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LA PRUEBA POR INDICIOS EN LA SIMULACIÓN DE CONTRATOS DE

COMPRAVENTA1

Juan David Casas Moreno2

RESUMEN

Cuando se celebra un negocio jurídico que busca realizar la compraventa de un

bien inmueble se generan para las partes una serie de obligaciones tales como el

vendedor de transferir el dominio del bien inmueble y el comprador asume la carga de

pagar el precio, los motivos que llevan a las personas a realizar contratos de

compraventa de bienes inmuebles son variados, y por eso se encuentra reglado y solo

cuando existen razones que lleven a entender que las partes realizaron actos que

están fuera de la regulación legal las personas afectadas por el negocio realizado

pueden acudir al proceso de simulación que es un proceso civil que tiene el fin de

declarar que el acto es simulado.

Al hablar de la simulación en los negocios jurídicos no se hace alusión a

existencia de un vicio, sino a la concertación por medio de la cual las partes disfrazan

la voluntad real de lo que han pactado, por lo que la prueba indiciaria adquiere una

mayor relevancia debido a que no es fácil probar con documentos que un contrato de

compraventa es simulado, ya que los acuerdos que se encaminan a simular un negocio

jurídico son verbales.

Palabras claves: La prueba, medios de prueba, indicios, simulación, contratos,

compraventa.

1
Este artículo se desprende para optar la opción de grado especialista en derecho
procesal.
2 Abogado de la Universidad Libre seccional Bogotá.
INTRODUCCIÓN

La prueba indiciaria en Colombia ha venido desarrollándose en el ordenamiento

jurídico debido a esa dificultad que se ha generado al momento de usar este medio

probatorio en el transcurso de un proceso judicial. Los retos son grandes tanto para el

operador judicial como para el abogado litigante que propone el indicio como prueba

reina para que se declare que el contrato es simulado.

Al hablar de los indicios en el campo del derecho probatorio se encuentran

varias dificultades tales como su utilización, el esquema, su valoración que al hacer un

examen de todas estas variables busca generar ese convencimiento que lleve a que se

declare que un negocio es simulado, pero como llegar a esta conclusión si no se tiene

conocimiento sobre este tema, además en Colombia la normativa sobre el indicio es

muy exigua lo que hace que parte de su estudio deba iniciarse de la jurisprudencia de

las cortes.

Esta investigación busca entender como esta conformado el indicio, que

elementos y que requisitos debe cumplir para que el juez la valore dentro de un

proceso judicial, y como a partir de esta valoración el juez puede tener las herramientas

suficientes de convencimiento para declara que realmente se esta ante un contrato

simulado por las partes.

Al hablar del negocio simulado, se parte de una realidad y es que se busca

atacar un documento que fue realizado y cumple con cada una de las formalidades que

exige la ley, es por eso que se hace importante el conocer como funciona el indicio,

como este es considerado un medio de prueba, y aunque se pueda hacer uso de los

otros medios como al momento de unirlos con el indicio se le puede dar certeza el juez
de que efectivamente el hecho sucedió, es por eso que se plantea la siguiente

pregunta: ¿Cómo la prueba por indicios incide en la declaratoria de la simulación de un

contrato de compraventa?.

Para poder dar respuesta a esta pregunta se hace necesario conocer la

estructura del indicio, que razones y motivos llevan a que esta pueda ser valorada, para

así llegar al descubrimiento de ese acuerdo oculto realizado entre las partes, para

defraudar a un tercero.

Además, estas respuestas se darán tres momentos, el primero se enfocará en

las generalidades de la simulación, la prueba indiciaria y el contrato de compraventa. El

segundo se partirá del concepto de prueba indiciaria y como se da su valoración, que

elementos componen el indicio, para finalizar en el tercer momento hablando de como

la prueba indiciaria incide en la declaración de la simulación de un contrato.

Cabe decir por ultimo que la importancia de esta investigación, y es que aunque

en Colombia este no es un tema nuevo, se ve en la práctica jurídica el poco

conocimiento de cómo se debe desarrollar el indicio, pero también es visible la

rigurosidad con la que muchos jueces realizan la valoración de la prueba indiciaria, es

por eso que basados en diferentes autores nacionales e internacionales y la doctrina de

nuestras altas cortes, se desarrolla este articulo que busca brindar herramientas que

ayuden a entender mejor el indicio y su estructura.

METODO

La metodología usada para esta investigación jurídica tiene un enfoque

deductivo -cualitativo – explicativo - analítico, es deductivo ya que busca identificar los


fundamentos y el valor que el juez da a la prueba por indicios al momento de

determinar si se declara o no la simulación de un contrato de compraventa.

Además, es cualitativo porque el estudio permitirá conocer la interpretación que

se ha dado por parte de la doctrina y la jurisprudencia sobre la simulación en los

contratos de compraventa enfocado en la incidencia que tiene la prueba por indicios en

su declaración.

Es explicativa porque no basta con describir los conceptos que se han

establecido por la doctrina y la jurisprudencia, el fin que se busca es determinar qué

condiciones debe reunir la prueba por indicios para que esta realmente influya en la

declaratoria de la simulación de un contrato de compraventa.

