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MANUAL PRACTICO D E VITICULTURA

CENTROAMERICANA «eie*íe**íeae*seiea»»£

*4El Salvador . tierra prom etida de la Uva ”


Por: Fray Cosme Spessotto, O .F .M .
Variedad ‘'Ita lia ” producida en El Salvador.
Viñedo experim ental del autor, en el centro de San Juan Nonualco,
con 150 plantas de 12 variedades.
M anual p rá ctico de viticultura Centroam ericana

“El Salvador, tierra prometida de la U va”

Por: Fray Cosme Spessotto, O .F.M .

I N T R O D U C C I O N

Am able lector:

Me decidí a escribir este lib rito , por la sugerencia de numerosas


personas que, al visitar mi pequeño viñedo experim ental, me asediaban
con preguntas.

Este no es un tratado de viticultura sino un pequeño m anualito de


orientación práctica para todos los que están interesados en comenzar el
cultivo de la vid en El Salvador y Centroamérica.

Las orientaciones de este m anualito están basadas sobre atentos


experim entos y observaciones en suelo salvadoreño, un estudio en Italia
donde consulté centros de experim entos y unos de los mejores profesores
en viticultura, además de varios meses de vivencia en m edio de los cam ­
pesinos viticultores directos.

Los ex¡)erimentos en nuestro clima, previos a los estudios en Ita ­


lia, m e han servido eficazm ente para distinguir cuál parte de la técnica
europea puede ser común a nuestro am biente y cuál se tiene que rechazar.

Los experim entos y los estudios me convencieron del porqué fra ­


casaron otros que anteriorm ente intentaron el cultivo de la vid en E l
Salvador.

Llegué a la convicción de (¡ue no hay nada más erróneo en la o p i­


nión generalizada que el clima de Centroamérica no es favorable para
el cultivo de la vid. Otra igualmente errónea, es la opinión que las pocas
variedades de vides más resistentes, que desde tiem po se encuentran en
algunos patios de fam ilias salvadoreñas, no pueden llegar a dar frutos
com pletam ente maduros y dulces.
Me atrevo a decir que, donde existe la posibilidad de riego, El
Salvador es la tierra prom etida de las mejores uvas de mesa. E stoy con­
vencido que el tiem po m e dará la razón.

¿Por qué deben m adurar las uvas en E l Salvador? ...L a s uvas de


las regiones nórdicas maduran durante el calor del verano y las mejores
uvas provienen de regiones calientes. Adem ás la vid es llamada también
planta potasiana.

El potasio es fundam ental para la vid y favorece la maduración


de los racimos, su sabor, dulzura, graduación del alcohol y aroma.

N uestro suelo es rico en Potasio.

Estos problemas y otros se tratarán en ette m anualito. Reconoz­


co sus lagunas que se llenarán a m edida que vayan aum entando las ex­
periencias en distintas parte de la República.

La V id ha sido siem pre , através de los siglos, la compañera fiel


del hom bre y se ha adaptado como él, a Jos diferentes climas tomando
diferentes actitudes.

El hom bre en el trópico no puede seguir las mismas costumbres


del hom bre en las frías regiones de Rusia, así también la uva. En Rusia
se deia correr en e 1 suelo y después de la cosecha se poda y se entierra
com pletam ente para salvarla de los fríos del invierno.

En el trópico habrá que elevarla bien del suelo para salvarla de


los hongos. A llá da una sola cosecha al año como en todas las naciones
Europeas, aquí da dos cosechas al año.

Pongo este ejem plo práctico para todas aquellas personas que ha­
biendo conocido form as características de otros países en el trato de la
vid, especialmente los varios métodos de pedas en verde, quieren dar
sugerencias que no son aplicables a nuestro suelo.

Si a pesar de la deficiencia de este m anualito logro dar con él


una valiosa colaboración a la viticultura Salvadoreña y Centroamerica­
na, será para m í una gran satisfacción

— 2 —
T am bién agradeceré la colaboración de quienes, con sus obset-
vaciones prácticas pueden darnos sugerencias para completar las d e fi­
ciencias de este manualito.

Term ino esta introducción, agradeciendo al Ing. Carlos Roberto


O lm edo, principal animador del cultivo de la vid en El Salvador. El me
ha proporcionado las primeras variedades de vides ¡mra mis experim entos.

Luego un agradecimiento sincero al Agrónom o Roberto Guzmán


A ., técnico en viticultura, que contem poráneam ente a mis estudios en
Italia hizo los suyos en Colombia. La amistad con él nos sirvió para un
recíproco fortalecim iento en el conocimiento de la viticultura C entro­
americana.

A l Ing. Agrónom o Oscar A lberto Rivas T ., Jefe de Servicio T éc­


nico del “Servicio Agrícola Salvadoreño, S. A . ” , se debe la preciosa co­
laboración de todos los dibujos de este m anualito, sugerencias y coordi­
nación. A l Ing. Agrónom o G uillerm o Tam atas la revisión y sugerencias.

Por últim o atribuyo el m érito principal de la presente publica­


ción al Gerente de Ventas del “Servicio Agrícola Salvadoreño, S. A.
Sr. Victoriano Moreira quien patrocinó con entusiasm o y costeó todos
los gastos de la misma.

A todos ellos mis más cordiales agradecimientos.

F R A Y COSME SP E SSO TTO , O .F.M .


San Juan Nonualco, E l Salvador. C. A.
5 de mayo de 1976.

NOTA
Por desconocer la term inología usada en España en la nom enclatura de las
partes de la vid, este librito usa la term inología italiana traducida literalm ente al
castellano.
COMO S E P R E S E N T A LA VID
C a r a c te r ís tic a s B o tá n ic a s

La vid es por naturaleza leñosa, pero su comportamiento es de


bejuco que trepa en busca de lo alto. H ay numerosas variedades con d i­
ferente gusto de fruto y diferente adaptación a varios suelos y clim as.

RAICES

Sirven para la absorción de nutrientes y humedad de la planta;


las más desarrolladas y profundas ayudan a la adaptación de los viñedos
a los suelos y no tienen la función de absorción. Podría llamárseles raí­
ces primarias. Las secundarias y terciarias que se derivan de las raíces
primarias sí tienen la función fisiológica de absorver los nutrientes. P u e ­
den ser de tres clases según las variedades:

Raíces hondas que son las más indicadas para terrenos secos.
Raíces superficiales, las más indicadas para terrenos húmedos.
Raíces intermedias.

LOS SARM IENTOS 0 TALLOS.

Están divididos longitudinalm ente por nudos en los cuales están


insertos los pecíolos de las hojas y al pie de ellas las yemas. Al lado con­
trario, al tercer o cuarto nudo desde la base están los racimos o zarcillos.

YEMAS.

Se dividen en yemas listas o hembritas que se desarrollan en el


mismo período vegetativo de) sarmiento que las lleva, dando así origen
a nuevos sarmientos anticipados.

Yemas hibernantes que se desarrollan en el sarmiento formado


en el período anterior.

Yemas durm ientes, así se llaman porque aunque formadas junto


con las demás tardan alguna temporada para desarrollarse. Ellas están
escondidas bajo la corteza (ritidom a) y se desarrollan por la acción de
alguna causa m ecánica. Los sarmientos producidos por las yemas dur-
m ientes se llam an chupones, les cuales no den frutos sino hasta el se­
gundo o tercer período vegetativo. Generalmente sirven para sustituir
a otros sarmientos viejos, de lo contrario se elim inan.

Las yemas de ía vid no nacen ais adas sino unidas en grupos de


a cinco o más.

LAS HOJAS.

Sin describir sus características y función, generalmente iguales


a las hojas de las demás plantas, conviene recordar que la parte supe­
rior es lisa, sin estomas y pelos. Por eso, al regar los fungicidas e insecti­
cidas hay que atacar especialmente la parte inferior. La actividad pro­
ductora y la calidad de los frutos están en relación directa con el número
de hojas. Cuando son afectadas por las enferm edades, el vigor de la
planta decrece, detiene su crecim iento, la producción dism inuye y baja
la calidad de las uvas; en casos graves puede perderse toda la cosecha.

INFLORESCENCIA

Se presenta en forma de pequeños racimos cuando se inicia el


desarrollo vegetativo después de las podas de producción.

EL LLANTO

Se verifica siempre cuando se poda. Pero si la vid está en fuerte


descanso, el llanto comienza al inicio de la nueva vegetación. Este fen ó ­
meno es producido por la presión de los tejidos de la planta. No hay que
preocuparse de él. Más bien si la planta es m uy vigorosa, un fuerte llan­
to puede favorecer el pegamiento de los granos en la florescencia.

FRUTO

Se presenta como una baya que varía en form a, tamaño y color


de acuerdo a las características fenotípicas de la variedad, por su sabor,
dulzura, graduación de alcohol y aroma. Pueden preferirse para la fa ­
bricación de vino o para fruta de mesa.

— 5 —
1 Anhídrido Carbónico
2 Savia bruta ascendente
3 Savia elaborada
Como todas las plantas, la uva tiene sus propias funciones fisiológicas
en las que intervienen la energía del sol, el anhídrido carbónico de la
atm ósfera, la absorción y conducción de los nutrientes en la savia bruta;
la fotosístesis y transform ación de savia bruta en elaborada y la conduc­
ción y nutrición de la savia elaborada por todos los tejidos de la planta.
( D ibujo tom ado de Guida Practica del Viticultore, por Cario Saracco)
Visitantes observando el viñedo experim ental del autor
en San Juan Nonualco.
CAIDA DE LOS GRANOS EN LA FLORESCENCIA

Puede depender de varias causas:

a) Exceso de vigor vegetativo;


b) Excesiva debilidad de la vid;
c) Lluvias demasiado copiosas;
d) V ientos calientes y secos.

Las mismas causas pueden alargar los racimos transformándolos


en zarcillos. Tam bién la reducción de los granos en pequeños granitos,
que maduran igualmente y con mayor dulzura, pueden depender de las
mismas causas.

Propagación

La propagación de la vid puede hacerse en forma sexual y asexual.

FORMA SEXUAL

La form a sexual es la propagación natural de la vid por m edio de


la flor en que intervienen los órganos masculinos y fem eninos, o sea es­
tambres, anteras y pistilo; el ovario es libre y sin corola, la inflorescen­
cia es en form a de racimos.

Fig. N° 1

Flor de la vid, nótese que solamente tiene


sus órganos sexuales careciendo de pétalos.
Inflorescencia de la vid. Fruto de la vid: es una baya
que puede tener dos, tres ó
cuatro semillas.

Al fecundarse el ovario la herencia genética y la variación de es­


ta herencia queda transmitida al nuevo individuo que nacerá de la
sem illa.

La germinación de la semilla se lleva a cabo de la siguiente


manera.

Fig. N° 4
Germinación de una semilla.

La reproducción sexual 110 es recomendable por las mismas leyes


de la genética a menos que sea con fines de investigación.

En otras palabras siempre hay diferencia de padres a hijos que


pueden ser características no deseables en determinadas variedades de
la vid.

FORMA ASEXUAL

Es la form a más segura de conservar las características deseables

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de una variedad o clon, a donde los nuevos individuos serán una réplica
exacta del progenitor.

La propagación asexual se puede hacer de dos maneras, por m e­


dio de “estacas” y por medio de “injertos” .

REPRODUCCION PO R ESTACA

Esta form a de reproducción es la más usada por ser fácil, senci­


lla y principalm ente porque las nuevas plantas serán semejantes a las
plantas de las que fueron tomadas conservando todas las características
deseables que se quieran propagar.

PREPARACION DE LA ESTACA

Se recomienda hacer Jas estacas de 4 nudos, efectuando el corte


ligeramente después de los nudos de los extrem os, quitar los tallos que
sostienen las hojas y los zarcillos, teniendo el cuidado de no lastimar las
yemas. Las estacas se sacan preferiblem ente de la parte central de las
ramas que produjeron en el período inm ediatam ente anterior.

ENR AIZAMIENTO

Para enraizar pueden ponerse en bolsas de plástico de 9x14 p u l­


gadas o si se prefiere un poco más grandes, estas deben tener suficiente
humedad sin llegar a un exceso prolongado, al inicio deben de tener la
ilum inación solar libre.

Al brotar las primeras 3 a 4 hojas comienza el proceso de form a­


ción de raíces; si el crecim iento continúa vigoroso habrá una buena fo r­
mación de raíces, si el crecimiento es muy lento o se detiene no hay for­
mación de raíces por algún otro motivo.

La estaca debe enterrarse por lo menos dos nudos.

Un tipo de enraizam iento que ha dado m agníficos resultados es


efectuarlo en arena lavada, pero debe tenerse el cuidado de un riego
constante para mantener una humedad satisfactoria.
SIEMBRA

En Europa y en todas partes donde se cultiva la vid en las zonas


frías, la producción solam ente se da una vez al año, su crecim iento y
descanso es más lento, esto hace que pueda adaptarse a las tierras poco
fértiles.

