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Trabajo Inicial TAM

“Sentir, Pensar y Actuar: Propuestas Metodológicas para la


Alfabetización Emocional en la Primera Infancia”

Integrantes:

Isabel León Poblete

Maribel González Rojas

Javier Marín Orrego

Felipe Diaz Quintana

Katherine Martínez Martínez

 NOMBRE ESTUDIANTES:
N° Alumno Master Grupo :
1 Isabel León Poblete B
2 Maribel González Rojas B
3 Javier Marín Orrego B
4 Felipe Díaz Quintana A
5 Katherine Martínez Martínez B

 Definición Alternativa: N° 3

Aplicación estratégica metodología FLICH

 Destinatarios:

La presente propuesta metodólogica, está pensada para ser aplicada en


instituciones educativas que trabajan con primera infancia y la comunidad cercana
a ésta:

a) Primer Tramo: Sala cuna (de 3 meses a 2 años)


b) Segundo Tramo: Niveles Medios (de 2 a 4 años)
c) Tercer Tramo: Niveles Transición (de 4 a 6 años).
d) Comunidad Educativa: Incluye a padres, madres, cuidadores y adultos
responsables de niñas y niños, equipos de trabajo de jardines infantiles y
todos aquellos que estén interesados en participar en la construcción de las
redes educativas.

 Expectativas profesionales:
En los últimos 30 años y tal como indican las Bases Curriculares para la
Educación Parvularia:

“Las neurociencias en diálogo con las ciencias cognitivas y de educación,


han aportado evidencia de la influencia de las emociones en los procesos
psicológicos, tales como la capacidad de enfocar la atención, resolver problemas y
apoyar las relaciones. Asimismo, han mostrado cómo las emociones positivas
“abren puertas” dentro del cerebro, y cómo el miedo y el estrés reducen la
capacidad analítica. Además, sus hallazgos han validado los enfoques holísticos
en educación, que reconocen la estrecha interdependencia del bienestar físico e
intelectual, de lo emocional y lo cognitivo, de lo analítico y lo creativo”.

Lo anterior, no sólo es aplicable a nivel de la infancia, ya que hasta el último día de


nuestra vida nuestro cerebro puede generar nuevos aprendizajes. En este sentido,
una propuesta de educación emocional considera la importancia de intervenir a
edades tempranas, aprovechando la capacidad elevada de niñas y niños para
aprender nuevos conocimientos, pero también entiende que cada persona tiene la
capacidad de aprender, modificar sus constructos e ideas y desarrollar habilidades
y competencias emocionales que mejoren su calidad de vida.

Como base fundamental, es menester que quienes presentamos esta propuesta,


somos a la vez parte de este proceso continuo de reconocer nuestra propia
emocionalidad y desarrollar nuestro autoliderazgo y competencias emocionales,
incluyendo nuestra capacidad de trabajo en equipo, el fortaleciendo de vínculos
afectivos, el desarrollo de habilidades para la vida y la promoción de espacios de
sensibilización y desarrollo de acciones teóricas y practicas que permitan transferir
conocimiento actualizado y contingente relacionadas a la educación emocional
que sean relevantes, de calidad, pertinentes e inherentes a las diversas realidades
en la que nos desempeñamos. Tenemos la expectativa de convertimos así en
líderes y coaches que acompañan, guían, median, resuelven y ayudan a instalar
competencias socioemocionales en los equipos de trabajo a través de recursos
estratégicos y diversificados, pertinentes a cada institución en la que nos
desenvolvamos, facilitando los procesos de reflexión crítica sobre sus propios
aprendizajes y que logren generar procesos de mejora continua a partir de sus
propias experiencias.

A nivel grupal y en el contexto de este trabajo, se espera desarrollar en los tramos


de educación inicial un programa con propuestas diversificadas de educación
emocional que se adapten a las distintas necesidades del entorno, permitiendo
una educación inclusiva, aplicando estrategias del Diseño Universal de
Aprendizajes (DUA) para lograr aprendizajes universales y habilidades para la
vida.

 Titulo:

Sentir, Pensar y Actuar: Propuestas Metodológicas para la


Alfabetización Emocional en la Primera Infancia

 Objetivo general :

Diseñar una propuesta metodológica con el fin de establecer la alfabetización


emocional en las comunidades educativas de primera infancia a través de la
metodología FLICH.

Objetivos específicos :

 Crear un autodiagnóstico socioemocional participativo a fin de determinar el


nivel de desarrollo de la educación emocional (insipiente, instalado,
avanzado).

