Está en la página 1de 20

UNIVERSIDAD DE ORIENTE

NÚCLEO DE ANZOÁTEGUI
ESCUELA DE INGENIERÍA Y CIENCIAS APLICADAS
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA QUÍMICA
COMISIÓN DE TRABAJO DE GRADO

FORMULACIÓN DE MACROESFERAS BIOPOLIMÉRICAS DE UREA EMPLEANDO


HIDROGELES DE QUITOSANO Y ALMIDÓN PARA SU POTENCIAL APLICACIÓN
COMO FERTILIZANTE DE LIBERACIÓN CONTROLADA

Presentado por:

______________________ ______________________
Br. Richard R. Urbano D. Br. Micelys J. Bermúdez N.
C.I: 26.256.676 C.I: 26.688.436

____________________
Ing. Yraima Salas
Asesor académico

Puerto La Cruz, julio de 2022


1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Por muchos años se han utilizado a los fertilizantes como una herramienta para
mantener o incrementar el contenido de nutrientes en el suelo y estimular el crecimiento
de las plantas, sin embargo, con el paso del tiempo y el aumento desmedido de la
población mundial se ha visto la necesidad de cambiar el simple abono o compost
natural por otro tipo de productos que reporten mejores resultados con respecto a la
cantidad y velocidad de crecimiento de las plantaciones.
Es en este escenario cuando aparecen los fertilizantes artificiales, que desde 1840
han contribuido al rendimiento de los cultivos y ocupado un papel estelar en la agricultura
moderna. A pesar de lo beneficioso que esto puede resultar para la agricultura, la
aplicación excesiva de los fertilizantes minerales solubles, y el mal manejo de sus
deshechos, ha dado como resultado una serie de problemas ambientales graves, tal es
el caso de: eutrofización en ríos y lagos, contaminación de aguas subterráneas,
contaminación del aire, degradación de los suelos y los ecosistemas, desequilibrio
biológico, variación de pH y reducción de la biodiversidad.
Como respuesta a esta problemática surgen los fertilizantes de liberación lenta,
controlada y estabilizados (SCRSF por sus siglas en inglés), los cuales se han
convertido en una alternativa para disminuir las pérdidas de elementos minerales en el
sistema suelo-planta-atmósfera, ocasionadas por fenómenos como: lixiviación,
volatilización, escorrentía y desnitrificación. Estos productos, también llamados
“fertilizantes inteligentes”, abandonan la forma granular soluble clásica y se incorporan
en cápsulas especiales, lo cual les da la posibilidad de tener diversas funciones, ya sea
liberar de forma gradual y equilibrada la sustancia o en los casos más sofisticados la
distribución selectiva de sustancias basada en las condiciones específicas del suelo. Los
fertilizantes inteligentes son capaces de reaccionar a variables como la humedad, la
temperatura y la acidez, limitando así en gran medida su presencia en el suelo y la
obligada intervención humana.
La mayoría de los fertilizantes de liberación controlada utilizados a nivel comercial
son fertilizantes comprimidos que han sido recubiertos con azufre o un polímero. En los
últimos años se han generado formulaciones utilizando polímeros hidrofílicos
biodegradables como el alginato y la pectina, entre otros, o utilizando sistemas
matriciales no biodegradables preparados con nylon o formaldehido, sin embargo,
muchos de estos no han llegado a comercializarse en forma masiva, principalmente por
su alto costo de producción o porque generan una contaminación asociada al hecho de
no ser del todo biodegradables.
Como alternativa, se ha explorado el uso de hidrogeles preparados a partir de
matrices poliméricas naturales que ya han sido utilizados en numerosas aplicaciones
relacionadas con las áreas biomédica, agrícola, ambiental y farmacéutica. Los hidrogeles
poseen una estructura tridimensional capaz de retener una gran proporción de agua,
soluciones o fluidos biológicos. El uso de hidrogeles biodegradables como sistemas de
liberación controlada de fertilizantes químicos y biológicos, permitiría optimizar el manejo
del agua, reducir los costos relacionados con la mano de obra para realizar el riego,
minimizar las pérdidas de fertilizante químico, suministrar nutrientes a las plantas durante
períodos prolongados, disminuir la frecuencia de aplicación del agroquímico y minimizar
los potenciales efectos negativos asociados con la sobredosificación y la lixiviación.
Partiendo de la necesidad de desarrollar productos que aporten diversidad a las
opciones disponibles actualmente en el mercado y de lo importante que resulta la
implementación de materias primas naturales, surge este proyecto de investigación que
busca formular un nuevo fertilizante de liberación controlada, cuyo modo de presentación
serán macroesferas biopoliméricas hechas con hidrogeles de quitosano, proveniente de
los algas marinas o exoesqueletos de crustáceos, y de almidón, obtenido del maíz y de
la yuca; tomando como ventaja para la adquisición de estos materiales la envidiable
ubicación de la zona norte del estado Anzoátegui en donde convergen el llano y la costa.
El fertilizante convencional que se empleará como componente principal de estas
macroesferas será urea, también conocida como carbamida y cuya formula química es:
CO(NH2)2, la cual constituye una importante fuente de nitrógeno para los cultivos, sin
embargo, por sí sola no es tan estable como otros fertilizantes nitrogenados sólidos y se
descompone a temperatura ambiente, en particular en una atmósfera húmeda, liberando
amoníaco y dióxido de carbono, lo que provoca daños al medio ambiente. Es por ello
que un recubrimiento biopolimérico de la misma crea un microambiente capaz de
controlar las interacciones entre la parte interna y externa de la cápsula, aumentando el
aprovechamiento del producto y reduciendo los deshechos asociados con el mismo.
Para realizar una formulación efectiva de este fertilizante potencial será necesario
iniciar por la identificación de las distintas técnicas y métodos experimentales que se
pueden utilizar para la síntesis del mismo, considerando las variables que juegan un
papel vital en cada uno con el fin de determinar cual resulta más idóneo o beneficioso
para los fines de este proyecto. Una vez aclarado el paso anterior se podrán elaborar
distintas macroesferas biopoliméricas de fertilizante, para ello se deben realizar
variaciones en la concentración de los componentes de la mezcla de polímeros de tal
manera que se pueda dar con la combinación idónea y obtener macroesferas no solo
estables sino eficaces.
De igual manera resultará preciso hacer una caracterización del fertilizante
preparado, mediante pruebas que permitan analizar su estructura, composición y las
propiedades fisicoquímicas del mismo, para comprobar que se ajusta a los estándares y
normativas que regulan la fabricación de estos productos. Por último, se deberá
comprobar la eficiencia del producto al comparar su actuación con la de un fertilizante
convencional, todo esto a través de experiencias de laboratorio y de campo, para
verificar, entre otras cosas, la evolución de la concentración acumulada del agente activo
liberado en función del tiempo.
La agricultura venezolana ha decaído en los últimos años y cada vez resulta más
necesario evolucionar la forma en que se producen los alimentos en este país,
realizando un giro a la agricultura orgánica y sustentable, alejada de la dependencia de
agroquímicos sintéticos, y que garantice la salud de los suelos y los ecosistemas. En
este cambio de paradigmas, realizar un fertilizante de liberación controlada que no solo
ofrezca respuestas a las demandas ecológicas, sino que también resulte productivo, se
vuelve un tema de investigación más que necesario y que sin duda aporta un grano de
arena al planteamiento de soluciones viables que ofrezcan un cambio a la dinámica
actual de la nación.
2. OBJETIVOS

