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TRABAJO DE INTEGRACIÓN FINAL

FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y PSICOPEDAGOGÍA

CARRERA: PSICOLOGÍA

“Fotografía y su relación con las Emociones”

Titular de la cátedra: Dr. Federico J. Sánchez

Tutor/a: Lic. Victoria Papagna Maldonado

Alumno: Lucas Patricio Cardone

lucas.cardone@usal.edu.ar

2022

1
AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer a mi familia y amigos, por siempre ocupar el lugar de casa, por brindar

soporte, confianza y ayudar al proceso de mi formación como persona y profesional.

Agradecer a las amistades que formé por el paso en la universidad y que se volvieron

fundamentales para lograr un recorrido satisfactorio.

Agradecer a los profesores que fueron el medio por los cuales adquirí conocimientos que hoy

son mis formadores como profesional. Agradecer también a los profesores y tutores

encargados de la materia de TIF por brindar conocimiento y ayuda en la realización de este

trabajo.

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RESUMEN

El presente trabajo se desarrolló en busca de la relación entre la fotografía y las emociones.

Se llevó a cabo un repaso de bibliografía sobre las emociones y la fotografía, clasificando y

diferenciando a las primeras entre básicas y complejas. Para buscar relaciones, se recolectó

información sobre 50 sujetos, los cuales se dividieron en dos grupos: Artistas/No artistas, con

el fin de buscar relaciones entre grupos a partir del contenido despertado de emociones al ver

fotografías. Se encontró que si bien hay una respuesta emocional a partir de una fotografía,

no importa a qué grupo se pertenezca, las respuestas emocionales medidas no reflejaron

diferencias significativas entre grupos.

3
ÍNDICE

1. Introducción ………………………………………………………………………...5

Justificación…………………………………………………………………………………..5

Planteamiento de la problemática ……………………………………………………………7

2. Marco teórico ……………………………………………………………………….8

Estado del arte ……………………………………………………………………………….13

Hipótesis ……………………………………………………………………………………..15

Variables ……………………………………………………………………………………..16

- Indicadores de variables ……………………………………………………………..16

Objetivos …………………………………………………………………………………….17

- Objetivo General …………………………………………………………………….17

- Objetivo específico …………………………………………………………………..17

3. Metodología ………………………………………………………………………...18

4. Análisis de datos obtenidos ………………………………………………………...21

5. Discusión ……………………………………………………………………………29

6. Conclusiones ………………………………………………………………………..30

7. Bibliografía …………………………………………………………………………32

8. Anexos ………………………………………………………………………………34

4
INTRODUCCIÓN

Justificación

La presente investigación busca indagar de qué manera influye la fotografía sobre las

emociones. La fotografía es una disciplina artística que en líneas generales se entiende como

una disciplina que expresa. En su trabajo, Rossi, M. S., & Palazzo, V. definen al arte como un

enunciado visual que condensa en su forma, cuyo sentido está ligado a la cultura y la historia

de su lugar de nacimiento. El receptor enfrentado a la obra de arte puede vivir las emociones

desde una posición diferente a la de otra persona, pese a que se trate de la misma obra.

Para abordar esta temática de investigación, primeramente se buscó información al

respecto de las variables a estudiar (fotografía, emociones). A raíz de esta búsqueda, se

encontró que Palmero (citado en Vergara, 2010) dice que lo que dispara una reacción

emocional siempre es un estímulo inductor que activa un sistema de respuesta. Fredrickson

(2001) postula que las emociones son tendencias de respuesta con valor adaptativo, que

tienen manifestaciones a nivel fisiológico, en la expresión facial, la experiencia subjetiva, el

procesamiento de la información, etc. También son intensas pero breves en el tiempo y

surgen ante la evaluación de algún acontecimiento antecedente. En relación a esto dicho, se

puede pensar en la fotografía como un activador de emociones, teniendo en cuenta que una de

las principales fuentes de percepción con las que cuenta el sujeto para emocionarse, es el

sentido de la vista..

Si bien se ha investigado en demasía sobre el fenómeno de las emociones, poco se ha

hablado en términos de cómo estas se pueden ver afectadas por algo tan cotidiano como lo

son las artes. Ante la falta de evidencia al respecto, la presente investigación pretende abordar

la temática de las emociones a partir del estímulo fotográfico, con el objetivo de describir el

5
tipo de relación existente entre estas dos variables así como las diferencias que se puedan

presentar en artistas y no artistas

Desde una perspectiva personal, el autor considera que el mundo de la fotografía y las

artes en general son de gran valor dada la forma en que aquellas disciplinas se incorporan y

transforman la subjetividad.