Y por último es analítica por lo que se debe integrar toda la información

recopilada para extraer de este análisis: que es el contrato de compraventa y la prueba

indiciaria, cuando hay una simulación en un contrato de compraventa y por último que

efectos tiene la declaración de la simulación del contrato de compraventa.

I. LA SIMULACIÓN EN LOS CONTRATOS DE COMPRAVENTA Y LA

PRUEBA INDICIARIA

La simulación consiste en los actos que realizan dos o más personas que

pretenden jurídicamente darle apariencia a un negocio jurídico con el fin de crear a

terceros la idea que el acto realizado por las partes está de acuerdo con lo exigido por

la ley.

Existen dos clases de simulación las cuales son: absoluta o relativa. La primera

se encuentra cundo las partes tienen el propósito de crear a los terceros la apariencia
de que el acto jurídico realizado cumple con las exigencias de la ley, pero es por lo que

al quedar al descubierto que el contrato es simulado, no queda otro camino que

declarar que este negocio es de simulación absoluta.

La segunda a diferencia de la anterior, la voluntad declarada por las partes es

parcialmente verdad, y es ahí que descubierto el engaño mientras este no afecte

derechos de terceros, se tendrá por aceptado el acto realizado, una de las situaciones

más vistas de la simulación relativa, es cuando se usa testaferros donde se oculta al

verdadero interesado, en este caso no se controvierte la veracidad del acto realizado, lo

que se busca es conocer quién es el verdadero sujeto oculto, y este acto se tendrá

como hecho mientras no cause perjuicios a un tercero.

Ahora bien y de acuerdo con el artículo 1602 del Código Civil colombiano el

contrato celebrado es ley para quienes lo realizan, por lo que se parte de la máxima de

que un contrato no puede beneficiar o perjudicar a un tercero, esta posición es tomada

ya que como podría afectar o beneficiar un acto a aun persona que no ha sido parte del

negocio realizado.

Pero esta posición no puede tenerse como absoluta, ya que, con la complejidad

de las relaciones jurídicas, existe la posibilidad de ser beneficiado por un acto que fue

realizado por otros, ejemplo el seguro de vida, la fiducia etc.

En la jurisprudencia colombiana en un estudio juicioso realizado sobre la

simulación en los contratos, han determinado una serie de requisitos para que esta se

pueda dar, dentro de estos se puede enunciar que exista un acuerdo entre las partes

para la realización del negocio aparente, esto lo que quiere decir es que las partes

actúan conscientemente con crear una ilusión ante terceros del acto que realizan.
Además de este acuerdo, debe existir el fin deliberado de engañar a terceros con el

acto realizado, en la simulación absoluta se suele buscar defraudar a un tercero que

tiene legitimas expectativas de la realización del negocio, mientras que la simulación

relativa solo busca disfrazar una ilegalidad y darle la apariencia de legalidad.

Partiendo de que existe un acuerdo que les permite actuar para logar lo

acordado, es por esencia que la simulación tendrá una discordancia entre el contrato

realizado por las partes y lo que realmente muestran al público, por lo que podría

afirmarse que el acto simulado es la consecuencia de la deliberación de las partes.

Se observa entonces que para atacar judicialmente un acto simulado que fue

arropado por la vestimenta de la solemnidad de un documento, los medios probatorios

como los interrogatorios de parte, los testimonios o las pruebas documentales pierden

su operatividad práctica y se hace necesario confluir en los indicios o las pruebas por

presunciones para delinearle al operador judicial la real dimensión del contrato

simulado. Al respecto, el órgano de cierre de la jurisdicción ordinaria ha preceptuado:

Como se dijo en otro lugar, la jurisprudencia destaca que el mérito probatorio del

indicio se encuentra íntimamente relacionado con la aptitud que tenga para

llevar al juzgador a inferir lógicamente la existencia del hecho investigado, es

decir, de la mayor o menor conexión lógica que encuentre entre el hecho

indiciario y el hecho desconocido por probar, de acuerdo con las reglas de la

experiencia o de la lógica, pues entre más ajustada a tales reglas resulta la

inferencia, mayor será su significación probatoria (Corte Suprema de Justicia,

Sentencia SC- 14059, Sala Civil, 2014).


Por lo anteriormente mencionado, es común que en los procesos donde se

pretende constituir la simulación contractual, llámese absoluta o relativa, emerjan

vicisitudes principalmente porque, de un lado, el actor no logra desarrollar una idónea

adecuación del material probatorio que, para el caso específico, se relaciona con

identificar un móvil para el acto jurídico simulado y construir un entramado probatorio

basado en pruebas por suposiciones (indicios) que lleven al juez de instancia a concluir

que, efectivamente, las partes en el contrato se confabularon para exteriorizar una

voluntad contractual ajena a lo realmente pactado. Esto hace que la mayoría de las

veces el sentenciador termine no accediendo a las pretensiones, ya sea por el

inadecuado uso de los medios de prueba por las partes, en especial de los indicios, o

por la excesiva rigurosidad del juez al valorar el indicio como vehículo para la

construcción de la decisión judicial.