2.1. Objetivo general


Formular macroesferas biopoliméricas de urea empleando hidrogeles de quitosano y
almidón para su potencial aplicación como fertilizante de liberación controlada.

2.2. Objetivos específicos


1. Identificar la aplicabilidad de distintos métodos y las variables de interés asociadas
con los mismos para la preparación de matrices biopoliméricas en fertilizantes de
liberación controlada.
2. Elaborar diferentes macroesferas biopoliméricas de fertilizante mediante variaciones
en la composición final de la mezcla de quitosano, almidón y urea.
3. Analizar la estructura, composición y propiedades fisicoquímicas de las macroesferas
de fertilizante elaboradas.
4. Comparar la efectividad de las macroesferas de fertilizante obtenidas con el
desempeño de fertilizantes convencionales disponibles en el mercado.
3. MARCO TEORICO

3.1. Antecedentes
Como punto de partida para llevar a cabo el proyecto resulta preciso tomar como fuente
de inspiración y conocimiento las experiencias vividas por diversos profesionales a nivel
mundial que se han planteado el reto de sumergirse en el mundo de los fertilizantes de
liberación controlada y que desarrollaron proyectos de investigación con técnicas y
metodologías sumamente útiles. Los trabajos de investigación considerados como
relevantes y que servirán como antecedentes del proyecto se presentan a continuación.
Rodríguez (2019), evaluó el comportamiento de un fertilizante fosfórico (fosfato
mono potásico, KH2PO4) encapsulado en una matriz polimérica de almidón modificado y
su efecto como fertilizante de liberación lenta en la etapa vegetativa del cultivo de pepino
(Cucumis sativus L.), con la intención de incrementar la eficiencia de la disponibilidad del
potasio en plantas por la liberación lenta en el suelo.
Este proyecto de investigación ha sido seleccionado como antecedente porque
plantea dos métodos de evaluación para certificar la eficacia de fertilizantes de liberación
controlada, el primero denominado in vitro evaluó la difusión del fósforo a través de
medio de soporte sólido en diferentes condiciones de temperatura durante 30 días de
incubación para demostrar que existe un efecto del pH en la difusión de fósforo por parte
del fertilizante encapsulado y el segundo llamado in vivo que se desarrolló en
condiciones de invernadero donde se suministró a las plantas el fertilizante encapsulado
en un 10% menos de la dosis convencional y se modificó el pH del agua de riego para
evaluar parámetros biométricos y fisiológicos del cultivo. Resulta importante tomar en
cuenta estas técnicas para realizar pruebas que permitan comprobar la eficacia del
fertilizante a desarrollar, en los cultivos donde se plantee su uso.
Llive (2018), desarrolló sistemas de encapsulación de diferentes fertilizantes tipo
NPK, para promover su liberación en forma modulada empleando el polvo de yerba mate
como parte de la formulación, al contener un elevado porcentaje de materia orgánica
(alrededor de 90%) y de minerales como calcio, magnesio y potasio, importantes para el
crecimiento de los cultivos. Las cápsulas fueron obtenidas mediante gelificación iónica, al
agregar el fertilizante comercial y el polvo de yerba mate a una solución de alginato de
sodio 2,0% w/v en agua; una vez homogeneizada la mezcla se dejó gotear en una
solución de cloruro de calcio di hidratado para lograr su endurecimiento.
El aporte de este proyecto, para el proceso de investigación en curso, radica en la
implementación de la técnica de gelificación iónica que incrementa la estabilidad de
compuestos bioactivos, como una alternativa versátil y eficiente de encapsulación. Se
demostró que el uso de mezclas como materiales encapsulantes incrementa la eficiencia
en el proceso y la posibilidad de que las mismas puedan servir de aporte nutritivo
adicional a los fertilizantes convencionales, tal y como se pretende lograr con el
quitosano y el almidón
Dima, Sequeiros y Zaritzky (2017), sintetizaron microesferas de quitosano, obtenido
de los exosqueletos de crustáceos de descartes pesqueros, con el fin de encapsular
urea y evaluar la liberación de la misma en contacto con agua durante diferentes
períodos de tiempo. Se realizaron dos sistemas de encapsulamiento, encontrándose que
el más efectivo fue el obtenido mediante una solución de quitosano al 1% en ácido
acético, agregada gota a gota a una solución de NaOH 1% en etanol al 26% con
diferentes concentraciones de urea (1, 2 y 3%).
El mencionado trabajo resulta valioso para el proyecto que se quiere realizar ya que
plantea un proceso bien definido de obtención de quitosano, el cual es de gran ayuda a
la hora de transformar los desechos de frutos del mar que serán empleados como
materia prima. El disponer de estas técnicas bien definidas resulta importante para el
proceso experimental e investigativo puesto que permiten repetir la experiencia y
determinar la eficacia de la misma, al igual que formular actualizaciones y mejoras si así
lo amerita.
Bao, Chen, Ji, Liu, Xiao, Xie y Yu (2016), establecieron un método para preparar
fertilizantes de liberación controlada, empleando urea incrustada en un polímero super
absorbente con base de almidón (PSABA). Se utilizaron tres almidones de maíz con
diferentes proporciones de amilosa/amilopectina para comprender el impacto de la
estructura molecular original en el rendimiento y capacidad de liberación de los PSABAs;
estableciéndose la dependencia que tiene el desempeño de la liberación controlada
(mayor a 45 días) por la mezcla reactiva, la estructura, la fuerza del gel y la capacidad de
hinchamiento del PSABA. El método plantea la modificación del almidón para producir el
polímero y acto seguido adicionar urea.
Este antecedente resulta particularmente importante puesto que permite conocer un
método de encapsulamiento basado en un polímero super absorbente con base de
almidón, que es un punto vital del proyecto a realizar, planteando la posibilidad de
identificar las variables críticas, así como los materiales y equipos necesarios para
replicar el procedimiento experimental. De esta manera se puede comprobar la eficacia
del método y la versatilidad del mismo al incorporar el quitosano como un componente
nuevo a la mezcla.

