GUIA ORIENTACION Y CONVIVENCIA

RELACIONES DE DOMINIO Y SUMISION

1. Leer el contenido cuidadosamente para su entendimiento.
2. Desarrollar la actividad, enviar en el tiempo indicado para su evaluación
3. ACTIVIDAD A DESARROLLAR UN AUDIO NO MAYOR DE 3 MINUTOS AL
PRIVADO
“QUE ES, QUE PRODUCE Y COMO LO EVITAMOS”
 El esquema de dominio-sumisión en el acoso escolar
El esquema de dominio-sumisión en el
acoso escolar explica perfectamente
el desequilibrio de poder existente
entre el agresor y la víctima. Esto es
clave para que un episodio de violencia
entre estudiantes sea considerado
como bullying.
Así, siempre que se da una situación de acoso
escolar, la víctima se siente débil, indefensa y
vulnerable, mientras que el acosador se siente
fuerte y poderoso.
“Los acosadores escolares mantienen un patrón
de dominación, opresión y acoso, sometiendo a
la víctima en el temor, el miedo y el
aislamiento”.
El acosador atribuye a la víctima una
serie de características, como:
 Debilidad.
 Escasas habilidades sociales.
 Responsabilidad en sus propias
debilidades
La víctima atribuye las siguientes
características a su agresor:

El hecho de que exista un desequilibrio de  Prepotencia.

poder físico, social o psicológico entre  Amplias habilidades sociales.
la víctima  y el acosador es imprescindible para
 Poder.
que se den episodios de acoso escolar, ya que
el estudiante agredido no está en las mismas
 Invulnerabilidad.
condiciones para defenderse de los continuos
ataques. Es decir, es una situación de
desigualdad y de indefensión por parte de la
víctima. El fenómeno del bullying no consiste
en una relación bilateral, sino
trilateral. Es decir, hay tres agentes
implicados:
En el esquema de dominio-sumisión se crean los siguientes vínculos:
 Las víctimas.
 Los acosadores.
 Víctima-agresor. Entre estos estudiantes se establece una relación de dominio y
sumisión, que ya hemos comentado anteriormente.  Los testigos
 Testigo-víctima. Esta relación se crea cuando los espectadores rompen el desequilibrio
de poder existente en el acoso escolar, por lo que los testigos actúan como defensores
de la víctima, rechazando la violencia ejercida por el acosador y su grupo de cómplices.
 Testigo-agresor. Entre estos dos agentes se establece un vínculo tóxico y negativo,
puesto que los testigos apoyan, de algún modo, las conductas violentas realizadas por
los acosadores, de forma que los compañeros asumen uno de los siguientes roles: “La educación es la vacuna contra la violencia”.
 Reforzadores: cuando mantienen el silencio y se muestran pasivos, aprobando y
reforzando, así, los comportamientos propios del bullying.
 Colaboradores: cuando se unen al acoso y llevan a cabo conductas directas de
maltrato y vejación hacia la víctima.
¿CONOCÉIS A SILVIA? LA IMPORTANCIA DEL TESTIGO EN EL ACOSO ESCOLAR.
"Gracias a que hay gente como yo que confunde las cosas, las personas como
Silvia pueden hacer lo que les dé la gana, incluso pisar y machacar a los
demás". Éste es la conclusión a la que llega la protagonista en el relato de
Marta Rivera de la Cruz. En él se nos presenta una protagonista que observa
como Silvia, la chica más popular del instituto y la que mejor lo hace todo,
arremete con una chica nueva que parece robarle el protagonismo sin siquiera
proponérselo.
Se ve cómo, de forma activa, Silvia empieza a aislar socialmente a la chica
nueva, organizando fiestas sin ella, a dejarla en ridículo en público, a castigar a
los que hablen con ella...
Todo ésto se nos cuenta desde la perspectiva de una de las amigas de Silvia,
que va observando como el acoso se hace cada vez más intenso y evidente,
tanto que acaba desfigurando la imagen de chica atractiva que tenía Silvia. Es
ésta la perspectiva que más interesa en la actuación contra el acoso escolar
actualmente: el testigo del acoso. La persona que es testigo del acoso es la que
tiene el poder del castigo y de la denuncia de la conducta. Reconocer y saber
actuar ante el acoso es la principal tarea que han de enseñar las intervenciones
contra el acoso escolar.
"PELO PAJA" DE ROSA REGÁS Y LA CADENA DEL MIEDO.
En este relato, Rosa Regás nos cuenta la vida de una joven que, internada en
un colegio de monjas, recibe motes e insultos por su pelo poco común. Evita a
las demás niñas, las rehuye a todas, se metan con ella o no, les tiene miedo.
Un día, durante un juego de pelota hiere a una compañera y desde entonces,
descubre el poder que tienen el miedo y la agresión para controlar a los demás
y conseguir que la dejen sola.
En este relato se explica muy bien cómo funciona un agresor que ha sido
víctima antes: primero huye de la gente porque sus experiencias con ella
nunca han sido positivas pero nunca puede huir del todo ni evitar las miradas
de desprecio, hasta que descubre que provocar el terror en el resto es una
manera más eficaz de conseguir esa soledad que desea y puede cambiar las
miradas de desprecio por las de miedo. Y eso le hace sentirse muy poderosa.
¿Habéis conocido casos cómo éste? En adultos es también muy común que se
den de ésta manera.
MARTINA", DE ANA ALCOLEA, NOS MUESTRA EL SILENCIO
DEL ACOSO ESCOLAR.
En este relato, Martina es una chica nueva llegada al colegio
que empieza a ser acosada por dos niñas de su clase: se
meten con ella, le tiran del pelo, le amenazan... Hasta tal
punto llega la situación que Martina empieza a vomitar por
pura ansiedad, y es entonces cuando su madre y su maestra
comienzan a darse cuenta de que algo le ocurre.
Es muy cierto que el acoso escolar es invisible por varias
razones, y una de ellas es que las agresiones no se producen
si hay una figura de autoridad presente, lo que convierte al
profesorado en una figura clave a la hora de prevenir el
acoso escolar.
LA LUCIÉRNAGA, DE ELIA BARCELÓ, Y EL ACOSO EN LAS AACC
En este relato se nos cuenta cómo se trata un caso de acoso escolar
desde la dirección del centro. La junta de dirección reúne a los
profesores para que comenten sus puntos de vista sobre la situación
de un alumno al que llaman "empollón", " repipi " y "caraculo"
(reunión que se produce únicamente después de que el padre
amenazase con denunciar al centro) . Las posiciones de los profesores
se dividen, yendo desde el acoso por parte del profesor de gimnasia
hasta el apoyo del profesor que le preparó para las olimpiadas de
física, pasando por docentes más intermedios. Tras ésto, la directora
entrevista al alumno en cuestión, dándose cuenta de que no encajaba
con lo que le habían contado de él, viendo que es una persona
educada, que habla muy bien y ancho de hombros.
Rodrigo, nombre del alumno demuestra ser una persona sensible y
preocupada por el trato que recibe por el simple hecho de ser como
es y que los demás le digan que está mal y que debería rebajar su
notoriedad para hacer que los demás le acepten. Para terminar,
Rodrigo recibe una horrible broma final y acude a su casa a hincharse
a somníferos y dejar que todo pase. La directora acaba reconociendo,
de cara al lector, que no sabe qué hacer y que lo que le interesa es la
reputación del centro.
Resulta frustrante que se intente trabajar para mejorar estas
situaciones con ejemplos, aunque sean literarios, que describan la
pasividad del centro. ¿Habéis conocido casos similares?