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Contratos simulados

Un contrato simulado se le llama a la manera que las partes tienen que fingir haber realizado
un acto o negocio jurídico en donde supuestamente las partes hacen un acuerdo en algo, sin
embargo, esto solo es una figura, porque en realidad la voluntad no lo es, como menciona
Pinto (2017) lo siguiente en cuanto a la simulación de contrato:

Grosso modo, la simulación constituye una operación jurídica compleja


caracterizada por el acuerdo entre las partes para fingir un negocio jurídico –o,
más específicamente un contrato– o para disimularlo, detrás de un negocio
jurídico o contrato aparente. De allí que, en el derecho comparado, la doctrina
se oriente por identificar dos elementos estructurales o esenciales de la
simulación: de un lado, el acuerdo simulatorio entre las partes y, del otro lado,
la apariencia contractual o, lo que es lo mismo, el negocio jurídico o contrato
aparente. No obstante, no existe completo acuerdo en la doctrina respecto al
concepto de simulación y, además, su naturaleza jurídica, sus elementos y sus
efectos son aún objeto de amplio debate. (p, 32).

Como podemos apreciar en la cita anterior, el autor nos menciona que cuando hablamos de un
contrato simulado es que hace un proceso en donde las partes fingen hacerlo, es decir, no es
lo que realmente quiere, y solo buscan unas consecuencias jurídicas, lo que realizan es
aparente, porque en si no es lo que ellos quieren hacer.

Ineficacia de los Contratos

Cuando uno celebra un contrato siempre espera que este cumpla su finalidad, sin embargo, en
algunas ocasiones no se ha cumplido con todo el proceso establecido para que este se
desarrolle y cumpla la finalidad por el que se creó, en estos casos tenemos tipos en donde no
nos van a permitir que los contratos cumplan su finalidad.

a. Nulidad: La nulidad del negocio o acto jurídico de un contrato sucede cuando no ha


cumplido el procedimiento que esta establecido para que produzca los efectos que se
celebraron, esto puede ser porque falta un elemento, presupuesto o un requisito que
es importante para la realización de este negocio jurídico, en otras ocasiones puede
ser porque es un hecho que va contra el ordenamiento o contra el orden publico y las
buenas costumbres. Estos elementos que faltarían al negocio son tan graves que
hacen que no cumpla o no tenga las consecuencias jurídicas por las cuales se ha
creado.
b. Anulabilidad: Es cuando se celebra un negocio jurídico, pero parece de nulidad
relativa ya que en este caso se ha cumplido con todos los requisitos de validez,
presupuestos y elementos esenciales que necesita este negocio jurídico en donde es
eficaz, pero al adolecer de un vicio y ante el pedido de una de las partes puede devenir
nulidad. Precisamente, la diferencia entre la nulidad y la anulabilidad radica en la
magnitud o intensidad de la deficiencia o irregularidad en la estructura del acto y los
afectados por los efectos presentes o futuros del mismo. En este caso, la causal de
nulidad solo afecta a los intereses privados de las personas y deben ser manifestados
por las mismas partes afectadas a sus intereses. En cuanto a lo que se menciona es
que no se ha seguido a cabalidad la estructura en cuando a la realización del negocio
jurídico.

c. Recisión: La recisión es un acto que puede dejar sin efecto un contrato o negocio
jurídico por la causa de existencia en la celebración de un contrato, esto ocurre cuando
el acto puede estar bien constituido, pero al momento de afectar a algunas de las
partes o algún tercero al momento en que se celebra el contrato puede ser declarado
ineficaz, esto busca balancear un hecho contractual que se volvió injusto para alguna
de las partes.

d. Resolución: En este caso es cuando se ha cumplido todos los requisitos, elementos y


presupuestos, pero por una causa externa que es una resolución en donde no anula el
contrato si no los efectos del contrato. Es decir, por una resolución de una de las
partes o por decisión judicial se deja sin efectos o consecuencias del contrato.

e. Revocación: Es una de las formas de declarar ineficaz el contrato por una de las partes
en donde se deja sin efecto por la manifestación de voluntad de una de las partes
quien puede revocar.

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