En los climas tropicales la uva también se adapta a “ tierras m alas”


pero debido a su actividad fisiológica m ucho más rápida puede dar 2 co­
sechas al año.

Para obtener 2 buenas cosechas en el año se necesitan tierras fér­


tiles, abundante materia orgánica, una fertilización adecuada y abundan­
te riego cuando la vid inicia su ciclo de producción.

Si la tierra es “m ala” se recomienda hacer hoyos de 1.50 mts.


cúbico y agregarle suficiente materia orgánica de ganado o gallina bien
descompuesta. Mezclarse con la misma tierra sacada del hoyo en la pro­
porción de 1 a 1.

En tierras más fértiles el hoyo podrá dism inuirse a l x l x l mts.


llegando a un mínim o en tierras muy fértiles de 0 .8 0 x 0 .8 0 x 0 .8 0 mts.

En todo caso es preferible que la proporción de materia orgánica


sea de 1 a 1.

Esta siembra nos dará el vigor suficiente para dos cosechas anuales.

RIEGO

Para hablar del riego de la vid se necesitaría un buen tratado por


lo que únicamente se tratará en términos generales.

Cuando la vid inicia un nuevo ciclo de producción en la época se­


ca, necesitará un riego abundante, este puede efectuarse por gravedad,
por aspersión o por goteo; en todos los casos el agua deberá ser lo su fi­
ciente para permitir un crecim iento rápido, vigoroso y como consecuen­
cia una buena producción.
INJERTOS

Los injertos se hacen únicamente para buscar patrones resisten­


tes a la filoxera. Hasta el año 1863 en que apareció en Europa la filoxera
proveniente de la Am érica del Norte, la vid prosperó siempre sin m u ­
chas dificultades.

La filoxera que es un insecto de la fam ilia de los áfidos, con una


enorme capacidad de reproducción, ataca de modo especial las raíces y
en pocos años destruyó la mayoría de los viñedos de Europa. Todos los
insecticidas fueron ineficaces para combatirla hasta que se recurrió al
injerto sobre algunas vides americanas más resistentes. El injerto quedó
como remedio definitivo contra la filoxera, pero hubo que pasar por
muchas dificultades antes de llegar a la situación presente.

Las tres especies americanas, Riparia, Rupestris y Berlandieri se


consideran como las principales madres de los patrones silvestres. Pero
cada una de ellas presenta defectos relevantes, por eso con el tiem po,
m ediante trabajos de hibridación, se llegó a formar una larga serie de
patrones para adaptarlos a distintos suelos. El grupo Riparia x Rupestris,
que por muchos años constituyó un grande alivio para los viticultores,
comenzó poco a poco a ser abandonado por defectos que anduvieron
apareciendo y fue sustituido por otro grupo: El B erlan d ierixR ip aria
al cual pertenecen los mejores patrones de la viticultura moderna.

Entre ellos aconsejaría para nuestras tierras centroamericanas el


Berlandieri x Rupestris, el Kober 5 BB y el Solonis que pertenece a un
cuarto grupo.

EL BERLANDIERI x RIPA RIA 420

Considerado de los mejores, se adapta fácilm ente a numerosas


zonas con diferentes clim as y contextura del terreno. Además dem ues­
tra una particular adaptación para las uvas de mesa. Es bien resistente
al calcio pero tiene el defecto de emitir con dificultad las raíces y es le n ­
to en el desarrollo de los primeros períodos vegetativos. Con el tiempo
se recupera y transmite buen vigor a la vid frutífera.

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EL KOBER 5 B fi

Presenta características un poco diferentes del Berlandieri x Ripá-


ria 420. Es también considerado entre los mejores. Es muy vigoroso, de
rápido desarrollo y transmite un fuerte vigor a la vid fructífera favore­
ciendo la cantidad de la producción, desmejorando un poco la calidad.
B ien resistente a la filoxera y otras enferm edades, tiene buena com pati­
bilidad con las vides de vino y un poco menos con las de mesa. Por exce-
so de vigor es de poca adaptación para el injerto en el terreno. Tiene
preferencia para los terrenos profundos de mediana contextura, con ten*
dencia arcillosa y fresca. Por eso sufre la sequía pero es bien resistente
al calcio.

EL SOLONIS

La característica principal del Solonis es su resistencia a los sue­


los salinos del litoral y también a la hum edad. Más bien, solo en estos sue­
los es resistente también a la filoxera y poco resistente en suelos normales.

En Tailandia, que tiene el mismo clim a salvadoreño, lo usan pa­


ra la defensa contra nematodos.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LOS INJERTOS

Los patrones americanos tardan más en emitir las raíces y son


más exigentes, en sus relaciones con los suelos, que las vides fructíferas
europeas. Están más sujetos a la virosis, a la clorosis, a la podredumbre
radical, etc., como se explicará más adelante al tratar dichas enferm e­
dades.

Por eso, en m is consultas con expertos Enólogos Italianos, éstos


me aconsejaban que. donde no existe la filoxera, es preferible sembrar
directamente la vid fructífera sin patrones silvestres.

Esta sugerencia me dejaba perplejo por mi opinión de que la vid


silvestre puede comunicar mayor vigor a la fructífera. Pero ellos me re-
batían con otros sólidos argumentos. El vigor es muy discutible, a veces
aparente o poco conveniente. Un motivo a favor del injerto puede ser
los nem atodos, pero se pueden combatir con nem aticidas.

— 11 —
Como conclusión creo que convenga experim entar con los dos
m étodos: con y sin injerto. Personalm ente tengo mucho aprecio a nues­
tra uvilla silvestre que, sin ningún cuidado, se encuentra abandonada
en varias partes de la república. Los experim entos hechos con ella, me
han dado óptimos resultados. Pero un auténtico juicio se podrá dar so­
lam ente después de varios años de experiencia. Mi aprecio a la uvilla
silvestre se debe a su fuerte resistencia a la sequía, requisito im portantí­
simo para nuestros suelos tropicales de fuertes calores, con largos p e­
ríodos sin agua. Adem ás, por inform es obtenidos, demuestra ser resis­
tente también a los nematodos.

CLASE DE INJERTOS

Es difícil dar normas hasta que no tengamos una buena expe­


riencia para nuestro clima tropical. Taívez algún día surjan en Centro-
américa, fuertes viveros con técnica m oderna de injertos a banco, cor­
tes a m áquina y pegamiento en cuartos refrigerados.

Mientras tanto se puede dar algunas sugerencias para que cada


viticultor aprenda a injertar.

En mis numerosos ensayos he constatado que el injerto a cuña


sobre patrones vigorosos ya enraizados en el suelo, es algo difícil. Esto
se debe al fuerte vigor que provoca un llanto m uy prolongado y no le
deja coajar. Además hay que buscar el momento más apropiado en que
tanto el patrón como la vid fructífera estén en la misma fase del desarro­
llo vegetativo, preferiblem ente al comienzo y con un grueso igual.

Al injertar sobre patrones ya enraizados en el suelo, me dio más


resultado el injerto de yem a que el de estaca. Al hacer el injerto de y e ­
ma, y sacarla de la vid productora, se tendrá más porcentaje de pega­
m iento si se pone en agua mientras se hace el corte en el patrón.

INJERTO DE BANCO

Pasos a segu ir:


K<j ii-

1 —- La estaca del patrón y la uva a propagar deben tener el mismo d iá­


metro. El patrón de 3 a 4 nudos y la estaca fructífera con 1 ó 2
yemas.

12 —
2 -— El corte en form a de cuña se hace en el patrón por arriba de la
yema o nudo superior y en la vid fructífera abajo de la yema in fe ­
rior dejando ambos cortes de igual tamaño y perfectos.

3 — H aciendo coincidir ambos cortes, se amarran fuertem ente con p i­


ta de henequén o cinta, cubriendo toda el área de unión para evi­
tar que broten yemas.

4 — Se siembran los injertos en bolsas de polietileno de 9 ” x l 4 ” per­


foradas y con fu elle, llenadas con tierra que tenga suficiente m a­
teria orgánica. La altura del injerto sobre la superficie de la bolsa
puede ser de 5 a 6 cms. Para proteger el injerto debe mantenerse
con humedad adecuada y en un lugar sombrío y ventilado.

5 — E lim ine cualquier brotación en el patrón después de trasplantado.

INJERTO DE YEMA

1 — Se corta la yema de un solo corte como en la fig. N° 9, puede ob­


tenerse mayor prendim iento si se pone inm ediatam ente en agua
lim pia.

2 — Hacer un corte en el porta-injerto del mismo tamaño de la yema


dejando las pestañas como se indica en la fig. N° 9.

3 — Poner la yema debajo de las pestañas.

4 -— Amarrar con pita de mezcal o a^ odón fuertem ente.

5 — Al prender la yema elim inar el sarmiento que está después de la


yema.

13 —
TIFOS DE INJERTO

Fig. N° 5

INJERTO DE CORONA

Se hace sobre plantas m uy


desarroHadas, generalmente
para cambiar una variedad
de más aceptación comercial.

Fig. N° 6 INJERTO DE BANCADA

Se hace en plantas de vivero. Es recomendable


que el patrón al m om ento de la injertación tenga
un buen desarrollo radicular. E n nuestro país es
de difícil prendim iento, debido al excesivo llan­
to del porta injerto, sin embargo se recomienda
su experim entación por su im portancia en la p ro ­
pagación de los viveros.

_ 14 —
Fig. >N° 7
E n el injerto de bancada cuando el patrón tiene
mayor diám etro que el injerto, el cam bium de
éste debe de coincidir con el cam bium del porta-
injerto, tal como se observa en el dibujo de la
izquierda.
Este tipo de injerto puede hacerse cuando se de­
sea cambiar la variedad en una plantación recién
sembrada en el campo.
N o. 8 INJERTO DE PU A
Este es otro recurso para cambiar la variedad.
E n nuestro medio estos tipos de injerto no tienen buen p ren ­
dim iento debido al excesivo llanto del porta-injerto.
S in embargo será de grandes beneficios investigar la manera
de lograr mejores prendim ientos.

Fig. 9 INJERTO DE YEMA

Este tipo de in jerto es el que se ha em pleado


con más éxito en El Salvador y consiste en
prender únicam ente la yema.
Como porta-injerto se recomienda usar la
uva silvestre de nuestro país que comunica
un m agnífico vigor de crecimiento vegetati­
vo y de producción.
Para lograr m ayor prendim iento de la yema,
m ientras se hace el corte en patrón, deberá
ponerse en un frasco con agua lim pia, de
preferencia destilada o de agua llovida.

— 15 —
LA PODA

La poda es el conjunto de operaciones que se hacen sobre los sar­


m ientos que ya produjeron frutos, para predisponer otros al desarrollo
vegetativo y a la producción.

La poda debe de estar en estricta proporción entre el tipo de la


vid y las condiciones am bientales que son fertilidad, ventilación del te­
rreno y clim a.

Expertos estudiosos han fijdo varios principios fisiológicos sobre


la poda de la vid. Entre ellos los principales sen:

1 — El vigor vegetativo de la vid es directamente proporcional


al número de las hojas que lleva (más hojas = más vigor).

2 — La producción de las flores está en proporción inversa de


la actividad vegetativa. Por eso cuanto más vigorosa es la
vid (al pasar un cierto lím ite) menos frutos producirá, (más
vigor = menos fr u to s).

3 — Las ramas de una vid tienden a un desarrollo com plem en­


tario. Es decir a menos número de yemas corresponde más
desarrollo de ramas, (m enos yemas = más desarrollo de
ram as).

4 — La posición vertical de un sarmiento es más favorable al


desarrollo vegetativo; la posición inclinada a la fru ctifi­
cación.

5 — Todas las causas que tardan el recorrido de la savia en las


ramas y en el tronco favorecen la fructificación y obstacu­
lizan el desarrollo vegetativo.

6 — Generalmente las yemas que dan frutos son las que están
sobre el sarmiento de dos períodos vegetativos. Pero hay
muchas excepciones para vides m uy fértiles y en determ ina­
das condiciones am bientales.

— 16 —
’l — La experiencia enseña que íos sarmientos de m edio grueso
son más fructíferos que los vigorosos (o m uy gruesos) y
delgados.

DIVISION DE LA PODA

PODA C O R T A : Cuando se deja solo pulgares de 2 ó 3 yemas


(Poda a pulgares).
PODA L A R G A : Cuando se deja ramas uveras con más de 4 yemas
(P oda a c a ñ a s).
PODA M IX T A : Cuando se deja pulgares junto con ramas uveras.
PODA P O B R E : Cuando en toda la planta se deja m enos de 10
yemas.
PODA M E D IA N A : Cuando se deja la planta de 10 a 20 yemas.
PODA R IC A : Cuando se deja de 20 a 40 yemas.
PODA R IQ U ISIM A : Cuando se deja más de 40 yemas.
En la práctica hay que orientarse en la siguiente forma:

PODA C O R TA Y P O B R E

Para suelos pobres y secos o también plantas débiles y viejas.