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Planteamiento de la problemática

La cultura atraviesa a los seres humanos que viven en ella. Hechen María (2008)

propone que el hecho de mirar implica una dimensión humana, una acomodación a

estructuras culturales que involucran al sujeto que percibe y delimitan lo que puede y no debe

ser mirado. Por otro lado, Bericat (2012) explica que las emociones no son meras respuestas

biológicas del organismo, sino sentimientos sociales condicionados por la cultura de una

sociedad (sus normas, valores, ideas, creencias, etc.)

Existe en la cultura un crecimiento del consumo visual en todos los espacios de la

vida cotidiana. En la mayoría de casos se presenta como natural, pero en un proceso que se

encuentra codificado (Steiner, 2019). Con el correr de la presente investigación se espera

poder profundizar en cómo condiciona a la experiencia personal el impacto de lo visual.

A partir de lo mencionado, surgen los siguientes interrogantes: ¿Las características

particulares de cada persona pueden ser condicionantes para percibir emociones de manera

distinta ante un mismo estímulo? Por consiguiente se aborda la pregunta problema final en

cuestión: ¿Qué relación existe entre la fotografía y las emociones?

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MARCO TEÓRICO

Emociones

Las emociones se pueden distinguir entre básicas y complejas. Pinedo y Canal (2020)

postulan que las emociones básicas son las que se comparten con otras especies y las

complejas son propias del procesamiento cognitivo, adquiridas en el desarrollo de la persona.

Siguiendo los aportes de Ekman (1999), se definen nueve características que son indicios de

emociones básicas: expresión universal distintiva; universalidad en los eventos que anteceden

a la emoción; fisiología distintiva; la presencia en otras especies primates; una valoración

automática específica (pensamientos, memoria e imágenes distintivas); aparición distintiva en

el proceso de desarrollo; rápido inicio; breve duración, y ocurrencia imprevista. A partir de

estas características, se reducen a seis las emociones básicas, siendo:alegría, ira, tristeza,

miedo, asco y sorpresa (Pinedo & Canal, 2020).

En su estudio sobre las emociones, Damasio (citado en Cossini, et al., 2019), plantea

que las emociones son complejas colecciones de respuestas químicas y neuronales que

regulan al organismo en modo de respuesta ante un fenómeno (estímulo) y son automáticas.

Desde el punto de vista biológico, las emociones tienen su base en el sistema límbico.

Según Jiménez (2006) “incluye el hipocampo, la circunvalación del cuerpo calloso, el tálamo

anterior y la amígdala. La amígdala, además de desempeñar otras funciones, es la principal

gestora de las emociones y su lesión anula la capacidad emocional.” Esta última, la amígdala,

es esencial para la expresión del miedo y también adquiere memorias de experiencias

condicionadas por esta emoción. (Phelps y LeDoux, 2005).

Fredrickson (citado en Jiménez, 2006), postula que las emociones son tendencias de

respuesta que tienen cualidad de ser adaptativas, reflejan manifestaciones a nivel fisiológico,

8
en la expresión facial, la experiencia subjetiva, procesamiento de la información, etc. además

agrega que las emociones son intensas pero breves en tiempo de duración y que surgen ante

la evaluación de algún acontecimiento antecedente.

Lawler (2001) va a distinguir entre emociones globales y emociones específicas. Las

globales son genéricas, determinadas por el resultado de la interacción, involuntarias y no

están condicionadas por una interpretación o atribución cognitiva. Por otro lado, las

específicas, a diferencia de las globales, si están mediadas por un esfuerzo interpretativo que

concierne a la subjetividad del sujeto y también se encuentra atravesada por asociaciones a

diferentes objetos o circunstancias.

Bericat (2012) postula que la experiencia emocional de un sujeto dependerá de

muchos factores: cómo valore consciente y/o inconscientemente los hechos, a qué/quién

atribuya la causa/responsabilidad de esos hechos, sus expectativas ante la situación, la

identidad social activa en cada momento y de la identificación del sujeto con otras personas,

grupos o colectivos. Para dar cierre a esta idea, Bericat va a decir que el sujeto de las

emociones no es un organismo o cuerpo aislado del entorno, sino que va a ser un sujeto

obligado a lograr sus metas relacionándose con los otros.