3.2. Fertilizantes
El término “fertilizante”, se refiere a cualquier sustancia que contenga uno o más
reconocidos nutrientes, que son utilizados por las plantas y que están diseñados para
este uso o afirman, que tienen el valor de estimular el crecimiento de la planta. Se
considera que el fertilizante ideal debe poseer al menos tres características
fundamentales: 1) Que necesite una aplicación única a lo largo del período de
crecimiento de la planta, con la proporción adecuada de nutrientes para su desarrollo
óptimo, 2) Tener una alta productividad agronómica, y 3) Impactos adversos mínimos en
tierra, agua y medioambiente.

3.3. Fertilizantes de liberación lenta y controlada.


Jiménez Gómez (1992) define a la liberación controlada como la transferencia lenta,
moderada o gradual, de un material activo desde un sustrato de reserva a otro medio,
con el fin de conseguir sobre el mismo una acción determinada. Con ello se consigue
aumentar la eficacia del material activo prolongando su acción en el tiempo, se reduce su
impacto sobre aquellos otros medios a los que no van especialmente dirigidos, se
simplifica su dosificación, se evitan pérdidas por degradación, volatilización y lixiviación.
Los fertilizantes de liberación lenta y controlada, son fertilizantes que contienen
nutrientes de forma que: a) retrasan su disponibilidad para la absorción y uso de la
planta después de la aplicación o, b) están disponibles para la planta por periodos
significativamente mayores que los “fertilizantes de disponibilidad inmediata”, como el
nitrato de amonio, urea, entre otros según Nutralene (1993).

3.4. Encapsulación
La encapsulación es un proceso en el cual un material o una mezcla de materiales son
recubiertos o entrampados dentro de otro sistema. El material a ser recubierto es
frecuentemente líquido, pero pueden ser también partículas sólidas o gaseosas y se los
conoce por diferentes nombres como: material de núcleo, compuestos activos, carga útil
o fase interna. Los materiales que son parte de los sistemas de cobertura o revestimiento
se denominan como: material de pared, membrana, soporte, envoltura o revestimiento
(Risch, 1995).
Las técnicas de encapsulación, permiten el empaquetamiento de diferentes
materiales como alimentos, aceites, probióticos, enzimas, pigmentos vegetales,
minerales, vitaminas y aditivos alimentarios. Entre los principales agentes utilizados para
encapsular se pueden mencionar: polivinil alcohol (PVA), alginatos, lípidos,
carbohidratos, gomas y proteínas.

3.4.1. Técnicas de encapsulación

3.4.1.1. Procesos Químicos


Coacervación
Es un fenómeno que se presenta en soluciones coloidales y se considera como el
método original de encapsulación. El coacervado consiste en un soluto de polímeros
separado en forma de gotas líquidas pequeñas. La deposición de este coacervado
alrededor de las partículas insolubles dispersas en un líquido forma cápsulas iniciales,
que por una gelificación apropiada dan como resultado las cápsulas finales (Madene,
2006).