 Elaborar estrategias diversificadas en función del nivel de desarrollo


socioemocional diagnosticado para ser ejecutado en las comunidades
educativas.
 Aplicar las estrategias seleccionadas, adaptándolas según la pertinencia
cultural y territorial, utilizando además procesos de coevaluación para
retroalimentar las acciones desarrolladas potenciando la reflexión crítica
favoreciendo los ciclos de mejora continua.

Propuesta de mejora

Nuestro objetivo es diseñar un programa de educación emocional para


comunidades educativas de la primera infancia, con el fin de generar un
autodiagnóstico socioemocional participativo para cada estamento, que les
permita situarse en un nivel medible de desarrollo socioemocional.

El autodiagnóstico puede orientar y permitir saber el grado de desarrollo de le


educación emocional (insipiente, instalado, avanzado) y a partir de éste, la
comunidad debe seleccionar estrategias diversificadas pertinentes al nivel de
desarrollo socioemocional que obtuvieron como resultado de la aplicación de este
instrumento, adaptando las estrategias según la pertinencia cultural y territorial,
utilizando además procesos de coevaluación para retroalimentar las acciones
desarrolladas potenciando la reflexión crítica y favoreciendo los ciclos de mejora
continua.

Este programa tendrá como parte de sus contenidos:

-Competencias emocionales y Universo de las emociones (incluyendo


conocer, describir y analizar emociones básicas y mixtas, bases
neurofisiológicas, acciones prácticas para el aula, trabajo o familia).
-Evaluando con el Corazón (estrategias docentes para favorecer el
aprendizaje-enseñanza desde el amor y la motivación).
-Desarrollo de Indicadores de Educación Emocional adaptados a la institución
(Indicadores de evaluación para el mejoramiento continuo).
-Desarrollo de Estrategias Diversificadas para la Educación Emocional.
-Consciencia Corporal y Autocuidado para funcionarios de la educación,
párvulos y comunidad en general (Incluye contenidos de respiración
consciente, alimentación consciente, pausas laborales y promoción del
movimiento y actividad física).
-Liderazgo personal y liderazgo de equipos de trabajo (estrategias para
favorecer el trabajo de directivos con sus equipos de trabajo).

Datos arrojados en una investigacion presentados en el libro A.M.A.R de Felipe


Lecannelier mostraron a Chile como la sociedad con la mayor tasa de problemas
totales relativos a la emocionalidad de niñas y niños (externalizantes +
internalizantes). Donde el 44% de los niños entre 1 y 5 años presenta algún tipo
de dificultad socioemocional. Con posterioridad se realizó una investgación de
similares caracterisicas con una evaluación que se implementó en el contexto de
jardines infantiles, donde la observación las llevaron a cabo las educadoras de
párvulo, “cuyos resultados mostraron que Chile aparece en el puesto número 5,
antecedido por Kosovo, Lituania, Irán y Rumania” (Pág 22-23, 2016).

La salud emocional es clave en el rendimiento escolar y en la capacidad de


aprender y concentrarse de los niños. El dolor, la pena, el desamparo, la
frustración y la desesperanza son frenos a la capacidad de incorporar nuevos
conocimientos, integrarlos y comprenderlos. Son frenos a la posibilidad de
disfrutar jugando y riendo con los compañeros. Son frenos a la creatividad. Hoy
día, 7 de cada 10 niños en Chile han perdido en parte su equilibrio emocional, y al
menos, 5 de cada 10 presentan desórdenes de ansiedad, del ánimo, consumo de
adictivos, etc.”, diagnostica la Dra. Amanda Céspedes

Nuestra propuesta de Educación Emocional considera la corporalidad y el


movimiento como eje fundamental del desarrollo de las competencias
emocionales. Por ejemplo, en cuanto a la corporalidad, la respiración consciente
es un elemento clave para aprender a regular distintos estados emocionales.
Zaccaro y cols. (2018), determinan que las respiraciones lentas (considerado
como un promedio de menos de 10 ciclos por minuto), puede favorecer el
incremento de la relajación, mejorar la alerta y el vigor, disminuir la ansiedad, la
depresión y la ira. Además, diversos autores han determinado que distintas
técnicas de respiración lenta pueden mejorar significativamente la salud
cardiovascular (Noble and Hochman, 2019; S. Varga, D.H. Heck 2017). Por otra
parte, la actividad física regular está asociada a mejoras significativas en la salud
general del cuerpo, potenciando el sistema inmunológico, la salud cardiovascular,
nuestro metabolismo y además, a nivel neurológico, favorece la liberación de
Factor Neurotrófico derivado del cerebro (FNDC), una proteína que favorece la
neurogénesis y con esto, la salud del cerebro y nuevos aprendizajes.

