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Facilitador: Participante:
Dra. Adannys Sequera Br. Rosmary Guerra
V- 28.553.484
En el mundo del consumo, conocer la vida útil de los alimentos se ha vuelto muy importante.
Esto se explica por el interés de los consumidores por cuidar su salud, lo que les obliga a tomar
precauciones para minimizar el riesgo de enfermarse por consumir alimentos contaminados o
mal procesados, es decir, depende tanto de las características del propio alimento como de la
técnica de su conservación. Por lo que se puede decir que la vida útil de un alimento se define
como un período de tiempo limitado después de su preparación. Una forma en que los
consumidores pueden averiguar cuánto tiempo será la durabilidad de los alimentos que compran
es buscar la fecha de caducidad o la fecha de consumo que se encuentra preferente en la etiqueta
del producto.
Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, la vida útil de los alimentos depende de
cuatro factores principales: composición, procesamiento, envasado y almacenamiento.
Todos los alimentos que comemos a diario se pueden dividir en tres grupos: perecederos, no
perecederos y semi-perecederos.
Los alimentos perecederos son alimentos con una vida útil corta que se descomponen
rápidamente bajo la influencia de diversos factores como la temperatura, la humedad y la
presión, a los que están expuestos durante el comercio, el transporte y el almacenamiento.
Cabe destacar que a medida que transcurren los días, las proteínas y vitaminas de los
alimentos comienzan a desaparecer cuando la luz, la humedad, la temperatura y la sequedad
tienen un efecto negativo. Esto se debe a que los alimentos perecederos son atacados por
microorganismos como hongos y bacterias que les gusta alimentarse de; carne, leche, queso,
frutas, pescado y verduras que no contienen conservantes. Una característica de los alimentos
perecederos es que se descomponen más rápido a temperatura ambiente o a temperaturas más
altas.
Los alimentos no perecederos son aquellos con una vida útil prolongada que solo comienzan
a deteriorarse después de abrirlos o debido a una mala manipulación o almacenamiento. Suelen
ser alimentos que se encuentran en latas, plástico o cartón. Esto es gracias a que los empaques
ayudan a mantener mucho mejor su durabilidad. A diferencia de los alimentos perecederos, los
alimentos no perecederos no se ven afectados por la humedad, la temperatura o la presión porque
han pasado por un proceso de producción y procesamiento que les otorga estas características.
Se puede decir que los alimentos no perecederos se pueden almacenar durante al menos 3
meses. Sin embargo, cada producto tiene su propia información de fecha de consumo y
caducidad preferente, aunque todo depende del tratamiento que se aplique al producto en la etapa
de su trazabilidad alimentaria. La recomendación principal para almacenar alimentos no
perecederos es almacenarlos en un área fresca, seca y bien ventilada, lejos de la luz solar. Ya
que, la permanencia en un lugar fresco y seco evita el desarrollo de microorganismos que dañan
el producto y reduce la presencia de insectos. También se recomienda conservar los productos en
su embalaje original el mayor tiempo posible. En los casos en que el empaque no sea práctico,
los alimentos se pueden colocar en recipientes herméticos para evitar la entrada de insectos. Otra
recomendación de almacenamiento es almacenarlos a 15-18°C para evitar el crecimiento de
insectos, bacterias u hongos. También se debe evitar la luz solar porque favorece la oxidación y
hace que los alimentos pierdan su composición original y su valor nutritivo. En resumen, el
almacenamiento limpio limita la contaminación y una buena ventilación mantiene la
temperatura, elimina la humedad y al mismo tiempo elimina los malos olores
Los principales tipos de alimentos no perecederos son los siguientes: Atún enlatado, Verduras
enlatadas, Pastas y sopas enlatadas, Azúcar, café, arroz, sal o legumbres en bolsa, Ingredientes
básicos: Cómo la harina de trigo, jarabe de maíz, maicena y la harina de maíz. Productos
herméticos o envasados: Cómo mermeladas, jarabes, mieles, vinagre, aceitunas y conservas.
Los alimentos semi-perecederos son alimentos que se pueden conservar durante mucho
tiempo, aunque empiecen a estropearse antes de la fecha de caducidad, y además, su descomposición
se acelera si se almacenan mal. T ienen una vida útil de aproximadamente 6 meses a 1 año, siempre
que esté bien conservado y en función de la calidad del producto.
