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Trabajo Social

Título
Reseña: Orígenes de la Administración

Asignatura
Administración y Planeación Social
NRC 15500

Estudiantes grupo #4
Yeisy Alejandra Pérez Pérez ID: 634284
Luisa Fernanda Álvarez Olaya ID: 633083
Yimy Fabian Plata Leon ID: 632624
Diana Rocío Mendoza ID: 634807

Tutor
Leyla Zambrano Zambrano

Corporación Universitaria Minuto de Dios


Vicerrectoría Regional Orinoquía – Sede San Juan Eudes, Villavicencio
2021-1
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RESEÑA
Autor: Idalberto Chiavenato
Título: Introducción a la teoría general de la administración
Capítulo: 2/ Administración científica, pág. 31-48
Año de publicación: 2019
País de origen: México
Editorial: Mc Graw Hill

Resumen
La administración como ciencia surgió en el siglo XX, por el ingeniero estadunidense
Frederick W. Taylor, quién es considerado como el fundador de la teoría general de la
Administración Moderna. Su principal interés era eliminar el desperdicio y las pérdidas en el
mundo industrial, a su vez, elevar la productividad con métodos y técnicas de ingeniería
industrial. Taylor (1856-1915), nació en Filadelfia-Estados Unidos, inició su carrera como
operario en Midvale Steel Col, su formación y su capacidad personal le permitieron pasar a
dirigir un taller de maquinaria, donde observó cuidadosamente el trabajo de los obreros que se
encargaban de cortar los metales. Fue allí donde concluyó la idea de analizar el trabajo,
teniendo en cuenta que los empleadores buscaban ganar el máximo al fijar el precio de una
tarea; mientras que los obreros reducían la tarea para equilibrar el pago por pieza establecida.
Esto lo llevó a estudiar el problema y dar una solución al mismo, queriendo dar un equilibro
donde los empleadores y los obreros se beneficiaran por igual.

En el primer periodo, Taylor concluyó que, si un obrero recibe incentivo por el


aumento de trabajo, su rendimiento y productividad será positiva; asimismo decía que los
objetivos de una administración es pagar salarios justos y reducir los costos de producción.
Por lo tanto, se deben aplicar métodos científicos y a su vez seleccionar a los empleados de
acuerdo a sus capacidades y sus aptitudes; brindando las condiciones de trabajo adecuadas,
con el fin que puedan cumplir con todos los objetivos de una empresa. Sumado a esto, se
debía crear un lugar de tranquilo y confiable entre los trabajadores para que puedan cumplir
con las tareas asignadas.
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En el segundo periodo, Taylor concluyó que la relación del trabajo y el obrero


debería ir acompañada de principios hacia la empresa; por esta razón desarrolló estudios sobre
la administración general, denominándola administración científica. Queriendo avanzar sobre
estos estudios sin dejar a un lado la tarea de los obreros. Taylor observó que en las empresas
de su época los obreros no trabajaban con ánimo, que eran irresponsables y negligentes; por lo
tanto, se reducía la producción. También evidenció mayor rendimiento de una máquina que el
de un hombre, lo cual podría generar desempleo. Asimismo, evidenció el desconocimiento de
la administración en cuanto la rutina y el tiempo de trabajo con sus empleadores. Por estas y
más falencias en las industrias, creó la administración científica, organización científica del
trabajo, concebida como una filosofía evolutiva. Siendo esta, la combinación de ciencia en
vez de empirismo, donde se involucra la armonía, la cooperación, el rendimiento y el
desarrollo de cada persona que alcanza la eficiencia, disciplina y el bienestar.

Por otra parte, Taylor encontró que, el uso de distintas herramientas eran válidas para
cada operación, ya que hacían el método más rápido y ayudaban a la realización de cada tarea,
la cual se puede perfeccionar por medio de un análisis científico y un estudio detallado.
Propuso sustituir métodos empíricos y aspectos básicos por métodos científicos, a lo que
llamó organización racional del trabajo. Además, concluyó que se debe tener un control al
trabajador para verificar que sus labores se estén ejecutando correctamente, asignando las
responsabilidades para que la ejecución del trabajo sea disciplinada; sustituyendo el trabajo
improvisado del obrero por métodos científicos. Y, por último, la selección de los
trabajadores según sus habilidades, con el fin que la producción fuera más eficiente.