Por último, respecto a la prueba indiciaria y las discusiones que sean generado

sobre esta, han determinado dos corrientes que expresan que los indicios son medios

de prueba y que los indicios no son medios de prueba. La doctrina en general se inclina

por la primera hipótesis afirmando que, a nivel universal y nacional, la doctrina y la

jurisprudencia admiten que el indicio es un hecho que muestra a otro. En el libro la

prueba indiciaria se concluye que:

Desde el ámbito de la teoría general de la prueba, es el medio probatorio, de

naturaleza indirecta, atípica, fragmentaria, de carácter artificial o lógica y de

segundo grado, que permite a quien realiza el proceso lógico (inductivo-

deductivo, y demás métodos de investigación) obtener de un hecho

comprobado, un hecho conocido, pero no comprobado, la certeza sobre la


existencia o inexistencia de ese hecho conocido, que viene a ser precisamente

el resultado de la prueba (Contreras, 2015, p. 63).

Además, la Corte Suprema de Justicia en providencia de julio 26 de 1982,

Magistrado Ponente Alfonso Reyes Echandía refirió:

El indicio como mecanismo probatorio se plasma en un juicio de inferencia lógica

que emite el juez teniendo en cuenta la existencia probada de un hecho

indicador que lo lleva a concluir la presencia de otro indicado. Tal instrumento

conceptual le permite al juzgador adquirir certeza sobre la autoría y

responsabilidad del procesado cuando otros medios probatorios no se la

brindan; la confiabilidad descansa en la demostración racional del hecho

indicador y en la capacidad del juez para valorarlo e inferir de él la existencia del

hecho indicado y su lógica conexión con el sujeto a ellos ligado (Corte Suprema

de Justicia, Sentencia del 26 de julio de 1982, Sala de Casación Penal, 1982).

Y de acuerdo con la corte:

El que celebra un acto simulado rehúye el rastro que lo denuncia; extrema la

apariencia engañosa, elude la prueba que lo descubre y lo rodea con todas las

precauciones que su cautela y cálculo le sugieren. Ante esta situación, la prueba

de la simulación se torna tortuosa, por la índole de la reserva en que se han

colocado las partes, lo que explica que quien combate el acto fingido, en

determinadas circunstancias, sólo pueda acudir a los indicios (Corte Suprema de

Justicia, Sentencia 17, Sala Plena, 1985).

La importancia de esta prueba no es otra que revelar la voluntad real de las

partes al realizar el negocio jurídico, pero esta no es una tarea sencilla, ya que se parte
desde la idea que las partes han realizado de buena fe el negocio jurídico, la mayor

dificultad en el proceso de simulación lo encontramos en la actividad probatoria, en

especial porque se debe demostrar esa voluntad oculta de la parte no exteriorizada y es

por eso que no se busca derrumbar el negocio jurídico sino la realidad contractual

pactada por las partes.

Respecto al medio de prueba del indicio, su regulación procesal se concentra en

los Artículos 240 a 242 del Código General del Proceso, en los cuales, de una manera

muy artificial, se plantean sus requisitos. Se evidencia que la titulación de este precepto

procesal no se compadece de los escasos elementos que ofrece el enunciado, pues

solo señala que para que un hecho pueda enmarcarse en un indicio este debe estar

probado. Lo anterior sugiere que el indicio no es una prueba independiente, sino que

debe sujetarse a una cierta circunstancia o suceso, de los cuales no se tenga asomo de

duda. Por este motivo, si la prueba por excelencia es el indicio, el hecho en el cual esta

se soporte debe ser suficientemente diáfano para atarla a este, por lo cual se trata al

indicio como una prueba indirecta que no subsiste por sí sola.

II. LA PRUEBA INDICIARIA COMO MEDIO PROBATORIO PARA

DECLARAR LA SIMULACIÓN DE UN CONTRATO DE COMPRAVENTA.

La prueba indiciaria ha estado presente durante mucho tiempo en los sistemas

jurídicos del mundo podría decirse que lo que ha cambiado es en la manera de cómo se

debe interpretar.

Desde el tiempo de los griegos a la actualidad la humanidad persigue la idea de

poder alcanzar la verdad, es decir que el conocimiento que se posea sea absoluto y

valido, de esta afirmación se podría señalar que la prueba no busca dar una certeza a
los supuestos facticos si no que su razón fundamental es la de sustentar y aportar

razones que infieran que los enunciados son verdaderos.

El indicio dentro del proceso romano no era incluido en los medios de prueba,

pero al tratarse de un sistema de libre apreciación de la prueba se constituyó como ese

factor importante que permitió que se emplearan inferencias para la obtención de

resultados favorables a falta de otra prueba. (German, 2002).

Ahora bien, el indicio son rastros, huellas, signos, señales que permiten la

inferencia de que un acto sucedió, es decir el indicio es un hecho cualificado del cual se

infiere otro que es desconocido, esta propiedad extraordinaria del indicio de salirse de sí

misma y mostrar a otro es de gran utilidad en el en el campo procesal ya que en los

otros medios de prueba se requeriría una ilustración adicional y el indicio por sí mismo

se encamina a revelar que si sucedió el acto. (Parra, 2005).