Considerando el impacto de los resultados en los estudios mencionados con


anterioridad a la luz de lo que menciona A.J. Narayan y cols. (2021), describe que
la adversidad en la niñez de los padres y las generaciones previas, pueden
transformarse en un riesgo para el desarrollo de situaciones adversas en la
próxima generación de niños, especialmente si hay ausencia de influencias
positivas y protectoras en el desarrollo. Los autores, citan al Center for Study of
Social Policy, que manifiesta que “Los padres necesitan intervenciones que los
ayuden a manejar síntomas clínicos y reacciones a sus propias historias de
trauma y un mal apego, para así poder proteger a los niños de la adversidad y el
trauma de la mejor forma posible y proveer una crianza que promueva seguridad
emocional, apego seguro y un desarrollo saludable en los niños”.

Resulta fundamental instalar en las comunidades estrategias de alfabtetizacion


emocional con un enfoque preventivo que favorezca el bienestar a traves de
interacciones afectivas positivas que puedan permear las practicas y culturas a
nivel politico de las sociedades

J. Narayan y cols. (2014), asoció que la exposición temprana a violencia de padres


(entre los 0 y 64 meses), estaría asociada al desarrollo de violencia de pareja
tanto como perpetradores como víctimas en la adultez temprana. Similares
observaciones fueron encontradas en la exposición temprana a violencia de los
padres a nivel preescolar (25-64 meses) (J. Nayaran y cols., 2017).

Es por tanto, fundamental trabajar en la emocionalidad de padres, madres,


cuidadores y personas vinculadas a la crianza de niñas y niños y recibir las
herramientas necesarias para desarrollar competencias socioemocionales que
puedan mediar y gestionar sus propias emociones y que éstas vivencias
negativas no se transformen en un elemento transgeneracional que se traspase a
las nuevas generaciones
Cartas Gannt
Cronograma de propuesta de ejecución 2022

Meses Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

Actividades
x
Presentación del programa
Período sensibilización x x
Presentación y aplicación de instrumento x x
autodiagnóstico
Reflexión critica para la pertinencia local x x x
según el nivel de desarrollo
socioemocional arrojado por el
instrumento en cada estamento
Aplicación de estrategias diversificadas x x x x x x
para el desarrollo sociemocional según
categoria que arroja el instrumento
Seguimiento y evaluación de estrategias x x x x x x
aplicadas
Evaluación final, categorización, x
presentación de resultados y
proyecciones de la comunidad
JUSTIFICACIÓN:

Durante muchos años, se presentó una dualidad entre razón y emoción, como si
fueran dos entidades que viven y se expresan por separado. Incluso en nuestros días,
podemos escuchar prejuicios como que “las mujeres son más emocionales”. Y en
realidad, no es que las mujeres sean “más emocionales”, sino que son emocionales. Y
también los hombres, niñas, niños, y todas las personas desde nuestro nacimiento hasta
el último respiro: Vivimos en un mundo emocional que convive, en el mejor de los casos,
con manifestaciones racionales.

¿Qué son las emociones? Humberto Maturana (2001), nos dice que “…son
disposiciones corporales dinámicas que definen los distintos dominios de acción en que
nos movemos […] Cuando uno cambia de emoción, cambia de dominio de acción”.

Por su parte António Dámasio (2018), indica que son “…programas de acción
razonablemente complejos […], detonados por un objeto identificable o un evento, un
estímulo emocionalmente competente”. Además, “Aparecen evolutivamente como una
condición de sobrevivencia, para el bienestar y equilibrio homeostático de las especies”,
agregando que “Por ser programas de acción son altamente estereotipados, y por ello
podemos hablar de emociones primarias universales: sorpresa, miedo, felicidad, asco,
tristeza, enojo”.

Debemos reconocer que las emociones están presentes desde la más tierna infancia,
necesitando ser distinguida como una energía que moviliza, que expresa, confiando en
que hay un otro que lo acoge y reconoce la expresión de su “ser” como legítima, que
puede acompañarle y educarle en la expresión libre y sincera de sus miedos, dolores,
tristezas, ansiedades y desborde de dicha.