PODA M IX T A

Para suelos de mediana fertilidad, sujetos a la sequía pero que


se pueden regar.

PODA RIC A O R IQ U ISIM A

Para vides vigorosas y para suelos fértiles con bastante lluvia.

En El Salvador tendríamos que variar en la poda da verano con


la de invierno. De verano más corta y pobre. De invierno más larga y
rica. Dado que en nuestro país, la vid presenta 2 periodos vegetativos
con 2 cosechas al año, todo lo escrito sobre poda será necesario investi­
garlo en nuestro m edio para comprender su reacción a esta práctica.

— 17—
FORM A DEL CORTE EN LA PODA

Se aconseja realizar el corte a yema franca. Es decir un poco más


alto del centro del nudo, incluyendo la extremidad del nudo, para así
aislar la parte interior de todos los insectos y m icrobios externos.
Este consejo se debe a que el sarmiento de la vid tiene una m édu­
la m uy desarrollada y descontinua, de modo que cerca del centro del n u ­
do deja de existir para comenzar nuevam ente pocos milím etros después.
Por eso con un corte lejos del nudo, la parte que queda sobre el nudo
tiende a vaciarse dejando un campo propicio para los huevos de los in ­
sectos y para el desarrollo de hongos.

VARIOS SISTEMAS DE PO DA

Al visitar los viñedos de Europa da gusto ver la variedad de podas


y sistemas de cultivo que diferencian de región a región. Todo esto d e­
muestra la m aravillosa adaptación de la vid en los diferentes clim as y
suelos.

Sin embargo en todos los sistemas hay algo en común que es esen­
cial para el buen éxito de la producción de la vid. Por eso creo necesario
explicar unos de los principales sistemas de peda para comprender cómo
reacciona la vid. Estos nos pueden servir de base para seguir con expe
rim entos en suelo salvadoreño.
Prim ero debemos distinguir entre poda de desarrollo o form a­
ción y poda de fructificación.

Fig. N° 10

Planta recién sembrada.

— 18—
Crecim iento vigoroso de unas plantas de uva dejadas crecer librem ente, antes
de la prim era poda, en el viñedo del Dr. Armando Calderón Nuila,
en jurisdicción de Zaragoza.

PODA DE DESARROLLO O FORMACION

La poda de desarro’lo consiste en fortalecer la planta en los dos


o tres primeros períodos vegetativos. Llamamos períodos vegetativos el
tiempo que transcurre entre una poda y la otra. En las regiones frías hay

— 19
un solo período vegetativo con una una sola cosecha al año. En el trópi­
co hay dos períodos vegetativos con dos cosechas al año.

En las regiones frías existe el problema que las plantas no m adu­


radas bien durante el verano ,difícilm ente resisten los fríos del invierno.

Los sarmientos de los nuevos brotones que salen en primavera,


generalmente en Agosto comienzan a cambiar el color verde en café o
verde oscuro. Tam bién la médula cambia color. Este proceso de m adu­
ración se llama agostar precisamente porque se verifica en Agosto.

Además la experiencia de las regiones frías demuestra que una


vid de poda larga y forzada a la maduración desde los primeros años, de­
ja luego de producir y muere a los pocos años. No todos los expertos es­
tán de acuerdo en las causas de este fenóm eno. Debilidad de la vid, suelo
pobre, pocas raíces y frío del invierno son todos factores que contribu­
yen a este hecho.

Por eso nosotros en climas diferentes, con continuidad de vege­


tación y calidades robustas, talvez no tengamos los m ismos problemas;
habrá pues que seguir experim entando tanto el sistema de podas rígidas
de los dos o tres períodos vegetativos, igual al de las regiones frías, como
el otro sistema de podas largas y fructíferas, para las plantas más vigo­
rosas, desde las primeras podas. Después de varios años se podrá com ­
parar cuál de los dos sistemas da mayor resultado.

En la práctica habrá que fijarse en la condición de la vid después


de seis o más meses de sembrada. En las observaciones hechas en varias
partes de la república he constatado que a los seis meses hay plantas bien
desarrolladas, gruesas y vigorosas, otras delgadas y largas, otras más
cortas y raquíticas. Estas diferencias pueden depender de la variedad de
la vid, del suelo, falta de agua, m ucha hum edad, hongos y equivocación
de muchos viticultores que quitan todas las ramas secundarias (hem bri-
tas) y hasta las hojas a medida que la vid va elevándose del suelo. En el
primer período vegetativo hay que dejar las hem britas más delgadas y
todas las hojas alrededor del tronco principal. Se pueden cortar a 3 ó 4
yemas solo en aquellas ramas que por su grueso pueden competir con el
tronco principal. Las demás hembritas se pueden despuntar,

— 20—
H ay que tomar en cuenta que el desarrollo de las raíces es pro­
porcional al de las ramas. El tronco de una vid con sus hembritas crece
más grueso que sin ellas. Respecto a las hojas no hay que olvidar que las
basales son siem pre las más nutritivas para la planta.
En la primera poda, si la planta es delgada, hay que cortarla de
dos a cuatro yemas sobre el suelo. Si es gruesa y vigorosa se puede cor­
tar a la altura de la ramada, aunque sea preferible cortarla a media altura.
En la segunda poda, después del segundo período vegetativo, se
corta a la altura de la ramada las que en el corte precedente quedaron
más bajas, y se llevan a la producción las que tenían ya el corte a esa
altura.
En la tercera poda se lleva la vid a la producción según el siste­
ma que se quiere seguir. A veces se llevará a producción hasta el cuarto
período vegetativo.
Las vides que vienen del exterior con raíces y ya injertadas, gene­
ralmente tienen un vigor tan fuerte que conviene cortarlas desde la pri­
mera poda a la altura de la ramada y llevarlas a la producción con la se­
gunda poda. Igualmente se observa con vides injertadas en el lugar, so­
bre patrones de uno o más períodos vegetativos.

PRIM ERA PO DA

La primera poda se hace a los seis meses o al año de sembrada,


sobre todo en la época seca, de preferencia en Enero para evitar un ata­
que prematuro de enferm edades. Si a los primeros 6 meses la planta es
muy vigorosa el corte de la primera poda puede hacerse a la altura del
segundo corte, anticipando en 6 meses la producción.

Fig. N° 12

_í 1l ..._ .......... _ ...... ...... _____


Prim era poda a los 6 meses o al año.

— 21 —
Plantas del viñedo de los Hnos. Moreira, A gua Caliente, El Salvador,
a los seis m eses de la prim era poda.
Como resultado de un norm al funcionam iento fisiológico la uva pro­
duce abundantes cosechas; siendo la habilidad del hom bre un factor ex­
terno de la planta que conducirá al éxito o fracaso.
Con los consejos de este libro pretendemos desarrollar este cultivo.
Vista general del viñedo del Dr. A rm ando Calderón N uila, asociado con
cítricos; lo cual no se recomienda por tratarse de u n experim ento.
Segunda poda.

Fig. N° 15

Crecimiento al año 6 meses de sembrada, después de la segunda poda.

Fig. N° 16
7~ Tercera poda.

Term ina de form arse el tallo principal. La vid está lista para in i­
ciar su producción en cualquier sistema de podas de producción al año
y seis meses de sembrada. Se dejan crecer únicam ente las ramas que sa­
len al lado de arriba y se elim inan las que retoñen hacia abajo, solam en­
te la últim a yem a se deja crecer al lado de abajo.
Fig. N° 18

Cuarta poda (de Producción)

Fig. N° 19

Crecimiento después de la cuarta poda.

— 24—
Forma de una planta después de la cuarta poda.
Viñedo de los Hnos. Moreira, El Salvador.

PO D A D E PRO DUCCION
S is te m a a co rd ó n co n p u lg a r e s
El cordón a pulgares puede ser horizontal, vertical, y renovado
periódicam ente. Aquí nos ocupamos solo del cordón horizontal.

El sistema consiste en sembrar las vides a la distancia de 2 mts.


a 2/^ mts. (o el doble si las vides son sembradas en fosas de dos en dos)
en filas, las cuales distarán entre sí de 3 a 4 m ts., lo suficiente para la
entrada de m aquinaria agrícola.

Los alambres de los pilares deben ser siquiera 3, pero preferible­


mente 4 ó 5 para mayor resistencia a los vientos. El primer alambre pue­
de comenzar a la altura de I mt. del suelo y el últim o de 2 a 2.25 mts.
de suelo. Los alambres tienen que estar bien templados y unidos entre
sí cada 75 ó 100 cms. por otro alambre vertical. Si hay solo tres alam-

—25—
ES.

r
bres el cordón se extiende sobre el primero más abajo, si hay más de 3
alambres se extiende sobre el segundo. El alambre de sostén al cordón
debe de ser más grueso que los demás.

Para la form ación del cordón a pulgares es necesario practicar


las dos o tres primeras podas de desarrollo, como se explicó. Luego a la
tercera o cuarta poda se escoge el sarmiento más vigoroso llevándolo so­
bre el primero o segundo alambre con una largueza horizontal de 1 a
1.50 mts. La última yema se deja vuelta hacia abajo para aumentar el
cordón en la siguiente poda. Las demás yemas de abajo se elim inan to ­
das, dejando solo las de arriba a una distancia de 20 ó 25 cms. entre sí.
Los sarmientos que nacen, generalm ente con uva, tendrán que ser enca­
m inados en forma vertical, Figs. 16 y 17.

En la siguiente poda se cortan los sarmientos nacidos dejándoles


solo dos yemas a cada uno. El sarmiento que nace en la punta, de la
yema vuelta hacia abajo, se corta a 4-5 ó más yem as, Fig. 18.

El cordón queda así definitivam ente form ado. En las siguientes


podas cada pulgar tendrá dos sarmientos, entonces se poda a dos yemas
el sarmiento más vigoroso, preferiblem ente el más bajo. El otro se e li­
m ina del todo. Fig. 20 y 21.

El mismo procedim iento se seguirá en todas las demás podas. Si


la vid es muy robusta se puede dejar a los sarmientos tres yemas en lu ­
gar de dos.

Cuando, con los años, los pulgares se alejen demasiado del cor­
dón principal, habrá que sustituirlos con unos chupones que nazcan en
la base o en el propio cordón principal. Ei chupón tendrá que ser cor­
tado por dos temporadas consecutivas antes que de fruto.

—26
Sistema a
pulgares

Se sigue la poda de form ación hasta el N° 19. Las flechitas indican el


lugar de los corles de poda.

Fig. N° 21

Sistema a
pulgares
Después de la poda.

SISTEMA GUYOT

Consiste en podar la vid al comienzo del cuarto período vegetati­


vo, con un solo sarmiento uvero de 6-8 yemas y un pulgar de 2 yemas.
Esta operación se repite en todos los períodos vegetativos elim inando
completamente la rama uvera que ya produjo y, de los sarmientos del
pulgar, el más alto o el más vigoroso se corta a 6-8 yemas y el otro a 2 ye­
mas. Figs. 22 y 23.

Este sistema ha sufrido muchas variantes que han tomado varios


nombres según los lugares o el inventor. Primera variante fue el Guyot
doble. Es decir dos pulgares y dos ramas uveras por cada planta.

Este sistema sirvió de base a varios otros. Ejemplo: Guyot m úl­


tiple. Fig. 24
Fig. N° 22

Sistema Guyot.

Se sigue la poda de formación hasta Fig. N° 17, obteniéndose un cre­


cimiento como se muestra en el dibujo de arriba y se poda como indican
las flechas.

Fig. N° 23

Planta después de la poda, todos los años se sigue <en la misma forma.

Sistema Guyot múltiple.

Fig. N° 24

Cuando se usa el sistema de sostén de ramada, la poda de formación debe


ser alta para que los sarmientos productores se desarrollen sobre la
ramada.

— 28

La vid debe form arse sobre la ramada como se aprecia en el dibujo.

V ista general del viñedo de los Hnos. Moreira en el sistem a de sostén de ramada,
después de la segunda poda.

—29
SISTEMA CAZENAVE

Llamado también Guyot m últiple, imita el sistema a cordón, pe­


ro con la diferencia que de los sarmientos sacados de los pulgares, se p o­
da el más alto a 6-8 yemas y se amarra en forma oblicua sobre el alam ­
bre inmediatamente superior. O también se dobla a forma de arco ama­
rrando la punta sobre el mismo cordón. E] sarmiento más bajo se corta
a 2 yemas. El año siguiente se elim inan los sarmientos de 6-8 yemas que
ya produjeron uvas y se repite la operación sobre los sarmientos nacidos
de los pulgares de 2 yemas. Figs. 27 y 28.

Fig. N° 26

Se sigue Ja poda de fom ación hasta el N° 19, las señas indican el corte
de la poda.

Fig. N° 27
Sistema Cazenave.

Sistema cazenave ya podado, la distancia de los sormientos entre 20 y 25


cms. con 5-6 yemas por cada uno de los sarmientos que se dejan más
largos.

-3 0
Fig. N° 28

Sistema Cazenave doblado.