Esta particularidad en las emociones, vinculada al entramado de lo social, es lo que

algunos autores denominan como Emociones Secundarias (Tabernero, 2016). Otros autores

Hansberg (1996), las definen como Emociones Morales.Para Hansberg, que una emoción sea

resultado de principios morales determina que ésta conlleva un monto superior de procesos

cognitivos que los que podría tener una emoción básica. Sostiene que estas emociones cargan

con distintos conceptos, creencias y deseos que se encuentran en relación con la moralidad, el

reconocimiento del otro y de las relaciones interpersonales.

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Pinedo (2020) explica que la moral y sus normas pasan a ser la base, el porqué de la

conducta emocional del individuo, pudiendo provocar en él un cambio de conducta frente a

eventos y otras personas, lo que demuestra que el sujeto que las vivencia es capaz de evaluar

acontecimientos por sus causas, consecuencias, o por las reglas en las que está inmerso.

Mercadillo (2007), plantea que las emociones morales son aquellas expresiones

subjetivas nacidas a consecuencia del interés o del bienestar, en sociedad o en conjunto, que

surgen también por una percepción sobre las normas morales en juego y su posible ruptura,

estando sujetas a una valoración cultural/social.

Haidt (citado en Mercadillo, 2007) va a describir los conjuntos de emociones morales

que se distinguen. Enumera cuatro familias de emociones morales:

1. Las emociones de condena se resumen en ira, disgusto, desprecio e indignación. Se

presentan ante la percepción de ruptura de los códigos morales a los cuales se adhiere.

Promueven a la acción de conductas de dos tipos: egoístas/antisociales (como por

ejemplo ataques, venganza) y pro-sociales (como por ejemplo una manifestación

pacífica frente a la injusticia).

2. Las emociones de autoconciencia son vergüenza, pudor y culpa. Las dos primeras se

dan cuando la persona reconoce que está incumpliendo una convención social. En el

caso de la culpa se da cuando el sujeto reconoce que su transgresión ha podido causar

sufrimiento a otros.

3. Las emociones relativas al sufrimiento ajeno se reducen a la compasión. Ésta surge

ante la percepción de que alguien sufre, acompañado de un deseo interno de aliviar el

sufrimiento, lo cual por lo general conlleva en su forma de acción una posición

altruista.

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4. Por último, las emociones de admiración son gratitud, admiración y devoción. Éstas

están relacionadas a la percepción de algo como bueno o ejemplar. Son “positivas” ya

que provienen de una situación placentera para el sujeto y tienen una ganancia social.

Gratitud tiene que ver con un sentimiento amistoso hacia alguien que hizo un acto

beneficioso para el sujeto. Admiración y devoción, por su lado, son los actos con

tendencia a la imitación que surgen por la percepción de escenas que se evalúan como

buenas, correctas o estéticas.

Fotografía

Bañuelos & Castellanos (2018) señalan que la fotografía es una forma de escritura del

mundo dado que es imposible mostrar al mundo sin la fotografía, pues la fotografía jugó

desde su origen el rol de ser espejo de un proceso cultural iniciado en el Renacimiento.

Everaert-Desmedt (2008) argumenta que las personas se encuentran sumergidas en un

universo de signos y que éstos estructuran nuestra manera de pensar, actuar y ser. El

pensamiento simbólico permite realizar una distinción entre lo real y lo posible. Así mismo,

plantea que no se tiene acceso inmediato a la realidad, sino que se construye una

representación de la realidad, mediante interpretación de códigos de orden simbólico

compartidos culturalmente. Estos códigos ayudan a la interpretación de la realidad.

Lizarazo Diego (2018) distingue ver de mirar y propone que no solo se ve por la disposición

biológica óptica, sino que ver está cargado de expectativas y experiencias que disponen un

tipo de visión (mirar). Por ende, el lugar que adquiere la mirada es el momento donde lo

simbólico y lo histórico que hacen al observador se enlazan en el acto de ver. Siguiendo una

línea similar, Hechen María (2008) sostiene que el hecho de mirar implica una dimensión

humana, una acomodación a estructuras culturales, que involucran al sujeto que percibe y

delimitan lo que puede y no debe ser mirado.