El indicio se construye en materia procesal y frente a esto Zabaleta, (2018)

afirma:

Al inicio pueden encontrarse unas pocas piezas (indicios) que nos dan una vaga

idea de cual podría ser la imagen. Esa imagen inicial nos sirve para buscar otras

piezas que vayan encajando en el cuadro. Si es correcta, iremos sumando

piezas y nos formaremos una mejor ide de cual realmente es la imagen.

Llegados a este punto, aunque no tengamos todas las piezas del rompecabezas,

podemos ver que figura contiene con bastante precisión. De igual manera, los

indicios en su función heurística nos sirven para formarnos una idea de que

pudo haber ocurrido y, en consecuencia, formular una hipótesis que oriente la

investigación y recojamos otros indicios, hasta llegar al punto que podamos


justificar como ocurrieron los hechos del caso sino todos, cuando menos los

relevantes para resolverlos. (p. 4)

la prueba indiciaria tiene una naturaleza que la hace ser indirecta compleja

circunstancial y objetiva ya que esta se basa sobre los hechos; pero así mismo está

también puede ser subjetiva y artificial ya que estas deben ser apreciadas e

interpretadas por el juez.

La prueba por indicios ha tomado una relevancia mayor al permitir por medio de

su uso se puedan recrear hechos que difícilmente se podrían acreditar por otros medios

de prueba. Se sucinta una discusión al momento que se busca establecer que

naturaleza tiene esta prueba, existen dos vertientes una en la cual se acepta que esta

es un medio de prueba autónomo y otro que niega que este lo sea.

Para quienes niegan el indicio como medio de prueba ya que consideran que

esta se limita a probar su objeto y por lo tanto no se podría ir más allá, por lo que no se

puede considerar al indicio dentro del catálogo de las pruebas. FLORIÁN, E. (2002).

el indicio puede considerarse desde dos puntos de vista: por un lado, se vincula

al concepto de objeto de prueba y precisamente queda comprendido dentro del

concepto de la prueba indirecta; y por otro expresa el resultado de una

operación mental, de una inducción lógica y psicológica, lo que desemboca en

una apreciación y pertenece, consiguientemente a la valoración de la prueba de

la cual es uno de sus modos. (p.130)

ROXIN C. (2000) “los indicios son hechos que permiten extraer una conclusión

de un hecho directamente importante”(p.187) al no reconocer la autonomía del indicio

como un medio de prueba, y al considerarlo como un objeto de la prueba y para


algunos otros como una forma de la valoración de la prueba, estos tratadistas restringen

y desconocen la particularidad del indicio tales como que esta se compone de varios

elementos que al sincronizarse generan confiabilidad al afirmar que es una prueba

autónoma. Del Rio González y luna (2020) citando a ELLERO, P. (1953).

El indicio como circunstancia probada perfecta o imperfectamente permite

demostrar un hecho que se investiga. Esta imperfección no desdibuja su

categoría de medio prueba, por lo que, corresponderá al juez determinar el

grado de eficacia probatoria de los indicios que sean aducidos. (p.58)

La discusión de si debe ser aceptada o no como un medio de prueba Rocha

(1990), refiere la posibilidad de conciliar esta discrepancia al proponer que esta tiene

una dualidad es decir es objeto de prueba, pero al mismo tiempo puede considerársele

como medio de prueba. La simulación como objeto de prueba se analiza desde la

perspectiva del hecho que es en sí mismo y por eso mismo debe ser valorada es decir

no sea hace la diferenciación si esta proviene del hombre o la naturaleza.

Por otra parte, la simulación como medio probatorio, tiene una particularidad y

es la de llevar al operador judicial a un convencimiento, ya que con esta prueba se

suministra un conocimiento que lleva a demostrar el hecho. Esta misma posición es

asumida por Rodríguez (1982) al considerar que el indicio es un hecho, una inferencia

lógica o todo un proceso de construcción.

Al hablar de la construcción o la estructura de la prueba indiciaria se debe partir

afirmando que esta tiene un esquema lógico que posee cualquier silogismo, esto es

que está compuesta por una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión.

Dellepiane (1997) al hacer un juicio deductivo del silogismo compuesto por dos
premisas, de estas se infiere una nueva que es independiente y constituye el

fundamento teórico para obtener un resultado. Del Rio González y Luna (2020)

En la estructura del silogismo indiciario la premisa mayor se funda en la

experiencia o en el sentido común, la premisa menor es la comprobación del hecho, y

la conclusión es la referencia de analizar la premisa mayor y la menor. Bueso (2001) es

por lo tanto que el indicio es esa circunstancia cierta de la que se puede obtener una

conclusión del hecho desconocido.

Pero esta visión estática del indicio no permite que se analice de manera más

profunda el silogismo que lo compone, partiendo de que la construcción de este es el

cumulo de circunstancias y las relaciones de los individuos, es por lo que el indicio no

debe ser visto desde un ámbito tan forma limitándolo a una simple categoría filosófica

que se aleja de la realidad de la conducta humana.