Gelificación Iónica
La gelificación iónica se produce por el entrecruzamiento de unidades de ácido urónico
de distintas cadenas de alginato con cationes multivalentes (Ca+2, Zn+2, Fe+2/+3,
Co+2, Ba+2, Al+3). Las cápsulas más utilizadas son las de alginato de Ca por su
sencillez de preparación a escala de laboratorio, por extrusión o emulsificación, incluso
en condiciones estériles. Son muy versátiles; virtualmente cualquier compuesto puede
ser encapsulado con este sistema, ya sea hidrofóbico o hidrofílico, líquido o sólido
(López, Deladino, Navarro, & Martino, 2011).
Gelificación externa.
En la gelificación externa, la sal de calcio soluble es agregada a una emulsión
Agua/Aceite (W/O). El tamaño de partícula no puede ser bien controlado y las partículas
tienden a coagular en grandes masas antes de adquirir la consistencia apropiada.
Además, el tamaño de partícula que se obtiene es grande entre 400 μm y 1 mm
(Rodríguez-Llimos, Chiappetta, Szeliga, Fernández, & Bregni, 2003).

Gelificación interna.
La gelificación interna se basa en la liberación del ion calcio desde un complejo insoluble
en una solución de alginato de sodio. Esto se lleva a cabo por acidificación de un
sistema aceite-ácido soluble, con participación en la fase acuosa del alginato. Esta
técnica permite obtener partículas de un tamaño de aproximadamente 50 mm (Poncelet,
1992).

3.4.1.2. Procesos Mecánicos


Secado por aspersión
El procedimiento del secado por aspersión involucra tres etapas: preparación de la
dispersión o solución, homogenización y atomización. Este proceso consiste en atomizar
el material que se encuentra en estado líquido, ya sea como solución o como dispersión,
formándose al final gotas finas sobre una corriente de gas calentado, cuando las
pequeñas gotas del líquido toman contacto con el gas, y a una mayor temperatura, se
produce una rápida evaporación del solvente formándose una fina película del material
de recubrimiento. En este método el componente o sustancia a encapsular es rodeado
por una matriz protectora, normalmente un polímero como goma, maltodextrina, almidón
y carboximetilcelulosa. Entre las ventajas principales de este proceso se encuentran: la
disponibilidad de equipos, costo bajo de los procesos, buena retención de volátiles,
buena estabilidad del producto final y producción a gran escala en modo continuo
(Pedroza-Islas, 2002).

Extrusión
La microencapsulación por extrusión involucra el paso de una emulsión del material
activo y el material de pared a través de alta presión. La extrusión constituye el segundo
proceso más usado, después del secado por aspersión, para la encapsulación de
sabores. Un proceso típico involucra la mezcla de sabores con jarabe de maíz o almidón
modificado caliente, extrudiendo la mezcla en forma de esferitas (pellets) dentro de un
baño con un disolvente frío como el isopropanol. El disolvente frío solidifica el jarabe en
un sólido amorfo, bañando los sabores (Huertas, 2010)
La selección del método de encapsulación será en función del: tamaño medio de la
partícula requerida, de las propiedades físicas del agente encapsulante, de la sustancia
a encapsular, de las aplicaciones del material encapsulado propuesto, del mecanismo de
liberación deseado y del costo (Villena, 2009).

3.4.2. Encapsulación de fertilizantes de liberación controlada


La principal característica aplicable de estos fertilizantes está orientada al rendimiento de
los mismos. El nitrógeno, en estado mineral típico de algunos de los fertilizantes
comerciales comunes, es el nutriente que presenta una menor eficacia en el suelo,
alcanzándose en ocasiones pérdidas de hasta el 50 % de la cantidad del nutriente
aportado, por lo tanto, el objetivo central de los fertilizantes de liberación lenta o
controlada consiste en aumentar su eficacia mediante la lenta transformación al estado
en que el cultivo pueda absorberlo y sincronizando esta transformación con el ritmo de
fijación y asimilación del nitrógeno por parte de la planta (Ballester Olmos, 1994).
La encapsulación de nutrientes tipo N-P-K que son los componentes principales de
los fertilizantes comerciales, se ha realizado con el objetivo de reducir la disolución
inmediata y excesiva del fertilizante, mediante la aplicación de una o varias capas
uniformes que retrasen su inmediata disponibilidad para las plantas, sin embargo los
recubrimientos utilizados deben cumplir con varias características como el ser: inocuos,
inactivos, de baja solubilidad, biodegradables, de aplicación fácil, efectivos y de costos
moderados de acuerdo al producto a desarrollar. De acuerdo a estas consideraciones, la
idea de desarrollar un fertilizante encapsulado utilizando el polvo de yerba mate (PYM),
nos permite utilizar un subproducto de la industria yerbatera, que incorporado en la
matriz tendría doble efecto; a) proteger al nutriente encapsulado en sinergia con el
polímero utilizado y b) aprovechar los nutrientes minerales existentes en el PYM, para
que puedan ser utilizados por las plantas (Ballester Olmos, 1994).

3.5. Polímeros
Son un tipo de macromoléculas constituidas por cadenas de unidades más simples,
llamadas monómeros, unidas entre sí mediante enlaces covalentes. Generalmente son
moléculas orgánicas de enorme importancia tanto en el mundo natural como en el
industrial. Entre estas moléculas se incluyen el ADN en nuestras células, el almidón de
las plantas, el nailon y la mayoría de los plásticos (Álvarez, 2021).

3.5.1. Polímeros Naturales


No todos los polímeros han sido fabricados por el ser humano. Algunos de ellos, como el
caucho y el algodón, son productos naturales usados desde la antigüedad. No obstante,
los polímeros naturales dan algunos problemas, ya que son demasiado quebradizos y se
deforman con facilidad. Estas propiedades, derivadas de sus características
estructurales, se han solventado con un proceso químico, conocido como vulcanización
o recauchutado, con el que se entrecruzan las cadenas de poliisopreno (Álvarez, 2021).