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Diego Lizarazo (2018) postula el concepto posibilidad-mirada-fotografía, donde

ciertos fotógrafos tienen una cualidad para sacar fotos que para otros es imposible, y esa

distinción radica en la forma en que estas personas se posicionan frente al mundo que ven.

Así mismo, distingue el instante de observación (sacar una foto) del momento secundario (ver

la foto), donde se da la interpretación y se evocan emociones. Siguiendo la misma línea,

Steiner (2019) sostiene que se debe tener en cuenta el contexto histórico de una imagen.

Gombrich (citado en Hechen, 2006) describe que la imagen existe porque hay un

espectador que percibe y comprende. En este apartado demuestra que lo que finalmente el

espectador reconoce es un filtro de lo que ve fácticamente, es un resto cargado de

simbolización (experiencias previas, cultura, lenguaje, expectativas). En este sentido, propone

que la fotografía es condicionante de las emociones experimentadas al momento de mirar.

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Estado del arte

● En el año 2017, en la Universidad de Buenos Aires se realizó una investigación

llamada: “¿Cuántas son las emociones básicas? Estudio preliminar en una muestra

de adultos mayores”. En esta investigación se evaluaron 18 adultos mayores (13

mujeres y 5 hombres). Los mismos fueron reclutados de centro de jubilados

pertenecientes a Capital Federal y acompañantes de pacientes que concurren al

Laboratorio de Deterioro Cognitivo del Hospital Interzonal de Agudos Eva Perón de

San Martín. Como criterios de inclusión se tuvieron en cuenta edad mayor a 65 años y

una escolaridad menor a 12 años. como criterios de exclusión de la muestra:

antecedentes de enfermedades neurológicas, del desarrollo, trastornos psiquiátricos y

un puntaje bruto inferior a 24 puntos en el Mini Mental State Examination. Al utilizar

las fotografías propuestas por Ekman se encontró que los porcentajes de errores

coinciden con los estudios neuropsicológicos de Tottenham et al (2009), Calvo y

Lundqvist (2008) y Calvo y Nummenmaa (2015) que concluyen que el principal

confusor de miedo es sorpresa, de sorpresa miedo, de asco enojo y de enojo-asco. Se

observó que hay diferencias significativas en el rendimiento del reconocimiento

correcto de MIEDO respecto a su principal confusor que es SORPRESA, esto mismo

se cumple en el caso contrario. Los mismos resultados se hallaron en el caso de

ASCO y ENOJO y viceversa. Estos resultados cobran relevancia metodológica al

considerar que el instrumento utilizado contiene fotografías estáticas y presentan

expresiones emocionales exageradas. Estas características implican una falta de

validez ecológica al no presentarse de esta forma en el ámbito social. Pero a pesar de

esta limitación, los errores que muestran estos participantes no sugieren que haya una

combinación entre miedo/sorpresa y enojo/asco, ya que las diferencias encontradas

fueron significativas.

13
● En el año 1989, la psiquiatra florentina Graziella Magherine describió en una

cohorte de 106 turistas, atendidos a lo largo de 10 años, por sufrir en el curso o poco

después la visita a los tesoros artísticos de Italia, Florencia (arquitectura, pintura,

escultura), de su inigualable ciudad, diversos trastornos de la esfera psíquica y

somática, de presentación aguda y corta duración (desde unas horas a poco más de

una semana); Magherine englobó todas estas manifestaciones bajo el epónimo de

síndrome de Stendhal: más de la mitad de sus pacientes presentaron trastornos

ideatorios y perceptivos (delirios, alucinaciones, despersonalización), casi un tercio

apreció alteraciones emocionales (depresión, angustia, euforia, exaltación) y una

minoría (5%) alteraciones psicosomáticas (mareos, sudores, taquicardias, opresión

precordial, dolor, epigástrico y desvanecimientos). Las personas atendidas tenían

antecedentes de patología psiquiátrica en la mitad de los casos, eran sobre todo

occidentales y bastantes de ellos se consideraban artistas o aficionados a las

actividades artísticas. ¿Por qué lo llamó síndrome de Stendhal? En el año 1817

Henri-Marie Beyle (Stendhal) visitó la iglesia de la Santa Croce de Florencia, donde

se encuentran los restos de sabios, escritores y artistas, entre ellos Maquiavelo,

Miguel Angel y Galileo. En esta visita, el viajero experimentó fuertes emociones

(sentimientos celestes que solo las bellezas artísticas y la pasión pueden ofrecer. . .) y

manifestaciones psicosomáticas (taquicardia, sensación de desvanecimiento), que

describió en su libro (diario de viajes).