Después de la poda, los sarmientos que se dejaron más grandes se d o ­


blan hacia abajo como se indica en el dibujo.

SISTEMA SYLVOZ

Se asemeja al Cazenave en cuanto al cordón. Pero se diferencia


por la distancia y largueza de los sarmientos, además de la forma de
doblarlos.

En el Cazenave la distancia es de 20 a 25 cm s., largos de 6-8 y e­


mas y oblicuos o doblados en forma amp'ia. Además un pulgar de dos
yemas.

En el Sylovoz la distancia es de 30 a 40 cms, largo 50 a 125 cm s.,


más largos cerca del pie del cordón y más cortos en punta y doblados
fuertem ente en arco hacia abajo. Además no necesitan pulgares porque
los arcos se renuevan utilizando uno de los sarmientos más vigorosos de­
sarrollados en el primer tramo ascendente del mismo arco. Cuando "rn
el tiem po se quiere retroceder la poda, habrá que servirse de algú:: chu­
pón. Figs. 30, 31 y 32.

Aunque este sistema prescinde de los pulgares, en la práctica es


mejor servirse de éllos y acoplar los dos sistemas Svlvoz y Cazenave pa­
ra la misma planta.

31—
Fig. N° 29
Sistema Sylvoz.

Se sigue la poda de form ación hasta el TS° 17 ,como se presenta en el d i­


bujo de arriba, el cual se poda como indican las flechas.

Después de la poda los sarmientos se doblan hacia abajo como en el d i­


bujo.

Fig. N° 31
Sistema Sylvoz.

Para la quinta poda se hacen los cortes como se indica en las flechas y
se doblan hacia abajo los núm eros 1, 3, 5 , 7 , 9 y 11.

— 32—
rTTYTw T
n r 'ífííw í
Fig. N° 32 ~
LJ_i_
Forma en que quedan después de doblados hacia abajo los sarmientos.

Guyot afirma que los sarmientos sacados de las ramas uveras


m uy largas son m enos fructíferos que los sacados de los pulgares. Los sar­
m ientos sacados por varios años sobre sí mismos tienden a hacerse
estériles.

Las yemas más fructíferas de las ramas uveras son las primeras y
las últim as. Las yemas más fructíferas de los sarmientos de las ramas u ve­
ras, en lugares calientes, son generalmente las basales, excluyendo las
que están al propio pie.

K ovessi afirma que en las vides Europeas: “ Cuando el leño está


bien formado (agostado), las yemas fructíferas se presentan desde el se­
gundo o tercer nudo de la base, con dos o tres racimos cada uno. Cuando
no han madurado bien, a veces se presentan desde el cuarto o quinto
nudo y llevan un solo “ racim o” . Pero hay vides que por naturaleza no
tienen yemas basales fértiles, por eso la poda tendrá que ser más larga.

33—
El propósito fundam ental de la viticultura es producir el mayor núm ero
de sarmientos uveros como los que están siendo sostenidos en esta fo to ­
grafía.
\

Los sarmientos productores de esta planta corresponden a los que tienen


los frailes en sus manos.

/
M étodos p a r a sostén de vides

PARA UVAS DE VINO

Existen varios métodos para sostener las vides. Para uvas de v i­


no talvés el método mejor sea el de espaldadera con hileras distanciadas
de 3 a 3.50 mts. entre sí y los postes de la misma hilera de 5 a 6 mts. La
altura de los postes sobre el suelo aproximadamente de 2 .5 0 mts. El n ú ­
mero de alambres sostenidos por los postes de 3 a 5. El primer alambre
alto sobre el suelo a 1.25 mts. Mejor más alto que más bajo, por la hum e­
dad del invierno. Fig. N° 33.

Las vides se siembran de dos en dos, a los lados de los postes, y


se llevan con el sistema de Sylvoz, cordón con ramas uveras dobladas
hacia abajo y con pugares. Este método es considerado el mejor y más
rentable para las uvas de vino por la facilidad de la mano de obra en to­
dos sus trabajos.

M étodo de espaldadera, se utiliza para facilitar labores de cultivo, con


trol de plagas y recolección.
Fig. N° 33

— 34—
PA R A UVAS DE MESA

Las ramadas son las más indicadas para uva de mesa. Existen va­
rias formas de ramadas. La Ramada a T iendón parece ser el mejor mé­
todo de todos. Como primera operación se ara profundam ente todo el
terreno revolviendo abundante abono orgánico. Luego se siembra pos­
tes de 70 a 80 cms. de profundidad y con 2-2.25 mts. sobre el suelo. Los
postes a 4 mts. de distancia formarán entre sí cuadrados de lados iguales.

Sobre los postes se extiende una malla de alambre galvanizado


N° 22 que formará cuadrados de 4x4m ts. Entre estos cuadrados se teje
otra malla de 50x50 cms. con alambre delgado N° 12.

Los postes de la periferia deben de tener una inclinación hacia


el exterior del viñedo de 60°. Deben de estar sólidam ente anclados con
alambre desde la punta hasta los bloques de concreto colocados en el sue­
lo a 160-180 cms. de la base del poste. Fig. N° 34.

En la base de cada poste se sembrará una sola vid que después


de dos o tres podas de form ación, cuando llega la poda de producción
se presenta con un tronco hasta la altura de la ramada y de su cabeza sal­
drán ramas uveras de 150 a 200 cms. Esas ramas uveras que se extienden
horizontalm ente en form a de cruz sobre la ramada pueden ser cuatro o
más, según el vigor de la vid. En lugar de ramas uveras se pueden ex­
tender sobre la ramada breves cordones que se renuevan cada 2-3 tem ­
poradas.

Se insiste en recordar que la distancia más apropiada de las v i­


des en ramada a tiendón, es de 4x4 mts. La experiencia enseña que las
distancias inferiores a 4x4 mts. no son suficientes por el excesivo desa­
rrollo de la planta y se repercute en la sanidad y calidad del producto.

Los postes deben ser de concreto. No conviene ponerlos de


madera por la dificultad de sustituirlos, ya que en el trópico, con dos co­
sechas anuales, un viñedo puede durar de 15 a 20 y más años. En las
regiones frías de una sola cosecha dura de 30 a 35 años.

Existen varias otras formas de ramada con plantas más de cer­


ca. En estos casos generalmente llegarán a tener menos vigor y la poda
tendrá que ser más corta.

—35—
Por eso el P io f. Longo, quien escribió tres libros sobre uva de
mesa, aconseja las siguientes podas para uvas en ramadas:

1 — Poda rica mixta con largas ramas uveras.

2 — Poda mediana mixta con dos ramas uveras en forma de


cruz.

3 — Cordones unilaterales con pulgares.

8L£j<?^u 5

Fig. N° 34

Sistema de tiendón preferido para vides de mesa por perm itir mejor
ventilación.

36—
P o d a en verde

Esta se realiza cuando la planta está en pleno crecimiento espe­


cialm ente en plantas adultas y exuberantes, no siendo recomendada en
plantas jóvenes.

DESHIJE EN EL TRONCO PRINCIPAL

Esta operación es necesaria, a no ser que algunos brotones, p u e­


dan utilizarse en la poda siguiente.

DESHIJE DE RAMAS FRUCTIFERAS

Puede practicarse sobre brotones que no dan fruto y que no pue­


den utilizarse en la próxima poda, especialm ente en vides débiles, no
siendo aconsejable realizarla en vides jóvenes porque detienen su de­
sarrollo, ni en vides vigorosas y extensas porque puede provocar la caída
de las flores. Tam bién sería aconsejable cuando en un determ inado pe­
ríodo vegetativo la vid no fructifique, para provocar mayor vigor en la
próxima cosecha sobre los brotes seleccionados. También se puede prac­
ticar cuando dos brotes con racimos estén juntos, elim inando uno o cuan­
do haya mucha brotación en vides débiles.

MODO DE PROVOCAR LA FERTILIDAD EN UN CHUPON


m uy vigoroso, en el mismo período vegetativo de su nacimiento.

Cortar a la primera yema franca cuando el chupón llega a la longitud


de 10 cms. Luego repetir el mismo corte cuando la yema nacida llegue
a la misma longitud. De este últim o corte nacerá un sarmiento con ye­
mas fértiles.

DESPUNTE

Su objeto es nutrir mejor los racimos y es aconsejable hacerlo an­


tes de la floración tratando de dejar 5 ó 6 hojas sobre el últim o racimo
especialmente si la vid es vigorosa y cultivada sobre suelo fértil y h u ­
medad adecuada. Hay muchas opiniones opuestas en esta operación,
por eso habrá que experimentarla en nuestro suelo.
CORTE DE HEM BRITAS

Hay que dejar por lo menos dos hojas hasales para no provocar
la salida anticipada de las yemas hibernantes. Esta operación es útil so-
lamenta en vides de vegetación exuberante con sistema bajos m ediano.
Tiene como fin la defensa contra parásitos y la botritis.

ELIMINACION DE LAS HOJAS

Conviene tener en cuenta que las primeras hojas a los pies de los
sarmientos son las más ricas en clorofila y por eso las más ú ti­
les en la nutrición de la planta, mientras que las hojas jóvenes de las
hembritas absorben nutrientes y ayudan poco a la nutrición. Especial­
mente si ya avanzado el período vegetativo.

Se ha comprobado que las hojas básales de cada sarmiento, d u ­


rante el útim o mes de maduración ya no desarrollan alguna actividad
benéfica a la nutrición, de donde se deduce que quitar las hojas hasales
en el primer período de crecim iento daña a la planta y afecta la calidad
de la uva, y quitar las hojas basales en el mes anterior a la cosecha la
protege contra las enferm edades. Es falsa la idea de que los racimos ex­
puestos al sol maduren mejor.

DESPU N TE DESPUES DE LA COSECHA

Es aconsejable la elim inación de todas las puntas verdes después


de la cosecha, para ayudar a la planta a entrar en descanso.

EMBOLSAMIF jNTO DE LOS RACIMOS

Los racimos se pueden proteger con bolsas plásticas abiertas por


debajo.
RALEO DE LOS RACIMOS
En la m ayoría de las variedades de mesa es necesario el raleo de
los frutos cuando están tiernos. Los racimos toman mejor aspecto al m a­
durar, crecen más y resultan m enos daños de hongos e insectos.
NOTA:
A las reglas generales de arriba sobre poda en verde, un consejo práctico,
para nuestro clim a salvadoreño, es acudir al deshije (o elim inación de hem britas),
en los m eses m ás húm edos y lluviosos de invierno, para aquellas partes de las plan­
tas en que la vegetación es dem asiado densa e im pide la ventilación y la entrada
de los fungicidas, creando un campo m uy propicio para el ataque de los hongos.

38—
Ciclo vegetativo en El Salvador
La vid tiene un ciclo completo dividido en dos períod os: uno de
vegetación y maduración del fruto, el otro de descanso.

Sin un adecuado descanso no llega a reabastecerse de energías pa­


ra la futura producción y maduración del fruto.

En el período de descanso tiene la prerrogativa de adaptarse tan­


to a temperaturas muy bajas, como a temperaturas bien elevadas y a
fuertes sequías.

En el período de vegetación y producción debe de encontrar un


clima adecuado de calor, luz. ventilación y agua.

Si al inicio del nuevo período entrara una fuerte helada o, en el


trópico, no encontrara un riego apropiado de agua, se detiene la vege­
tación. Al verificarse el paro de vegetación, aunque de poco tiem po, los
brotones tiernos se secan y los más grandecitos quedan desnutridos arrui­
nándose por completo la cosecha del ciclo en que está y en gran parte
también la del ciclo siguiente ya que al momento de la próxima poda no
se encontrará ramas bien nutridas y maduras.

En nuestro clim a salvadoreño, debido a que la vid da dos cose­


chas anuales, su ciclo completo debe ser de seis meses. Cuatro de vege­
tación y producción, dos de descanso. En los meses de descanso hay que
suspender el riego de agua.

Por el calor siempre constante del trópico la vid puede producir


y madurar en todos los m eses. Pero en el territorio salvadroreño para
evitar que los fuertes vientos y continuas lluvias sorprendan la vid en
las dos fases más delicadas de 3a floración y m aduración, los meses más
adecuados de la poda son Enero y Julio. En Enero preferiblem ente los
primeros días o los útimos días de Diciem bre. En Julio también los p ri­
meros días o los últim os de Junio.

Las cosechas se verificarán en Mayo y Noviembre para las uvas


de maduración tardía; Abril y Octubre para las uvas de maduración
temprana.

— 39

Las uvas de maduración temprana (tres meses o tres y medio des­
de la poda) quedan expuestas a un doble riesgo en el período invernal.
Según el tiempo de la poda, la floración o la maduración tendrán que
soportar el período más delicado de las copiosas lluvias, humedad y h on ­
gos (A gosto, Septiembre y O ctubre).

Por la experiencia en mi viñedo y observaciones en otros cu lti­


vos, he llegado a la conclusión que, entre la alternativa de salvar la flo ­
ración o la m aduración, es preferible salvar la floración y arriesgar la
maduración.