3.5.2. Polímeros Sintéticos


Por otro lado, los polímeros artificiales se sintetizan en un laboratorio y son usados de
forma masiva en un gran número de aplicaciones. Su uso está tan extendido debido a su
bajo coste de producción. Además, tienen unas propiedades y estructuras químicas
idóneas, ya que han sido creados por el hombre para cumplir una función específica
(Álvarez, 2021).
3.6. Hidrogeles
Son geles poliméricos hidrofílico que poseen una estructura tridimensional capaz de
retener una gran proporción de agua, soluciones o fluidos biológicos. La estructura
tridimensional es consecuencia de las interacciones y/o enlaces entre las cadenas
poliméricas, entre los que podemos mencionar: enlaces covalentes, enlaces por puente
hidrógeno, interacciones coulómbicas (electrostáticas) y fuerzas de Van der Waals
(Gonzales, 2010).
Los materiales utilizados para la obtención de hidrogeles pueden ser polímeros
sintéticos y/o naturales. Algunos polímeros naturales se pueden utilizar con escaso o
nulo tratamiento químico previo o con modificaciones químicas que permiten obtener
productos con propiedades diferentes a las originales. El uso de polímeros sintéticos no
biodegradables en hidrogeles con potencial aplicación para la liberación controlada de
fertilizantes químicos y biológicos es desventajoso porque aumenta el costo final del
producto, no son ambientalmente amigables y tampoco son aptos para suelos con altos
contenidos de sales (Xie, 2015).

3.7. Quitosano
Dentro de los biopolímeros más ampliamente usados para la preparación de CRFs se
encuentra el quitosano (CS), que es un poliaminosacárido que se encuentra en estado
natural en las paredes celulares de algunos hongos e insectos. Sin embargo, su principal
fuente de producción es la hidrólisis de la quitina en medio alcalina para lo que
usualmente se utiliza hidróxido de sodio o de potasio a elevada temperatura. La quitina
es el biopolímero más abundante en la naturaleza después de la celulosa. Su mayor
fuente natural reside en el caparazón de los crustáceos. Es altamente hidrofóbico e
insoluble en agua y en la mayoría de los solventes orgánicos, lo que limita drásticamente
su uso (Anitha, 2014).

3.8. Almidón
Es un polisacárido natural, de bajo costo que se encuentra presente en granos, semillas
y tubérculos de las plantas como compuesto energético de reserva, presentando en su
característica granular varias formas y tamaños que dependen básicamente de la fuente.
Su composición química es la de un polisacárido formado únicamente por unidades
glucosídicas, es decir que es una macromolécula formada por gran cantidad de
moléculas de anhidro glucosa que se repiten (Liu, 2017).
Los gránulos de almidón están compuestos por dos componentes principales de D-
glucopiranosa en su estructura, la amilopectina y la amilosa cuya proporción es variable
y depende de la fuente del almidón.
El almidón es insoluble en agua a temperatura ambiente, pero por calentamiento en
un medio acuoso sufre un proceso denominado gelatinización. Para este proceso se
requiere un porcentaje de agua mayor al 30 % y una temperatura entre 60 y 75 ºC, valor
que depende de la fuente de origen del almidón. El fenómeno es originado por la ruptura
de los enlaces de hidrógeno en las cadenas del almidón. Como consecuencia del
mencionado proceso, la amilosa sale del gránulo y permite la entrada de moléculas de
agua a los espacios entre las cadenas de amilopectina, quedando los grupos OH más
expuestos para interaccionar con el agua. Cuando la temperatura alcanza un valor
comprendido entre 60 y 75 °C (dependiendo de la fuente del almidón), comienza un
proceso que provoca un aumento en el desorden de las macromoléculas y
consecuentemente una pérdida de la cristalinidad de forma irreversible (Wang, 1997).
Cuando el sistema almidón-agua ya gelificado se enfría, los enlaces de hidrógeno
entre las cadenas del polímero y las moléculas de agua se reemplazan con enlaces de
hidrógeno entre las cadenas poliméricas. A nivel molecular, este proceso de
reasociación se denomina retrogradación. De esta manera las cadenas
macromoleculares se reordenan produciendo zonas cristalinas debido a la formación de
enlaces de hidrógeno entre las mismas.

3.9. Urea
La Urea, también conocida como carbamida o carbonildiamida, es el nombre del ácido
carbónico de la diamida cuya fórmula química es CO(NH 2)2. Se presenta como un sólido
cristalino y blanco de forma esférica o granular. Es una sustancia higroscópica, es decir,
que tiene la capacidad de absorber agua de la atmósfera y presenta un ligero olor a
amoníaco. Considerada la mayor fuente de nitrógeno en el mundo debido a su alta
concentración y a su precio normalmente atractivo por unidad de N. Sin embargo, su
aplicación requiere buenas prácticas agrícolas para evitar pérdidas por evaporación de
amoníaco en el aire. La urea debería ser aplicada sólo cuando sea posible incorporarla
inmediatamente en el suelo después de esparcida o cuando la lluvia se espera en pocas
horas después de la aplicación (FAO & IFA, 2002).
La urea es soluble en agua y no es retenida por el suelo, se hidroliza en contacto
con el agua y bajo la acción de la ureasa.