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Hipótesis

La fotografía tiene un papel significativo sobre las emociones básicas y complejas

una vez que sea vista. Las fotografías con contenido Abstracto provocan una alta

intensidad en las emociones del grupo Artistas.

15
Variables

1. Fotografía (Variable independiente)

2. Aristas/No Artista (Variable independiente)

3. Emociones (Variable dependiente)

Indicadores de Variables

● Indicadores de la variable FOTOGRAFÍA:

a. Abstractas/Paisajes/no abstractas personas.

● Indicadores de la variable EMOCIÓN:

a. Emociones básicas y complejas: (alegría, ira, tristeza, miedo, asco, sorpresa,

ira, disgusto, desprecio, indignación, vergüenza, pudor, culpa, compasión,

gratitud, admiración y devoción)

● Indicadores de ARTISTAS/NO ARTISTAS:

a. Autorreporte del sujeto.

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Objetivos

Objetivo General

Describir la relación existente entre fotografía y emociones.

Objetivos Específicos

1. Analizar las diferencias de intensidad emocional entre los grupos Artistas/No

Artistas.

2. Indagar si el grupo Artista tiene un alto grado de reactividad emocional (positiva o

negativa) frente a las fotografías abstractas.

3. Indagar si el grupo Artista tiene una tendencia a la percepción emocional moral antes que a

la básica respecto de los No Artistas.

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METODOLOGÍA

Diseño de investigación

El presente estudio es de tipo correlacional, teniendo en cuenta que se intenta estudiar en qué

medida la fotografía va a afectar a las emociones. A través del instrumento de toma

(presentación de fotografías), autoadministrado, se va a recolectar información que va a

indicar qué relación existe entre las variables. La metodología utilizada será

Cualitativa-Cuantitativa, esto quiere decir que se va a abordar en la toma aspectos

cualitativos, como lo son las emociones, pero al momento del análisis, ese contenido

cualitativo se va a transformar en números, por lo tanto se habla de un análisis cuantitativo.

Marco muestral

Se obtuvo una muestra aleatorizada total de 50 sujetos, compuesta por 26 “artistas” y 24 “no

artistas”. La toma fue administrada a todos por igual, ya que se intenta ver con esto si existe

diferencia entre grupos a partir de la misma toma.

Criterios de inclusión

-Personas que sean mayores de 18 años.

-Personas que residan en AMBA

-Una vez comenzado el estudio, dentro de la prueba, hay una división de la población entre

Artistas y No Artistas.

18
Instrumento

Se envió a los participantes la invitación para ser parte del estudio de modo virtual por

medio de un formulario. Se le brindó información a todos los participantes sobre lo que

trataba el actual estudio y sobre la confidencialidad que se iban a tener de los datos. Todos los

que completaron el formulario tuvieron que especificar la edad y si se consideran artistas o

no, luego, en el caso de considerarse artistas, debieron especificar que tipo de arte ejercían.

El instrumento cuenta de tres partes y fue desarrollado por el investigador a cargo,

sirviéndose del modelo de presentación de las IAPS ( International Affective Picture System)

como referencia. La intención del instrumento diseñado es que a partir de una fotografía, el

sujeto pueda determinar que tipo de emoción le dispara, adjudicando a su vez el nivel de

intensidad de la emoción percibida y la adjudicación de un valor “positivo” o “negativo”

sobre el contenido recientemente visto.

Se trata de 30 Fotografías, las cuales están divididas en tres grupos aleatoriamente

ordenados al momento de la prueba: diez imágenes “abstractas”, diez imágenes de “personas”

y 10 imágenes de contenidos “varios” (animales, paisajes y objetos).

En la toma, una vez vista la imagen, se le presenta al sujeto una lista en donde tendrá

que elegir entre 17 emociones (básicas y complejas).