Rafael Bisquerra (2003), indica que la Educación, en su concepto más amplio, debe
preparar para la vida, teniendo como finalidad el desarrollo humano, y esto implica
responder a las necesidades sociales. Para Bisquerra, la Educación Emocional es “un
proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las
competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo integral de la
persona, con objeto de capacitarle para la vida. Todo ello tiene como finalidad aumentar
el bienestar personal y social”.

¿Qué sabemos sobre la educación emocional pre-escolar en Chile? Tal vez, una de las
orientaciones más alarmantes y que a la vez nos invitan a trabajar con entusiasmo en
esta temática, es presentada por Rescorla y cols. (2011), quien realizó un análisis en 24
países para evaluar y comparar los problemas conductuales y emocionales de pre-
escolares, encontrando que los pre-escolares chilenos presentaron los mayores
puntajes en el total de problemas (que consideran evaluaciones en distintos ámbitos).

Entonces, no hay duda de la urgente necesidad de abordar las emociones que nacen en
el proceso de desarrollo de los niños y niñas en el primer ciclo de su etapa escolar y
necesidades que fluyen desde ella. Hay cambios significativos que surgen de las
emociones y necesidades más profundas como son: la adaptación y la inclusión, los
vínculos, entre otros.

Sin duda, en este nivel inicial, habrá niños y niñas que asumirán de mejor manera los
desafíos y dificultades que les presenta el nuevo territorio y espacio humano. No
obstante, no son los recursos individuales de cada niño o niña lo que está en juego aquí,
sino un sistema que acoja la singularidad y promueva una propuesta flexible,
significativa y acertada a las reales emociones y necesidades del grupo humano.

Debemos distinguir en este proceso, que la educación, tiene como objetivo principal y
esencial el desarrollo humano positivo, armonioso, genuino. (Delors “La Educación
Encierra un Tesoro, pág nº9)

Se deben escoger estrategias para potenciar una educación que enseñe a vivir mejor
mediante el conocimiento, la experimentación y la formación de una cultura personal.
Donde todos los talentos y capacidades de creación estén en busca de un proyecto
personal. Donde se comprenda primero a sí mismo para luego poder comprender al otro
con sus particularidades. En este mismo sentido, la Unesco nos presenta 4 Pilares de la
Educación que son (Delors, Jacques1994, La Educación Encierra un Tesoro, pág.
Nº36):
Aprender a Conocer: comprendiendo el mundo que lo rodea, para poder vivir con
dignidad. Su justificación es el placer de comprender, conocer, descubrir.

Aprender a Hacer: donde cobra importancia la capacidad de comunicación y de


trabajar con los demás, de afrontar y solucionar conflictos.

Aprender a Vivir Juntos: principal empresa de la educación de hoy, donde objetivos y


proyectos comunes puedan dar lugar a una cooperación, permitiendo de esta manera
equidad e igualdad.

Aprende a Ser: la función de la educación es permitir a todos los seres humanos la


libertad de pensamiento, juicio, sentimientos y de imaginación, para ser en lo posible
artífice de su destino.

Estos 4 Pilares del conocimiento, deben ser atendidos igualitariamente para que la
experiencia de la educación sea globalizadora y que dure toda la vida.

Desde el fundamento psicológico, consideraremos lo que plantea Daniel Goleman,


enfatizando que “la infancia y la adolescencia constituyen una auténtica oportunidad
para asimilar los hábitos emocionales fundamentales, que gobernarán el resto de
nuestras vidas”. Destacaremos y orientaremos la implementación de estrategias del
desarrollo emocional, en base a 3 dimensiones que plantea Daniel Goleman
(Goleman,1995):

1.- Autoconciencia emocional, a través de la cual el niño se conoce a sí mismo, sabe y


conoce lo que dice, puede tomar decisiones, descubriendo sus capacidades y
limitaciones.

2.- Automotivación, donde el adulto le entregará al niño y niña, habilidades afectivas,


visualizando sus logros, haciéndolos sentir valorados, comprendidos y amados, para
que ellos puedan conseguir los objetivos que se propongan.

3.- Autocontrol, a través del cual, se motivará al niño y niña a que aprenda a gestionar
sus emociones, canalizándolas de manera efectiva y positiva.
En Chile, la Fundación Liderazgo Chile, pionera en educación emocional, plantea que la
importancia de comenzar la educación emocional desde el tramo de sala cuna se
fundamenta desde una mirada de las neurociencias, que se basa en comprender que
las funciones intelectuales del niño son entendidas desde el mundo emocional y que
esta dimensión es fundamental en el proceso del aprendizaje (FLICH, 2021a).