CO(NH2)2 + H2O → 2 NH3 + CO2


(Ec.1)

En buenas condiciones de temperatura y humedad dicha hidrólisis puede realizarse


en dos o tres días mientras que en condiciones tropicales y subtropicales se puede
realizar en pocas horas. En esta primera reacción se observa un comportamiento básico
(al pasar de amida a carbonato amónico). Posteriormente la forma amoniacal pasa a
forma nítrica (liberando H+ al medio), que es la forma en que la mayoría de las plantas
asimilan el nitrógeno. Por lo que el comportamiento final de la urea es de carácter ácido.
Las pérdidas sustanciales por evaporación de amoníaco ocurrirán, particularmente en
suelos alcalinos, mientras que en suelos donde una incorporación superficial es
suficiente, el amoníaco es adsorbido como NH4+ en las partículas de la materia orgánica
y arcilla del suelo y de este modo protegido contra las pérdidas por evaporación (Zaman,
2010).
La urea, es el insumo más utilizado entre el grupo de los fertilizantes nitrogenados,
siendo la República Argentina, el mayor productor de urea en América Latina (Van
Soest, 1995).
4. MARCO METODOLÓGICO

4.1. Etapas del proyecto


Este proyecto será desarrollado mediante la ejecución de una serie de etapas que se
presentan a continuación:

Etapa I. Revisión y recopilación de material bibliográfico.


Esta etapa inicial estará orientada en la recopilación de información importante para el
proyecto, que resulte de utilidad para entender cuáles son las particularidades y
propiedades que definen a los fertilizantes de liberación controlada y los estándares que
regulan su elaboración. De igual manera se buscarán conocer los procedimientos, así
como los materiales y equipos necesarios, para la elaboración y caracterización de las
macroesferas de fertilizante, todo esto mediante la revisión de libros, artículos, trabajos
de investigación y algún otro medio que permita complementar el estudio y alcanzar los
objetivos.
Tiempo estimado: 25 semanas.

Etapa II. Identificación de la aplicabilidad de distintos métodos y las variables de


interés asociadas con los mismos para la preparación de matrices biopoliméricas
en fertilizantes de liberación controlada.
En el transcurso de esta etapa se realizará una investigación exhaustiva para identificar
cuáles son los métodos y procedimientos para la preparación de hidrogeles y
macroesferas de fertilizante, con el objetivo de seleccionar el que permita obtener de
manera más eficaz y eficiente las matrices biopoliméricas que servirán como
recubrimiento del fertilizante; todo esto luego de tomar en consideración y analizar las
variables críticas y condiciones de operación asociadas a cada técnica, su aplicabilidad
en función de las materias primas a emplear, al igual que las ventajas y desventajas de
las mismas.
Tiempo estimado: 3 semanas.

Etapa III. Elaboración de diferentes macroesferas biopoliméricas de fertilizante


mediante variaciones en la composición final de la mezcla de quitosano, almidón y
urea.
En esta etapa se llevará a cabo la producción de las macroesferas biopoliméricas, para
ello resultará necesario elaborar los hidrogeles que servirán de base. Lo primero en
hacerse será una solución de quitosano, agregando el polímero en polvo sobre una
solución acuosa de ácido láctico al 1 % m/m bajo agitación mecánica a temperatura
ambiente, de manera que la concentración final fuera igual a 3 % m/m de quitosano.
Luego se debe preparar un gel de almidón adicionando la suficiente cantidad de almidón
de yuca en polvo sobre agua desionizada de manera que la concentración final fuera del
8 % m/m, para posteriormente calentar bajo agitación constante a 78 °C, hasta la
gelatinización.
De igual manera se preparará una solución del llamado entrecruzante iónico, para
ello se emplea una solución de tripolifosfato de sodio adicionando la masa necesaria de
sal al agua desionizada con agitación magnética hasta obtener una concentración final
de 1 % m/m.
Las macroesferas se obtendrán empleando una técnica de goteo del material
polimérico sobre la solución del entrecruzante iónico utilizando agitación magnética,
regulando el goteo en función del diámetro de la boquilla. Posteriormente estas se deben
lavar para retirar el exceso de la solución y luego secar en una estufa de vacío a 40 °C
hasta alcanzar peso constante.
Será necesario hacer 3 tipos de macroesferas: unas utilizando únicamente la
solución de quitosano, otras empleando solo el hidrogel de almidón y las terceras que
serán una mezcla de quitosano y almidón, todo esto en diversas concentraciones. El
siguiente paso consistirá en la incorporación del fertilizante a las macroesferas. La
absorción de la urea se realizará colocando las macroesferas secas en una solución
saturada del fertilizante modelo seleccionado [CO(NH 2) 2] durante 5 horas.
Tiempo estimado: 4 semanas.

Etapa IV. Análisis de la estructura, composición y propiedades fisicoquímicas de


las macroesferas de fertilizante elaboradas.
Esta etapa puede parecer la más complicada, por la cantidad de recursos que serán
necesarios, y es la orientada a la caracterización de las muestras de macroesferas de
fertilizante obtenidas para determinar sus propiedades fisicoquímicas, composición
química y demás variables de interés; para ello se requerirá de la colaboración y apoyo
de empresas externas y laboratorios, especialmente los dedicados a la elaboración de
fertilizantes, con el fin de poder realizar las evaluaciones pertinentes. Dichas pruebas
son numerosas sin embargo las más importantes permitirán realizar un análisis reológico
a las muestras, el estudio de la cinética de hinchamiento del material, la determinación
de su comportamiento térmico, entre otros.
Tiempo estimado: 5 semanas.