Como siguiente paso, por medio de una escala de valoración de tipo likert, la persona

que esté haciendo el formulario va a tener que marcar el grado de intensidad de emoción que

dispara la fotografía vista.

El último paso en la toma se hace teniendo en cuenta la valoración “moral” de la

fotografía, en tanto la persona debe decir si la fotografía vista la considera “positiva” o

“negativa”.

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Descripción del campo

El desarrollo de la investigación fue por medios digitales, por lo que la recolección de

datos se hizo en un corto período de tiempo. La plataforma utilizada fue Google Forms y se

distribuyó a través de redes sociales y de comunicación (instagram, whatsapp).

20
ANÁLISIS DE DATOS OBTENIDOS

La muestra estuvo constituida por 50 personas, de las cuales 24 se consideran No

Artistas y 26 se consideran Artistas.

Se hicieron diferentes pruebas que arrojan resultados en relación a los tipos de

imágenes percibidas, las intensidades de las emociones percibidas y también se hicieron

relaciones entre grupos Artistas-No Artistas.

Nivel de intensidad según el tipo de imagen

Para llevar a cabo este apartado se realizó una prueba de análisis de varianza para

múltiples comparaciones (ANOVA), en donde se pretende buscar un valor p menor a 0.05,

para que se pueda establecer una relación significativa, en este caso, entre la intensidad

adjudicada y los tipos de fotografías, sin diferenciar entre artistas de no artistas.

La ANOVA arroja que las imágenes con contenido de personas se puntuaron con un

nivel más intenso, seguidas de las de contenidos varios y por último las abstractas. El p valor

21
arrojado es de 0.007 , lo cual indica que estos datos no se deben al azar.

Se llevó a cabo un tukey sobre los grupos de imágenes, los cuales arrojó que las

imágenes abstractas califican una intensidad significativamente diferente que las de contenido

de personas y contenidos varios.

22
Se realizaron dos ANOVA de una vía, una para cada grupo (artistas y no artistas)

buscando diferencias en los niveles de intensidad según los tipos de imágenes.

En el caso del grupo de Artistas, el p valor arrojado es de 0.0013, lo cual implica un

alto nivel de confiabilidad. De todas maneras, el gráfico arroja casi similarmente los

resultados de la Anova general.

23
La Anova hecha para el grupo de los No Artistas arroja un valor p de 0.0002,

nuevamente lo que arroja el gráfico es una similitud con el gráfico arrojado de la Anova

general.

Uno de los objetivos propuestos era ver si las personas consideradas artistas

puntuarían con mayor intensidad las fotografías abstractas que los No Artistas. Se realizó una

prueba T de muestra independiente para determinar si había diferencias en los niveles medios

de intensidad entre el Grupo de Artistas y el Grupo No Artistas. La prueba nos muestra que

los niveles de intensidad no fueron diferentes en el Grupo de Artistas (2.832 ± 0.743) y en el

Grupo No Artistas(2.852 ± 0.658). La prueba arrojó una diferencia no estadísticamente

significativa de -0.016 (95% CI, -0.252 to 0.220), t(-0.135) = 47.873, p = 0.8932. El análisis

hecho mediante la prueba T, nos muestra que esta hipótesis no se da, que independientemente

del grupo de pertenencia, las fotografías abstractas se puntúan en igual intensidad.

24
A continuación se inserta un gráfico de barras en donde arroja las distribuciones de las

intensidades de las fotografías abstractas según el grupo de pertenencia (artistas y no artistas)

Análisis de valencia

Uno de los objetivos de este trabajo es indagar si el grupo Artista tiene un alto grado

de reactividad emocional (positiva o negativa) frente a las fotografías abstractas. Para abordar

25
esto, se llevó a cabo un Anova de dos vías, en donde se intenta analizar el índice de

positividad de cada grupo, es decir un promedio partiendo de la cantidad de veces que los

sujetos puntuaron una imagen como positiva, relacionándose con el tipo de imagen en

cuestión

Lo que arroja el gráfico es que no hay diferenciación entre grupos y tipos de imágenes

(p = 0.1966). Si se ve una diferencia significativa intergrupo (p= 0.0175), en donde se

observa que el índice de positividad del grupo de Artistas en las imágenes abstractas se

diferencia en mayor medida del índice de positividad de las imágenes de contenido vario y de

personas del grupo No Artistas.