Algunos de los alimentos semi-perecederos más comunes son; Granos secos y cereales:
Granos como lentejas, soja y la arveja, Frutos secos: Son las nueces (maní, avellanas, almendras,
pistachos y muchos más), frutos deshidratados (uvas pasas y entre otros) o semillas como las de
girasol, linaza, ajonjolí, etc. Paquetes en general: En esta clasificación nos encontramos con las
galletas, frituras, pastas, chocolate, café, confituras y todos esos productos que se envasan en
bolsas, cajas o plásticos para su distribución y conservación.
Las materias primas que llegan a la industria alimentaria pueden venir alteradas o
contaminadas, ya en origen, o contaminarse a lo largo del proceso de producción o una vez
finalizada este. Dependiendo de las condiciones sanitarias que se sigan durante el proceso de
elaboración de un producto, será el tiempo de vida útil del mismo. Si no se mantiene un
adecuado manejo higiénico durante todo el proceso de elaboración, es posible que el producto
final contenga una carga microbiana que, de tener condiciones favorables, pueda desarrollarse
y descomponer el alimento o aún más, causar infecciones o intoxicaciones a los consumidores.
Cabe destacar, que todos los alimentos se alteran si no se consumen en un tiempo prudencial
y/o si no se conservan en unas condiciones adecuadas. El Código Alimentario Español define
“alimento alterado” como todo aquel “que durante su obtención, preparación, manipulación,
transporte, almacenamiento o tenencia, y por causas no provocadas deliberadamente, sufre
variaciones en sus caracteres organolépticos, composición química o valor nutritivo de tal forma
que la aptitud para el consumo queda anulada o disminuida, aunque permanezca inocuo”. Es
decir, un alimento alterado puede ser inocuo pero no apto para el consumo. Por el contrario,
también puede suceder que un alimento con unas propiedades sensoriales y nutricionales
adecuadas represente un riesgo para la salud pública. Esto es gracias a que la alteración
alimentaria puede obedecer a diversas causas físicas, químicas y/o biológicas, entre las que
destacan las siguientes;
1. Lesiones físicas; por abrasiones, presiones, congelación, desecación, entre otras.
2. Actividad enzimática de los propios alimentos y otras reacciones químicas inherentes a su
composición química.
3. Crecimiento y actividad metabólica de bacterias, levaduras y mohos.
4. Acción de insectos, roedores, aves y otros animales.
A menudo estas causas no actúan aisladamente. Por ejemplo, las bacterias, los mohos, los
insectos y la luz pueden actuar simultáneamente para deteriorar un alimento en un almacén.
Igualmente, el calor, la humedad y el aire afectan tanto al crecimiento y actividad de los
microorganismos como a la actividad química de las enzimas propias del alimento en cuestión.
Por otra parte se puede decir que los factores que influyen en la velocidad y grado de
alteración de un alimento se suelen clasificar en intrínsecos y extrínsecos. Los intrínsecos se
refieren a las propias características del producto y están influenciados por el tipo y calidad de
las materias primas, la formulación y la estructura del producto. Entre ellos cabe citar la
actividad de agua, el pH, el potencial redox, el oxígeno disponible, los nutrientes, la microbiota
natural, los enzimas, los aditivos, etc. En cambio los factores extrínsecos son aquellos a los que
se expone el alimento según avanza por la cadena alimentaria: tratamientos térmicos,
temperatura durante el almacenamiento y la distribución, presión, exposición a la luz, tipo de
atmósfera, contaminaciones microbiana.
Se considera envase todo producto fabricado con materiales de cualquier naturaleza y que
se utilice para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías, desde materias
primas hasta artículos acabados, en cualquier fase de la cadena de fabricación, distribución y
consumo. Así, los alimentos enlatados tendrán una mayor vida útil que los envasados en
recipientes de plástico. El envasado puede favorecer condiciones de anaerobiosis o modificar
la atmósfera entre el alimento y el material de empaque, de tal manera que en tales
condiciones se pueda prolongar la vida útil del alimento.