Etapa V. Comparación de la efectividad de las macroesferas de fertilizante


obtenidas con el desempeño de fertilizantes convencionales disponibles en el
mercado.
Para ejecutar esta etapa resultará necesario realizar pruebas in situ, empleando
plantaciones de Catharanthus roseu, una flor de jardín, y de Capsicum annuum,
conocido popularmente como pimentón, para verificar cuanto tarda en ser absorbido el
fertilizante por la tierra en comparación con un fertilizante convencional, e in vitro,
mediante pruebas de laboratorio. En el caso de estas últimas, será posible determinar la
cinética de la liberación del fertilizante de manera bastante práctica mediante una prueba
que consiste en la dilución de las macroesferas cargadas con el soluto en agua
desionizada sin agitación (ensayo estático) a temperatura constante (25 °C), tomando
tres réplicas de cada una de las muestras estudiadas.
También se podrá determinar la fracción soluble de las macroesferas al poner en
contacto una masa determinada de material polimérico con agua desionizada durante 5
horas. Luego, el material hidratado se colocará en una estufa a 30 ºC durante 48 horas
hasta tener un peso constante. La fracción soluble se definirá como la relación entre la
masa perdida como consecuencia de la inmersión en agua del material (m f) y la masa
inicial del material seco antes de la inmersión (m o).
Analizando los tiempos de liberación de los experimentos por inmersión de las
macroesferas en agua en condiciones estáticas, y teniendo en cuenta que la liberación
en el suelo se encuentra controlada por la humedad que limita el proceso de
hinchamiento, se puede inferir si los sistemas analizados podrían utilizarse como
fertilizantes de liberación controlada.
Tiempo estimado: 7 semanas.

Etapa VI. Elaboración del trabajo de grado.


Esta será la etapa final. Se llevará a cabo la formulación y trascripción del trabajo de
grado, el cual es exigido como requisito parcial para obtener el título de Ingeniero
Químico.
Tiempo estimado: 20 semanas.

4.2. Técnicas de análisis


Para lograr un análisis e interpretación de los datos recolectados, que permitan obtener
conclusiones, se emplean las llamadas técnicas de análisis de datos que serán de vital
importancia en las distintas etapas del trabajo investigativo y experimental. Se hará uso
de la tabulación, así como también de gráficas, figuras e imágenes, todo esto con la
finalidad de dar una interpretación de los datos completa, fácilmente comprensible y
justificable.

4.2.1 Técnicas de análisis cualitativo


Las técnicas orientadas a un análisis cualitativo, mediante el cual se extraerán
significados y conclusiones de datos no estructurados y heterogéneos que no se
obtienen de forma numérica o cuantificable, son necesarias para la recopilación de
información que servirá de sustento al marco teórico, al marco metodológico y a la
esquematización de los experimentos por realizar. Se llevarán a cabo cotejando los
datos que se refieren a un mismo aspecto y tratando de evaluar la fiabilidad
interpretando la información, tanto de tipo verbal como escrita, recolectada de entrevistas
personales a especialistas en el área y de la extensa documentación bibliográfica
consultada, incluyendo la reglamentación y/o normativas que se deben cumplir para
obtener un producto de calidad, tal es el caso de las normas COVENIN 1817:2000 y
2647:2018, al igual que las guías de la Asociación Internacional de la Industria de los
Fertilizantes y la FAO.

4.2.2 Matrices comparativas


La estructuración de estas matrices permitirá una mejor visualización de las diferencias
entre varias alternativas; es por esto que para efectos de este proyecto, matrices de
comparación serán creadas para comparar diversos parámetros relacionados con
métodos y procedimientos para la preparación de hidrogeles y macroesferas de
fertilizante, incluyendo sus respectivas variables y condiciones de operación, para así
facilitar el discernimiento acerca de cuál técnica ofrece el rendimiento productivo y
eficiencia deseados.
4.2.3 Técnicas de análisis cuantitativo
Dentro del análisis cuantitativo se incluyen los valores numéricos obtenidos mediante la
realización de los experimentos con diversos equipos e instrumentos para conocer las
propiedades fisicoquímicas y la composición de la matriz de fertilizante elaborada.
Algunas de las técnicas serán el análisis de reología dinámica, microscopía electrónica
de barrido (SEM), espectroscopia infrarroja con transformada de Fourier (FTIR),
calorimetría diferencial de barrido, análisis termogravimétrico, determinación de la
fracción soluble y análisis de liberación de fertilizante.
De igual manera se llevará a cabo un análisis estadístico, que implicará la
recopilación, interpretación y validación de datos. Será necesario el empleo de métodos
estadísticos ya que como todo trabajo experimental se deben recolectar distintas
muestras que serán evaluadas por triplicado y que requieren el cálculo de la media,
mediana y desviación estándar para lograr un mejor entendimiento de los resultados.

4.3 Equipos y herramientas


Los equipos resultan necesarios en la elaboración de los hidrogeles, las macroesferas y
en el posterior análisis de la caracterización de propiedades y composición del producto
final. En la etapa de preparación de las macroesferas poliméricas, los equipos a utilizar,
incluyen un agitador mecánico Biotraza OS40-PRO, una estufa de vacío FAC y un
lavador ultrasónico; en la caracterización de las propiedades fisicoquímicas se emplean
un gran número de equipos, especialmente un reómetro Paar Physica MCR 300, un
microscopio electrónico de barrido a alto vacío Karl Zeiss Supra 40, un
espectrofotómetro FTIR Nicolet 380, Thermo Scientific, un Calorímetro Shimadzu,
modelo DSC-60 Plus, entre otros. Finalmente, para la recopilación de información y
redacción del trabajo de grado se emplearán dos computadores, modelos: Lenovo
ThinkPad T560 y Acer Aspire 5335.
En términos de herramientas, serán necesarios Microsoft Office Word y Microsoft
Office Excel, ambos en versión de 2019, para la redacción y presentación en documento
del proyecto desarrollado y la realización de algunos cálculos estadísticos,
respectivamente.

4.4 Materiales
Se incluyen el mobiliario de laboratorio necesario, como vaso de precipitados, gotero,
embudo y balón aforado. Las materias primas que se requieren son: quitosano en polvo
de masa molar media con un grado de desacetilación del 81 %, almidón de yuca en
polvo, tripolifosfato de sodio en polvo con 85 % de pureza, ácido láctico en solución
acuosa al 90% v/v y agua desionizada.