Si bien la construcción del indicio puede realizarse siguiendo los parámetros de

la estructura del silogismo su valoración no se debe encasillar al cumplimiento de las

reglas. Cabe la pena recordar que el indicio es un medio de prueba complejo, indirecto,

que permite la producción de fuentes probatorias que llevan a la convicción partiendo

de un hecho conocido que es alegado y se demuestra en el proceso. Para poder llegar

a demostrar el hecho desconocido se el soporte de esta se encuentra en la inferencia

inductiva, dicho juicio lógico se fundamenta en las reglas de la experiencia y el

conocimiento científico, al realizar este ejercicio el resultado le genera al juzgador un

convencimiento que podrá usar para la comprobación de los hechos del proceso. Bello

(2016).
1. HECHO INDICANTE O HECHO INDICADO: es el
INDICADOR: su principal hecho que se ignora pero que
característica es la se conocerá al construir en su
capacidad que tiene de totalidad el indicio.
mostrar un hecho mas
allá de si mismo.
NEXO LOGICO O RELACION CAUSAL: es el relacionamiento lógico que
se fundamenta en las reglas de la experiencia, la ciencia y la lógica que
mediante a inferencias permite que se pueda llegar a conocer el hecho
desconocido.

FUENTE: Elaboración propia

Al identificar el indicio se pueden conocer los elementos que lo componen, en

primer lugar, el indicio está conformado por el hecho indicante, hecho indicado, una

relación causal o nexo científico y una máxima de la experiencia aplicado al caso en

concreto. Al cumplir con estos elementos y estos generen un todo compuesto y

complejo se puede decir que el indicio se puede catalogar como un medio probatorio.

MEDIOS DE PRUEBA EN COLOMBIA 165 CGP

1. Declaración de parte art 191 y Es la declaración que rinde alguna de las

siguientes. partes dentro de un proceso judicial.

2. Confesión art 191 y siguientes. Es la aceptación de un hecho como cierto de

alguna de las partes dentro de un proceso

judicial, que acarrearan para estos efectos

jurídicos beneficiosos o adversos.

3. Juramento art 206 CGP. Es la sustentación de las pretensiones que

realiza la parte demandante.


4. Testimonio de terceros art 221 Es el acto realizado por una persona ajena al

CGP. proceso, sobre los hechos de los que él tiene

conocimiento.

5. Dictamen pericial art 226 CGP. La verificación de hechos que son de interés

para el proceso y que deben tener un

sustento factico que es de conocimiento

científico, artístico, técnico etc.

6. Inspección judicial art 236 Es la realizada por un operador judicial en el

CGP. lugar de los hechos en ligio, y que busca

percibir un panorama a través de los sentidos

y la experiencia técnica.

7. Documentos art 243 a 274 Todos aquellos elementos u objetos que

CGP. puedan expresar la voluntad o declaración de

una persona en un texto.

8. Indicios art 240 a 242 CGP. Hechos que se presumen ciertos, de los

cuales se pretende construir un hecho que

está en litigio.

9. Informes art 275 a 277 CGP. Los realizados por personas de entidades

privadas o públicas sobre un hecho, o

persona experta en materia científica, cultural

etc. que ayuda a tener una mejor percepción

de un hecho.
Al hablar del indicio como medio de prueba, se debe decir que se encuentra

regulado en los artículos 240 a 242 del Código General del Proceso, en este articulado

se plantea de maneara incipiente los requisitos que debe cumplir para que esta sea

valorada, dentro de estos requisitos se podría enunciar como ejemplo que el hecho

pueda enmarcarse como indicio este se debe probar. Esta afirmación sugiere que el

indicio no es una prueba independiente ya que debe sujetarse a unas circunstancias de

las cuales no se debe tener ninguna duda.

De acuerdo con la Corte Suprema de Justicia:

El que celebra un acto simulado rehúye el rastro que lo denuncia; extrema la

apariencia engañosa, elude la prueba que lo descubre y lo rodea con todas las

preocupaciones que su cautela y cálculo le sugieren. Ante esta situación, la

prueba de la simulación se torna tortuosa, por la índole de la reserva en que se

han colocado las partes lo que explica que quien combate el acto fingido, en

determinadas circunstancias, solo pueda acudir a los indicios (Corte Suprema de

Justicia Sentencia 17, Sala Plena, 1985).

En ese complicado proceso de desentrañar la verdad escondida tras los velos

de la apariencia, todo conduce inicialmente a señalar que aquello que se

expresó, corresponde a la realidad; en principio, entonces, lo exterior coincide

con lo interior y de ese supuesto es necesario partir ante lo cual anotó todavía

como la labor investigativa atinente a la simulación surgen hechos de todas las

especies que fuerzan unos la apariencia demandada, que la develan los otros; y

es entonces cuando el fallador, sopesando esas circunstancias, haciendo uso de

la autonomía que le asiste, opta por alguna de las soluciones que le ofrecen; de
allí que, una vez tomada la decisión, quede entonces, por lo general, algunos

cabos sueltos, algunas circunstancias que se contraponen a lo decidido, pero sin

que tales aspectos puedan constituir por si mismos motivo bastante para

quebrantar la conclusión del juzgador, el cual, precisamente, elaborando un

juicio lógico – critico deprecia las señales que le envían algunos hechos, para

rendirse ante la evidencia que en su criterio arroja la contundencia de las demás

(Corte Suprema de Justicia, Sentencia 6362, Sala de Casación Civil, 2001).

