarios. (Pease, F. 2007)

Esta lección valiosa también esconde un detalle más sobre la manera en cómo los integrantes de esta
comunidad y de esta cultura – la quechua, la andina – interpretan el valor e interpretaron el valor de los
bienes y servicios en tiempos pasados, es una forma que, a mi juicio, escapó de las garras de la colonia,
al menos en algún grado y que se logró recuperar en un acto tan simple como proponerse elaborar
manillas para obsequiarlas a las autoridades en señal de buena fe.

Estas dadivas no tenían mayor propósito que, como ya se dijo, afianzar los lazos existentes, reforzar la
comunidad, comprometerse, dar un poco de trabajo para el bien del otro y posteriormente este tendría
que devolverlo.

No es posible estudiar la economía andina al margen de las pautas del parentesco, pues estas hacen
posible la reciprocidad. Los miembros de una familia extensa —ayllu— estaban relacionados por
múltiples obligaciones ritualmente establecidas. Las reciprocidades así generadas abarcaban
prácticamente todos los aspectos de la vida diaria, y ello ha hecho común que cuando se explicara la
vida económica de la población andina, se planteara en términos comunales, entendiéndose la
comunidad basada en la propiedad colectiva de los bienes, básicamente la tierra y los rebaños de
camélidos. Lo que hallamos en realidad en los Andes es una comunidad en el trabajo y no la
existencia de una propiedad común. (Pease, F. 2007)
Puedo concluir, después de ver este desenvolvimiento de la forma de valorar, producir e intercambiar
un bien tan simple como una manilla, puede convertirse en un espacio para comprender la
descolonización de algo tan complejo como la economía o el trabajo en nuestra comunidad. Es preciso
rescatarla de elementos coloniales como la denominada llunkería que abunda en nuestra institución y
abordarla desde el sentido de trabajo retributivo, colaboración y buena predisposición de trabajar entre
nosotros (ñuqanchik) (ñuqayku) para generar un bien mayor que ya trasciende unas meras manillas, me
refiero a mejorar la educación dejando prácticas coloniales, asumiendo una de las fuerzas y principios
fundamentales del imperio inca: trabajar conjuntamente.
Bibliografía.

Fischer, E. 2011. Los tejidos andinos, indicadores de cambio: apuntes sobre su rol y significado en una
comunidad rural. Chungará (Arica). Revista de Antropología Chilena.

Artesanía por el Mundo. El secreto del tejido andino ancestral. Disponible en:
https://www.artesaniaporelmundo.com/tejido-andino-ancestral-telar-a-cintura/

Sandra, B. 2020. Textil andino: artefacto de tecnologías flexibles. Revista de Ciencia Cultural V. La
Paz. Disponible en: http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-
33232020000200012

El diario. La fuerza simbólica del tejido andino. Navarro, A. 21 de agosto de 2017 20:43h. Disponible
en: https://www.eldiario.es/alternativaseconomicas/fuerza-simbolica-tejido-andino_132_3228299.html

Diaz, M.J. El tejido andino: Tecnolgía y diseño de una tradición milenaria. Disponible en: https://ge-
iic.com/files/Publicaciones/el_tejido_andino.pdf

Marielita. Las tradiciones textiles en el mundo andino unen la historia de los Andes con el presente de
las comunidades. Consultado el 07 de septiembre de 2022. Disponible en:
https://marielitacolor.com/las-tradiciones-textiles-en-el-mundo-andino/textil-andino/

Museo de Chileno de Arte Precolombino. Awakhuni Tejiendo la Historia Andina. Disponible en:
https://museo.precolombino.cl/wp-content/uploads/2020/09/Awakhuni-tejiendo-la-historia-andina.pdf

Kaiser, A. 2021. El economista callejero. El Mercurio S.A.P. Chile.

Pease, F. 2007. Los incas. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Av.
Universitaria 1801, Lima 32 – Perú.

También podría gustarte