Sumado a lo anterior, detectó los métodos empíricos de todos los oficios de los
trabajadores, quienes aprendían mediante la observación hacia sus compañeros. Esto ayudó a
Taylor a enfocarse en aplicar los métodos de la ciencia, utilizando metodologías como la
observación y la mediación. Así, Taylor concluyó que todo era aplicable a cualquier
organización, por esta razón, empleó la ciencia para cada elemento de trabajo; y a su vez
implementó seleccionar a los obreros científicamente, basándose en capacitación,
desarrollando en ellos habilidades en sus competencias para que así la productividad fuera
más efectiva en sus labores; por medio de incentivos, creando espacios complacientes. En los
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pensamientos de Taylor estuvo el eliminar la pérdida de tiempo, el dinero y los gastos, y su


principal objetivo fue sacar el mejor beneficio para el empleado y el empleador.

También, Taylor trabajó con su colega Frank B. Gilberth, quién aplicó el estudio
de los tiempos y movimientos de los obreros como técnica administrativa; que permitía mayor
productividad para las empresas. A partir de estos estudios, realizados en diferentes puntos de
trabajo, se introdujo el therblig (anagrama de Gilberth), que permitía definir los movimientos
necesarios para ejecutar cualquier tarea. Por otra parte, pensando un poco más en el bienestar
de los obreros, Gilberth aplicó el estudio de la fatiga humana, comprobando que la fatiga por
altas horas de trabajo e intensidad predispone al trabajador; bajando la productividad y calidad
del trabajo, conllevando a perder tiempo y esfuerzo, contraer enfermedades y ocasionar
accidentes laborales. Como resultado de estos estudios se dio origen a dos fenómenos: La
división del trabajo y la especialización del trabajador, contribuyendo a que cada obrero
tenga los conocimientos en una sola labor aplicada bajo estándares y normas definidas por el
método. De igual manera, Taylor y sus seguidores desarrollaron planes de incentivos
salariales y de incentivos por producción, donde los trabajadores que superaran el tiempo
estándar de producción serían premiados sobre el salario base. Con esto se benefician las dos
partes, trabajador y empleador, como una relación simbiótica mutualista.

Al igual que el método de trabajo y del incentivo salarial, esto no dependía


únicamente para la eficiencia del trabajo según Taylor. Por lo que la administración científica,
buscó garantizar condiciones laborales óptimas para sus obreros. Las condiciones laborales
que más interesaron fueron, según Taylor (2019):
1. Aprovechamiento óptimo de los instrumentos y las herramientas de trabajo, además los
equipos de producción para minimizar el esfuerzo del obrero y la pérdida de tiempo en la
ejecución de la tarea.

2. Distribución física de las máquinas y los equipos para racionalizar el flujo de la


producción.

3. Mejora del ambiente físico de trabajo para evitar que el ruido, la falta de ventilación,
iluminación y comodidad en el trabajo reduzcan la eficiencia del obrero. (p. 37)
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Discusión crítica
Sin duda alguna, la inmersión de la administración científica en el área industrial fue
de gran impacto para la clase trabajadora y para las empresas. Si bien, se logró pensar en el
trabajo dividido por tareas y labores específicas, para que los trabajadores se especializaran, y
también para evitar esfuerzos innecesarios; como también se logró pensar en la remuneración
salarial acorde a la productividad laboral de cada trabajador, con el fin de que estos rindieran
mucho más en sus labores. La administración no centró su atención en las consecuencias
negativas, tanto físicas como mentales que el trabajo rutinario traería para los obreros en esa
época. No obstante, una buena propuesta para ese entonces, fue que se comenzó a hablar de
las buenas condiciones labores, pero estas iban enfocadas hacia la mejora de la productividad,
pensando en las ganancias económicas de las empresas, más no pensando en el bienestar de
los trabajadores en sí mismos.