III. INCIDENCIA DE LA PRUEBA INDICIARIA Y LOS EFECTOS DE LA

DECLARACIÓN DE LA SIMULACIÓN DEL CONTRATO DE

COMPRAVENTA

Cuando se busca que se declare la simulación de un contrato de compraventa,

sea esta absoluta o relativa, al intentar configurar el indicio en la practica emergen

problemas y diferentes situaciones para quien acciona, ya que existe la posibilidad de

que no se desarrolle adecuadamente el material probatorio para lograr que se tenga

por cierto el hecho simulado.

Para que la prueba indiciaria sea valorada, se debe entender que se parte de un

hecho cualificado que infiere a otro hecho desconocido, es importante decir que el

proceso de evaluación del indicio busca en primer lugar lograr que el resultado de este

sea que se tenga por cierto el hecho, pero también persigue otro fin y es el que el

indicio sea tomado como un todo de cara a la valoración que recibe como prueba.

Al hablar del indicio como medio probatorio se puntualiza que son tenues hilos

que constituyen el medio providencial que permiten conquistar lo desconocido,


partiendo de lo que conoce directamente hasta llegar a lo que no se puede percibir de

modo directo con la ayuda de la inteligencia humana. FRAMARINO (2002)

Desde esta perspectiva la prueba indiciaria cuando se valora debe seguir una

serie de pasos, que no deben terminar siendo una camisa de fuerza, si no que estas

reglas acaban siendo los orientadores que le marcan la finalidad que debe tener la

prueba que no es otra que la de revelar la verdad. En este orden de ideas el papel del

juez asume una gran importancia ya que él es quien realiza la valoración de cada uno

de los elementos que debe contener el indicio.

El paso para seguir después de identificar si el indicio cumple con los elementos,

se debe establecer el grado de aceptación que tenga esta prueba de acuerdo con las

reglas de la experiencia, para este primer paso se realiza un esfuerzo lógico que parte

del hecho indicador y al usar las reglas de la experiencia se podrá logar la conclusión

que no es otra que la certeza de que efectivamente sucedió el hecho.

El análisis que se hace al indicio se realiza de manera individual y con

posterioridad se apreciaran conforme a las reglas de la sana critica, en esta evaluación

posterior al análisis individual se verifica la concordancia, la gravedad y la convergencia

de cada uno y su relación con los hechos que fundan el proceso. Frente a esto la Corte

Suprema de Justicia ha manifestado:

La connotación de levedad o gravedad del indicio no corresponde a nada distinto

al control de su seriedad y eficacia como medio de convicción que en ejercicio

de la discrecionalidad reglada en la valoración probatoria realiza el juez, quien

después de contemplar todas las hipótesis confirmantes e informantes de la

deducción establece jerarquía según el grado de aproximación a la certeza que


brinda el indicio sin que ello pueda confundirse con una tarifa de valoración pre

establecida por el legislador.

Se trata de una simple ponderación lógica que permite el funcionario judicial

asignar el calificativo de grave o vehemente al indicio contingente cuando el

hecho indicante se perfila como la causa más probable del hecho indicado; de

leve, cuando se revela sólo como una entre varias causas probables y podrá

darle la menguada categoría de levísimo cuando deviene apenas como una

causa posible del hecho indicado. (Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación

Penal, Rad 9858 del 4 de mayo de 1997 M.P. Aníbal Gómez Gallego).

En los artículos 240 a 242 del Código General del Proceso, está consagrado el

reconocimiento del indicio como un medio autónomo que debe cumplir una serie de

requisitos para que esta sea apreciada por el operador judicial, pero también es cierto

que existe una dificultad cuando se pretende que se declare la simulación, ya que con

los demás medios probatorios se hace casi imposible su comprobación y es por eso

que no le queda otro camino que usar la prueba indirecta como ese instrumento para

revelar la verdadera intención de las partes en el contrato celebrado.

Esta corporación ha señalado en numerosa jurisprudencia que dada la dificultad

probatoria en materia de la simulación, donde los contratantes generalmente

toman medidas adecuadas para impedir que el verdadero negocio salga a la luz,

se acude en la mayoría de los casos a la prueba indiciaria, mediante la cual se

logra, por inducción lógica, el resultado de dar por conocidos, con base en

hechos firmemente acreditados en el proceso, otros que no lo están, lo que

supone una labor critica donde predomina ampliamente la actividad intelectual


del juzgador, quien dentro de los limites señalados en la ley, libremente escoge

los hechos básicos que le han de servir para formular la inferencia y deducir sus

consecuencias. (Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia

del 22 de febrero de 2000, Radicado No. 3205, M.P. Jorge Santos Ballesteros).

La Corte Suprema de Justicia es clara en determinar que la valoración de la

prueba indiciaria esta en cabeza de los operadores judiciales, esto significa que son

ellos los que deben en un primer momento demostrar los hechos indicadores, para que

con posterioridad el indicio ya haga parte del acervo probatorio lo debe calificar en

relación con las demás pruebas que han sido apostadas en el proceso.