Al podar en los últim os días de Julio, o peor en Agosto o Sep­


tiem bre, la planta quedará expuesta a los siguientes p eligros:

1 — Por las abundantes lluvias anteriores puede haber ya co­


menzado su nuevo ciclo vegetativo, tirando numerosos bro­
tes en las extremidades con nuevos racimos. Por eso al m o­
mento de la poda, habrá ya perdido su im pulso primitivo y
los nuevos brotones saldrán llenos de vegetación con poco
o nada de producción.

2 — El pegamiento de las flores se verificará en el período de


abundantes lluvias y más propicio para las enfermedades
fungosas. Cuanto más tiernos son los sarmientos, tanto más
susceptibles serán a los ataques de los hongos, con el p eli­
gro de la caída de las flores y debilitam iento de los jóvenes
brotones y de loda la planta.

3 — Un fuerte ataque de hongos a los brotones y sarmientos


tiernos obstaculizará su desarrollo normal ,im pidiendo una
perfecta maduración de los mismos. Las consecuencias serán
amargas para la poda y fructificación del siguiente período.
Serán pues dos las cosechas que se pierden.

Al podar en Junio o los primeros días de Julio, tendremos el pe­


gamiento de las flores en Julio o en los primeros días de Agosto. Es decir
en el período conocido comúnmente por “Canícula de Santiago” que al
dism inuir las lluvias favorece el pegamiento de los granos. La planta
queda más resistente a los hongos y acepta con mayor agrado los fungi-

—40
cillas. La maduración y la cosecha se verificarán los últim os días (le Sep­
tiembre o en Octubre. Durante la maduración habrá que insistir con fu n ­
gicidas atóxicos, como se indican en la tabla de la página N° 70, para
defenderla del mal tiem po provocado por las continuas lluvias.

Con buen cuidado es posible salvar la cosecha también en perío­


do de abundantes lluvias. Si la mala suerte arruinara la cosecha, que­
daría siempre salvada la maduración de los sarmientos para la próxima
poda y cosecha de verano.

Por las observaciones de arriba, se constata que, en nuestro c li­


ma salvadoreño, es preferible sembrar uvas de cosechas tardías que las
de cosecha temprana. Las primeras tienen más seguridad de salvar sus
dos cosechas. Las segundas corren el riesgo de perder la cosecha del
invierno.

‘^Hay tam bién unas variedades de m aduración tem prana, que a


los pocos días de la cosecha tienden a reiniciar el nuevo ciclo vegetativo,
si encuentran el suelo húm edo. Este fenóm eno se constata por los n u ­
merosos racimitos que com ienzan a brotar en las extrem idades.

Con estas variedades de uvas tempranas y muy productivas se


pueden probar tres cosechas al año. Más bien puede ser que ciertos suelos
y climas exijan las tres cosechas para estas variedades. De lo contrario,
al tardar la poda, se elim inarían todos los numerosos racimitos de las ex­
tremidades y con ellos también el primer im pulso de producción. Los
nuevos brotones saldrían vigorosos pero sin fru to” .

Las demás naciones de Centro Amérnca deben de juzgar y expe­


rimentar el tiem po más propicio para su clima de modo que las casechas
no caigan en perído demasiado lluvioso que favorece las enfermedades
fungosas y obstaculiza las fum igaciones con el consiguiente deterioro de
la uva.

En las regiones frías, el período de la vegetación comienza con el


deshielo del invierno. Por eso la poda se puede hacer indiferentem ente
durante todo el invierno o al com ienzo de la primavera.

En el trópico el nuevo período de vegetación comienza con la p o­


da. A los tres meses de la poda la uva comienza a madurar y completa la
maduración al cuarto mes.

—41
Al dividir las variedades de uva, por el tiempo de su maduración,
en cuatro épocas como hacen los Europeos, las uvas precoces y de la pri­
mer época maduran, en nuestro clima, a los tres meses y medio. Las de
cuarta época maduran a los cuatro meses y medio. El promedio pues de
cuatro meses después de la poda.

Por el calor del trópico la vid necesita abundante agua. Durante


el verano hay que regar las fosas en profundidad por lo menos una vez
por semana. En las plantas tiernas del primer ciclo vegetativo, dos veces
por semana. Mejor más que menos. Al comienzo de la maduración es
cuando más necesita abundante agua para engrosar los granos. Pero lue­
go hay que ir disminuyendo hasta suspenderla completamente unos diez
días antes de la cosecha.

-o -

Elección entre vides de mesa y de vino

La elección entre vides de mesa y de vino generalmente depende


de los climas y de los terrenos. Pero donde climas y terrenos son igual­
mente buenos para las dos clases, es preferible sembrar uvas de mesa
porque son más rentables en todas las partes del mundo.

Generalmente las uvas de mesa prefieren lugares calientes y so­


leados.

En los países fríos de una sola cosecha es común la opinión, ba­


sada sobre la experiencia, que entre los extremos: humedad y sequía, la
vid prefiere la sequía. Pero en el trópico, por el constante calor, la fuer­
te transpiración de las hojas y la acelerada reproducción en dos cosechas
anuales necesita mudha agua.

— 42 —
Características de algunas de las mejores
variedades de uvas de mesa
y su preferencia en la p o d a
Algunas variedades, como la Fíame Tokay, Muscat de Alejandría,
Málaga, Emporor, etc., que en algunos lugares dan buen resultado con
poda de caña de cabeza alta, en otros lugares más fértiles y donde abun­
da el calor y el agua, por el m ucho follaje y apiñam iento de los racimos,
prefieren la poda a cordón para distribuir mejor las hojas y racimos.

REGINA

En Italia ocupa el 70% de la producción de uvas de mesa y es


considerada superior a todas. Racimos grandes. Las bayas también gran­
des verdes-doradas, en forma elipsoidal, cáscara áspera y pulpa carno­
sa, sabor rico en azúcar, madura a los cuatro meses y pocos días.

Prefiere poda rica a tiendón ( es decir de cabeza con cañas lar­


gas) o con cordones a cañas.

ITALIA

Es m uy vigorosa y productiva, con racimos y bayas más grandes


que la regina. Bayas ovaladas amarillo-doradas y de sabor dulce con d e­
licado aroma a muscat. El fruto es resistente a la quema del sol, pero
delicado y se oscurece al restriego contra las cajas de transporte o contra
algún otro objeto. Madura a los cuatro meses y m edio.

P refiere, como la regina, poda larga a tiendón o a ramada con


cordón a cañas.

CARDENAL D E CALIFORNIA

Es m uy vigorosa y productiva. Racimos mer'ianos-grandes, con


bayas rojo-cereza bien grandes, redondas y ovaladas, muy deliciosas.
Tiene el inconveniente de estar fácilm ente sujeta a la caída de las flo ­
res si no encuentra un tiempo favorable; es susceptible al oidio y p o­
dredumbre en la maduración. Madura a los cuatro meses escasos.

.— 43
Prefiere poda a cordón tanto de pulgares como de cañas cortas.

REGINA DE LOS VIÑEDOS

También muy vigorosa y productiva. Racimos m edianos-grandes.


Bayas grandes de atractivo color am arillo-dorado brillantes con dulce sa­
bor a muscat. Tiene el inconveniente de que las bayas necesitan un fu er­
te raleo y tienden a quedarse enanas si la planta no tiene una poda ade­
cuada. En Europa prefiere una poda de mediana extensión y no muy
rica, pero en el trópico habrá que buscarle su poda preferida por el fu er­
te aumento de vigor.

Madura a los tres meses y m edio.

RIBIER O ALPH O N SE LA VALLE

Es una de las variedades más cultivadas en Francia, talvés por­


que es resistente al transporte. Moderadamente vigorosa pero muy pro­
ductiva, de tamaño mediano y negra es muy hermosa y apreciada. M a­
dura a los cuatro m eses.

Prefiere poda a cordón con pulgares.

MUSCAT DE ALEJANDRIA

Se adapta únicam ente en regiones calientes. Tiene un vigor m e­


diano y es m uy productiva. Racimos y bayas grandes, ovoides, verde-
am arillas, pulposas y fuertem ente aromáticas. Se pueden fácilm ente secar
en pasas grandes, de textura blanda y calidad excelente. Se usa también
extensam ente para vino moscatel y de postre. Madura a los cuatro meses.

Prefiere poda a cordón con pulgares largos y también a cordón


con cañas cortas.

FLAM E TO K AY

M uy vigorosa pero dudosa la cantidad de producción en nuestro


clima tropical. Las bayas grandes tienen un color rojo brillante muy
atractivo, pero en regiones calientes no llega a colorear bien y se queman

— 44 —
fácilm ente al sol. Son muy carnosas y resistentes al transporte. M adu­
ran a los cuatro meses.

Prefiere poda a cordón con pulgares largos o cañas cortas.

MUSCAT DE AMBURGO

Es muy vigoroso y muy fértil. Bayas negras, bien deliciosas, con


óptim o aroma a muscat. Tiene el inconveniente de presentar las hayas
irregularmente maduras con tamaño deform e y también poco resisten­
te a los transportes de larga distancia. Madura a los cuatro meses.

Prefiere poda a cordón con pulgares o también con cañas cortas


y poco numerosas.

Descanso y tiempo más ap ro p ia d o p a r a


la aplicación de abonos

Tam bién la vid como el hom bre, los animales y casi todas las d e­
más plantas fructíferas tienen necesidad de descanso. Expertos enólogos
italianos me decían: ¿Cómo puede la vid producir en el trópico, si el
clima siempre caliente no le permite entrar en un adecuado descanso?

Pero observando atentamente el comportamiento de la vid, se n o ­


ta que su descanso no consiste en al paro total de todas sus actividades,
sino solo de la vegetación aérea, m ientras que las raíces siguen absor­
biendo los nutrientes de la tierra para recuperarse de los elem entos per­
didos en la producción.

Conocido, pues, en qué consiste el descanso hay que ver cómo ha­
cerle llegar, en poco tiempo, los elementos más necesarios para que los
tomen las raíces sin provocar nueva vegetación aérea. Por eso en nuestro
clima siempre caliente, no conviene echar a la planta contem poránea­
mente toda la dosis de los varios elem entos que necesita, como acostum ­
bran en regiones frías. Porque siendo el fósforo y el potasio de lenta d i­
solución tardarían en llevar su efecto, mientras que el nitrógeno d isol­
viéndose y penetrando rápidamente en el suelo provocaría inm ediata­
mente el desarrollo vegetativo en abundantes sarmientos y hojas sin fru-

—45
to. El fósforo y el potasio hay que aplicarlo algún tiempo antes que el
nitrógeno.

En las regiones frías, de cuatro estaciones con una sola cosecha


anual, el caso es diferente y la planta encuentra un descanso más fa v o ­
rable para su recuperación, porque en otoño y al principio de la prim a­
vera el clima frío tiene parada la vegetación aérea de la planta, mientras
que las raíces, con las lluvias y la protección de la tierra contra el frío,
siguen fortaleciéndose absorbiendo los elem entos que necesitan.

Por este motivo hay que seguir experim entando el momento más
propicio de la aplicación de los abonos en nuestro clim a tropical.

Además conviene estudiar, con exámenes de hojas, hasta qué


punto el potasio, tan abundante en nuestro suelo, es absorbido por la vid.

Es mi opinión que talvés el momento más propicio para la ap li­


cación del potasio y fósforo sea poco antes de la cosecha; tiem po en que
la tierra todavía está húm eda. Un poco de humedad debiera de tenerla
siempre durante todo el período de descanso. Pero poca, para no provo­
car nuevos brotes de vegetación en los sarmientos. Cuando la vid entre
en descanso por privación de agua, estos dos elem entos pueden haber ya
comenzado su descom posición para la asim ilación de las raíces.

El agua con el nitrógeno habrá que volvérsela aplicar unos qu in ­


ce días antes de la poda para que, al inicio de la nueva vegetación, la
planta esté en pleno vigor, con todos los elem entos necesarios para la
producción.

A pesar de esta opinión mía personal, hay que pedir a todos los v i­
ticultores que sigan sus estudios y experim entos en nuestro clima para
encontrar el momento más propicio y la forma más adecuada de la apli­
cación de los abonos para que la planta, al com ienzo del nuevo ciclo
vegetativo se haya recuperado de las pérdidas tenidas en la producción
y tenga a su disposición todos los elem entos que necesita.

—46
FER T I L I Z A C I O N
Características de algunos elementos

NITROGENO

Favorece la vegetación pero puede obstaculizar el pegamiento de


las flores provocando su caída. La asim ilación de éste va dism inuyendo
desde el com ienzo del ciclo vegetativo hasta el fin al, así él período más
adecuado para ponerlo es poco antes de la poda y después de la floración.