4.5 Sustancias
Como sustancia principal se tiene a la urea que no solo es el fertilizante más popular
sino el sólido granulado de mayor concentración de nitrógeno (N), la cual fue escogida
como el principio activo a encapsular por la matriz biopolimérica; de igual manera se
pueden incluir a los hidrogeles de quitosano y de almidón que posteriormente, y
mediante gelificación iónica, se convertirán en macroesferas poliméricas.
4.6 Cronograma de actividades

UNIVERSIDAD DE ORIENTE NÚCLEO ANZOÁTEGUI


CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
Departamento de ing. Química
TÍTULO DEL PROYECTO: FORMULACIÓN DE MACROESFERAS BIOPOLIMÉRICAS DE UREA EMPLEANDO HIDROGELES DE
QUITOSANO Y ALMIDÓN PARA SU POTENCIAL APLICACIÓN COMO FERTILIZANTE DE LIBERACIÓN CONTROLADA
Semanas
Nº Etapas 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1 11 12 13 1 15 16 17 1 19 20 21 2 23 24 25
0 4 8 2
1 Revisión y recopilación de material
bibliográfico
2 Identificación de la aplicabilidad de
distintos métodos y las variables
de interés asociadas con los
mismos para la preparación de
matrices biopoliméricas en
fertilizantes de liberación
controlada
3 Elaboración de diferentes
macroesferas biopoliméricas de
fertilizante mediante variaciones
en la composición final de la
mezcla de quitosano, almidón y
urea.
4 Análisis de la estructura,
composición y propiedades
fisicoquímicas de las
macroesferas de fertilizante
elaboradas
5 Comparación de la efectividad de
las macroesferas de fertilizante
obtenidas con el desempeño de
fertilizantes convencionales
disponibles en el mercado
6 Elaboración del trabajo de grado
Autores: Richard R. Urbano D. y Micelys J. Bermúdez N.
Fecha: 15/07/2022
5. BIBLIOGRAFÍA
Álvarez, D (2020). Polímeros. Recuperado de: https://concepto.de/polimeros/.

Anitha, A (2014). Chitin and chitosan in selected biomedical applications. Journal of


Membrane Science, 39 (9), 1644-1667.

Ballester Olmos, J. F. (1994). Abonos nitrogenados de liberación lenta: Ministerio de


Agricultura, Pesca y Alimentación, Madrid (España).

FAO, I., & IFA, A. (2002). Los Fertilizantes y su Uso. Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Asociación Internacional de la
Industria de los Fertilizantes.

Gonzales, M (2010). Los hidrogeles. Recuperado de:


https://quimica.laguia2000.com/conceptos-basicos/los-hidrogeles

Huertas, R. A. P. (2010). Revisión: Microencapsulación de Alimentos. Revista Facultad


Nacional de Agronomía, 63(2), 5669-5684.

Jiménez Gómez, S. (1992). Fertilizantes de liberación lenta: Introducción. Fertilizantes de


liberación lenta. Jiménez Gómez, S. Ed., Mundi-Prensa. Madrid, 1-7.

Liu, G (2017). Structure, functionality and applications of debranched starch: A review.


Trends Food Sci. Technol, 63(1), 70–79.

López, A., Deladino, L., Navarro, A., & Martino, M. (2011). Encapsulación de compuestos
bioactivos con alginatos para la industria de alimentos. @ Limentech, Ciencia y
Tecnología Alimentaria, 10(1).

Madene, A. (2006). Flavour encapsulation and controlled release–a review. International


Journal of Food Science & Technology, 41(1), 1-21

Nutralene, A. (1993). Nitroform, AZOLON-Biologically. Controlled Nitrogen Release.

Pedroza-Islas, R. (2002). Alimentos Microencapsulados: Particularidades de los


procesos para la microencapsulación de alimentos para larvas de especies
acuícolas. Avances en Nutrición Acuícola VI. Memorias del VI Simposium
Internacional de Nutrición Acuícola, 3.

Poncelet, D. (1992). Production of alginate beads by emulsification/internal gelation. I.


Methodology. Applied Microbiology and Biotechnology, 38(1), 39-45.

Risch, S. J. (1995). Encapsulation: overview of uses and techniques: ACS Publications.

Rodríguez-Llimos, A., Chiappetta, D., Szeliga, M., Fernández, A., & Bregni, C. (2003).
Micropartículas de alginato conteniendo paracetamol.
Van Soest, J. J. G (1995). Short-range structure in (partially) crystalline potato starch
determined with attenuated total reflectance Fourier transform infrared
spectroscopy. Carbohydrate Research: an international journal, 279 (1), 201-214.

Villena, M. M. (2009). Técnicas de microencapsulación: una propuesta para


microencapsular probióticos. Ars Pharmaceutica, 50(1), 43-50.

Wang, S (1997). Effect of Acid Hydrolysis on Starch Structure and Functionality: A


Review. Journal of Agricultural and Food Chemistry, 45 (11), 4237-4241.

Xie, M (2015). Osmotic Dilution for Sustainable Greenwall Irrigation By Liquid Fertilizer:
Performance and implications. Journal of Membrane Science, 494(1), 32-38.

Zaman, M (2010). Effects of the different rates of urease and nitrification inhibitors on
gaseous emissions of ammonia and nitrous oxide, nitrate leaching and pasture
production from urine patches in an intensive grazed pasture system. Journal of
Agriculture, Ecosystems & Environment, 136 (3), 236-246.

También podría gustarte