Asumiendo, con los datos arrojados anteriormente, que los grupos no se diferencian

entre sí respecto de la positividad puntuada, podría pensarse que eso implica que si se juntan

todos en un mismo grupo (artistas/no artistas) se va a encontrar una diferencia por tipo de

imagen. Se corrió un nuevo Anova donde sin el factor grupo se encontraron diferencias

significativas entre fotografías abstractas y de contenido vario. Se concluye de esta forma que

las abstractas se puntúan más positivas que las animales, con un p= 0.0178.

26
Análisis de emociones complejas dependiendo el grupo.

Al haber arrojado resultados como los recientemente vistos, donde no hay

diferenciación de grupos al puntuar la intensidad de la emoción percibida a partir de las

imágenes, a través de una prueba de T se busca ver si los sujetos considerados artistas van a

puntuar más emociones complejas que los no artistas.

Se realizó una prueba T de muestra independiente para determinar si había diferencias

en los niveles medios de cantidad de emociones complejas adjudicadas entre el Grupo

Artistas y el Grupo No Artistas. Los niveles de frecuencia no fueron diferentes en el Grupo

de Artistas (20.800 ± 3.536) y en el Grupo de No Artistas (21.250 ± 2.524). Por consiguiente,

se da una diferencia no estadísticamente significativa de -45,049 (IC 95%, -164,658 a

74,560), t(-0,758) = 46,639, p = 0,4524.

27
Como agregado a tener en cuenta, las emociones estudiadas son 17, de las cuales 6 son las

básicas y 11 las complejas, por ende esta relación en cantidades es determinante para la

28
puntuación de las emociones, siendo que hay más probabilidades de que ante una fotografía,

se dispare una emoción compleja por el hecho de que hay una cantidad mayor.

DISCUSIÓN

En cuanto al nivel de intensidad según el tipo de imagen , el estudio llevado a cabo

demuestra que hay una diferencia significativa entre la intensidad de las emociones respecto

del tipo de imagen. Las imágenes de contenido de personas arrojan un nivel de intensidad

más alto que los otros dos conjuntos de imágenes. Por consiguiente, en el apartado sobre la

intensidad respecto del tipo de foto, se determina que no se encuentran diferencias entre los

grupos, lo cual implica que no hace falta ser artista para atribuirle más intensidad a una

emoción. También, otro dato que se puede plasmar es que independientemente del grupo al

que se pertenezca, el orden de puntuación en intensidad se va a mantener, siendo las

fotografías con contenido de personas las que más intensidad recolectaron, seguidas de las

fotografías de varios contenidos y por último las abstractas.

Respecto al análisis de valencia, se concluye de este apartado que la positividad

adjudicada a las imágenes abstractas no se diferencian entre los grupos, pero si son más

positivas de lo que son las fotos con contenido vario y de personas para el grupo no artistas.

Se pudieron llevar a cabo los objetivos propuestos y se dieron con resultados que

contradicen hipótesis. Como se vio en el desarrollo, el nivel de intensidad no se dio

diferenciación entre los grupos, por lo que el ser considerado Artista no modifica las

respuestas emocionales estudiadas. Ahora, a partir de esto, se arriba hacía una pregunta: ¿A

qué se debe esta no diferenciación? Se piensa en primer momento que las imágenes elegidas,

si bien fueron clasificadas, no tuvieron un criterio estudiado como para poder permitirse estar

en el estudio o no, por lo que esto puede incidir en la recolección de los datos.

29
CONCLUSIONES

En primer instancia hay que aclarar la falla en la toma, que responde a la no inclusión

del término “no percibo ninguna emoción” en el apartado del instrumento donde hay que

señalar la emoción percibida, pues la hipótesis principal de esta investigación fue que “la

fotografía va a incidir sobre las emociones básicas y complejas”. Para poder estar seguro que

la fotografía pone en marcha a la emoción, en el instrumento que se mide, hay que tener la

opción antes mencionada, ya que de esa forma es que se puede saber si una fotografía activa

procesos emocionales o no.

Otra de las hipótesis hechas es que el grupo Artistas va a puntuar un nivel de

intensidad más alto de las fotografías abstractas que el grupo No Artistas. Al momento de

analizar los datos obtenidos, se llegó a la conclusión de que independientemente del grupo de

pertenencia, la intensidad de las emociones a partir de la fotografía abstracta ronda la media

de dos, siendo ésta la cifra más baja en líneas generales, ya que las fotografías con contenido

de personas son las más puntuadas, seguidas de las de contenidos varios.