POTASIO

La vid es llamada planta potasiana. El potasio favorece la m adura­


ción de los racim os, su sabor, dulzura, graduación de alcohol y aroma. El
exceso de potasio seca el tallo de los racimos y sus ram ificaciones im pi­
diendo la completa maduración. El tiempo de mayor asim ilación del po­
tasio es desde el com ienzo de la floración hasta un mes después, luego va
dism inuyendo poco a poco hasta la suspensión completa al com ienzo de la
maduración. V uelve nuevam ente a asim ilarlo en la últim a fase del p e­
ríodo vegetativo.

FOSFORO

Su carencia reduce la vegetación y provoca el enanism o. Su asi­


m ilación va dism inuyendo desde el comienzo al final del ciclo vegetativo.

CALCIO

Es el elem ento mayormente absorbido y utilizado por la vid, por


lo general este elem ento se encuentra en dosis adecuadas en casi todos
los suelos.

MAGNESIO

Es m uy importante para la form ación de la clorofila, su caren­


cia se nota según el período de desarrollo. En las hojas tiernas aparecen
necrosis puntiform es (m uerte de c é lu la s), en las hojas adultas provoca
la clorosis entre las nervaduras. En vides coloradas se nota una antici­
pada coloración roja de las hojas con racimos secos.

-4 7 -
AZUFRE

Es considerado como m acrcelem ento, pero tanto en el suelo co­


mo en los abonos se presenta en dosis suficientes para las necesidades de
la vid.

H ay elem entos de menor importancia (m icroelem entos), como


el hierro, boro, cobre, maganeso, cobalto, cromo, zinc, etc., que favo­
recen la absorción de otros elem entos, así también el exceso puede obs­
taculizar dicha asim ilación.

FERTILIZACION DE STEMBRA

Antes de sembrar un viñedo es conveniente un examen del suelo.


Luego una consulta con un buen agrónomo para corregir las deficiencias.

H ay que tener en cuenta que en regiones frías de una sola cose­


cha, el viñedo dura de 30 a 40 años. Luego podemos deducir que en el
trópico, con dos cosechas al año. podrá durar de 20 a 25 años. Por eso
desde el comienzo hay que insertar en el terreno una fertilización básica
con elem entos de lenta descom posición. El estiércol de ganado es el que
merece mayor im portancia, luego el potasio y el fósforo por su difícil
aplicación cuando esté ya sembrado el viñedo.

— Cantidades aproxim ativas para los suelos salvadoreños pobres


de nitrógeno, m edianos de fósforo y ricos de potasio.

Estiércol de ganado: 900— 1300 quintales por manzana


Sulfato de potasio : 400— 500 libras por manzana
Super fosfato : 500— 600 libras por manzana

Si en lugar de sulfato de potasio y super fosfato se usa la fórm u­


la 15-15-15 u otra parecida, la dosis será 700-1200 libras por manzana.

FERTILIZACION D E PRODUCCION

Sembrado el viñedo, a cada período vegetativo habrá que seguir


incorporando en el suelo los elem entos necesarios en proporción a las
pérdidas por la producción. Si mayor ha sido la producción más dosis
de fertilizantes habrá que incorporar.

■— 48

Para la producción es preferible recurrir a los abonos químicos.
Pero a cada 3-4 cosechas hay que volver al abono orgánico en cantidad
poco inferior de la indicada arriba para la siembra. O también en can­
tidad menor antes de cada cosecha de verano, alternando la de invierno
con solo abono químico.

El abono orgánico en el verano protege a la planta contra las al­


tas temperaturas. En el invierno favorece las enferm edades fungosas au­
m entando la hum edad. Por eso hay que aplicarlo solo antes de la cose­
cha de verano.

Dosis

(Tom ando siempre en cuenta el suelo salvadoreño)

Nitrato de amonio 4—5 qq./m anzana


Urea 2— 3 qq./m anzana
Sulfanitrato 4— 6 qq./m anzana
Sulfato de amonio 5— 7 qq./m anzana
Sulfato de potasio 3— 5 qq./m anzana
Super fosfato 8 12 qq./m anzana

Los números indicados arriba son para las necesidades de todo un


período productivo. Pero para el nitrógeno es preferible dividir las do­
sis aplicándola en dos épocas. En la primera época se aplicará más abun­
dante que en la segunda. En este caso el sulfato y el sulfanitrato de am o­
nio se aplicará unos 15 ó 20 días antes de la poda e inm ediatam ente des­
pués de la floración. El nitrato de amonio y la urea al momento de la
poda y luego después de la floración.

Para el sulfato de potasio y el super fosfato hay que poner loda


la dosis, talvés vinos 20 días antes de la cosecha. Pero habrá que seguir
experim entando para encontrar el momento más conveniente.

Dosis: en fertilizantes de producción para vides aisladas algo


cercanas y de sistema bajo.

Para cada p lan ta: Sulfato de amonio 3— 4 onzas


Sulfato de potasio 1— 2 onzas
Superfosfato 3— 4 onzas
§i en su íugar se usa fórmula 15-15-15 se apiica 5 onzas.

Para vides aisladas con gran desarrollo y sistema alto

Por cada planta: Sulfato de amonio 1 Ib. y 3 onzas


Sulfato de potasio 1 Ib. escasa
Superfosfato 1 ^ Ib.

Si en su lugar se usa la fórmula 15-15-15 se aplica \x


/ i Ib-

LABORES DE CULTIVO

Unos 15 ó 20 días antes de la poda hay que realizar la primera ara­


dura para evitar la compactación del suelo y eliminar hierbas. Con esta
práctica se puede hacer una aplicación de nitrógeno. Cuando esta labor
se realice en la poda de verano, se puede hacer un riego moderado. Unos
30 días antes de la madurez se puede romper el suelo unos 5 ó 10 cms.
a fin de mantener la humedad. En todo momento es necesario mantener
el cultivo libre de maleza, lo mismo que mantener programas de conser­
vación de suelos.

A pesar de la regla general de limpieza, en la práctica se ha ob­


servado que, para nuestro clima, en los meses de abundante lluvia y ca­
lor una pequeña capa de hierba en el suelo es benéfica para detener la
fuerte evaporación de humedad que se levanta contra el lado inferior
de las hojas, favoreciendo las enfermedades fungosas.
T AB L A DE GA A R T E L
PR O D U C C IO N EN SU ELO A R CILLO SO SU ELO LO D O SO SU ELO A R EN O SO SU E LO SUELTO
Q Q. P O R R ep o sic ió n p o r R e p o sic ió n p o r R ep o sic ió n p o r R e p o sic ió n p o r
M ANZANA m a n z a n a lib r a s m a n z a n a lib r a s m a n z a n a lib r a s m a n z a n a lib r a s

10 0 10 0 — 1 1 0 110— 260 260— 200 200— 270


160 160— 200 200— 225 225— 290 2 9 0 -4 0 0
NITROGENO

210 200— 225 225— 270 270— 345 345—4 7 0


260 210— 250 250— 300 300— 380 380— 525
315 225— 270 270— 330 330^110 410— 570
370 240— 285 285— 345 345— 440 440— 600
420 255— 300 300— 370 370— 495 495— 640

100 140— 160 160— 170 170— 200 200— 230


160 220— 240 240— 270 270— 310 310— 360
210 265— 285 285— 320 320— 375 375—4 3 5
260 300— 330 330— 375 375— 420 420—4 9 5
POTASIO

315 330— 370 370—4 1 0 410— 470 470— 555


370 375— 400 400— 450 450— 520 520— 600
420 390— 430 430— 4 8 0 480— 555 555— 645

Para todos los suelos Para todos los suelos


ricos de fósforo pobres de fósforo
100 70 Ibs. por manzana 10 0 Ibs. por manzana

160 100 9 9 9 9 9 X , , ,
210 120 9 9 9 9 9 165 7? ,5
260 135 210 „ „
FOSFORO

9 9 9 9 9

315 150 9 9 9 9 9 230 „ „


370 165 9 9 9 9 9 265 ,, ,, ,,
420 180 9 9 9 9 9 270 „ „

NOTA: Las cantidades del Potasio en El Salvador es seguro que serán


más bajas, pero habrá que determinarlas con la experiencia.
El Fósforo es bastante similar a otros cultivos perennes pero
habrá que experim entar y el Nitrógeno parece ser de mucha
absorción en la V id.

— 51 —
E N F E R M E D A D E S

Las enfermedades causadas por hongos en nuestro m edio, p u e­


den hacer fracasar el desarrollo de este cultivo, por lo que resulta in d is­
pensable un adecuado programa de tratamientos preventivos.

MILDIU (M ildiú lanoso) Peronospora, Plasmopora Vitícula

Ataca las partes verdes de la vid, hojas, ramas, flores y racimos.


Las condiciones para el desarrollo de la enferm edad son: lluvia abun­
dante, temperatura arriba de 10° C. y hum edad relativam ente alta. Un
ataque severo puede provocar la muerte de la planta. La incubación de
la enferm edad dura de 4 a 15 días, según las condiciones de la planta y el
ambiente.

Síntomas

Las partes más atacadas por el hongo son las hojas en el lado in ­
ferior. Comienza con una característica “mancha de aceite” . Sigue el
desarrollo del moho blanco siempre en el lado inferior, luego va oscu­
reciéndose siempre más hasta la muerte completa de las células afecta­
das. Si la humedad es fuerte el m cho puede aparecer juntamente con la
“mancha de aceite” . Si la humedad es poca la “mancha de aceite ’ p u e­
de pasar al oscurecimiento y la muerte sin síntomas de m oho. Las m an­
chas son de varios tamaños, generalm ente grandes y con bordes bien
marcados. Fig. 35.

Control

Los mejores fungicidas son a base de oxicloruro de cobre, zinc


y manganeso, los nombres comerciales son: Tri-m iltox, cupravit fuerte,
viti-gran, dithane \1 -15. m anzate, m aneb, zineb y lonacol, etc.
La aplicación del fungicida hay que hacerla en form a preventiva
cada 6 días. En período de continuas lluvias cada 4 días y talvés más.
Es aconsejable utilizar un adherenle.

—52
Fig. N° 35

M ILD IU ( Lanoso) Ataca las hojas y el fru to , no debe perm itirse que
se establezca en una plantación. Esta enferm edad ataca con mayor v i­
rulencia en la época lluviosa.

OIDIO (M ildiú P olvoriento)

Me pesa decir que muchos agricultores pierden sus cosechas de


varios frutales por confundir el oidio con el m i’diú. El motivo talvés se
deba a su segundo nombre de “ m ildiú polvoriento” y aplican equivoca­
damente los fungicidas del m ildiú para el oidio.

53 —
El oidio tiene en su desarrollo características opuestas al m ildiú.
El hongo ataca igualm ente las partes verdes: hojas, ramas, flores y ra­
cim os, pero no penetra en los tejidos sino que vive superficialm ente.
Por eso se puede curar también después del ataque. Se desarrolla tam ­
bién con poquísim a humedad y a bajas temperaturas sin que las hojas
estén mojadas. La temperatura más propicia para su desarrollo es entre
20° y 30° C. La ideal es de 28° C. Nuestro clima tropical lo favorece tan­
to en el invierno como en el verano.

Síntomas

En los dos lados de las hojas aparece una mancha polvorienta color
ceniza. Es más visible en la parte superior. En la parte inferior se nota
una especie de polvo. Las hojas se amarillentan y luego se secan. Cuan­
do las hojas son m uy tiernas se enrollan inm ediatam ente ennegrecien­
do primero las orillas. Fig. 36.

Los sarmientos tiernos presentan manchas con las mismas carac­


terísticas de las hojas. Además en la superficie verde de los sarmientos
se notan num erosos puntos amoratados. Luego la parte afectada ennegre­
ce lignifacando mal.

El oidio se presenta en una forma más característica en los gra­


nos. U n polvo blanco untuoso cubre el grano. Luego la epidermis se en­
durece en la parte afectada y, no pudiendo crecer, se parte dejando des­
cubiertas las semillas.

Control

Los fungicidas a base de azufre han dado buenos resultados, lo


mismo que el karathane y benlate que son eficaces. Es necesario apli­
carlos en form a preventiva a intervalos de 6 ó 7 días. El tiempo más apro­
piado para prevenir la enferm edad es cuando:

1— Después de la poda, las yemas estén hinchadas.


2— Cuando los brotes estén de 6 a 8 cms.
3— En el período de la florescencia (antes y después).
4 — Al comienzo de la madurez.

54—
Fig. N° 36

01D 10 — Esta enferm edad


ataca con m ayor virulencia
en la época seca, las partes
afectadas parecen tener un
polvillo blanco que después
se hace oscuro.

BOTRITIS (Podredum bre)

La botritis ataca también todos los órganos de la vid. Pero de


preferencia ataca los racimos en el período de la maduración provocan­
do fuertes daños. Las hojas enferm as aparecen con manchas oxidadas.
Luego un abundante moho color ceniza cubre los dos lados de las hojas.
En seguida se secan y caen.