Entre las principales ventajas del envase destacan: cuanto más atractiva sea la presentación
del envase más influye en las ventas; un buen diseño puede contribuir a que el consumidor
identifique más fácil y rápidamente el producto y lo diferencie del de la competencia; y cuanto
más detallada y concreta sea la información del producto contenido más tangible será para el
cliente, de aquí la importancia del ecodiseño y los envases sostenibles.
Según el tipo de material con el que estén fabricados los envases se clasifican en:
Contención.
Protección y conservación.
Comunicación.
Facilidad de fabricación.
Comodidad de uso.
Los principales requisitos para un envase que no contamine el medio ambiente es que, ha
de contener y proteger el producto, así como conservar las características del mismo (color,
sabor, forma, dimensiones, diseño, entre otros) conforme a la naturaleza de la carga
(perecedera, industrial, frágil, peligrosa, entre otros).
Gracias a los materiales utilizados para su fabricación, el envase proporciona una especie
de barrera física a factores que afectan a los alimentos (calor, oxigeno, luz, olores), lo que
permite mantener durante más tiempo y en mejores condiciones las propiedades del producto,
aumentar el control del crecimiento microbiano o la oxidación.
Tamaño y volumen
El material y su calidad
Una vez escogido el material, el envase deberá pasar distintos controles sanitarios y de
calidad como la resistencia en diferencias de presión, de vacío, la presión interna y de presión
externas. Seguidamente se detallan los 4 materiales más utilizados en el sector del envase y del
embalaje:
Plástico: presenta multitud de ventajas ya que con él, podemos elegir distintas formas de
envase. Es muy resistente a los golpes y a las roturas, cómodo de utilizar, económico y de
fácil transporte. Asimismo, los plásticos son aislantes térmicos y eléctricos, por lo que la
corriente no se conduce a través de ellos.
Papel o cartón: son materiales comúnmente utilizados para envasar alimentos secos,
líquidos o comidas rápidas. Ambos están hechos de astillas de madera, pero debido a las
preocupaciones ambientales, el uso de material reciclado ha aumentado
significativamente.
Aluminio: de igual que con el plástico y el papel, se puede reciclar y reutilizar. Es un
material rígido, ligero e impermeable. Ofrece fantásticas propiedades que protegen los
productos de agentes externos como la luz, la humedad, el oxígeno y los
microorganismos. Aunque presenta algunos inconvenientes: como la deformación o el
deterioro del envase si recibe algún golpe. Tiene un alto coste y los consumidores no
pueden ver el producto en su interior.
Vidrio: ideal para mantener la temperatura del producto. Muy utilizado para líquidos y
para aquellos productos que requieran un embalaje elegante y distintivo. También es
100% reciclable aunque hay que ir con cuidado porque si recibe algún golpe, se rompe
fácilmente. Por lo que es importante asegurarse de usar un envase apropiado que consiga
amortiguar caídas y sea a prueba de posibles golpes durante su transporte.
Ergonomía
Que se pueda manejar de una manera sencilla y cómoda, que sea de fácil apertura y cierre y
además, que se pueda transportar y almacenar adecuadamente.
Tipo de impresión
Otro elemento a tener en cuenta para elegir el mejor envase, es el sistema de impresión. Se
debe asegurar que se trate del más adecuado para el producto. Por ejemplo, si has elegido un
envase flexible, existen distintos métodos de impresión: el huecograbado o la flexografía.
Diseño
Un buen diseño de embalaje servirá para destacar la marca por encima de los demás
productos en el lineal del supermercado. Es vital que el diseño sea creativo para captar la
atención. La elección de los colores y la tipografía juegan un papel imprescindible. Habrá que
incluir el logotipo y slogan de la empresa para conseguir que los consumidores se acuerden de tu
marca.
Comunicación
El envase debe informar al usuario sobre las características y propiedades del mismo, mostrar
sus ingredientes, consejos de consumo o aplicación, información de la empresa y sobretodo
mencionar las fechas de caducidad o de consumo preferente.
