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GRUPO 501
DERECHO
MEDELLIN
2023-1
1. Analizar y explicar SUFICIENTEMENTE el sentido y alcance del artículo 1897 CC a la
luz de la teoría del contrato.
Primero hay que entender la obligación de saneamiento que es la obligación del vendedor
de amparar al comprador en su dominio y posesión de lo que se le vende y además
responder por los vicios o errores que se presenten.
El artículo 1897 establece la acción de saneamiento que tiene el vendedor de una cosa
contra el tercero que tiene derecho a ella y por consiguiente, obliga al comprador a
restituirla o a pagar su valor.
En otras palabras, si un vendedor vende algo a un comprador y resulta que la cosa vendida
pertenece a otra persona, el vendedor tiene el derecho de pedirle a esa tercera persona que
le entregue la cosa vendida o que le pague su valor. Esto se llama acción de saneamiento y
se ejerce por medio de una demanda judicial.
Es importante mencionar que esta acción solo puede ser ejercida por el vendedor si la cosa
vendida ha sido objeto de una sentencia judicial o de un acto administrativo que declare que
la cosa pertenece a un tercero distinto al vendedor. Además, el vendedor debe haber sido
condenado a restituir la cosa al verdadero dueño o a pagar su valor al comprador.
Esto defendería a ese tercero que no tiene nada que ver con el contrato celebrado entre
vendedor y comprador. Aunque la venta de cosa ajena es justo titulo nada interviene en la
obligación que tendría el vendedor de restituir al verdadero dueño
Las aludidas secciones de la teoría del contrato, en consecuencia, hallan en esta obra una
disertación seria y coherente, presentada con lenguaje riguroso, y al mismo tiempo
armónica con el estado actual del arte acerca de la institución del contrato.
La acción para obligar al vendedor que, conociendo o debiendo conocer los vicios que
afectaron a la cosa vendida al tiempo del contrato, no los manifestó al comprador, y que
permite a éste para reclamarle una “indemnización de perjuicios” plena por el daño
emergente y el lucro cesante es totalmente aparte a el debate de si la venta de cosa ajena es
justo título o no, en el caso colombiano lo es.
necesario/ suficiente
Solemnidad
comportamiento
El contrato de renta vitalicia no se limita a ser un contrato real o solemne, debido a que este
cuenta con exigencias de solemnidad- escritura pública y exigencia real o de
comportamiento- en su especificación (se perfecciona con la entrega del precio).
Por lo cual decidimos no limitarnos con lo que nos presenta el código civil en su artículo
1500 y tomar en cuenta otras posturas literarias (Teoría del negocio jurídico, Pablo Garcés
Vásquez). Este autor plantea 2 clasificaciones del contrato desde su perfeccionamiento, en
estas encontramos la de forma libre la cual la asemeja al contrato consensual debido a que
esté solo requiere el acuerdo de las partes para su perfeccionamiento. y la segunda
clasificación son los contratos de forma impuesta en el cual se podrían encontrar los
contratos de forma solemne y real debido a que estos requieren un formalismo que surge de
la ley.
Se concluye que el contrato de renta vitalicia es de forma impuesta, pues este requiere de
exigencias solemnes y reales.