Los sarmientos verdes presentan manchas amoratadas que pro­


vocan la muerte de los tejidos. Los racimos, si son atacados en el perío­
do de la floración, se cubren de m oho, luego se pudren y caen. Si son
atacados en el período de la m aduración, la pulpa de los granos se de-

— 55—
form a y la epidermis se deshace provocando la salida del jugo y form a­
ción de abundante podredumbre. Fig. 37.
La causa de esta enferm edad no está bien detem inada, pero el
uso de Benlate al comienzo de la floración, después de la floración y al
inicio y durante la madurez ha dado buenos resultados; en a estación
lluviosa, es aconsejabíe agregar al fungicida un adherente usado en la
proporción recomendada por el fabricante.

Fig. N° 37
PO D RED U M BRE D EL FR U TO . Causado por el hongo Botritis Cinerea,
esta enferm edad ataca en la época lluviosa cuando hay m ucho follaje y
el invierno es m uy copioso.

ANTRACNOSIS (V iruela de la V id)

Ataca todas las partes de la vid, especialm ente los puntos de in ­


serción del nuevo sarmiento con el viejo, primero aparecen pequeñas

— 56—
manchitas de color rosado con el borde morado, luego éstos se alargan
y se hunden en el tejido destruyéndolo.

En las hojas deja numerosos puntitos necrosados. Los tejidos de


las ramas toman un aspecto canceroso. En los granos las pequeñas m an­
chitas redondas pueden penetrar hasta dejar descubiertas las semillas.
Fig. 38.

La causa que provoca rápidamente esta enferm edad es la exce­


siva hum edad, por lo que no se recomienda plantar un viñedo en luga­
res muy húmedos.

Control

El tratamiento preventivo de esta enfermedad hay que iniciarlo


durante el descanso de la vid y al inicio de la nueva vegetación.

Con brocha se aplica al tronco y sarmientos una solución ácida


de sulfato de hierro en la siguiente fórm ula:

Sulfato ferroso 25 a 35 kgs.


Acido sulfúrico la 3 lts.
Agua 100 lts.

Otros productos como heñíate, aniraeol y carbamatos a base de


zinc, dan buenos resultados contra la antracnosis.

GOLPE DE SOL

Este fenóm eno se presenta por un exceso de calor en las vides


frondosas en pleno desarrollo vegetativo, la vid y los racimos se secan
im provisam ente, como si hubiese caído un rayo. La causa puede ser un
desequilibrio hídrico provocado por la alta temperatura, otras causas
remotas pudieran ser una mala soldadura del injerto, podredumbre ra­
dical, nematodos y asfixia radical.

Prim er remedio es lim itar la vegetación aérea acudiendo a la p o­


da en verde. Preventivam ente conviene tener una humedad adecuada,
remover la superficie del suelo y control de nematodos.

57—
ATRACNO S1S: Ataca con m ayor virulencia en la época lluviosa, no d e ­
be perm itirse su establecimiento dentro de una plantación, porque ataca
el follaje, los sarmientos y el fruto.

UVAS PA SAS CON DESECAMIENTO APICAL D E LOS RACIMOS

Al verificarse este fenóm eno las hojas, especialmente las basales


se ponen am arillas, se enrollan y luego se secan comenzando por la orilla.
Los racimos más afectados son los más bajos o más cerca del suelo, los pe­
dúnculos en el punto de inserción al sarmiento se tornan oscuros y se adel­
gazan dando el aspecto de una torcedura, un buen núm ero de granos an-

— 58 —
tes de madurar se ponen oscuros y se contrae la pulpa hasta paracer uva
pasa. Finalmente se seca todo el racimo.

Las vides más susceptibles al desecam iento apical son las sembra­
das en suelos pesados, poco fértiles, secos e injertadas sobre patrón R i­
paria x Rupestris, siendo más resistentes las injertadas sobre Berlandie-
ri x Rupestris.

La causa es fisiológica, se parece al golpe de sol, pero se desa­


rrolla más lentam ente, la causa principal es una prolongada sequía,
acompañada por excesivas puntas de calor.

Control

Se recomienda las mismas prácticas que para el golpe de sol.

PODREDUM BRE RADICAL

Se m anifiesta por la vegetación forzada y débil, sarmientos cor­


tos con nudos muy seguidos, hojas amarillentas y deform es, desarrollo
de numerosos chupones, caída de flores y pocos frutos.

Debajo de la corteza de las raíces se presenta una capa esponjosa


y blanca. Esta enferm edad puede extenderse rápidamente por lo que
conviene quitar las plantas enfermas del lugar. El lugar de la planta en ­
ferma se trata con sulfato de hierro o cal, hay que dejar un año antes
de volver a plantar. Los terrenos más propensos a ésta son los compac­
tos e im perm eables.

VIROSIS

Existen muchas enferm edades provocadas por diferentes virus,


llegando a constituir la mayor amenaza para la viticultura. Esta enfer­
medad anduvo aumentando con los injertos sobre patrones silvestres, ya
que éstos parecen más susceptibles a la enferm edad, especialmente la
vitis rupestris y de modo particular la “ R. D U LO T” . Se considera como
vectores de la enferm edad a los nematodos y mosca blanca.

El tratamiento contra nematodos al plantar el viñedo es reco­


mendable.

— 59 —
ACAROS

Son particularmente conocidas la araña roja y la araña amarilla,


que se anidan en la parte inferior de las hojas. Se alimenta del mismo
jugo de las hojas im pidiendo su función y el consiguiente deterioro da
toda la planta.

Se desarrollan más fácilm ente en períodos calurosos y secos, m ien­


tras que las Huvias los obstaculizan. Se pueden fácilm ente ver con ayu-
da de una lente. Generalmente los fungicidas contra el oidio (azufre,
karathane, etc.) destruyen también los ácarcs. Fig. 46.

Fig. N° 46

Los ácaros causan fuertes daños a las hojas, atacan fuertem ente en la
época seca, en la época lluviosa atacan con m enor intensidad. Pueden
ser arañas rojas u otras especies.


o

— 60 —
INSECTOS DE LA VID

PHYLLOXERA

Esta plaga aún 110 se ha reportado en El Salvador, pero debido a


su importancia económica en la viticultura, siendo entre las plagas la
más tem ible para la vid, es nuestro criterio que se conozca para que se
pueda detectar rápidamente en caso de su introducción a nuestro país,
para que sea controlada rápidamente y de ser posible erradicada.

Apareció primero en Norte América, de donde se introdujo al


Sur de Francia cuando se buscaban variedades resistentes al M ildiú La­
noso, a mediados del siglo pasado y de allí se propagó al resto de Europa.

Síntomas

La phylloxera ataca las hojas y las raíces. Cuando ataca las hojas
forma agallas, pudiéndose encontrar en su interior huevos, larvas y adul­
tos. Cuando parásita la vid en esta form a puede identificarse fá cil­
mente. Figs. 41 y 42.

Cuando ataca la raíz, las plantas muestran un crecimiento lento,


sin motivo aparente, los sarmientos se quedan más cortos y las hojas no
llegan a alcanzar su desarrollo normal aunque conserven el color verde
notándose un poco flácidas, los racimos de uva tienen poco desarrollo.
Estos síntomas depresivos se m anifiestan más intensos después de cada
ciclo de producción hasta que finalm ente mueren las plantas parasita-
das. Figs. 39 y 40.

Los daños causados por la phylloxera se observan al segundo o


tercer año después de ocurrida la infección. Esta plaga consiste en n u ­
dosidades que se form an en las raíces absorbentes, que quedan fin a l­
mente destruidas.

Los síntomas arriba descritos son ocasionados por Phylloxera


(viteus fitifo lii), chupa, como filoxera de las raíces, en las raici­
llas jóvenes y en las más desarrolladas (nudosidades y tuberosidades),
se m ultiplica por huevos no fecundados. De estas filoxeras de las raíces

—61—
se desarrollan a través de ninfas, filoxeras aladas, que abandonan el sue­
lo; ponen huevos de los que salen animales sexuales que depositan el
huevo de invierno entre la corteza de cepas híbridas y americanas. Fig. 44.

De este huevo eclosiona una hembra de reproducción parteno-


genética, llamada la fundadora, o el piojo, que produce las agallas de
mayo en las vides. La hembra vive y crece en el interior de las agallas y
pone hasta 1200 huevos de color amarillo verdoso claro.

Las filoxeras de las hojas emergen de estos huevos, pueden vivir


en las vides de especies Europeas. Una parte de las filoxeras jóvenes que
salen de las agallas, migran como filoxera de las raíces al interior del
suelo atacando las raíces jóvenes.

Control

D esinfección del suelo antes de resembrar con Sulfuro de Carbo­


no aplicación de insecticidas de largo poder residual en los viveros. En
caso de aparecer en nuestro país será necesario experimentar cuáles son
los más efectivos tanto de aplicación al suelo como al follaje.

Fig. 'N° 39 Fig. N° 40


Daño en la raíz. Nudosidad causada por la filoxera.
Fig. N° 41 Fig. N° 42
Agallas en las hojas. Agalla seccionada monstrando
insectos y huevos.

Fig. N° 43 Fig. N° 44 Fig. N° 45


Hembra adulta Silueta de filoxera alada Filoxera de la raíz
de la agalla.

Como prevención injertar en patrones resistentes.

Debe tenerse presente que las costumbres descritas de este insec­


to en nuestro m edio podrían variar o acelerarse debido a los dos ciclos
de producción que tiene la vid en El Salvador.

APHIDOS O PULGONES

Orden H IM E N O P T E R A , fam ilia A P H ID A E es una plaga común


en vides, siempre se localiza en las zonas de crecim iento, generalmente
su daño no es de importancia económ ica, aparte de A P H IS ILLIN O I-
SEN SIS SCH1NER reportado por Paul Berry en 1959 es seguro que hay
otras especies.

63 —
El mayor daño podría ser cuando ataca en la época de floración.

Control

Puede controlarse prácticamente con cualquier insecticida, debe


evitarse la aplicación en tiempo de la polinización.

ZOMPOPOS

Orden H I M E N O P T E R A , fam ilia FO RM ICID AE posiblem ente


un atta m exicana o un atta sp, es una plaga m uy destructora, sobre to­
do en las plantas recién sembradas. Destruyen las hojas dejando los
pedúnculos únicam ente; la plantía atacada pierde vigor y retarda su
crecim iento considerablem ente, las plantas adultas toleran más este da­
ño por su abundante follaje.

Control

El zompopo es de hábito nocturno por lo que cuando se presen­


ten los primeros daños deberá localizarse la zompopera y aplicar alrs-
dedor unas 2-3 onzas de M irex, siendo éste hasta hoy el producto más
efectivo contra esta plaga.

TORTUGUILLAS

Orden C O L E O P T E R A , fam ilia C H R Y SO M E L ID A E . Se han ob­


servado diferentes especies atacando el follaje aunque la vid tolera esta
plaga no debe dejarse establecer por largo tiempo; los daños son causa­
dos, cuando estos insectos se alimentan de las hojas, haciendo perfora­
ciones (jue fácilm ente se pueden determinar.

Control

Se recomiendan insecticidas de contacto o estomacales; entre los


primeros se recomienda el Parathión, F olid ol, Lannate, entre los segun­
dos Dipterex y Tamarone.

— 64
GALLINA CIEGA

Orden CO L EO P T ER A, fam ilia SCA R A B I D A E . La larva de esté


insecto vive bajo el suelo y se alim enta de las raíces, a las que corta, de­
bilitando en esta forma el estado general de la planta, la que posterior­
mente muere a causa de podredumbres secundarias de la raíz.

Control

Aplicación al suelo de Aldrín en polvo al 2.5% a razón de 3 on ­


zas por planta; esparcirlo uniform em ente tratando de cubrir la superfi­
cie de la boca del hoyo de preferencia extenderse un poco más. Tam bién
puede emplearse Volatón y Cloragep en la misma dosis; el insecticida
aplicado deberá incorporarse ligeramente; las mejores épocas de apli­
cación son la entrada de lluvias y a fines de agosto.

NEMATODOS

Los nematodos atacan las raíces de la vid, han sido reportados


los géneros Tylenchus, Paratylenchus, M eloidogyne.

En Italia los nematodos Xiphinem a Index se reporta como el res­


ponsable de los mayores daños en las raíces.

Para su control pueden usarse nematicidas conocidos en el país


como Neraacur, Furadan y M ocap, etc.

CLOROSIS FERRICA

Consiste en la im posibilidad de la vid en absorber el hierro, ele­


m ento esencial para la form ación de la clorofila.

Esto se debe a la presencia de una fuerte cantidad de carbonato


de calcio en forma soluble en el suelo. El calcio soluble en cantidad ele­
vada provoca la insolubilidad del hierro de modo que las raíces no lo
pueden absorber.

— 65 —
Se da también el caso en que la vid absorbe el hierro, pero lu e­
go al absorber fuerte cantidad de calcio, éste provoca la insolubilidad
dentro de la misma vid. Por eso la vid clorótica puede estar rica de h ie­
rro pero en forma insoluble que no puede ser utilizado para la form a­
ción de la clorofila.