Recuérdese que, sobre este medio, a voces del articulo 248 de enjuiciamiento

civil, para que un hecho pueda considerarse como indicio, ‘deberá estar

debidamente probado en el proceso’, el mismo que según el canon 250 ibídem

se apreciara en conjunto con otros y ‘teniendo en consideración se gravedad,

concordancia y convergencia y su relación con las demás pruebas que obren en

el proceso’. (…) tiene dicho la sala sobre este medio probativo que:

‘naturalmente, los indicios por si mismos carecen de entidad, como que a partir

de algo conocido y por virtud de una operación apoyada en las reglas de la

lógica y en las máximas de experiencia, se establece la existencia de una cosa

desconocida. Por eso, si del hecho indiciario no se tiene un convencimiento

pleno, la deducción viene a ser ‘contraevidente’, siendo menester determinar la

proximidad entre el ‘factum probadum y el factum probans’, tanto ‘más ceñida a

la lógica y a las máximas de la experiencia se vea la inferencia, mayor será la

significación probatoria del indicio’ y, por consiguiente, la ocurrencia o


simultaneidad de inferencias o conclusiones diversas generan duda y restan

merito al indicio’. Cas. Civ. Sentencia de 12 de marzo de 1992), (Cas. Civ. 30 de

junio de 2008, expediente No. 1998 00363) (Corte Suprema de Justicia, Sala de

Casación Civil, sentencia 1 de Julio de 2016, Radicado

11001310301720100058701, M.P. Fernando Giraldo Gutiérrez).

En sentencia posterior esta misma corporación volvió a remarcar la importancia

de la prueba indiciaria en los casos de simulación, en dicha sentencia la corte

desarrolla cada uno de los componentes del indicio y concluye diciendo que cuando se

da una ponderación errada es porque se hizo una inadecuada apreciación de los

hechos indicadores:

Son, por lo tanto, componentes de todo indicio, por una parte, el hecho

indicador, que es el que debe acreditarse en el proceso; y por otra, la inferencia

de un hecho distinto (indicado), que realiza el juzgador partiendo de aquel que le

fue comprobado.

Con apoyo en tal estructura de la prueba indiciaria, es viable colegir que su

errada ponderación fáctica solamente puede darse, en primer lugar, por la

incorrecta apreciación de los hechos indicadores, ya sea por preferirse los

efectivamente demostrados, o por desfigurárseles al punto de hacerles perder

los efectos que de ellos derivan, o por suponerse unos inexistentes; y, en

segundo lugar, porque el raciocinio del sentenciador al deducir el hecho

indicado, contradiga abierta y notoriamente el sentido común o las leyes de la

naturaleza. (Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia del 6


de septiembre de 2016, radicado No. 470013103003199930101, M.P. Álvaro

Fernández García Restrepo)

Entrando en materia, cuando se busca que se declare un contrato como

simulado, al momento que se decide atacar judicialmente este acto, se encuentra con

el primer problema o circunstancia y es la solemnidad con la que esta envestido el

documento en el cual consta como realizado el contrato, es en ese momento que los

medios de prueba como el interrogatorio de parte, el testimonio o la prueba

documental, en este caso solo con los indicios se podrá trazarle una vía por la cual el

operador judicial pueda observar la verdadera intención de las partes del acto

realizado. Respecto a esto la corte suprema de justicia a dicho:

Como se dijo en otro lugar, la jurisprudencia destaca que el merito probatorio del

indicio se encuentra íntimamente relacionado con la aptitud que tenga para

llevar al juzgador a inferir lógicamente la existencia del hecho investigad, es

decir, de la mayor o menor conexión lógica que encuentre entre el hecho

indiciario y el hecho desconocido por probar, de acuerdo con las reglas de la

experiencia o de la lógica, pues entre mas ajustada a tales reglas resulta la

inferencia, mayor será su significación probatoria. (Corte Suprema de Justicia,

2014. Sentencia SC- 14059 7 de julio 2014. Sala Civil, M.P. Margarita Cabello

Blanco.)

Uno de los aspectos más difíciles en los procesos de simulación es la prueba,

ahora bien, aunque existe un numero significativo de medios de prueba al enfrentarse a

este proceso el indicio termina siendo la única herramienta que posee el demandante
para mostrarle al operador judicial que los hechos que el ha llevado al proceso son

ciertos.

Una vez hecha la valoración de la prueba, entra en juego la argumentación

jurídica que le permitirá al operador jurídico aplicar los estándares a los cuales se debe

someter al indicio para ahí si poder tomar una decisión de fondo respecto del caso en

concreto.

Al respecto de la valoración que realiza el juez a la prueba, la Corte Suprema de

Justicia ha dicho:

Como es natural en el desarrollo de la actividad judicial, la valoración en cuanto

a demostración de los hechos indicadores, al igual que respecto de la gravedad,

concordancia y convergencia de los indicios o acerca de su relación con los

demás pruebas, constituye una tarea que se encuentra claramente enmarcada

dentro de la soberanía de los sentenciadores para examinar y ponderar los

hechos, por lo que su criterio o postura sobre ellos esta, en principio, amparada

por la presunción de acierto. (Corte Suprema de Justicia, Sentencia SP-15508,

Sala Plena, 2006. M.P. Fernando Alberto Castro Caballero).