El Análisis de la valencia demostró que no hay diferencias significativas entre grupos,

que sin diferenciar entre estos, la categoría de imágenes que más índice de positividad

recaudó es la de contenido abstracto.

Uno de los objetivos propuestos previamente fue el de indagar si el grupo de artistas

ponía de manifiesto una elección mayor de emociones complejas por sobre el grupo de no

artistas. La prueba llevada a cabo para resolver este análisis arrojó que independientemente

del grupo, las emociones complejas eran elegidas en misma medida, por lo que no se

estableció una diferencia significativa.

En conclusión, la relación entre grupos de Artistas/No Artistas no implica

necesariamente una diferencia, pues en los análisis desarrollados, se pone de manifiesto que

30
los artistas no se diferencian de los no artistas en cuestiones que a priori se consideran de un

procesamiento más complejo por ser artista (mayor elección de emociones complejas y

puntuación más intensa en fotografías abstractas)

Se pudo observar que las fotografías más valoradas intensamente fueron las de

contenido humano, por lo que para otra investigación queda pendiente indagar a qué se debe

este fenómeno de elección, y si se debe al hecho de la proximidad respecto de la raza (se

puntúa antes lo humano qué otra categoría).

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BIBLIOGRAFÍA

● Bañuelos, J. (2018). resignificación ontológica de la fotografía. deSignis, vol. 28,

pp. 15-20

● Bericat, E. (2012). Emociones. Sociopedia.isa pp. 1-13

● Cossini, F. (2017). ¿cuántas son las emociones básicas? Estudio preliminar en una

muestra de adultos mayores sanos. Anuario de Investigaciones, vol. XXIV, 2017, pp.

253-257

● Everaert-Desmedt, N. (2008). ¿Qué hace una obra de arte? Un modelo peirceano de la

creatividad artística. Utopía y Praxis Latinoamericana, vol. 13, núm. 40, pp. 83-97

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Handbook of Affective Sciences. Oxford University Press, 852-870, Oxford, 2003.

● Hansberg, O. (1996). La diversidad de las emociones. México: Fondo de Cultura

Económica

● Lizarazo, D (2018). La fotografía como existencia: Apropiación y Reinterpretación

fotográfica. deSignis, vol. 28, pp. 101-124

● Matsumoto, D. y Ekman, P. (2009). Basic emotions. In D. Sander and K.R.

Scherer. Oxford Companion to Emotion and the Affective Sciences. Oxford. Estados

Unidos: Oxford University Press.

● Phelps, E. y LeDoux, J. (2005). Contributions of the Amygdala to emotion

processing: From animal models to human behavior. Neuron. vol 48, Issue 2, pp.

175-187

● Pinedo, I. (2020). Emociones básicas y emociones morales complejas: claves de

comprensión y criterios de clasificación desde una perspectiva cognitiva. Tesis

Psicológica, vol. 15, núm. 2, pp. 1-33

32
● Rigat, L. (2018). Fotografía contemporánea: la reconfiguración de los modos de

representación en el documentalismo. deSignis, vol. 28, pp. 59-73

● Rossi, M. (s.f). Hacia una definición del arte contemporáneo. Academia.

● Steiner, M. (2020). Introducción. Imágenes y Sociedad: Arte, Diseño y

comunicación. Cuadernos del Centro de Estudios en Diseño y Comunicación.

Ensayos, núm 96, pp. 11-18

● Tabernero, M., Politis, D. (2016). Reconocimiento facial de emociones básicas y su


relación con la teoría de la mente en la variante conductual de la demencia
frontotemporal Interdisciplinaria. Centro Interamericano de Investigaciones
Psicológicas y Ciencias Afines. vol. 33, núm. 1
● Vecina, M. (2006). Emociones Positivas. Papeles del Psicólogo, vol. 27, núm. 1,

pp. 9-17

33
ANEXO

Fotografías utilizadas

- Contenido Personas

34
+

35
36
+

37
- Contenidos Varios:

38
39
40
41
42
- Contenido Abstracto

43
44
45
46
47
Instrumento

48
49
Proceso de cuestionario por cada imagen:

50
51

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