Por otra parte, un programa de educación emocional puede traer diversos beneficios
tanto a nivel personal como social. En este sentido, PamGershon y John Pellitteri
(2018), evaluaron distintos programas de educación socioemocional en pre-escolares,
encontrando mejoras cuantificables en habilidades socioemocionales, reducción de
conductas de riesgo y mejoras en el desempeñoo académico.

Fundación Liderazgo Chile (2021b), propone una Metodología que considera 7


elementos clave para el desarrollo de un programa de educación emocional:

1. Persona: El foco de enseñanza debe siempre radicar en la persona que aprende,


desde su estructura de coherencia Cuerpo, Lenguaje, Emoción y Espiritualidad.

2. Emoción-Consciente: En toda situación de aprendizaje se deben generar y hacer


consciente a la persona de las emociones que va sintiendo y viviendo, desde un
proceso de enseñanza afectivo y de confianza.

3. Aprendizaje: El aprendizaje se logra por medio del fortalecimiento y estimulación de


nuevas emociones necesarias para que el cerebro del que aprende lo construya
desde su diversidad y constante proceso metacognitivo en un todo, integral.

4. Reflexión-Evaluación Formativa: Se debe propiciar espacios y momentos


continuamente de reflexión sobre lo aprendido, en el como se movilizaran las
competencias y en el para qué las utilizarán.

5. Acciones: Todo proceso de enseñanza y aprendizaje debe llevar alternativas de


acciones concretas en donde las personas que aprenden deban resolver distintas
situaciones de su vida personal y/o social, utilizando el desarrollo de sus
competencias.
6. Toma de Decisiones: Al elegir una u otra acción a desarrollar, siempre deberemos
tomar una decisión, la que esta basada en los cinco puntos anteriores, y
acompañará de un análisis situacional acorde a la persona, sus competencias,
emociones facilitadoras y morales.

7. Evaluación Satisfacción: Al termino del proceso de la ejecución de sus acciones,


cada persona evaluará sus resultados acorde al grado de bienestar emocional
personal y social que le atribuye, con lo que podrá responder para qué y en qué
utilizo lo aprendido.

En este trabajo, hemos decidido diseñar una propuesta metodológica de educación


emocional basada en la Metodología FLICH, con el fin de establecer la alfabetización
emocional en las comunidades educativas de primera infancia, donde se espera
elaborar instrumentos que permitan el conocimiento personal de cada uno de los
involucrados en este proceso, como un índice de educación emocional adaptado a la
realidad cultural y territorial del lugar a intervenir, desplegando estrategias
diversificadas que permitan mejorar y promover los objetivos de la educación emocional,
donde el trabajo colaborativo y metas en común permitirán enriquecer las relaciones con
el otro, cumpliendo de esta manera con una premisa de la educación que tambi én es
ser, una experiencia social.

La educación emocional para la primera infancia y los actores que la componen se ha


complementado como parte importante de las bases curriculares que sustentan a la
educación parvularia, siendo parte de los objetivos de esta, de la formación integral que
deben recibir, de los ámbitos, núcleos y objetivos de aprendizajes, dónde el infante
reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención
sobre los Derechos del Niño es incluido con “su corporalidad, sus emociones, valores y
facultades cognitivas”. De allí que resulta prescindible la formación desde la infancia
temprana, ya que es allí dónde se construyen las bases para un desarrollo futuro tanto
en lo pedagógico como en lo personal.
Además, se utiliza como referente en Estándares para el adecuado desempeño
profesional, el Marco para la buena enseñanza, el que plantea como uno se muchos
propósitos: Promover las prácticas educativas con altas expectativas de aprendizaje
hacia todos los niños y las niñas, orientadas a generar un ambiente de aprendizaje
basado en la confianza, el ejercicio de la ciudadanía, la participación, el respeto, el
juego, la colaboración, el compañerismo y la reciprocidad, dentro y fuera del aula, y
prácticas que favorezcan la convivencia y un clima de buen trato entre todos los niños y
las niñas y con los otros miembros de la comunidad educativa y local.

Las estrategias diversificadas a plantear, consideran trabajar elementos transversales a


todos los estamentos de la comunidad educativa, como el desarrollo de habilidades y
competencias socioemocionales, la corporalidad y el autocuidado, la respiración
consciente o el trabajo en equipo; a la vez que considera elementos que son
característicos de cada estamento y profesional: Habilidades directivas para al
retroalimentación de equipos, estrategia de autocuidado para educadoras(es) de
párvulos y técnicos, cuidados de la voz, entre otras estrategias.