También la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia ha fijado ciertos

parámetros que debe cumplir la prueba indiciaria en el proceso de simulación:

El parentesco, la amistad intima, la falta de capacidad económica del

adquiriente, la retención de la posesión del bien por parte del enajenante, el

comportamiento de las partes en el litigio, el precio exiguo, estar el vendedor o

verse amenazado de cobro de obligaciones vencidas, la disposición del todo o

buena parte de los bienes, la carencia de necesidad en el vendedor para


disponer de sus bienes, la forma de pago, la intervención del adquiriente en una

operación simulada etc.’,’el móvil para simular (causa simulandi), los intentos de

arreglo amistoso (transactioa), el tiempo sospechoso del negocio (tempus), la

ausencia de movimiento en las cuentas bancarias, el precio no entregado de

presente (pretium confesus), el lugar sospechoso del negocio (locus), la

documentación sospechosa (preconstitutio), las precauciones sospechosas

(provisio), la no justificación dada al precio recibido (inversión), la falta de

examen previo por el comprador del objeto adquirido, especialmente cuando se

trata de un bien raíz, etc. (Corte Suprema de Justicia, Sentencia 200200083-01,

sala de Casación Civil 2011)

En la acción de simulación se puede ver que el juez al usar todas las

herramientas que posea al hacer la ponderación de la prueba indiciaria, y al momento

de tomar su decisión de fallar respetando la congruencia, esto quiere decir que a la

parte demandante le compete enunciar los hechos en los cuales funda su demanda, y

el juez al estudiarla deducirá al usar la interpretación lógica determinara si declara o no

la simulación del contrato. Esta decisión la sustenta en que si se logro o no probar los

hechos que fundaron la controversia entre las partes.

Debido a esto ultimo que se mencionó, es que comúnmente en los procesos de

simulación, sea esta absoluta o relativa, al momento de configurar los elementos que

fundamentan el indicio sucede que en primer lugar el actor no logra desarrollar de

manera adecuada el material probatorio que usa para el caso que lleve al juez a tener

la convicción suficiente para fallar en su favor.


Por último, luego de realizado todo este camino que sucede cuando se declara

la simulación sea esta absoluta o relativa. En el sistema jurídico colombiano la Corte

Suprema de Justicia en 1953 acogió una tesis en la cual las ventas cuando se

realizaban en confianza declaraban la nulidad absoluta de este negocio. Ferrara, citado

por Ospina Fernández y Ospina Acosta,2009)

Si el contrato de compraventa de las partes declara farsa, porque no hubo precio

ni intención de transferir el dominio a fin de perjudicar a un tercero, es claro que

este contrato carece de causa y de consentimiento por faltar los elementos que

lo constituyen e integran; esto es nulo por simulación. (p. 117)

Sin duda el efecto que tenga la declaración de la simulación dependerá de cual

es la que se dicta en la sentencia, si esta es simulación absoluta quiere decir que el

negocio desaparece del mundo jurídico y por lo tanto se predica la inexistencia del

negocio aparente, pero si la simulación es relativa, lo que busca es la disolución de los

actos ficticios y queda en firme el negocio realizado por las partes. El juez en este

momento declara que se den restituciones mutuas y así revelar el acto que querían

esconder las partes a terceros.

CONCLUSIONES

Al hablar sobre la prueba de un acto simulado por medios probatorios, se puede

concluir que es el indicio la mas acertada, ya que con el esquema y posibilidad que

tiene de mostrar otro hecho en si mismo, permite al operador judicial vislumbrar esos

actos que se querían ocultar.


Cabe la pena resaltar que el buen uso de este medio probatorio depende de que

esta cumpla con los requisitos que se exigen para que se tenga en cuenta dentro del

proceso que busca que se declare la simulación de un contrato.

En gran medida del éxito de esta prueba depende de la técnica y el manejo que

tenga la parte demandada al momento de presentarla, es decir esta debe demostrar

que es congruente, esto es que con el hecho indicador y al hacer ese análisis lógico se

conecte y de como resultado el hecho que es desconocido, dando la certeza al

operador judicial para que falle de fondo el caso en concreto.

El indicio hace parte de las pruebas indirectas que permite a los operadores

judiciales y a las partes tener de un medio de prueba idóneo, oportuno y conducente

que valorado con las reglas de la sana critica permite la resolución de problemas

complejos como el de la simulación de contratos.

La jurisprudencia en general de las altas cortes conceptualiza la necesidad de

que los jueces en aras de garantizar en el indicio la idoneidad, oportunidad y la

conducencia de este medio de prueba flexibilicen los estándares de valoración, para

evitar así que con estas artimañas usadas para defraudar terceros no sean resueltas.

En general los litigantes que no les prospera acción de simulación es porque no

encaminan adecuadamente la demanda, ya que atacan a derrumbar el negocio

jurídico, cuando en realidad la formulación se debe plantear a mostrar o revelar los

actos ocultos de las partes.

Una necesidad importante es la de conocer realmente en que consiste y como

esta estructurado el indicio, ya que iniciarlo sin estos conocimientos previos llevaran a
que se formule mal las pretensiones haciendo que sea inviable por parte del operador

jurídico declarar la simulación del negocio jurídico.

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