Por lo anterior, podemos afirmar gracias a experiencias personales que, al día de hoy
se continúa empleando este tipo de administración científica basada en el taylorismo, en
muchas empresas; y realmente el avance, desde los inicios de la administración hasta el día de
hoy, no tiene grandes cambios. Es más, queda mucho camino por recorrer y muchas cosas por
mejorar en cuanto a la remuneración salarial, la división y rutina de tareas que a largo plazo
generan diversas patologías denominadas enfermedades laborales, entre otros. No obstante, es
relevante traer a colación que, para el presente siglo, se comenzó a dar mayor importancia en
el campo laboral a lo que se denomina "bienestar laboral", que permitió comenzar a pensar
más en el trabajador como ser humano, pensando en su bienestar físico y mental a la hora de
realizar sus labores. Pues el bienestar laboral busca el desarrollo integral de los trabajadores
para que estén en las mejores condiciones, en todas las dimensiones de su ser. Este ha sido sin
duda, un gran avance; sin embargo, no todo es felicidad completa. Por eso al día de hoy
seguimos viendo como emergen sindicatos de trabajadores, quienes luchan día a día por
lograr mejores condiciones laborales, donde no solo ganen los empleadores sino también los
empleados, pues se quiere visibilizar que cuando un trabajador se siente a gusto con su trabajo
no solo produce más para la empresa, sino que también lleva una vida más sana y feliz en
todos los contextos. Pues finalmente las grandes empresas y los empresarios millonarios, no
serían lo que son si no tuviesen la mano de obra de sus trabajadores, su colaboración.
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Por consiguiente, es muy importante emplear términos en el ámbito laboral que sean
incluyentes; como el hecho de no llamar a los trabajadores empleados sino "colaboradores", lo
cual los hace sentir como parte fundamental de la empresa. Y así muchos otros términos, que
ayudan a eliminar las brechas de desigualdad que no permiten que quienes trabajan se sientan
a gusto en el lugar donde laboran. Sumado a esto, no se deben dejar atrás los incentivos y
reconocimientos al buen trabajo, pues estos motivan para que los colaboradores sean cada día
mejores en sus actividades diarias. Y no sólo estamos hablando de incentivos económicos,
que por supuesto son positivos; sino que también nos referimos a incentivos personales, como
palabras alentadoras, cuadros de honor, celebración de festividades, capacitaciones, becas de
estudio, tiempo compensatorio, entre muchos otros. Pues, consideramos que en la
administración se debe tener claro y como premisa, que antes de ser trabajador se es ser
humano.

Sin embargo, es de conocimiento de todas las personas que laboran o han laborado en
una empresa, que los empleadores tienden a ver a sus colaboradores como máquinas
productoras de dinero, y no como seres humanos con necesidades básicas, que merecen
respeto y que tienen derechos. Por el contrario, buscan la manera de vulnerar sus derechos
aprovechándose de las necesidades económicas de las personas que deben aguantar los malos
tratos por temor a no encontrar pronto un trabajo. Por lo anterior, se genera un ambiente
laboral tóxico, lo que provoca una producción lenta y/o de mala calidad, lo cual afecta no solo
al empleado sino a la empresa. Pese a que en la actualidad existen entidades que respaldan a
los empleados que les son vulnerados sus derechos; un gran porcentaje de la población
prefiere callar y aguantar los malos tratos. Por otra parte, están las personas que desconocen
sus derechos y las acciones que pueden realizar para hacer valer los mismos.

Para finalizar, diríamos que, si existiera la oportunidad de hacer una recomendación a


las empresas, esta sería que centralizaran su atención en el Recurso Humano; ya que es éste el
principal activo con el que cuentan en sus organizaciones; pues gracias a ello se han
mantenido en el tiempo. Asimismo, les diríamos que se preocupen más por garantizar un
ambiente laboral saludable que mejore la calidad de vida de las personas en el lugar donde
pasan la mayor parte de sus vidas.
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ANEXO
Línea de tiempo

Anexo 1. Línea del tiempo teorías administrativas (creación propia)


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Referencias
Agüero, Juan Omar. (2007). Teoría de la administración: un campo fragmentado y
multifacético. Revista científica “Visión del futuro” ISSN: 1669-7634. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=3579/357935466001
Chiavenato, Idalberto. (2019). Introducción a la teoría general de la administración. Capítulo 2:
Administración científica, p. 31-48. Editorial Mc Graw Hill. ISBN 13: 978-1-4562-6982-
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