Conservación y seguridad
Que la empresa tenga presente el concepto» eco-friendly«. Es decir, que respete al medio
ambiente y que el envase elegido se pueda reciclar, reutilizar y sea lo menos contaminante
posible para proteger nuestro medio ambiente. Es urgente, también, frenar el continuo abuso en
materia de desechos y reducir el derroche de materias primas.
Coste
Antes de lanzar el producto al mercado, hay que realizar un análisis exhaustivo de costes en
cuanto a la fabricación, etiquetado, distribución y comercialización del mismo.
Anayansi, C.A.
Anayansi es una empresa venezolana, con casi 60 años en el mercado, que ofrece soluciones
integrales de insumos y material de empaque, (envases, tapas, corrugados, equipos y materia
prima) ofreciendo además asesoramiento profesional en los distintos procesos de diseño,
elaboración, envasado y empaquetado a las industrias licoreras, de alimentos, bebidas,
farmacéuticas, cosméticas y toda empresa que necesite soluciones efectivas para sus proyectos.
Productos: envases de vidrio, envases plásticos, etiquetas, tapas metálicas, tapas plásticas,
pintado y serigrafiado de botellas, cajas de cartón, esencias, etiquetado y reempacado.
En 1860 fue fundada por Samuel Ramsden en Melbourne, Australia como una empresa
manufacturera de papel (APM, Australian Paper Manufacturer), luego en 1986 inicia el proceso
de convertirse en una empresa manufacturera de una gran variedad de empaques.
Envases Venezolanos, S.A. es una empresa del Grupo Envases Venezolanos, conglomerado
de empresas dedicadas a la manufactura de empaques, la cual fabrica envases metálicos de tres
piezas en hojalata. Las otras empresas de este Grupo son Envases Corona que fabrica envases
metálicos de 2 piezas en aluminio, Vidrios Domésticos (VIDOSA), que se dedica a la fabricación
de vidrio para uso industrial y doméstico, y Tapas Corona que manufactura tapas metálicas y
plásticas. Productos: Latas para conservas de pescado, cárnicos y vegetales en diferentes
tamaños. Latas para aceite comestible para restaurantes. Latas para productos industriales como
pinturas, solventes y productos asfálticos
Impex, C.A.
IMPEX, C.A. empresa fabricante de tapas con y sin linner y envases plásticos, con diversidad
de usos en los diferentes sectores industriales
Productos de Vidrio, S.A.
PROYECTOS PET C.A, forma parte de la División Empaques del Grupo Mistral. Con una
trayectoria de 34 años en el mercado, Proyectos PET es una de las más grandes empresas
fabricantes de soluciones de empaques para las industrias de alimentos, bebidas carbonatadas y
no carbonatadas y limpieza del hogar en Venezuela.
Tapas Corona es una empresa venezolana que por más de 60 años se ha dedicado a la
fabricación de tapas metálicas y plásticas para envases. Actualmente forma parte del Grupo
Envases Venezolanos.
(COVENIN, 2083:1999)
Requisitos
Los envases desechables de cartón plasticubiertos deben cumplir con los siguientes
requisitos:
Envases
Los envases deben ser embalados en un material que garantice su protección durante las
operaciones de transporte y almacenamiento.
Rotulación
Todo producto envasado debe obligatoriamente ser registrado y verificado su Contenido Neto
en SENCAMER antes de ser comercializado en el país.
Unidad de productos envasados
El Contenido Neto se refiere a la cantidad de producto que contiene un envase y que adquiere
el consumidor, y no debe incluir el peso del tipo de empaque que lo almacena (vidrio, plástico,
papel, entre otros), por esta razón el Contenido Neto es objeto de control a través de la Ley de
Metrología para proteger al consumidor y al empresario de la cantidad de producto que adquiere
por presentación y empaque.
Esta Unidad es la responsable del control del registro de todo producto envasado que se
comercialice o pretenda ser comercializado en el país sea de origen importado o de fabricación
nacional.
Para cumplir con estas competencias la Unidad de Productos Envasados dispone de equipos
de medición calibrados, personal altamente calificado para atender técnica y administrativamente
estas competencias y ejercer la fiscalización de productos en el comercio.
Bibliografía
Cavenvase. (2017). Cavenvase. Recuperado el 31 de Marzo de 2023, de
https://cavenvase.org/directorio.pdf