Por otra parte, es clave el trabajo que se desarrolle con las familias: padres, madres y
cuidadoras, deben también recibir herramientas que les permitan criar y nutrir cuerpo y
alma. El cómo se cría, muchas veces tiene directa relación al cómo fuimos criados, y si
esa crianza carga con estímulos negativos, se corre el riesgo de que las nuevas
generaciones reciban también esta pesada carga. Miles de personas alrededor del
mundo, incluso en el ámbito de la educación, creen que “un buen palmazo no le hace
mal a nadie”, “un buen palmazo ayuda a enderezar a los niños porfiados” o que “a los
niños de ahora les hace falta un palmazo (chancletazo, correazo) para que aprendan a
respetar a la autoridad”. La educación emocional, puede transformarse en un elemento
protector de la seguridad afectiva y emocional, incentivando el desarrollo de un apego
seguro para las nuevas generaciones y asegurándose justamente de dejar atrás mitos y
estructuras antiguas de la crianza que no tienen ningún sustento biológico o psicológico
y que generan todo lo contrario a lo que algunas personas creen.

Diversos autores (John Bowlby 1980, 1973, 1969) coinciden en que la fase de apego y
vinculación temprana se relacionan a futuro con las conductas de las personas y como éstas
se desarrollan en la sociedad. Como proyecto queremos promover desde la génesis de los
procesos educativos la formación emocional, de una manera pertinente y acorde a las
realidades locales de cada institución, con una mirada ética y con altas expectativas en las
personas con las que deseamos desarrollar esta iniciativa.

¿Por qué estamos acá?

Tenemos la convicción de que desde nuestra propia alfabetización emocional, ya


estamos dando un paso tremendo para poder ser cuerpos, almas y energías resonantes
que transmitan esta vibración y conocimientos en nuestras vidas personales y
familiares, pero además creemos firmemente que la construcción del tejido social se
nutre con los aportes de cada uno de nosotros y que en este sentido, la niñez es una
semilla preciosa que hay que nutrir para que la humanidad brille en el presente y en el
futuro, para que reciban todas las cosas bellas que nos ha enseñado la ciencia, la
filosofía, las artes y las humanidades, para que reciban el amor que merecen y sean a
su vez futuras hebras de luz que hagan brillar a las sociedades del mañana.
Referencias:

Maturana Romesín, Humberto (2001). “Emociones y Lenguaje en Educación y Política”.


Editorial Dolmen Ensayo, Décima Edición. ISBN: 956-201-087-1

Dámasio António (2018). “El extraño orden de las cosas: La vida, los sentimientos y la
creación de las culturas”. Ediciones Destino ISBN: 9788423353415

Bisquerra Alzina, Rafael (2005) “La educación emocional en la formación del


profesorado Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado”, vol. 19, núm. 3,
diciembre, 2005, pp. 95-114 Universidad de Zaragoza Zaragoza, España.

Rescorla et al (2011). “International Comparisons of Behavioral and Emotional Problems


in Preschool Children: Parents’ Reports From 24 Societies” J Clin Child Adolesc
Psychol. 2011; 40(3): 456–467.doi: 10.1080/15374416.2011.563472

Fundación Liderazgo Chile (2021a): “Análisis, fundamento y programa inicial del


proyecto de Ley de Educación Emocional en Chile”. Disponible en
https://www.flich.org/wp-content/uploads/2021/03/Marco-teorico-Ley-de-educacio_n-
emocional.pdf, consultado el 12 de Abril del 2021.

Gershon, P., & Pellitteri, J. (2018). Promoting emotional intelligence in preschool


education: A review of programs. The International Journal of Emotional Education,
10(2), 26–41

Fundación Liderazgo Chile (2021b): “Nuestra Metodología FLICH”, disponible en


https://www.flich.org/nosotros/#:~:text=NUESTRA%20METODOLOG%C3%8DA
%20FLICH&text=En%20toda%20situaci%C3%B3n%20de%20aprendizaje,ense
%C3%B1anza%20afectivo%20y%20de%20confianza., consultado el 12 de Abril del
2021.

A.J. Narayan et al. (2021) “Intergenerational transmission and prevention of adverse


childhood experiences (ACEs)”. Clinical Psychology Review 85 (2021) 101997

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