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El mandala como terapia de

estimulación cognitiva en personas


mayores
Archivado en Centros residenciales por Tècnic en animació sociocultural (TASOC) de la Residencia San
José en 16 marzo 2017

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En la Residencia San José de Burjassot (Valencia) y en la Residència Santa Maria del
Tura de Olot, se han puesto en marcha unos talleres terapéuticos de expresión plástica
que ayudan a la estimulación cognitiva de las personas mayores, activando mecanismos
tanto físicos, como psicológicos, emocionales y mentales. En estos talleres de dibujo y
manualidades, dependiendo de los objetivos que se pretenden conseguir, se practican
métodos concretos como dibujar y pintar letras para formar frases o la técnica del
mandala.

¿Qué son los mandalas?


Los mandalas, originarios de la India y cuyo nombre significa “círculo o rueda en su forma
perfecta”, representan el mapa del cosmos: una pequeña muestra totalizadora de la
proyección geométrica del mundo. Es un arte milenario que permite, por medio de un
soporte gráfico, llegar a la meditación y a la concentración, para exprimir
nuestra creatividad y naturaleza, mejorando así la motricidad fina y la autoestima. Se
trata de una comunicación no verbal adecuada para interactuar con personas
mayores, a quienes a veces les resulta difícil la comunicación mediante el lenguaje.

Terapia con mandalas, ¿a quién va dirigida?


La práctica de los mandalas es accesible a todo el mundo y puede acompañar en
cualquier etapa de la vida: tanto a pequeños como a mayores, ya que no requiere conocer
una disciplina determinada.

¿Cómo se trabajan los mandalas?


El mandala puede trabajarse de dos formas:

 creándolo
 coloreando uno ya construido
En esta segunda forma, solamente hay que rellenar de color los diferentes elementos
geométricos, escogiendo cada persona los colores, el tipo de pintura o la intensidad del
color en función de su estado de ánimo.

Dependiendo del objetivo que se quiera conseguir y de las características de la persona


que lo realice, se elaborarán pautas como pintar cada dibujo de un mismo color o que se
usen tantos colores como deseen. Al ser una expresión del alma, las formas, los símbolos
y los colores que se eligen tienen un profundo contenido que brota de las raíces de
nuestro ser, armonizando nuestro mundo interior con el exterior. A medida que se va
avanzando con el dibujo, las personas van descubriendo que es una maravillosa
oportunidad de ver la vida desde otra perspectiva, una visión más profunda de todo.

Para poder permanecer tranquilos, con la mente en reposo, y poder fluir a través del
diseño y del color, es muy importante tener en cuenta factores como la luz de la sala, la
música, el olor, la respiración, la disposición de todos los materiales o la posición corporal.
La idea es abrir poco a poco un concepto natural y energético, aportando equilibrio,
concentración y bienestar.

Técnicas para pintar un mandala


Existen dos técnicas principales para pintar un mandala:

 desde afuera hacia dentro. Esto significa que la persona quiere “buscar su centro”
y contactar con la esencia de su subconsciente
 desde adentro hacia fuera, indicando un ánimo de exteriorizar las emociones y
sacar lo que se lleva dentro
No hay que ser perfeccionista al pintar. Se debe dejar fluir la intuición según lo que
dictamine el ánimo y disfrutar mientras se pinta.

Al acabar, es recomendable dedicar un rato a uno mismo, contemplar el trabajo y terminar


de dar sentido a lo que se ha hecho. En el caso de no terminar el mandala en ese
momento, es mejor dejarlo y empezar uno nuevo la próxima vez que quiera realizar el
taller para que se haga acorde al estado de ánimo de ese momento.

Beneficios psicológicos de la terapia con mandalas


A nivel psicológico, la realización de un mandala es considerada como una buena
herramienta para facilitar el equilibrio psicológico de la gente mayor.

Esta técnica puede ayudar a trabajar:

 la concentración
 la paciencia
 la activación de la energía positiva
 la focalización de la atención
 la meditación profunda para elevar el nivel de conciencia
 la expansión de la capacidad de la mente
 el entreno de la memoria
Mandala coloreado por los participantes en el Taller de Mandalas de la Residència Santa Maria del Tura, en Olot.

La estimulación cognitiva con mandalas permite la activación de los dos hemisferios del


cerebro. El hemisferio derecho es el global y no verbal, donde residen capacidades
como la imaginación, la intuición, la creatividad, la inspiración o el espacio. En cambio,
el hemisferio izquierdo es lógico y verbal, donde se establecen las competencias de la
racionalidad, el detalle o la coherencia. Estos dos hemisferios se complementan cuando,
después del dibujo, se realizan comentarios verbales, estimulando así las conexiones
de las redes neuronales.

Finalmente, la realización de mandalas también favorece el nexo entre nosotros y las


personas con quien realizamos el taller. La satisfacción, emoción y orgullo que se
siente por una persona mayor al observar que ha realizado con éxito el mandala ayuda
a fomentar su autoestima.

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