Como remedio la industria química ha producido fórm ulas a base


de hierro que resisten a la acción del calcio. Estas fórm ulas se llaman
‘‘Q uelatos” y presentan un contenido de hierro soluble que varía del
8% al 12% . Se venden en forma de polvo, casi sin olor, soluble en agua.
Se pueden aplicar con aspersión a las hojas o en forma de abono en el
suelo.

Si se aplica al suelo se lisa 5-6 onzas de polvo por planta, si se


aplica a las hojas se usa 2-3 onzas por 25 galones de agua, con 2-4 asper­
siones durante todo el período vegetativo. Como ya se dijo al tratar de
los injertos, los patrones americanos son más exigentes en sus relaciones
con los suelos que las vides fructíferas.

Ellos son más sensibles al calcio, a la hum edad, a la fertilidad y


compacidad.

Respecto al carbonato de calcio la vid fructífera puede prosperar


también con el 80% -90% mientras que los patrones más resistentes no
pueden superar el 60% de calcio.

Por eso antes de sembrar un viñedo conviene examinar el PH .


Pero no solo la cantidad de calcio sino la parte activa de él y la reacción
del suelo.

Síntomas.

“Primeramente las hojas se hacen am arillentas, luego blanque­


cinas, mientras que a la orilla y a los lados de los nervios pueden apa­
recer rojizas, al cambio de color sigue el desecamiento y la caída.

La vegetación tiende a tupirse por la abundancia de hembritas


cortas y desnutridas. Las flores fácilm ente caen y, si cuajan, no llegan
a madurar” .

—66—
Características de algunos fungicidas
La historia centroamericana asegura que la viticultura, en los
primeros tiempos de la colonia, floreció hasta tal punto que, por m iedo
de la competencia el Rey de España en 1595 prohibió nuevas planta­
ciones.
En este último siglo han habido varios intentos de reintroducir
la viticultura, pero todos fracasaron. A mi parecer el m otivo principal
se debió a que los que intentaron eso, desconocían las enferm edades fu n ­
gosas y sus remedios. Los hongos más peligrosos y otras enfermedades
de la viticultura moderna no existían al tiempo de la colonia.
Los principales comenzaron a m anifestarse desde mediados del
siglo pasado.
Hay variedades de vides más resistentes que sobreviven a los ata­
ques de los hongos pero quedan debilitadas hasta tal punto de no pro­
ducir y si producen no llegan a madurar bien.
Ya se describió las principales enfermedades y sus remedios. P e ­
ro para tener una idea más clara de los remedios, describiré seguidam en­
te las características de algunos fungicidas para que el viticultor com ­
prenda mejor el por qué del orden de fungicidas descritos en la tabla
de guía práctica puesta al final de este librito “Cómo defender el viñedo” .
SULFATO DE COBRE Y SUS COMPUESTOS
(E specíficos para el M ildiú. Combate varias otras enferm edades)
Controla el desarrollo de la vid dándole salud y duración. D etie­
ne el demasiado desarrollo y combate enferm edades que provocan el ra­
quitism o. Por eso conviene darlo con frecuencia observando lo siguien­
te : Por su acción detentiva del desarrollo conviene dism inuir la canti­
dad en el tiem po de la prefloración y añadirle manganeso que ayuda a
la pegadura de las flores y granos. Term inada la floración, se aumenta
la cantidad de cobre activo sin necesidad de manganeso. Se suspende
en la m aduración. Si la maduración cae en tiempo lluvioso, peligroso
para el M ildiú, se sustituye con otros fungicidas sin cobre (D ithane M -45,
Manzate, L onacol). Se vuelve a aplicar el cobre activo en el tiempo del
descanso porque además de proteger la vid contra las enferm edades, le
ayuda a descansar. Si la vid es demasiado vigorosa habrá que darle la
cantidad normal de cobre activo desde el comienzo del nuevo período
vegetativo.

— 67 —
l£l cobre tiene que ser activo bajo la fórm ula de oxicloruro de
cobre, no cobre m etálico.
AZUFRE (E specífico para el Oidio. Combate también los Acaros)
Conviene aplicarlos siempre junto con los fungicidas contra el
M ildiú para ahorrar mano de obra. Se suspende durante la floración por
el peligro que queme las flores. Hay que aplicarlo inmediatamente an­
tes y después de la floración. Cuidando de no aplicarlo con el sol fuer­
te, sino solo en la m añana temprano y en las horas más frescas de la tar­
de porque puede quemar tanto las hojas como los granos. Se suspende
también en la maduración sustituyéndolo con el Benlate.
BENLATE (E specífico contra la botritis o podredum bre, óptim o tam­
bién contra el oidio y varias otras enferm edades).
Se describieron ya sus características y tiem po de aplicación al
tratar los remedios para la botritis a folio.
El Belate tiene la gran prerrogativa que, a pesar de ser sistém ico,
con duración de unos 15 días, no es nada tóxico para el hombre y los
anim ales, se puede aplicar hasta el día anterior a la cosecha. No hay que
m ezclarlo con fungicidas a base de cobre.
K ARA TH AN E (Específico para el oidio y los acaros)
Es más efectivo que el azufre. En Europa donde abundan los fu n ­
gicidas baratos a base de azufre, aconsejan el karathane solo en el perío­
do prefloral y frente a fuertes ataques de oidio y ácaros.
En Centro América donde el oidio encuentra el clima ideal para
su desarrollo, el karathane da óptimos resultados si se tiene el cuidado
de aplicarlo en las horas más frescas de la mañana y de la tarde, no hay
que aplicarlo a temperaturas mayores de 32° C. y tampoco en los quin­
ce días antes de la cosecha.
Cuando la cosecha anterior ha tenido un fuerte ataque de oidio
hay que aplicar dos o más aspersiones de karathane en el período en que
las yemas se hinchan.
M ORESTAN
Es un fungicida y acaricida, es prácticamente atóxico contra per­
sonas y animales dom ésticos, sin embargo debe tomarse las precaucio­
nes generales en el uso de los plagicidas.
Es m uy efectivo contra el oidio (o m ildiú polvoriento) y contra
los ácaros rojos y am arillos, contiene el 25% de 6-m etil-quinoxalina-2-
3-dim etil carbamato, que tiene una acción persistente, es preferible
usarlo preventivam ente. No se recom ienda mezclarlo con insecticidas
líquidos. Su dosificación puede verse en la tabla para fungicidas.

— 68—
FUNGICIDAS A BASE DE MANGANESO

Dithane M-45 y Manzate (80% de m aneb) atacan óptimamente


el m ildiú y además la podredumbre, la mancha foliar parda, las an-
tracnosis y otras enferm edades. También favorecen el pegamiento de las
flores.

Conviene usarlo en el período prefloreal especialm ente si la vid


es débil y el tiempo desfavorable.

FUNGICIDAS A BASE DE ZINEB

Lonacol (75% de z in eb ), Antracol (70% de z in eb ). El zineb


ataca inmediatamente el m ildiú mientras que el cobre entra en acción a
las 48 horas. Ataca también varias otras enferm edades.

Pero últimos experim entos en Europa han demostrado que el zineb


favorece el oidio y los ácaros. Esto debe llamar la atención de los agri­
cultores y a los representantes en ventas de fungicidas en El Salvador
ya que hay viñetas equivocadas en las ventas de fungicidas.

U na gran ventaja del zineb es el ser completamente atóxico para


el hombre y los animales dom ésticos, por eso conviene aplicarlo junto al
belate en los últimos días de la cosecha.

TR1-MILTOX

El tri-m iltox es producto de pacientes investigaciones cientí­


ficas. Encierra en sí todas las características ds los varios fungicidas a
base de cobre, zinc y manganeso.

Es ideal para m ildiú. combate varias otras enferm edades y lleva


elementos nutritivos, reguladores y fortificadores de la planta.

No controla el oidio (o mildiú polvoriento).

Por sus numerosas características se puede usar desde el prim e­


ro hasta el último tratam iento, comenzando con 1 x/4 copa Bayer por ga­
lón de agua, para terminar con 1)^ por galón en los últim os riegos. La
mejor recomendación de este fungicida es su extensa aceptación en to ­
dos los más grandes países productores de uva.

69—
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-71-
La tabla "‘Cómo defender el V iñedo” de la página 70 está basada
sobre cuanto se dijo al respecto a enferm edades y remedios.

Es una guía práctica del viticultor, recordando de fumigar cada


seis días o con más frecuencia en períodos lluviosos y húm edos.

Para facilitar la cantidad de fungicidas por galón de agua, tomé


como base de medida la Copa Bayer que contiene 25cc. de líquido. De
modo que los números 1, 1 /2 , 1 /5 , etc., se refieren a la Copa Bayer por
galón de agua.

Los números entre paréntesis significan que se pueden sustituir


con el otro fungicida de arriba. Cuando se riega el benlate no hay nece­
sidad de regar otro fungicida para el oidio.

Los fungicidas para el tiempo de la maduración de la uva son


competamente atóxicos para el hombre y los animales. El insecticida
Lannate de potente acción inicial pierde completamente su toxicidad
en poco tiem po. “Se descompone y desaparece en forma de dióxido de
carbono, amonio y agua. En el tomate, por ejem plo, no se puede detec­
tar residuos un día después de la aplicación. El ganado se puede alim en­
tar con forrajes que hayan sido tratados con Lannate veinticuatro h o ­
ras antes” .

NO OLVIDE

Que el m ildiú velludo y el m ildiú polvoriento son dos enferm eda­


des completamente distintas. El primero es causado por Peronospera y
e segundo es el O idio. La mayoría de los fungicidas que atacan el pri­
mero no sirven para el segundo y viceversa. Más bien los fungicidas a
base de Zineb que atacan inm ediatam ente el m ildiú, favorecen el oidio
y los ácaros.

El hongo que encuentra un ambiente más favorable para su de­


sarrollo en El Salvador, es el oidio, que ataca en todos los meses del año.
Le sigue el m ildiú para el período de lluvias y lugares húm edos. Luego
viene la boIritis o podredumbre.

— 72—
Al controlar, o mejor, al prevenir estas tres enferm edades fu n ­
gosas, quedan fácilm ente controladas todas las demás, sea porque unos
hongos predisponen la planta a recibir los otros y sea por la eficacia de
los fungicidas mencionados que tienen su control sobre una amplia ga­
ma de hongos.

Al controlar bien los hongos, nuestras uvas saldrán más sabrosas


que las extranjeras. El potasio del suelo y la luz de nuestro hermoso cie­
lo las favorecen.

— BIBLIOG RAFIA—

1 G IQ VA NN I DALMASSO

Viticoltura Moderna, Manuale practico, sesta edizione com pleta­


mente riveduta ed am pliata, editore Ulrico H uepli M ilano. 733
pág.

2 — CARLO SARACCO

Guida practica del viticultore, copyrigth 1972 by edizioni agricole


31, Emilia levante. Bologna. O fficine Grafiche Calderini, Bologna
IV - 1972. 370 pág.

3 _ BAYER — PFLANZENSCH UTZ COMPENDIIJM TT

Farbenfabriken Bayer Aktiengesellschaft Leverkusen. Pág. 345-


363.

4 — PAUL A. BERRY

Entomología Económ ica de El Salvador. Boletín técnico No. 24


julio de 1959, publicaciones del Servicio Cooperativo Salvadore-
ño-Am ericano. M inisterio de Agricultura y Ganadería. 255 pág.
Santa T ecla, El Salvador, C. A.

5 — A. J. W INKLER

Viticultura 1965. Compañía Editorial Continental, S. A. 182 pág.


México, D .F .

— 73 —
INDICE
Pág.
In tr o d u c c ió n ................................................................................................................................. 1
Cómo se presenta la v i d .......................................................................................................... 4
P r o p a g a c ió n .................................................................................................................................. 6
I n je r to s ...........................................................................................................................| .............. 10
La P o d a ...................................................................................................................................... ... 16
Poda de Desarrollo o F o r m a c ió n ........................................................................................ 19
Poda de P r o d u c c ió n ......................................................................................... .j....................... 25
M étodos para sostén de v i d e s .............................................................................................. 34
Poda en v e r d e ................................................................................................................j............ 37
Ciclo V egetativo en El S a lv a d o r ........................................................................................ 39
Elección entre vides de m esa y de v i n o ........................................................................... 42
Características de algunas de las mejores variedades de uvas de m esa y su
preferencia en la p o d a .................................................................................................... 43
D escanso y tiem po m ás apropiado para la aplicación de a b o n o s .......................... 45
F e r tiliz a c ió n ...........................................................................................................|...................... 47
Tabla de G a a r t e l...........................................................................................................j............ 51
E n fe r m e d a d e s.................................................................................................................j............ 52
Insectos de la v i d ..............................................................................................1....................... 61
Características de algunos f u n g ic id a s .............................................................................. 67
Tabla “Cómo defender el Viñedo” ...................................................................................... 70
B ib lio g r a fía .......................................................................................................... >....................... 73
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A lta producción de la variedad “ Italia ” injertada sobre patrón de


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